V e i n t e

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Quizás...
A pesar de toda la felicidad.












—¡Uno! —exclamó un pelinegro de larga cabellera, Heechul de Super Junior. Se levantó y les encaró la carta a todos y cada uno de los compañeros de la misma mesa.

Algunos molestos abuchearon y tiraron las cartas como Kai y Baekhyun, Suho acepto la derrota mientras Taemin hace un puchero con los labios.

—¡Es trampa, imposible que ganes cinco veces seguidas! ¿Dime dónde escondes las cartas? —exclamó Baek levantándose y queriendo revisar al mayor, pero éste empieza a corretear rodeando la mesa, mientras el menor lo sigue.

Suho lo vio enérgico otra vez y sonríe satisfecho, desde su charla de hace dos semanas el enano revoltoso volvió a ser lo que es, el mismo escandaloso de antes. De tanto que lo ve rodear la mesa corriendo y dándose cuenta de que Taemin esta sentado a su lado con una distancia prudente, esboza una minúscula sonrisa de maldad. Se inclina un poco hacia atrás y cuando Baek cruza detrás de él, flexiona las rodillas para meter su pie.

El castaño se tropieza y abre los ojos con sorpresa cuando se está cayendo en dirección de tal personaje. Taemin con una expresión de entre preocupado y asombrado actua rápido y estira sus brazos dejando que Baekhyun cayera en su regazo.

—Ups, lo siento, mi culpa —se disculpó rápido nuestro protagonista tapándose la boca, no por pena o sorpresa, sino por la sonrisa que no podía quitar de su rostro, por lo que la oculto disimuladamente.

—No tranquilo, Hyung —apresuró a decir aquel pelirubio, tomando de la cintura al menor que tiene en su regazo, lo ayuda a levantarse —¿Estás bien?

—S-Si... —asiente como niño moviendo la cabeza, nervioso y ruborizado. Se levanto de un tirón y arregla sus ropas tímido.

—No puede de ser, baek estas muy rojo, ¿qué tienes? —exclamó Suho algo dramático ocultando el brillo de maldad en sus ojos. Si, se está vengando de todo lo que ese chiquillo le ha hecho pasar. —Taemin, toca su frente creo que tiene fiebre.

—Es cierto, no te ves bien —ingenuo aquel rubio se levantó y pone la palma de su mano en la frente del menor.

Byun casi siente que se va a desmayar, debido al involuntario mareo y sus piernas de gelatinas, no puede mantenerse de pie gracias a la cercanía de su amor platónico. Pierde fuerza y casi cae al suelo si no fuera por los brazos del rubio, el cual lo toma con fuerza entre sus brazos.

—¡Hyung! —exclamó Kai preocupado. Incluso Suho, el cual ya se empezó a sentir culpable. ¿Tan nervioso lo pone Taemin?

—Hay que llevarlo a la cama, Kai cargalo —apresuró a decir Heechul, dejando la diversión a un lado para mostrarse preocupado.

El moreno se acercó a sus mayores y toma el cuerpo del castaño. Heechul se levantó de su asiento y guía a los menores por los pasillos ya que como es su casa, el es el que sabe a donde llevarlos.

Jongin acuesta a Baek a la cama, el cual debido a la vergüenza toma una almohada y se tapa la cara.

—Voy a buscar una pastilla pero ¿Qué tipo de malestar tienes? —cuestionó el dueño de la casa.

—Creo que es dolor de cabeza y mareos —asumió Tae y él junto al mayor salen para dejar a los 3 miembros de EXO en la habitación.

—El amor —murmuró en un carraspeo Suho, Baek se ruboriza y lo mira alarmado mientras Kai no pareció escuchar del todo bien.

—¿Qué dijiste?

—Nada.

Heechul entra junto a Taemin, el cual lleva un vaso de agua. Con preocupación aquel rubio se sienta al borde de la cama y le extiende el utensilio. Mientras el dueño de la casa trae una caja de pastillas.

—¿Quieres tomar una pastilla? Te ayudará mucho.

—N-No, no, tranquilos —contestó nervioso, negando una y otra vez.

—Bueno, al menos toma algo de agua —Taemin con una sonrisa amable le extiende el vaso mientras el contrario quería que la tierra lo tragara ahí mismo.

Acepta tímido, se sienta en la recámara acomodándose, toma el vaso logrando rozar con los dedos ajenos. Siente una sobrecarga eléctrica pasar por su cuerpo y se separa al instante.

Suho casi se quiere morir de la risa pero solo se tapa la boca y hace que tose disimulando.

—Al menos no te has muerto antes de mi cumpleaños —admitió Heechul con broma.

—Oh, si. Es pronto, ¿en qué fecha cae? —cuestionó el líder de EXO de pronto recordando. Necesitaba comprarle un regalo a su mayor, es tan agradable, espontáneo, directo pero amable.

—Tranquilo, haré una fiesta de cumpleaños en un club. Les estaré enviando las tarjetas de invitación en el transcurso de la semana —esbozo una radiante sonrisa fanfarrona.

Suho sonrió y asintió sin pensarlo mucho. Hace tiempo no iba a una fiesta y él sabe que las de Heechul sobrepasan y rompen con todos los estereotipos de la Corea "Reservada" . Sin duda alguna quiere disfrutar una noche sin preocuparse por ser él mismo.







Unos días después, Suho yace recostado en el montón de almohadas y sábanas agrupadas en el césped del pasto detrás de su casa. A su lado se encuentra Irene a la cual abraza y acaricia su pelo con suavidad dejando su rostro caer en su hombro. Juntos así en lo que llevan la tarde, ahora se encuentran viendo el atardecer en un cálido y armonioso silencio.

—Que irónico —rió sin humor el chico negando con su cabeza.

Ella lo mira con el ceño fruncido —¿El qué?

—Cuatro años para que podamos volver a ver el atardecer juntos, es muy cruel —mascullo lo último aún sin despegar su vista del cielo.

—Lo siento, es mi culpa. Se suponía que te conocía y aún así, no creí en ti —con su mirada triste y una culpa tan presente como el amor que le tiene al muchacho. —Te trate muy mal.

—¿Y quién no te trato mal a ti? —contestó en una pregunta, sin estar de acuerdo con las palabras que salen de aquella boquita tan linda. —Soy insuficiente porque no pude ayudarte ni protegerte de nada, era un ignorante que se victimizaba por todo —sonríe nostálgico —Lamento haberte dejado sola en aquel momento, si tengo la posibilidad de repetir el tiempo lo haría y no cometería el mismo error de beber tanto.

—Esta bien, no es tu culpa. No es como si tu le hubieses ordenado —apresuró a decir ella al notar la tensa mandíbula del mayor, levanta su mano y la posiciona en la mejilla contraria para darle caricias que ayudaron a bajar la tensión.

Suho le sonríe y ella le devuelve la sonrisa tímida.

—Ahora estamos bien, eso es lo importante, Oppa —al decir lo último su rostro se ruborizo por completo y se lo tapa avergonzada.

Él se ríe ante la acción y trata de quitarle sus manos para poder verla, aunque eso no implicó que no estuviera penoso, claro que si, incluso sus orejas de colorearon.

—Hace tiempo no me llamabas así, ¿a quién le agradezco este mérito?

Irene aún sonriendo pero estando apenada solo se pone a ver el cielo, evitando la mirada del mayor por meses. —Joy me dijo que te gustaría pero mejor no, es suficiente vergüenza para mi.

—¿Sabes cuantos chicos pagarían para que les llamaras "Oppa"? —cuestionó obvio.

—¿Tu pagarías? —ella alzo una ceja curiosa.

—No —al contestar aquello, la sonrisa de la chica se borra un poco confundida por su respuesta hasta que él completa con humor —porque ya lo dijiste.

Y así es como Suho se ríe a carcajadas de su mal chiste que no da risa. Irene le mira con gracia y niega —Es cierto lo que dicen, tienes humor de abuelo, en eso has cambiado.

—¿Qué? ¿Estás insinuando que mi humor es malo? Tenemos la misma edad, Irene.

—Pero tu eres mayor que yo.

—Solo por un mes, ¡si soy un abuelo entonces tu también!

—Pareces un niño quejándote por esta estupidez.

—Me siento herido, ¿sabes? —se tocó el pecho y fingió tristeza.

Ella solo rueda los ojos y le ignora mientras agarra su celular distrayendose en las publicaciones de Instagram.

Una notificación le llegó a Suho y toma su celular entrando a la aplicación Kakao Talk (Es como un WhatsApp pero que usan bastante en Corea). Entra al Chat de Heechul y ve la tarjeta de invitación que le acaba de enviar.

—¿Qué miras? —pregunto ella curiosa.

—Heechul me acaba de invitar a su fiesta de cumpleaños.

—Más que fiesta será una discoteca con música hasta al amanecer, si vas procura no beber mucho y recuerda que tienes novia —le regaño ella tomándolo de la mejilla para halarlo mientras él se queja como un crío.

—Pero si tu vas a ir.

—No soy tan cercana con él como para que me... —sus palabras se quedaron al aire cuando recibe una notificación, curiosa lo ve y se sorprende. También le envió una notificación.

Suho sonríe con autosuficiencia y abraza más fuerte a la chica —Podrás cuidarme o tal vez, yo a ti. Heechul-hyung dijo que invitaría a toda la empresa.

—¿T-Toda? —cuestionó la muchacha con cierta inseguridad, temerosa.

En eso Suho se da cuenta de aquel pequeño dato curioso, si estaban invitando a toda la empresa significa que los ejecutivos, managers y CEO's van incluidos.

Sin pensarlo mucho abraza a la chica para darle apoyo y calidez, siendo esto lo que más necesita aunque siendo sincero, él también.

A pesar de ser una simple fiesta, las cosas podrían cambiar, ¿y si cometen errores? ¿Y si el Sr. Jeon viene preparado? ¿Y si ellos en realidad están exagerando?

¿Cómo no exagerar después de lo que pasó hace cuatro años logrando distanciarlos?

Quizás... A pesar de toda la felicidad seguían teniendo miedo porque un error puede cometerse en cualquier momento y en cualquier lugar, y más si ya se ha cometido antes. La maldad esta presenten en su día a día, entre aquellas cuatro paredes que cubre la extensión de los pasillos de la compañía. Pocos sabían sus secretos, pocos sabían que había sufrido y pocos eran capaces de hacer lo que alguna vez le hicieron a ellos.

Pero por su más grande y genuino amor, Suho nuevamente prometió proteger a su Reina a toda costa pero por sobre todo, supo que para hacerlo, debían enfrentar esto juntos.

Nunca más, volverán a escapar.














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