Chupón y en cuatro

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Miraba la pared de concreto, opaco por la poca luz se existía en ese lugar, sin mover un solo musculo. Posee sus manos sobre sus labios, entrelazados entre sí, mientras sus codos descansan sobre sus piernas dándole una pose cómoda para pensar y ordenar sus pensamientos.

Había logrado salir de la base del doctor eggman, aunque le fue muy complicado escapar de los robots llevando a un erizo desmayado por el cansancio en sus brazos, pudo regresar al vehículo que utilizaron para llegar encontrándose con una gran cantidad de guardias del GUN.

Al ver lo que traía en sus brazos lo arrestaron sin darle opción a hablar, lo sometieron mientras le quitaban el cuerpo del erizo, gruñe al tan solo pensar que no dejaron que hablara, aunque tampoco es sorpresa considerando sus antecedentes.

Desde entonces se encuentra aislado en esta celda de contención. No sabe el tiempo que ha transcurrido mientras a estado encerrado, quizás dos días o una semana, pero no se concentra en ello, aprovechando su soledad ha analizado las palabras de shadow, parte por parte; recordando todos sus gestos, tonos y miradas, colocándolo contra toda la información que conocía de shadow desde su primer enfrentamiento hasta la fecha tratando de analizar si mentía, pero solo lo lleva a una conclusión:

«es sincero» cierra los ojos un momento «él, nunca le hizo nada a mi familia. No puedo creer que lo odiara por tantos años por una mentira» resopla bajando su mirada al suelo, escondiendo su rostro entre las palmas de sus manos «soy un imbécil, debí imaginar que eggman tenía algo que ver, él sí tenía un motivo, controlarme, tenerme a sus malditos pies»

El sonido de la puerta interrumpe su auto regaño y hace que levante su cabeza para observar la misma justo en el momento que esta se abre. Por ella avanza una figura conocida por él haciendo que alce una ceja al verlo allí junto a una pequeña calma al no encontrar heridas en su cuerpo.

—que haces aquí shadow?— se acomoda para verlo de frente

—vine por tu trasero, vamos— sacude su cabeza hacia la puerta mientras sus brazos se mantienen cruzados sobre su pecho —ya aclaré todo—

—aclarar?— vuelve a alzar su ceja confundido por las palabras del erizo

—no fue tu culpa, ahora vamos, no tengo tu tiempo— se gira para salir por la puerta

El chacal suelta una risa leve, por alguna razón su comportamiento ahora le daba cierta gracia, ¿quizás del hecho que ya no lo odia?

Se levanta de su asiento y no duda en seguirlo, alcanzándolo poco después, para continuar el camino fuera de la cárcel donde lo tuvieron prisionero.

Mientras avanzan, el chacal lo observa «realmente posee un proceso de recuperación muy acelerado, o puede que su color no permita observarlas, como lo hace mi pelaje»

—deja de verme— indica el erizo sin girar a verlo, sorprendiendo al chacal, creía ser disimulado

—lo siento— dice suavemente dejando quieto al erizo para, ahora sí, voltear a verlo

—te has disculpado?— las palabras se pierden en el pequeño viento producido por el aire acondicionado

—sí— asiente luego de mirarlo a los ojos por una era, aunque realmente solo fueron unos segundos

—debes ir al medico— shadow vuelve a su caminata

—por que?— infinite lo sigue, confundido por sus palabras

—te pegaste muy fuerte a la cabeza, este no eres tú— recalca, recordando las veces que han comenzado una disputa por tonterías porque ninguno se disculpaba por su error.

Infinite ya no responde nada, solo suelta una pequeña sonrisa «miren quien habla» suena en su mente, ya que tampoco shadow se comportaba como generalmente es, ¿Por qué decirle que vaya al médico en vez de usar su típico monosílabo y un insulto?

Ambos continúan en silencio, siendo visto por algunos de los trabajadores quienes también los miran extrañados, solo por el hecho de que van tranquilos, juntos y sin pelear.

«debería pedirle perdón?» salta la pregunta de la nada en la mente del chacal «aunque, ¿cómo puedo reparar años de ataques? No creo que reciba solo una disculpa, traté de matarlo, más de una vez y acabé con cientos de vidas, aun no comprendo cómo es que sigo existiendo» suspira con algo de fuerza cambiando su vista a otro punto, pero su acción termina llamando la atención del erizo quien lo mira por el rabillo de su ojo.

Quería agradecerle, eso tenía en la mente, pero su personalidad le impide decir tan tontas palabras, en su opinión. Regresa su vista al frente, tenía que dejar al "criminal" en su habitación ya que era su responsabilidad, según el comandante.

«aun así debería intentarlo» se anima el chacal mientras sigue al erizo de ojos rubís, recordando las veces en que se trataron mal, donde trato de matarlo, donde planeaba formas de acabarlo y maltrataba su persona. Tenía que hacer algo, aunque para shadow no signifique nada, para infinite era la pérdida total de su orgullo como guerrero.

Al llegar a la intersección para cambiar de camino a los distintos dormitorios el chacal observa lo alrededores en búsqueda de testigos, al no encontrar alguno que moleste o interrumpa lo que piensa hacer, toma al erizo de su brazo, sorprendiendo al mismo, y jalándolo a otro lugar que se encuentra un poco más oculto.

—que demonios te su...?— trata de reclamar por el movimiento tan abrupto

—lo lamento— interrumpe la queja del erizo buscando que sus nervios, su temor, su orgullo y su vergüenza no se entrometan en su declaración —yo, lo lamento— repite de nuevo buscando las palabras necesarias para expresar lo estúpido que se siente —por... por todo el daño, ataques, peleas y, abusar de ti— respira profundo sin mostrarle la mirada, no se sentía con fuerzas para mirarlo a los ojos, comenzaba a sentir miedo aunque no comprendía a que exactamente, pero no iba a rendirse, debía decirlo, se lo debía, era un mercenario pero tenía sus principios, o por lo menos, aquellos que había dejado atrás luego de volverse infinite —puedo? Puedo hacer algo para remediarlo?— siente su mano temblar y lo aprieta para controlarlo, es tan extraño sentirse así para él, pero quería enmendarlo, aunque sabía que no podría del todo.

Los labios del erizo se abren dejando salir un suspiro muy leve sorprendido ante las palabras del chacal, sabe que son difíciles de pronunciar en el caso de él por la personalidad tan egocéntrica y algo narcisista que posee. También le sucede lo mismo, no era bueno con las disculpas y generalmente no las daba, no sentía la necesidad, o quizás nunca tuvo el valor de hacerlo.

Tras un largo silencio, donde sus pensamientos se ordenan y la impresión disminuye, respira profundo sacando todo el aire por su nariz.

—está bien— responde —ya no importa— desvía su mirada, cruzando los brazos como le es habitual.

La mirada del chacal se eleva admirando al erizo frente a él «no importa? Realmente no le importa? ¿Casi lo mato y no le importa?»

El sonido del aire acondicionado se escucha sobre sus cabezas acompañando el silencio que se ha formado de nuevo.

—ni... lo que pasó esa noche?— susurra infinte de repente, recordando al mismo tiempo sus propias palabras dichas hacia el erizo cuando este quería confrontarlo por la misma razón.

«idiota, claro que no le importa, no eres nada para él después de todo y tú se lo dijiste también» se regaña así mismo mirando a otra dirección, abre la boca para hablar y retractarse ante sus palabras, pero la voz de su compañero no lo deja continuar.

—yo— susurra ahora el erizo, aunque sonó más como un jadeo. —no— responde poco después

Esa noche regresa a su mente, pequeñas imágenes del chacal sobre él, pero lo que más reconoce son las sensaciones, esas caricias que parecen marcadas en fuego por su cuerpo, sus besos y esa intensa sensación que lo hicieron entrar a un paraíso muy lejano a su comprensión para luego liberar toda la tensión de su ser dejándolo descansar como un bebé después de llorar. Profundamente.

Shadow carraspea su garganta en búsqueda de recobrar la compostura, controlando su nuevo ritmo de latido lo mejor posible, y trata de no mantener la mirada en los ojos del chacal.

—fue una experiencia extraña, pero...— su labio inferior tiembla ligeramente sintiendo un ligero nudo en su garganta —me, agradó—

El chacal parpadea, muchas veces, sorprendido ante la revelación. Regresa su atención al erizo, mirando sus mejillas ligeramente teñidas y sus ojos ligeramente cerrados, pero lo que más le llama la atención es la agitada colita que mueve su punta a un ritmo muy acelerado. Ver con atención al erizo de esa forma solo logra que su corazón se agite y su boca comience a producir una mayor cantidad de saliva de la habitual.

La atmosfera comienza a cambiar, una diferente a la acostumbrada entre ellos, un calor que recorre sus cuerpos y parece subir poco a poco, ¿quizás alguien cambió la temperatura del termostato?

Tras analizar sus palabras, y el comportamiento de shadow, infinite da su primer paso al ser él más experimentado en este ámbito. Avanza hacia su compañero y este al darse cuenta retrocede un poco, extrañado del cambio de actitud.

—entonces...te gustó?— pregunta el chacal haciendo que shadow termine contra la pared cercana a ellos.

—.... Sí— jadea con mayor claridad, aunque no fue su intención.

Algo estaba mal, algo estaba pasando, shadow lo siente en su pecho y en sus piernas, debe alejarse, debe irse. Mira hacia otros lados, buscando escapar al extraño ambiente que se estaba formando. Sin embargo, las manos del chacal se levantan, como presintiendo sus intenciones, y lo acorrala dejándolo sin escapatoria.

Su mirada regresa al canino, quien tiene un brillo extraño en sus ojos, el brillo que miró esa noche. Un escalofrío recorre todo su cuerpo obligándolo a respirar profundo y jadear de la misma forma.

«yo...» sus ojos se entrecierran mirando a shadow «si a él no le molestó» mira sus labios un momento «significa que yo le gusto también?» vuelve a sus ojos y se acerca un poco más.

Quería probarlo de nuevo, ahora que no lo odiaba, podía dejar paso a ese gusto que ha encontrado hacia el erizo, ¿no?, ese que despertó tras ese intenso beso bajo la oscuridad.

—shadow~— susurra el chacal, dejando que su mente se pierda poco a poco en las sensaciones.

El dueño de ese nombre, lanzando al aire en un sensual susurro, aprieta los puños soportando el escalofrió que su voz le trasmitió.

«no es correcto» aparece una pequeña voz en su interior deteniendo un poco la cercanía «pero quiero besarlo» reclama a su conciencia «lo has lastimado mucho» le recuerda «crees en sus palabras?» mira al erizo un segundo, mirando a este con la respiración algo agitada, mirándolo también «si él no lo desea como yo lo deseo, me separará, si no me separa, aré que toque el cielo» dictamina para volver a avanzar despacio, como un leopardo tras la gacela, tanteando el terreno, recibiendo el suspiro del erizo ante el leve tacto que logra conseguir.

Y eso fue suficiente para continuar, terminando de unir los labios suavemente, solo un toque, pero lo suficientemente poderoso para derretirlos a ambos. Tras unos segundos de contacto se aleja, respirando algo fuerte ante su clara excitación. Shadow no se queda atrás, temblando ligeramente mientras respira con la misma intensidad.

El receso no dura mucho, los labios de ambos se vuelven a encontrar, ahora apegando sus cuerpos mucho más, captando el calor del otro en su ser. Las manos de infinite se van a su espalda y caderas mientras que las de shadow sostienen su antebrazo.

La nueva danza es más intensa, ahora uniendo sus lenguas con cierta urgencia, moviendo los labios de forma veloz, queriendo devorar los labios contrarios, como si comieran un dulce pastel. Pequeñas gotas de sudor comienzan a aparecer demostrando que el calor solo sigue subiendo de nivel y entre las piernas de ambos se podía resaltar un pequeño bulto.

Se separan nuevamente, con la misma respiración agitada. Infinite toma de nuevo la iniciativa y toma la mano del erizo desacoplando su cuerpo para halarlo a otra dirección. Shadow un poco desorientado solo sigue la instrucción sin pelear, dándose cuenta que deseaba llegar a su habitación.

Tras llegar entran cerrando con seguro empezando otro beso más con mayor intensidad y necesidad. Siempre guiado por el chacal, quien recorre con sus manos todo el cuerpo de shadow de arriba hacia abajo, retroceden hasta la cama, lentamente, mientras se deshacen de las únicas prendas que poseen: sus chaquetas, sus guantes y zapatos.

Se separan unos segundos para poder acomodarse sobre las telas del azabache y volver a la guerra de sus lenguas terminando de recostarse entre los cobertores.

La guerra termina, por deseo de infinite, teniendo una pequeña retirada, mirando al erizo desde lo alto, respirando con fuerza. Le pone atención a su rostro, a su expresión, a su cuerpo, a todo el culpable de sus deseos. Le cuesta creer que ese erizo sea tan sensual, ¿Cómo no se había dado cuenta antes? No importa ahora, en este momento solo quiere devorarlo entero, y es lo que hace: baja sus labios ahora al cuello de shadow, lamiendo esa área para luego chupar con cierta fuerza logrando arrancarle gemidos leves, mientras su mano se ubica en su pecho, acariciando el mechón de pelo suave que posee. No dura tanto allí, pronto sigue su camino, acariciando todo el abdomen, llegando a su entrepierna.

—esp-espera— shadow se remueve, inquieto ante las sensaciones, era mucho para su cuerpo, no estaba acostumbrado a ese tipo de trato, que era muy distinta a la última vez. Ahora era más intensa y lenta, una tortura para él, una dulce tortura.

El chacal no obedece, solo se concentra en esos dos puntos, su cuello y su entrepierna, arrancándole gemidos más y más fuertes. Y no pasa mucho para lograr su primer objetivo: sacar el miembro de shadow de su escondite. Al tenerlo liberado lo toma entre sus dedos con suavidad y moviendo su mano de arriba hacia abajo a un ritmo leve mientras sigue chupando su cuello cual vampiro succionando sangre.

—in...infinite~— gime su nombre sintiendo su cuerpo temblar más fuerte. Sus ojos se llenan de lágrimas y deja escapar algunas que caen junto a las gotas de sudor que acompañan el fuerte calor que su cuerpo siente.

El chacal se aparta un poco al escucharlo, observando lo que ha conseguido, un shadow sumergido en el placer, maravillándose con la vista. Sigue masturbándolo un poco más rápido, mirando como los gemidos y el deleite lo afectan, como su respiración se corta en cada gemido que sus labios expulsan, como se ve remueve y desordena sus púas.

De pronto se detiene, ya no podía más, si no hacía algo iba a explotar, necesita estar dentro, necesita unirse a él. Cambia su posición y toma las piernas de un, ahora, confundido shadow y lo voltea dejándolo boca abajo para consiguiente levantar sus caderas obligando que este se quede en cuatro. Admira un momento el formado trasero del erizo y acaricia los glúteos estrujándolos un poco antes de separarlos y observar su siguiente blanco, la rosada y palpitante entrada de shadow.

Sin esperar mucho pasa su lengua por el área buscando dejar la mayor cantidad de saliva posible, arrancando jadeos sorpresa y gemidos cortos del erizo.

—infinite!— dice ante la sorpresa de algo húmedo y suave entrando en ese lugar, moviéndose por todo el área en búsqueda de prepararlo.

Respira rápido y aprieta un poco los puños al igual que sus dientes «no sé qué hace... pero se siente muy bien» abre su dentadura para poder conseguir el oxígeno que le exigen sus pulmones «quiero más» esconde su rostro entre su almohada mientras sus caderas se mueven un poco, deseando más y no faltó mucho para cumplir su deseo; la lengua que invadía su interior desaparece para darle paso a algo más grande, duro y cálido: el miembro de infinite.

Este entra con cuidado, dando ligeras embestidas para que se vaya acostumbrando, no quería forzarlo, quería que lo disfrutara, que sea mejor que la anterior vez y seguir mirando esa expresión tan hermosa a sus ojos. Poco a poco lo consigue, acomodándose en su interior por completo, dando una última embestida para estar por completo en su interior soltando un gemido ronco ante el placer.

—shadow— gime roncamente, volviendo sensual su voz al oído de shadow, mientras se acomoda sobre él dejando su rostro sobre su hombro besando este levemente —me gustas shadow— confiesa siguiendo sus besos a su cuello y posteriormente a su nuca y espalda.

El corazón de shadow da un brinco ante esas palabras, «¿gustarle?» se pregunta, pero no tuvo tiempo de procesarlas adecuadamente culpa de las embestidas que comienza a darle infinite. Eran lentos, pero fuertes, haciéndolo moverse hacia adelante ante cada golpe, obligándolo a gemir con fuerza ante la fuerte corriente que lo recorre

—shadow~— escucha su nombre de nuevo, temblando ante cada silaba, se notaba su deseo por él erizo.

—infinite~— responde tratando de imitarlo, siéndole imposible ante los golpes en su interior

Los movimientos aceleran cada vez que el reloj de su mesita hace tic, las sabanas cambian de tono gracias a las gotas de sudor y saliva que caen en ellas, los gemidos de ambos invaden cada rincón de la habitación como la melodía de dos amantes, y la cama se balancea con cierta fuerza como si fuera las olas del mar ante la fuerza que ejercen sobre ella.

Ninguno de los dos aguanta por mucho tiempo, las señales del clímax comienzan a aparecer, aunque buscan la forma de aguantar lo más posible.

—infinite... ya... ya— trata de hablar, pero no puede, el aire le falta, como si hubiera hecho mil horas de ejercicio continuo

—hazlo— pide acercando sus labios a su oreja lo mejor que puede —liberate— susurra para lamer y morder la misma

Tiembla ante la mordida y se arquea, cumpliendo la petición de su ahora amante; deja que su esencia escape de su interior con potencia, golpeando sus sabanas y manchando las mismas. Al mismo tiempo, el chacal siente su entrada apretar desatando su corrida también, llenando él interior del erizo.

Una vez todo terminado, solo se dedican a respirar, recuperando la secuencia de sus palpitaciones y relajando sus músculos ante tal ejercicio.

Cuando ya se sienten mejor, el chacal retrocede, liberando su unión con shadow permitiendo que su esencia salga de su interior y que shadow pueda acomodarse en la suave superficie. Se coloca a su lado observándolo, siendo devuelta la mirada poco después. No se dicen nada, no saben que decirse realmente, solo se observan de forma curiosa, como si trataran de descifrar el pensamiento del otro.

Poco después la mirada del chacal se desvía ligeramente, ahora la mano de shadow. Poco a poco acerca la suya, tomando primero los dedos del erizo, estrechando su mano poco después regresando la mirada a sus ojos, como si buscara la aceptación del moreno. Este mira su acción y vuelve a ver sus ojos también, y en la misma forma silenciosa, corresponde el agarre, haciendo que el chacal sonría y que él se sonroje al ver ese acto tan raro, pero tan hermoso. 

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