Si miras hacia el abismo, él te verá a tí.

¿Realmente le puedo llamar a esto abismo?
Antes mentí, fui intransigente, pesada y resultó
siendo algo contraproducente.

Diciendo cosas como que el pasado me precede es como admitir el lado lógico de cualquier burla.

No le encuentro el sentido.
Estoy demasiado pegada a tí.
¿Nacimos al mismo tiempo?
Fue
mi creación el mismo momento
en el que te formé.
Las lagunas lo nublan todo,
a veces solo quisiera tocarte
pero eres
in
tan
gi
ble.

Da la casualidad que me siento muy calmada.
¿Es por esas píldoras que rozaron mi tráquea?
¿Es por esas píldoras que ahora debo tomar cada mañana?
Entre mas lo pienso, mas pierde el sentido.
Si estuviste a mi lado siempre,
¿separarte ahora marcará el verdadero camino?
No lo entiendo.

Trágame mas, aférrate mas fuerte.
Provócame arcadas
hasta que mis reacciones sean inertes.
La inercia misma deberá
consumirme.

Quédate,
Quédate aquí, quédate ahora.
Me impides ser feliz
pero
¿es la felicidad el motivo de esta obra?
No

existen motivos y razones
pero me los piden para entenderte.
(Todo fue consumido por el olvido)
Trágame ahora, devórame.
Si es la oscuridad latente
eso que me impide crecer,
entonces tiraré los parámetros a la basura
y me dejaré caer.

Mis pies son tan insensibles
que nunca se dieron cuenta cuando toqué fondo.
Pero el fondo, ¿realmente lo toqué?
No tiene sentido.
Llevas años aferrándote a estos labios,
a estos dedos, a estos párpados
y ahora que necesito una respuesta
no la hallo.

(¿Es tu culpa?
Perdóname por nacer)
y no saber en qué creer.

Los pensamientos fatalistas
se acrecentan
pero no tienen
cabeza ni pies,

son espectros
que toman cualquier forma
con tal de hacerme creer.

La realidad se distorsiona.
¿En qué debo creer?
Aun si reviso todas mis metáforas
la respuesta no encontraré.
No hay momento clave, solo existe el limbo.
¿En qué mas puedo creer?

Las ideas erróneas se almacenan en mi mente
y estos versos pierden el sentido
porque la calmada agonía es el único testigo
del verdadero significado
(nunca fue escondido)
de las palabras que ahora escribo.

Dime, dime.
¿Por qué me siento tranquila?
Ahora debo tener pastillas
en mi mesita de noche.
Pero no tengo una mesita, solo hay
polvo a mi alrededor y mi mirada
se vuelve borrosa.
(Déjate ver...)

Perdí el rumbo que nunca tuve.
En todo caso, nunca perdí.
¿Qué sentido tiene todo esto?
¿Qué sentido tiene la opresión en el pecho?
¿Qué razones hay (¿por qué?) detrás?

¿Por qué antes de empezar a escribir esto
me sentía tan perdida?
¿Por qué en el ayer hay crisis de identidad
y en el ahora solo reina la calma
que nunca he sabido cómo disfrutar?

Estos versos son patéticos.
Sus letras de pasta
nadie tragará.

Y de repente me vence el sueño
y otras veces solo deseo gritar
o llorar
o dejar de respirar.
La hiperventilación
es la única señal tangible
de esta colisión.

(Sin sangre, sin pecados, sin rencores
acumulados.
Entonces, ¿por qué? ¿por qué?
¿Por qué estás aquí, dentro de mí?
Dentro de esta patética mente...)

Y el sentimiento
será guardado
justo cuando el llanto pare
y todo mi sistema diga:
"Ya terminó".

No le creo
a los cambios en mi cuerpo.
¿En qué debería confiar ahora?
Todos los pilares ahora se destruyen,
se desmoronan.
Son pilares que nunca se construyeron
pero solo sirven durante la autodestrucción.

Inhala, exhala.
Todo estará bien.
¿Será que es ahora
donde debo pensar todo
racionalmente?
No lo sé...

Trágame mas, aférrate mas fuerte.
Provócame arcadas o déjame
(inconsciente).
Quizás en ese momento me de cuenta
de cuanto necesito atención.
Siempre evadí mi capacidad de reconocerte
aquí, enfrascado en mi propio cuerpo.
¿Realmente
es algo terrible poseerte?

Tantos años guardando la escasa calma
y el silencio
pierden el sentido.

Se ha vuelto confuso.

(¿Por qué hablé?)

¿Será que
luego de meses entre pastillas
logre al fin
desenredar lo
que me obliga a contenerme?

Inhala, exhala.
¿Luego de esta irremediable despedida
podré volver a verte?
¿Dónde quedará el valor de mi identidad
si no vuelvo a reconocerme?