Leopoldo I de Bélgica

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Leopoldo I nació el 16 de diciembre de 1790 en Coburg, Alemania. Fue el cuarto hijo de Francis, duque de Saxe-Coburg-Saalfeld; y la condesa Augusta Reuss Ebersdorf. A los cinco años de edad recibió una comisión honoraria de coronel en el Regimiento de Izmaylovsky, uno de los más antiguos del ejército ruso que formó parte de la Guardia Imperial. La carrera militar de Leopoldo I inició cuando era apenas un niño. Siete años después, aproximadamente a los 12 años, recibió un ascenso a general de División.

En 1806 Leopoldo viajó a París, Francia, país en donde se convirtió en parte de la Corte Imperial de Napoleón; sin embargo, al poco tiempo viajó a Rusia para comenzar una carrera en la caballería imperial de dicho país y realizó una campaña contra Napoleón. Leopoldo I participó con unos aliados contra Napoleón durante las guerras Napoleónicas que tuvieron lugar entre 1800 y 1815.

El 2 de mayo de 1816 contrajo matrimonio en Londres con Carlota de Gales, quien era la única hija de rey Jorge IV de Gran Bretaña. El mismo año del casamiento, Leopoldo I recibió una comisión honorífica para el cargo de Mariscal de Campo y Caballero de la Orden de la Jarretera, considerada como una de las órdenes de caballería británica de mayor prestigio. En noviembre del año siguiente la joven sufrió un problema de salud que le provocó la muerte al bebé. Un día después, las complicaciones también le provocaron la muerte a ella. A pesar de la muerte de Carlota, Jorge IV le concedió a Leopoldo el título de Alteza Real por Orden en Consejo en abril de 1818. Leopoldo I permaneció en Inglaterra hasta que tuvo que viajar a Bélgica para asumir el cargo de ser rey de su país natal.

Tras una serie de protestas en Bélgica para rechazar el dominio de los holandeses, se realizó una reunión en Londres para apoyar la independencia del país. A finales de 1830 hicieron un Congreso Nacional en Bélgica para elaborar una nueva Carta Magna. En la reunión se decidió que el país se convertiría en una monarquía popular y constitucional, lo que derivó en la necesidad de buscar a un monarca que para asumiera el liderazgo de la nación. A continuación de una serie de análisis de los posibles candidatos para el cargo, Leopoldo asumió el puesto en julio de 1831. Leopoldo I reinó hasta diciembre de 1865.

Una vez que se convirtió en rey de los belgas, comenzó a fortalecer el ejército de dicho país. Además, combatió junto a Francia e Inglaterra los ataques de Guillermo I, quien era el rey de los Países Bajos y fue Gran Duque de Luxemburgo. En 1836 le dio a las grandes poblaciones y zonas rurales mayor autonomía política. Tres años después, en 1839, el rey de los belgas contribuyó con el mantenimiento de una coalición liberal-católica que permitió la expansión del sistema educativo. La coalición terminó ese año con la eliminación de la presión de los holandeses seguidamente de que Guillermo I reconociera a Bélgica como un reino independiente, lo que no había querido aceptar.

Cinco años después, en 1844, Leopoldo I firmó tratados comerciales con Prusia, y dos años después (en 1846) con Francia. Además, patrocinó la creación de una fortificación de la ciudad de Amberes. Por otro lado, mantuvo una política exterior neutra, en especial durante la Guerra de Crimea, que ocurrió entre octubre de 1853 y febrero de 1856. El periodo en el que permaneció al mando del reinado no tuvo críticas serias. Leopoldo I se mantuvo en el reinado del país hasta su muerte, en el año 1865.

Leopoldo I llegó a utilizar los matrimonios para fortalecer sus relaciones con países como Francia, Inglaterra y Austria. Ejemplo de ello fue su caso particular, debido a que un año después de asumir el reinado se casó con Marie-Louise de Orleáns, quien fue la hija del rey francés Louis-Philippe. Del matrimonio nacieron cuatro hijos: Louis Philippe, quien luego fue el príncipe heredero de Bélgica; Leopold, quien fue duque de Brabante y reinó a los belgas después de su padre; el Príncipe Philippe, quien fue conde de Flandes; y La Princesa Carlota de Bélgica, quien fue emperatriz de México. Como parte del fortalecimiento de los lazos gracias a los matrimonios, años después de casarse con Marie-Louise de Orleáns ayudó a organizar el matrimonio de su sobrina Victoria, reina de Inglaterra, con su sobrino, el Príncipe Alberto de Sajonia – Coburgo – Gotha. Además, contribuyó con las negociaciones del matrimonio de su hija Carlota con Maximiliano, quien era el archiduque de Austria y llegó a ser emperador de México.

Marie-Louise de Orleáns murió de tuberculosis en octubre de 1850, aproximadamente a los 38 años de edad. Mientras que Leopoldo I murió el 10 de diciembre de 1865 a los 74 años de edad en los suburbios de Laeken, ubicado en Bélgica. Su funeral fue celebrado seis días después. Los restos de quien fue el primer rey de los belgas se encuentran en la Cripta Real de la Iglesia de Notre – Dame de Laeken junto a su segunda esposa. Su segundo hijo, Leopold, asumió el nombre de Leopoldo II y fue su sucesor.

Entrada realizada por: FabyDolce

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