Antes de dormir preparé una mochila con algo de ropa para mi salida con los Kavanagh. No es la primera vez que voy a alguna de sus actividades en familia, pero estar frente a los padres de Ethan siempre me pone nerviosa.

* Estoy aquí *

Veo el mensaje de mi novio y me apresuro a bajar las escaleras. Antes de que pueda poner un pie fuera de la casa, escucho la voz de Isaac.

— Ana, ven aquí.

Retrocedo hasta la sala, donde mi hermano y José están de pie con los brazos cruzados.

— ¿Que quieres? Ya me voy, Ethan está aquí.

— No está de más que te advierta que tengas mucho cuidado – habla Isaac.

— Y qué te portes bien, sobre todo eso – dice José.

— Quiero que regreses... intacta – miro a mi hermano confundida.

— Virgen, es la palabra – Isaac mira sorprendido hacia José – sé directo, no quiero confusiones.

— Bien – mi hermano vuelve a verme – Nada de toquetearse con el chico Kavanagh.

— O de "perderse" – José hace la seña de comillas con sus manos.

— ¡Hey! ¡Basta! ¿Ahora son mejores amigos?

Ambos se miran y luego sonríen. ¡Dios! ¡Debí ser hija única!

— En esta ocasión si, tenemos un enemigo en común – afirma José.

— ¡Ethan no es un enemigo, par de idiotas!

— Lo será si regresas... Diferente – balbucea mi hermano.

— Dios – ruedo los ojos – ya me voy...

Salgo de la sala y camino hasta la puerta. Le hago una seña a Ethan para que encienda el auto mientras meto mi cabeza de vuelta por la puerta entreabierta.

— No se preocupen por nosotros, seré responsable – les grito – ¡llevo muchos condones!

Cierro la puerta de golpe y corro hasta el auto. ¡Vamonos! Le grito a Ethan quién pone el auto en marcha apenas me lanzo adentro y apago mi teléfono. ¡Lidien con eso, tontos!

— ¿Cómo conseguiste el permiso?

— Como siempre, con chantaje.

Pensé que en el paseo seríamos solo nosotros: El señor y la señora Kavanagh, Kate, Ethan y yo. Pero cuando llegamos a la cabaña, otra camioneta Suv verde estaba estacionada afuera.

— ¡Elliot, viniste! – la hermana de Ethan salta de la camioneta.

— Por supuesto nena, espero que no haya problema...

Bajo de la camioneta y voy a la parte de atrás a recoger mi mochila, pero Ethan la toma junto con la suya y me sujeta con su mano libre.

Le doy un pequeño beso por su amabilidad mientras caminamos para entrar a la cabaña. Mi corazón da un brinco cuando veo a Christian bajando de la otra camioneta.

— ¡¿Qué?! – balbuceo.

— ¿Qué pasa? – dice Ethan sin soltarme.

— No sabía que vendrían más personas.

— Es el novio de Kate – señala a un chico rubio – Mía es su hermana y creo que es su otro hermano.

Ignoro la mirada de Christian mientras busco en mi memoria. Mía Grey va a la escuela con nosotros, Ethan dijo que su hermana salía con un tipo Grey... ¡Y Christian Grey es su hermano! ¡Cómo no lo pensé antes!

Apoyo la mano en mi frente pero rápidamente la alejo. ¿Qué rayos hace Christian aquí? ¿Es una coincidencia?

Llevamos las mochilas y todo lo demás hasta la cocina. Veo a Kate en la sala haciendo las presentaciones a sus padres, aunque por supuesto ellos ya conocían a Mía.

— Bueno chicos, ¿que quieren hacer? ¿Vamos a nadar al lago o hacer excursión?

— ¡Papá! – chilla Kate – Tú y mamá podrían quedarse aquí.

Los señores Kavanagh suben las escaleras, Kate y su novio están en la sala abrazados y Mía junto a ellos.

— ¿Ethan? – lo llama su hermana – ¿puedes venir un momento?

Los cuatro se reúnen en la sala, supongo que haciendo planes sobre lo que haremos, dejándonos a Christian y a mí ignorados en la cocina.

— Hola extraña – se recarga en la encimera junto a mí.

— ¿Qué haces aquí?

— ¿No puedo venir? Mis hermanos me invitaron.

— Pero... Pero...

— Anoche, cuando Elliot me invitó a un paseo con su novia, los padres de ella, su hermano Ethan y su novia Ana, me pregunté... – me mira divertido – ¿Será la misma Ana que conozco? ¿Cuáles serían las probabilidades?

— Y decidiste venir a comprobar.

— Qué pequeño es Seattle, ¿no?

— Muy pequeño al parecer...

— Así que Ethan Kavanagh – lo mira fijamente.

— Eres hermano de Mía, vaya suerte que tengo – me quejo.

— ¿Por qué? ¿Ella te ha tratado mal?

— Algo... Es más la influencia de Kate que otra cosa.

— ¿Katherine es mala contigo? Y por lo que veo, tampoco te quiere de cuñada.

Christian hace una seña con su cabeza hacia ellos. Desde aquí parece que fueran dos parejas conversando. Kate y Elliot, Ethan y Mía.

— Oh, por supuesto que ella invitó a Mía por eso – bufo.

— Tu novio no parece de fiar, tal vez no es lo mejor para ti.

— Ja, claro – volteo a verlo – ¿ahora eres consejero sentimental?

— Podría intentarlo, tal vez tengo algún talento oculto.

— Conociendo a tu novia, lo dudo mucho.

Lo veo fruncir el ceño. ¡Si, Christian! aún lo recuerdo... Tú y Elena Lincoln. Vuelvo mi vista a Ethan sintiéndome furiosa. ¿Por Elena o por Mía?

— Deberíamos ir al lago, aprovechar que el sol ha calentado el agua.

— Bien, vamos. ¡Todos a cambiarse!

Kate toma la mano de Mía y suben juntas las escaleras. Elliot toma su mochila y le hace una seña a su hermano para que lo siga por las escaleras.

— ¿Te ayudo? – pregunta Ethan.

— Estoy bien, mejor dame tu mano.

Christian se detiene en la escalera y se gira para mirarnos detrás de él. Ethan toma mi mano y sonríe mientras subimos.

— Con permiso – le gruño a Christian.

Él se aparta para dejarnos pasar pero lo veo arquear la ceja. ¿Me está retando? ¿Cree que es una broma?

— Oye Elliot, ¿Mía tiene novio?

Lo escucho decir y más le vale que no sea lo que pienso. ¡Eso no! Él no puede interferir en mi relación con Ethan, ¿verdad?

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Hola!

Nuevo cap! 😊

Este Christian es algo confuso, no? Lo van a odiar poquititito 😅😅😅

Pero confíen en mí, todo tiene una razón de ser. Saluditos!!!