Argentina, ya habían llegado a Argentina.

El viaje pareció terriblemente corto a pesar de que hayan sido mas de 5 horas en avión y 2 en el aeropuerto.

Llendo a la entrada, Evelyn miraba a sus amigos por última vez en bastante tiempo, los iba a extrañar.

Se habia acostumbrado a ellos, a su humor muy funable, a su jodas cuando Evelyn trataba de novio a Esteban, a las charlas profundas que hacían a las 3 AM, a juntarse en una habitación y fingir estar en una fiesta, a escuchar a Bayona quejarse porque no entendía alguna palabra, a los insultos creativos de algunos, a la mesa de ping pong, a los chistes homosexuales que hacían con Enzo, a cagarse de frio y estar como garrapatas abrasados unos a otros, a Juani creyéndose influenser y grabarlos.

Se había acostumbrado a esa corta vida que había tenido durante un año, sin darse cuenta de que en cualquier momento terminaría, porque todo lo bueno termina ¿No?

Al llegar a la entrada, vio a la familia de todos, a la de Mati que ya la conocía por llamadas, a la de Juani porque lo escuchaba hablar maravillas sobre sus padres.
Pero el mas importante, vio a su papá, a su hermano y a Miranda.
Se separo de Esteban corriendo y los abrazo a todos de una, tomando por sorpresa a su hermano ya que lo apretaron entre tres, mas la panza que su papá.

—¡Esteban! —lo saludo feliz Benjamín cuando por fin pudo respirar y ver a Kuku acercarse a ellos con una sonrisa en la cara y unos bolsos en las manos

—uh che, haber dejame ayudarte.—el mas grande se acerco y le arrebató la gran mayoría de las cosas —.la concha puta, ¿Llevan un cuerpo o que cosa, loco?

—es todo de Evelyn eh.—la señaló el novio, y ella se hizo la ofendida aunque si era cierto—.por cierto, veni porfa

Remus Argento le agarro la mano y la llevo a otro lado, donde habia una pareja de adultos charlando junto a unas personas más jóvenes

—ma, pa.—Evelyn se quedo en shock al escuchar esas palabras, hijo de puta, le iba a presentar a los papás y no le habia dicho—.ella es Evelyn, mi novia

—ah, vos sos la famosa Evelyn. Un gusto.—la saludo la señora con una beso y un cortó abrazo, y Eve solto una risa al ver como su pareja tenia las orejas totalmente rojas.

—un gusto, soy el papá de Esteban, esos son sus hermanos.—el hombre se acerco a ella y la saludó normal antes de señalar a otros 2 chicos que hablaban con Esteban.

No fue tan incómodo como pensaba, la mamá de Esteban era energética, habladora y afectuosa. El papá en cambio era como Esteban: serio, alegre, y habla cuando tiene que hablar, con un tono firme y grave que muchas veces habia puesto a Evelyn con piel de pollo por sorpresa, al igual que su hijo.
Pero con su hijo, no era específicamente de sorpresa

—bueno, nos tenemos que ir.—luego de unos minutos, Esteban se acerco y paso su mano por la cintura de su novia—.me gusto verlos, después hablamos.

Su mamá le dio mínimo 40 besos, su papá en cambio lo saludo y le dijo “chau mijo” con unas notables ganas de irse a dormir.

Pasaron los minutos y estaban guardando todo en el auto de Miranda, porque la familia Suárez habia venido con ella.

La última caja de ropa se guardó, se cerro el capó y se subieron al auto, Benjamín tuvo que ir obligadamente arriba de su hermana porque no habia espació suficiente

—¿Y como estuvieron las vacaciones? —pregunto con gracia Miranda.

—bien, divertidas se podria decir.—Evelyn le siguió el juego sin prestarle mucha atención. Le prestaba atención a Esteban.

A principios de año lo odiaba básicamente. Una de las cuántas características de Evelyn era su orgullo, y al tener que tomar un colectivo y empaparse toda gracias a el, estaba enojada. Digo, ¿Quien no lo estaría?
Pero poco a poco lo fue queriendo... Demasiado, a tal punto que en menos de 4 meses ya se podia considerar enamoramiento.

Su pelo despeinado, sus ojos fuertes y al mismo tiempo cansados, su bendita altura, su carácter: mayormente tranquilo y enojón, pero confianzudo y gracioso. Era como ella en versión masculina y con menos traumas, y ella amaba eso, amaba todo de el, un simple movimiento suyo podía ponerle la piel de gallina, un favor por parte del chico era como una demanda para ella. El era su todo.

Habia querido a muchos chicos, mucho tiempo, todos terminaron de mal en peor, cansados de su actitud narcisista camuflada con otras cosas, de su muy mal hábito de no dormir, y de su pasado, ese pasado que mucha gente habia criticado, el que le habia dejado marcas tantos mentales como físicas, y la fisicas era la que ella mas odiaba. Porque si, ella se odiaba.

Pero llego Esteban, con su complejo de salvador y la salvo, la salvo de tener que aguantar a los chicos. ¿Dormir tarde? Claro, ¿Unas papas? Ahora te las traigo ¿Un cigarrillo? Jaja, no. Esteban habia aprendido todos sus defectos y virtudes de ella y las amaba como nadie.
Jamas pensó amar tan fuerte, la única pareja que tuvo le terminó con la frase “te vas a quedar solo por el resto de tu puta vida” y es mas que obvio que le afectó, por lo que al enamorarse de Evelyn, trato de negarlo, trataba de sacar esos pensamientos cuando la veía con la cara de orto mas linda de la historia, y con su mal carácter Dios sabrá porque.

Pero aca estaban. Siendo pareja, en una casa, en su futura casa, tomando mate y escuchando Soda Stereo mientras bajaban todas las cosas y recuerdos tanto del año en España, como las cosas de Esteban, cosas que tenían historia, una mas rara que la otra. Sus vidas habian pasado de vivir en un departamento solo (o con un gato), a vivir con la persona que los completaba, tal cual un rompecabezas.

—¡Amor!—el tan nombrado Esteban la saco de sus pensamientos, —¿Donde pongo esto?

Mostró la caja llena de regalos de distintos lugares que le iba a regalar a su familia una vez que vayan a visitar a todos

—dejalo por ahí, total después las cosas se van.—ella siguió guardando ropa y limpiando los vidrios, que pasando las semanas y meses estaban bastante sucios.

La luz del sol empezaba a desaparecer lentamente y aparecían las estrellas, junto a las estrellas aparecía el sueño, y junto al sueño, una Evelyn con buen humor por tener que cocinar.

—¿Pastel te papa?—le pregunto ella sabiendo que la respuesta de su pareja sería si.

Tardo poco en cocinar y, a mas o menos, las 21:30 ya estaban comiendo

—¿Vemos tele?—pregunto Esteban agarrando el plató y llevándolo a la mes chiquita junto a un sillón, y una tele.

—¿Harry Potter?—el soltó una risa pero terminó aceptando.

Evelyn se sento al lado de Esteban con el plato en la mano y apoyo su cabeza en el hombro de el, mas tranquila porque al menos, ya tenían una parte de la casa echa, y a las otras cosas las habia dejado en la pieza que tenia de mas.

Obvio que faltaban cosas, faltaban cosas por guardar y por arreglar, pero al fin y al cabo seria fácil porque ellos dos podían hacer todo, podrían esconder un cuerpo con tal de que el otro este bien, podrían cruzar todos los mares con tal de verse, simplemente para chismear de cosas.

Y así estaban, tranquilos en su casa, en la casa que querían vivir ambos, la que según ellos, tendría en un futuro (no tal lejano) a niños o niñas corriendo de aca para alla, molestando al pobre gato negro y a la pequeña gata marron que seguramente odiaría a las pequeñas copias de sus dueños.
No tenian un futuro planeado, no tenian una guía o una idea de lo que harían, pero sabian que al menos, ellos dos estarían juntos.

– End –

Por decisión del destinó
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Esteban Kukuriczka

Alto ahí vaquero, no se vayan porque en unos dias van a haber extras, asi saben que pasó de la vida de estos dos pendejos (mentira, son mis papis)