Capítulo 46: el verdadero rostro de la moneda

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_ dale, ¿querés probar? –lo pongo a prueba yo-

_ si, dale probemos, hagamos una cosa: a la cuenta de tres, yo voy a contar hasta tres, si vos te animas, como vos decís que te animas –se ríe- pero yo creo que no –luego la mira- no pasa nada Delfi, vos disparas ¿dale? A la cuenta de tres

_ Joaquín estás loco –le dice Delfina con miedo-

_ uno –comienza a contar- a las dos –aunque ahora que lo pienso no es mala alternativa en realidad- dale Delfi tranquila, no pasa nada, voy a estar bien –me mira- y a las tres

Al día siguiente

Empresa Becker

Borja

_ no, justamente de eso vamos a hablar después Gabriel –hablo en tono serio mientas salgo del ascensor- si te dije Gabriel, justamente estoy volviendo del funeral, a cajón abierto fue, no sabes cómo estaba el cuerpo parecía un colador. ¿Cómo cual funeral? Del mío si llegas a abrir la boca de lo que pasó acá en la empresa, si alguien de la escuela se llega a enterar te asesino ¿okey? Te voy a dar vuelta y te voy a ...–miro para los costados para ver si alguien de los que nos vio está por acá- okey emm corto porque tengo que ir a trabajar...si el castigo que me puso Diego al enterarse que me suspendieron...si, una mierda, solo espero no cruzarme con-

_ ¡holis! –de la nada escucho la voz de Sebastián provocándome un susto cuando giro la cabeza y lo veo enfrente mío-

_ ¡ándate de una vez la puta que te pario! –le dije nervioso recuperándome del susto mientras colgaba el teléfono-

_ hay, pero no le hubieras cortado –mira que guardo mi teléfono- bueno no importa primer día y estás actuando como un profesional eso me gusta –podía ver que intentaba esconder una sonrisa- Diego me dijo que te dijera que te espera en la oficina –antes de darle la oportunidad a continuar elijo no decir nada e irme- ¡hay pará! –me detiene- estaba por comprarme un saco para renovar y están haciendo oferta de dos por el precio de uno, te quería preguntar cuál te gustaría, ¿lila o rosado?

_ vos estás buscando que yo te pegue un tiro ¿verdad? –le pregunto serio-

_ hola chicas –me doy vuelta y veo a siro que nos saluda casual mientras pasaba por ahí-

_ no, a mí me hablas con la "o" porque se pudre todo

_ ¿por qué? –pregunta Sebastián- no te pongas así, era un chiste ¿qué? ¿tan frágil tenés la masculinidad?

_ ¡ah, pero mira quien habla! –le digo marcando lo obvio- ¿saben qué? De verdad les digo –abro mi billetera y saco plata- ¿por qué no se van al local de acá a dos cuadras y se compran una vida?

_ uy gracias –Siro sonríe contento caminando a donde yo estaba y cuando estaba a punto de tomar los billetes, esquivo su mano-

_ fue una metáfora –le digo guardando los billetes en mi billetera- aunque pensándolo bien a vos seguro te la dan gratis

_ ¿vos decís que sí?

_ fue otra metáfora nene –le dice Sebastián-

Ignorándolos me fui hasta la oficina de Diego

(...)

_ bueno acá me tenés -entro a la oficina y lo veo a Diego sentado- como prometí- me siento en el escritorio- bueno, como me hiciste prometer en realidad –veo que había un frasco de cristal con caramelos y tomo unos-

_ ¿estás bien así o querés un café también? –me mira serio-

_ me leíste el pensamiento, con leche plice –le digo sonriente-

_ah que lastima –me dice tomando una carpeta- va a tener que ser luego –me da la carpeta- esto es contaduría –saca otra carpeta y la apila junto a la primera- esto es administración –saca otras dos carpetas y me las da- recursos humanos y marketing –lo miro y el me mira- ¿Qué haces acá todavía? Vamos, a ganarse el pan

_ no, si, me encantó la expresión, cada día te odio un poco más emm –hago una pausa y lo miro- Diego ¿vos tomaste antes de venir a la empresa? Estos son cuatro días de trabajo mínimo

_tómalo como una prueba para medir tus limites, ah me olvidaba, si terminas hoy hay premio

_ ¿Qué tipo de premio? –pregunto ligeramente interesado-

_ otra "broma" a tu papá –responde emocionado como un nene- ya atacamos en finanzas, las cuentas y en marketing. Ahora quiero ver qué pasa en abastecimiento, me llegó el dato que para solucionar los problemas de hackeo de las cuentas, compraron computadoras con un sistema de última generación, me pregunto qué pasaría si el paquete se pierde y terminan en Dubái, por ejemplo

_ si, emm ¿te acordas que la última vez que hicimos esto unos japoneses amputaron como a tres personas? –digo esto y a Diego se le cambia la cara-

_ ah entiendo, te arrepentiste –su cara cambia a la de un nene que le acaban de dar una mala noticia-

_ ey nunca dije que no, solo estaba recordando buenos tiempos. Yo estaba pensando más que nada algún país islámico, y que las cajas tengan una etiqueta que diga "made in EEUU" por ejemplo –Diego comienza a reírse-

_ ¡dale, dale! –mientras nos reímos el teléfono suena- discúlpame un segundito –toma el teléfono del escritorio y atiende- hola Joaquín ¿qué pasó? ... nada, acá charlando con Borja –de repente la cara de Diego se transforma y me mira serio, achinando los ojos- ¿Qué hizo qué?

Cagamooos...

Como si nada me levanté del asiento y me fui de la oficina

(...)

Escucho que alguien entra al baño, sin darle demasiada importancia seguía con lo que estaba haciendo hasta que noté que algo no andaba bien, el ambiente se tornó silencioso

De repente se escucha un portazo a unos metros de donde yo estaba, era una de las puertas de los cubículos la que se escuchó

Al instante volvió a sonar otra puerta, el ruido fue más cerca que la última vez, ya sabía quién era y que me estaba buscando y antes de que pueda terminar de tragar saliva una tercera puerta se azotó violentamente, y antes de que pueda mirar para atrás en dirección al último cubículo en el que yo estaba este también se abrió y cuando el portazo resonó en todo el baño, un frio recorrió mi espalda hasta mis hombros

La mirada que él tenía era suficiente como para sobresaltarme y hacer que casi me resbale. Lentamente despegué el contacto visual, volví a acomodar la tapa del ducto de ventilación y me bajé de arriba del inodoro

_ ¿no viste que en la puerta decía ocupado? –le digo y Diego me agarra de una de mis patillas y me jala fuera del baño mientras me quejaba del dolor-

_ ¿así que te escondes acá cagon?, ¿así que te escondes acá?

_ ¡hay! Me hiciste re fuerte –le decía sobándome la patilla- me hiciste re fuerte, ¿Qué te pasa estás loco? –le decía haciendo un puchero-

_ ¡¿vos estás loco!? ¿Cómo le vas a meter un arma en la cabeza a Joaquín?

_ ¿Qué hice qué? –le pregunto haciéndome el desentendido, cosa que hace que Diego se irrite más-

_ ¡vos anoche le metiste un arma en la cabeza a Joaquín! –me lo repite más enojado que hace unos segundos atrás-

_ emmm –dije llevándome una mano al mentón- no recuerdo bien, no

_ ¡bueno acordate porque te mato!

_a ver, para –le dije haciendo memoria-

Flashback

_ jeje, tranquilo vos con el gatillo Funes –lo escucho nervioso, eso me gusta-

_ ¿Qué haces acá Borja? –me pregunta Delfina-

_ no, te vine a ver –le respondo a ella- por suerte llegué a tiempo –lo miro a Joaquín- ahora lo único que te faltaba, ser golpeador

_ ¿Qué estás diciendo? –la mira a Delfina nervioso- igual quédate tranquila Delfi, no va a pasar nada, no tiene los huevos para hacerlo

_ cállate la boca Joaquín –le pide, ella sabe que soy capaz jaja, me conoce-

_ pero si es cierto

_ bajá el arma Borja –me pide ella-

_ ¿qué no tengo qué dijiste? –le pregunto ignorándola, cambio de posición, ya no estoy detrás suyo, sino que ahora estoy frente suyo y Delfi detrás de mí-

_ que no te animas –me pone a prueba- digo que no te animas, directamente digo que no te animas

_ ¿no? –jalo el martillo de la pistola y lo miro a Joaquín a los ojos-

_ no, no tenés agallas

_ dale, ¿querés probar? –lo pongo a prueba-

_si, dale probemos, hagamos una cosa: a la cuenta de tres, yo voy a contar hasta tres y si vos te animas, como vos decís que te animas –se ríe- pero yo creo que no –luego la mira a delfina que miraba la situación asustada- no pasa nada Delfi –y me vuelve a mirar a mí- vos disparas ¿dale? A la cuenta de tres

_ Joaquín estás loco –decía Delfina ya con miedo-

_ uno –comienza a contar- a las dos –aunque ahora que lo pienso no es mala alternativa en realidad- dale Delfi no pasa nada, tranquila voy a estar bien –me mira- y a las tres

Ese fue todo el permiso que necesitaba

Aprieto el gatillo, pero solo se siente un profundo y pesado silencio en toda la habitación

Lentamente el rostro de Joaquín se transforma a uno de miedo, borrando por fin esa insoportable sonrisa mientras se lleva una mano a la frente y palpa para ver si tenía sangre. Me mira a los ojos con el rostro pálido y luego mira el cañón del arma y me vuelve a mirar a los ojos tratando de entender la situación

Por mi parte mi mirada era fría e inexpresiva

Fin del flashback

el solo recordarlo me provoca una muy breve carcajada que se termina cuando lo vuelvo a mirar a Diego

_ estoy acá Borjita –su expresión ya no era de enojo sino de preocupación- decime que sabias que no tenías balas –me pide casi como en suplica-

_ . . . obvio –le digo desviando la mirada para un costado del suelo-

_ no, no, no, no, no me agaches la cabeza. Me miras a los ojos y decime que sabias que no tenías balas –ahora su tono de voz era autoritario-

_ . . . sabía que no tenía balas

_ ¡Borjita, te conozco! –su tono de voz era igual que el de un adulto retando a un niño por hacer algo que no estaba bien-

_ no, si man, no, no... si sabía que no tenía balas –le respondo casi trabándome- ¿vos te pensas que yo voy a disparar a una persona? ¿voy a ir preso por un imbécil? ¿te pensas que soy tan estúpido, ¡tan estúpido?!

_ ¡no me hagas responder!, te voy a decir una sola cosa, lo volves a hacer, volves a hacer una cosa así y no te va a reconocer nadie –me dice apuntándome con un dedo-

_ no te pongas así, pareces mi padre a veces –le digo cabizbajo por el tono de voz que pone-

_ ¡podría serlo! –sin decir más, camina para irse del baño... ¿eso último fue una comparación o una propuesta? -

_ pa ¿estás enojado conmigo? –le pregunto riéndome mientras observaba como se iba del baño. Sin que nadie me vea saco mi arma y la beso- como te quiero, me encanta que a veces falles –empujo la corredera haciendo que la bala salte y la atrapo en el aire- y vos que no detones –le doy un beso a la bala también- te voy a guardar otra vez –retiro el cargador para poner otra vez la bala-

Delfina

_ Joaquín, te puso un arma en la cabeza porque me estabas sacudiendo, está bien –le digo cerrando la heladera y tomando un vaso de agua-

_ bueno no, no está bien, un arma no se justifica nunca por nada y yo sé que me extralimite y no sé qué, pero es este nene, ¡es este nene que me saca!

_ bueno no sé qué es lo que te saca, no me importa, yo no quiero estar con una persona que de la nada reacciona así, no está bien, me da miedo

_ ¿Cómo te voy a dar miedo yo? –su tono cambia a uno de culpa- no digas así, no, yo... -hace una pausa por un segundo y continua- tranquilicémonos ¿sí? Tranquilicémonos

_ yo estoy tranquila, vos sos el que tiene que estar tranquilo

_ yo estoy tranquilo ¿sí? Yo estoy súper tranquilo, lo que si yo te voy a pedir es que no lo veas más a Borja - ¿eh? - no lo veas más, si vos estás queriendo ver que pasa con nosotros, poner una ficha por nosotros jugatela, no nos hace bien que lo puedas ver a Borja, prométeme que no lo vas a ver más, prométemelo

Joaquín

Cuando le pedí que lo dejara su cara cambio, se tornó a una con dudas, y debido a la presión del momento no sabía que hacer o que decir, pero yo la esperaba, la miraba a los ojos impacientemente por una respuesta, sabiendo que al poner esta mirada su respuesta. . .

_ está bien –me dice por fin- te lo prometo

_ no sabes lo bien que me haces –le digo abrasándola- me completas, me haces bien

Una semana después

Cristian

Hace más de cinco minutos que están tocando el timbre de la puerta de mi casa, pero por más que dejo que el tiempo pase, no sé van

Harto de escuchar el molesto ruido del timbre por encima de mis pensamientos decido dar señales de vida

_ ¡si sos Max o los chichos pasá!, ¡si sos Dante, Borja o el infeliz que se hace pasar por mi papá, se pueden ir a la mierda!

Como única respuesta solo escucho un último timbrazo, ¿Quién será?

La curiosidad me puede así que camino hasta la puerta y la abro

_ ¿qué haces vos acá? –digo sorprendido por verla, sinceramente no me esperaba esto-

_ creo que ya pasó demasiado tiempo, es hora de que vuelvas Cristian –me decía Mariana del otro lado de la puerta con una postura firme- ¿puedo pasar?

(...)

_ déjame adivinar, Borja y Dante volvieron ayer a la escuela y ahora todos están preocupados pensando que me pegue un tiro –digo sirviéndole café a la vicedirectora-

_ gracias –responde sujetando la tasa y tomando un sorbo- no, ninguno de los tres volvió ayer, de Funes ya no me sorprende, Garan debe tener mucho en que pensar, vos por otra parte me preocupas Cristian –cuando pronuncia mi nombre deja de lado esa fachada de directiva de escuela, me mira preocupada-

_ así que viniste a hablar de eso –le digo resignado- ¿hace mucho que lo sabes?

_ no, me enteré este año hablando con Alfredo. –hace una pausa y continua- pero no vine a hablar de mí sino de Alfredo

_ ¿por qué todo el mundo defiende a ese mentiroso? Me mintió, me engaño, se me río en la cara, y lo peor es que se lo pensaba guardar para siempre

_ estamos hablando de tu papá –me corrige, como si eso hiciera la diferencia- un padre que te quiere tanto que hizo todo lo que vos decís para estar al lado tuyo

_ me mintió en la cara

_ . . . escucha Cristian yo no sé cuántas veces voy a hablar con vos, quizás esta sea la última, pero te pido por favor que me escuches. Cuando Alfredo me contó lo que estaba haciendo a mí también me pareció una locura

_ pero no hablaste

_ no –me responde ella decidida- ¿sabes por qué? Porque lo entendí, lo entendí y me puse en su lugar y quiero que vos también hagas lo mismo. Imagínate a tu mamá embarazada de alguien que no es su novio, en otro mundo en otra época con familias muy conservadoras, Alberto era tremendo, cuando se enteró no sabes la paliza que le dio a tu mamá. Y tuvo suerte de que no haya dicho nada porque si tus abuelos se llegaban a enterar... cuando Alfredo se enteró sufrió muchísimo, nunca pudo formar una familia –me daba una mirada triste mientras me contaba- no tuvo más hijos y le costó muchos años superar ese error

_ pero cuando me encontró me mintió, si hubiese hablado, si me hubiese dicho la verdad, ¿por qué me hizo esto?

_ no, el día que te llevó a la puerta de tu casa le dijiste que cuando encuentres al responsable de ese accidente lo ibas a matar, por eso no lo hizo

_ no, no, no. Toda esta mentira no se justifica con eso

_ no, en aquella época no se luchaba por eso, te callabas y aquí no ha pasado nada, y eso cuesta muchísimo cambiarlo. Alfredo es un gran hombre, un hombre que te ama con locura, que dejó todo por vos –me mira a los ojos y se acerca un par de centímetros- renuncio a su vida para estar cerca tuyo

_ no sé, ¿estás esperando a que diga algo? –le digo al ver la forma en la que me mira mientras me cuenta todo esto-

_ que pienses lo que te dije. Vos después ya sabrás que hacer, y decidas lo que decidas Alfredo te lo va a respetar –se levanta de su asiento- yo no voy a molestarte más –se prepara para irse- pero recorda que él siempre te va a estar esperando. Chau Cristian –conociendo la salida camina por el pasillo y cierra la puerta sutilmente al irse-

Dante

_ hola –me dice Borja cerrando la puerta de su auto y acercándose a mí- ¿Cómo estás?

_ no lo sé –le respondo con honestidad- ¿Cómo estás vos?

_ más o menos, te estuve llamando, por cierto

_ no es con vos, quería estar solo –le respondo- pensar, creo que me hizo bien

_ claro emm te pregunto esto más que nada para estar seguro, ¿me culpas por lo que pasó? La apuesta quiero decir

_ sí –le respondo sin pensarlo- pero también me culpo a mí. La culpa fue de los dos no te olvides

_ puedo vivir con eso, ah y la próxima vez –dice golpeándome la cara con su dedo índice- Haceme caso cuando te diga que no vayas a la escuela por unos días, nos hubiéramos ahorrado todo este circo

(...)

_ quizás no tendría que haber venido –dije empujando la puerta para entrar- creo que a partir de ahora vamos a ser solo vos y yo

No pusimos un pie dentro de la escuela cuando todos comenzaron a vernos, unos instantes después sucedió lo último que me imagine que pudo haber pasado

_ ¡bravo! –un grupo de personas comenzó a aplaudirnos y felicitarnos, poco a poco ese grupo se convirtió en todos los presentes que nos veían llegar-

_ a mí me parece que no igual –lo escuchaba decir a Borja mientras les tiraba un beso con ambas manos a la gente-

_ ¿Qué mierda...es ...esto? –le pregunte extrañado per aún más extrañado que se lo tome tan natural-

_ supuse que pasaría –me decía mientras caminábamos- ¿te acordas que se viralizó el video de tu pelea?

_ sí, pero ¿Qué tiene que ver con esto?

_ por respeto a Taña nadie debió decir el porqué de la pelea, en lo que a los demás concierne sos la pobre victima a quien golpearon entre todos pero que dio vuelta la pelea y yo el héroe que hizo que la historia tenga un final feliz

_ qué situación de mierda –dije suspirando-

_ sí, pero para ellos, no te sientas mal, intentaron mandarte al hospital

_ ¡si, pero me lo merecía!

_ ¿Dante vos me estás hablando en serio? Cristian es un infeliz que no tiene familia y por eso se mete en los problemas de los demás, lo mismo pasó con helena cuando se fue, ni que fuera su familia esa

_ no, Cristian odia la mentira, todos éramos amigos, se sintió traicionado

_ ¡hay pobrecito! Entonces cuando salga con una amiga me asegurare de llevar protección, no vaya a ser cosa de embarazarla a ella y a Cristian

_ Borja estás mesclando todo

_ ¡no!, Intentó mandarte a un hospital, no lo defiendas

_ ¡vasta! Lo último que falta es que nos peleemos, solo dejemos todo este asunto por unas horas, vamos a preguntarle a Helena si sabe a que curso nos van a reubicar –dije aprovechando que estábamos a unos pocos metros de su zona de trabajo. A eso ella sale de la oficina y nos ve-

_ sí, no, yo... creo que paso. Haceme un favor, cuando sepas donde tenemos que ir mándame un mensaje, voy a estar por ahí –en el momento en el que Helena se acercaba Borja se alejaba y se iba-

Por si fuera poco, Helena evito mirarlo, juraría que por un instante se puso triste y luego incomoda

_ hola –me saluda- ¿Cómo te sentó esta semana?

_ ¿qué pasó entre ustedes?

_ ¿estuvo bien? –pregunta evitando mi pregunta-

_ no se saludan siquiera

_ Dante en serio me alegra que estés bien pero no te metas –comienza a irse, pero yo la sigo-

_ no pensaras evadirme todo el día ¿o sí?

_ yo tengo trabajo que hacer y vos clases a las que ir, lo que me recuerda –rápidamente saca dos hojas de papel y me las entrega en la mano- salón 6to c

_ te voy a encontrar –le dije dejando de seguirla a la vez que ella se iba alejando de mí-

Cristian

Camino por los pasillos hasta llegar al salón de clases, cuando abro la puerta lo primero que noto es que el profesor no estaba, la clase aún no había empezado, lo segundo que noto es que todos me estaban mirando

_ solo me duele la espalda, pero sigo siendo yo –les digo-

_ ¡Cristian! –desde el fondo Max aparece y viene casi corriendo a verme-

_ es bueno verte Max –le respondo, al principio duda. No le hable en toda la semana, se debe pensar que lo odio por lo de la nota. Sin decir nada le doy una sonrisa diciendo que "todo está bien" y ofrezco la mano- hermanos

_ hermanos –me devuelve el gesto y en lugar de estrechar su mano me da un corto abrazo-

_ ¿sabes si el director está? –le pregunto-

_ Cristian –uno de nuestros compañeros aparece y detrás suyo aparecen varios más-

_ el verdadero héroe ha llegado

_ las cosas van mal –me dice uno de ellos-

_ ¿qué pasó? –pregunto poniéndome serio- ¿Qué es eso de héroe?

_ es Dante –me responde- todos los tratan como los héroes, desde que llegamos la mierda nos la tiran a nosotros en lugar de a ellos

_ Cristian hay que contar que pasó

_ no, Taña tiene que hacerlo –les respondo-

_ aun no sabemos si va a volver

_ ¿no volvió? –le pregunto a Max-

_ aun no aparece –me responde-

_ escuchen vamos a fuera a hablar de esto ¿sí? Mientras menos seamos mejor –caminamos y antes de salir del salón me detengo- Alex, Santiago. ¿vienen?

_ no gracias –responde Alex-

_ no nos interesa –dice Santiago-

_ como quieran –les respondo seco y nos vamos-

Dante

_ Borja –lo estuve buscando por un rato hasta que lo encontré en la sala de maestros-

_ ey, vení tomate una cerveza conmigo, estaba en un termo de café ¿lo podes creer? Cuando me entere de quien es, me voy a sacar muchas buenas notas

_ necesito un favor –le digo serio pero suave al mismo tiempo-

_ ¿Qué pasa? –nota mi tono de voz y se pone en sintonía conmigo-

_ necesito que me acompañes a nuestro viejo salón

(...)

_ ¿Qué vamos a hacer? –pregunta mientras caminábamos a paso rápido-

_ necesito que confíes en mí –cuando doblamos por el pasillo veíamos nuestro salón, pero eso no era todo- volvió –le digo a Borja mientras veíamos a Cristian y a Max hablar con otros ex compañeros de nuestro curso-

_ si pensabas ir a ver a Taña olvídalo, por más que los entretenga lo suficiente ella no está ahí –lo miro sorprendido por haber adivinado- te hubiera ayudado igual, solo quería que me lo dijeras

_ ¿Cómo sabes que Taña no está en el salón?

_ ¿aparte de que le rompiste...Perdón; rompimos el corazón? Ahí están Max y Cristian –me dice señalándolos- son con los que mejor se lleva. Santiago se la pasa pensando en su hermana cada vez que va al baño y por alguna razón ella y Alex no se llevan. Así que si o si Taña tendría que estar con ellos

_ quizás solo no quería hablar con ellos o está en el salón hablando con alguien más

_ no creo –me responde- sí así fuera, ellos estarían con Taña. No por nada casi te matan por ella

_ ¿Cómo sabes estás cosas? –pregunto intrigado-

_ este fue un año difícil, solo diré eso. Mira fíjate –me señala a los chicos que vuelven al salón de clases- ella no está acá ¿podemos irnos?

_ plan b –le respondo volteándome y mirándolo a los ojos- necesito un favor enorme

_ ¿a quién mato?

_ necesito que vuelvas a ser el de antes –se pone serio, me mira a los ojos y entiende de lo que estoy hablando- solo por unos minutos –se queda callado unos segundos- por favor

_ está bien. . .

(...)

Llego hasta la puerta de nuestro ex salón de clases y la abro la puerta, cuando entro un par de chicos que estaban a unos pasos se me quedan mirando

Enseguida vienen hacia mí, caminando lento pero firmes marcando territorio

_ me parece que te equivocaste de salón –me responde uno de ellos. De pronto un golpe en la pared los sobresalta, miran delante suyo y lo van a Borja-

_ a mí me parece que no –les responde con la mirada seria. Por unos instantes se congelan, pero al ver que Borja comenzaba a avanzar ellos retrocedían-

_ Taña –dije en voz alta- vine a ver a Taña –a pesar de saber que no estaba grite su nombre

_ ¡¿Qué haces vos acá?! –Dice Cristian levantándose de su asiento y viniendo hacia mí, lejos de sentirme intimidado comencé a acercarme yo también a la misma velocidad que él lo hacía. Ambos nos detuvimos al estar frente a frente ¿viniste por más? –intenta tomarme del cuello, pero lo aparto con las manos-

_ ¿Dónde está?

_ ¿Qué te importa?

_ ¿qué pasa? –decido atacar- pensé que ya estarías sobre mí –le digo mirándolo a los ojos y el no dejaba de hacer lo mismo- ¿querés portarte bien por miedo a que te manden a la dirección o pensabas agarrarme a la salida de la escuela?

_ fuera –me responde con los ojos llenos de odio, efectivamente se estaba conteniendo- si tanto querés lo arreglamos a la salida

_ ¿y ahora porque no? –lo provoco-

_ venís haciéndote el malo porque te acompaña tu amigo –decía mirando a Borja por un segundo y volviéndome a mirar a mí- No vales mi tiempo ni mis ganas

_ y lo dice el que necesitó la ayuda de todo un curso para ganarle a un pacifista. No lo vuelvo a repetir ¿Dónde está Taña?

_ escúchame una cosa –me mira con enojo- traidor, ella te odia, igual que todos nosotros, ¿Por qué mejor no te vas? Acá no te quiere nadie

Lo miro por un instante y cedo

_ está bien –le sonrío, doy media vuelta y me voy pero no doy ni tres pasos cuando Cristian me habla-

_ y no te preocupes más por Taña –me doy vuelta y lo miro, sostiene una sonrisa en su cara- prometo que te la voy a cuidar bien –escucho un "uuuuh" de los chicos-

Mentiría si dijera que no era parte del plan

Volteo volviéndolo a mirar y le digo:

_ ¿sabes que es lo más curioso de vos Cristian?

_¿que? A ver –pregunta burlándose-

_ que pásate toda tu vida pensando que tus papás murieron porque tu mamá tenía un amante, pero desde que te conozco tenés un fetiche con las novias de los demás. ¡¿y el mal amigo soy yo?! Eso se llama hipocresía

No dijo nada, comenzó a caminar a donde yo estaba, con el paso firme y los puños apretados

_ ¡Cristian no! –Max lo retiene tomándolo de los brazos- no, es lo que él quiere míralo –lo suelta-

_ ¡andate de acá! –me grita furioso penetrándome con la mirada- ¡AHORA!

_ ay Max no lo arruines –llega Borja y se pone a mi lado- se estaba poniendo bueno

_ ¡vos cállate enfermo mental!

_ le estaba hablando a Max no a su puta, el día que yo le hable a su puta ahí si vas a poder responder –le decía Borja, Cristian salta encima suyo, aunque Borja lo esquiva, cuando Cristian estaba por golpearlo Borja le atrapa el puño con una mano, cuando quiso quitar el puño Borja se lo retiene y antes de que sigan haciendo fuerza le da un golpe en la boca del estómago- ya no estamos empatados como antes Cristian, no me hagas hacerte daño

_ ¡desde el pasillo se escuchan los gritos! ¡¿se puede saber que está pasando acá?!

Por fin, llegó una profesora, la cual cuando nos ve no nos sacaba la mirada de encima

_ profe, ¿nos extrañaba? –le decía Borja sonriendo- porque yo a ese culo si

_ ¿Qué me acabas de decir? –le pregunta-

_ si onda, diría tetas, pero estas medio precaria de ahí, y estoy siendo sutil, no como la de literatura que a esa le podemos decir vaca, con lo único que te relacionaría a vos con una vaca seria para que pasten esa llanura –le dice riéndose al igual que muchos de los que estaban en ese salón, acto que provoca que la profesora se tape el pecho con los brazos y lo mire furiosa a Borja-

_ ¡se van ya mismo a la dirección! ¡AHORA! A Mariana le va a encantar esto que me estás contando

_ bueno chicos nos vemos –digo yéndome-

Borja

_ bueno niños ya escucharon, papá y mamá van a discutir, mientras tanto pueden quedarse a jugar con la niñera

_ ¡AFUERA AHORA! –me grita-

_ bueno ¡ya! –le digo- no grites que te vas a seguir desinflando –comenzó a perseguirme y yo me fui corriendo-

Dante

_ acaba de terminar tu suspensión ¡¿y ya estás devuelta en dirección?! –llega Helena a su oficina que estaba al lado de la oficina del director, yo estaba esperando mi tuno, Borja ya estaba dentro explicando que pasó-

_ ¿no te acordas lo que te dije hoy? –la miro y no parece entenderme- te encontré –le digo sonriendo-

_ ¿qué? –me mira con un rostro inexpresivo- ¡¿qué?! –ahí creo que ya empezó a entender- ¿vos me estás diciendo que hiciste todo esto para venir y hablar conmigo?

_ necesitaba un escándalo grande –le digo- así que elegí a Cristian, por sus problemas personales no lo iban a expulsar y como fue el quien empezó la pelea, su castigo no iba a ser más liviano que el mío. Si se salvaba el entonces yo también, aparte Borja hizo un escándalo más grande con una profesora así que eso me dio tiempo a esperarte y poder charlar

_ ¿manipulaste gente para hablar conmigo? –pregunta sorprendida-

_ nunca supe que le viste a Borja, pero lo que hacía en vos funcionaba, así que actué como el para llegar a vos y funcionó. jaque mate

_yo no te la puedo creer –decía sosteniéndose la cabeza y sonriendo-

_ escúchame, ¿el director vino?

_ no, hace más de una semana que no viene, escúchame ¿te volviste loco?

_ con esto que acabo de hacer mínimo merezco que me lo digas –la veo que me mira sin decir nada- por favorsito –le digo juntando las manos como un ángel y haciendo un puchero y como primera respuesta la escucho exhalar profundo-

_antes respóndeme esto –cambia esa sonrisa que llevaba para ponerse seria- ¿por qué tanto interés?

_ Borja es mi amigo, y no me mal entiendas, Delfina no me cae mal, pero estoy de tu lado. Aparte esto fue divertido –ella suspira y me mira-

_ todo terminó –me cuenta- fue mi último intento, el. . . dijo que ya no le pasa más nada conmigo, que lo qué pasó o lo que pudo haber pasado ya no existe, y lo respeto

_ ¿eso te dijo?

_ no así pero así lo interpreto yo

_ ¿ósea que ya está?, ¿se acabó?, ¿todo fue para nada? –le pregunto sorprendido por escucharla decir que se rendía-

_ ¿Cuánto más querés que siga? Déjame conservar algo de orgullo

_ okey, te rendiste vos, pero no me rendí yo

_ ay Dante vasta –responde con pesadez-

_ no, escucha aunque sea. Tengo una propuesta para hacerte y no me vas a poder decir que no, esto va a hacer lo último que haga, después de esto prometo dejarte tranquila y no tocar más el tema, ¿Qué tenés que perder?

Se queda pensando por varios segundos, podía ver como estaba en una lucha interna

_ ¿va a ser lo último?

_ lo prometo

_ te escucho

Media hora después

Sala de maestros

Borja

_ ¿y? ¿Cuál fue tu sentencia? –le pregunto al verlo entrar por la puerta-

_ no hay suspensión, no hay nada. Solo nos mandaran a casa por hoy

_ brindo por eso –digo mientras sigo tomando del termo mágico de "café" del profesor de matemáticas- ¿te vienen a buscar o querés que te lleve?

_ hablaron con mis viejos, vienen por mí en unos minutos. Escúchame quería hablar de vos de algo y tiene que ser ya

_ soltalo –dice tomando otro sorbo-

_ ¿qué pasó entre vos y Helena? –escucho como se atora, empezó a toser fuerte-

_ ¿estás bien? –pregunto y el extiende una mano para que no me acerque, de la nada agarra el termo y se golpea el pecho como si se estuviera clavando una lanza -

_ bajó, bajó, era una burbuja que subía, bajaba, subía, bajaba, me estaba matando. Ufff voy al baño

_ Borja –lo llamo y se detiene- ya tuvimos una conversación más o menos parecida acá en este lugar –le recuerdo- ¿qué pasó?

_ ¿te acordas la moneda? –me pregunta- bueno, si obvio me lo acabas de hacer acordar

_ si, si, ¿Qué pasó?

_ cuando. . . ¿te acordas de la fiesta de disfraces? ...bueno, estando en tu lugar yo nunca podría olvidarla

_ ¿por qué sigo siendo tu amigo? Que golpe mas bajo me acabas de dar, si me acuerdo

_ ¿tragito? –me ofrece del termo- para las penas –se lo acepto y tomo un sorbo de cerveza- escúchame en la fiesta de disfraces invité a Delfina pero no vino, bueno si vino pero llegó tarde y sin darme cuenta termine pasando la fiesta con Helena, no la reconocí tenia antifaz aparte ¿Quién fue el satánico que le dijo que se fajara el pecho?

_ después lo matas, ¿Qué pasó, que pasó? Dale

_ emmm... yo la besé Helena esa noche pensando que era Delfina, pero me di cuenta que algo andaba mal porque cuando nos besamos sentí cosas que no siento con Delfina

_ pará, ¿Qué estás queriendo decir?

_ que nunca dejé de amarla –me evita mirarme mientras me lo dice- ni siquiera cuando se fue. Pero no se puede enterar

_ ¿qué? Hay que decirle –dije lo primero que se me ocurrió, pero cuando lo digo me toma del brazo con fuerza y me mira- te lo prohíbo. No puede saberlo –lo miro sin entender esperando a que me dé una explicación- escúchame Dante este año me pasaron cosas de mierda, pero el tipo con el que está Delfina lo supera todo. No te puedo contar, es... complicado, solo te digo que tengo que proteger a Delfina, y si tengo que renunciar a Helena para que no le pase nada entonces lo lamento por mí pero ya sufrio demasiado por mi culpa . . . ambas –se levanta para irse- pero si, en quien pensé cuando cayó la moneda fue ella. Permiso me voy adelantando–se va-

Cuando él se fue me dejó con más dudas que respuestas, admito: eso no salió como esperaba

Me levanto del sofá en el que estábamos, vuelvo a tomar otro sorbo de cerveza y voy hasta el mueble del salón de maestros, un mueble grande y ancho de madera

Abrí las puertas para que pudiera salir Helena de adentro

_ prometí que no te iba a molestar más después de esto –le digo- lo que hagas a partir de ahora va a ser pura y exclusivamente decisión tuya, pero al menos ya lo sabes

Joaquín

_ ¿entonces eso es todo? –pregunta Rocío con una cara simpática-

_ eso es todo señorita –le responde uno de los oficiales de policía a la vez que caminabas hacia la puerta para irse- a la brevedad dentro de los siguientes quince días se la llamará para declarar mientras tanto por razones que ya fueron aclaradas no puede salir del país

_ entendido, muchísimas gracias –les abre la puerta y tras unos saludos cierra la puerta. Su humor cambia repentinamente dejando a un lado esa amigable sonrisa para poner cara de asco al darse la vuelta y verme-

_ ¿viste que no iba a pasar nada? –le decía mientras miraba el teléfono- asunto contador resuelto, ya no hay nada que nos incrimine en la estafa, somos libres

_ ¡cállate la boca! –toma mi teléfono y lo tira a un costado- vos escuchaste todo lo que dijeron, ¿no? Sospechan que fue un conocido significa que están cerca de darse cuenta de que fuiste vos –en el instante que lo dijo, la callo pronunciando un "shh" a la vez que le tapo la boca, acto que rechaza alejando mi mano con fuerza-

_ ¡cállate!, cállate –pronuncio mirando para los costados a ver si hay alguien cerca- si tuvieran la menor sospecha ya me hubieran caído encima como buitres

_ ¿y si me están poniendo a prueba? ¿y si me están preguntando porque me están poniendo a prueba? –pregunta desesperada-

_ pero no –la tranquilizo-

_ ese hombre no se merecía lo que le hicimos, no se merecía que lo maten

_ mira, mira –la apunto con mi dedo- ¡vos tenés que estar agradecida de estar viva!

_ yo tendría que mandarte al frente porque yo no me voy a hacer cargo de tus locuras, ¡yo tendría que llamar a Diego!, decirle toda la verdad, o matarte directamente y después contar todo

_ a bueno, dale mátame, mátame. Digo; si estás dispuesta a soportar todo lo que se te viene cuando mis abogados saquen a la luz todo lo qué sé de vos ¡mátame!, dale mátame. Yo voy preso y llaman inmediatamente a Diego –no va a decir más locuras con esto, pero solo para asegurarse- ¿sabes qué? Voy yo mejor y le digo a Diego toda la verdad –acabo de notar el miedo en sus ojos- le digo que yo armé la estafa, que encima maté a un contador, voy preso, pago mis deudas, ¿no? Vos estás en el horno con eso ¿no? Hagamos una cosa, le voy a decir ahora –salí del living para subir las escaleras e ir al despacho de Diego- ¡Diego! –llego a y entro-

_ ¿si?

_ ¿puedo hablar con vos?

_ por supuesto ¿Qué pasa?

_ ¡Joaquín, no, no, no! –llega casi corriendo Rocío a detenerme-

_estoy a punto de decirle algo muy importante a Diego, Rocío

_ no, pasa que yo quería decirle algo muy importante a vos –le habla a Diego- es sobre Pedro y las deudas que me había dejado y-

_ ah no, no –la interrumpo- eso es muy importante –me giro para volver a mirarlo a Diego- lo mío puede esperar, son negocios cosas que tienen tiempo –

_ bueno, después lo hablamos -me comenta Diego-

_ perdóname Joaquín –me dice ella en un doble sentido que interpreto-

_ no, no pasa nada, suerte –le comento al irme-

Diego

_ a tío te estaba buscando –antes de que Joaquín se fuera Delfina entra a mí despacho-

_ si, ¿Qué pasa?

_ me voy a lo de una amiga por un trabajo practico y por ahí vuelva algo tarde

_ ah ¿Dónde es?

_ no, es cerca, es en lo de Maga

_ ah okey, okey, bueno si no venís a comer mándame un mensaje

_ obvio gracias –se va pero la frena Joaquín-

_ te llevo –le propone-

_ no, está bien es a pocas cuadras, quiero caminar

Borja

Escuho el timbre desde mi pieza

Sin muchas ganas dejo de hacer mis cosas para atender la puerta, a unos metros antes de llegar vuelven a tocar

_ ¡ya va! –digo momentos antes de posar mi mano en el picaporte y abrir la puerta-

_ hola –del otro lado de la puerta estaba Delfina, abro la puerta y la veía arreglada, no para salir pero se veía linda, al verla noto que estaba nerviosa, su cara era de hacer algo que no tendría que estar haciendo-

_ hola –le devuelvo el saludo- ¿tu novio sabe que estás acá? Porque después le cuenta a Diego y me meto en problemas

_ no te preocupes por mi novio

_ ¿Qué pasó, lo pisó un tren? Eso sería interesante, o ¿lo mataste vos? Porque eso sería mucho más interesante

_ yo. . . –me decía mientras le costaba articular palabras- no sé que estoy haciendo acá. Lo que sí sé es que no tendría que estar acá

Joaquín

_ ¿así que te quedaba cerca y no querías que te traiga porque querías caminar? Sé perfectamente a quien viniste a ver –maldecía mientras subía las escaleras de los departamentos-

Cuando llego a su piso escucho los murmullos que se van haciendo más claros a medida que me voy acercando, antes de doblar, cruzo y los veo hablando en la puerta

_ lo que sí sé es que no tendría que estar acá –OBVIO, tendrías que estar en casa conmigo- pero no puedo evitarlo, cada vez que pienso en que tenemos que estar lejos, que es mejor separarnos, vos en tu vida y yo en la mía me duele. –se acerca un paso a el- no quiero estar lejos de tuyo por favor. Te necesito

Ninguno dice o hace nada, solo se quedan estáticos, parados en sus lugares sin moverse

Narrador común

_no me decís nada –le pregunta Delfina con miedo, con miedo de escuchar lo que Borja le responda. Mismo miedo que experimenta Joaquín a pocos metros de distancia. Por otra parte, Borja agacha la cabeza y apoya el brazo en el marco de la puerta- bueno, perdón. . . no me. . . – una mezcla entre vergüenza y miedo hicieron que diera media vuelta y se fuera. La tensión fue mucha para Delfina, necesitó toda la tarde para reunir fuerzas y pisar este edificio, fuerzas que sintió que perdía antes de tocar la puerta, pero de un modo que ella no logra explicar logró juntar valor y tocar timbre, y no sabía si era su orgullo o las ganas de verlo, pero no se iba a ir hasta verlo a los ojos y decirle toda clase de locuras que se le ocurrieron en el camino e iba apilando en su cabeza como si de una torre se tratara, misma que se derrumbó en el momento en el que Borja abrió la puerta

Pero antes de que Delfina diera el primer paso para irse Fue Borja que tomándola del brazo la empuja hacia el para evitar que se vaya y por primera vez en mucho tiempo vuelven a fundirse en un beso cargado de toda clase de diferentes emociones

Delfina no solo aceptó el beso que le estaban dando, lo anhelaba

No le tomo nada aceptarlo y seguirle el ritmo mientras enredaba ambas manos en el pelo de Borja mientras el apresaba su cintura con delicadeza entre sus brazos

Por otra parte, Joaquín miraba todo el espectáculo primero mudo pero mientras el beso se iba intensificando sus labios se abrieron lentamente unos escasos milímetros para largar el pesado aire que le provocaba esa escena

Por un segundo creyó que sus ojos le mentían, sequito los lentes de sol para ver la escena más claramente, pero por desgracia para el, sus ojos no mentían, ver a Delfina besando de semejante forma fue un golpe de agua helada para él, le besaba de una forma que jamás iba a experimentar, ella nunca lo había besado así

Una hora y media después

Borja

_ ya sé quemó la comida –me dice-

_ parece ¿no? –le respondo- parece también que fue tu culpa, no sé porque –le replico sonriendo-

_ no –responde tratando de no reírse- si vos me decías yo te soltaba –antes de que terminara de decirlo ya nos estábamos riendo despacio-

_ lo pensé en un momento, te lo iba a decir, pero después pensé "no sé, me da cosa pobre nena" –le digo en chiste-

_ ¿" pobre nena"? –me cuestiona mientras se reía-

_ ¿Cómo sigue ahora? –le pregunto y ella se pone seria captando mi pregunta-

_ no sé –responde con pesadez- no sé no hablemos de eso ahora. Creo que lo importante es que yo me haya dado cuenta de que no puedo estar lejos tuyo –sonreímos- bueno, me tengo que ir

_ lo sé –le di otro beso- ¿nos vemos mañana? –ella se queda muda por un segundo, pero no fue incomodo, estaba feliz solo que no se esperaba esa pregunta-

_ obvio –me responde y ambos nos levantamos del sofá – bueno me voy –decía mientras ambos caminábamos y llegamos a la puerta-

_ ¿hablamos? –le pregunto abriéndole la puerta-

_ si –me da un beso y se va-

Cuando cierro la puerta suspiro al mirar la cocina y ver que puedo rescatar de la cena, pero vuelven a tocar el timbre

Se debió olvidar algo

Camino y abro la puerta

_ ¿Qué te olvidaste?

_ perdona que no toqué el timbre antes –era Joaquín- no quería interrumpir, ¿la pasaron bien?

_ si –le respondo- la verdad que yo me imaginaba un montón de cosas tuyas, ahora que espíes detrás de la puerta no

_voyerista hoy no, los fines de semana. No hagas chistes, aléjate de Delfina porque se te van a ir las ganas de hacer chistes ¿okey?

_ mmh ¿sabes lo que pasa? –le respondo- me parece que estás acostumbrado a ser dueño de las cosas, Delfina no es propiedad de nadie, ni tuya ni mía

_ ¿sabes lo que pasa?, lo que me parece –se quita los lentes de sol y me mira a los ojos- es que vos no sabes quién soy yo ¡no sabes lo que soy capaz de hacer!, ¡Y NO QUERES SABERLO! –eso seguí hablando- ¡¿okey?! ¡aléjate de Delfina! –estaba enojado, sus ojos estaban abiertos de par en par y se lo veía furioso- ¿Qué pasa? No respondes, ¿sin un arma no sos tan guapo?

_ si, puede ser que sea más guapo, pero me das igual

_ ah no, vos te vas a alejar, ¡por el amor de dios que te vas a alejar! –me empuja y entra al departamento-

_ pero pará, si me seguís empujando te voy a noquear, vas a quedar inconsciente y ganas de mover un cuerpo no tengo

_ ¿ah sí? ¡dale! –se pone en guardia- vamos a darnos, vamos a darnos, vení dale, vení

Sin darle tiempo a nada y sin que lo espere cargo el puño rápido y lo golpeo haciendo que dé media vuelta y caiga contra el piso

_ uuh, uuuh –se quejaba mientras se levantaba, mierda, por poco- pará, pará, pará –decía mientras se llevaba una mano al mentón- se me salió una corona –mientras miraba al piso seguramente buscando la corona, se sobaba su mandíbula con una mano y con la otra se apoyaba en una de las sillas de la mesa-

_ ¿estás bien? –me acerco hasta él unos pasos-

_ ¡te fuiste al carajo! -agachado como está me da un golpe directo en la boca del estomago-

_ ¡uuuuuuuuuuuu –retrocedí unos pasos por el dolor y me arrodille- uuuuuuuuuu –me volví a parar y me volví a arrodillar un par de veces mientras hacía con las manos el símbolo de "alto" – uuuuuu-

_ ¿te di más abajo? –pregunta preocupado y yo le decía que "no" con las manos- ¿seguro?

_ uuuuh! –dije por fin terminándome de quejar del dolor

_ flexiona, flexiona ¿Qué pasa? ¡al final sos un blandito! ¿Qué pasa? ¡¿sin el arma no sos tan duro?!

_ no puedo respirar –le decía con la vos ahogada a la vez que me acercaba a él y me extendía los brazos para que los tome y me ayudaba a flexionar- flexiona las piernitas, dale, dale –lo suelto- te necesito recuperado

_ ya está, me parece que ya estoy –de nuevo y sin aviso corro hasta el tomándolo del cuello de la camisa y estrellándolo contra mi heladera, cuando lo suelto cae desmayado

No, me parece que me pasé eh

_ ¿Joaco? –lo llamo mientras con el pie lo voy pateando despacio en la rodilla para ver si reacciona, pero nada- dale, no jodas Joaco –hago otro intento y con el mismo pie le pateo despacito su mano, pero sigue sin reaccionar- ¿Joaco?

Sin pensarlo dos veces meto mis manos en sus bolsillos, tomo su billetera, me la guardo y comienzo a silbar, como si aquí no ha pasado nada salgo del departamento silbando inocentemente

Una hora después

Con la ayuda de Siro entramos al Departamento de Diego con Joaquín mientras lo cargábamos cada uno de un hombro

_ ¿Dónde lo dejamos?

_ acá –le decía riendo- dejémoslo acá en el pasillo, decimos que se calló de las escaleras, vení –dije mientras me lo quería llevar para las escaleras-

_ no, no, al sofá –me decía Siro-

_ no, dale, así queda más divertido

_ Haceme caso tengo experiencia deshaciéndome de cuerpos

_ bueno votemos –le digo- ¿Quién quiere dejarlo en el sofá? –Siro levanta la mano- ¿y quién en el piso? Levanto la mano yo, me percato y también levanto la de Joaquín-

_ ajajaja estuviste bien ahí –decía mientras se reía y comenzábamos a trasladarlo al sofá, Siro por las piernas y yo por los brazos-

_ ¡oh dios mío! –decía Siro quejándose de lo pesado que era mientras lo movíamos-

_ ajaja, ¿Qué redarán de comer? –le comento a Siro a la vez que lo dejábamos a Joaquín en el sofá-

_ escúchame una cosa –me comenta Siro mientras nos sentábamos en el sofá al lado del desmayado- ¿por qué se pelean?

_ ¡el empezó! ¿Qué hacemos acá? ¡vámonos!

_ pero mira si lo matabas, a esta hora don vito tiene el negocio serrado, íbamos a tener que tener el cuerpo toda la noche en el capó del auto y cremarlo a la mañana-

_ pero yo solo lo empujé y el dio la nuca contra el borde de la heladera

_ pero escúchame, tenés diecinueve años, sus un chico que va a la secundaria, tenés que ir de fiestas, alcalizarte, ¿en qué momento ocurrió toda esta transformación? –pregunta señalando a Joaquín que seguía desmayado- ¿en qué terminaste?

_ si, tenés razón –le digo acomodándome al lado de Joaquín que seguía acostado en el sofá- a veces siento que me traicionan los instintos

_ tendríamos que llevarlo a un hospital -.me dice- puede tener una conmoción cerebral

_ no tiene nada –le digo acariciándole el peinado a Joaco como si de un gato se tratara-

Rápidamente la mirada se nos transforma a ambos y nos miramos mutuamente al escuchar como alguien bajaba por las escaleras

_ bueno y lo podés hacer con poyo y con papas –comenzaba a hablar Siro- creo que son más o menos cuarenta minutos

_ buenas –decía Delfina Saludando, pero se congela al ver la situación- ¡¿Joaquín?!

_ ¡Taxi! –exclamó Siro mientras se iba rápidamente a la puerta-

_ ¿qué, en donde?!

_ te espero abajo –me decía y sé fue-

_ ¡quédate acá conmigo!

_ ¡no! –gritaba desde los pasillos del edificio-

_ ¡no seas puto!

_ ¿Borja que le pasó? –preguntaba Delfina preocupada mientras Joaquín poco a poco se iba poniendo de pie y se sacaba los lentes de sol que se los pusimos al revés-

_ emmm el empezó una, una... bravuconeada, de alguna manera y así terminó-

_ ¿Qué?, ¿vos le pegaste, estás loco? –lo mira que poco a poco iba recobrando los sentidos- ¿Mi amor? –ah ese incomodo momento cuando no sabes si finge en frente suyo, o si acabo de retroceder veinte pasos con ella- quédate tranquilo que estás en la casa de Diego, quédate tranquilo

_donde, donde... ¿Dónde? –comenzó a balbucear-

_ mírame, mírame –ella deja de fijarse como estaba para mirarme aterrada- ¿Qué le hiciste Borja? Estás loco

_ ¡nada! Yo solamente. . .-¿Qué mierda digo- yo solamente lo alejé de mí –le digo mientras con ambas manos hago como que voy empujando algo suavemente- y se dio la nuca contra el borde de la heladera

_ pero vos estás loco, ¿Cómo lo vas a empujar? ¡¿no te das cuenta de que no tenés limites Borja?!

_ ¡sí que tengo limites!, lo podría haber tirado por la ventana

_ ¡hay Borja ándate, deja de decir estupideces y ándate!, ¿mi amor estás bien?

_ ¿mi amor? –dos veces es mucho- ¿de verdad no querés que me quede? –pregunto sentándome con ellos en el sofá-

_ ¡ándate Borja! –lo dice de una forma en la que yo me levanto del sofá lo más rápido que puedo por el susto-

_ no me grites . . . –decía este tapándose el oído ya que tenía a delfina al lado-

_ ¿Dónde te pegó, donde te duele? –le pregunta ella preocupada-

_ Delfi cualquier cosa llámame, pago el medico yo –decía desde la puerta sacando la billetera, pero abro los ojos de golpe y vuelvo a esconder al darme cuenta que era la de Joaquín-

_ ¡ándate Borja ándate! –le hago caso y salgo por la puerta- 

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