El término de una relación es sólo una coma no un punto final en tu vida.

La vida continúa con o sin aquella persona que decidió ya nada más en esa relación.

El reloj no se detiene, el corazón sigue latiendo, las personas seguirán el transitar de la vida como siempre lo han hecho.

El mundo no se detiene, la luna seguirá su curso como todas las noches y el sol seguirá resplandeciendo con su hermoso esplendor en aquel firmamento llamado cielo.

Cuando una relación se acaba el mundo no se cae a pedazos, si no que más fuerte prevalece, uniendo cada pieza de este puzzle, vuelve.

Vuelve a renacer cual ave fénix vuelve a retomar el vuelo, vendrán vientos recios, pero nada le detendrá en un nuevo intento por volver amar,
unidos surcarán un nuevo cielo.

Aquel cielo que los cobijó en una tarde noche de luna abiertos al compás del amor, juntos buscando ser uno en un millón de locuras.

El tiempo no se detiene porque el tiempo todo lo cura y si se detuviese no tendría solución alguna.

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