Capítulo 2: Maldito destino

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—¡SAHARA!

Me despierto confundida y adormilada y me levanto un poco hasta quedar sentada en mi cama.

Mi madre está parada al frente con la cara colorada, los ojos llorosos, apretando sus dientes y asesinándome con la mirada, no sé qué hice pero el solo hecho de verla así me hacía sentir como la peor persona del mundo.

Me levanto completamente para intentar consolarla o averiguar qué hice ahora pero lo único que recibo como respuesta es una cachetada.

Ni siquiera cuando salí del closet me había dado una cachetada, sí me había humillado, me había pegado en los brazos, en las piernas, por lo mucho en las nalgas pero nunca había dado una cachetada.

—¿Por qué subiste ese video?, ¿Ah?, ¡responde!

Otra vez recibí una cachetada.

Las lágrimas que tanto intenté controlar no tardaron en salir y mi cuerpo no reacciona, no sé qué hacer o decir.

Mis latidos y mi respiración se aceleran, mi estómago se contrae y me empiezo a sentir mareada haciendo que mi cuerpo caiga al piso, intento regularme pero siento como mi garganta se cierra, mis uñas empiezan a enterrarse en mis brazos lastimando mi piel cuando lo que en verdad quieren es desgarrar los problemas hasta eliminarlos, mi madre sigue pegándome, siento que me estoy muriendo así que decido hacer lo que he planeado todo este tiempo.

— — — — — — — — — 


Siempre pensé hacerlo pero nunca lo hice. Sin importar cuánto lo intentara siempre volvía a lo mismo y nunca pude ser yo misma o hacer mi vida como en verdad quería, se lo atribuí al destino, odié al destino y lo maldije muchas veces porque nunca me dejó vivir, ser feliz o al menos estar en paz, como última (y única) solución pensé en escaparme y empezar a crear mi vida sola pero nunca me atreví a hacerlo porque a pesar de ser mayor de edad y estar en todo mi derecho de irme, era dejar todo lo que había construído durante tantos años a pesar del dolor que envenenaba mi alma,  además, implicaba dejar a mi madre y perderla, porque sabía que si me iba ella jamás me perdonaría, yo estaría muerta para ella o peor aún, me encontraría y me volvería a encerrar en mi anterior vida, cortaría mis alas de nuevo.

Pero aquí estoy, no imaginé que algún día lo haría. Empiezo a caminar para descansar un poco porque he corrido mucho, las lágrimas nublaron mi vista la mayoría del tiempo y no tenía cabeza para pensar en qué diablos estaba haciendo así que llegué aquí, un lugar inhóspito y desolado que parecería un desierto de no ser por el pasto y algunas flores de diferentes colores.

No quiero pensar hacia dónde iré, sólo quiero dejar mi mente en blanco pero sé que no podré. Mi vida siempre ha sido ruidosa, en el sentido literal y figurativo, cuando los instrumentos de la orquesta filarmónica o las voces de mis profesores no me atormentaban la voz de mi madre lo hacía y cuando la voz de mi madre no lo hacía mi mente lo hacía.

Siempre he ocultado mis sentimientos, he guardado mis opiniones y he fingido ser alguien que no soy con el miedo de algún día creérmelo y naufragar en un mar de mentiras, fingir no es tan malo cuando te acostumbras a ello y obtienes pequeñas cosas positivas que al final de cuentas carcomen tu vida sin que te des cuenta, como una hermosa mariposa que te distrae del asesino que se acerca sigilosamente para apuñalarte por la espalda; Pero lo peor de las mentiras son todos los sentimientos negativos que se van guardando dentro de tu alma como veneno que algún día se liberará hacia a ti o a los demás; Cada pelea, cada grito, cada herida aumentaban ese veneno y tenía miedo de ahogarme en el pero no era capaz de liberarme.

Maldito destino.

Me detengo un momento intentando ubicarme pero no identifico dónde estoy, nunca había pasado por esta carretera.

Y ahora a mitad de la nada pienso en lo estúpido que fue escaparme y en los problemas que surgen.

Problema número 1:  Salí en pijama la cual para mi fortuna es un vestido negro muy lindo, es mi favorita, (por suerte no salí con la pijama de short de ositos panda) pero de todos modos es una pijama, no tengo zapatos ni medias y no sé cuánto tiempo duraré por fuera.

Problema número 2: No tengo absolutamente nada además de mi pijama  y un poco de dinero que estaba olvidado en un bolsillo de la chaqueta que cojí antes de salir de casa, son solo 6 dólares.

Problema número 3: Estoy perdida.

Una mujer sola, en pijama, a las 2 de la mañana (calculo), perdida y sin dinero, suena a que me van a atracar (en el mejor de los casos).

Camino un poco y veo unas luces al frente que rezo para que sea un bus y no la luz al final del tunel.

Efectivamente es un bus que ni puta idea hacia donde va pero ahora no me importa, cualquier cosa es mejor que ser atracada en medio de la nada.

Entro en el bus y no hay nadie, solo una chica de tez blanca con la mirada perdida en algún punto a través de la ventana. Una lágrima recorre mi mejilla pero no es una lágrima de tristeza, un huracán de alegría invade mi cuerpo al verla, siento que no es la primera vez que la veo, quiero correr hacia ella, hablarle y nunca separarme de ella pero ni la conozco, algo me dice que quizás puede ser la chica que tanto amé en mi anterior vida y sólo se quedó en un rincón de mi memoria como una imagen borrosa, un susurro grabado en mi mente que anelhaba encontrarla; aunque mi corazón y mi intuición me dicen que sí no quiero parecer una rarita, además puede que sean ideas mías por la conmoción.

Me siento al frente e intento mirar el paisaje, siempre me ha gustado la noche, siempre quise salir a caminar en la noche y sentir la brisa fría mientras veo las estrellas pero no pensé que este sería el día y que lo haría en estas condiciones.

Cierro mis ojos e intento dormir, porque es eso o atormentarme con mis pensamientos pero una voz dulce y femenina me interrumpe.

—Oye, ¿puedo sentarme aquí?

Abro los ojos y de cerca se ve aún más bonita, si los ojos son la ventana del alma ella tiene un alma muy hermosa, su cabello parece salido de un comercial de Pantene y tiene algunas pecas en el rostro, tiene una chaqueta negra de cuero, un top negro con algunas piedras que parecen ser diamantes y una falda corta con el nombre de la banda AC DC en llamas, y huele delicioso, a esos perfumes caros que solo podría comprar si me ganara una lotería, definitivamente Dios tiene sus favoritos, ¿Qué probabilidad hay de encontrarte con alguien así en un bus en un medio de la noche?

—Entonces...¿puedo? 

—Sí, claro.

Dios, hasta su voz es perfecta.

Qué pena, te quedaste como estúpida viéndola.

Corrección, te quedaste estúpida desde que naciste.

Cállate.

No entiendo por qué decidió sentarse junto a ti.

Sí, ni le llegas a los talones, mira esa perfección hecha por los dioses.

Bendito sea el árbol que utilizaron para hacer la cama en la que sus padres la hicieron.

¿Todavía se usan camas de madera?

Tú callate y déjame admirar tremenda obra de arte.

—¿Estás bien?

—Sí, gracias.

—¿Segura?

—Sí, tranquila.

 El bus paró de repente y me dí cuenta de que me quedé mirándola todo este tiempo.

Cada vez das más pena.

—Señoritas, lo siento mucho, la gasolinera queda lejos y pensé que llegaría pero no fue así, no tienen que pagarme, lo siento. 

Nuestros ojos se encuentran por un momento y ambas salimos del bus.


— — — — — — — — — — —

Hola a todxs, ¿Cómo están?, espero que muy bien, ¿Qué les parece la historia hasta ahora?, como es costumbre en mí no es mi historia si el/la/le protagonista corre y se escapa xd, veremos que pasará luego. Por cierto, intenté no sobrecargar la descripción de la otra prota para no caer en el típico cliché de Wattpad de describir hasta el último pelo del personaje y lo guapx que es pero igual si que quería que tuvieran una leve idea de cómo es así que puse un poquito de descripción y como vieron no me pude resistir a poner tremendo temón de Stray Kids que aunque no me considero Stay sí que soy fan de ellos.

Y por último decirles que como se darán cuenta actualizaré cada lunes si es que no se me presenta nada extra, lxs quiero mucho, bye <3

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