Todavía no puedo creer que te hayas ido, todo los días leo tu carta que me dejaste, con esa hermosa letra que cada día más se pierde al correrse la tinta con mis lágrimas derramadas. Todos dicen que los hombres no lloramos, sin embargo, muchos preguntan a sus padres por qué lloran en determinadas ocasiones. Todos somos personas y todos podemos llorar, somos humanos y frágiles a las diferentes situaciones de la vida. Yo he llorado muchas veces, pero nunca recuerdo haber llorado tanto luego de que te marcharas, dejándome un mensaje que todos los días leo, mientras pienso si ese día  es el que volverás.
Mi cerebro me dice que te olvide, que no vales la pena, que nunca regresarás, pero mi corazón me dice que volverás para abrazarme aún más fuerte que todas las otras veces, y aunque sé que no es verdad, intento creerle para darme aunque sea un poquito de tranquilidad, auque estoy destruido por dentro y dudo que vuelvas a amarme