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Taehyung tomó el tercer cuchillo de su cinturón y lo giró entre sus dedos con destreza antes de lanzarlo. Entonces, como era de esperar, el arma se clavó entre las cejas de aquel maniquí estático y un falso líquido rojo emanó de él.

──Así es como se hace ──alardeó frente al otro recluta.

Jungkook hizo una mueca y tomó un cuchillo de su propio cinturón antes de lanzarlo. Se clavó en el estómago del maniquí.

──No es justo ──refunfuñó.

──Bueno, tú eres mejor para mentir.

Los dos abandonaron la sala de prácticas al escuchar la sirena que marcaba el fin de su tiempo para ensayar. Después de ellos entró un grupo de jóvenes algo más pequeños que ellos, de la misma edad que cuando entraron en la academia.

──Tengo que mejorar o no pasaré la prueba ──murmuró Jungkook.

──¿Estás de broma?, eres uno de los mejores de nuestra promoción ──replicó Taehyung.

Mientras dejaban las armas y los utensilios de práctica en la entrada del salón, el grupo de jóvenes los miró y comenzaron a reírse. Ellos, acostumbrados, los ignoraron y siguieron su camino hacia el gimnasio.

──No todos piensan como tú ──masculló Jungkook, con la cabeza gacha.

Taehyung rodeó sus hombros al caminar.

──Nos tienen envidia, o eso me dijo Namjoon.

──¡¿Namjoon?! ──exclamó Jungkook, pero después carraspeó al darse cuenta de las miradas sobre ellos──. ¿El mejor de la clase graduada?

──Ajá, vino a hablar conmigo y dijo que somos de los mejores de la clase ──mintió Taehyung.

Antes de que su compañero pudiese interrogarlo sobre ese supuesto encuentro, los megáfonos del edificio se encendieron.

──Atención, agentes. Los reclutas de 18 a 20 años diríjanse a la zona de pruebas para un examen sorpresa ──dijo una mujer con la voz distorsionada.

Mientras la voz repetía el mensaje, los dos jóvenes pelinegros se miraron entre sí.

──¡Mierda! ──exclamaron al unísono.

Taehyung tomó rápidamente la mano de Jungkook y estiró de él para correr al lado oeste de las instalaciones en A.S.T.R.O., sin saber que una pequeña mentira marcaría la diferencia para que él aprobase ese examen.

Taehyung sostenía el vaso de plástico rojo por encima de su cintura y el otro brazo se apoyaba en la encimera de esa casa desconocida. Le dio un sorbo al ponche e hizo una mueca por su fuerte sabor.

──¡Estás aquí! ──gritó Jungkook por encima de la música, mientras se abría paso entre los alumnos para llegar hasta él.

Taehyung se peinó el cabello tintado de rubio y se sacudió la camisa antes de sonreírle.

──¿Me estabas buscando? ──dijo.

──¡Pues claro!, eres mi mejor amigo, estúpido. ──Le picó Jungkook.

Este último fue llamado a coros por un grupo de chicas al fondo de la estancia, a lo que él les hizo un gesto para tener cinco minutos de descanso.

──He bebido demasiado ──balbuceó Jungkook.

Se abrazó a él, casi tirando su bebida, pero Taehyung no le dio importancia al vaso y lo dejó a un lado para cargar con el menor.

──Debes estar agotado, todo el mundo requiere tu atención ──bromeó, aunque era cierto.

──Soy el graduado con mejor nota ──bramó Jungkook, zarandeando a Taehyung──. ¡Y tú el segundo!, ¡deberías estar festejando!

──Pero tú eres más popular, Kookie, es distinto ──rió él.

El menor estuvo a punto de decir algo, pero unas repentinas náuseas lo obligaron a salir corriendo en dirección al baño, a dónde una chica lo siguió.

Taehyung dio otro sorbo del ponche y retuvo la mueca esa vez, quería acostumbrarse al sabor del alcohol ahora que era suficientemente mayor para beberlo. Al menos según las leyes estadounidenses. De esa forma esperó hasta que volvió a ver a Jungkook, pero cuando este salió del baño llevaba su ropa hecha jirones y su cabello negro despeinado. Ni siquiera volvió a su lado o le miró. Por no hablar del pintalabios rojo por sus labios y cuello.
Detrás de él iba la chica, con el mismo aspecto, solo que en vez de pintalabios eran marcas de dientes.

Taehyung se marchó pronto a su dormitorio esa noche.

Taehyung vertió el café de modo que cubriese todos los cubitos de hielo en el vaso y después puso una pajita. Entonces comenzó a beber del café mientras revisaba en su teléfono los últimos mensajes, casi todos de excompañeros felicitando su graduación.

──¿Has visto mi toalla? ──gritó Jungkook desde el baño.

──En el armario izquierdo ──respondió él.

Mientras tecleaba una respuesta rápida a un amigo, su mente divagó a una imagen de Jungkook saliendo de la piscina de entrenamiento en la academia. Con sus perfectos abdominales brillando y su cabello goteando por las marcadas facciones de su cara. Sin quererlo, sus dedos escribieron el nombre de su compañero de habitación, pero por suerte lo borró antes de que él lo viese.

No podía ni imaginar qué pensaría Jungkook si descubriese su sexualidad. Incluso él se había sorprendido la primera vez que un hombre apareció en uno de sus sueños húmedos.

──¿Estás listo? ──preguntó el menor desde la puerta del baño.

Solamente tenía una toalla alrededor de sus caderas, quizá demasiado baja para que Taehyung echase un rápido vistazo antes de volver a mirar su teléfono.

──Termino de desayunar y me visto ──respondió.

Reconoció el temblor de sus manos al teclear como el mismo que había padecido noches atrás, concretamente la primera noche de sus vacaciones posgraduación en Europa del norte. Esa noche era la primera que Jungkook y él habían dormido juntos desde que se conocieron, siempre habían estado en la misma habitación, pero no en la misma cama. Y fue peor cuando Jungkook lo abrazó para dormir.

──No tardes, tenemos reserva en media hora ──murmuró el menor.

Mientras este se servía un poco de café, Taehyung terminó todo su desayuno rápidamente y contestó el resto de mensajes pendientes. Entonces se encerró en el baño para equiparse con algo de ropa calentita por el frío del lugar, aunque no sabía a dónde iban porque Jungkook juró que era sorpresa. Pero eso no importó para que preguntase detalles durante todo el camino en coche.

Cuando llegaron, Taehyung quedó con la boca abierta al ver el lugar. Él había pensado en pistas de ski, o patinaje sobre hielo. Pero no en un hotel de saunas y spa.

──No me jodas ──murmuró para sí al cruzar la puerta.

──Sabía que querrías venir a este sitio, has estado muy tenso ──dijo Jungkook.

Tomó su mano y lo guió hasta la parte superior del hotel, donde lo tenían sólo para ellos dos. Allí habían jacuzzi, piscinas, sala de masajes, saunas... Incluso un gimnasio.

──Todo... Todo para nosotros ──repitió Taehyung, incrédulo.

Jungkook asintió mientras lo conducía a los vestidores. Allí dejaron sus cosas y apagaron el sonido de sus teléfonos. Pero lo que no esperaba Taehyung era que el menor se deshiciera de toda su ropa. Toda.

──¿No hay que usar bañador? ──preguntó, clavando sus ojos en los contrarios con fuerza.

──No hay nadie más, podemos hacer lo que queramos ──aseguró Jungkook con una risotada.

Él desapareció por la puerta, pero Taehyung tardó un segundo. Quizá dos. O quizá fueron minutos, pero para él fue una eternidad lo que tardó en desnudarse y salir del vestuario. Cuando se acercó al jacuzzi donde estaba Jungkook con los brazos cruzados, juró verlo escanear su cuerpo y quiso salir corriendo. Pero en su lugar sólo se sumergió en el agua de burbujas.

──Oye Tete... ──Jungkook tragó saliva──. Muchas veces he pensado que, bueno, eres hermoso.

Taehyung se sonrojó y miró el agua en lugar de su rostro.

──¿Por qué nunca has tenido novia?

Él pensó en todas esas noches en que había intentado acostarse con alguien, o incluso las que probó con algunas mujeres pero se había sentido extraño. Suspiró.

──He tenido líos ──susurró.

──¿No quieres nada serio? ──insistió Jungkook.

Taehyung jugó con las burbujas en sus manos.

──No... Bueno, sí, con alguien, pero no es recíproco ──reconoció en un impulso inconsciente.

Jungkook se sentó un poco más cerca de él y sus rodillas y codos rozaron, erizando la piel de Taehyung. No pudo evitar mirarlo, pero al estar tan cerca de él quedó hechizado con el brillo de sus ojos.

──¿Le has preguntado o confesado algo?, quiero saber quién es ──insistió el menor.

Taehyung encogió sus piernas y las rodeó con los brazos. Sus rodillas sobresalían del agua.

──No, no, pero estoy seguro de que él no siente nada por mí.

──Oh.

Jungkook sonrió y asintió lentamente como si asimilase algo, pero Taehyung estaba seguro de no haber dicho su nombre, así que no entendía la reacción. Aún así, repasó mentalmente sus palabras.

El. Maldito. Pronombre.

──Así que... Tú... Estás en ese lado ──susurró Jungkook.

──¿Qué lado? ──replicó Taehyung──. No. Es decir, sí, pero no es un lado, es... Yo no quería decírtelo así, oh cielos.

Mientras él se tapaba el rostro con las manos húmedas, Jungkook rodeó su cuerpo en un abrazo.

──No quería hacerte sentir incómodo, era una broma ──murmuró──. No importa, ya lo has dicho y está bien.

──Es que... Olvídalo.

──¡No!, Tete es algo bueno, no quiero olvidarlo ──rió──. ¿Sabes?, yo soy bisexual.

Taehyung apartó sus manos y le miró.

──¿De verdad?

──Ajá, sabes que ahora tengo novia, pero, bueno... He dormido con personas de otros géneros ──confesó.

Taehyung sonrió poco a poco, entendiendo la situación. Quizá...
No, él tenía novia, lo sabía. Llevaban meses, fue tras la fiesta.

──Me alegro ──dijo.

──Y... ¿Ya puedo saber quién es /él/? ──preguntó Jungkook, empujando su sien con la nariz de forma adorable.

Taehyung soltó una risita y cabeceó.

──Es secreto y siempre lo será.

Taehyung se posicionó detrás de Jungkook y sacudió los hombros y las mangas de ese traje negro. Entonces le devolvió la mirada a través de su reflejo con la más cariñosa mirada.

──Estás perfecto ──susurró.

Jungkook se dio la vuelta y lo abrazó sin importar poder arrugar el costoso traje.

──Aún no estás vestido ──balbuceó en su hombro para camuflar las lágrimas.

Taehyung rió al tiempo que le daba unas palmaditas en su espalda y acariciaba su cabello azul con cuidado de no despeinarlo.

──Ya lo haré, quiero darte una sorpresa ──murmuró él.

Cuando notó su vista emborronarse se apartó un poco y ambos se limpiaron los ojos con cuidado de no tocar el maquillaje.

──¿Tienes las alianzas? ──susurró Jungkook.

Taehyung asintió sin voz. Estaba tan orgulloso de él, pero...

──Bien, nos vemos en el altar ──añadió.

Una media hora más tarde, Jungkook lo esperaba allí, así que él entró unos segundos después, con el cojín de las alianzas en sus manos y se colocó tras él. Llevaba un traje negro, como los demás acompañantes del novio. Pero Taehyung odiaba los trajes negros.

Entonces entró la novia, con su hermoso vestido blanco y el ramo de flores amarillas.

Pero Jungkook clavó la mirada en el suelo, no en esa espía que había conocido en la academia el día de su graduación. Y cuando el oficiante pidió los anillos, Taehyung lo miró para asegurarse de que iba a seguir con aquello.

Jungkook colocó la alianza en la mujer. Ella en el anular de él. Pero cuando el oficiante hizo la gran pregunta, Jungkook suspiró.

──No puedo hacer esto, lo siento.

Y salió corriendo por el altar.

Taehyung terminó de redactar el informe que había retrasado por estar toda la noche fuera y presionó el botón de imprimir. Mientras la hoja salía, se levantó para ir a por más café. Pero allí, en la sala de descanso de la oficina en A.S.T.R.O., unas manos cubrieron sus ojos.

──Adivina quién ha vuelto de su misión ──canturreó Jungkook.

Taehyung se mordió el labio inferior y sintió las características mariposas en su estómago. Hacía meses que no se veían y comenzaba a extrañarlo demasiado. Por fin había vuelto.

──El mayor idiota del mundo ──respondió.

Jungkook apartó sus manos y se colocó frente a él.

──¡Bingo!

Taehyung alcanzó a ver las heridas que le había dejado de recuerdo esa misión, pero no pudo resistirse a abrazarlo primero.

──¿Cómo ha ido? ──preguntó con alegría.

Jungkook lo abrazó tan fuerte que casi lo alzó del suelo.

──Genial, la adrenalina más alta que nunca con todos esos casinos, clubes... Ha sido increíble, deberías acompañarme alguna vez.

Taehyung carraspeó y se soltó del abrazo poco a poco. Recordó el por qué había dejado de acompañar a su mejor amigo en misiones de ese estilo y había pedido un traslado a las oficinas. Era algo aburrido, pero más... tranquilo.

──Ya sabes, no me dejan salir de aquí ──mintió, señalando la oficina.

Jungkook hizo una mueca y sirvió el café en su taza por él.

──No lo entiendo, tenías la segunda mejor nota de nuestra promoción, están desperdiciando tu talento aquí ──refunfuñó.

Taehyung tomó la taza y le agradeció con una venia. Entonces dio un sorbo para aprovechar esos segundos de tiempo y pensar una excusa.

──Puedo probar a hablar con ellos de nuevo, pero no te prometo nada...

Ambos se encogieron de hombros a la vez, como llevados por telepatía.

──Y... ¿Hay novedades?, ¿cómo te ha ido a ti? ──preguntó Jungkook.

El otro pelinegro sacó del armario un kit de primeros auxilios y tomó una pomada para esparcirla por los golpes visibles en el rostro contrario.

──Pues... Digamos que me estoy viendo con alguien ──murmuró Taehyung, concentrado en su tarea.

Jungkook prensó sus labios y no habló hasta segundos después.

──¿Y bien?

──Aún nada, sólo nos estamos conociendo ──respondió Taehyung, casual──. Anoche tuvimos la segunda cita.

──Oh.

Taehyung suspiró y guardó la pomada cuando hubo terminado.

──¿Y tú?, ¿has tenido otro amorío temporal en esta misión? ──Se burló.

Jungkook negó y se cruzó de brazos. Su mirada se tornó más seria, casi triste.

──No, he decidido que no voy a engañarme más a mí mismo.

El otro espía se giró con la taza de café humeante en sus manos, totalmente confundido.

──¿A qué te refieres? ──preguntó con una risita.

Jungkook miró a su alrededor y saludó a las personas que habían allí con una venia.

──Quizá te lo cuente otro día.

Taehyung cargó el arma y la guardó entre su camisa y el pantalón del traje, como siempre. Sabía que era un mal lugar, pero si alguien intentaba quitársela le arrancaría la mano.

──¿A dónde quieres ir primero? ──preguntó Jungkook a su lado.

El pelinegro sonrió ladeadamente y señaló con el mentón la mesa de póker.

──Tengo que ganar algo de dinero, ya sabes, para calentar ──alardeó.

Ahora que los dos estaban solteros, había conseguido volver a trabajar junto a Jungkook, y no desperdiciaría nada.

──Entonces yo también jugaré ──comentó este último──. Y no me importaría apostar algo.

Ambos atravesaron el casino con sus típicos andares altivos y sus mentones en alto, mirando siempre por encima del hombro.

──¿Qué apostamos? ──preguntó Taehyung con una sonrisa divertida.

──Si yo gano, tú confiesas un secreto y viceversa ──murmuró Jungkook.

Taehyung asintió. Tenía mucha suerte con sus cartas, pero también era uno de los mejores jugadores de la agencia. Y estaba dispuesto a confesar muchas cosas esa noche; su misión era peligrosa y no había nada que perder.

Cuando se sentaron en la mesa había un par de personas más para jugar, un hombre de mediana edad y una mujer joven que parecía no tener nada mejor que hacer allí. Entonces repartieron las cartas, un par para cada uno.
Los dos mantuvieron su rostro impasible, al igual que los otros jugadores, pero para cuando la partida terminó y habían apostado más de cinco mil dólares encima de la mesa, Taehyung mostró su mano: una escalera.

Después de recoger su premio, tiró de Jungkook hacia la recepción.

──Una habitación doble, por favor ──pidió este último a la mujer de recepción, adelantándose al mayor.

──¿Una? ──preguntó Taehyung, que le pagaba por adelantado con una de las fichas ganadas en el poker.

Jungkook se encogió de hombros.

──Hemos compartido habitación muchas veces, ya que has ganado invítame y sé amable ──bromeó.

Aunque eso fue exactamente lo que Taehyung hizo. Cuando subieron a la tercera planta y encontraron la puerta trece, lo primero que hicieron fue sacar todo el licor del refrigerador, sin importar la cuota a pagar después.

──Tienes que confesar algo ──recordó Taehyung.

Se deshizo de su chaqueta de traje naranja y la lanzó a un sillón de la estancia, igual que su arma, antes de tirarse a la cama boca arriba.

Jungkook en cambio, se tomó su tiempo para quitarse la corbata, la chaqueta y después sus armas, en silencio. Sólo entonces tomó una botella de vodka y le dio un trago limpio con una mueca. Se limpió la boca con la manga de su camisa y caminó a zancadas hasta la cama, donde se subió sobre él.

──Aquí tienes mi confesión ──murmuró antes de aprisionar sus muñecas por encima de su cabeza.

Taehyung no tuvo tiempo de reaccionar o prepararse para el momento más esperado desde que vio a Jungkook entrar por la puerta de la agencia, sólo se percató de la situación cuando sus labios ya se movían al compás de los de él. Sin embargo, llevado por los nervios del momento, rompió el beso enseguida.

──¿Es una broma? ──farfulló──. Si es así no tiene gracia, Jungkook.

El menor le miró con su ceño fruncido y la mandíbula tensa, pero en silencio.

──En serio no estoy de humor ──añadió Taehuyng, notando su labio inferior temblar y las lágrimas acudir a sus ojos──. Kookie no tiene gracia bromear con sentimientos...

Y de pronto un buen rato en el casino, antes de llevar a cabo una misión peligrosa, se había convertido en la mejor noche de su vida, porque Jungkook volvió a besarlo, esa vez con más calma y honestidad. Incluso suspiró contra su piel.

Taehyung jadeó mientras le devolvía el beso a duras penas y trataba de concentrarse en ese sabor a alcohol y hogar, marcándolo a fuego en su mente por si no volvía a probarlo nunca más.

──No bromeo ──masculló Jungkook contra su boca, sin consentir a dejarla ir──. Estoy enamorado de ti.

Taehyung gimió ante las palabras más bonitas que nadie le había dedicado nunca, aunque se confundió con un sollozo cuando las lágrimas brotaron rápidamente de sus ojos. Jungkook se separó entonces para limpiar sus mejillas y comprobar que todo estuviese bien.

──¿Por qué... lloras?

Taehyung, avergonzado, se maldijo a sí mismo.

──Yo también estoy enamorado de ti ──confesó en un susurro──. Llevo cinco años amándote en secreto.

Jungkook besó cada una de sus lágrimas y también sus labios en tanto se calmaba, aunque la escena había provocado que sus ojos también se empañasen.

──¿Desde... el año de graduación? ──susurró.

Taehyung asintió sin voz y atrajo su cuerpo hacia sí para abrazarlo. Jungkook lloró silenciosamente en el cuello de su compañero por unos minutos.

──Yo... me di cuenta en el altar, no pude casarme con Nara cuando te miré y supe que quería ponerte el anillo a ti en lugar de a ella ──confesó tras un rato.

Taehyung, más calmado, acarició su cabello.

──Pensé que jamás te fijarías en mí ──susurró con un hilo de voz.

Jungkook se incorporó con la nariz roja de llorar y besó sus labios por unos instantes.

──¿Cómo no iba a fijarme en el hombre más tierno, inteligente, valiente y fuerte que he conocido nunca? ──musitó──. Pero me arrepiento de no haberlo dicho antes.

Taehyung negó y atrajo su rostro para juntar sus labios una vez más, pero con la diferencia que ninguno de los dos volvió a distanciarse. Pronto sus trajes y ropa terminaron en el suelo, a los lados de la cama, y ellos dejaron las lágrimas y los besos tímidos para pasar a los mordiscos y lametones.

──¿Estás seguro de que quieres hacerlo? ──preguntó Jungkook.

Taehyung retuvo un gemido al sentir el mordisco en su pezón y asintió.

──Sólo usa mucha saliva ──indicó.

Y aunque dolió un poco cuando el miembro del menor finalmente penetró en él, mereció la pena porque el vaivén de sus cuerpos, el sudor enmarcando sus rostros y los gemidos en el aire era algo de lo que no se arrepentiría nunca.

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