El muchacho había perdido hasta la cuenta de los años que llevaba sin verlo; sin embargo, deseaba encontrarlo tanto como cuando era un niño, quería saber que estuviese bien y tenía curiosidad por saber cómo lucía ahora su pequeño amigo con manitas regordetas, mejillas rosadas y una tierna sonrisa.

Taehyung lanzó otra piedra al mar y colocó su quijada sobre sus rodillas, mientras observaba el hermoso atardecer.

Estaba un poco preocupado porque de repente comenzaba a sentirse cansado de su monótona vida, quería hacer algo interesante, que le gustara, pero seguía sin descubrir algo que realmente le agradase y lograra hacer.

Días atrás vio algunos videos e imágenes "perturbadoras" que uno de sus amigos le mostró, Yoongi, pero estas no le causaron el efecto esperado, más bien tenía que aceptar que ver los cuerpos sin vida de algunas personas que fueron asesinados o sufrieron de algún aparatoso accidente le causaron placer.

Tal vez eso era lo suyo y no lo había descubierto.

Lucía tan dulce y bueno bajo la escaza luz, un hermoso atardecer, sus pies descalzos siendo besados por el mar e incluso con su cabello desordenado por el viento.

Pero nadie aparte de él sabía lo que sobreabundaba en su cabeza.

Su abuelo lo llamó para que fuera a la que pronto sería su empresa y lo acompañara a casa, donde los esperaba el resto de la familia.

Se colocó sus zapatos, se puso de pie, sacudió un poco su ropa para quitar la arena y se encaminó al gigantesco edificio en el cual todos le conocían.

Esperó el ascensor y presionó el botón 16. Algunas personas subieron junto a él, pero tampoco se demoró mucho en llegar.

Tocó la puerta, pero no obtuvo respuesta alguna, por lo que decidió abrirla, llevándose una sorpresa no tan agradable. Un hombre cortaba una y otra vez la piel de su abuelo, mientras cantaba con suavidad. Alrededor parecía un gran lago de sangre.

Sintió que su corazón se detuvo, fue incapaz de moverse o hablar, no podía reaccionar, estaba en un completo shock.

El hombre levantó la mirada y le sonrió. Eso lo impactó todavía más. Era él, seguía prácticamente igual.

—Oh, Taehyung, ¿quieres jugar conmigo? —el ahora no tan pequeño Jimin le preguntó.

Eso no podía estar pasando, era solo una pesadilla. Sentía su estómago revolverse, estaba a punto de vomitar.

¿Por qué lo había asesinado? Su abuelo siempre fu un hombre bueno, cariñoso y trabajador.

Su cuerpo comenzó a pesar, tal vez estaba a punto de desmayarse.

Taehyung se despertó de golpe completamente exaltado, incluso algunas gotas de sudor se deslizaban por su cuello y rostro.

Había sido solo una pesadilla, tal y como lo imaginó.

Fue a tomar agua y en cuanto se sintió un poco más tranquilo se acostó nuevamente en su cama, conciliando el sueño con facilidad, hasta parecía un adorable e inocente bebé dormir.

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Hola, como por el momento no tengo mucho tiempo para actualizar porque entré a la universidad, decidí escribir un capítulo corto.

Tengo que hacer varios trabajos, pero voy a intentar actualizar el fin de semana.