Desde
la cúspide
del averno
vengo a visitarte.

A lomos
de la osamenta
del corcel de Hades.

Caronte
profirió imprecaciones,
sosteniendo en mano enjuta
mis vetustas monedas.

Cerbero
alardeó de dientes con carpanta
de veltesta, tretesta y drittesta,
al cruzar en huída sus puertas.

Riesgos infernales
por rozar el cielo,
pena sempiterna
por efímero consuelo.

Una difunta
disecada en vapor espiritual
viene a visitarte.

Para acariciar
tu plumas pálidas
cual mármol
blanco pulido.

Enredar
tus mechones dorados
en dedos con hedor a azufre.

Perderse
en tus océanos metálicos,
y cegar unos luceros
extinguidos.

Vengo
desde la cuna del mal a visitarte,
un lugar del inframundo
de murmullos escalofriantes.

Criatura celestial,
cuidador arcano
de mortales y dioses,
divino arcángel.

Dedicado a Arassha
¿Qué arcángel es?
Cada uno que saque sus propias hipótesis.