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La brisa fría revoloteaba en un suave danzar los cabellos que caían en cascada de la frente del pálido, el tiempo no pasó más, se había detenido frente a sus ojos. Se sentía excluido de aquel círculo social, no podía sentirse de algún modo perteneciente puesto que ante sus ojos la vivida imagen de aquellas sonrisas enormes parecía tan irreal, era totalmente un sentimiento ajeno, uno que desde hacía años no podía experimentar en carne propia, puesto que sus pensamientos le habían sumergido en la profunda oscuridad de un vacío interminable.

Pudo inclusive perderse en sus pensamientos por más tiempo, sin embargo fue Jimin quien tocó su manga y con un leve tirón le hizo volver a la realidad, una simple palabra le recordó que la gravedad existe y cual hoyo negro fue absorbido de nuevo hacia ese universo extraño.


—¿No es así Yoongi hyung? — Aquellas palabras tan simples aturdieron sus pensamientos se esforzó por comprender en qué demonios estaba metido ahora, si simplemente se equivocaba en una respuesta balbuceada, aquellos se reirían de su torpeza y poca concentración, así en consecuencia, solo un suspiro profundo se escuchó en los oídos de sus receptores —. Lo olvidaste Yoonie? Les estaba contando cómo es que fue que nos conocimos.


— ¿Oh si? conque era eso, si, fue realmente justo como Jimin lo relata, ¿qué tonto distraído podría olvidar su propio teléfono celular en el vagón del tren? — un suspiro le liberó de su tortuosa confusión, estaba a salvo.


—Sí, hablando de esto, ¿qué intenciones tienes con mi Jimin? — Su entorno lleno de tranquilidad se quebró cual espejo al escuchar la voz de Taehyung resonar, una pregunta al azar y totalmente llena de cuestiones le penetró el cerebro, ¿a qué se refería exactamente?— No te dejaré a mi Jimin, es muy frágil y puedes lastimarlo.


—¡Taehyung! ya abriste mucho la boca, ¿puedes sentarte? No me estas ayudando mucho — Yoongi pudo distinguir un nuevo tono en la piel de los mofletes del pequeño Park, un sonrojo sutil le había iluminado el rostro de tal manera que le hacía parecer tan delicado, tan frágil y vulnerable.


Una leve sonrisa iluminó el rostro de Yoongi, aquella había aparecido como un reflejo involuntario, ni si quiera se detuvo a cuestionar el comportamiento de aquellos dos y a lo que realmente quería referirse con aquella palabra suelta... puesto que una nueva intromisión causó una ruptura en los entornos en los que se relacionaba. El mesero llegó empujando suavemente el carrito con la orden pedida, con una sonrisa les saludó de nuevo solo para dejar con cuidado el plato perteneciente a cada uno y no se fue hasta que hizo una reverencia a los cuatro.

Un nuevo bullicio se hizo escuchar, el tema que les había inquietado ahora era el exquisito olor que desenvolvía cada uno de los patillos, además de la propia estética que adornaba aquel platillo, ellos estaban fascinados. Jungkook quien había permanecido observando a Yoongi desde el lado convexo de la mesa, sonrió amplio al ver como aquel chico tímido no se animaba a tomar los cubiertos, solo permanecía avergonzado mirando como cada cual comía gustoso un trozo gigantesco de lo que había ordenado. Yoongi no sabía realmente que hacer, es verdad que hacía mucho no había probado un buen platillo, su dieta solo consistía en galletas rancias y jugos de exceso dulzor, realmente ese tipo de dieta le comenzaba a ser tediosa y asquerosa; los olores comenzaban a causar un sensación en su estómago, pero, no sabía que movimientos debía de hacer para no crear una mala expectativa de él ante los ojos de aquellos.


—Vamos Yoongi, puedes probar, este platillo es enteramente para ti siendo cuidadoso, Jungkook había empujado el gran plato de fideos que previamente le había ordenado, le animó a comer con una sonrisa y aquel sin alejarse de la timidez, tomó el plato entre sus manos, luego los palillos con manos temblorosas hasta que sus delgados palillos tomaron una amplia cantidad de tirillas, después llevó a su boca una cucharada de aquel liquido caliente y salado, al ingresarlo a su boca sintió una cálida sensación recorrer todo su ser, incluso, sus ojos se cerraron como acto reflejo para saborear de una mejor forma aquella exquisitez tan sencilla, pero no solo el sabor era el causante de aquel motivo, si no que fue el sentimiento abrazante de aquellos que le miraban con una sonrisa sincera al verle comer de ese modo, Yoongi solo pudo devolver de la misma manera aquella sonrisa sin dejar de agachar un poco su rostro.


Esta vez una nueva charla requirió de su atención, sin embargo fue distinto, Yoongi sentía como su pequeño ser defectuoso lograba hacer empatía con aquellos, su sonrisa no solo era por esa pequeña sensación, su sonrisa era porque desde hacía años, no había comido algo caliente, solo pudo sentirse en los brazos de mamá.

Cruelmente aquella cena exquisita había dado fin cuando Jungkook llamó al mesero y pagó la cuenta de aquel grupo de chicos, aquellos sin dudarlo hicieron una objeción por la acción tan repentina de Jeon. Entre risas salieron de aquel lugar. Sin ánimos de que Taehyung se alejara de Jeon, este sujetó en sus manos el saxofón del castaño en un extraño jugueteo por retener con el aquella compañía por lo menos hasta la casa del nombrado.

Y esa es la razón por la cual ahora Jimin y Yoongi permanecían caminando lentamente sin nada que decir, Yoongi por su lado sentía fervientemente como aquella emoción recorría sus venas, no quería que aquella sensación se terminara así que sin darse cuenta, inclusive el mismo guió sus pequeños dedos hacia la mano pequeña de Jimin para tomarla para evitar que aquel se alejara de su propio caminar.


—Hyung, es muy noche, no quiero ir solo a casa y tampoco quiero que usted se vaya solo a casa, ¿podemos ir a mi hogar? Te dejaré dormir en mi cama, yo dormiré en el sofá, ¿qué dice? — Yoongi le miró de inmediato y frenéticamente negó una y otra vez, ir a la casa de Jimin implicaría cientos de cuestiones que no sería capaz de resolver.


—No, mejor a la mía... — Un balbuceo tan mecánico resonó cuando ambos se observaron a los ojos, aquellos segundos tan fugaces fueron la clave de una nueva sensación en el cuerpo de Yoongi, un escalofrió recorrió su cabeza hasta la punta de sus pies.


Su caminar continuo a ese mismo pasó, sin embargo Jimin ahora tomaba con más fuerza aquel agarre, aquella mano fría se convertía tenuemente a cada segundo en una mano llena de calor, llena de fortaleza... Estaba vivo, había despertado de ese sueño tan eterno que la había hecho sufrir... 


🍃Polvo Estelar🍃  

Oh, ha pasado tanto tiempo, la universidad no me deja tiempo. 

Quien quiera que este aquí leyendo, gracias por permanecer aquí...

(El siguiente capitulo será dedicado al ultimo comentario de este capitulo)

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