Era domingo por la mañana, día de aseo en el cual todos, absolutamente todos, debían de ayudar a limpiar y acomodar cosas.

Todo por petición de Mingyu, quién decía que no podían vivir en la mugre y tenían que limpiar todos para que la casa estuviera decente. Sus hijos y esposo siempre le reclamaban diciendo que les gustaría vivir en la mugre.

—Seungcheol, limpia bien la caja. Wonwoo, no te duermas.

—Es muy temprano, papá perro —Wonwoo bostezó acostándose sobre el suelo sucio lleno de polvo.

—Te estás ensuciando de polvo, limpialo primero —Mingyu suspiró agachadose para cargar a su hijo menor.

—No, voy a limpiar con mi cuerpo —Wonwoo empezó a rodar por el suelo, teniendo la mala suerte de traer una camiseta blanca sin dibujos.

El mayor suspiró frustrado al verlo ensuciarse y corrió a la cocina donde estaba Chan limpiando unos platos del desayuno.

—Tú hijo se está ensuciando.

—¡No me acuses, perro malo! —el niño gritó levantándose rápidamente y limpiándose lo que podía.

—También es tu hijo y sacó lo sucio de ti, ve y ayúdale a que se cambie de ropa —Chan besó la mejilla de su esposo y lo empujó hacia fuera de la cocina.

El moreno se quejó agarrando a Wonwoo por las axilas aunque no quisiera, en verdad amaba cargar a sus pequeños hasta que pudiera. Lo llevó hacia arriba y buscó una playera negra para ponérsela.

—¿Por qué ese color?

—Porque si te ensucias no se va a notar.

—¿Por qué?

—Porque no quiero que papá Dino me regañe.

—¿Por qué?

—Porque me da miedo.

—¿Por qué?

—Porque es mandón y no me va a dejar abrazarlo en la noche.

—¿Por qué?

—Porque se va a enojar.

—¿Por q-

Mingyu tapó con su mano la boca del menor, lo volvió a cargar y bajó de nuevo las escaleras para que siguiera con lo suyo.

—¿Dónde está Cheol? —el mayor le preguntó a su hijo, quién solo apuntó debajo de las escaleras sin poder hablar.

Mingyu vio hacia donde apuntaba, dándose cuenta de que Seungcheol estaba dormido debajo de las escaleras, estando abrazado de una escoba y usando como almohada un zapato de su papá.

Suspiró negando con la cabeza y simplemente bajó a su hijo dejándolo que lo despertara, fue a sentarse al sillón con su teléfono en la mano y sonrió al tener una idea.

Empezó a buscar música en su teléfono hasta que encontró una canción que le gustaba, conectó su teléfono a la bocina y comenzó a reproducir "Mientes" de Camila.

—¡No, esa no! —gritó cerrando sus ojos y poniendo una mano en su pecho, todo mientras negaba con la cabeza.

—Tú solo la pusiste —le contestó Wonwoo mientras se dirigía al pequeño sillón que estaba en la sala.

Chan, que iba saliendo de la cocina, tapó su boca aguantando la risa para que su esposo no viera que se estaba burlando de él.

Mingyu los ignoró y solo empezó a cantar viendo directamente hacia su esposo aunque estén casados desde hace tiempo, tengan dos hijos y una relación bonita y estable.