Introducción

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

— Pasa Ana, la doctora Lawrence te espera.

La recepcionista me sonríe y señala la puerta de Sally. Paso por la puerta para sentarme en el sofá ante la mirada atenta de mi psicóloga.

— Bienvenida Ana – me saluda.

— Hola Sally.

— Antes de iniciar, quiero saber cómo te fue con la tarea de la sesión anterior.

— ¿Lo del pensamiento feliz? – ella asiente.

— ¿Tienes alguno en mente?

— Si, varios de hecho, pero hay uno en especial que recordé. Es de hace 5 años – me hace una seña para que continúe – Isaac tenía un viaje de negocios a Detroit y yo nunca había estado ahí, así que le rogué que me llevará con él. Iba a reunirse con un distribuidor local de muebles que quería asociarse con nuestra empresa. Durante semanas escuché a Isaac decir que sería una gran oportunidad para expandir los puntos de venta, así que volamos hasta allá y programó la reunión en el hotel. Acabábamos de llegar y yo estaba muy aburrida, no era necesario que yo estuviera en la reunión, así que le pedí a mi hermano que me dejara salir a conocer un poco.

— Debió ser divertido.

— Lo fue, él se quedó a la reunión y yo salí del hotel para buscar algún restaurante. Iba muy distraída buscando el mapa de la ciudad para ubicar un restaurante cuando me atravesé en el camino de alguien – sonrío – un chico. Mi teléfono salió volando y yo le grité furiosa, mi móvil estaba en el piso con la pantalla estrellada y acababa de comprarlo.

Ella me mira confundida mientras me río ante el recuerdo que aún se conserva intacto en mi memoria.

— El chico estaba muy apenado, se disculpó varias veces y se ofreció a reponer mi móvil – sonrío – Yo lo único que quería era ir a comer algo, así que le pedí que me invitara a comer y daba el asunto por terminado.

— Eso es interesante – dice divertida – muchas chicas habrían entrado en crisis por un teléfono quebrado.

— Si, lo sé. Pero estaba segura que podría reponer el teléfono si se lo pedía a Isaac o a mi papá, así que me alegré cuando el chico accedió a ir a comer conmigo. Fuimos a un lugar bonito cerca del hotel y platicamos durante un buen rato. Dijo que estaba estudiando en la universidad y que se había salido de clases.

— ¿Entonces resultó ser una excelente compañía?

— ¡Por supuesto! No solamente era guapo, también era muy listo, bastante tímido y amable. Todo en él me pareció adorable y bueno, me hubiera gustado volver a verlo.

— ¿Por qué? ¿Qué fue lo que pasó?

— Después de nuestra comida, regresé al hotel con mi hermano que estaba muy emocionado porque logró cerrar el trato. Y con tiempo de sobra, así que decidió que debíamos regresar a Seattle ese mismo día.

— ¿Y qué pasó con el chico?

— Nada, supuse que podría volver a verlo pero cuando Isaac dijo que debíamos regresar me di cuenta que no sabía nada de él, ni siquiera sabía cómo contactarlo. Solo su nombre... Christian.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro