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El lugar de la boda era cerca de un bosque que se encontraba en pleno otoño, sus hojas eran hermosas y al hacer contacto con los rayos del sol, hacían que todo se iluminara con un bello arcoiris. Jin se había encargado de cada detalle, desde las mesas con los platillos favoritos de los chicos, hasta las sillas decoradas con hermosos listones azules, Jin quería ponerlos rosas, pero los chicos se negaron rotundamente, eso pasaría en la boda de él con Namjoon, por ahora era el turno de Jimin y Yoongi.

El camino hacia el altar, estaba lleno de hojas verdes que hacían juego con lo blanco del vestido de Jimin, un hermoso smoking adornado con pequeños diamantes que brillaban a cada paso que daba. Yoongi ya se encontraba esperando en el lugar con sus manos temblorosas y su corazón palpitando a gran potencia, Jimin con cada paso que daba sentía que su corazón se iba a salir, ambos estaban hechos un manojo de nervios, pues hoy por fin serían felices por siempre o al menos eso era lo que todos allí deseaban.

—Te entrego a mi mejor amigo, a mi hermano, cuídalo con tu vida y hazlo muy feliz. —musitó Taehyung entregando la mano de Jimin.

—Te lo prometo Tae. —aseguró Yoongi con una sonrisa cálida.

—Ambos seremos felices, él uno se encargará del otro. —susurró Jimin caminando junto a Yoongi.

La boda al fin había dado comienzo, el padre sonrió al ver lo enamorados que estaban los futuros novios que iba a casar, no todos los días se veía una pareja con tantos deseos de estar juntos, ellos hacían que la palabra amor tuviera significado. El padre empezó a leer su pequeño libro dando comienzo al casorio, los chicos murmuraban sobre lo bien que se veían juntos y lo guapos que estaban. El padre le ordenó a Yoongi y Jimin que dijeran unas cuantas palabras mientras ponían sus anillos para al fin estar juntos por siempre.

—Yo, Min Yoongi, te acepto a ti Park Jimin, como mi futuro esposo. —susurró.

—Para amarte. —continuó Jimin.

—Adorarte. —sonrió mientras ponía el anillo en su dedo.

—En la salud. —sonrió al igual que Yoongi.

—Y en la enfermedad. —besó su mano.

—Hasta que la muerte nos separe. —dijeron al unísono mientras Jimin ponía el anillo correspondiente.

—Yo los declaró esposos de por vida, pueden besarse. —anunció el padre.

Todos aplaudieron y celebraron la unión de Yoongi y Jimin. Estos dos se besaron apasionadamente mientras escuchaban como los demás los felicitaban, ahora serían felices, se olvidaría el amargo pasado y renacerá una nueva familia. Al menos eso era lo que ellos creían. 

Últimos capítulos.