Hola.

Te regalo una rosa,
La encontré en el olvido,
Está completamente desnuda,
Necesita a alguien que brinde de su abrigo.

Abrigo del bueno, sincero,
Del que ya no se ve en este mundo,
Ciego, sordo y mudo,
volvería a confiar en ti, seguro.

Segura de sí misma renace entre tus manos,
Sus pétalos reviven al vaivén del viento,
Plantaréis esa flor cuando amanezca,
Los primeros rayos de sol darán de su apego.

Al pasar el tiempo...

Hola.

Te presento una flor
Ya no está desnuda,
Está vestida de rosa,
Cómo el día que le dió vida,
Aquel sencillo gesto de amor,
hoy relatado en prosa.