Capítulo 55: Réquiem

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

_ Te perdono. –la escucho decirme de forma suave-

Yo... -escucho como comienza a reírse-

_ estás todo rojo –dice burlándose de mí-

_ ¿Cómo no iba a estarlo? Me tomaste de sorpresa –digo restándole importancia y aparentando como si no tuviese el rostro sonrojado- aun así, no sé si merezco que me perdones

_ pues es lo que siento. No sé qué será de nosotros estos tres días, pero hazme un favor. No te aísles –dice golpeándome el hombro, luego deja de mirarme para mirar la noche estrellada junto a mí- por cierto ¿Qué pensas hacer mañana?

El fin de una etapa.

Los capítulos de la vida tarde o temprano se cierran. Culminan en un punto para así dar el cierre a una historia

El Réquiem. Una oración, una carta dirigida hacia un ser querido el cual ya nunca volverá.

La muerte significa muchas cosas, y el cambio es una de ellas. No necesariamente la muerte profetiza nuestro fin. Sino más bien el fin de una etapa en nuestra historia, algo termina y da inicio hacia algo nuevo.

Esa es la lección que toca aprender hoy. Aprender a soltar y que el fin muchas veces marca un nuevo comienzo.

Así como lloramos, debemos aprender a soltar. Y todo inicia con un réquiem.

DanteGaran

Borja

Una enfermera había dicho que era una tradición "homenajear" a aquellos pacientes los cuales les dan el alta luego de salir de un coma. Dado lo poco frecuente que es presenciar un evento de esas características.

Desde que salimos del cuarto y recorrimos los pasillos, hasta que bajamos del ascensor guiado por un enfermero detrás de mí, quien empujaba la silla de ruedas en la que era llevado, podía sentir las miradas alegres del personal del hospital.

Al llegar a la planta baja y siendo dirigido a la salida fui recibido por una pequeña algarabía y aplausos nuevamente por el personal del hospital y alguna que otra personal la cual veía la escena y quería unirse a la vez que era escoltado por personal de seguridad contratado por Diego.

La atención, los aplausos, todo eso estaba bien salvo por un detalle. No me interesaba. de hecho, mientras ellos hacían su tradicional festejo, mi cabeza estaba dispersa, ajena a lo que sucedía a mi alrededor y concentrada en otra cosa.

Desde que desperté no volví a ver a Diego. Cuando dijo que se iría a avisar que había despertado no volví a verlo.

Por un lado, lo entendí. No hace mucho se cometió una masacre dentro de la empresa, tiene mucho trabajo, muchas declaraciones que dar, aun así, esperaba saber algo de él.

El enfermero me dejó en la puerta del hospital se marchó, Siro quien me estaba esperando a la salida, quiso colocarse detrás mío y empujar por mí la silla de ruedas hasta llegar al auto. Cosa que no le permití

_ yo puedo –le digo frenando la silla sujetándola de sus ruedas impidiéndole avanzar y poniéndome de pie-

_ ¿seguro? –pregunta preocupado, colocándome una mano en el torso al verme poniéndome de pie, como si tuviese miedo de que algo me pase por intentar caminar por mi cuenta

_ estoy bien, Siro. –le digo mirándolo en un tono serio en señal de advertencia a la vez que retiro su mano de mí y comienzo a caminar hacia el auto-

_ solo quería ayudar

_ ¿queres ayudar? Cómprate un asado de cerdo que me estoy muriendo de hambre. En serio la comida de hospital es una mierda

_ ahora nos mandamos una parrillada –dice en un tono cómplice- ¿invitas vos?

_ es increíble la movilización que hizo Diego –digo prestando atención a los hombres de seguridad que nos encerraban en un círculo mientras caminábamos hacia el auto-

_ ah como cambias de tema cuando te conviene, basura. Si, la idea es prevenir que te vuelvan a disparar por eso armamos todo esto

Cristian

El plan era empacar rápido, armar las valijas de prisa, pero a medida que iba doblando y guardando la ropa, a medida que iba llenando y acomodando cada caja me fue cada vez más difícil no sentir nostalgia. Después de todo esta es la casa en la que crecí.

Cada pasillo, cada habitación, cada pared traen consigo historias, recuerdos que van apareciendo conforme mi mirada se posa sobre cada rincón de la casa. Mi casa.

Esta nostalgia bañada con tristeza me hizo replantearme por un minuto que estaba haciendo, ¿por qué lo hacía?

Por un instante quise acabar con todo y echarme atrás. Pero luego comprendí que ya no se podía, que lo hecho, hecho está y que todo lo que me ataba acá... lo que una vez fue, ya no volverá a ser lo de antes

Prefiero empezar de cero en otro sitio a quedarme y vivir con este odio. Definitivamente no pensaba terminar como él.

O esa era mi justificación, mi impulso a continuar con esto. Pero al fin y al cabo conocía cual era la verdad

_ soy un cobarde –me dije a mí mismo. Aceptándolo-

Dante

Respiré profundo. Los repentinos nervios hicieron que mis manos temblasen.

Intenté serenar mi mente y relajarme. Inhalé y exhalé aire y finalmente crucé la puerta entrando a mi salón de clases. Al ver a mis compañeros interactuar entre sí, siendo solo un día más para ellos se me hizo raro, hasta incluso delirante el ver como sus vidas funcionaban con naturalidad. Incluso llegue a sentir algo de envidia.

Llegue al fondo del salón donde los cuatro estaban conversando. Me ven acercarme y detienen su conversación mirándome con una mezcla de sorpresa y alegría en sus rostros al verme tras una semana de ausencia.

Alex, Max y Santiago se alegran por verme. Por otro lado, la mirada de Taña era la que más curiosidad me daba, pero a su vez la que más quería evitar.

_ volviste. –la escucho decir, mirándome de forma irresoluta. Por un lado, se alegraba al igual que el resto de mi regreso. Y por el otro, estaba todo lo que había pasado entre nosotros haciéndola dudar si sonreír o no. Dando como resultado una sonrisa a medias, una mueca difícil de descifrar-

_ volví –le dije mirándola con la misma expresión contrariada. Queriendo sonreír, pero siendo incapaz de hacerlo plenamente-

(...)

_ entonces yo recuerdo cómo es que nos habían dado ese proyecto grupal sobre Europa. Alex y yo teníamos hecha nuestra parte, y solo faltaba que vos y Taña entreguen la suya –al recordar eso, tanto Taña como yo hicimos lo que pudimos con tal de disimular una sonrisa culposa- y este señor –dijo apuntándome con el dedo- cada vez que yo le preguntaba si había o no terminado su parte me decía siempre "si, si, ya la término" o "me falta poco". El domingo a la tarde, me escribe para preguntarme que era lo que él tenía que hacer, "¿Cuál tema me tocaba hacer?" a horas de entregar el trabajo. Se entregaba el lunes, no sé si recuerdan

_ ¿pero hice mi parte o no hice mi parte? –pregunte entre las risas de fondo de parte de Max, Alex y Taña-

_ si, a último momento, era nuestro turno de exponer y seguías escribiendo.

_ pero lo hice, nos sacamos la mejor nota y todo, si demoré tanto es porque hice las cosas bien

_ no, no mientas. Demoraste tanto porque te la pasaste con ella –dijo señalando a Taña- ¿Qué, estaban a los besos? Porque tenían la cabeza en la estratosfera más o menos. No se enteraban de nada

Ese comentario si bien no lo dijo con mala intención, generó un poco de incomodidad, haciendo que todos nos callemos en un eterno silencio que duró unos pocos segundos aproximadamente

_ no, en esa época aun no habíamos empezado a salir –dijo Taña siendo la primera en romper el silencio- aunque me parece que él ya me tenía ganas –dijo sonriendo provocando en mí una mezcla de culpa y complicidad-

_ según tengo entendido, vos me tenías ganas a mí –le respondí con el mismo tono cómplice, alegando que todo estaba bien-

_ ¡¿Yo?! –exclama con ambas manos- vos eras el que siempre quería salir a todos lados conmigo

_ y vos la que siempre aceptaba que saliéramos a todos lados –le respondí con la misma sonrisa, generando en ella otra sonrisa, una un poco más avergonzada-

_ ¿ósea que ambos experimentaban un cortejo entre sí, y esperaban a ver quién daba el primer paso mientras se hacían el amor con la mirada? -tanto Taña como yo giramos el cuello y miramos a Alex con la nariz arrugada y los rostros un tanto fruncidos- ... perdón. –dijo a la vez que el color subía a su rostro-

En eso el profesor entraba al salón de clases dando así inicio a las primeras dos horas de clase.

_ uy se me hace tarde –dice Taña poniéndose de pie y despidiéndose rápido a la vez que tomaba a Max del brazo y lo arrastraba con ella para volver a su salón de clases-

_ yo aún no quiero irme –le decía Max agarrándose de cualquier objeto aferrándose a él con fuerza-

_ sos mi maldito compañero, así que vamos –le replica tomándolo con fuerza y obligándolo a que lo acompañe- nos vemos chicos –se despide y nosotros hicimos lo mismo salvo por Alex quien solo miraba absorto la puerta de salida. Para cualquiera que viera esto diría "¿en qué estará pensando?" pero para los que lo conocemos y más ahora con la noticia de que los Vítale se van del país...- ella odia las despedidas –le dice a Alex con suavidad, como si estuviese caminando sobre terreno delgado y supiera que tiene que elegir sus palabras con detenimiento- ella es más de los finales felices, Alex. No te enojes con ella, en el fondo sigue siendo una niña. Lo siento. –con esas palabras ella y Max se van de nuestro salón de clases para volver al suyo-

(...)

Narrador normal

_ bueno. Últimos Días de clases chicos, yo sé que están cansados, pero es el último tramo. El último esfuerzo. Tengo los exámenes finales corregidos. El que aprobó y le da el promedio pues felicidades, el que no, nos vamos a seguir viendo en diciembre

Con estas palabras el profesor comenzó a llamar uno por uno a sus estudiantes para entregarles el examen final. Por supuesto hubo un enorme incremento de alumnos aprobados no solo en este curso sino en casi todos los cursos de la escuela. Y no, no se debe a una epidemia de estudios y responsabilidad. Este fenómeno tiene nombre y apellido y se llama "Borja Funes" o más bien sus secuaces. Quienes días antes de la temporada de exámenes finales y aconsejados por Borja) consiguieron las respuestas ya sea robando las preguntas a los mismos profesores o yendo a otras escuelas donde estos profesores daban clases y comprando los exámenes ya corregidos a alumnos con excelentes promedios y calificaciones.

Por supuesto que había excepciones, y alumnos como Alex o Dante no recurrieron a esa táctica. Ya sea por sentido de la moral o porque no necesitaban hacer ese gasto ya que, en el caso de Dante, aprobaba sin la necesidad de estudiar.

Cuando llamaron a Dante, el profesor le devolvió su examen con una calificación perfecta. Un 10

Y cuando llamaron a Alex, el profesor le da su examen y al mirarlo se sorprende enormemente. Pues su calificación era de 9.5, lo que para muchos sería una enorme alegría ya que es una calificación casi perfecta, para Alex era casi un insulto el que le hayan restado esas cinco décimas a su examen.

Quedándose de pie en su lugar y leyendo sus respuestas llega a la conclusión de que hubo un error y el examen estaba perfecto, tanto en caligrafía, gramática y por supuesto en calidad respuestas, dando respuestas detalladas y no muy extensas, salvo cuando era necesario. Un examen excelente en pocas palabras

_ profesor. Me parece que cometió un error –explica Alex poniéndose de frente a su profesor y siendo cortes al expresarse- revisé mi examen y está perfecto, sin embargo, me puso 9.5

_ felicidades Alex –le responde el hombre de mediana edad sin prestarle mucha atención, mayormente preocupado por terminar de devolver los exámenes-

_ es que no entiendo, ¿por qué me puso una nota inferior a la que merezco? Revíselo –le pide ofreciéndole su examen de nuevo- no hay error

_ Alex –dice el profesor mirándolo a los ojos con expresión cansada, queriendo deshacerse de él lo más rápido posible- el año que viene vas a empezar la universidad, ahí vas a entender que es otro mundo prácticamente. Los profesores casi nunca ponen diez ni siquiera cuando los exámenes son perfectos, es más, si le caes mal a un profesor te bajan la nota apropósito. Así funciona el mundo, es mejor que lo vayas aprendiendo ahora. Volve a tu asiento

Al escuchar estas palabras, Alex sintió recorrerle muchas emociones al mismo tiempo. Ira, enojo, confusión, impotencia, entre otras. Lo que para muchos esto terminaría imaginando múltiples escenarios de desgracias colectivas a su profesor, cada una más sangrienta y morbosa que la anterior. Para Alex (quien aún debía aprender a controlar sus emociones)

Sin decir nada, Alex se queda parado justo en frente de su profesor. Antes de que este último tenga la oportunidad de repetirle que regrese a su asiento, Alex golpea en la cara a su mentor empujándolo contra la pared del mismo golpe

No conforme con eso, y queriendo descargar todas sus emociones vuelve a arremeter contra el hombre tomándolo del cuello para sujetarlo mientras que con su mano libre vuelve a golpearlo una y otra vez, de forma consecutiva

_ ¡Pero a Dante le pusiste un 10! ¡A el si le pusiste un diez! –repetía mientras continuaba golpeándolo- ¡Vos sos un hijo de mil putas, mientras estas acá, en tu casa se viven cogiendo a tu mujer, pedazo de prostituta que encima los llama a cinco nigerianos y se la cogen en tu lado de la cama! ¡Forro hijo de la gran puta!

_ permiso, me llevo a un loco –exclama Santiago tomando a Alex del brazo y se lo lleva del salón cerrando la puerta del salón de clases y tras caminar unos metros se detiene brutamente y lo obliga a mirarlo a los ojos- ¿Qué carajo pasó? –Alex quien todavía seguía agitado no respondía, ante esto Santiago da un cachetazo a su amigo que casi le vuela los anteojos obligándolo a que lo mire- ¡¿Qué carajo pasó ahí dentro?!

_ ¡Me desaprobó a propósito!

_ ¡¿Y por eso lo ibas a matar?!

_ ¡Me lo dijo, dijo que fue a propósito, obvio que lo voy a matar! ¡Lo voy a acogotar, lo voy a degollar!

¡No, No, No! Escúchame, en situaciones así es mejor dejar las cosas como están. Podes quejarte, pero no tenés pruebas así que mejor deja todo como está... en situaciones así mejor usa tu voz interior

_ ¿voz interior?

_ sí, es lo que usamos para evitar justamente esto. Intentémoslo de nuevo... supongamos que soy el profesor y te puse en el examen un... 7 ¿Cómo lo resolverías?

_ ¡Te voy a pisar las piernas con el auto! ¡Luego te voy a clavar anzuelos en los ojos y... atar la tanza al parachoques trasero y ahí te voy a arrastrar por toda la escuela!

_ ... okey, es un buen primer intento... Alex ¿de dónde sacaste todo eso?

_ de los reality shows de la tele

_ no, mejor no mires eso, mira lo que te hace, mejor mira... no sé, Discobry kids, Disney, algo así

En eso, la puerta del salón de clases se abre violentamente, y de ahí sale el profesor buscando a Alex y cuando lo ve, lo mira a los ojos con una isa asesina. A simple vista el estado del maestro no era tan grave, solo tenía un ojo y el pómulo rojo/inflamándose y el labio partido. Si bien la ira tiene la capacidad de dar una enorme fuerza, Alex no es alguien que haga ejercicio físico o alguien que se mueva mucho, sino, el profesor pudo terminar mucho peor

_ ¿le pido perdón? –pregunta Alex sintiendo un escalofrío al verlo-

_ después... ¡Ahora corre!

Mientras tanto en otro sitio.

Borja volvía a su departamento, de hecho, no pudo siquiera terminar de meter su llave dentro de la cerradura cuando la puerta se abrió repentinamente dejando ver a una Delfina muy feliz por verlo

Tanto así que lo primero que hizo fue abrazarlo fuertemente cuando escuchó que la puerta estaba por abrirse

Debido a la herida que aún estaba curándose, a Borja le agarra un ligero respingón producto del dolor al sentir el cuerpo de Delfina presionarse contra su abdomen en la zona de la herida, seguido de un quejido que hizo reaccionar a Delfina casi de inmediato

_ ¡Perdón, perdón! –se disculpó ella apenada por lo que hizo-

_ no pasa nada –le responde con una voz tranquila, para calmarla- ¿Cómo estás?, ¿estás bien? –le pregunta preocupado debido a su ausencia de una semana, pues pese a la seguridad que Diego había metido en el edificio, le inquietaba la idea de que Delfina haya estado tanto tiempo sola ya que el sentía como si fuese una regla inquebrantable el cuidarla-

_ si, estoy bien, estoy genial. ¿vos cómo estás? –pregunta preocupada. Borja al verla no pudo evitar tomarla con ambas manos y abrazarla para después soltar una respiración de alivio. Delfina por su lado y algo confundida al principio comienza a disfrutar del abrazo conforme los segundos pasaban, llegando a acoplar sus brazos alrededor del cuerpo de su novio con cuidado de no lastimarlo. De esa forma ambos se funden en un abrazo brindándoles tranquilidad y seguridad a ambos, sobre todo a Delfina ya que después de verlo en una cama de hospital y conectado a múltiples máquinas y aparatos, el poder tenerlo y abrazarlo una semana después significo quizás la mayor de las alegrías en ese momento

(...)

_ ah no te conté –le dijo mientras ambos veían la tele sentados en el sofá cambiando los canales buscando algo para ver- hay comida en la heladera así que esta noche no va a hacer falta cocinar

_ ah cocinaste vos... ¿no hizo falta llamar a los bomberos? –le preguntó fingiendo poner cara de preocupado-

_ ¡Que malo que sos! –le responde dándole un ligero golpe en el hombro mientras sonreía. Mientras Borja reía levemente, Delfina por un segundo le vino nuevamente la imagen de Borja en aquella cama de hospital, y la comparó con el momento que acababan de vivir. Riendo, haciéndose algún que otro comentario en forma de broma. Conviviendo. Fue ahí que entendía lo importante que era el para su vida, y el terror que podía significar perderlo. Delfina acaricio su rostro, haciéndole un pequeño mimo con sus dedos para mirarlo a los ojos y decirle- Te amo. –desde el fondo de su corazón-

En ese momento Borja sintió un pinchazo en el pecho. Un dolor agridulce que lo atravesaba. Por un lado, se alegraba de oír esas palabras y por el otro, no pudo evitar visualizar a Helena diciéndole esas mismas palabas. Él sabía que estaba haciendo mal, pero la cabeza y el corazón muchas veces van en sentidos contrarios. Por un segundo quiso ocultar esta mentira por más tiempo, no encontrando las palabras adecuadas e hiriéndola. Ese era su mayor miedo.

Pero por el otro lado no pudo evitar pensar en Dante y en como una mentira terminó destruyendo la relación que tenía con Taña. Él sabía que esto iba a ser complicado y muy doloroso de explicar, pero al mismo tiempo sabía que iba a ser mejor decírselo directamente y que no se enterase por terceros o escuchando una conversación. Después de todo ¿Cuánto tiempo más iba a ser capaz de sostener la mentira?

_ Delfi... -comenzó como pudo- me parece que vos y yo... -luego se retractó, no era la mejor manera de empezar, ¿Cómo debería decírselo? ¿despacio o diciéndolo rápido? - hay algo que me gustaría discutir y-

_ un segundo –le pide Delfina al escuchar el tono de llamada personalizado- es mí tío –le dijo mientras atendía el teléfono- hola... sí, estoy con el... no, no está conmigo, está en el baño... si, le voy a decir que se tiene que cambiar el vendaje...bueno no digo que vos se lo dijiste –Delfina busca la mirada de Borja y le sonríe- sí, de eso no te preocupes tenemos comida, cociné yo... no, no quemé nada ¡¿Por qué todo el mundo dice eso?! ¡Salió rico! Bueno... también te quiero. Si, después hablamos, a vos también. Besos –luego Delfina cuelga la llamada-

_ ¿así que estoy en el baño? –le pregunta siguiéndole la corriente-

_ vos sabes como es. No le gusta demostrar nada. Se preocupa por vos

_ raro, teniendo en cuenta que desde que desperté no lo vi más. Si quería saber cómo estaba ¿por qué no me llamó?

_ por ahí estaba ocupado, tiene mucho trabajo, no sé. Acordate de lo que pasó en la empresa ese tiroteo que hubo. Él tiene que poner la cara y responder por todo eso. Aparte él no es muy demostrativo.

_ si, hoy pensé en algo parecido...

_ bueno ¿Qué ibas a contarme? Que te interrumpí

_ que... por las dudas mejor pidamos delivery, no vaya a ser cosa que mi primer día en casa sea el ultimo

_ ¡¿por qué sos así?! Primero probalo y después podés decirme algo

_ pasa que ya te conocemos. ¿Qué hiciste?

_ pollo

_ ah ahí cagaste conmigo. Yo soy muy crítico con el pollo

_ ¿sabes que voy a hacer? Los vos a secuestrar a vos y a Diego y hasta que no se terminen el plato no los voy a soltar

_ ¡No, No! Por favor mátanos ya mismo –le pedía juntando ambas manos como si rezara-

_ ya mismo te voy trayendo la primer cucharada –le dice en tono desafiante levantándose del sofá y yendo a la cocina-

_ y nadie volvió a ver a Borja... -si bien el valor que había juntado al principio para decirle la verdad, era suficiente, este desapareció y fue incapaz de decirle la verdad-

Mientras tanto Diego se encontraba en su oficina terminando de acomodar su agenda para meter la mayor cantidad de eventos posibles en el día. Frustrado por tener que posponer varios para la semana siguiente y no poder acomodar todo en el mismo día, suspira mientras se echa para atrás reclinando el asiento de su oficina

_ ¿día de perros? –comenta Joaquín apareciendo de la nada delante suyo-

_ joaco –le responde con una sonrisa- pasa, sentate –él sonríe y hace caso, cerrando la puerta tras de si- estoy acomodando un par de cosas, nada más –dice para luego cambiar de tema- no sabía que estabas en la ciudad

_ quise sorprenderte. Escúchame te veo la cara y me doy cuenta que queres distraerte... corrijo. Necesitas distraerte

_ no, tengo un día muy ocupado, pero me encantaría

_ escúchame ¿Qué tenes que hacer en la noche?

_ cena con el embajador de Croacia. Si todo sale como planeo, me puede meter en un negocio, bastante lucrativo, jugoso podría decir

_ ¿y después?

_ es lo que estoy viendo, si puedo hacer espacio puedo... no sé, es que todo llevaría más tiempo del que pienso también... pero puede pasar que todo se resuelva más rápido y.... pueda hacer un hueco para otra cosa, todo es muy importante y no me alcanza el tiempo

_ escúchame vengo a tirare un salvavidas y nunca mejor dicho. Hace unos días me crucé con un magnate, estuvimos charlando, pegamos buena onda y me pidió que lo visite hoy en su yate de esos que tienen tres pisos, bueno este es más grande, venite conmigo, distráete

_ si, por ahí tenes razón, que se yo –dice Diego no muy convencido- aun así, me da lástima –menciona mirando su agenda sabiendo que no le alcanzaba el día y que tenía que posponer cosas-

_ pensé que Sebastián se encargaba de las decisiones difíciles –le dice con una sonrisa-

_ esta vez no. Necesitaba acomodar esto yo, que conozco mis tiempos... esta agenda es como un tetris, si no va todo bien acomodado la torre...-

_ ¿sabes cuál es tu problema? –le dice Joaquín mirándolo con media sonrisa, intentando trasmitir que había entrado en su cabeza y le había descifrado la mente- que no sabes soltar las cosas. Todo lo que haces tiene que estar echo a tu modo, el modo correcto

_ como debe ser –le responde con una media sonrisa Diego también-

_ el problema es que sos uno solo, Diego. Tenes que aprender a soltar... es más, una vez un amigo de mi padre cuando me gradué fue a mi graduación, me felicito y me dijo algo que hasta ahora no se me olvida, me dijo que hay veces en donde los cambios son buenos. Cosas que no planeamos, que nos sorprenden, que nos golpean. Al principio vamos a estar... hasta las rodillas de mierda –ambos sonríen debido a la frase- perdón por el lenguaje escatológico, pero no hay mejor forma de describirlo. Vamos a estar hasta las rodillas de mierda, pero vamos a ponernos de pie y vamos a encontrar una solución. Y vos sos ese tipo de persona, que cuando ocurre un problema siempre encuentra una solución y la toma, por más dura que sea –Diego sonríe ante las palabras de su amigo- por eso llegaste a donde llegaste, desocupa esta noche, te lo mereces, date el gusto

_ si, ¿sabes que tenes razón? Cuando tenes razón, tenes razón.

Al recordar ese día, esas palabras más específicamente Diego da un sorbo a su bebida no para olvidar lo que una vez creyó que fue su mejor amigo, sino para suavizar la angustia que le provocaban esos recuerdos hasta que el sonido de un par de golpes sobre la puerta lo devuelven a su realidad

_ pasa Siro –dice dejando el vaso vacío sobre el escritorio-

_ permiso –dice Siro abriendo la puerta y entrando al estudio- revisé las cercanías de la cuadra, Paula está negociando con un informante metido en el adulterio de identidad –a lo que Diego mira a Siro con cara confundida- la adulteración de datos quise decir, esa cosa para cambiarse la identidad

_ está bien Siro, si, te entendí

_ bueno, eso. No hay pistas ni nada sobre Joaquín

_ sigan buscándolo.

_ no es por mandarlo al frente con recursos humanos, pero llevamos trabajando 18 horas casi –Siro sonríe pero Diego le devuelve una mirada seria- me llegan informes de los departamentos cada 45 minutos, Delfina y Borja están bien

_ bien. Seguime informando.

_ ah otra cosa ¿Cuánto tiempo vamos a seguir así? Usted sabe que me encanta tener licencia para matar niños, hombres y ancianos, lo disfruto como un nene cada vez que los remato con un tiro en la cabeza, me calma, me desestresa... ¿recuerda ese restaurante cuando una nena le metió la mano en el saco y pensó que no nos dimos cuenta?

_ le llevaba rosas cada domingo...

_ si, suplicó fuerte me acuerdo... bueno disfruto mi trabajo, pero también está mi vida fuera de mi trabajo, por ejemplo, la semana que viene cumple años Fran, mi nena, siete cumple y quería saber más o menos cuanto tiempo me desocupo

_ acá hay algo que no estás entendiendo –le aclara Diego mirándolo atentamente- esto no es un "hoy trabajo y mañana tengo el día libre" acá estás cuidándote la vida, te recuerdo que o matas o te matan, a vos y a tus seres querido, por tu bien aparece lo menos posible en tu casa. Es la única forma de protegerla. Si la queres haceme caso

_ ¿eso le dijo a Borja? –su sola mención fue sorpresiva y helada, como un balde de agua fría- hoy preguntó por usted, tuve que decir que no sabía nada. Le doy un consejo yo...-

_ te pago para que trabajes, no para que me des consejos. Ahora trabaja

_ sí, soy tu empleado, pero también soy tu amigo, Diego –Siro busco la mirada de Diego y solo encontró frialdad- aunque a estas alturas no te lo debería aclarar.

_ hace seis años que te pago un sueldo para que enfundes un arma y la desenfundes cuando haga falta. No sos mi amigo

_ Diego quizás crean que soy tonto, que tonga aire en la cabeza o... no sé qué opinan sobre mí, pero me doy cuenta de algunas cosas. Por más que trates de alejarnos, Joaquín ya sabe que te importamos. No solo yo y Borja, sino Sebastián, Delfina... ya es tarde para hacer esto

_ cuando todo esto termine vas a recibir una bonita indemnización por tus servicios

_ no, Diego, vasta –le pedía Siro conociendo el significado de esas palabras-

_ y Sebastián también. Borja va a ir a la universidad. Ustedes por fin se van a retirar y yo voy a levantar mi empresa. Cada uno va a continuar con sus vidas, lo más pacífico que se pueda. Ahora volve a trabajar

_ siempre haces lo mismo, queres solucionar todos los problemas vos solo y todo lo queres hacer a tu modo –dice Siro un tanto decepcionado. Mira a Diego por última vez y se va de su estudio-

_ porque es el modo correcto –menciona mirando la puerta, donde estaba parado Siro hace unos instantes-

Unas horas después

Delfina

_ hola Joaco –lo saludo mientras estiro mi mano hacia el control remoto y bajo el volumen de la tele para escucharlo mejor- ¿Qué haces?

*hola bonita ¿Cómo que hacías? –pregunta mientras pongo el teléfono en altavoz-

_ nada, viendo si encuentro algo para mirar... te escucho raro ¿puede ser?

*ah debe ser el aparatito que compré. No te conté me parece, últimamente vengo teniendo acosadores o algo así, no sé

_ ¿acosadores? –le pregunto con una mezcla de preocupación y sin terminar de creérmelo, pensando que puede tratarse de una broma suya-

*si, últimamente vengo notando que me andan buscando, me llegaron a interferir el teléfono me parece. Este aparatito evita que me escuchen, en su lugar escuchan ruido blanco, igual a como si le subieras el volumen a un canal sin señal

_ es muy serio lo que me estás contando, no me asustes ¿Qué pasó?

_ no, no tenes nada de qué preocuparte. Un negocio que tenía planeado hace un tiempo con un socio. El negocio nos salió mal a mi socio lo tuve que... retirar, pobre y ahora andan un poquito enojados conmigo. Todo un mal entendido que espero que se resuelva pronto. Nada de qué preocuparse

_ yo no puedo creer que me cuentes esto con tanta naturalidad. Primero te peleaste con Diego y ahora me venís con esto. Una vida de espías la tuya

_ más bien el juego del gato y el ratón le llamaría. ¿hoy le daban el alta a Borja? Me contaste

_ si, ya llegó a casa por suerte –le cuento sonriendo- está mejor de lo que pensábamos. Por suerte camina y todo, no necesita que lo ayuden. Es más, hace un rato salió con Siro a una revisión medica

*¿ósea que estás sola en casa?

_ por un rato. Me pone feliz verlo bien, te juro que me mataba verlo en el hospital

*si, me imagino. ¿dijiste que puede caminar como si nada?

_ si, por suerte

*¿y puede pelear? –menciona sonriendo, no lo veía, pero se le notaba en la voz-

_ no seas tonto, llega a pelear y lo mato

*te puedo asegurar que yo lo mato

_ no se –le digo bromeando- no es por nada, pero yo apuesto por el

*me duele profundamente lo que me estás diciendo –ambos comenzamos a reírnos un poco- ¿ni un poco de fe me tenes? Te recuerdo que acaba de salir del hospital, un poco de fe me tengo, aparte estoy haciendo algo de ejercicio

_ no digas eso, ya sé que no te cae bien pero que se yo no está bueno que hagas esos chistes

* tengo que aprovechar cada ventaja. No ya en serio, no es por justificarme Delfi, pero el empezó. Pero no hablemos de eso mejor, pero contame ¿Cómo está Diego? ¿sigue pensando que soy un monstruo?

_ si, casi nunca lo veo y cuando lo hago me recuerda que si recibo una llamada tuya te cuelgue y que le avise. Yo no sé hasta cuanto más van a seguir así, son amigos, por ahí si hablo con el...

*no creo, vos lo conoces, si se le mete algo en la cabeza es muy difícil sacárselo

_ si, tenes razón. Pero apúrense con la reconciliación que desde que quisieron robar a Borja, Diego está paranoico, me parece que contrató gente para que nos cuide a Borja y a mí en el edificio algo así como guardaespaldas

*me parece que estas exagerando

_ ¡No, te lo juro! Cada vez que salgo, siento que no me apartan la mirada, me doy vuelta para verlos y actúan como si nada. Me siento perseguida todo el tiempo

*¿y quiénes son estos supuestos guardaespaldas? Para hacerme una imagen mental quiero decir. ¿Cuántos son?, ¿alguna descripción de ellos que te acuerdes?

_ no sé, menos Helena sospecho de todo el mundo

*¿Helena? –pregunta Joaquín confundido- ¿Quién es, una vecina?

_algo así si –respondo con algo de pesadez ya que ahora tengo que hablar de ella- te resumo la historia. Ex novia de Borja, parece que aún no lo olvida, incluso lo fue a ver al hospital

*no, yo no quiero creer que sea tan hijo de puta de... pero puede ser, es Borja, no nos olvidemos

_ sí, no quiero hablar de ella mejor. Cambiemos de tema

Narrador común

Después de un día de estrés, tenciones y nervios donde por más que buscase, era imposible encontrar la aguja en el pajar. Diego Becker apagó las luces de su estudio, cerró la puerta y se encamino escaleras arriba hacia su habitación

Al llegar y prender la luz y cerrar la puerta, mira al frente y ve una figura sentada a los pies de su cama esperándolo.

_ quítate la ropa y dime que me amas –Dice una voz la cual Diego identifica como Borja causando en Diego un profundo susto los primeros segundos, pero al ver de quien se trataba y al escucharlo reír, empezó a formarse una gran cólera en su interior- soy Joaquín y busco venganza, jajajaja... ¿Qué haces man? ¿todo bien?

_ ¿Cómo entraste? –pregunto luego de suspirar todo el aire que pudo-

_ por la puerta –responde como si nada-

_ ¡Ay te hablo en serio!

_ ¡Yo también! ¡¿Qué queres que te diga?! "me teletrasporté"

_ ¡Saber a lo que me refiero! Hay guardias hasta debajo de la cama ¿Cómo entraste sin que me dé cuenta? –Exclamó Diego exigiendo saber, sin embargo y lejos de mostrar una reacción, Borja caminó unos pasos hacia la cama de Diego y se agachó mirando debajo de ella- era en sentido figurado, no seas estúpido

_ no, con vos nunca se sabe –responde Borja sonriéndole- escúchame estoy hace casi media hora entre las sombras esperando a que llegues ¿habrá algo para tomar? Tengo sed

_ voy a pedirle a Martina que te traiga un vaso con agua –contesta Diego tras unos segundos se estar mirando a Borja en silencio-

_ no, prefiero un exprimido con las naranjas que vi en la frutera. Y ya que estás pedile a Martina el flan casero que hay en la heladera, al lado de la sandía, y que le añadan dulce de leche. Me gusta darme gustos –luego ve con la seriedad con la que Diego lo mira. Borja hace un esfuerzo sobrehumano para no reírse en ese momento- si, abrí la heladera cuando llegué, lo dedié un poco cuando llegué –dice haciendo un gesto con dos dedos- ... que feas palabras que elegí, lo que quise decir es que le metí los dedos y me lo llevé a la boca... no, ahora la empeoré ¿puedo empezar de nuevo?

_ ¡Te entendí! Quédate tranquilo que te entendí... -le dice arrugando la nariz y llevándose una mano al puente de la misma- lo que no entiendo es como hiciste para meterte sin que me diera cuenta

_ ya te dije, por la puerta. Tu seguridad me vio y no me dijo nada y soborné a Martina para que hiciese lo mismo

_ ¿Cuánto le pagaste?

_ mil pesos

_ no se vende por tan poco

_ es verdad, tuve que ser más persuasivo –reconoce Borja sacado su pistola y enseñándosela a Diego- le dije "siempre me pregunté si el rumor ese de que los implantes detienen las balas eran ciertos" –le dice a Diego apuntándole a su pecho para luego guardar su arma- te estaba esperando hoy, cuando me dieron el alta

_ estaba ocupado, te recuerdo que no estoy de vacaciones, hay un loco que nos quiere matar

_ créeme que lo sé –le dice subiéndose la remera para mostrarle su abdomen con vendajes- cuando desperté dijiste que ibas a avisar a los médicos que había despertado. Después de eso no te volví a ver. Estás raro

_ tendrías que estar en cama descansando. No acá haciendo cuestionamientos estúpidos.

_ no, lo estúpido seria preguntarle a Delfina como estoy en lugar de llamarme y preguntármelo vos mismo –le dice callándole la boca a Diego pues le había atacado con algo que borja no se supone que sabría- no me digas que me estas apartando de esto, sé que era tu amigo y con todo el respeto, pero le voy a vaciar mi cargador en la frente

_ vos sos un loco de mierda –le dice mirándolo a los ojos, asombrado por la crudeza de sus palabras y con la frialdad con las que las dice, sin dudar o titubear-

_ si, puede que tengas razón... en realidad la tenes –le dice mirándolo a los ojos- pero, el, mató a Rocío, me secuestró y te tiroteo la empresa. Si yo soy un loco de mierda ¿el qué es?

_ ya mataste a alguien, te lo recuerdo

_ ellos empezaron

_ y vos lo terminaste

_ ¿preferías que lo terminen ellos?

_ hubiese preferido que no te hayas tenido que manchar las manos. Solo tenés diecinueve años

_ por si te lo preguntas, no, no me arrepiento. Y lo volvería a hacer. ¿Qué pasa? "perdón 'Papá' por haber sido un niño rebelde" –mencionó eso último en un tono sarcástico burlándose de la situación-

_ ¡No soy tu padre! Y vos no sos mi hijo –dijo advirtiéndole mirándolo a los ojos y sin apartarle la mirada, mirándolo seriamente-

_ parece que di en un nervio –dice mirándolo más calmado a diferencia de Diego-

_ no, nada de nervios. Escúchame bien y aclaremos esto de una vez por todas: no soy tu padre y tampoco soy un remplazo de él. Si seguiste viviendo conmigo fue únicamente por la apuesta que perdí. Nada más, tampoco tengo porque verte a la salida del hospital luego de que te hayan dado el alta, lo que te pasó fue horrible pero también tengo una vida, ¡Tenía una vida antes de vos, de Joaquín, de todo esto! Y cuando todo termine la voy a recuperar, y vos y yo vamos a tomar caminos separados. ¿Qué te pensas? ¿Qué porque sentí lastima de vos íbamos a ser amigos para siempre? Solo sos el hijo... del mayor hijo de puta que pudo haber existido. Si te permití llegar tan lejos es porque me convenía tenerte cerca. Nada más

Luego de lo que dijo, Borja desvió la mirada un segundo y asintió con la cabeza un par de veces. Subio la cabeza volviendo a mirar para adelante y lo miró a los ojos y le dijo

_ te equivocaste en algo. Para mí... "Papá" significa una mala palabra casi. Así que nunca te vi como como uno. Porque eras mejor que eso. Matemos a Joaquín y cada cual para su casa

_ digamos que solo fuimos un feo recuerdo en la vida del otro –le responde Diego decidido-

_ ¿Cuál recuerdo?, ¿y vos quien sos? –le responde serio para luego sonreír y marcharse dejando a Diego solo en su cuarto-

Al día siguiente

Taña

_ ¿así que hoy tampoco vas a venir? –le pregunto asomándome a su cuarto y viéndola acostada en su cama con el pelo tapándole el rostro-

_ sería un desperdicio de mi tiempo. Deberías empacar. Nos vamos en un par de días

_ hoy pensaba empezar con la ropa. Preguntó por vos, bueno no lo hizo, pero se le nota. Al menos despediste como corresponde

_ ya lo hice... -me responde algo cabizbaja, poniéndose boca arriba en la cama y estirándose-

_ eso no es una despedida, Bianca. Eso es un hierro caliente con tu nombre. Sé que también estás sufriendo. Pero tu dolor no quita el suyo

_ tu más que nadie debería entenderme Sorella. Deberías ser tú la que esté en la cama deprimida

_ ¿si lo estuviera, te haría sentir menos sola? –tras esa pregunta, Bianca sonríe y comienza a asentir burlándose de la seriedad del momento, contagiándome una diminuta sonrisa por un segundo- ya no sos la misma niña que molestaba a las niñas mayores y corría detrás de mí cuando te perseguían en manada. Ya sos casi una adulta y es tiempo de que tomes tus propias decisiones. Y decidas lo que decidas lo voy a respetar, por más que sea la decisión equivocada

_ ¿por qué lo perdonaste, Sorella? Jugó contigo. Jugó todo el año contigo y aun así lo perdonas. Lo ves todos los días, ríes con él y sus amigos ¿Cómo haces?

_ también son mis amigos. –le respondo calmada, camino hacia ella y me siento a un costado de la cama junto a ella para continuar- él fue mi primer amigo al llegar acá. Ahora sé que se acercó a mí por la apuesta, pero en su defensa antes de que me cayera bien, quería golpearlo en la cara, todo el tiempo. No quiero que pienses que lo perdoné porque no tengo amor propio o algo parecido –dije recordando las palabras de Cristian- simplemente quiero... perdonarlo. Irme de acá sin pendientes, sin rencores. Sé que el enojo no me va a durar toda la vida y sé que algún día me voy a arrepentir por no hacer lo que estoy haciendo ahora. Quiero perdonarlo para algún día poder perdonarme a mí misma

_ pero... ¿por qué tendrías que perdonarte? ¿Qué hiciste mal? Él fue quien se equivocó, no tú

_ ambos cometimos errores. Al igual que él, hice cosas de las cuales no estoy orgullosa. Irme sin rencores... al menos quisiera eso

_ ¿y... todavía sientes algo por él? Quiero decir ¿aún lo quieres? –aquella pregunta me dejó desarmada, iba a responder con un rotundo "No" pero las palabras no salían de mi boca-

_ no lo sé... -le respondo sincerándome con ella- y me da miedo averiguarlo. Intenté odiarlo, pero no pude. Y eso me enoja porque motivos no me faltan, pero... no puedo. Quizás aún estoy enojada pero no lo odio. Creo que una parte de mí aun lo quiere. Pero da igual todo eso considerando que en dos días...

_ "nos vamos."

_ exacto –le respondo tras ver como completó mi frase-

_ por eso no puedo ver a Alex. Tengo quizás mil palabras para decirle, pero si lo veo solo me sentiría peor

_ bueno, algún día vas a tener que sacar todo eso de dentro. Y cuando lo hagas te vas a sentir peor por no decírselo en su momento, cuando tenías tiempo.

_ nunca fui de pensar a futuro, soy más de las que viven el hoy

_ por eso papá y mamma siempre me prefirieron a mí –tras decir eso, Bianca sonríe y me empuja con la mano al mismo tiempo que me pongo de pie- se me hace tarde. Nos vemos en unas horas –digo y comienzo a caminar hacia la puerta-

_ sorella –me detengo al escucharla llamarme, volteo a verla esperando lo que sea que tenga que decir-

_ dile que lo quiero. Y que algún día espero volver –al escucharla pedirme ese favor en un tono tan suplicante, casi vacilo a su petición-

_ No. –le respondo mirándola a los ojos- díselo tú misma–pese a su decepción decido dar media vuelta y marcharme-

(...)

Dante

_ ¿te digo algo? –me dice Taña a la vez que observo como se acerca a mí y deteniéndose al quedar frente a frente- no creí que volveríamos a hacer esto

_ hay que celebrar tus últimos dos días –le digo encendiendo la moto al a vez que ella camina al asiento de copiloto y se sube detrás de mí-

_ seguís siendo bueno para convencerme –cuando la escucho decirme eso, mi reacción natural seria alegrarme. Solo que lo dijo en una forma que... es como si se recriminara por dejarse convencer-

_ bueno, mínimo te debo esto. Que tus últimos días acá no sean solo momentos emotivos o palabras de despedida

_ bien dicho –sin tener nada más para decir, decido arrancar dejando atrás el estacionamiento de la escuela-

(...)

_ aclaremos algo –me dice mientras caminábamos- esto no es una cita ni nada que se le parezca ¿capichi?

_ no hace falta que me lo recuerdes, yo sugerí la idea, ¿o que, esto te parece una cita? –dije decidiendo contraatacar-

_ te golpearía en este instante de no ser por el hecho de que estamos en público. Es más, tomé una decisión. Voy a ser una perra con vos

_ ¡Taña estamos en público! –digo fingiendo asombro y recato al mismo tiempo que veo como sus ojos se abren de par en par dándose cuenta de que lo que dijo se puede mal interpretar- nunca dije que no, creo que hay un hotel cerca –como resultado ella me golpea casi rompiéndome el brazo- *¡Auuu! * ¿Qué pasó con eso de en público no?

_ nunca te lo mereciste tanto como hasta ahora. Lo que quise decir es que voy a actuar como una maldita hasta que comience a divertirme. Va a ser mi paga por la semanita que decidiste quedarte en casa. Empezando ahora –tomando algo de su bolsillo me estampa su palma en el pecho con tanta fuerza que me hace retroceder y soltar un ligero quejido de dolor. Cuando retira su mano me doy cuenta de que me dio un billete- tengo sed, cómprame algo

_ okey creo que es justo, podría ser peor

_ lo es, tomé el billete de tu billetera –como si fuera un instinto, llevo mi mano hasta mi bolsillo trasero y siento que efectivamente me falta la billetera, cuando levanto la mirada noto como la arroja obligándome a atraparla en el aire- y si no me gusta, te voy a obligar a comprarme otra cosa

_ quizás me vaya y te deje esperando

_ no te arriesgues.

(...)

_ no creo que haya sido tan así –me dice ella negando efusivamente-

_ de hecho fue peor, estuve esperando casi hora y media a que llegaras. Cuando llegaste solo dijiste "me olvidé mirar la hora"

_ nunca soy tan despistada

_ no perdes la cabeza porque la tenés pegada al cuello –en ese momento un chico pasa al lado nuestro y le sonríe a Taña que lejos de ofenderse, se vuelve la sonrisa y le guiña el ojo-

_ te dije que iba a ser una maldita –dice sonriéndome disfrutando de mi reacción- oh mira, viene para acá, me pregunto qué va a pasar

_ posiblemente el peor error de su vida

_ oh no me digas que te pusiste celoso

_ de hecho estoy preocupado por el

_ shh acá viene-

_ hola –dice saludándola exclusivamente a ella ignorándome por completo a mí- ¿te estás aburriendo? –dice refiriéndome a mí, pero ignorándome por completo-

_ mmh no sabría que decirte –le responde Taña mirándome de reojo y disfrutando de la situación- me da miedo ser cruel

_ de hecho, está conmigo –digo poniéndome delante suyo y por primera vez el me mira a los ojos, con mala cara por supuesto haciéndose el malo, agrandándose queriendo demostrar algo delante de Taña-

_ no me digas que este salame es tu novio –dice mirándome de arriba abajo para al final clavarme la mirada en los ojos-

_ no –responde Taña con media sonrisa- de hecho, es mi hermanito, es gay

_ es verdad –digo siguiéndole el juego para su asombro- ¿queres a mi hermana? –digo poniéndole una mano al hombro (la cual quita inmediatamente) y mirándole con ojos coquetos- vas a tener que pagar la cuota... papi –al momento en el que intenta empujarme, me adelanto y me coloco cerca de su oído- no te lo recomiendo. Piensa dos veces, con lo mierda que se volvió el mundo ¿en serio vas a golpear a un gay? Solo hace falta tocarme un pelo para que tu foto sea puesta en todos los rincones al lado de la palabra "homofóbico", soy intocable... "papi" –digo tirándole un beso mientras escucho como Taña ahoga una carcajada- ahora hacenos un favor y ándate por la sombrita antes de que esa piel acaramelada se queme, rápido, rápido –sin dejar de mirarme con claras intenciones asesinas, da media vuelta y se va-

A lo que Taña comienza reírse descaradamente

_ ¿" piel acaramelada"? –dijo volviéndose a reír-

_ te salió el tiro por la culata. Seguí tirando, tengo más trucos en la galera

_ ¿y cuando se te acaben?

_ seguirán los ases en las mangas

_ okey, me divertiste. Subiste un nivel

_ ¿quiere decir que ya no soy tu hermanito gay?

_ mmh no, ahora solo sos mi hermano

_ a ver qué tan rápido esto se vuelve incesto –provoco otra risa de su parte-

_ dijimos que no era una cita, no lo olvides

_ pensé que dijimos que también era bueno convenciendo

_ es todo, volviste a ser gay

_ cerrémoslo en bi

_ no.

(...)

_ ¿"sala de escape"? –pregunto leyendo el cartel de la atracción- suena divertido

_ ¿qué tenes, catorce años? –pregunta alzando una ceja-

_ no me vas a arruinar esto, maldita –y antes de que me insulte- no dije nada incorrecto, esas fueron tus palabras "voy a ser una maldita" –y al decir esto ella se queda callada-

_ okey –dice levantando ambas manos- a ver de qué forma te puedo arruinar esto

_ solo diviértete, no seas amargada

(...)

_ bien. Chicos les voy a ir explicando las reglas –explicó el hombre que administraba el juego- ustedes van a quedar encerrados en una habitación por sesenta minutos y lo que tienen que hacer es salir antes de ese tiempo. Van a tener un cronometro en la habitación con cuenta regresiva. ¿Cuál es el objetivo y que tienen que hacer dentro de la sala? Inspeccionando los elementos dentro de la sala van a ir descubriendo pistas para ir resolviendo enigmas ¿se entendió el concepto? –ambos asentimos- bien. Toda sala de escape tiene una historia. ¿ustedes son pareja? –pregunta mirándonos y ambos por un segundo quedamos cayados sin saber que decir-

_ hermanos –dice Taña-

_ si y yo soy de sexo dudoso –digo como pequeña broma interna que solo nosotros dos entendemos... Taña contuvo su risa, pero creo que acabo de quedar mal con el hombre este-

_ bien. Ustedes tienen un amigo en común que se va a casar y los invitó a la boda que se va a celebrar en un hotel cinco estrellas en donde van a estar encerrados. Ustedes se despiertan y no saben que está pasando.

_ no sería la primera vez que nos pasa...

_ tuvieron una noche loca, la fiesta de despedida de solteros se salió un poco de control, fuiste a despertar a tu hermano porque él es el padrino, pero no te diste cuanta y cerraste la puerta cuando entraste a su cuarto y no está la llave. El tiempo que tienen para poder salir a la planta baja antes de que empiece la boda. una hora

Entramos a la habitación y era totalmente oscura. Una vez que ingresamos, la puerta detrás nuestro se cierra siendo el cronometro iluminado con una luz roja, nuestra única fuente de luz

Y hablando de ello, una vez que la puerta se cerró el cronometro comenzó a contar hacia atrás

_ bueno de acá no salimos nunca más –la escucho decir-

_ primero que nada hay que buscar una luz

_ ¿se puede prender algo de acá?

_ bueno, es un hotel así que... -mientras conversaba iba tanteando los costados de las paredes hasta que con mi mano siento la tecla de plástico en la pared y cuando la presiono las luces del cuarto de hotel se iluminan- se hizo la luz

_ ah esto es peor que mi cuarto –cuando por fin pudimos ver el interior del cuarto de hotel nos encontramos con una cama sin sabanas llena de ropa, el piso también lleno de ropa. Un televisor roto con la pantalla partida, supongo yo producto de la supuesta fiesta de anoche que hubo en el cuarto- ¿entonces como salimos?

_ hay que buscar claves, pero la pregunta es ¿Qué estamos buscando?

(...)

Pasaron diez minutos y ya habíamos dado vuelta la habitación revisando cada cosa que podíamos

_ hasta calzoncillos hay tirados... -digo viendo la ropa desparramada-

Habían pasado quince minutos desde que empezó el juego

_ bueno yo ya me rendí –dice Taña mientras se acuesta en la cama- te deseo suerte

_ ¿tan rápido? –digo para acto seguido arronjarle un calzoncillo a la cara-

_ ¡Enfermo de mierda! –grito poniéndose de pie y arrojarme ese mismo calzoncillo a la cara mientras intentaba no descolocarme de la risa-

_ y hay más municiones de donde esa vino –digo mostrándole toda la ropa que había tirada-

_ okey a la mierda, salgamos de esto rápido –se pone de pie y se aproxima a la valija- ¿ya revisaste la valija?

_ de arriba abajo

_ no me digas –dice sin apartar la vista de la valija- ¿y este candado no te pareció sospechoso? –aquella frase llama mi atención y cuando levanto la mirada noto como me muestra que uno de los compartimientos de la valija estaba cerrado con un candado- no te das cuenta de que tenes cabeza solo porque la tenes pegada

_ ¿y eso que significa?

_ no sé, vos empezaste

_ okey entonces hay que abrir el candado, seguramente hay una pista por acá, voy a revisar los baños

_ no hace falta –dijo acercando su oreja al candado, al finarme bien era un candado numérico el cual no se abre hasta que coloques la combinación en orden correcto-

_ ¿vas a abrir un candado numérico? Hay literalmente infinitas combinaciones y posibilidades

_ mamma y papá siempre escondían los regalos de navidad y cumpleaños de Bianca y de mí porque todos los años los buscábamos. Cuando se les acabaron las ideas de donde esconder los regalos, comenzaron a esconderlos en distintos muebles de la casa con candado. Teníamos decenas de muebles ubicados en una casa grande, encontrar muebles correctos era lo difícil, abrir el candado era la parte fácil

_eso explica muchas cosas

_ shhh. Con los años Bianca y yo aprendimos algo interesante de estos candados y es que cuando un numero en la combinación cae en el orden correcto, el sonido del numero al girar es diferente al resto. Solo hay que saber escuchar

_ okey lo reconozco esto es genial... solo no te acerques a mi casa

_ oh ya es tarde para eso –dice sonriendo al mismo tiempo que abre el candado- bingo.

Cuando quita el candado y abre el cierre de la valija al meter la mano dentro, nos topamos con una llave

_ ¿y esto que abre?

_ parecería ser la llave de una puerta. –teniendo eso en mente comenzamos a tantear todas las puertas del cuarto de hotel hasta que encontramos una que estaba cerrada, colocamos la llave en el picaporte y esta entraba perfectamente, cuando abrimos la puerta nos encontramos con otro cuarto que estaba al lado del primero, este cuarto era como el anterior solo que mucho más ordenado y limpio y tenía decoración extra-

_ así que nuestro "amigo" rico no solo nos invitó a su boda, sino que nos engañó y el cuarto lujoso se lo llevó el. ¿no te hace acordar a alguien?

_ no me lo imagino casándose –le digo pensando en Borja siendo el único amigo rico que tengo-

_ es verdad... ¿y vos? –suelta esa pregunta como si nada, sorprendiéndome un poco-

_ ... ¿te digo la verdad? hace unos meses te hubiera dicho que sí (cuando era su novio) ahora no tengo idea

_ bueno hace un año pensaba que me iba a casar con Alessandro, pero ahora... el tiempo dirá

Fue ahí que me di cuenta de algo clave, un pensamiento que mi mente bloqueo, pero al mismo tiempo era algo tan lógico... cuando ella vuelva a Italia conocerá a alguien, quizás conozca a varios, pero eventualmente elegirá a alguien y un día quizás no muy lejano pasaré a ser solo alguien de quien se acuerde una vez cada tanto, y luego alguien que ya no recuerde.

Saberlo duele, un trago amargo en el pecho. Aun me cuesta asimilarlo, de hecho me costaba imaginarme una vida sin ella, por más ridículo o cliché que suene, estaba tan acostumbrado a ella y lo importante que era en mi vida que ya no recuerdo como era mi vida hace un año atrás, cuando no la conocía.

_ la vida no es lo que uno piensa –dije al aire- Está llena de cambios

_ touché...

_ solo... terminemos con esto y volvamos a casa

_ ¿Qué? –pregunta incrédula- pensé que la idea era divertirnos como amigos

_ solo míranos Taña, ¿en serio podemos ser amigos?

_ te conocí alguna que otra amiga. No le veo el problema

_ es diferente, no siento nada por ellas

_ ¿y Sara? –preguntó cruzándose de brazos-

_ ¿en serio me vas a echar en cara algo que pasó cuando tenía catorce?

_ ¡Bueno, no sé, no sé qué pensar! ¿en serio no saliste con nadie cuando salias conmigo?

_ ¿en serio pensas eso de mí? –le pregunto indignado, pero sobre todo sorprendido- lo mismo llegaste a pensar de Helena y al final te hiciste una película que no era

_ eso era distinto, me refiero al principio, cuando comenzábamos lo nuestro

_ ¿Qué tiene que ver? ¡¿Por qué lo haría?!

_ ¡Porque no te interesaba! ¡Porque yo solo era la apuesta! –intenté responder, pero solo me quedé callado, impactado por aquellas palabras- ¿alguna vez me quisiste o solo...? Mejor no quiero saber

_ al principio... te veía como alguien insoportable y egocéntrica

_ ¡Dije que no quiero saber!

_ pero conforme pasaba el tiempo-

_ ¡Dante no quiero!

_ de los dos yo fui el primero en enamorarse –tras decir aquello ambos quedamos en silencio. Habían pasado veinticinco minutos desde que nos encerraron en esa habitación-

(...)

Pasaron los minutos y nadie decía nada, de hecho, ninguno se atrevía a hablar con el otro

Únicamente nos quedamos en diferentes esquinas sin decir nada

_ ¿Cómo sabes? –de los dos ella fue la primera en romper el silencio-

_ ¿Qué cosa?

_ que fuiste el primero en enamorarte

_ no sé –fue lo único que pude decir- solo sé que me gustabas antes de que comenzáramos a salir

_ primero decís que te enamoraste y ahora que te gustaba...

_ ¿Qué tanto te tiene que gustar alguien para que se considere amor?

_ no sé... -respondió cabizbaja-

_ sonamos como la peor pareja del mundo –a ambos nos dio algo de gracia ese comentario así que nos reímos un poco, no demasiado-

_ ey no nos fue tan mal –dice con media sonrisa- sabias respetar quien tenía los pantalones, eso me gustaba

_ y vos sabias quien los tenía en la cama –dije mirándola pícaramente esperando una reacción- aunque en realidad con vos nunca duraban demasiado

_ sos un estúpido –dijo ahogando una pequeña risa, queriendo enojarse, pero siendo incapaz de ello-

_ ¿en verdad tenes que irte? –pregunté mirándola a los ojos-

_ Dante...

_ nada de "Dante" ¿Qué es lo que vos queres, Taña? -iba a responderme, pero al momento de abrir la boca se detuvo antes de pronunciar una palabra. Se mantuvo callada quien sabe cuánto tiempo, los segundos me parecían minutos. Hasta que por fin me miró a los ojos y pronuncio-

_ quiero olvidarme de todo lo que sufrí. Dudo que alguna vez pueda olvidar lo que pasó, pero si voy a olvidar el dolor. Con el tiempo, quizás. Aunque no quiera irme

_ no sé si algún día voy a ser capaz de olvidarte –dije sintiendo como mi nariz picaba por dentro y una lagrima intentaba asomarse-

_ yo tampoco –admite mirándome con los ojos vidriosos- pero dicen que el tiempo cura todo, aunque pase tan lento...

_ "el tiempo lo cura todo" –digo repitiendo sus palabras con escepticismo- esto es tan cliché. No somos los primeros en sufrir por amor, y tampoco vamos a ser los últimos... aun así ¿Por qué se siente como si el mundo se fuera a acabar mañana?

_ mamma diría... que hay cosas más en el mundo, la hambruna, por ejemplo. ¿sabes que digo yo? El sufrimiento ajeno no quita el nuestro

_ si todos pudiéramos sentir el sufrimiento de los demás, todos se hubieran quitado la vida hace tiempo

_ amen a eso... -luego me mira y pregunta- ¿por qué nos quejábamos de esto?

_ porque es patético llorar por amor cuando hay cosas peores

_ cierto... ¿y qué hacemos ahora?

_ por el momento salir de acá –digo mirando el cronometro- nos quedan veinticinco minutos-

_ buen punto –dice poniéndose de pie- ¿Qué es esta habitación?

_ bueno –digo poniéndome de pie- parece ser la habitación más lujosa que la nuestra. Lo primero que hay que hacer es recorrerla y ver que encontramos

Y así hicimos, recorrimos el baño, con ducha escocesa y un jacuzzi, amplios espejos y todo muy bien decorado, la única desventaja es que como era una recreación de un hotel de lujo, no había agua. Eso quita inmersividad si me lo preguntan

Luego el dormitorio principal, una cama ancha de dos plazas con sus respectivas sabanas y destendida, como si alguien acabase de pasar la noche en ella, placares con ropa y valijas bien ordenadas, obviamente las revisamos, pero no iba a funcionar el mismo truco dos veces

Luego la cocina, todo parece perfectamente ordenado, al abrir la heladera todo estaba repleto de comida, bueno más o menos... había fotos de comida simulando ser comida

_ esto no vale lo que pagamos –dice cerrando la heladera- tráeme la foto de un jugo, tengo sed.

Por último, el living donde encontramos algunas fotos familiares en marcos. Ahí había fotos de lo que podíamos identificar como los futuros marido y mujer y sus familias

_ esto tiene que ser una pista de algo –le digo mirando las fotos- la pregunta es de que –el sonido de una puerta queriéndose abrir me distrae, al mirar en dirección al ruido la veo a Taña forzando una cerradura- otra puerta vacía, parece ser la salida

_ hace falta una llave –le digo- ¿Dónde guardarías una llave en un cuarto de hotel?

_ los llaveros estaban vacíos

_ por supuesto que lo están...

_ ... cuando mamma era invitada a los desfiles de moda, todos nos quedábamos en cuartos de hoteles... -dice pensando- por la decoración este tiene que ser un hotel de cuatro o cinco estrellas –dice y me sonríe al mismo tiempo que se iba caminando, por supuesto comencé a seguirla y ella continuaba hablando- en los cuartos de hoteles en los que yo me hospedaba, casi todos ellos compartían algo en común –dice yendo nuevamente al dormitorio y dirigiéndose al placar. Lo abre al retirar uno de los cajones vemos que estaba escondido- una caja fuerte

Estiro mi mano e intento abrirla, pero estaba cerrada

_ cerrada –le digo mientras la inspecciono- parece que es real

_ de todas las cosas justo esta tenía que ser real ¿no podían poner una foto de una caja fuerte y un cartel que diga "no me abra"-

Era pequeña pero hermética, una típica caja de seguridad estándar en los hoteles

(...)

Habían pasado cuarentaicinco minutos desde que nos encerraron, solo nos quedaban quince minutos y ya habíamos recorrido toda la casa en busca de pistas

_ ¿revisaste el baño?

_ si –le respondí-

_ ¿los estantes?, ¿las alfombras?, ¿debajo de la cama?

_ si, si y sí. En ese orden

_ ¿el armario?

_ también –digo comenzando a hartarme- revise todo. Solo nos quedan catorce minutos y cuarenta segundos. ¿revisaste la ropa de los armarios?

_ si –responde ella con el mismo tono de fastidio que yo-

_ ¿los bolsillos también? –vuelvo a insistir-

_ que sí

_ ¿todos?

_ ¡Que sí...! Bueno. Me desesperé a la mitad y me fui a la sala

Sin decir nada entonces me dirigí al armario y comencé a buscar en el ropero bolsillo por bolsillo hasta que vi algo que llamó mi atención. Una bolsa negra muy bien ubicada casi al final del ropero colgada en una percha. Cuando la retiro, me doy cuenta de lo que es y la tiro sobre la cama. Abro la bolsa y se trataba de un traje de gala.

_ ¿Qué haces? –pregunta viéndome registrar los bolsillos del pantalón-

_ esto simula ser una situación realista ¿no? Es el cuarto del novio entonces este tiene que ser el traje con el que se va a casar, o el repuesto por lo menos... entonces –del bolsillo interno del saco siento algo, un papel, lo retiro y me encuentro con una carta escrita a puño y letra

_ ¿Qué dice? –pregunta acercándose a mí queriendo ver-

_ "querida mercedes. Nos conocemos desde los siete años. Jamás olvidaré el día que gracias a nuestros padres nos conocimos. Así como tampoco olvidaré el día que nos volvimos inseparables. Mi rival, mi cómplice y mi amiga. Fuimos dos desconocidos que un día se encontraron, dos amigos que después se enamoraron y dos almas que un treintaiuno de marzo se unificaron. Recuerdo que dijiste que tu mayor deseo era llegar a las bodas de plata como tus padres, yo digo que ¿Por qué ponerle fecha al amor? Un 'hasta que la muerte nos separe' es muy poco para nosotros. Te amo" estos son sus votos matrimoniales

_ no lo eligió por su "talento" para escribir, eso te lo juro

_ quizás no, pero creo que lo resolví –digo sonriendo- ¿Cuál fue la primera fecha que mencionó en la carta? "dos almas que un treinteno de marzo se unificaron" –dije acercándome a la caja fuerte y poner- 31-3... ¿Qué sigue?

_ "bodas de plata"

_ ¿cada cuánto es eso? Ahora entiendo porque nos quitaron los celulares

_ después de cumplir veinticinco años de casados. Las de mis padres fue el año pasado

_ siempre me parecido raro. Se ven muy jóvenes ara llevar veinticinco años de casados

_ cuando ellos tenían mi edad ya estaban casados –responde como si nada- sí, somos algo conservadores

_ bodas de plata, veinticinco años... papá y mamá se separaron mucho antes que eso. En fin –digo colocando el ultimo numero- y 25 –presiono el botón y contraseña incorrecta- tan cerca...

_ recuerda que ellos querían superar a la boda de plata. ¿Qué fecha crees que sería cuando eso pase? –así estira su mano y coloca- 31-3-2047 –presiona el botón y se puede escuchar como la caja fuerte se destraba-

_ sos una genia –digo abriendo la caja fuerte-

En su interior pudimos encontrar enormes fajos de billetes, obviamente falsos, y un juego de llaves

_ ¡Las llaves, las llaves! –grita Taña- ¿Cuánto nos queda? –mira el reloj antes de que pueda decir algo- ¡Vamos! –grita tomándome de la mano y obligándome a correr hacia la salida con ella-

Al llagar a la puerta agarramos una de las dos llaves y la colocamos en la cerradura y la puerta se abrió, cuando creíamos que habíamos llegado al final, del otro lado de la puerta nos esperaba una recreación del pasillo de un hotel, con puertas a los demás costados simulando ser otras habitaciones

_ ¿Cuándo termina esto? –dijo ella mirando hacia las demás puertas-

_ ¿Qué te parece en el cartel color verde que dice "salida" –digo apuntándoselo-

_ oh... verdad –exclama mirándolo-

_ ¡Vamos! –esta vez soy yo el que la toma de la mano mientras corremos a la salida-

Al abrir la puerta nos encontramos con un pasillo junto al hotel donde había un ascensor

_ esta tiene que ser la salida –digo apretando el botón y las puertas se abren- ah no te la puedo creer soy el mejor –al entrar al ascensor pudimos ver un cartel que decía "fuera de servicio"- ¡Ah me estás jodiendo!

_ por ahí... -presiona el botón que nos llevaría a la planta baja y nada, el tablero no tenía electricidad-

_ ah no seas hijo de puta –exclama Taña presionando el botón una y otra vez-

(...)

Al final estuvimos varios minutos esperando a que el ascensor funcionara. Una vez que nos rendimos volvimos a la habitación a esperar a que la cuenta regresiva llegase a cero

_ tan cerca –digo cerrando la puerta y dejando el juego de llaves en el llavero-

_ ey estuvo bueno de todas formas, fue entretenido –dice intentando animarme-

_ si, fue entretenido. Pero cuando estás tan cerca de ganar, este tipo de cosas duelen más –digo mirando el cronometro. Cinco minutos-

_ en la licorería hay una botella de licor –dice apuntando la pequeña puerta en frente nuestro- quizás nos la cobren, pero al carajo

Al abrir la pequeña puerta me encuentro con la botella, la tomo del cuello junto a dos vasos mientras comienzo a desenroscar la tapa. Me llevo el pico a la nariz y lo huelo

Sonrío mirándola a los ojos y le digo

_ jugo de manzana –haciendo que ella también sonría-

_ ni para eso... -igualmente sirvo un poco en cada vaso- por el buen momento –dice antes de brindar

_ por los buenos recuerdos –le digo-

_ por los buenos recuerdos... -ambos nos tomamos el "licor" de un trago y dejamos el vaso en la mesa- bueno estoy ebria, ahora solo quiero recostarme en la cama y voy a ser como la abuela...eso es triste

_ ¿es en serio? –digo con media sonrisa-

_ deberías verla en navidad. Soy italiana no lo olvides –como consecuencia una diminuta sonrisa se dejó ver en mi rostro mientras ella se marchaba-

Comencé a dejar el licor donde estaba y antes de irme con ella observé los estantes junto a la bodega, eran todos muebles iguales salvo por uno el cual tenía una cerradura, intenté abrirlo pero no hubo caso

_ ¿vas a venir o no? –pregunta desde el dormitorio-

_ Taña ¿notaste que esta puerta tenía cerradura?

_ ¿Cuál?

_ la que está junto a la del licor –tras unos segundos de silencio ella responde-

_ busqué la llave, pero no la encontré –dice asomándose como si nada- ¿todavía queresa seguir? No estoy de humor para ponerme a buscar una llave

_ no vamos a buscar una llave –le digo sonriendo y tomando el juego de llaves que había en la caja fuerte y encelándoselas- porque ya lo hicimos

Sin decir nada ella se acerca a la pequeña puerta junto a mí observando el par de llaves que tomé del llavero

_ la primera llave abría la puerta del cuarto –dije señalando el pasillo- por ende, la segunda... -al meter la llave, esta encajó perfectamente en la cerradura, cuando la giré a la izquierda escuché como la puerta se destrabó y comencé a abrirla-

_ lo tuvimos en frente todo este tiempo –abrimos la pequeña puerta y encontramos algo que parecía ser un uniforme

_ ¿y esto? –pregunta Taña tomando el uniforme-

_ un overol de conserje ¿no? –digo mirándolo, al revisar un bolsillo encontramos algo curioso-

¿Qué es? –pregunta sosteniendo la pieza metálica-

_ una llave allen –le respondo mirándola, cuando veo nuevamente dentro de la pequeña puerta me encuentro un libro algo grueso, al tomarlo siento que casi se me detiene el corazón al leerlo- "manual de mantenimiento del ascensor"

Ambos nos miramos entre nosotros y luego miramos el cronometro. Cinco minutos

Aun con la última esperanza corrimos nuevamente hacia el ascensor. Abrimos la puerta del cuarto y corrimos hacia el pasillo, cuando llegamos el ascensor seguía abierto de par en par

_ ¿Cómo se abre esto? –pregunta Taña refiriéndose al tablero- hay cierto, que idiota –dice metiendo el dedo en el pequeño agujero donde iría la llave allen. Mete la llave y comienza a dar vuelta el tornillo retirándolo, cuando lo toma, una tapa del tablero se abre dejando ver lo que parecían pinzas pasa corrientes de distintos colores, todas desconectadas- ¡El manual!

_ ¡Qué hijos de puta! –digo abriendo el manual y mostrándole que hay como quinientas páginas- van a estar en la luna de miel cuando terminemos esto

_ ¡No, no, saltéate hojas!

_ ¿Qué?

_ es obvio que esto no es un ascensor de verdad, es el manual de un ascensor de verdad, pero en algún lado debe estar el instructivo de como funciona esta replica. Mira están las instrucciones en alemán

_ es verdad... mierda, las instrucciones en español están mal fotocopiadas, voy a tener que leerlas en chileno... ¿la wea? ¡¿Qué carajo es eso?!

_ ¡Concéntrate que quedan tres minutos!

_ ¡Bueno, bueno! –digo pasando páginas y páginas, por más que pasábamos página todo era lo mismo, estaba incluso pensando que es un verdadero manual de instrucciones, pero casi al final del manual aparece un instructivo con las mismas pinzas que las que había en el tablero

_ ¡Ahí, ahí! –exclama casi gritándome en el oído-

_ ¡Ya lo vi! –digo viendo el instructivo- dice "primero conectar el cable a tierra"

_ ¿Cuál es el cable a tierra? Tiene que haber otro manual, seguí buscando –cuando estaba por pasar página la detengo-

_ es el marrón –le digo conectando la pinza marrón en el lugar que iba-

_ ¿Cómo sabes?

_ cierto sos del primer mundo, cuando era chico la cosa era arriesgarte con los enchufes o llamar a un electricista y comer arroz hasta llegar a fin de mes... claro que una vez mezclamos los polos, arruinamos el circuito eléctrico y tuvimos que empeñar la casa, el auto... se nos acaba el tiempo, otro día te deprimo

_ "luego conectar el positivo y el negativo sin que se toquen"

_ de haber tenido este manual ese día... -dije mientras unía la pinza roja y la pinza azul que simulaban ser cables, cuando las conecto, el tablero del ascensor de ilumina- jodeme que ya está

Taña sin pensárselo oprime el botón de planta baja y el ascensor cierra sus puertas

_ ¡Si! / ¡Si! –exclamamos al mismo tiempo antes de abrazarnos. Cuando nos soltamos ambos nos quedamos mirando al otro. Creo que hablo por los dos cuando digo que teníamos las mismas intenciones, pero ninguno se animaba por respeto al otro

Al final fui yo el que dio el primer paso, acercándome unos centímetros. Al ver que no me rechazaba continúe y cuando estábamos por besarnos, las puertas del ascensor se abren dejándonos a poco más de un par de milímetro uno del otro, llegando a sentir el calor que emanaban sus labios

Obviamente no era un ascensor de verdad así que solo tuvimos que esperar a que el encargado del juego abriera la puerta de la primera habitación para entrar, recorriera el pasillo y nos abriera la puerta

Y cuando la puerta del ascensor se abre... si hubiera esperado un minuto más

De hecho, algo extraño pasaba en su mirada cuando casi nos atrapa besándonos, había rechazo y desaprobación. Posiblemente sea uno de esos hombres estrictos, pero... no, había algo más. había asco... ¡Ah ya me acorde!

_ ¿me creería si le digo que en realidad somos hermanastros? –pregunto aun sosteniendo la mentira, Taña mira confundida la situación y cuando por fin se da cuenta, recordando nuestra pequeña broma interna de hace una hora atrás, ella abre los ojos como platos llegando incluso a sonrojarse (adivino que de la vergüenza)-

_ ¿quiere ver nuestros documentos? Tenemos distintos apellidos –dice ella amagando con sacar su billetera-

_ les creo –dice el hombre deteniéndola con la palma en una señal de alto- acompáñenme a la salida.

Mentiría si dijera que todo el camino desde el pasillo hasta las habitaciones fue...incomodo, nadie decía una sola palabra, lo único que se escuchaba eran nuestras pisadas.

Al final recogimos nuestros celulares y nos fuimos sin decir nada

(...)

_ no pienso volver a ese lugar nunca –digo mientras caminábamos-

_ ya somos dos... -ambos entramos en un silencio incomodo durante algunos segundos sin saber que decir o cómo actuar- ya pasó nuestra hora del almuerzo –dijo mirando la hora- se me antoja pizza, yo invito la bebida

_ conozco tus gustos cuando te invitan, por tu bien que la bebida sea costosa

_ ¿ahora quien está siendo avaro?

_ ladro el perro

(...)

_ una grande de napolitana, con jamón, ajo, tomate y queso extra –dijo Taña ni bien llegamos a la pizzería- el de atrás paga –el chico del mostrador se inclina hacia delante buscando verle el culo- ¡Ey! –exclama chasqueando sus dedos con fuerza haciendo que la mire a los ojos para después señalarme a mí con un movimiento de cabeza mientras me acercaba al mostrador abriendo la billetera-

_ también vamos a querer algo para tomar... que sea un vino, blanco uno dulce, el más costoso que tenga. Paga la de adelante

_ ¿ambos son mayores de edad?

_ hace unos momentos no parecía importarte ese detalle –le digo mirándolo a los ojos-

_ va a ser nuestro secreto –dijo ella uniéndose al chantaje-

Sin decir nada, el chico anotó nuestro pedido a la vez que nosotros nos retirábamos del mostrador para ir a buscar una mesa

_ Dante sacando ventaja de la situación –dijo mientras nos sentábamos- jamás creí ver eso

_ si, quizás seas mala influencia –le digo con la misma sonrisa que ella tenía-

_ es cierto, puedo atribuirme algo del crédito, pero el mérito es tuyo

_ estoy confundido, ¿es un alago o otra cosa?

_ lo dejo a tu criterio –dice mientras noto que en la comisura de sus labios se dibuja una pequeña sonrisa-

_ ahora que no estamos saliendo puedo decirlo. Siempre fuiste insoportable y egocéntrica

_ y vos un aburrido niñito de la ley, me alegra haberte corrompido un poco, de hecho, te queda –ambos sonreímos a la vez que un mozo llega y deja el vino en la mesa y comenzando a servirlo- sin mascaras ¿Cuándo comencé a gustarte? Me refiero a... ¿Cuándo dejaste de fingir que te gustaba? –preguntó antes de tomar un sorbo de su copa-

_ creo que fue antes de vacaciones de invierno. En ese entonces comencé a olvidar que todo era una apuesta, y empecé a... comenzaste a gustarme

_ ¿alguna vez sentiste culpa? –pregunta un poco más centrada, tenía una mirada seria y un aura un tanto melancólica. Triste para ser exactos-

_ todo el tiempo –le confesé tomando un trago del vino en mi copa- pero tenía que disimularlo o sino todo se echaba a perder. De hecho, más de una vez casi te lo confieso todo

_ oh ¿y que te detuvo?

_ perderte. Si lo decía te podía llegar a perder para siempre- suena horrible y también patético ya sé

_ ¿y...que pensabas hacer? ¿Cuál era el plan? –preguntó un tanto preocupada sin perderme la mirada-

_ aguantar. Esperar al último día de clases, perder la apuesta y fingir que nada ocurrió –decirlo se sintió más horrible que pensarlo, comenzaba a darme asco-

_ te lo ibas a llevar a la tumba... ¿de verdad ibas a poder vivir con eso?

_ no lo sé... quizás te lo hubiese dicho, digo, con el tiempo. Escucha soy un asco ¿okey? Y lo cierto es que ni yo me puedo perdonar por lo que hice. Si pudiese volver el tiempo atrás a ese primer día de clases, le diría a Borja "¿sabes qué? No me interesa la apuesta, solo ayúdame a conquistar a la amargada extranjera" pero tristemente no puedo. Voy a tener que vivir con lo que hice y me parece lo más justo

_ tu problema es que solo te quedas con lo malo. Yo elijo quedarme con lo bueno, los buenos momentos

_ difícilmente voy a olvidarte –digo mirándola a los ojos siéndole totalmente honesto-

_ pero vas a hacerlo. Con el tiempo. Vos vas a seguir tu vida y yo voy a volver a la que tenía. Ambos vamos a tener que aprender a soltar

_ pues aún me quedan dos días. Quisiera aprovecharlos

_ por los buenos momentos –dice levantando la copa y proponiendo un brindis-

_ por vivirlos hasta el final

Borja

_ que grande te queda el trono –digo entrando a mi salón de clases y ver a uno de mis compañeros sentado en mi asiento. Al verme lo primero que hace es ponerse de pie mientras todos a su alrededor veían lo que pasaba- no sé si te lo dijeron, pero Dante es el interino en caso de que yo me ausente

_ Dante no vino en toda la semana –contestó sin mirarme a los ojos, agachando la cabeza- vino ayer pero después... hoy tampoco vino

_ qué raro –digo extrañado. Me visitó toda la semana que yo estuve en el hospital pero... ¿por qué faltaría hoy? Quiero decir él se toma esto en serio- quiero el registro de asistencia de 6-A, de la semana anterior y del día de hoy

_ acá están –dice Micaela, una compañera de salón que pasaba al lado nuestro. Me muestra la galería de su teléfono fotos del registro de asistencia-

Al ver el registro me doy cuenta de que Taña asistió toda la semana que yo estuve en el hospital. Luego me fijo el del día de hoy y al igual que Dante ella había faltado

_ maldito infeliz –digo sonriendo. Esperando que las cosas le resulten bien- en fin. ¿ya tenemos los exámenes finales?

_ si –dice el que estaba sentado en mi silla- de todos los cursos y todas las materias... salvo por matemáticas de segundo año y geografía de cuarto año, esas van a estar mañana.

_ ¿ya lanzaron la preventa?

_ si, el jueves. Muchos están comprando los exámenes. Diecisiete en el 5-B compraron todas las materias, nuevo record

_ ¿algún inconveniente?

_ no, bueno si, pero está controlado. Tomas Vásquez. Está en el 6-B. rechazó el ofrecimiento con los exámenes de inglés y quiso delatarnos con la vicedirectora

_ me imagino que Tomas ama a su familia y no quiere que nada malo les pase. ¿Tiene mascotas?

_ está encerrado en el baño de mujeres. Lo están custodiando

_ perfecto. Que parezca un accidente... no, ¿sabes qué? Deciles que voy en camino, estoy de buen humor...ah una última cosa. ¿Cómo va la recaudación?

_ no hay espacio en las mochilas.... –dice susurrando, enseguida veo a mi alrededor y todas las mochilas están abultadas- y aún quedan cinco días más de exámenes, no sé qué vamos a hacer con tanta plata

_ vayan a una librería y compren mochilas nuevas, llénenlas y pónganlas en mi auto –digo mientras doy media vuelta y me voy a atender cierto asunto-

_ si patrón –dijo asintiendo-

Al salir del salón iba directo al baño de mujeres. Solo espero que no le estén metiendo la cabeza dentro del inodoro, odio el cliché americano

Mientras pasaba por los pasillos pensando que travesura hacer cuando llegase al baño, veo que de uno de los salones salía Helena quien estaba prestándole especial atención a los papeles que tenía en la mano

_ buenos días –digo mientras paso frente a ella-

_ hola Borja –dice sin despegar la vista de los documentos. Al ver que no se dio cuenta comencé a sonreír mientras me preparaba para doblar en la esquina del pasillo. Al hacerlo siento como Helena me toma por detrás y me arrincona contra la pared- ¡¿Qué haces acá?!

_ Creo que siendo asaltado –digo mirando la forma en la que me había acorralado-

_ ¡Tenes que estar descansando en tu cama! ¡¿Qué haces acá?! –vuelve a insistir, por su forma de verme podía intuir que no era un juego. Estaba preocupada en serio-

_ pero me aburro –digo cabizbajo para luego levantar la mirada y verla directo a los ojos- también porque quería verte – la verdad es que desde hace más de una semana que no la veía. Y estuve a punto de no verla nunca más- Te extrañé Hele... -sin apartar su semblante preocupado en la mirada, Helena en un arrebato comienza a abrazarme. No me importaba que su cuerpo aplaste mi herida en el abdomen o que comenzase a dolerme. No quería apartarme de ella. Poco a poco comencé a llevar mis manos detrás de su espalda y comencé a abrazarla también-

No sé cuánto tiempo estuvimos así, tampoco importaba. el calor de su cuerpo era lo único en lo que quería concentrarme. Cuando nos separamos noto su mirada recriminatoria, aún estaba enojada y me miraba con desaprobación. Pero también estaba Feliz y lo dejaba ver en su sonrisa

De hecho, al observarla mejor, veo que sus ojos tenían rastros pequeños de ojeras que estaban desapareciendo, signos de haber dormido poco. Siro me contó que junto con Dante ella fue la que más tiempo estuvo en el hospital visitándome

_ en serio sos estúpido. Vení conmigo –dice tomándome de la mano y obligándome a seguirla-

_ ¿A dónde vamos? –digo, pero no obtengo respuestas de ella- okey me da curiosidad ¿Qué estás haciendo?

_ secuestrándote –fue lo único que salió de su boca-

Al final terminó llevándome a la sala de maestros. Nos sentamos en el sofá y en todo momento pude sentir su mirada viéndome atentamente

_ ¿te duele? –pregunta mirando mi abdomen-

_ No. –digo sacando de mi bolsillo un frasco de pastillas- es un coctel de antibióticos y calmantes para el dolor. Estoy bien, bien drogado, pero estoy bien.

_ ¿todo es un juego para vos?

_ solo si le encuentro gracia. Escucha ¿Qué sentido tiene la vida si estás todo el tiempo amargado? De esta forma es más llevadera

_ hay momentos para reír y momentos para tomarse las cosas en serio Borja

_ yo sé hacer ambas. Mi falta de preocupación me hace tomar mejores decisiones en momento difíciles

_ tu falta de preocupación te puso en una cama de hospital y casi te mata

_ ... te cedo esa.

_ en el hospital dijeron que te robaron y te dispararon

_ si lo dijeron debe ser cierto

_ ¿y es cierto?

_ no.

_ ¿Joaquín?

_ ¿Quién más sino?

_ ¿debo recordarte la cantidad de padres que se quejan a diario? Hace casi dos semanas a un chico lo colgaron desnudo del asta de la bandera

_ ¿cantaron el himno nacional? –siento su mirada casi atravesándome- okey quizás fui...un poquito responsable.

_ ¿Qué tanto?

_ ¿autor intelectual es un delito?

_ sos increíble –dijo tras un suspiro de resignación, intentando ocultar su sonrisa con un rostro serio-

_ la última vez que dijiste eso estabas más alegre. Y llevábamos menos ropa...

_ volviendo al tema importante. ¿Qué se supone que vas a hacer? Ya te pegaron un tiro –solo hizo falta mencionar el tema para que me ponga serio-

_ si te soy sincero. No tengo idea. Hablando del tema Diego se siente un poquitín responsable de lo que me pasó y básicamente me echó de la guerra, o eso pude interpretar en su maltrato la última vez que nos vimos

_ te repito ¿Qué vas a hacer? Ya te secuestraron, volviste todo golpeado y ahora te pegan un tiro ¿Cómo va a terminar esto la próxima vez Borja, en una caja de pino?

_ mínimo espero que sea roble...

_ Diego te pidió que lo dejes, es su problema no el tuyo. Ahora yo también te estoy pidiendo que lo dejes. ya te vi en una cama de hospital con un tiro. No me pidas que lo vuelva a hacer porque no voy a poder –dice viéndome a los ojos con desasosiego- no te pido que pienses en mí y que me elijas por sobre Diego y Joaquín y etcétera, etcétera. Te pido que pienses en vos ¿estoy siendo injusta?

_ no –le digo viéndola a los ojos- y tenés razón en todo.

_ ¿y entonces?

_ entonces... tenia tantas ganas de pegarle un tiro... dos, tres. Bueno todo el cargador. Pero tenes razón –digo viéndola a los ojos aceptando lo que dice- me parece que es momento de hacer un cambio en mi vida

_ júralo –dice acercándose a mí sin dejar de mirarme- jura que no estás mintiendo o que no me estás haciendo escuchar lo que quiero

_ lo juro –digo con sinceridad. Al decir eso ella asiente una vez con la cabeza para posteriormente arrojarse a mí, dándome un abrazo más fuerte que el primero- también estaba pensando en decirle la verdad a Delfina.

_ ¿lo decís por mí? Porque Podés decirle cuando todo termine

_ no. No lo hago por eso tampoco. Vos, Jazmín, ya jugué a algo muy parecido a esto una vez y no salió bien. Al menos quiero que se enteren por mí esta vez. Siento que se lo debo

_ está bien –dice asintiendo con la mirada para luego darme una sonrisa y un beso en los labios- creo que estás madurando. Si hubieses echo eso conmigo quien sabe....

_ ¿la historia seria otra?

_ puede ser...

_ ojalá pudiese cambiarlo, no sé. Volver el tiempo atrás al primer día de clases. De hecho, hay muchas cosas que cambiaria

_ creo que no valdría la pena –dice con voz pensativa-

_ ¿por qué decís eso?

_ porque podés lamentar lo que pasó, pero si pudieras cambiarlo entonces nunca hubieses aprendido la lección. Y hoy serias el mismo que jugó con Jazmín y conmigo. De los errores se aprende... y creo que hay una frase que te quedaría "si no duele no sirve"

_ "si no duele no sirve" ... ¿sos de las que analiza las películas?

_ no –dice sonriendo, casi soltando una risa mientras me miraba- solo mi vida

Unas horas más tarde

El timbre anunciando el final del día había sonado. Cuando todos habíamos salido de la escuela comenzábamos a caminar hacia el estacionamiento mientras conversábamos

_ chicos ¿Cuánto fue lo máximo que se quedaron despiertos? –preguntó Max- porque creo que acabo de romper un record

_ dos de la mañana –responde Alex-

_ cinco de la mañana –responde Santiago-

_ seis –respondo yo-

_ ayer me quedé hasta las nueve –dice Max para luego mirar a Santiago- estuve viendo la serie que me recomendaste

_ ah ¿por cuál capitulo vas?

_ lo terminé estuvo genial. Lo único que no me gusto fue que Tiara muera

_ yo recién voy por el cuarto capítulo –le dice Santiago mirándolo a los ojos enojado-

_ ah... pero... me lo recomendaste hace tres días... ¿Cómo no la terminaste? ¿Qué estabas haciendo?

_ la paja –respondo por el-

_ igualmente... me vi la entrevista al director y dice que Tiara va a volver para la segunda temporada en forma de recuerdos, también Benjamín la va a ver porque se siente culpable por haberla matado...

_ ¿Benjamín la mató? –pregunta Santiago en un leve susurro- ¿Qué decís hijo de puta?

_ Borja por favor llévame en tu auto... -pide Max escondiéndose detrás de mí, utilizándome como escudo-

_ emm si –digo destrabando las puertas del auto para que suba al asiento trasero, pero al abrir la puerta vemos que el asiento trasero estaba repleto de mochilas hasta las ventanillas, siendo imposible que alguien quepa ahí-

_ ¿por qué está lleno de mochilas tu auto?

_ carajo –digo acordándome de lo que iba a hacer antes de que Helena me llevase a la sala de maestros- nunca le pegue al del baño...

_ ah sí, sobre eso –dice Santiago- te cubrí. Tranquilo no va decir nada

_ ¿le metieron la cabeza dentro del inodoro?

_ si –dice con una sonrisa al mismo tiempo que le clavo la mirada- pero como sé que no te gusta el cliché lo mejoré un poco

_ ¿Cómo?

_ ¿te acordas que hoy comimos hamburguesas con picante?

_ si –al decir eso Santiago me mira y sonríe- te enseñé bien –le respondo con la misma sonrisa-

_ chicos –dice Max viéndonos confundido- ¿Qué carajo?

_ Max nunca nos preguntes por nuestro trabajo...

_ Alex ¿estás bien? –pregunto mirándolo- seguís sin hablar demasiado pese a... ¿volverte humano?

_ si... yo... creo que es parte de mi personalidad. Em mejor me voy a casa sino se van a preocupar –sin despedirse se va-

_ Bianca se va mañana –dijo Santiago mirándonos a Max y a mí- está así por eso. Mejor lo acompaño. No creo que mañana pueda venir, voy a ver cómo está

_ si, ni lo menciones. Tomate el día –digo al mismo tiempo que Max asiente. Se despide de nosotros y va a paso rápido para alcanzar a Alex-

_ bueno, también me voy –dice Max despidiéndose- y Borja deberías hablar con Dante también. Que ninguno este solo mañana

_ si, pensaba visitarlo mañana. Y hablando de eso ¿tenes noticias de Cristian?

_ no –responde cabizbajo- ¿podrías hablar con él?

_ ¿yo? –pregunto sorprendido, señalándome el pecho y volteando a ver si habría alguien detrás mío- no sé si recordas pero la última vez que Cristian y yo nos vimos no tuvimos precisamente una charla con té y galletitas... aunque hubo varios tortazos –digo sonriendo-

_ mi situación no es muy diferente a la tuya. Yo era su amigo

_ y esa es precisamente la razón por la que deberías hablar con él, no yo –digo mirándolo y me doy cuenta de algo- te da vergüenza el haberlo traicionado

_ ¡No lo traicioné!

_ pero el piensa que sí, y vos lo sabes. Es tu problema no el mío

_ ¿después de todo lo que pasamos este año...? ¿en verdad no es tu problema?

_ no, no me vengas a correr con el recurso de la culpa. Dante y la apuesta con Taña, ese es mi problema. Cristian y Alfredo Jopo loco, ese es tu problema, lo fue desde que decidiste guardar el secreto. Buena suerte Max ¿te llevo?

_ no. No, voy a caminar –dice yéndose sin despedirse-

_ cobarde y rencoroso

_ te estoy escuchando –dice sin dejar de caminar-

_ lo sé, lo dije fuerte –digo yéndome dentro de la escuela-

_ ¿A dónde vas? –volteo a verlo y noto que me estaba mirando-

_ al baño –digo como si nada-

_ no necesitas mentirme, sé que vas a ver a mi hermana

_ ¿y que si lo hago?

_ te voy a romper el auto

_ la ventaja de tener plata, es que no me podés detener con eso

_ no hasta que veas como lo deje

_ si, bueno. ¿y si te llevo de las orejas con tu papá? Van a tener que pagar

_ entraríamos en quiebra. ¿Qué pensaría Helena?

_ que tiene un mal hermano. Y que cuando perdone tu deuda voy a sumar muchos puntos no solo con ella, sino con tu familia. Quizás me veas cenando en tu casa... "ocurrió un error, no me lo van a creer, pero mi auto no enciende... ¿en serio no les molesta que Helena y yo durmamos en el mismo cuarto? Que amables y que moderno de su parte"

_ lo tenías todo planeado ¿verdad?

_ me descubriste, yo implanté la idea en tu cabeza de romper mi auto –dije sonriendo. Luego lo miro con una expresión más amable y le digo- solo estaba jugando, te juro por la vida de mi padre que voy a ir al baño

(...)

Varios pasos se escuchaban por todo el pasillo hasta que, abriendo la puerta de un golpe con la palma de la mano, tanto Helena como yo entramos al baño sin despegarnos del otro

Sin tener mucho cuidado y chocándonos con un par de cosas en el camino llegamos a una de las puertas de los baños individuales

_ no te das una idea lo que te extrañé –dije abriendo la puerta de madera mientras nos metíamos dentro-

_ ¿mucho? –pregunta antes de volver a besarme a la vez que subía mi remera y por alguna razón se detuvo, abro los ojos para observarla y notar que le prestaba especial atención a mis vendajes- avísame si te hago doler –dijo esto con un tono de delicadeza en la voz mesclado con preocupación-

_ puede que sangre un poco –le digo con un semblante serio- es la primera vez que me penetran

_ sos un estúpido –dijo riéndose fuertemente a la vez que la observaba con una sonrisa- te amo

_ yo más –dije volviéndola a besar a la vez que llevaba mis manos a su blusa, al sentir mis intenciones coloca sus manos en ambos extremos de la prenda y comienza a deshacerse de ella-

Al verla había quedado fascinado. Sus ojos azules emanaban un brillo casi cristalino atrapando mi mirada casi al instante, sus mejillas sonrojadas, sus suaves labios humedecidos y rojos por culpa de los besos que anteriormente nos dimos de camino acá, su pelo castaño que descendía hasta casi tocar su cintura, su suave y cálida piel tan blanca colmo la leche. No sabía el motivo, pero por alguna razón no podía apartar la mirada, ella lo nota y sonríe, sin poderlo resistir por más tiempo me lanzo hacia ella volviéndola a besar a la vez que el calor y las pulsaciones comenzaban a acelerarse en mi pecho y mis manos subían por su cintura hasta detectar cierto broche metálico en su espalda el cual sujetaba la única prenda en su torso.

Al separar las uniones y deshacerme de aquella tela color azul oscuro con un movimiento rápido pero suave comencé a tocar con mis yemas alrededor del pezón frotándolo suavemente robándome un suave gemido el cual callé con un beso al mismo tiempo que escuchamos como la puerta del baño se abre a la vez que escuchábamos como un par de pisadas se acercaban cada vez más a nosotros deteniendo casi por completo mi corazón

Apresurándose a lo inevitable, Helena pone el pestillo a la puerta de madera encerrándonos en el baño. Cuando los pasos se detienen en frente nuestro e intentan abrir la puerta comienza a forcejear un par de veces gracias a la pequeña traba

_ ocupado/ocu... –exclamamos ambos al mismo tiempo a la vez que Helena ponía su mano en mi boca impidiéndome continuar hablando. En ese momento me doy cuenta de que estábamos en el baño de mujeres-

Esta persona se limita a ir al baño de al lado en donde escuchamos el rechinar de la puerta y el sonido de esta volviéndose a cerrar a nuestra izquierda.

Los segundos que permanecíamos en silencio a la expectativa de cualquier cosa que pasase o que escucháramos se hacían eternos. Al final esta persona termina de usar el baño, escuchamos como abre la canilla y comienza a lavarse las manos y se va

Únicamente volvemos a respirar con tranquilidad al escuchar el sonido de la puerta cerrándose nuevamente.

Fue ahí cuando ambos nos miramos con una mezcla de susto y adrenalina y una sonrisa tras haber pasado aquel incomodo momento

_ ¿tu casa o la mía? –preguntó susurrando delicadamente, asegurándose de que sea el único en escucharla-

_ el asiento del auto

_ ¿Cómo?

_ no... que lo vayamos discutiendo mientras vamos en el auto quise decir

(...)

_ ¡Ahora sí! –dije cerrando la puerta de mi departamento de un portazo mientras volvía a besar a Helena- sácate todo

_ sacamelo vos –replico desafiante con una mirada pirara-

_ no, si te lo saco yo te lo arranco con la boca. Escúchame anda al cuarto antes que te mate, yo ahora me tomo un vasito de agua y voy con vos... unos cuatro o cinco litros

_ mmh no sé –dice volviéndome a sonreír a la vez que empieza a caminar en círculos alrededor mío, rodeándome poco a poco- como que me acabo de acordar que tenía trabajo pendiente me parece, algo relacionado a unas planillas

_ ah no te hagas problema, las agarro y las clavo al techo –tras decir eso Helena contiene una risa únicamente siendo delatada por su esfuerzo apretando los labios acompañado de un leve quejido mientras me daba la espalda-

_ okey, lo voy a tener en cuenta –comenta tratando de ponerse lo más seria posible disimulando su risa- ¿tenes preservativos? No es un día seguro

_ ahora busco. De ultima me embarduno aceite de cocina y le metemos una bolsa de supermercado, pero eso lo atajamos como sea – por alguna razón ella vuelve a contener una risa esta ves llevándose la mano a la boca-

_ amo cuando te pones así –dice con una pequeña risa en la voz mientras que iba al cuarto-

_ si, reite ahora... con la lengua afuera vas a quedar –digo sacándome la remera a la vez que la tiro al suelo y cuando estaba a punto de ir para el cuarto escucho el timbre sonar en mi puerta. Por un segundo decidí ignorarlo y seguir caminando, pero me detengo al suponer que va a seguir sonando a menos que atienda. Resoplo y camino hacia la puerta puteando en el camino- y la reputa madre que me pario, ¿Quién mierda jode a esta hora? Llega a ser un limosnero le gatillo la 45 en la frente –digo para luego agachar la cabeza y mirar el bulto en mis pantalones- nos están cagando el momento ¿te das cuenta? –digo llegando a la puerta para luego abrirla- ah Siro ¿Qué pasa? Decime que lo encontraron a Joaquín ¿me guardaron un pedacito?

_ no, vine a ver como estabas –dijo con un tono preocupado- ¿estás bien? –pregunta al verme sin remera- estás sin nada arriba, ¿tenés fiebre?

_ sí, estoy por explotar...

_ ah pero me hubieras llamado, avisa. Escúchame cuando a Fran le da fiebre le doy una pastilla y se le va todo... ¿o era para el resfrío? Bueno no importa, acóstate en la cama que ahora te pongo un trapo mojado en la cabeza

_ ¡No, No, No...! –digo poniéndole una mano en el pecho impidiéndole el paso- te explico rápido –digo carraspeando la garganta- pasa que estoy con... compañía ¿entendes?

_ ah me quedo más tranquilo... ¿una enfermera?

_ quizás en mi cumpleaños... no em ¿Cómo te explico? Está por encarar Messi

_ ¿ya empezó el partido?

_ uy sos un pelotudo... a ver vamos de vuelta. ¿viste animal planet...? No, eso no... em ¿viste cuando mamá y papá...? No, tampoco... ¿viste cuando papá y la vecina...? No, menos... ¡Ay esto es más difícil que con un nene!

_ Borja ¿la fiebre te está haciendo delirar?

_ voy a coger Siro, déjame solo –dije hartándome-

_ que poco tacto que tenés para decir las cosas...

_ ¡¿Me estás jodiendo?!

_ escúchame, escúchame... -dice bajando considerablemente el tono de voz- ¿con cuál estás?

_ ¡¿Y a vos que carajo te importa?!

_ ¿con Helena, Delfina...o con las dos?

_ uy Dios te oiga

*Borja ¿Quién es? –preguntó Helena desde mi cuarto-

_ ah era Helena

_ vos cállate. ¡Es Siro que se confundió de departamento! –digo para luego mirar a Siro- te vas de acá

_ está mi nena en casa...

_ ¡¿y a mí que me importa?!

_ la última vez le tuve que tapar los oídos, escucha los gritos pobrecita piensa que se están peleando

_ bueno que llame a la policía porque hoy la mato

_ ¿Por qué mejor no miran una película? Nomás hasta que se duerma

_ en realidad vamos a hacer una película...

_ ahí está –dice sonriendo- eso es más recreativo, me gusta la idea

_ mucha pistola pero vos no cazas una ¿no?

_ no entendí

_ chau Siro –digo cerrándole la puerta y cerrando con llave- ahora si... -digo sirviéndome un vaso con agua tomándome la mitad y la otra mitad me lo tiro en la cara. Comencé a caminar a paso rápido hacia la habitación nuevamente y cuando estaba a poco más de dos pasos de llegar escucho como intentan abrir la puerta- si será de Dios... -digo llevándome la mano a la cara mientras comenzaba a caminar nuevamente hacia la puerta, cuando iba a mitad de camino escucho como vuelve a tocar timbre- ¡Ya te escuché! –dije mientras ponía mi mano en el picaporte y lo habría para luego decirle- Escúchame de nuevo por si no te quedó clara la sutileza pero le voy a pegar una reverenda cogi... -miro al frente y me doy cuenta que era Delfina- ¡Cojines en el piso no! –exclamo- pensé que eras Siro que me volvía a pedir que le cuide a la nena, la última vez hizo desastre en el sofá

_ ay no seas malo –dice entrando al departamento- si se porta bien

_ si, cuando estás vos... ¿Qué...? Pensé que habías dicho que ibas a estudiar para el examen de mañana en lo de una amiga

_ si, lo bueno es que al profesor se le rompió el auto, no va a poder venir mañana a la escuela y lo suspendieron para el jueves el examen... ¿por qué estás sin remera? –pregunta prestándome atención-

_ eh... me estaba por cambiar las vendas –digo mostrándole la herida en el abdomen-

_ ah bueno vení vamos al cuarto que te ayudo –dice yendo en dirección a mi habitación-

_ ¡No, no hace falta! –digo deteniéndola- me... en el hospital me enseñaron como hacerlo

_ pero no me molesta

_ no haber... ¡Delfina!... ¿Cómo voy a pedirte que ¡Entres a mi cuarto a cambiarme el vendaje?! –dije elevando la voz para alertar a Helena- no seas tonta puedo solo

_ okey, pero no te esfuerces mucho ¿lo prometes?

_ obvio –digo sonriéndole y ella me devuelve el gesto-

_ bueno, voy a cargar el teléfono que estoy en 3% -dice volviendo a ir al cuarto-

_ ¡No...! ¡No, No! –exclamo nuevamente y ella voltea a verme- pasa que me cambie las vendas hace unas horas y hay un poco de sangre y... si odias las películas de terror no me imagino como podés reaccionar cuando veas esto, es el juego del miedo

_ bueno de ultima cierro los ojos, nos están por mandar las notas finales de geografía por el grupo y quiero ver cuánto me saqué –dice volviendo a ir al cuarto. Desesperado al ver que estaba a poco más de seis pasos de abrir la puerta, tomo un jarrón que estaba apoyado y lo estrello contra la pared de la cocina- ¡¿Qué fue eso?! –exclama asustada volteándose a verme-

_ ¡No sé! –dije fingiendo asombro a la vez que ella se acercaba a la cocina a ver- ¿serán los nenes jugando a la pelota?

_ ¿Cómo van a tirar una pelota hasta acá? si estamos en el sexto piso

_ es verdad –le digo fingiendo una sonrisa de emoción- no son nenes, son promesas. Ahora voy a llamar al técnico de Barcelona a ver si los fichan

_ ¡No te lo puedo creer me rompieron el jarrón! –exclama desde la cocina al mismo tiempo que Helena ya vestida sale de la habitación y haciendo el menor ruido posible va en dirección a la puerta-

_ no te lo puedo creer –digo prestándole más atención a Helena que estaba a poco de llegar a la puerta- ¿era muy caro?

_ me lo trajo papá de Londres

_ bueno, son nenes no pasa nada

_ era una antigüedad, cuatro mil Libras costó

_ jodeme ¿ahí cagaba la reina? –veo como Helena abre la puerta poco a poco y se va- ya está –digo aliviado-

_ "Ya está" nada los voy a asesinar

_ ya pasó, ya pasó –digo abrazándola y respirando más aliviado- ¡Ay que feliz estoy de verte! ¿Cómo estás?

_ Bien –dice un poco más calmada- que raro verte tan cariñoso de repente

_ ay como si nunca fuera cariñoso

_ lo sos, pero... no me lo esperaba –dice dándome un beso, pero separándose abruptamente- ¿y ese perfume? Es el de Helena

_ ah...si –digo admitiéndolo- vino hace un rato, recién vuelve de la escuela... quiso ver como estaba por lo del disparo

_ ¿y por qué no me dijiste?

_ em acabas de llegar –digo y ella me mira aun dudando- te juro por mi papá que no pasó nada (como viene zafando el viejo, es increíble)

_ aunque llevase una hora acá, no ibas a decirme ¿verdad? y no mientas

_ es que no era importante. Vino a ver como estaba, me dio un abrazo y que se yo. Somos amigos

_ ¿es mucho pedir que se lleven como todos los ex?

¿por qué decís eso?

_ ¡Porque me molesta! Ya conozco su pasado, las cosas que pasaron y me molesta, es como si yo me estuviese viendo con Joaquín y-

_ ¿te estás viendo con Joaquín? –digo desencajado casi. La veo a los ojos y noto que por un segundo se queda congelada como si supiese que dijo algo que no debía-

_ solo somos amigos –dijo repitiendo mis palabras echándomelas en cara. Alegando que solo hacía lo mismo que yo hacía, es decir nada malo- está alquilando un departamento

_ ¿vos...? ¿te das una idea todo lo que nosotros...? ¡¿todo lo que yo...?!

_ despreocúpate que no hicimos nada y no estamos haciendo nada. Solo hablamos

_ ¡No se trata de celos! ¡No se trata de eso!

_ ¡¿Y de que se trata?! Porque donde quiera que pregunte todo el mundo evita decirme la verdad, el único que no me trata como una nena es Joaquín ¡Ya soy mayor de edad!

_ ¡No se trata de eso! ¡Todo esto te supera a vos, lo supera a Diego, me supera a mí! –digo a la vez que le muestro mi abdomen- ¿en serio te pensas que me hice esto en un robo?

_ ay si, ahora le vas a echar la culpa a Joaquín

_ ¡Tenes razón! ¿para qué me molesto? Diga lo que diga nunca me vas a creer ¿Cuándo lo hiciste? ¡Perdón por esperar tanto de vos!

_ no me vuelvas a levantar el tono, no estás con tus amigos

_ ¿en serio es lo que te preocupa ahora? ¡Esto es serio!

_ es todo, me harté –dice mirándome enojada- me voy. Me cansé –dice yendo para la habitación y cerrando la puerta-

Fue ahí que resoplé con todo lo que tenía, me pasé la mano por la cara y apoyé mi cuerpo sobre la mesa. Sin saber que hacer

En mi cabeza solo había una cosa en estos momentos, ¿debía decirle la verdad sobre Joaquín? Es un manotazo de ahogado, pero puede que sea lo único que tenga. No me importa que piense que estoy loco, que lo invento o que bromeo, lo voy a hacer

Comencé a caminar decidido hasta mi cuarto hasta que al llegar noto como la puerta se abre y lo primero que veo es a Delfina saliendo de la habitación

_ ¿Qué es esto? –pregunta sosteniendo en su mano un pendiente-

_ eh... ¿un cuarzo?

_ Borja ¡¿Qué...es...esto?!

_ ay esto no puede ser más cliché... ¿no se te habrá caído?

_ yo no tengo estos aritos

_ ¿Feliz san Valentín? –como única respuesta me da una cachetada-

_ no se dieron solo un abrazo antes de que yo llegara, ¿verdad? –pregunta con los ojos vidriosos y con una mirada triste pero aun así hacia lo posible por mantener la compostura y una mirada seria- ¿Qué pasaría si le golpeo la puerta y cuando me abra encuentre el otro arito en su oreja?

_ ¿Qué te...? ¡Ósea Delfina me ofendes! ¿Qué te pensas? ¡Que yo voy a la escuela para traerla acá al departamento y...!

_ Borja –dice viéndome con una clara expresión de "alto"-

Suspiro mirándola a los ojos y le digo

_ si... -le admití asintiendo con la cabeza un par de veces- es suyo

_ y... ¿para qué vino acá? N-no entiendo ¿para que la ves? ¿Qué te pasa con Helena? ¿podes ser sincero conmigo, aunque sea una ves? –y al final...todo fue para nada-

_ ¿queres que yo te sea sincero? –pregunté con miedo, porque sabía lo que estaba por pasar-

_ si. –responde decidida, con el mismo miedo reflejado en su mirada-

_ no puedo parar de pensar en Helena –digo mirando al piso para luego mirarla a los ojos- es más fuerte que yo. No... no puedo parar. Me siento un tarado, pero es lo que me pasa –sus ojos vidriosos comenzaron a humedecerse más y más- no lo puedo evitar... y lo último que quiero es lastimarte pero...me estás pidiendo quesea sincero

_ mh... igual no sé si vos te acordas que... me juraste y me hiperjuraste que no te pasaba nada con ella, no sé ¿te acordas?

_ es que yo pensaba que no me pasaba nada. Pero no lo puedo evitar ósea...decididamente el corazón me va para un lado y la cabeza me va para otro. No lo puedo frenar

_ y ¿por qué no me dijiste nada cuando yo me vine a vivir con vos? –notaba como las lágrimas comenzaban a caer de sus ojos y su voz se quebraba mientras hablaba-

_ porque yo quería protegerte, Diego me pidió protegerte y Joaquín...

_ ¿me estás jodiendo? ¡¿De verdad vos me estás jodiendo?! ¿me estás tomando por estúpida?

_ no, te estoy siendo sincero, me pediste que sea sincero ósea... sentate te voy a explicar todo este asunto de Joaquín. Lo mereces

_ Borja...ósea que todo este tiempo que estuve acá con vos... y más...vos estabas con ella. Estabas mintiéndome a mí todo el tiempo. Cada vez que te acercaste...nunca quisiste volver –dice con la voz quebrada y con la mirada más...triste que le pude haber conocido- ¿por qué?

_ no te mentí al decir que te quería, cuando te digo que te quiero es porque te quiero ósea... -pero no te amo...- perdón.

_ No. –dice negando con la cabeza secándose una lagrima- no, vos no queres a nadie, no... no me queres a mí, no la queres a Helena y tampoco te queres ni un poco a vos mismo. A nadie queres –en su mirada había tristeza, angustia, enojo. Pero sobre todo decepción- no te me acerques nunca más Borja ¿sí? Nunca más

Ella da media vuelta y se va. Siendo incapaz siquiera de moverme. Sin tener fuerzas o...el valor para frenarla. Y lo cierto es que sabía que esto pasaría, que podría pasar. Pero no así, no de esa forma. Exhale profundo tras escuchar el portazo, sintiendo el veneno en mi pecho acompañado de un pequeño dolor.

Dante

_ bueno ¿viste lo que pasa por hablar antes de tiempo? –dice Taña presumiendo jocosamente mientras caminábamos de regreso-

_ si, tenes mejor puntería que yo ¿feliz? –digo cansado de escucharla- ya es mucho amor propio ¿no te parece?

_ no –dice con una molesta sonrisa en los labios- es increíble lo que podés temblar sosteniendo un rifle de aire comprimido

_ era pesada

_ te hace falta ejercicio –dice hundiendo su dedo in mi brazo- ¿lo ves?

_ bueno. Por fortuna para vos ya casi llegamos a tu casa –cuando dije eso, la chica burlona e insoportable desapareció dejando en su lugar una expresión preocupada- deberíamos despedirnos acá ¿no? No queres que nos vean juntos

_ te matarían. En especial mamma -dice para luego detenerse en el lugar. Faltando solo dos cuadras para llegar a su casa-

_ entiendo. Entonces deberíamos despedirnos acá –un silencio incomodo se apoderó de ambos en el momento en el que dije eso. Pues no sé ella, pero no sabía de qué forma despedirme. ¿un beso, un abrazo, un apretón de manos o solo un "hasta luego"? y pese a lo directa que podía ser Taña a veces. Ella tampoco sabía cómo reaccionar ante esta situación-

_ entonces hablamos después... mi vuelo sale mañana a la noche así que mañana nos vamos a ver en la escuela

_ ah sí, entiendo. Nuestro último día, tu ultimo día quiero decir

_ si... bueno, nos vemos –algo raro pasaba, ella actuaba de forma tímida. Algo raro viniendo de ella y más considerando que al despedirse se quedó unos segundos sin moverse mirándome, como si esperase algo ¿quería que le dijera hasta mañana? Entonces cuando la miré a los ojos lo noté, aunque ya era tarde pues comenzaba a irse y cuando me quise dar cuenta ya estaba varios metros de mí, cada vez alejándose más-

Mientras ella caminaba hacia su casa escucha una notificación de su teléfono. Mete la mano en su bolsillo para sacarlo y se encuentra con un mensaje mío el cual decía "date la vuelta"

Por un momento duda, pero al final comienza a girar y cuando se da la vuelta su primera reacción es sorprenderse debido a que estaba a pocos pasos de distancia de ella-

_ no me golpees muy fuerte –el pido con una sonrisa para luego cortar la distancia entre ambos quedando en frente suyo y besarla-

Al principio ella no sabía cómo reaccionar quedando congelada en el lugar los primeros segundos. Pero lejos de apartarse Taña me devolvió el gesto colocando las manos alrededor de mi espalda y besándome también

Mentiría si dijera que este era el beso más apasionado o el más tierno o el más fuerte que nos dimos. Pero tampoco era un beso más. Era diferente a lo que estaba acostumbrado y es que no sé cómo describir esta sensación. Pero era cálido

Y pese a lo que vaya a suceder mañana, pude sentir como el tiempo se detuvo en ese beso. Donde no importaba lo que pueda pasar porque cuando cierro los ojos solo puedo pensar en esto y en lo que me hacía sentir. Una sensación que nunca desaparecerá

Cristian

Estaba por tomar algo cuando escucho un par de golpes en mi puerta. Sin saber de quien se trataba dejo el vaso en la mesada de la cocina y voy caminando por el pasillo esquivando cajas apiladas hasta llegar a la puerta

Al girar el picaporte y abrir la puerta a me encuentro con el director (el único nombre con el que me sentía cómodo llamarlo)

_ hola –digo sorprendido de verlo- no sabía que venias. Pasa –digo apartándome de la puerta-

_ gracias –responde antes de entrar. Lo primero que hace es ver los alrededores la cantidad de cajas apiladas y muebles corridos al medio de la sala- yo tampoco sabía que vendría. Lo decidí a último momento. Quería decirte que mañana podés pasar a buscar tu pase firmado. No sé a qué escuela vas a ir así que dejé el espacio en blanco, podemos llenarlo mañana

_ gracias –digo sorprendido por el gesto- me va a servir mucho

_ lo sé. Te voy a... nunca fui alguien abierto a expresar lo que siento y tampoco se comportarme como un padre. Lo que intento decir con esto es que me hubiese encantado que las cosas sean diferentes. Pero las cosas se dieron así. Siempre vas a ser mi hijo y siempre te voy a querer y ahora que vas a comenzar tu vida como adulto déjame decirte que vas a sufrir. El trabajo, el estudio, el sueño, las ojeras, todo. Solo quiero que sepas que no estás solo, si algún día... buena suerte Cristian, en todo

_ si, va a ser difícil, pero es algo que necesito hacer. Necesito un cambio

_ entiendo. Mañana podés pasar a la escuela a que llenemos tu traslado. Confío en que no va a haber ningún inconveniente como el del otro día –cuando dice eso, imágenes de la pelea vinieron a mi cabeza-

_ no –digo para despreocuparlo-

_ me alegra el ver el hombre en el que te estás convirtiendo –dice con una leve sonrisa, más que sonrisa parecía una mueca en los labios-

_ gracias Alfredo –digo sin mirarlo a los ojos- te deseo lo mejor –digo ofreciéndole una mano para estrechar. Como dije, quería irme de acá sin ningún tipo de rencor en mí. Todo lo que alguna vez fue y todo lo que pudo ser, todo el odio quedó atrás-

_ no, yo te deseo lo mejor –dice estrechando mi mano con fuerza-

_ lamento que sea lo único que te pueda ofrecer –digo refiriéndome al apretón de manos- pero todo esto sigue siendo muy extraño para mí

_ no... no te preocupes yo lo entiendo. No esperaba más que esto al venir acá, tranquilo. Quizás con el tiempo, algún día...

_ quien sabe...

_ si. Hasta mañana –dice sonriendo a la vez que me miraba un último segundo a los ojos antes de marcharse-

Narrador común

Mientras tanto y en otro sitio bastante alejado.

Alguien tocaba su puerta con desesperación. Sin saber bien lo que pasaba y sobre todo con cautela se aproxima hacia la puerta siendo golpeada una y otra vez desde el otro lado cada cierta cantidad de segundos indicando desesperación

Primero mira por la mirilla de la puerta para asegurarse y cuando ve quien estaba del otro lado no duda ni un segundo en quitarle el seguro a la puerta para abrirla

_ Delfi –dice Joaquín preocupado al verla llegar en ese estado-

Sin decir nada, ella solo se entrega a sus brazos dándole un abrazo tan fuerte que incluso lo hizo retroceder un par de pasos tras el envión

Cuando estaba a punto de preguntarle que le pasaba, Delfina rompe en llanto aun en sus brazos. Provocando en Joaquín un sentimiento de angustia y una necesidad de protegerla ante cualquier cosa

_ ya pasó chiquita –dice acariciando su cabeza y cerrando la puerta- ya pasó...

(...)

_ no lo puedo creer –repetía Joaquín tras haber escuchado lo sucedido- ¿ósea que todo este tiempo él estuvo jugando con vos con todo? –Delfina asiente aun dolida tras revivir lo acontecido- y todo por una estúpida competencia que nomás existía en la cabeza de ese enfermo

_ es que todo este tiempo, cada vez que me decía que amaba seguro lo decía pensando en ella... la vez esa que la encontramos en la plaza... -decía recordando- estaba con ella ¡Me estaban mintiendo en la cara! ¿Cómo me doy cuenta recién ahora?

_ estabas ciega –le dice Joaquín- ciega de amor, pero no importa ya pasó. Estás acá no te puede lastimar ¿sabes? Estás conmigo. ¿y esta chica es compañera de la escuela, van al mismo curso?

_ ¡No! Es asistenta del Director en la escuela, se conocieron ahí. No sé, no me importa

_ ¿asistente? Cuando creía que no me podía decepcionar más... que poca ambición que tiene este chico bueno no importa, dejemos el tema de lado. Podes quedarte todo lo que necesites

_ gracias. Quizás vuelva esta noche a lo de mi tío

_ ¿con Diego? ¡No! ¿Quién crees que te dijo que te fueras a vivir con Borja? Están los dos complotados. Puede que cuando vayas sea Borja quien te abra la puerta, haceme caso que por algo lo conozco a Diego, quédate acá

_ si, está bien. Gracias

_ no por favor, no me des las gracias por esto -dice quitándose el saco y dejarlo apoyado en el respaldo del sofá. Escúchame estaba por hacer una llamada importante, es de trabajo. Es más, si todo resulta puede ser que el asunto con Diego se solucione

_ ¿de verdad? –le pregunta un tanto esperanzada cambiando por fin el tema- pero ¿se resuelve de forma definitiva?

_ se va a resolver para siempre –dice Joaquín en un morboso doble sentido que solo el capta- escúchame vos termínate el café con leche. En la heladera hay torta de chocolate por si tenes hambre, jugo de naranja, lo que quieras. Es tu casa no me pidas permiso para nada. Yo voy a estar en mi estudio ¿okey?

_ okey –asiente Delfina un tanto más animada devolviéndole la sonrisa- gracias.

_ no por favor. Yo ahora en un rato vuelvo, mira la tele si queres

_ em no, está bien pero ¿podrías prestarme tu celular? No pude cargar el mío y ya debieron publicar los resultados de los exámenes finales

_ si, por supuesto –dice tomando su saco que anteriormente había apoyado en el sofá y se lo entrega-

_ ah pero ¿dijiste que ibas a hacer una llamada? Cuando termines mejor

_ ¡No, está bien! Yo uso el del estudio que ahí tengo todo

_ ah ¿tenes dos teléfonos?

_ y es importante separar los negocios del placer. Ahora en un rato vuelvo –dice yéndose al estudio y dejando a Delfina en su living

(...)

Cuando Delfina ingresaba su mail y contraseña para acceder a su cuenta, entro el grupo y vio el listado de puntajes

Su sorpresa fue mayúscula cuando vio que se había sacado un 7 sintiendo como al fin se quitaba una mochila de la espalda. Había sido la nota mínima, sí. Pero había aprobado y eso era lo que le importaba. Pues se trataba ni más ni menos que la materia que más dificultad le daba y el haber aprobado con solo haber estudiado dos días solamente, y no dos días seguidos sino un par de horas por día, para ella era un logro enorme.

Ella encantada se pasaría los siguientes minutos hablando con sus amigas y dando la gran noticia, incluso llegando a pasarse hablando horas de cosas triviales como muchas veces lo había hecho. Pero había un problema y es que ese no era su celular sino el de su amigo. Y sentía que él ya estaba haciendo mucho por ella y en un acto de buena fe habló lo justo y necesario, respondiendo solo un par de mensajes.

Se despidió de sus amigas y cerró cesión, vio que Joaquín se había dejado su saco y decidió no dejar el celular sobre el sofá o sobre la mesa ratona. En un acto de gentileza decidió dejar el teléfono donde ella lo encontró, decidió dejarlo donde estaba antes de que él se lo hubiera dado, mejor dicho.

Así que tomó el saco de una punta, lo sujetó de un extremo y lo abrió para así dejarlo en el bolsillo interno. Pero antes de que terminase de meter su mano, ella detecto que algo no estaba bien, algo le había llamado la atención y es que ese saco era mucho más pesado de lo que debería ser, de hecho, se sentía como que algo realmente pesado se encontrase dentro del saco

Por un segundo pensó en un celular, pero no, descartó esa opción al instante, era demasiado pesado para ser un teléfono, incluso para ser esos teléfonos que tienen una batería excesivamente grande

Defina por un segundo dudo si lo que estaba a punto de hacer estaba bien. Pero la curiosidad le podía. Y es que ella se conocía y por más que dejase el saco donde estaba. Por los siguientes minutos sin nada más que hacer iba a estar pendiente de eso. Ya se le había instalado en la cabeza

Así que con cuidado y mirando hacia cada rincón de la casa por si Joaquín llegara, apartó el celular y lo apoyo en el sofá

Lo siguiente que hace es meter la mano dentro del saco y comenzar a buscar nuevamente ese objeto pesado hasta que lo encuentra. Y no solo eso, descubre que este objeto se encontraba dentro de lo que parecía ser otro bolsillo interno dentro de su saco, uno que estaba a la altura de su espalda baja

Al palpar siente una forma rara entre sus manos pues por más que tratase de adivinar lo que era no lograba identificarlo lo cual le provocaba más curiosidad, ella pensaba "¿Qué es esto?" en sus adentros

Así que sin esperar más decidió meter la mano dentro de ese bolsillo y sacar aquel objeto que estaba siendo el eje central de sus pensamientos

Cuando por fin tiene este objeto en su mano lo retira del saco para verlo mejor. Pero en el instante en que ve lo que es eso y lo reconoce, se apresura a soltarlo por instinto de supervivencia pues sabia lo peligroso que podía llegar a ser si algo salía mal. Se trataba ni más ni menos que de un arma de fuego. Una pistola nueve milímetros

Sus primeros pensamientos fueron "¿Qué hace Joaquín con esto?" o "¿sabrá usarlo?" e incluso un último pensamiento llegó a su cabeza- "¿ya lo usó antes?"

Si bien el arma en sí no la escandalizaba, es más ya estaba acostumbrada a ver a Borja con un arma. Más de una vez se topó con ella dentro del departamento y más de una vez la evitó. No por miedo sino por respeto al arma. Ella sabía que no era un juguete

Joaquín

_ la verdad Diego me cansé de fingir seguirte la corriente. Al principio fue divertido, pero ya comienza a cansar. ¿no notaste que es imposible rastrear la llamada? Me gusta tu persistencia, pero ya es arrastrarse demasiado ¿no te parece?

*no sé de qué estás hablando ¿te volviste paranoico?

_ bueno, dale, sigamos haciendo de cuenta que no pasa nada al final el resultado va a ser el mismo. Estaba pensando en terminar con esto rápido ¿no te parece? Vamos a un lugar vos y yo solos y te pego un tiro en el medio de la frente, no vas a sentir nada. Total, tu vida ya la destruí. Por los viejos tiempos

*no seas sínico Joaquín, acá el único que se está destruyendo la vida sos vos. Me gusta tu idea, arreglemos un lugar para encontrarnos. Te van a pegar cinco tiros antes de que caigas al piso

_ no, me encanta lo hipócrita que sos. La diferencia entre vos y yo ¿sabes cuál es? Que pagas para que se manchen las manos por vos. Retomemos de nuevo eso de que ya destruí tu vida ¿te parece? Por ejemplo. Te dejé en quiebra... te recuperaste es verdad, ahí te sumo pun punto. Pero maté a Rocío, y no tuve que contratar a nadie para que jale el gatillo. Luego te secuestré a tu perro guardián, le pegué un tiro. Lástima que no lo maté, mala hierba nunca muere, pero estuve cerca. Ya me voy a encargar de Borja no te preocupes. Me enteré de algo que hizo que me volvieran las ganas. Ah ¿recordas el tiroteo que hubo en la empresa? ¿Cuánta gente que conociste de años murió ese día? Era increíble el noticiero la cantidad de cuerpos que sacaban de ahí dentro, pero estaban todos con el cuerpo tapado así que decime ¿conocías a alguien? ¿te llegó a importar? Ya vamos cuatro a uno y el marcador no está precisamente a tu favor

* tantos años fingiendo ser mi amigo cuando pudiste pegarme un tiro en cualquier momento y terminar con esto. ¿y yo soy el hipócrita? ¿solo llamaste para molestar?

_ no, te hice una propuesta. Reunámonos, te pego un tiro y esto termina acá

*tenes razón en una cosa. Esto se soluciona con un disparo en la cabeza, es muy peligroso dejarte vivo. Ya hiciste mucho daño

_ ¡No! Y la hipocresía sigue no lo puedo creer. Porque vos sos un santo ¿verdad? –pregunto con odio en la voz- ¿tenes idea con quien dejaste a Delfina? ¿a quién se la diste a cuidar? Y antes de que me mientas ya sé que está con Funes. Entra y sale del edificio todos los días ¿te pensas que no me doy cuenta? ¿Qué no observo, que no tengo ojos? Y así terminó pobrecita. Con el corazón destrozado por culpa del infeliz de tu amigo. Que mal elegiste mi remplazo

*¿de qué hablas enfermo?

_ pregúntale a Borja lo que hizo, yo no tengo porque darte explicaciones de nada. Aun así, también dale las gracias. Hasta hace poco estuvo viviendo con el ¿verdad? bueno ahora se invierten los papeles. Escucha la voz... ¡Delfi! –grito desde el estudio para que me escuche- ¿te gustaría pedir Pizza dentro de un rato. Al voltear hacia el frente en dirección a la puerta siento como el corazón deja de latirme por un segundo cuando la veo parada enfrente de la puerta, escuchando todo lo que decía-

Inmediatamente colgué la llamada dejando el teléfono en algún lado del escritorio

_ Delfi –digo sonriendo- ¿hace cuánto que estás ahí? –pregunté solo para ver como ella no me respondía, solo estaba ahí, quieta, mirándome con terror en sus ojos- ... que mala persona que es Borja ¿no...? ¿Cómo se llamaba esa chica? ¿Helena? –comencé a acercarme a Delfi, pero en el momento en el que lo hice noto como ella me apuntaba con un arma. No, no era cualquier arma, era la misma que yo tenía en mi...-

Al palpar detrás de mi noto como el arma que debería tener siempre encima ya no la tengo más. En ese momento me doy cuenta que estaba dentro del saco, el mismo que dejé en el living cuando le presté mi teléfono

_ ey –digo sonriéndole para intentar calmarla- eso no es un juguete Delfi –digo con voz calmada- dámelo –comienzo a caminar hacia ella- dámelo porque te vas a... -al estar a poco menos de cinco pasos de ella escucho como jala el gatillo apuntándome a la pierna. Solo que la bala no se había disparado. Ambos nos miramos congelados al notar esto, mientras mi cara reflejaba horror al ver como Delfina iba a dispararme, su cara era la representación pura del miedo encarnado. Lo intentó de nuevo, volvió a apretar el gatillo una vez, y otra después de esa, y otra después de esa, pero nada. La bala no se disparaba-

Y es que había un detalle no menor que me había salvado. Delfina no sabía cómo quitarle el seguro al arma, seguramente es la primera vez que sostiene una pistola en su vida y la apunta contra alguien

_no, vos no –dije destruido. Sintiéndome dolido, pero sobre todo traicionado por lo que había intentado hacer- ¡Vos no! –cansándome de Juegos decidí correr hacia ella. Al ver esto entra en pánico y me arroja el arma a la vez que se echaba a correr pegando un grito de horror mientras la perseguía por los pasillos-

Al final solo me costó unos metros alcanzarla.

Intentó zafarse, golpearme, arañarme, pero al final la tomé por detrás y la tenía bien sujeta

_ que lastima –digo sintiendo un profundo dolor en el pecho por lo que estaba por hacer- que desperdicio

Borja

Siento mi teléfono sonar, pensando que podía ser Delfina decido sacarlo de mi bolsillo impaciente hasta que veo el identificador y me doy cuenta de que se trata de Diego. Sin ánimos a soportarlo una vez más decido colgarle la llamada y tirar el teléfono en el sofá junto a mí

No pasó mucho hasta que vuelvo a escuchar mi teléfono sonar nuevamente. Estiro mi mano y lo agarro y me lo quedo mirando con la idea de volver a cortarle la llamada y apagar el teléfono, pero decidí atender de todas formas

_ ¿qué queres? –pregunto sin ánimos casi-

*¿Dónde está delfina? –pregunta enojado-

_ ah te vino con el cuento –digo adivinando que fue lo primero que hizo al salir del departamento-

*¡Por favor te pido decime que está con vos! –dice casi desesperado. Ahí me doy cuenta de que Diego no sabe lo que pasó...o si lo sabe no es su prioridad, ¿Qué está pasando? -

_ tuvimos una pelea –digo delicadeza- pensé estaría con vos –digo y del otro lado del teléfono solo escucho silencio. Me da una mala sensación y no puedo evitar preocuparme- ¿Qué pasa?

*Joaquín la tiene

_ voy para allá –digo colgando la llamada para ponerme de pie y salir del departamento-

(...)

_ ¿Qué le hiciste? –fue lo primero que me pregunta Diego al verme llegar al pent-house-

Yo lo miro y luego suspiro sin saber que pasará a continuación

_ descubrió que estaba con Helena –dije mirándolo a los ojos. Diego se queda calmado durante los primeros segundos, sereno, quieto como estatua, pero sin apartar la mirada de mí. Antes de que me diera cuenta responde con un puñetazo en mi cara, el golpe duele como una puntada en mi cara y mi cabeza da vueltas. cuando recobro la noción descubro que estaba sentado en el piso- okey me lo merezco

_ ¡Te dije que la cuidaras! –exclama fuera de si- ¡Confié en vos, la dejé en tus manos!

_ ¿podemos concentrarnos en buscarla? –le pido sin ganas de explicar nada- discutir no la ayuda

Diego solo se limita a mirarme para luego apuntarme con el dedo

_ no terminamos vos y yo –advierte tomándome de la ropa para jalarme hacia arriba y ponerme de pie como si fuera un muñeco, cuando me suelta veo que se aleja retrocediendo unos pasos y comienza a respirar hondo para intentar calmarse- me imagino que no tendrás idea de donde está, intenté llamarla, pero no contesta

_ no, ella... llegó a casa con el teléfono sin batería –le explico recordando aquel hecho-

_ bien supongo que el que no me responda por la batería muerta es mejor que ella muerta –dice tirándomelo en la cara. Por mi parte decidí no decirle nada y aguantarme un poco más su desquite-

_ ella menciono, bueno se le escapo que Ella y Joaquín se veían, que eran amigos

_ ¿Cómo que son amigos? –pregunta mirándome con los ojos rojos casi- ¡Mil veces le dije que no se le ocurra acercarse!

_ pero nunca le dijimos porqué. Conociendo a Joaquín tergiversó los hechos. Le mintió con la verdad, le habrá hecho creer que tuvieron una discusión del trabajo o algo. Habrá adivinado que no le contamos nada y lo usó a su favor –Diego se me queda viendo de forma extraña por lo rápido que saqué una conclusión adelantada- ¿Qué? Mientras él jugaba a ser tu amigo yo era el que lidiaba con él

_ ¿algo más que recuerdes?

_ creo que... no sé dijo algo como que el alquilaba un piso o un departamento. No sé muy bien

_ voy a llamar a Paula –dice tomando su teléfono y marcando su número-

_ creo que salía hoy con Siro, no creo que te atienda

*hola señor-dice Paula atendiendo el teléfono tras el primer pitido-

_ hola Paula ¿interrumpo algo importante? –pregunta Diego centrado en la conversación-

_ seguro no –digo sonriendo- porque si no ella no atendería el...-

*no, estaba con Siro

_ que aburrido debió haber resultado todo para que atiendas a la primera –digo sintiendo pena por el-

*todo lo contrario, vimos una película juntos, cenamos, nos reímos y estábamos por tener sexo

*hola Borja –escucho la voz de Siro, hablándome con un tono alegre desde el teléfono-

_ ah va a encarar Messi con todo y publico...

_ Paula necesito que busques información sobre alquileres de departamento, creo tener una pista de Joaquín

_ Diego están ocupados ahora –digo tratado de que entienda el contexto- no creo que... -

*si dígame, ya estoy entrando a la computadora

_ ah ¿Cuánto le pagas al mes, Hijo de puta?

_ Joaquín está alquilando un departamento, lo más probable es que sea en la ciudad

*dudo que lo alquile usando su identidad real, lo más probable es que lo haga usando una falsa. Voy a poner un identificador de imágenes entrando a los servidores de distintas compañías inmobiliarias a ver si su cara coincide.

_ ¿en cuánto tiempo crees que tengas algo? –pregunta Diego sin cohibirse o incomodarse por lo que Paula dijo hace un instante-

*una hora, más o menos. Quizás un poco antes, le aviso cuando tenga algo

_ pobre Siro, como le cagamos el momento

*De hecho puedo hacer las dos cosas al mismo tiempo –dijo Paula contestándome-

_ no lo anotes en tu currículum

_ espero tu llamado –dijo colgando el teléfono-

En ese momento se produjo un incómodo silencio, la tención era evidente y el aire se cortaba con cuchillo.

Ninguno de los dos decía nada.

_ así que... "las dos cosas al mismo tiempo" –dije imaginándome como seria-

_ no me hables –dijo sin mirarme-

_ okey, perfecto. ¿no queres que hable? No hablo

Diego

Veo que Borja sacaba su celular. Segundos después recibo un mensaje de texto

Borja: "¿las dos cosas al mismo tiempo?"

Levanto la mirada y lo miro a los ojos, como respuesta el solo se limitaba a encogerse de hombros

_ ¿sos consiente que cualquier cosa que le pase a Delfina va a ser responsabilidad tuya?

_ si –dice como si fuera algo obvio- pero hasta que no encontremos donde puede llegar a estar ¿Qué queres que haga?

_ nunca te importó ¿verdad? sino estarías mínimamente preocupado. ¿al menos podés fingir que algo de todo esto te importa?

_ vos sufrí a tu manera, yo lo voy a hacer a la mía. Cuando sepamos donde está Delfina despreocúpate que voy a ser el primero en ir a buscarla –al decirle eso miro por un segundo su abdomen algo más abultado por las vendas que lo rodeaban-

_ apenas podés caminar, vas a estar muerto en el momento en el que pongas un píe ahí dentro, ¿Qué pensas hacer?

_ no sé –responde como si nada, levantando sus hombros en señal de despreocupación- quizás lo mismo que hice desde que metiste a ese loco a tu propia casa. Cuidarla

_ ya te la di para que la cuides, te la confíe pensando que la querías de verdad y mira como terminó. Vos crees tener la razón siempre, siempre con esa actitud ególatra que no te importa nada ¡No lo sabes todo Borja! –digo con furia mirándolo a los ojos-

Tras unos segundos de silencio en donde ninguno movía siquiera un musculo escucho mi celular sonar

_ ¿es Paula?

_ no –digo mirando el numero- es Joaquín –desactivo el altavoz y atiendo la llamada- ¿Qué le hiciste?

*no deseaba que ella terminara metida en esto. Que desilusión. –dice con cierta interferencia a la hora de hablar, su voz se escuchaba con muy mala calidad de audio. De nuevo debe estar impidiendo que le rastren la llamada- quiero preguntarte algo, aunque ya creo conocer la respuesta. ¿Darías tu vida por ella?

_ -así que así es como lo queres hacer... astuto- si –le respondo decidido-

*bien. Terminemos con esto Diego, ya me cansé y adivino que vos también.

_ quiero hablar con ella primero –le pido sin mostrar algún rastro de emoción. Manteniéndome lo más estoico que me era posible-

*vas a tener que confiar en mí, está viva. Lo prometo

_ ¿puedo al menos despedirme? –pregunté sabiendo que nunca más la iba a volver a ver-

*En unos minutos te voy a pasar la dirección. De más está decir que si los hombres que están cuidando los departamentos aparecen con vos... no me hagas decirlo –dice colgando la llamada, desechando con eso mi petición-

_ ¿y cómo sigue el asunto? –Dice Borja, quien, pese a no poder escuchar la voz de Joaquín, estuvo atento a cada palabra. Su voz despreocupada de siempre y el tono en lo que me lo dijo, reafirman todo lo que pensaba de él. "no le importa lo más mínimo"-

Al momento de verlo a la cara y notar su mirada sentí que perdía la compostura por un segundo. Estaba preocupado, nervioso, ansioso y se sentía culpable. Pero cuando lo vi a los ojos...Esos ojos, los mismos que...

_ volve a casa Borja. Esto ya dejó de ser asunto tuyo –digo poniéndome de pie y pasando de el-

_ ¿de quién te vas a despedir? –pregunta esta vez con una voz preocupada- ¿A dónde estás por ir?

_ a traerla devuelta. Le pedí hablar un minuto con Delfina, decirle que todo está bien. Pidió setentaicinco millones por ella. Necesito ir a un cajero... a varios –digo bromeando provocando una mueca alegre en el- quiere que vaya yo solo

_ sospechoso ¿no? –dice de brazos cruzados, obviamente sospechando-

_ si ve que alguien más me sigue la mata

_ cliché. Escúchame no sé si te acordas que desde lo que pasó en el puerto ningún hombre quiere trabajar para él. Está solo.

_ ¿te arriesgarías con esa ruleta rusa? –le pregunto preocupado- espéranos acá –digo mirándolo de forma autoritaria, sabiendo que esta va a ser la última vez que lo vea a él también- como siempre tengo que arreglar tus cagadas –digo suspirando con resignación- esta va a ser la última vez ¿me escuchaste?

_ ¿no te cansas de esa amenaza? -dice con una sonrisa poniéndose frente a mí. Comienzo a caminar hacia la puerta y sonrío. Me detengo y me doy la vuelta para mirarlo-

_ sí que diste vuelta mi vida desde que llegaste. Ahora que lo pienso debí colgarle el teléfono a tu madre cuando me pidió que te deje quedarte una semana conmigo. Pero siempre fue buena convenciéndome –digo para luego mirarlo a los ojos agitando el dedo índice mientras lo miraba con una sonrisa pues me acababa de acordar de un detalle al verlo- ¿sabes por qué nunca te ahogue con la almohada mientras dormías?

_ eh... ¿Por qué es ilegal?

_ tus ojos. Tenes sus ojos, me recordas a ella

_ ¿y a que viene todo esto, se puede saber?

_ solo quería decirlo. Así me va a ser más fácil no matarte cuando volvamos –digo abandonando la habitación y cerrando la puerta detrás de mí-

Comencé a caminar por el pasillo, mis zapatos rechinaban contra el piso de madera recién encerado. El saco comenzaba a darme calor y la corbata me asfixiaba, tenía una necesidad de aflojar el nudo y comencé a desajustarla

"los ojos de la madre y la mirada del padre" –pensé mientras comenzaba a bajar por las escaleras- "que combinación más agridulce" –sonreí debido a mi propio chiste-

"estuve ahí el día que llegaste al mundo, creo que tenía catorce años en ese entonces. Eras una rata revoltosa, no dejabas de llorar. Te odié en el momento en que te vi. Te veía y lo veía a el"

"de hecho por mucho tiempo creí que serias como él. La misma basura rastrera y avara... pero un día me di cuenta que no eras como el, sino como ella"

"solo eras un niño asustado y subyugado, atrapado en esa jaula de oro a la que llamaban casa"

"con el pasar de los años comencé a aceptarte, entenderte, empatizar. pero siempre mantuve mi distancia, eras su hijo después de todo, su heredero, el que algún día ocupará su lugar. Mi enemigo"

"pero nunca te vi como tal. Solo eras un niño, una víctima. Como ella"

"aún recuerdo aquel día hace tantos meses atrás, cuando tu madre me pidió que te cuidara. Se había enterado que volvía después de tantos años. Solo ibas a quedarte una semana, que ingenuo fui. Costó que nos entendiéramos, de hecho, me volvías loco. Pero poco a poco y sin darme cuenta aprendí a lidiar con esa mezcla de emociones. Y si, comencé a quererte. Pero nunca pude aprender a demostrártelo. Quizás una de las pocas cosas que lamente"

"'pórtate bien' no sé cómo será tu futuro y nunca lo voy a saber. Lo típico seria desear que seas una buena persona. Pero no, quiero que seas todo lo contrario a lo que es el, quiero que seas mejor. Ese es mi deseo egoísta"

"fue un placer. Borja Funes"

Borja

Tan pronto como lo vi marcharse cerrando la puerta, quite de mi rostro aquella sonrisa fingida.

En realidad, no tenías pensado volver ¿verdad? Claro que nunca ibas decirlo.

¿Cómo podrías, que palabras usarías, me mirarías a los ojos o solo apartarías la mirada?

Metí la mano en mi bolsillo y saqué mi teléfono, tenía pensado hacer una llamada hasta que vi una notificación. Era un mensaje de Helena

Helena: "¿Dónde estás? Se escuchó algo de todo lo que gritaron. Quise hablar con vos, pero ya te habías ido. Perdón, no quería que las cosas terminaran así. Te amo."

Es cierto, se lo prometí, iba a dejarlo incluso Diego me lo dijo. Este ya no es mi asunto. Pero aun así no iba a dejar que muera, no él. No así

Miro el mensaje de Helena por última vez leyendo cada palabra de nuevo. Salgo del mensaje y entro a contactos y la llamo. Los pitidos pasaban y pasaban hasta que por fin atiende

*hola Borja ya casi termino

_ ¿en qué sentido?... olvídalo no quiero saber. Paula necesito que hackes el teléfono de Diego. Necesito saber dónde está en todo momento

*Borja así no funcionan las relaciones

_ jaja ese estuvo bueno. ¡Esto es serio! ¿podes hacer lo que te pido?

*dame una buena razón para hackear el teléfono de mi jefe y quizás lo considere

_ ¿Qué te parece cobrar tu obsceno sueldo un mes más? Diego va a buscar a Delfina y por lo que parece no tiene pensado volver con ella ¿me explico? Así que... ¡Siro Los estoy escuchando...! Así que deja de manotear el ganso, manotea el ratón, hace clic en el teléfono de Diego y dame su ubicación –la escucho suspirar hondo para luego decir-

*está bien, estate atento a tu teléfono, te va a llegar un link

_ perfecto, una cosa más. Pásale el teléfono a Siro –hay silencio por unos segundos hasta que me habla-

*¿Qué haces Borjita? ¿Cómo estás?

_ no tan bien como vos. Escúchame ponete los pantalones y espérame fuera del edificio que ahora te recojo... ¡Ahora voy por vos quise decir! –escucho como ahoga una risa- y trae la pistola

*¿Cuál de las dos? –pregunta intentando no reírse mientras ahoga la carcajada-

_ la que mata –le digo ahogando una risa yo también-

* ¿Cuál de las dos? –vuelve a preguntar con el mismo tono. Esta vez la risa comenzaba a escapársele de a poco-

_ la que dispara

*¿Cuál de las dos?

_ ¡Ay dale! no juegues así que me empiezo a reír yo también –digo comenzando a reírme mientras abandonaba el cuarto y comenzaba a bajar las escaleras- escúchame ¿viste la que gatillas y después de un rato dispara chorros, esa no. Esa guárdala. Tráete la otra, la que dispara plomo y de paso tráeme una a mi también que me la olvide en el departamento

*dale. No sabes lo que extrañaba que salgamos así, vos y yo con los fierros, armados y dispuestos a todo

_ ah que porno la conversación. Escúchame cuando encontremos a Joaquín vos dispárale a las piernas y yo a la espalda. Quiero que se arrastre mientras le voy disparando una y otra vez

*dale, yo abajo y vos arriba

_tampoco lo digas así, hijo de puta

*okey ¿Cómo lo digo? ¿vos de un lado y yo del otro? y después cambiamos de lado, nos podemos ir turnando

_ ¡No, hasta acá llegue! Sos un asco man

*!¿Pero que hice?! Estábamos hablando lo más bien, escúchame. Cuando te canses o necesites recargar déjame a mí. Le doy un rato yo y un rato vos, y después si queres le damos juntos

_ no, me cagaste la mente. Estoy entrando al auto, más te valga estar listo cuando llegue

*siento que nomás me queres por lo que te voy a entregar...

_ ¿podes no decirlo así? –digo frotándome las cienes-

* es que quiero que me quieras por lo que soy, no por mi 38 mm

_ qué triste seria eso en otro contexto –digo arrancando el auto y comenzando a acelerar saliendo del pent-house- no hablemos más, espérame que ahora voy –digo colgando la llamada- ¿y Cómo le voy a explicar a Gabriel esto...?

Una hora después

Diego

Así que acá es el lugar... ay dios era tan obvio paro a la vez tan bien elegido. No lo íbamos a encontrar nunca

Se trataba de un barrio privado en construcción. No había muchas casas terminadas y las que si lo estaban, estaban separadas de las otras, en resumidas cuentas es un claro ejemplo de tener privacidad sin tener privacidad. Aparte cuando los obreros se ponen a trabajar el ruido de las maquinarias y el gentío yendo y viniendo hacen que no escuches lo que sucede dentro de las casas. Era perfecto

Miré nuevamente la dirección anotada y comencé a caminar, mirando hacia todas partes recorriendo el paisaje. Atento a lo que sea que se moviese

Mis pies se sentían ligeros al caminar, el corazón me latía tan rápido que podía sentir como intentaba salirse de mi pecho con cada latido, mi boca estaba seca y en mi mente solo había espacio para una pregunta.

"¿así se siente uno cuando va a morir?"

Sonreí ante tal idea. Intenté desecharla lo más rápido que podía y seguí caminando

Joaquín

_ y formábamos buen equipo –digo recordando con algo de nostalgia a la vez que la miro a los ojos mientras le contaba- yo ordenaba y ella hacia... discutíamos de vez en cuando pero antes de que Gómez apareciera la llegué a considerar mi mano derecha. tu tía...Rocío era una buena mujer. Traicionera, sí, pero hacia bien su trabajo

_ no puedo creerlo, ¿ósea que vos...? –dijo mirándome con una mezcla de horror y decepción en su rostro- tu sonrisa nerviosa, tu... acariciabas con una mano... y matabas con la otra

_ prometí que te iba a contar toda la historia, Delfi yo sé que no es fácil de digerir a la primera, yo estuve muchos años...-

_ ¡Mataste a mí tía! ¿ahora queres matar a Diego? ¡Deberías estar en una cárcel, estás loco Joaquín!

_ ¡Esto es un asunto entre tu tío y yo! –exclamo zamarreándola de ambos brazos para que me vea y se tranquilice- ¡Vos no tenías porque meterte!

_ ¡Joaquín entrégate! Por favor te pido

_ ¡No! ¿por qué? Aparte estando tan cerca, estoy a esto de terminar con todo –digo mostrándole con mis dedos lo poco que faltaba- sos muy inocente, muy pura, saliste al mundo pero no lo comprendes, no podes ver la magnitud.

_ por favor, no me pidas que lo entienda porque no soy como vos, ¡No puedo entenderte Joaquín, no puedo!

_ es cierto no entendes, pero vas a entender. Me va a llevar tiempo, pero te prometo que vas a entender.

Alguien abre la puerta y ambos volteamos en su dirección

_ ya llegó –dijo un hombre entrando a la habitación con nosotros-

_ bien. –le respondo mirándolo a los ojos- ¿hizo lo que le pedí? –como única respuesta me entrega el celular de Diego en la mano- me olvidé de decirte –dije mirando a Delfina- cuando Gómez, mi "socio" ... bueno, mi "ex socio" se "retiro" adquirí una significativa fortuna. No importa que tan mala sea tu reputación –dije mirando al hombre que entro a la habitación- "por la plata baila el mono", dice el refrán

_ ¿Diego está acá? –dijo Delfi con una expresión de horror puro que entristecía con solo verla un segundo, eso fue todo lo que pude mirar- Joaquín –dice levantando la cabeza y mirándome esta vez suplicando, implorando- si vos alguna vez realmente me quisiste a mí en algún momento no lo mates a mi tío

_ ¿vos me estás jodiendo? –pregunto incrédulo ante esta petición mirándola realmente sorprendido-

_ no. –responde firme, sosteniéndome la mirada-

_ yo te amé a vos –le confieso- yo te amo, sos la mujer más importante de mi vida Delfi, ¿Qué me estás diciendo?

_ no...ya sé. Por eso, matas a mi tío y me estás matando a mí

_ ¡No, no es así! Lo vas a superar, confía en mí. El tiempo lo cura todo, si vos me dejas estar a tu lado en este duro trance...-

_ vos estás enfermo de la cabeza enserio. ¡Vos estás más enfermo de lo que yo pensaba! –sin poderme aguantar más, vuelvo a colocarle su mordaza. Al hacerlo lo único que escuchaba es como intentaba pronunciar sus palabras con dificultad a a vez que luchaba por librarse de sus ataduras-

_ ¿Qué hacemos con el? –pregunta el hombre mirándome con detenimiento-

En el momento que pregunta aquello giro el cuello para mirarla a ella. Sus incesantes quejidos e insultos inentendibles serraron, pues al igual que el sicario, estaba impaciente por conocer mi respuesta-

_ diviértanse un poco primero –digo mirándolo a los ojos- pero no lo maten. Lo quiero rematar yo –luego la miro a Delfina- quiero ser yo quien lo mate y ver como la luz se le escapa de los ojos. Y vos vas a estar ahí.

Borja

En el momento que entramos a la casa donde Diego y Delfina estaban, entramos por la puerta trasera de la casa. Siro la abre de una patada y esta al desprenderse de su cerradura, sigue su camino y se azota contra la pared de adentro generando un eco por toda la casa

_ shh –dice Siro- hagamos silencio

_ despejado –le digo mirándolo con ganas de meterle un tiro por esa estupidez-

_ sí, es raro porque estaba anunciado lluvia –repite el girando el cuello hacia atrás y mirando el cielo- pero está bastante despejado

_ deberíamos empezar a revisar ¿no te parece? –le sugiero estando a nada de apretar el gatillo-

_ shh lo aclaramos en el auto de camino, el jefe de la misión soy yo. No opines. Deberíamos empezar a revisar

_ buena idea –digo con ironía a la vez que ambos sacábamos nuestras pistolas al mismo tiempo y entrabamos dentro de la casa-

Al entrar pudimos apreciar de primera mano pisos de mármol, paredes blancas recién pintadas y muebles recién colocados y barnizados. Se podía sentir la gran cantidad de olores entrando por la nariz

Cuando llegamos a la cocina pudimos ver una enorme mesa de roble recién colocada, aun le hacía falta una mano de barniz, aún estaban instalando la grifería estaban a nada de colocar los electrodomésticos según las marcas en el piso

_ me gustaría saber quién fue el que inventó la frase "el crimen no paga" y golpearlo –le digo mientras seguíamos recorriendo la casa con cuidado-

_ es por eso nos gusta mantenernos de los dos lados –dijo con una sonrisa haciéndome sonreír a mí también-

Un sonido que provenía de la puerta en frente nuestro nos alertó haciendo que parasemos de reír en seco.

Ambos comenzábamos a caminar sigilosos sin dejar de apuntar en dirección a la puerta, cuando llegamos nos pusimos al resguardo, cada cual en una esquina

_ deberíamos entrar –le digo mirándolo-

_ a la cuenta de uno –un segundo después, el sale del resguardo y abre la puerta de un portazo sin dejar de apuntar al frente- ¡Quédate quieto! –exige, salgo del resguardo entrando al living de la casa y apuntando al frente yo también para encontrarme con un hombre de espaldas-

_ sorpresa –escuchamos una voz detrás nuestro, volteamos al mismo tiempo y encontramos a otro hombre apuntándonos a los dos con una pistola-

_ ¡No te lo puedo creer! –exclama Siro enojado- ¡Una vez que hago de jefe de operativo y estoy fracasando!

_ tampoco seas tan duro con vos mismo –le digo tratando de que se sienta mejor- es evidente que esperaban que intentemos salvar a Diego. Nos estaban esperando

_ ¡Bajen las armas! –exige le hombre que teníamos enfrente dándose la vuelta y apuntándonos-

_ si, si, ahora en un rato –le digo al hombre en frente nuestro Sin dejar de mirar a Siro- aunque admito que es verdad que tuvimos que haber hecho menos ruido –en el momento que digo eso, siento como el hombre detrás nuestro apoya el cañón en mi nuca-

En el momento en el que siento el frio del metal suelto el arma. Suspiro profundo y tras unos segundos de calcular, doy un codazo al cañón desviando la pistola en el último segundo antes de que dispare enterrando la bala en la pared. Aprovechando el segundo de ventaja que me quedaba le doy un golpe con todas mis fuerzas a la vez que con la otra mano lo desarmaba

Mientras eso sucedía, escucho un tiro detrás mío, al darme la vuelta pude ver a Siro y a el hombre que vimos primero, este último con un agujero de bala que comenzaba abajo, en su mentón. Y finalizaba arriba, en su cabeza, segundos después cae al piso salpicándolo de sangre en el momento en el que su cabeza golpea contra el mismo

_ estuviste bien –dice Siro felicitándome a la vez que le disparaba al tipo al que le acababa de golpear, un disparo directo a quemarropa en la cabeza apuntando al piso- arriesgado pero muy bien. Pero pudiste haberlo matado

_ ay... -gimo de dolor llevándome una mano al abdomen-

_ ¿estás bien? –pregunta preocupado observando la forma en la que presionaba mi herida-

_ si –le digo mientras tanteo con mi mano la zona debajo de mi remera con cuidado- cuando terminemos voy a necesitar un cambio de vendaje –digo recordando el codazo, intentando evitar movimientos así de bruscos en el futuro. Suelto el arma del tipo este y me agacho para tomar la mía- sigamos

Joaquín

_ basta –digo entrando al cuarto. En ese momento los tres hombres que lo golpeaban se detienen. El abre sus ojos y me mira- sin duda esa cara a visto días mejores. ¿Cómo estas Diego?

_ pensaba que íbamos a estar solos –dice para luego escupir sangre en el piso- ¿eso es lo que vale tu palabra? –pese a estar siendo sujetado de los brazos por dos hombres y molido a golpe sigue teniendo el espíritu intacto. Sonrío al notar eso, se lo reconozco. Debido a su comentario uno de mis hombres iba a golpearlo- no –digo y se detiene- esto le va a quitar la sonrisa más rápido, tráiganla –al momento de decir eso, uno de los tres hombres (el único que no lo estaba sujetando de uno de sus brazos) asiente y camina saliendo del cuarto- me pediste despedirte. ¿Quién soy para negarte tu último deseo

_ no, no lo hagas –pide comprendiendo mis intenciones- es una nena todavía

_ ya no. Que comience a comprender como funciona el mundo –en ese momento se podían escuchar unos pasos aproximándose hacia nosotros. El hombre entra a la habitación y la trae a Delfina atada de manos y amordazada, en lugar de verla a ella lo miro a Diego, sin perderme ni un segundo de su expresión en el momento en el que Delfina es traída con nosotros. Ese miedo emanándole de los poros, esa mirada perdida contrastada con los cortes y moretones generaban una visión perfecta. Este es el dolor que necesitaba. Y me iba a dar más- quítenselo –digo refiriéndome a la mordaza-

_ ¡Diego! –fue lo primero que exclamó entre lágrimas y con una voz desgarradora cuando pudo hablar- ¡Suéltenlo! –grito tan fuerte como pudo. Luego viro la cabeza mirándome a mí- ¡Por favor Joaquín, soltalo!

_ cerra los ojos Delfina –le pide sin expresividad en la voz- va a terminar antes de que te des cuenta

_ no –digo moviéndole mi dedo índice de un lado a otro para luego mirar al hombre que la sujetaba- asegúrate que no cierre los ojos, que mire-

En el momento que digo eso, Diego quien estaba mirando el suelo abre los ojos de repente y para luego mirarme con odio intentando usar las fuerzas que le quedan intentando forcejear inútilmente

_ acabo de tocar una fibra sensible ¿no? –digo sonriendo-

_ te lo pido por favor... -pidió suplicante intentando negociar-

_ ¿no entendes que no estás en posición de pedir nada? –digo sacando mi arma del saco, volteo para mirar a Delfina quien la obligaban a ver sujetándola del pelo, cada vez que intentaba apartar la mirada, e hombre detrás suyo la hacía mirar al frente acomodándole la cabeza. Ella me mira y le quito el seguro al arma enfrente suyo asegurándome de que me vea hacerlo para luego volver a mirar a Diego- arrodíllenlo

_ ¡NOOOOO POR FAVOR –gritó delfina desesperada- ¡VOY A HACER LO QUE ME PIDAS! ¡TE LO JURO, TE JURO QUE VOY A HACER LO QUE ME PIDAS!

_ la vista acá –le digo a Diego señalando mis ojos Mientras Delfina aun lloraba y suplicaba de fondo- un tiro en la boca, como papá. –digo mirándolo a los ojos sonriendo al verlo así; destruido, acabado, completamente quebrado. Roto- pensar que eras como un hermano... en fin, termina como empezó –digo cargando el arma para luego apuntarle en la boca-

Borja

Comenzamos a caminar más rápido una vez que comprobamos que no había nadie más. Miro mi teléfono para fijarme nuevamente la ubicación del celular de Diego

_ es ahí –digo apuntando hacia la puerta, comenzamos a correr, Siro se adelanta y nuevamente la abre de una patada-

Cuando ambos entramos nos encontramos con un cuarto de madera, en la parte más alta de la casa, completamente vacío

Ambos comenzamos a mirar, buscar a nuestro alrededor, pero no había nada

Sin decir nada lo primero que vimos fue una silla también de madera y una soga tirada frente a ella

_ estuvo acá –dice al mismo tiempo que mi teléfono recibía una llamada y comenzaba a sonar-

_ es evidente que ya no está más –digo terminando de registrar el lugar. algo en el piso detrás mío llamaba mi atención, un objeto negro resaltaba con facilidad en estos pisos de madera. Me aproximo hacia el reconociéndolo al instante, lo tomo y se lo muestro a Siro- el celular... anda a saber a dónde mierda están ahora –el constante sonido de mi teléfono sonando me ponía de mal humor, lo saco de mi bolsillo para colgar la llamada, pero me detengo en seco al ver que se trataba de Paula. Lo pienso un par de segundos y decido atender- no está –fue lo primero que dije al contestar- se lo llevaron no sé, pero acá no está

*creo que lo encontré

_ ¿Cómo? –digo poniendo el teléfono en altavoz para que Siro también escuche- repetilo devuelta

*que creo saber dónde está Diego

_ ¿crees saber? –le pregunto no muy convencido de su respuesta-

*seguí buscando en las páginas inmobiliarias, pero no encontré nada hasta que me pediste que entrara en el teléfono de Diego y ver su ubicación. Me metí en los archivos de administración de los dueños de estos barrios privados y encontré... resumiendo todo. La cara de Joaquín coincidía con los documentos de uno de los dueños. Pero fue borrada y remplazada por otra veintitrés minutos después de su registro. Acá va lo interesante. Resulta que el compró dos departamentos en lugar de uno –fue en ese momento en el que con Siro nos miramos entre nosotros-

_ ¿y cuál es el otro? –pregunté al borde de un ataque de ansiedad-

*a dos cuadras de donde están, la dirección es mil seiscientos doce

Decidido salgo corriendo de la habitación a toda velocidad cruzando el pasillo y comenzando a bajar las escaleras lo más rápido que mis piernas podían

Narrador normal

Mientras Borja y Siro corrían hacia la dirección indicada algo más ocurría a un par de cuadras de distancia

Joaquín quien se hallaba al borde del éxtasis a punto de cumplir su cometido, se encontraba sosteniendo el arma teniendo por fin a Diego de rodillas y mirándolo a los ojos sin despegarla la mirada a la vez que Delfina era obligada a ver entre quejidos, llantos y suplica como mataban a su tío delante de ella

_ necesito pedirte algo –dice Diego con la voz cansada, sin ánimos mientras miraba a Joaquín de manera suplicante a los ojos-

_ ah bueno ¡Ah bueno! ¡Diego Becker me pide algo en su lecho de muerte! ¿escuchaste Delfi? –pregunta eso ultimo mirándola por un segundo para luego volverlo a ver a Diego- bueno escuchémoslo, escuchemos a ver que tiene para decir

_ el trato era mi vida por la de Delfina ¿verdad?

_ si te hace sentir peor, nunca la iba a matar, nomás quería que cayeras redondito a donde estás a hora

_ yo ya perdí a un amigo, a vos. –le responde borrándole un poco la sonrisa altanera a Joaquín quien escuchaba atentamente lo que estaba diciendo- no voy a perder otro. Deja en paz a Borja

_ no –le responde tras unos segundos de considerar su petición- porque primero te voy a matar a vos, luego lo voy a matar a él y al otro guardaespaldas idiota que te sigue a todos lados, después a Sebastián, aunque mal no me caía. Después creo que me voy a ir al norte y les voy a hacer una visita a Andrés y Virginia que hace mucho que no los veo. y después de eso creo que con Delfi vamos a salir del país, unas lindas vacaciones para que despeje un poco la cabeza y después quien sabe, empezar una familia por ahí. Nunca me imaginé como padre porque estaba todo el tiempo pensando en este momento, por ahí sea bueno un cambio –al decirle eso, Joaquín vuelve a darse la vuelta para mirar a Delfina quien seguía atad y sujetada obligando a ver y escuchar todo lo que pasaba- y esa es una promesa –al momento en el que Joaquín gira nuevamente el cuello con intención de verlo a Diego, este se pone de pie sorpresivamente dándole un cabezazo en la cara a Joaquín haciendo que se le caiga su arma y se lleve una mano a su labio para sujetarlo en el lugar del impacto-

Obviamente quienes sujetaban a Diego no se quedaron de brazos cruzados ante tal acción contra su jefe. No por el sino más bien por permitir que tal cosa pasase delante de sus narices, pues esto ponía en riesgo su reputación y debía ser castigado inmediatamente

Inmediatamente ambos hombres comenzaron a golpear a Diego de tal forma que no tardó en perder el equilibrio quedar tendido en el piso, soportando y aguantando como podía cada golpe aun con ambas manos sujetadas con firmeza

Delfina ya se había cansado de llorar, lagrimas salían saliendo de sus ojos, pero ya no tenía fuerzas para seguir llorando, comenzaba a sentirse cansada así que solo se limitaba a ver como Diego era golpeado y humillado, pues le habían quitado la posibilidad de defenderse siquiera

Por su parte Diego evitaba cualquier emoción. Por dentro estaba destruido, el solo pensar en todo lo que iba a pasar lo destrozaba. Pero no se lo iba a mostrar a Joaquín, no el iba a quedarse firme hasta el último aliento

Lo único que podía consolarlo en ese instante es saber que ni Siro ni Borja eran blancos fáciles, eso y el saber que había mandado a Camila a una reunión con inversionistas lejos del país con la excusa de comenzar a recuperarse del atentado contra la empresa, la había mandad a recuperar la confianza de los acaudalados como excusa para mantenerla a salvo. El saber eso era lo único que le daba una pizca de esperanza

_ fue buena, si fue buena –le dice Joaquín recuperándose del golpe- pónganlo de rodillas –los hombres dejan de golpearlo y se limitan a hacer lo que se les pidió. Estando Diego ya sin fuerzas tienen que sujetarlo y ponerlo de rodillas como si se tratase de un muñeco de trapo- igualmente te lo agradezco porque me hiciste darme cuenta que aún queda... fe, resistencia dentro tuya, aun tenes ganas de seguir peleando. Lo respeto, pero me prometí quitarte doto eso antes de matarte –de repente y tras ver por un segundo a Delfina se le ocurre una mejor idea de la que tenía hace un instante- quizás sea buena idea adelantar los planes Delfi –dice mirándola- mejor comencemos nuestra familia ahora. ¿Cómo le dicen a esto? –pregunta mirándolo a Diego- ¿deja vu? –luego mira al tipo que sujetaba a Delfina- acóstala boca abajo y sujétala fuerte –tras escuchar esto, La fuerza y el miedo vuelve na emerger dentro suyo y comienza a gritar y patalear, aunque cada esfuerzo era inútil ella luchaba por escapar. No fue sino hasta que su cuerpo tocó el piso que comenzó a aceptar que esto era real- mosteémosle a tu tío cuanto nos queremos –dice sujetándola de las piernas, pisándolas con ambas rodillas mientras comienza a tirar de sus pantalones comenzando a jalarlos hacia abajo con dificultad debido al cinto que llevaba puesto

En el momento en el que los pantalones comenzaron a ceder, un disparo proveniente del pasillo se escucha. El guardia que vigilaba la puerta había muerto. La puerta se abre de un portazo dejando a todos con la expectativa de lo que estaba pasando

En ese momento lo primero que se ve entrar es al guardia que estaba custodiando la entrada. Esto relajó tanto a Joaquín como a sus hombres por un segundo. Eso hasta que vieron que detrás suyo había alguien más

Borja quien usaba a ese guardia de escudo había entrado a la habitación, sujetando al tipo con fuerza lo primero que hace es ver a los tres hombres que sujetaban a Diego.

Estos al ver la situación desenfundan sus armas y pese a reaccionar rápido Borja ya tenía su arma desenfundada y les estaba apuntando.

Borja disparó una y otra vez contra los tres sujetos de los cuales solo uno había logrado sacar su arma a tiempo y disparar, solo llegando a dispararle a su compañero que aún estaba con vida y siendo utilizado por Borja como escudo humano

ante el inminente suceso que acontecía en los planes de Joaquín y estando ahora en desventaja, toma el arma del sujeto que Borja aun usaba como escudo y se apresura a tomar a Delfina y poniéndola de pie para ponerle un arma en la cabeza

_ ¡Baja el arma! –le exigía mirando enfurecido a un Borja que no dejaba de apuntarle- ¡Baja el arma porque la mato! –en ese instante Joaquín coloca el cañón en la sien de Delfina presionándola con fuerza-

_ ¿y yo como sé que si suelto el arma no nos matas a los tres? –responde Borja sin intención alguna de hacerle caso. Pues en su cabeza volvían los recuerdos de Gómez, quien estaba en una posición muy similar a la que está ahora Joaquín y el cómo terminaron las cosas-

_ ay vas a tener que confiar en mí -el responde con arrogancia- que ironía ¿no, Funes? Baja el arma. Si no la bajas, los mato a los tres, si la bajas a lo mejor se salvan –le dice en un claro engaño esperando que la situación le haga bajar su arma- ¡Arriésgate Funes! –pero en el momento en el que le prestó atención al estado en el que estaba delfina. Sucia, llorando y con los pantalones bajados hasta la altura de los muslos, comprendió que soltar el arma no era una opción...no, no era eso. No quería soltar el arma, y no iba a hacerlo tampoco-

¡Escúchame una cosa Joaquín! –le dice Delfina- si nos disparas vas a estar toda tu vida en la cárcel, solta el arma por favor

_ ah me vas a extrañar ¿verdad? –le responde decidido, pues al igual que Borja, él ya tomó su decisión. Tampoco iba a ceder y menos estando tan cerca, era todo o nada-

_ ¿sabes que me parece? –comenzaba a decirle Borja sonriendo mientras no dejaban de apuntarse el uno al otro- no vas a disparar –cuando Dijo eso, Joaquín abre la boca y sonríe sintiendo un golpe directo en el ego- no te dieron los huevos

_ cállate Borja... -pedía Delfina quien veía aterrada todo lo que él había-

_ ¡Hacele caso Borja...basta! –le pedía también Diego quien luchaba por ponerse de pie-

_ no –les responde a ambos- estoy viendo como agarras el arma, no sabes. Estas jugando al súper villano –al decir eso, una pizca de inseguridad entró en Joaquín quien se fijó como agarraba su arma y según él, lo hacía bien. Pero la sensación de dudas comenzó a pícale la cabeza- no. No tenes idea de lo que estás haciendo. No podés matar a nadie, no te animas a matar a nadie –dice para luego mirarla a Delfina- no va a disparar

_ ¿ah sí? ¡¿Seguro?! –le responde Joaquín con el ego herido, pues jamás lo habían subestimado como lo hicieron el día de hoy- ¡Si vas sabes perfectamente que el que mató a Rocío fui yo! ¡¿Lo sabes o no lo sabes?! ¡Con esta propia manito! –dice mostrándole la mano con la que lo apunta- ¡La maté yo! Tendrían que haberle visto la cara. Vos te salvaste en el hospital, pero ya vas a caer como todos los demás ¡Van a caer como cayó Rocío, se los juro!

Tras esa confesión Borja no puede hacer otra cosa más que sonreír

_ ¿gravaste todo? –le pregunta a Paula-

*por supuesto. Y en alta fidelidad –responde la voz de Paula detrás suyo, más específicamente dentro del bolsillo de su pantalón, pues cuando ella lo había llamado para informarle de la otra casa, nunca habían cortado la llamada-

Esto por supuesto desconserta y asusta al mismo tiempo a Joaquín quien no entiende lo que pasa

_ que bien –dice Borja mirando a Joaquín con una sonrisa de satisfacción- que hayan escuchado eso es genial. No importa si me matas o no pero tu confesión se va a mostrar en todos los noticieros. Lo mismo que le hiciste a Gómez, solo que yo no soy tan generoso como para darte ventaja hasta el aeropuerto.

Fue ahí que el terror se apoderó de Joaquín envolviéndolo por completo. Pues el pensaba disfrutar el resto de su vida una vez que su trabajo haya terminado. Si lo que decía Borja era verdad no importaba si los mataba o no, era imposible escapar. No por vías legales al menos, y conociendo lo complicado y largo que es hacerlo por vías alternativas... no, escapar significaba perder todo lo que le quitó a Gómez y solo estaría comprando tiempo, todos esos millones no lo valían. No había dudas, estaba Jodido sino es que muerto. Una vez que todo se sepa no van a tardar en relacionarlo con la mano derecha del "Conde" muchos van a pedir su cabeza, la cárcel o cualquier lado a donde sea que lo envíen se va a convertir en un remate para ver quién da más por matarlo de la peor manera imaginable. Se van a desquitar con el cómo lo harían con Gómez por todos sus negocios en donde estafó a incontables personas. Todas buscando un poco de retribución matándolo

_ ¡Baja el arma! –exige Diego en pie y habiéndole quitado la pistola a uno de los hombres que lo tenían sujeto hace poco-

_ ¡Ah bueno! –dijo Joaquín viéndose acorralado de ambos lados- esto ya es otra cosa. ¡Dios!

_ tranquilízate –le pide Diego con voz calmada, acercándose un poco y comenzándolo a rodear junto con Borja- esto no tiene porque terminar así. Todavía estas a tiempo

_ ¡¿A tiempo de qué?! –pregunta consternado. Pues pasa el, no había otra manera-

_ las cosas pueden ser diferentes, no te quiero matar –insiste Diego nuevamente-

_ vos no, pero yo si –le advierte Borja deseando terminar con esto de una vez por todas esperando el más mínimo descuido de Joaquín para apretar el gatillo-

_ Borja por favor –le pide Diego, suplicando-

_ no, no pueden matar un muerto –les responde a ambos con cierta gracia, dándoles una sonrisa paranoica al verse acorralado siendo Delfina el único motivo por el cual aún no dispararon, siendo consciente de eso la sujeta con más fuerza- en el mismísimo momento en el que papá se pegó un tiro, me morí con él. Si me matan me la llevo a Delfina –dice volviéndole a apuntar en la cabeza- si los mato, me llevo a Delfina y si caigo preso me pego un tiro ¿Cuál es el problema? ... y parece que el momento acaba de llegar

_ Delfina tranquila, vas a salir de esta, te lo prometo –le dice Diego intentando tranquilizar a Delfina la cual no paraba de temblar y gimotear-

_ ¡Calladitos y quietos! –exigía mientras comenzaba a retroceder buscando escaparse tomando a Delfina como rehén- ¡Hacen cualquier cosa y la mato! ¡LA MATO!

Ni Diego ni Borja podían hacer nada, solo podían mirar con resignación e ira como él se la llevaba. Delfina aterrada intentaba forcejear, pero le era imposible, cuando intentó escapar y correr, Joaquín la tomó de los pelos y comenzó a obligarla a seguir caminando.

cuando ambos estaban por llegar a la puerta para así abandonar de una vez por todas el cuarto donde estaban Diego y Borja, Delfina en un último y desesperado intento, da una patada hacia atrás a ciegas dándole en la entrepierna a Joaquín con suficiente fuerza como para que por un momento la suelte

ella aprovechó ese par de segundos para correr con todas sus fuerzas, pero cuando creyó que lo iba a lograr, Joaquín la atrapa y en un intento por atraerla nuevamente hacia él, ve de reojo a Borja (quine era el que estaba más cerca suyo) y como aprovechó esos dos segundos para estar a tiro y dispararle. Joaquín al ver esto toma a Delfina y la usa como escudo humano obligando a Borja a detenerse estando a milímetros de presionar el gatillo.

Sabiendo que no iba a poder escapar, Con todas sus fuerzas, Joaquín estrella a Delfina contra el marco de la puerta dándole de lleno en la cabeza para así distraer tanto a Diego como a Borja dándole la ventaja para escapar y salvar su vida.

Mientras Joaquín corría lo más rápido que sus piernas le permitían. Tanto Diego como Borja corren desesperados para auxiliar a Delfina tomándola del cuerpo e inclinándola levemente hacia ellos

_ ¡Tómale el pulso! –le exige Borja desesperado al mismo tiempo que Diego coloca ambos dedos en la parte interna de la muñeca presionando ligeramente

Por un instante pudieron sentir como la habitación se detenía el tiempo, no había sonidos, no había aire, no había nada más que pánico recorriendo cada centímetro de sus cuerpos en esos breves instantes que se sintieron eternos para ambos.

Finalmente, Diego sonríe como nunca al sentir las primeras pulsaciones sobre la yema de sus dedos comenzando casi a reír mientras las lágrimas de felicidad lo invadían, Borja al comprender lo que eso significaba, respira aliviado sonriendo casi de igual manera y con alguna que otra lagrima amenazando con escaparse

_ está viva... -le dice Diego mirando a Borja al mismo tiempo que Delfina comenzaba a abrir los ojos aun mareada y siendo atentamente observada por ambos- ¡Se despertó!

Tras decir eso, Tanto Diego como Borja se abrazan como nunca antes, pudiendo respirar por fin aliviados ante la desesperación que casi los atrapa

_ espera –dice Borja interrumpiendo el abrazo y despegándose de Diego para mirar a Delfina- te me estás apoyando en la pierna, Delfi –le dice Borja sintiendo como se le empezaba a dormir la pierna, empujándola levemente y provocando que Delfina ruede por el piso un par de veces- ahora sí –le dice a Diego quien lo vuelve a recibir con los brazos abiertos para volver a fundirse en otro abrazo-

_ ay... ¡Borja! –protesta Delfina enojada mientras terminaba de roda. Una vez que se detiene comienza a sentarse observando como ambos aún continuaban abrazándose fruto de la reconciliación entre ambos-

_ ¿Qué haces acá Borjita?

_ vinimos a salvarte la vida –le responde despegándose del abrazo- y no me mires así. Un gracias y un y un jet privado no se le niega a nadie

_ okey primero que nada... rata trepadora. Segundo, ¿"vinimos" dijiste?

_ Si, con Siro decidimos que te vamos a seguir viviendo un ratito más. Igualmente, no lo culpes a él, yo lo seduje con el lado oscuro., lleno de alcohol y mujerzuelas

_ si, vos mejor ni hables de mujeres –Dice Delfina mirándolo con resentimiento-

_ ey ¿Qué te pasa que me tratas así? Si yo...ah sí, cierto nos peleamos

_ si, si, después se pelean –dice Diego intentando frenar una discusión entre ambos antes de que empiece- ahora y más importante ¿Dónde está Siro?

Mientras tanto a pocas decenas de metros de ese lugar, Siro se hallaba persiguiendo a Joaquín. Con Borja habían pactado que él iba a quedarse cerca de la salida en caso de que algo salga mal y Joaquín lograse salir con vida de aquella casa

Al momento en el que Siro lo vio escaparse fue tras el. Lo primero que sintió Joaquín mientras corría era unos extraños sonidos zumbidos los cuales pasaban cerca de su oreja. Eran los disparos de Siro los cuales pasaban a muy pocos centímetros de su cabeza

Aterrado siguió corriendo sabiendo que en cualquier instante podía ser el último hasta que divisó una máquina excavadora la cual usaría como refugio

Corrió y corrió hasta que y contra todo pronóstico logro llegar refugiándose detrás de ella.

Agitado y con una profunda transpiración en su cuello la cual comenzaba a mojarle la camisa, se apoyó contra la maquina recuperando el aliento por unos segundos. En los cuales más temprano que tarde se dio cuenta de que algo marchaba mal y es que esa transpiración era cada vez más fuerte. Su camisa se había empapado de sudor muy rápido

Se llevó una mano hacia el cuello de su camisa y al pasarla levemente y mirar su mano se dio cuenta que eso no era sudor, no era ningún rastro de traspiración excesiva por adrenalina. Era sangre y no paraba de brotar.

Aterrado se llevó una mano al cuello y sintió que algo faltaba. Al sentir su cuello con sus dedos notó como una parte de él faltaba, había un ligero hundimiento por el cual la sangre brotaba

Y es que uno de los tantos disparos que dio Siro, pasó lo suficientemente cerca como para rosarle el cuello

Al entender esto, Joaquín no tardó en entrar en pánico. No solo por el hecho de que veía su propia sangre sino por la cantidad de cine que había consumido donde siempre y en especial en este tipo de escenarios, una herida en el cuello representaba una muerte segura

"¿Dónde está la yugular?" –pensó apretándose la herida en su cuello- "¿izquierda o derecha?"

En eso pensaba hasta que comenzó a escuchar unos pasos. Primero le pareció oír un ruido, pero luego comprendió que este ruido se repitió una segunda vez. Y él lo sabía, no lo podía ver, pero lo sabía. Aquel hombre, aquel perro de caza que obedecía fielmente a Diego estaba detrás de esa excavadora, lo estaba rodeando ahora mismo mientras la sangre aún seguía brotando de su cuello.

Y si, Siro era quien a paso lento comenzaba a rodear la excavadora avanzando por el costado derecho de la misma, yendo hasta la pala hidráulica que es donde las huellas terminaban

Avanzó a paso lento, muy lento y siempre con su arma apuntando hacia el frente. Sin pensarlo dos veces apura el paso casi corriendo cuando ya casi llevaba al final y girando su cuerpo apunta hacia donde estaba Joaquín encontrando solamente una camisa ensangrentada. Siro se percata enseguida que aquello solo era un sebo, una distracción visual y cuando ve con el rabillo del ojo una sombra negra moverse bruscamente se apresura y apunta en su dirección.

Lástima que aquella sombra ya lo tenía en la mira y disparó una, dos, tres, cuatro veces.

El primer disparo falló, pues Joaquín había priorizado rapidez en lugar de puntería, se había desviado a la derecha, el segundo disparo también falló desviándose a la izquierda. El cuarto disparo dio en el cañón del arma de Siro, desarmándolo e inutilizando el arma. Pues no solamente se la había arrebatado de la mano con aquel golpe, sino que gracias al disparo ya no serbia. El cuarto disparo dio en el estómago de Siro perforándolo y comenzando a causar daño interno. Aunque para siro solo fue como si le dieran un golpe, un leve empujón haca atrás

Joaquín al comprobar que le dio y ver la sangre en su estómago sonríe triunfante. Solo que tristemente para él, esta sonrisa no dura mucho tiempo pues como era costumbre en Siro, el no guardaba solo un arma.

Siendo lo más rápido que pudo, Siro metió la mano dentro de su saco y sacó una de sus tantas armas de repuesto. Esto no pasó desapercibido para Joaquín quién al ver y reconocer el arma, Dispara otras cuatro veces impactando en el cuerpo de siro todas y cada una de ellas

Esta vez el sí pudo sentir eso, cada impacto, cada quemadura, cada sensación de calor dentro suyo. Pero aun así no caía

En un rápido movimiento con el pulgar, quita el seguro a su arma. Por su cabeza pasó la infinidad de veces que olvidarse el seguro del arma le había traído problemas y el como deseaba solventar aquel problema. Y ahora que había aprendido esto solo le traía problemas, pues era un paso más que le quitaba tiempo.

Joaquín al ver que no caía volvió a disparar, esta vez tres veces más volviendo a impactar todas y cada una de ellas y esta vez Siro amenazaba con caerse pues sus piernas comenzaban a temblar. Tuvo que hacer un gran esfuerzo de su parte para frenar su caída al suelo en el último segundo.

¿Qué pasaba por su cabeza, que lo hacía continuar y seguir intentándolo?

¿su hija, Sebastián, Borja, Diego? Todas eran buenas motivaciones, todas e daban fuerza para terminar de ponerse de pie y comenzar a estirar el brazo mientras empuñaba su pistola con toda la fuerza que tenia

Joaquín en un último intento desesperado, disparó dos veces más y hubiera disparado más de no ser por la penosa desgracia de haberse quedado sin balas.

El veía aterrado como es que pese a estos últimos dos impactos el seguía firme en su lugar y su mano seguía moviéndose en su dirección. Joaquín lo sabía, sabía que ahora era su turno. Los últimos instantes fueron los peores de su vida donde nunca creyó tener tanto miedo hasta el día de hoy. Pues no solamente no caía pese a haberle disparado quien sabe cuántas veces y agotar su cargador, sino que sabía lo que iba a pasar a continuación.

Siro era bastante despistado. Y era consciente de ello, pero incluso él sabía que ya estaba muerto, que no había salida de esta. Con sus últimas fuerzas termino de apuntarle a Joaquín, era un disparo seguro a quemarropa justo en la frente. El solo necesitaba uno para matarlo. Su propia vida comenzó a darle igual. Solo le importaban Diego; su casi hermano. Borja; su amigo y cómplice. Sebastián; su "madre". Paula; el amor de su vida. Y su hija, la razón de su vida.

Ahora más decidido que nunca, llevó su dedo índice hacia el gatillo y cuando comienza a ejercer presión nota como este estaba extremadamente duro. Cosa que lo extrañaba porque les daba mantenimiento a todas sus armas casi semanalmente. Luego comienza a comprender que el problema no era la pistola, era él. Para estas alturas se había quedado sin fuerza alguna.

Pero estando tan cerca no iba a rendirse, no así. En un último esfuerzo comienza a hacer más y más presión sobre el gatillo, pero al último instante siente una sensación de ahogo en su pecho seguido de una arcada la cual le hizo escupir una gran cantidad de sangre producto de todo el daño interno que había recibido.

Siro quería seguir, Siro podía seguir, pero su cuerpo había dicho vasta, era incapaz de seguirle el ritmo

Sin fuerzas ni para sostener su arma, esta se le comienza a resbalar de las manos hasta que finalmente la suelta dejándola caer al suelo

Con sus fuerzas agotadas fue solo cuestión de segundos para que sus piernas fallen también, sintiendo como inevitablemente comienza a caer hacia atrás.

Mientras Siro caía al suelo, un par de lágrimas brotaban de sus ojos acompañadas del siguiente pensamiento. "Perdón" –pensó disculpándose con ellos, quienes amaba-

Al momento de caer al piso, Siro ya estaba más muerto que vivo. Pese a tener sus ojos abiertos, lo único que era capaz de distinguir era la molesta luz del sol cubriendo sus ojos y una mancha negra que comenzaba a acercársele, una mancha que cada vez que hacía más y más borrosa, más oscura. Hasta que solo había oscuridad.

Atónito, Joaquín comenzó a acercarse lentamente a aquel hombre que yacía en el suelo. Lo observaba a los ojos con temor de que pueda levantarse una vez más pero extremadamente aliviado al ver que no lo hacia

Enseguida se apresura a tomar el arma que había soltado, el arma que casi lo mata. Comprueba la munición y nota que estaba cargada. Joaquín no era alguien que se arriesgue así que sin pensarlo dos veces le dispara en la cabeza al perro de caza Diego permitiéndose así respirar aliviado

Mientras veía aquel hombre muerto en el piso Joaquín compendio que aquella alegría solo le duró un instante. Aún quedaba el enorme inconveniente de que iba a hacer, solo era cuestión de minutos para que se vuelva el hombre más buscado del país, sino es que ya lo era. Una vez que su identidad sea desvelada no iba a ser complicarlo relacionarlo con Gómez y sus negocios. Y él lo sabía, sabía que solo era cuestión de tiempo para que termine come él.

Sin embargo, había una forma de poder escapar, de ocultarse y posponer su venganza unos años más. Pues tenía los recursos para hacerlo. Pero debía empezar de cero, nueva vida, nueva identidad y lo más posible. Nueva cara

Pero para ello necesitaba salir del país, el único problema es que necesitaba mucha plata en efectivo. No podía arriesgarse a utilizar una de sus múltiples tarjetas por miedo a que lo ubiquen

Y solo conocía a dos personas que podían proveerle una suma de dinero tan grande... Borja y Diego... en ese momento desearía tenerla a Delfina, hubiera podido negociar.

En ese momento recuerda algo que le había dicho delfina. Borja tenia a otra... si, lo recuerda, así como recuerda la bronca en su pecho al enterarse como es que luego de tanta lucha, de tanto esfuerzo para quitársela, él ni siquiera la amaba. Porque si la amase no le estaría haciendo eso

Quien sería aquella a la que Borja si amaba, pensó. Ahí fue que recuerda que Delfina dijo su nombre. "Helena" y también dijo que era una vecina en su departamento... la pregunta es cual

En ese momento recuerda algo importante. Un hecho que le había llamado mucho la atención, pero al no encontrarle sentido lo descartó hasta el día de hoy.

Cuando Gómez y él se metieron en el departamento de Borja y de un momento a otro todos estaban apuntándose con armas, al momento de escapar, Joaquín recuerda como una vecina estaba por abrir la puerta de su departamento. El recuerda con exactitud cómo es que Borja se adelanta a ese acontecimiento y cierra la puerta posiblemente salvando a esa persona. También recuerda como lo veía totalmente sorprendido y extrañado a Borja, pues le resultaba extremadamente raro un gesto tan noble viniendo de alguien como él, y más raro le pareció el hecho de que haya disparado al techo con tal de que todos en el departamento escuchasen el disparo, obligándolo tanto a Gómez como a él a salir lo más rápido que podían del departamento... esa era la vecina, esa era Helena, y vivía justo en frente al departamento de Borja

Tenía el plan, tenía los medios... lo que no tenía era mucho tiempo así que debía darse prisa. Decidido guarda el arma que le quito al perro de caza y sale corriendo en dirección a donde tenía estacionado su auto

(...)

Borja

En el momento en el que empezamos a escuchar disparos fuera de la casa comenzamos a hacer lo que siempre hay que hacer cuando uno escucha disparos, dirigirte hacia el lugar del tiroteo... no, ¿verdad?

_ ¿por qué Siro y no yo? –dije mientras caminábamos al lugar de los disparos- en serio quería pegarle un tiro, varios en realidad.

_ qué raro que Siro no conteste el teléfono –comenta Diego un poco extrañado- a esta hora debería haberme mandado una foto llena de memes del cadáver

_ si, yo le pasé el de la verga negra así que por ahí use ese

_ no –me responde- va a usar el de la menstruación, haceme caso

_ qué asco que son –escuchamos decir a Delfina que caminaba detrás nuestro-

(...)

Pasaban los minutos y por más que ya hayamos llegado al lugar de los disparos, no había rastros de Siro

_ esto me preocupa –vuelve a decir Diego- voy a llamarlo

_ quizás sea un poco más adelante –le digo al a vez que observo como sacaba su celular y lo llamaba- Diego de verdad, es Siro ¿Qué le va a pasar? –tras decir aquello comenzamos a escuchar un sonido extraño que se escuchaba a lo lejos- ¿Qué es eso?

_ el teléfono de Siro –dice Diego comenzando a correr en dirección a una excavadora que había varios metros más adelante, estacionada a un costado-

_ vos quédate acá –le pedí a Delfina antes de correr tras de Diego-

Diego ya había llegado a la excavadora cuando yo iba a mitad de camino. Durante todo el trayecto lo podía ver de pie, inmóvil y mirando al suelo. Con cada paso que daba podía sentir como ese mal presentimiento crecía cada vez más. Cuando estaba a unos cuantos metros comencé a frenar gradualmente la velocidad.

Al llegar junto a Diego pude ver lo mismo que él. Aquella escena que se formaba en mi cabeza durante todo el recorrido, la tenía en frente mío y era real.

Solo podía quedarme ahí congelado mirando el cuerpo, negándome a creer que se trataba de él, intentaba creer que se trataba de otra persona, de un extraño. Pero llevaba su misma ropa y tenía su misma cara. Por más que me negara a creerlo tenía que aceptarlo. Aquel cuerpo acribillado y tirado en el suelo era Siro.

Algo me despierta de mis pensamientos, era un grito. Un fuerte y desgarrador grito de Diego que en otras circunstancias quizás me hubiese dejado sordo, en cambio ahora apenas y pude escucharlo.

En ese momento vi como Diego se desmoronaba llegando a incluso arrodillarse frente al cuerpo de Siro y comenzaba a llorar

_ ¿Qué pasa? –pregunta Delfina acercándose detrás nuestro, cuando quise reaccionar y cubrirle la cara para que no vea, ya era demasiado tarde. Supe lo que vio tan solo reconociendo su mirada-

_ vení acá –le dije tomándola del brazo y obligando a que me mire- no veas –tras pedirle aquello siento como las lágrimas brotan de mis ojos a la vez que abrazaba fuertemente a Delfina-

(...)

Narrador normal

Tras algunos segundos de espera, la puerta del departamento se abre dejando ver a un adulto joven herido con una gaza en su cuello

_ hola... -se apresura a decirle- por favor, necesito ayuda

(...)

_ quieto –le dice Helena terminando de curar su herida- no te quejes.

_ perdón, es que arde –le replica, excusándose-

_ la idea es que lo haga. Entonces Seguime contando ¿Cómo fue que te hiciste eso?

_ cierto, estaba... aun lo estoy asimilando, me disculpo pasa que soy un poco despistado. Entonces cuando estaba por salir del supermercado un sujeto enorme apareció, se cruzó conmigo cuando yo iba de salida. Sacó un arma y me apuntó con ella, lo admito tuve miedo... luego me empujó y así al piso sentado, apuntó a mi cabeza garganta y disparó. No sé si a propósito o qué, pero... agradezco no haberme desangrado en el piso. El hombre me habrá querido usar como advertencia. Robó el supermercado y salió corriendo.

_ la gente está cada vez más loca. Tuviste mucha suerte de llegar ileso, unos centímetros más arriba y...

_ ¿y qué? –preguntó asustado-

_ es probable que te hubiera desgarrado la yugular –en el momento en el que Helena lo mencionó, él pudo sentir como su alma abandonaba su cuerpo-

_ ¿en...de verdad?

_ ¿es idea mía o te da impresión la sangre?

_ yo... no estoy seguro como no me desmayé en el camino –ríe de forma nerviosa- en fin, yo no sé cómo agradecerte, creo que la vida me odia porque en el momento en el que por fin llego al edificio me doy cuenta de que no tenía las llaves de la puerta. Tuve que meterme en el primer piso para entrar

_ ah, no me digas –le responde con una sonrisa-

_ si, por suerte tengo todo listo para irme del país, voy a respirar tranquilo

_ ah no me digas –le responde Helena con una mirada picara- ¿volves a Estados Unidos?

_ ¿Qué...? –pregunta fingiendo hacerse el desentendido a la vez que comenzaba a llevarse una mano detrás de la espalda con cuidado- yo no...-

_ tu acento, sobre todo en las "r" se te nota.

_ ah, si –le contesta un tanto más aliviado- sí, yo... -de repente se da cuenta de algo- vos también sos de ahí

_ lo era. No es muy común toparse todos los días con un neoyorkino. Y sí se te nota. Linda ciudad, aunque prefiero los climas más cálidos

_ ¿alguno en particular?

_ Los ángeles, por ejemplo

_ oh los ángeles, si hermosas casas, aunque innecesariamente costosas. Decime ¿vale la pena pagar de más por toparte de vez en cuando con algún famoso?

_ no desde el autotune –ambos ríen con aquel chiste-

_ y decime una cosa ¿sos soltera? Digo, podía invitarte algo como agradecimiento por haberme abierto las puertas, digo, con el mayor de los respetos

Ante aquel comentario y sobre todo por la forma de insinuarlo, Helena no pudo hacer otra cosa que reír levemente

_ no, no lo soy

_ah estas apartada. Un poco decepcionante, pero a la vez comprensible

_ digo que no soy soltera ¿y seguís coqueteando conmigo? Guau y yo que te creía un caballero

_ ¿acaso no es noble ser honesto? –le responde siguiéndole el hilo- debe ser muy afortunado

_ bueno en realidad no es mi... es complicado. Seriamos algo como-

_ ¿amantes? –responde por ella, a lo que Helena queda estática, mirándolo no solo extrañada por aquello, sino que comenzaba a sentirse incomoda- perdón eso no fue muy noble de mi parte. No quise ofenderte

_ está bien, no pasa nada –le dice intentando ser lo más educada posible-

_ ¿y cómo fue que se pusieron de acuerdo? Seguro no debe ser fácil ser "la otra" ¿Qué es lo que tiene Borja que terminaste aceptando? Me gustaría saber

En el momento en el que Helena lo mira a los ojos enfurecida y apunto de golpearlo en la cara...piensa y vuelve a analizar aquellas últimas palabras, pues había encontrado algo que no cuadraba

_ yo nunca te dije su nombre... ¿verdad? –pregunta Helena con la guardia alta, alerta a cualquier movimiento- ¿en cuál departamento dijiste que vivías?

_ ah cierto, perdón, que descortés resulté ser. Mi nombre es Joaquín. Vos sos Helena ¿verdad? –fue ahí, entre el miedo donde donde ella comprendió lo que estaba pasando y a quien dejó entrar a su casa- que pequeño es el mundo ¿verdad?

Asustada y presa del pánico dejó que su instinto de supervivencia actuara por ella, poniéndose de pie y cerrando el puño con fuerza conecta un golpe en la cara con tanta fuerza que de no ser porque Joaquín ya se había puesto de píe casi al mismo tiempo que ella, ya lo hubiese tirado de su silla.

Tras recibir el golpe y aun desorientado, Joaquín no piensa y actúa por instinto. Saca su arma desenfundándola detrás de su espalda y con la empuñadura le da a Helena un golpe seco en la cabeza mucho más fuerte del que ella le dio a el

Fue lo suficientemente fuerte como para que le dé la oportunidad a tomarla del cuello y comenzar a estrangularla con ambas manos. Dicha acción hace que Helena recupere el conocimiento y lo primero que logra distinguir fue la cara de Joaquín, quien la veía con odio, con furia. El terror se convierte en pánico al mirarlo a la cara y darse cuenta que estaba siendo asesinada

O eso es lo que pensaba.

Joaquín siguió apretando aquel delicado cuello tomándolo con ambas manos hasta que Helena irremediablemente comenzó a perder el conocimiento, y se fue desmayando entre gemidos y quejidos-

_ ¿así que esto fue por lo que cambiaste a Delfina, Funes? –dijo soltándole el cuello a la vez que la miraba despectivamente. Aunque su mirada se ablanda tras mirarla un poco más, apreciándola a detalle- aunque está muy buena, la verdad no puedo discutir con tus gustos

Algunas horas después

Borja

Luego de varias, en serio varias horas declarando ante policías y papeles, al fin nos dejan libres. Delfina fue mandada al pent-house con Martina, que sirva para algo. Diego por otra parte vino conmigo a mi departamento

_ pasa, ponete cómodo –le digo a la vez que abro la puerta para que ambos pasemos. Cuando entra, cierra la puerta y sin decir nada se va caminando al sofá y se sienta- ¿queres algo para tomar? –digo abriendo la heladera y sacando una botella de vino que quedó de anoche-

Tomo dos copas y las lleno hasta completar un cuarto. Antes de tomar un sorbo agarra la botella y la inspecciona, para saber de qué marca, el tipo de uva, la cosecha, etc. Al ver su cara cuando le da un vistazo a la etiqueta iba a decirle "si, es de supermercado" hasta que hace un gesto como "ya que" y se toma todo el contenido de la copa, apoya la copa nuevamente en la mesa ratona y se sirve nuevamente esta ves vaciando la botella y llenando hasta el tope la copa-

_ sí, creo que hoy es uno de esos días para agotar las reservas. Tengo un espumante por si te interesa

_ el champán es para celebraciones

_ también para homenajear

_ para celebraciones –repite cortante- aún no se lo digo a Sebastián...

_ quizás ya se enteró cuando servicios sociales vino y se llevó a la nena...

_ ¿sabes que fue una de las ultima cosas qué me dijo? Me preguntó si en unas semanas podía tomarse unos días porque iba a ser el cumpleaños de su hija. Juro por mi vida que a esa nena no le va a faltar de nada. Nunca

_ no va a ser una promesa muy larga si antes no terminamos con cierto asunto pendiente –al tirar aquella indirecta solo bastó una mirada para darme cuenta que no debí mencionar el tema-

_ se terminó, Borja –dice mirándome serio y sin apartarme la mirada- no tengo ánimos de discutir, por favor. Paula se encargó de volverlo el hombre más buscado del país casi

_ ¿Qué fue lo que te dijo...? Cuando le contaste. Ya sabes, su reacción

_ no hubo reacción. Se quedó muda unos segundos, cuando por fin habló me dijo que cualquier cosa que necesite para matarlo que la llamemos

_ debe ser de las que llora en privado. ¿y ahora como sigue esto?

_ tenes una vida por delante. No la desperdicies en esto. Él se va a ir, es cuestión de tiempo, pero se va a ir, no se puede quedar ni un minuto más en el país. Yo pienso hacer lo mismo. Delfi, Andrés, Virginia, Sebastián, Camila, todos. Noruega es de las mejores opciones, siempre me trataron bien ahí. Vos también podés venir

_ claro ¿ósea que tu plan es encerrarnos a todos en jaulas de oro mientras te volves loco tratando de encontrarlo antes que él te encuentre primero? Así no funciona la cosa Diego

_ haber ¿y para vos cómo funciona? –hago un gesto de disparar un arma usando mi mano- ¿te tengo que recordar todo lo que pasó hoy? No vas a hacer nada estúpido ¿me escuchaste?

_ no es algo que puedas decidir por mí, vos lo dijiste Diego, no sos mi padre. Y yo no soy más un nene al que llevan de acá para allá

_ ¡¿No entendes que no quiero perder a nadie más?! ¿¡No te entra en la cabeza acaso?! ¡Ustedes se metieron en asuntos que no tenían que meterse y mira lo que pasó! ¡Siro está muerto! ¡Voy a cargar con eso el resto de mi vida!... ¿podrías hacerme el favor de no añadir tu peso en mi mochila también?

_ es que el ya ganó. Mira lo que sos, mírate, ya te ganó. Esto era lo que quería. Así que córrete del medio, no estorbes y déjame terminar con esto. Porque no sos el único que sufre

_ no me vuelvas a hablar así –dice mirándome con mala cara, conteniéndose las ganas de algo- porque vamos a terminar mal vos y yo, ¿te quedó claro?

_ cuidado con las amenazas Diego, porque ya no tenes a tu guardaespaldas

Ambos nos quedamos mirándonos frente a frente, esperando a ver qué es lo que hacia el otro. Ninguno tenía ganas de pelear, pero estábamos dolidos, necesitábamos liberar tensión y la situación no nos dejaba de otra

Fue en ese momento en el que mi celular comienza a sonar, aquella melodía nos distrae lo suficiente como para olvidar el asunto temporalmente.

_ como te salvaste

_ mejor atende y cállate

_ pero si me callo no voy a poder hablar con... -saco mi celular para ver quien me llama- ¿y este número?

_ déjame ver –dice mirando el numero el también- es Joaquín –dice mirándome con precaución-

_ como si lo invocáramos ¿te diste cuenta? –decido terminar con este misterio y atender- ¿Qué queres?

*eh ¿Qué pasó con ese recibimiento? Me sorprende Funes, vos que siempre eras tan alegre. ¿Qué pasa, el luto te puso de malas? Por cierto, impecable tu actuación de hoy, te digo la verdad: me sorprendiste, lástima que no pueda decir lo mismo del otro... ¿Cómo se llamaba? Bueno no importa, decime ¿Diego ya te ofreció el puesto de guarda espaldas? Te recomiendo que tengas cuidado. Los que tienen ese puesto no suelen durar mucho

_ ¡¿Qué queres enfermo?! –exclama Diego quitándome el celular para hablar con el- ¿a qué llamaste, a burlarte?

*¡Ah bueno lo que es mi suerte! –exclama feliz- hoy definitivamente es mi día, me salen todas bien

_ No te recomiendo celebrar mucho –dice agarrando mi control remoto y poner el noticiero mientras subía el volumen- ¿escuchas? Es de vos de quien hablan, no te queda mucho tiempo

*por su bien espero que sí –dice disfrutando del momento- especialmente a vos, Borja

_ ¿y ahora con que vas a amenazar? ¡¿De qué hablas enfermo?!

_ Diego... –digo llamando su atención- perdón, pero me está amenazando a mí –le digo quitándole el celular para hablar con el- ¿y ahora con que vas a amenazar? ¡¿De qué hablas enfermo?!

*reconozco que en algo tienen razón, no hay mucho tiempo. Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Hoy no hay imagen, pero hay esto... -hubo un segundo de silencio en el que no se podía oír absolutamente nada hasta que de pronto comenzamos a oír los inconfundibles gemidos de una mujer-

_ decime que Delfina está bien –digo mirándolo a Diego preocupado-

*no, no tengo a Delfina –dice adelantándose a nosotros, especialmente a Diego que ya estaba con el teléfono en la mano para llamarla- déjame iluminarte un poco... a ver, mi vida, que te voy a sacar la mordaza un poquito... muy bien, ahora shhh no quiero que grites muy fuerte que me aturdís ¿sí? –con Diego nos miramos entre nosotros, preocupados por lo que sea que esté pasando del otro lado del teléfono hasta que escuchamos una segunda voz- "Borja por favor sácame de acá" –era la voz de Helena-

_ ¿Helena...? ¡¿Helena estás ahí?! ¡Soltala porque te mato!

*no te hagas el macho, Funes. Y no amenaces. No estás en posición de amenazar. Acá el que pone las reglas soy yo ¿te quedó claro? –no hubo respuesta de mi parte- ¿perdón? ¿el teléfono me está fallando o qué? Porque me parece que no te escuché... preguntémosle a Helena a ver si escuchó, por ahí tiene mejor oído

_ ¡Si, te escuché! ¡Te escuché Joaquín!

*¡Bien! Así me gusta. Con modales. Escúchame esto es lo que va a pasar. ¿la queres ver con vida? Quiero plata, quiero dinero, mucho. Escuché que tenés cinco millones y los quiero hoy

_ si, los vas a tener –le respondo desesperado, sabiendo que me tiene agarrado-

*ah pero que cooperativo, ¿no te molesta si te pido más? No, obvio que no. Gracias a tu travesura tuve que encargar documentación nueva, no sé cuál va a ser mi nuevo nombre, solo espero que no sea algo estúpido. Solo tenes que ir a buscarla porque yo por obvias razones no puedo... ¿Qué se me olvida? Ah sí, lo más importante. Quiero el helicóptero de Diego, su helicóptero personal y pase libre para salir del país

_ si, lo que sea solo no le hagas nada.

*eso solo va a depender de vos y nada más que de vos. Escúchame déjate el teléfono a mano que te voy a ir guiando por los puntos de encuentro y el lugar de reunión. Eso sí, apúrate porque... la verdad puedo decir muchas cosas de vos, pero tenes ¡Muy buen gusto! Y déjame decirte algo el despecho por Delfi me está pegando fuerte, no te queda mucho tiempo– corta la llamada-

Guardo el teléfono en mi bolsillo y comienzo a prepararme para salir. Llaves, llave del banco, todo

_ ey, ey, ey –dice tomándome de la muñeca- ¿Qué estás haciendo?

_ no tengo tiempo para contestar con un chiste. ¿Qué te parece que estoy haciendo? –digo sin mirarlo soltándome de su agarre-

_ sos consiente de que es una trampa ¿verdad? te está haciendo lo mismo que a mí. No lo voy a permitir ¿queres mi helicóptero? Necesitas mi firma para que despegue

_ hace meses que la se falsificar, no te preocupes. Diego, si las posibilidades de salir con vida con Helena son de uno a noventainueve, entonces me quedo con ese uno porciento

_ ¡¿Después de lo de hoy aun seguís pensando de que existen posibilidades?! –camina hacia a mí y me zamarrea de los hombros un par de veces- no la vamos a dejar sola, por supuesto que no. Déjame pensar algo, quizás pueda movilizar un par de hombres. Los mercenarios de Siro, Francotiradores, lo que sea

_ no va a funcionar

_ ¡¿Qué parte de que si vas solo no vas a volver no estás entendiendo?! –dice colocándose en medio de la puerta- tomémonos un minuto para pensar -pude sentir como el enojo con el que me miraba se iba ablandando mediante observaba mi mirada firme, determinada a seguir el Juego de Joaquín- ...por favor te pido –justo en ese momento recibo un mensaje, prendo el teléfono y lo veo. "Tic tac, tic tac" decía. No tuve que mirar el numero siquiera –

_ Diego si le pasa algo me tengo que matar, movete porque te voy a disparar en la cabeza

_ no, no lo vas a hacer. Te conozco

_ ¿seguro que me conoces? –digo caminando hacia el sofá y sacar debajo del almohadón la pistola junto con el cargador que tenía escondido a la derecha. Diego mira atento como coloco el cargador en la pistola, la cargo y le quito el seguro. Comienzo a caminar nuevamente hacia la puerta y comienzo a apuntarle- movete.

_ prefiero que seas vos en lugar de Joaquín, no lo voy a hacer. Hablemos

_ no hay tiempo –digo disparándole en la cabeza. Sus ojos y su mirada comienzan a formar una expresión perdida al mismo tiempo que su cuerpo se mantenía de pie unos pocos segundos más, cuando comienza a caerse hacia delante lo atrapo antes de que caiga al piso y lo comienzo a arrastrar hasta el sofá manchándome de rojo la ropa en el camino- la sangre falsa fue un buen toque –digo terminando de acomodar a un inconsciente Diego Becker en mi sofá para que duerma un poco. Creo que cuando despierte va a estar de mal humor. Vuelvo a tomar mi arma y retiro el cargador con las balas de salva-

_ ah... así que así se siente matar a sangre fría... que fea sensación –digo metiendo mi mano debajo del almohadón y sacar el cargador con las balas de verdad- Es feo porque me gusta, debería hacer esto más seguido, podría empezar con los vecinos. "hola vecino ¿tiene un poco de azúcar?" si como no, ¡Pum! Corchazo en la frente, ¿testigo de Jehová tocando a la puerta un domingo a las ocho de la mañana?, ¡Pum! Dejen dormir, ¿un nene huérfano pidiendo que le compre algo? ¡Pum! Triplete...por un lado eso, pero después hay que borras huellas, salir sin que te vean, matar testigos, no mucho esfuerzo –digo comenzado a dirigirme hacia la puerta nuevamente- Mejor solo mato a Joaquín y listo, váyanse a cagar.

Una hora y cuarenta minutos después

Dentro de poco van a ser las nueve, el sol comienza a ocultarse lentamente en el ocaso dejando paso a la noche. Al final él había elegido bien el lugar donde nos íbamos a encontrar. Se trataba de un estadio casi abandonado, alejado, muy alejado de la ciudad, ubicado cerca de una ruta.

Comencé a caminar mirando de izquierda a derecha atento ante el menor movimiento con el pequeño bolso de mano sosteniéndolo con mi mano izquierda, cuando comenzaba a acercarme a la pequeña tribuna estando a nada de entrar a la abandonada y descuidada cancha, doblé a mi izquierda encontrándome con el de sorpresa

_ bueno, veo que por fin viniste a salvar a la inaguantable de tu novia, tiene carácter me gusta, pero de no ser porque la necesitaba ya le hubiese volado la tapa de los sesos

_ me llego a enterar que le pusiste un dedo encima y te arranco las manos

_ Borja no estás en condiciones de amenazarme. ¿Qué pasa, no podés reconocer un jaque mate cuando lo tenes en frente? –suspiro con odio, largando el aire de mis pulmones-

_ llévame con ella

_ todo a su debido tiempo Borja, todo a su debido tiempo –noto como le da una ojeada al bolso que cargaba conmigo- dale, entrégame la plata, entrégame los pasaportes, entrégame todo -Haciéndole caso, le arrojo el bolso con fuerza directo al pecho, el cual atrapa con algo de dificultad- eh pesa –exclama sonriendo mientras comenzaba a abrirlo- ¡Pesa, eso es bueno! Permiso, voy a revisar, no es que no confíe en vos. Tengo que verlo con mis propios ojos -termina de abrir el cierre, abre el bolso con una grata sonrisa – bien, dinero, pasaporte... uy –exclama preocupado comenzado a revisar entre los fajos de billetes como si buscara algo específico- ¿sabes que me andaría faltando, Borja? –pregunta mirándome- el helicóptero ¿vos lo pusiste acá? –pregunta de forma sarcástica señalando el interior del bolso-

Miro la hora en mi reloj comprobando los tiempos

_ está llegando en estos momentos

_ ¿si? ¿está llegando en este momento? –pregunta volviendo a usar ese irritante tono sarcástico- ¿está llegando en este...? –gracias al cielo se calla en el momento en el que se empieza a escuchar el helicóptero acercarse. Ese característico sonido que hacen las hélices y el motor- ¡Muy bien! No podía esperar menos del piloto de Diego Becker, decime, porque a mí nunca me dejó pilotarlo, ¿Cómo hiciste para que te lo diera? Me parece que me estoy poniendo un poco celoso

_ ¿importa?

_ depende, ¿queres que te devuelva a Helenita en tres o en cuatro bolsas?

_ No le digas así, ella lo odia. Diego lo hizo por el –dije mintiéndole- hoy perdimos a Siro, no más. Cumplí con tu parte –veo a Joaquín sonreír, mira el bolso y luego me mira a mí- después de vos –dice señalando un local dentro del estadio. Al escuchar su propuesta me le quedo viendo, no iba a moverme ni un paso- ay dale ¿Qué pasa? ¿Qué gano yo matándote por la espalda aparte de asustar a mi única vía de escape? –dice señalando afuera del estadio donde el helicóptero había aterrizado-

Mirándolo con bastante desconfianza comienzo a caminar

_ ¿Dónde es?

_ te voy guiando, seguí derecho

(...)

Me dejé guiar a la vez que caminaba con cautela, haciendo el menor ruido posible con las pisadas y atento a cualquier sonido extraño que haga detrás de mí

Avanzamos hasta llegar a la puerta del local, ahí seguimos caminando hasta llegar a una pequeña zona de descanso unida a una confitería

Narrador común

al llegar a interior del lugar, las pisadas comenzaban a escucharse más fuerte, y mientras más profundo iban, mayor era el eco de las pisadas rebotando por las paredes. Borja podía sentir como el corazón se le iba a escapar por la boca de lo rápido que latía, aparte el sonido de sus pisadas no ayudaba a calmarlo tampoco.

Borja se consideraba un chico con ambiciones, él siempre se consideró alguien que sabía lo que quería y aún más importante. Como conseguirlo

Sin embargo, en estos momentos su mayor anhelo es que no lo mataran, al menos no hasta ver a Helena una vez más. Solo con eso se conformaba

Al llegar a la zona de descanso la vio, la vio sentada en uno de los sillones de cuero blanco. Por la forma en la que ocultaba sus manos detrás de su cintura pudo suponer que estaba esposada

Mientras ambos amantes se rencontraban, recorriéndose mutuamente con la mirada preocupados de que al otro le haya pasado algo, Joaquín finalmente había llegado a la sala de descanso

_ hasta ahí –dijo observando a Borja mirándola con preocupación, nuevamente sintiendo odio, pensando en lo que esos dos le hicieron a Delfina-

_ ¿estás bien? –fue lo único que le pudo llegar a decir-

_ ¿vos estás bien? –le preguntó igual de preocupada-

_ si, los dos están perfectos, no empiecen con el teatro –les pidió/ordenó a la vez que caminaba en dirección a Helena mirándolo junto a ella- como prometí: ilesa –dijo sonriéndole- ¿Qué estás esperando? –pregunto invitándolo de forma indirecta a acercarse, con muy obvias razones para desconfiar de aquel ofrecimiento, Borja comienza a caminar en dirección a Helena, y seguía caminando y el corazón le latía más y más fuerte conforme avanzaba, y seguía caminando, y seguía caminando. No fue hasta que había llegado a mitad de camino cuando Joaquín desenfunda el arma que traía escondida y le empieza a apuntar a Borja directamente en la cara- pero antes dame tu arma, esa que traes encima ¿te pensas que soy estúpido?

_ no sé de qué estás... -Borja se vio interrumpido debido al estruendo de un disparo, Joaquín le había disparado al techo como señal de advertencia, una vez que tuvo su atención llevó la pistola a la cabeza de Helena y la presionó con fuerza sintiendo como ella se estremecía del miedo ante tal contacto-

_ completa la frase, te reto –le advierte presionando el arma más fuerte contra la cabeza de Helena quien estaba comenzando a gemir y llorar producto del miedo-

Con sumo cuidado y sin ningún movimiento brusco, Borja lleva la mano hasta detrás de su cintura y con aun más cuidado comienza a desenfundar su pistola

_ apóyala en el piso –Borja comienza a hacerle caso, apoyando su arma poco a poco hasta que toca el piso- ahora patéala para acá –nuevamente hace caso y con un movimiento de su pie, el arma comienza a deslizarse hasta Joaquín, quien la recibe pisándola suavemente. Al tener la situación bajo control sonríe y se agacha para tomar el arma. Aun entre sus manos la admira por un par de segundos para arrojarla detrás suyo- no la vas a necesitar más. De rodillas

_ ¿qué? –pregunta Helena con la voz quebrada, entendiendo lo que eso significaba. Con un muy profundo miedo vio como Borja obedecía y comenzaba a arrodillarse- ¡Borja! –exclamó mirando horrorizada lo que sucedía-

_ nunca me ibas a dejar vivo ¿verdad? –le pregunta Borja, mirándolo con una sonrisa apagada-

_ ¿pensabas que sí? –le pregunta sonriéndole mientras seguía apuntando a su cara-

_ no –le responde del mismo modo. La poca fe que tenia se murió mediante iba llegando al estadio-

_ pero aun así viniste ¿y para qué? ¿para salvar a esta puta? –pregunta apuntándole con su arma en la cabeza para señalarla, Borja comienza a mirarlo con odio, un dio muy transparente en la mirada- ¿Qué? Es lo que es. ¿Cómo llamarías a una mujer que es una amante y lo sabe? Ah porque no te dije, estuvimos charlando un poco, conociéndonos –dice recordando cómo es que la había obligado a punta de pistola a que le contase cada detalle desde su perspectiva de la infidelidad, tanto intimo como sentimental, únicamente para humillarla moralmente tanto que la obligara a estar callada el resto del tiempo- aun así, me sorprendiste, sabias lo que te iba a pasar y aun así viniste, te entregaste solito como cerdo para el matadero.

_ mi vida a cambio de la suya –dijo serio mirándolo a los ojos-

_ sos muy demandante Funes, y muy optimista... Pero ahora decime una cosa –decía volviéndole a apuntar en la cabeza a Borja- porque aún me cuesta creer la situación ¿vos enserio darías la vida por una mujer?

tras aquella pregunta pasó un muy breve intervalo de un segundo el cual Borja usó para mirar a Helena una vez más. Notando la angustia con la que ella lo miraba. La vio a los ojos y le sonrió indicándole que todo iba a estar bien. Aunque sea solo para tranquilizarla

_ Si... Por esta sí –responde finalmente con una muy leve sonrisa, sin rastro de miedo o arrepentimiento. Mostrando determinación en sus palabras mientras lo veía a los ojos-

Borja

Sin cerrar los ojos, sosteniéndole la mirada en todo momento. Al menos eso podía hacer

En el momento que escucho como le quitaba el seguro al arma. Ese pequeño "Clic" metálico me recordó una vez más que todo esto sucedía en verdad.

Nunca fui muy afine a las religiones, a ninguna en realidad, pero creo que dadas las circunstancias... "oh padre. Confieso que he robado, he matado, he mentido y engañado, he deseado la mujer del prójimo y sinceramente... no me arrepiento de nada"

¿Cuántos de los diez mandamientos no he quebrado aun... ¿uno, o dos? Porque me cagué en mi padre más de una vez este año, no en mamá, en mamá nunca así que... ¿uno y medio?

En fin, al diablo... literal

Vuelvo a prestarle atención a Joaquín y sonríe, noto en su mirada la intención de disparar, sigo mirándolo a los ojos hasta que escucho el disparo... pero esto no es lo que imaginé que sucedería a continuación, veo como algo lo atropella, estaba tan enfocado a sus ojos que solo vi su cabeza cuando su cuerpo hace un movimiento seco hacia su izquierda, como si algo lo atropellara, cuando veo mejor que pasa noto como Helena quien estuvo en frente suyo a unos pocos pasos todo este tiempo se había lanzado contra Joaquín empujándolo varios pasos haciéndole perder el equilibrio pero sin derribarlo

Como represalia veo como Joaquín la golpea, no un empujón o una abofeteada, un golpe en toda regla, un puño en su cara.

Ver aquello fue lo que necesitaba para salir del trance en el que estaba. Sin pensar y únicamente actuando por instinto, dejando que mi cuerpo actuase solo me puse de pie y comencé a correr hacia Joaquín. Ira, no había lugar para otra cosa

Cuando voltea a verme ya era demasiado tarde, ya estafa casi enfrente suyo. Lo siguiente que siento es mi puño hundiéndose en cual cara y su cuerpo siendo casi disparado hacia delante y cayendo al piso, desvió la mirada buscando... ahí, mi arma, la que Joaquín me había quitado estaba ahí en el piso a pocos metros

Cuando me doy cuenta noto como Joaquín me veía para luego ver el arma, sin pensármelo dos veces me apresuro a tomar el arma, cuando llego hacia ella y la tomo entre mis manos para apuntarle a Joaquín veo como este había empezado a correr en dirección a un angosto pasillo que había a un costado de la zona de descanso

Cuando intento dispararle noto como el gatillo no se movía, tenía el seguro puesto. Esto me fastidio a más no poder y cuando por fin le quito el seguro disparo un total de tres veces, fallando cada una de ellas y viendo como doblaba por el pasillo hacia la derecha, escapándose una vez más

_ Salí de acá –digo mirándola a los ojos una vez más antes de correr tras el- te amo

_ lo sé –veo como sonríe. Decidido a no perder más tiempo comienzo a correr en dirección hacia el pasillo-

Mis pisadas eran fuertes y se escuchaba el eco rebotando por las paredes con cada paso. Comencé a pensar que haría Joaquín ¿huiría sin sentido o me esperaría, tendiéndome una emboscada?

Con eso en mente comencé a retirarme mi campera sin dejar d correr, cuando estaba por llegar al final del pasillo por el cual el dobló, lanzó la prenda hacia el pasillo y como respuesta, dos disparos se hacen escuchar impactando en mi abrigo y atravesándolo

Me detengo, frenando en seco y me posiciono detrás de la pared, cubriéndome.

Respiro hondo un par de veces, y sin exponerme por completo salgo de la guardia, estirando mi brazo fuera de la cobertura y una porción de la cabeza. Disparo dos veces,

El primer disparo para confundir, en resumidas cuentas, es solo un disparo a ciegas, el segundo disparo le apunté, pero tampoco le di y siguió corriendo

Naturalmente seguí persiguiéndolo. Mientras corría pensaba en dejar que se escape e irme con Helena. Pero no, nunca iba a dejarnos en paz. Esto se acaba acá

Seguí corriendo hasta que el pasillo nos llevó directamente hasta un polideportivo dentro del lugar. Enorme y hueco, esa era una buena descripción

Sigo corriendo, buscándolo, mirando para todas direcciones hasta que escucho nuevamente el sonido de un disparo, a modo de reflejo inclino el cuerpo hacia un costado y cuando giro mi cuello por un segundo pude verla, aquel manchón que solo pude ver por una fracción de segundo. La bala había pasado a centímetros de mí y la pude ver y comprendí que no hizo falta haber esquivado la bala, si hubiese apuntado bien yo ya estaría muerto

Anticipándome a otro disparo me escondo detrás de una columna mientras escucho su segundo disparo, pero no me da

Me apresuro a disparar una vez más en la dirección donde escuché su ultimo disparo, pero lo único que consigo es que siga huyendo.

Pero había otra cosa, cuando lo veo correr, veo su arma por un segundo, solo bastó un segundo y de hecho no comprendí lo que significaba hasta un par de segundos después debido a lo concentrado que estaba por no morir. Y cuando lo comprendo comienzo a sonreír

Corrí hacia él, cuando lo volví a ver, noté como intentaba abrir la enorme puerta corrediza que daba hacia el exterior

Una vez que estuve lo sigicientmeernte4 cerca detuve mi paso y convence a caminar directamente hacia el

_ ¿A dónde ibas? –dije estando a pocos metros de distancia mientras seguía caminando hacia él. Aunque usaba ambas manos para intentar abrir la puerta, en su mano derecha seguía sosteniendo el arma, cuando me escucha noto como me apunta y dispara, pero la bala no había salido, asustado comienza a gatillar una y otra vez, pero nada

Le presta especial atención a la pistola y nota como la corredera se había quedado hacia atrás. Se había quedado sin balas

No me costó mucho identificar el arma una vez que la vi, era de Siro. El prefería la potencia de fuego antes que la cantidad de balas en el cargador.

El termina de ver su arma y me mira, con el brazo extendido apuntándole, disparo y... ¿Por qué no mure?

Tampoco había salido la bala, miro mi pistola y también tenía la corredera hacia atrás

_ pero la puta... pero la puta, pero la puta –cuando lo veo noto como aún no se creía lo que acababa de pasar. Irritado tomo mi arma del cañón y se la arrojo a la cara solo para ver como la esquiva en el último segundo y esta golp0ea contra la puerta corrediza-

_ ¡Animal! –grita ofendido tras haber esquivado la pistola-

Corro hacia él y el corre hacia mí, lo golpeo y el recibe el golpe, retrocediendo un par de pasos, me acerco, cortando distancia. Tal vez demasiado ya que me empuja con ambas manos para luego golpearme el también

"¡Necesito concentrarme!" –pienso regañándome a mí mismo mientras peleaba-

Lo veo entusiasmado y ataca con un golpe por segunda vez, me protejo con ambos brazos adoptando una postura de boxeador, como las que solía hacer Cristian y lo cierto es que necesitaba cubrirme bien debido a... bajo mi mano hasta mis vendajes y los noto humedecidos, la herida se abrió, demasiados movimientos

No importa. Vuelvo a concentrarme en la pelea y le lanzo un golpe al mentón el cual esquiva por muy poco, sin darle espacio para contraatacar doy un paso hacia el cortando la distancia y con mi otro puño doy un golpe certero a su estómago. Adolorido e incapaz de reaccionar quedó inmóvil a un segundo golpe en el mismo lugar haciéndolo retroceder varios pasos.

Tomo carrera y doy un segundo golpe en su cara, inclinando mi cuerpo y como si le diese una estocada, mi puño impacta contra su cara mandándolo hacia atrás, impactando contra la puerta corrediza

Recuperándose de la aturdida, se recarga contra la puerta y esta comienza a abrirse unos centímetros, como si eso le devolviese la nitidez, se apresura a tomar la manija de la puerta con ambas manos y tirar con todas sus fuerzas abriendo así la puerta y escapando hacia el exterior

Corro hacia el pero cuando salgo también, soy recibido por un golpe suyo. Sin ánimos a continuar peleando lo veo correr

Al notar a donde estábamos veo con asombro que era el mismo lugar que al principio, la cancha de futbol con el césped crecido y enseguida supe lo que quería

¡El helicóptero!

¡Que no se escape!

Apresuré el paso lo más que podía. De no ser por las pastillas que tomé no sé qué haría con el dolor. Agradezco no sentir nada en estos momentos

Corrí tras el atravesando la cancha, ya casi llegaba a la puerta, seguí corriendo, me estaba acercando, solo un par d metros más.

Seguí corriendo, ya casi estaba, seguí corriendo sin prestarle atención al camino y solo a el.

Lo siguiente que veo es como Joaquín frena abruptamente al mismo tiempo que se da media vuelta viéndome a los ojos con su brazo flexionado. Estaba tan cerca que no pude esquivarlo y tampoco me daba tiempo a ponerme en guardia, esperó hasta que esté lo suficientemente cerca

Entonces siento el golpe en la cara

Fue tan fuerte que sentí como volé hacia atrás. Debido al golpe cierro los ojos con fuerza y espero, un segundo después siento como caigo de espaldas al piso, comenzando a sentir el dolor de mi herida en mi espalda también, debido a que la bala me había atravesado, al caer de espaldas también fue un golpe directo en mi herida

Abro los ojos y lo veo correr hacia a mí, cae encima mío de cuclillas en mi abdomen sobre mi herida y otra vez la punzada, sentía como el dolor me penetraba igual que un alambre enterrándose en todo mi abdomen

Noto su intención de golpearme en la cara, giro el cuello hacia un lado y su puño impacta contra el piso, lo intenta una vez más con su otra mano, intenta golpearme nuevamente giro el cuello y su golpe vuelve a impactar contra el piso

Teniendo mis manos libres aprovecho a golpearlo en el mentón, no contaba con la libertad para que hiciese mucho daño, pero lo distrajo lo suficiente como para empujarlo con mi otra mano y quitármelo de encima, me pongo de pie en tiempo record, corro hacia el y le doy una patada en las costillas haciéndole gemir de dolor tan fuerte que incluso gritó, luego de aquel gemido noto como hacia pequeños gemidos ahogados, mucho más despacio que el primero

Viendo como aún estaba tirado, corro hacia él y le golpeo en su pómulo izquierdo haciendo que su cabeza golpeé contra el piso como un latigazo

Lo tomo de la ripa y lo obligo a ponerse de pie, sin soltarlo flexiono todo mi brazo aprovechando que estaba atontado por el anterior golpe, aprovecho aquello para reunir todas las fuerzas en este golpe y darle nuevamente en la cara impactando y fracturando su nariz sintiendo un crujido muy leve en tono mi nudillo

El golpe lo manda varios metros hacia atrás empujándolo contra una pared, mientras camino a paso rápido hacia el me doy cuenta que estábamos en el mismo sitio donde me detuvo cuando llegué

Sin darle tiempo a nada lo tomo del cuello con ambas manos y comienzo a apretar, aprieto con furia sintiendo la presión en mis dedos, sintiendo el tirón en ambas muñecas y músculos de los brazos, sintiendo un tirón en el pecho también al mismo tiempo que en mis manos podía sentir como su cuello se comprimía más y más

Aferrándose a la vida llevó sus manos a su cuello, intentando apartarme, tirando y arañando, pero sin conseguir nada, no importa lo que pase no iba a soltarlo, todo el tiempo lo veía a los ojos, quería que sepa que iba a morir acá y ahora. Lo atraigo hacia a mí y lo empujo golpeando su cabeza contra la pared nuevamente sin soltarlo y comenzando a apretar más fuerte hasta que siento como sus manos comienzan a flaquear y va dejando de luchar, noto como pierde la fuerza de ambas manos y estas se desploman hacia el suelo

Cuando lo vuelvo a mirar a los ojos veo como me miraba con miedo. Estaba tan concentrado que no noté un sorpresivo dolor en mi abdomen que me hace inclinarme hacia adelante

Cuando bajo la vista me había golpeado ahí posiblemente en un último intento, antes de poder apretar más fuerte su cuello siento un rodillazo en ese mismo lugar. Esta vez el dolor era insoportable y en un segundo para el otro pierdo tola la fuerza de mi agarre quedando aun con mis manos en su cuello, intento bajar su rodilla empujándola hacia abajo con mi mano, pero cuando lo hago siento como me da otro golpe en el mismo lugar, luego da otro, y otro haciéndome retroceder a la vez que me quejaba del dolor

Cuando creí que me daría un cuarto golpe consecutivo siento su pulgar enterrándose directo en mi herida haciéndome ahora si gritar del dolor paralizándome casi, incapaz de moverme o defenderme, solo podía gritar. De hecho, de no ser por las vendas hubiese enterrado el dedo hasta el tope, podía sentir incluso como lo movía dentro de mi generando insoportables corrientes de dolor

Cuando por fin me suelta siento un golpe con todas sus fuerzas en la herida, "!uh..!" fue lo que dije, lo que me escuché decir en un quejido ahogado mientras caía de espaldas al suelo, abro los ojos y grito al sentir como me había pisado la herida, aterrizando su pie contra mí, gritando con todas mis fuerzas.

Cuando el dolor comenzaba a disminuir abro los ojos y no lo veía, comienzo a buscarlo y veo que estaba más adelante, creyendo que se iba a escapar comienzo a hacer lo que puedo con tal de ponerme en pie pero siento un fuerte dolor, cuando me llevo la mano al abdomen noto que estaba desangrándome nuevamente, sentía la ropa mojada, no vi la sangre pero no era estúpido y sabía lo que era Incapaz de moverme solo podía observarlo irse hasta que de pronto se detiene, camina hasta la enorme puerta doble que daba a la salida pero se detiene pero se detiene

Veo como la cierra, bloqueando la salida, luego noto otro detalle más, antes no se notaba, pero cuando cerró la puerta se dejó ver una pistola, era fácil verla pues la pistola negra contrastaba bastante contra la pared blanca, estaba oculta y pegada con cinta, posiblemente la preparó en caso de emergencia, de hecho, tiene mucho sentido. La dejó muy cerca de donde me interceptó cuando llegué. Carga la bala en recamara, quita el seguro y comienza a caminar hacia a mí...nuevamente estoy donde empecé. Desarmado y el no. Creo que perdí

_ ¿en serio pensaste que me iría en helicóptero sin mi bolso? –pregunta llegando hasta mí y apuntando con su pistola al lugar donde me hizo que lo siguiera, el lugar de descanso... Helena...- te confieso algo. Pensaba pegarte dos o tres tiro en realidad, lo del disparo en la cabeza era todo para jugar con vos. Dos o tres disparos en el abdomen pero sin matarte, no. Te ibas a desangrar y sin poder moverte ibas a ver cuándo le dispare a tu novia en la cabeza. Era un arma pesada, seguro le hubiera explotado la cabeza a quemarropa ¿Qué decís?, y cuando hubieses estallado en dolor, ira, o lo que fuese, ahí pegarte el tiro en la cabeza. Que se te congelen los músculos y quedes con esa expresión, me hubiese encantado verlo... pero bueno esto es lo que va a pasar, primero te voy a matar, voy a ir por mis cosas, voy a matar a la idiota esa, obviamente. Y después me voy a ir. Pero voy a volver, si, voy a volver por los que queden, eso voy a hacer. se van a reunir todos juntos muy pronto

_ todo esto es tan cliché –dije fastidiado- "te voy a matar, pero antes te voy a contar mi diabólico plan" Nunca disparan cuando tienen oportunidad

_ ¿Qué? ¿vas a sacar una pistola y me vas a matar? ¿o que vas a hacer? apenas te podés mover

Tenía razón. Cada vez que respiraba me generaba contracciones en el abdomen y cada contracción era una descarga de dolor que se extendía por el torso. Para el colmo estaba respirando muy rápido, casi agitado

mira su pistola, con la que me apuntaba y me dice

_ ¿alguna vez te conté el significado de todo esto? ¿diego alguna vez te lo dijo?

_ si me vas a matar de aburrimiento, primero mátame de verdad, luego charla todo lo que quieras

_ siempre tan ordinario como siempre, Funes. ¿ósea que no te interesa saber el porque de todo esto? ¿por qué peleaste entonces?

_ me secuestraste e intentaste matarme, ¿eso te dice algo? –le respondí mirándolo con cara de "¿en serio?"- aunque en realidad pensaba hacerlo antes de eso, solo era una excusa

_ ¡Ah! ¿ósea que me ibas a matar solo porque te caía mal? –estiro el cuello para verlo a la cara, luego miro su arma y lo vuelvo a mirar alzando una ceja- si, tenes razón, estoy siendo hipócrita...

_ Joaco –digo mirándolo con seriedad y cara de aburrimiento- dispara de una vez, no me interesa tu historia de vida

_ todo comenzó-

_ y la puta que te pario...

fue ahí que escucho un disparo cerca de nosotros, al mirar al mismo tiempo notamos como cerca nuestro el piso se había roto, dejando así un agujero de bala

_ ¡JOAQUÍN! –esa voz... ¡Diego! ¿Qué hace acá? –

Ambos volteamos en su dirección y notamos la puerta que Joaquín anteriormente había cerrado, estaba abierta

Diego había entrado y estaba apuntándole

_ ¡Solta el arma porque lo...! –apuntando hacia a mí que aún estaba en el suelo, intenta tomarme como rehén, pero Diego no le da tiempo a terminar ya que comienza a disparar varias veces en su dirección errando cada disparo- ¡Loco de mierda! –dice escapándose, corriendo hacia otro lado-

Como resultado, comencé a reírme

_ es que intenté matarlo hace poco –dije mientras me reía-

_ ¡Borjita! –dijo Diego corriendo hacia a mí-

_ mientras que no me devuelva el favor... -dije escuchando como se acercaba-

_ Dios mío... ¿ves por qué me tenes que hacer caso? –exclama mirando atentamente como me desangraba-

_ ¿Qué? ¿lo decís por esto? –digo señalándome la herida- no, estábamos teniendo una linda charla en realidad –sonríe por un segundo-

_ quédate acá –dice poniéndose de pie-

_ ¿Qué, a dónde vas? –pregunto preocupado viendo como se va tras Joaquín- ¡Ni se te ocurra pagarme con mi propia medicina! –intento detenerlo, pero no me hace caso- ¡Diego! –se alejaba más y más corriendo- ¡volve para acá imbécil! ¡¿Cuándo disparaste un arma en tu vida?!

Aun así, se fue, como puedo intento ponerme de pie

Diego

Llegué... llegué a tiempo... un peso menos...

Ahora sí.

Con la pistola apuntando hacia delante, comencé a seguir a Joaquín dentro de las tribunas, por un pasillo ancho

Sigo caminando hasta que me encuentro con unas escaleras, comienzo a subirlas hasta llegar las tribunas, teniendo una vista de toda la cancha, miro primero a mi izquierda y no había nada, luego a mi derecha y tampoco nada, sin rastros de el

Comienzo a caminar a mi derecha, mirando siempre para todos lados, cada rincón, cada recoveco.

Por más que caminase muy, muy despacio no lo veía por ningún lado, mi nerviosismo aumentaba y podía sentirlo en mis piernas y sobre todo en mi mano con la que sostenía el arma, aquel temblor...

Gracias a eso me di cuenta que Borja tenía razón, yo no era como él o Siro, de hecho, la única vez que disparé en mi vida fue cuando Siro me llevó al polígono de Tiro, cuando Borja fue secuestrado.

Algo me distrae de mis pensamientos, un ruido detrás de mí.

Cuando lo escucho me doy la vuelta lo más rápido que puedo con el arma lista y el dedo en el gatillo, lo veo saliendo detrás de una columna y dispara sin darme tiempo a disparar yo también

Nuevamente el dolor, la sensación a quemadura. Esta vez el disparo me empuja hacia atrás cayendo de espaldas, y comenzando a rodar un par de vueltas por las escaleras de la tribuna, cuando me detengo suelto involuntariamente el arma y esta comienza a caer un par de escalones abajo también. Reviso mi herida, la zona del impacto y sí, me había dado en el brazo izquierdo

Comencé a apretarlo llenándome la mano de sangre. Cuando apreté más fuerte el dolor era tan punzante que tuve que detenme. No sabía si era la bala o la misma sangre, pero la ropa que rodeaba mi herida, donde me habían disparado estaba caliente, muy caliente

Lo curioso es que, pese a tener un agujero en el brazo no sentía dolor, solo cuando me apretaba para parar la sangre. Adrenalina supongo...

Al mirar hacia el frente lo veo a Joaquín y noto como comienza a caminar hacia mí, mirándome fijo a los ojos y apuntándome en todo momento a la vez que yacía recostado en los escalones

_ quien te ha visto y quién te ve, Diego –baja su arma por un seguro y me mira- pensar que éramos amigos –giro mi cuello hacia mi derecha intentando ver hacia abajo y si podía ver donde estaba mi arma- quien hubiera dicho que íbamos a terminar así, perdón. Que IBAS a terminar así –vuelve a apuntarme una vez más- que suerte, se lo dije hoy a Funes "Hoy es mi día de suerte" no solamente el, vos también viniste solito al matadero

_ no lo hagas Joaco –le pedí con una expresión seria mirándolo a los ojos- te vas a arrepentir

_ puede ser... puede ser que yo me arrepienta y diga "no, no...no lo tengo que hacer" pero lo tengo que hacer igual. Lo tengo que hacer igual –dice apuntando directo a la cabeza- Chau Diego

Al decir eso noto su intención, ruedo por las escaleras al mismo tiempo que escucho el disparo dando en el lugar donde estaba, ruedo solo un par de escalones, llegando hasta donde estaba mi arma tirada, la tomo y le disparo en el pecho, dándole un tiro justo en el corazón

El impacto provoca que caiga hacia atrás sentándose en la escalera. Asustado se apresura a ver su pecho y como su camisa blanca se iba tiñendo de rojo al igual que sus dedos al presionarse el pecho.

Luego levanta la mirada mirándome a mí, viéndome horrorizado, con una muy trasparente expresión de miedo y horror en la cara. Dándome así una imagen que no me voy a olvidar nunca, que me va a acompañar siempre hasta el día que me vaya de este mundo.

Lentamente sus expresiones faciales se van tensando hasta que de golpe se aflojan al mismo tiempo que pierde las fuerzas y cae yaciendo boca arriba en las escaleras completamente rígido

Quería sentir alivio, en serio quería... todo acabó, pero... solo podía sentir amargura

_ Maldito infeliz –escucho la voz de Borja, miro al frente y lo vi acercándose junto a Helena que lo tenía de un brazo ayudándolo a caminar- ¡Era mío Diego, hicimos un trato! –dijo soltando a Helena y yendo hacia a mí caminando solo- ¡¿Todo esto...?! Todo lo que hice... ¿para nada? –de pronto me arrebata el arma de la mano- dame eso acá –apunta al cadáver de Joaquín y le dispara cuatro veces en el pecho- ¡AY QUE BIEN SE SIENTE!

_ ¡¿Podes dejar de matarlo?! –le grito empujándolo levemente aun shockeado por lo que acababa de vivir-

_ ¡Para ver si estaba muerto nomás! ... -veo como le dispara una última vez en la cabeza- ¿me lo puedo llevar a casa?

Iba a golpearlo, quería golpearlo... respiro profundo una última vez, lo miro a los ojos y me tranquilizo, luego miro la herida de mi brazo y la de su abdomen para al final ver a Helena quien evitaba a toda costa verlo a Joaquín

_ tenes una buena chica, Borja –digo viéndola-

_ si... ¿a cuál de las dos te...? –sin poder completar la frase ella le da un codazo-

_ usé el teléfono de la sala de descansos –le explicó a Borja- yo le dije dónde estabas

_ de hecho cuando me llamó yo venía para acá, ella me fue guiando

_ espera, espera –le veo mientras me miraba con una expresión de confundido- yo dejé el teléfono en casa por si despertabas antes y Paula me rastreaba... ¿Cómo me...? Cierto que me llevé tu helicóptero ¿verdad?

_ sí, no lo planeaste muy bien... -evitando mirar hacia atrás digo- vámonos de acá –comienzo a caminar y no doy ni tres pasos cuando escucho otro disparo, con rabia me doy la vuelta y lo veo a Borja señalando a Helena cual niño pequeño, la cual le acababa de disparar a Joaquín-

_ ¡Me secuestró! –exclamó ella como defensa a la vez que borja me miraba y asentía con la cabeza dejándola ser-

Camine hacia a ellos y le arrebate el arma enojado

_ ¡Vámonos! –dije llevándome a rastras a ese par-

_ por cierto –dice Borja- ni vos ni yo podemos manejar en el estado en el que estamos

_ ¿Qué manejar ni que nada? Vamos en helicóptero al hospital... a ver como carajo le explicamos todo esto a la policía

_ tranquilo, sobornamos al comisario y listo... ¡Uy mis millones! Ahora vuelvo –lo escucho decir apurándose al caminar-

_ ¡Déjalos, vámonos de una vez!

_ si, y al día siguiente el encargado se compra un Ferrari, déjame de joder

_ te acompaño –le dice Helena-

_ los espero en el helicóptero, le voy a ir diciendo al piloto que avise al hospital que ahí vamos

(...)

Al día siguiente

Dante

Tras haber recibido aquella carta anónima fui al lugar indicado después de clases, cuando llegué me encontré con Borja quien esperaba sentado mirando su teléfono

_ Borja ¿vos me llamaste acá? –pregunto caminando hacia el-

_ te iba a preguntar lo mismo –responde el, guardando su teléfono en el bolsillo-

_ ¿chicos? –escuchamos la voz de Santiago, al voltear lo vimos a él junto con Alex y Max- ¿ustedes también?

_ ¿recibieron la carta? –pregunte viendo llegar a los tres a la vez que mostraba la carta-

_ esto es raro –dice Max sacando la carta de su bolsillo-

_ y da algo de miedo –dice Alex uniéndose a la conversación-

_ ¿Qué pasa? –al darnos la vuelta vimos como Taña aparecía-

_ ¿vos también? –pregunta Borja viéndola llegar-

_ ¿nos mandaste una carta, Taña? –le pregunto cuando se acerca a nosotros-

_ no, les iba a preguntar lo mismo –responde ella-

_ ósea que... ¿todos recibieron una carta diciendo que vengan a este lugar después de la escuela? –todos asentimos a lo que Borja preguntaba- ahora es el m omento en el que empiezan a aparecer puntos rojos en nuestra frente...

_ no, hoy no –volteamos nuevamente reconociendo la voz, y si, efectivamente se trataba de Cristian acercándose- Hola, pasó tiempo

_ ¿Qué queres, Cristian? –dijo Taña, siendo la primera en responder con hostilidad al verlo, en cuanto a todos los demás pude notar que estábamos alerta-

Como respuesta, Cristian extiende ambas manos en señal de rendición y luego dice

_ okey, me tienen. Me rindo –dice con media sonrisa ante la brusca reacción de Taña- yo los llamé

_ sí, eso se puede adivinar –dice Borja caminando hacia el- hace uno años era divertid, pero ahora como que cansa esto de pelearnos, las emboscadas, las bromas y la puta que te pario ¿Qué queres?

_ les quiero pedir perdón

_ ¡Y tu mamá...! ¿qué?

_ estuve pensando un poco estos días y me di cuenta de que me equivoqué demasiado fuerte con ustedes, no sé si quieren que siga o... ya les da igual

_ no, no –dice Max atento- continua

_ okey... no tenía nada preparado, pero... -comienza a caminar un par de pasos hacia nosotros hasta que se fija especialmente en mí- perdón por lo de la pelea...peleas. Por golpearte y molestarte, en verdad lo lamento –luego mira a Taña- perdón por volverme tan pesado e intentar besarte más de una vez –luego mira a Dante nuevamente- perdón por eso también... y Taña, también perdón por ponerme un poco violento el día de la pelea. Me había sacado un poco, bueno bastante en realidad, sé que no es excusa, pero solo quiero que sepas, que sepan mi versión. –luego mira a Santiago y a Alex- ustedes trataban de mantenerse al margen de todo, nunca eligieron bando en esto y eso fue lo que me molestó, ahora sé que no era su asunto y yo los quería involucrar. Me enojaba que pasaran tanto tiempo con Borja y Dante, los consideré traidores cuando solo querían volver a juntar al grupo. Perdón

_ yo te perdono –dice Alex abrazándolo de la nada-

_ wo... -exclama Cristian sorprendido ante tal muestra de afecto- Alex ¿Qué estás haciendo...? -preguntó confundido para luego mirarnos buscando alguna explicación, más de uno levantamos los hombros como única respuesta-

_ es una larga historia –le responde Santiago finalmente-

_ perdón, te interrumpí –se disculpa Alex separándose del abrazo y volviendo junto a nosotros-

_ escuchen –volvió a hablar Cristian un poco más calmado hablándoles especialmente a Santiago, a Alex y a Max- hace años les prometí protegerlos de el –dice señalando a borja-

_ okey esto se vuelve incomodo... –respondió Borja al ser señalado-

_ pero con todo esto que pasó... siento que rompí la promesa más de una vez y ahora me doy cuenta de eso, en verdad la cagué –luego mira a Borja- gracias por tomar mi lugar, por defenderlos de mí

_ yo solo lo hacía por el placer de golpearte, pero ey, de nada –Cristian le sonríe levemente ante tal comentario hasta que noto como Borja sonríe vil mente- aun así, chicos ¿ustedes que dicen? ¿una disculpa es suficiente?

_ ¿Qué sugerís? –pregunto haciendo memoria y recordando al primer día de clases-

_ que pida perdón de rodillas –si, efectivamente era lo que pensaba. Ahora se invierten los papeles-

_ okey hijo de puta, si, te entiendo, es más para que veas que soy más hombre que vos... -de repente se baja los pantalones quedando únicamente en bóxer ante la mirada atónita de todos mientras se ponía de rodillas- ¡Perdón! Por todo, por lo que hice, por lo que les hice pasar. En verdad lo lamento, perdón

_ a ustedes les hizo daño, decidan –dio Borja preguntándonos-

_ supongo que está bien

_ yo ya te perdoné

_ si, lo que sea

_ claro amigo

_ ni que tus golpes dolieran tanto

_ auch. También quería decirles otra cosa, esto también es importante –noto como evitaba mirar a Max- me voy

_ ¿te vas? –pregunta Max confundido- ¿A dónde? ¿De vacaciones o...?

_ vendí mi casa, en unos días me voy a vivir a otro sitio... no quería tener ningún pendiente antes de irme, o algo de lo que pueda arrepentirme luego

_ tenés que estar mintiendo –señaló Max sin podérselo creer-

_ no –le responde metiendo una mano en su bolsillo y sacando un papel- es un hecho –dijo mostrando algo con la firma del director- me voy en unos días

_ sos un... -en ese momento Alex comienza a hablarle- ¡Mal amigo, traidor, imbécil de mierda! –exclama golpeándolo- ¿en serio no pensas en cómo nos afecta esto a nosotros? ... ¿a Max? Primero Taña...Bianca... ¡Y ahora vos! –dice empujándolo con ambas manos-

_ ¿en serio, como es que nadie más se sorprende por esto? –nos pregunta Cristian mirando a Alex aun asombrado- ¿Cuánto me perdí mientras no estaba?

_ solo lo interesante

(...)

Todos nos íbamos a nuestras casas, Santiago y Alex ya se habían ido, Max... era complicado, en cuanto a mí y Borja estábamos charlando de lo sucedido

_ así que se va –menciona mirándolo desde lejos- ¿es idea mía o está huyendo?

_ puede ser –digo sin saber bien lo que pasaba-

_ escucha en unas horas voy a tu casa, ¿Qué te parece? –cuando me mira, pude ver sus intenciones. Taña se va y lo sabe, supongo que solo quiere consolarme-

_ como quieras –le respondo- ¿vos y Helena van a hacer algo o con Delfina?

_ no, yo y Delfina...

_ ¿Cómo se lo tomó?

_ como pudo. No, es... otra cosa. Voy a ir a un funeral

_ ah... ¿de quién...? ¡Perdón!, no quise sonar irrespetuoso a algo

_ un amigo. Un buen amigo –luego mira la hora en su bolsillo- de hecho, ya empezó hace rato, elegí ir a la escuela en lugar de asistir. Soy de los que le gusta despedirse en privado supongo. Luego prometo decirte todo

_ si, como te sientas más cómodo

_ ¡Dante! –ambos nos dimos vuelta y vimos como Taña me llamaba, apurándome para alcanzarla-

_ no la hagas esperar –dice dándome un golpe en el hombro acompañado de una mirada cómplice- que hoy sea especial

_ algo así –le digo teniendo en mente el lugar donde llevarla-

_ ¿te dijo a qué hora sale su vuelo? –pregunta un poco más cabizbajo-

_ no –le respondo con el mismo tono desanimado- le dije que no quería saber –al verlo pude notar como intentaba decirme algo- ¿pasa algo? –mi pregunta lo hizo quedarse en silencio por unos pocos segundos-

_ no, nada. Te veo en la noche –no sé si me habrá querido decir algo o no, así como tampoco sé si quería decirme algo. Pero hay algo que se, la forma en la que me miraba ya la había visto antes. Era culpa-

(...)

_ ¿todo bien? Te noto muy pensativo. Más de lo usual –pregunta comenzando a caminar un poco más despacio mientras me observaba- ¿pensabas en hoy? Ya sabes...

_ si, un poco –le digo mirándola a los ojos- hoy es el Día

_ hoy es el día... –dice para luego cambiar la conversación- ¿así que el muelle?

_ si –respondo siguiéndole la corriente para no hablar del tema- me gusta pensar que acá es donde todo empezó

_ bueno, admito que ese día actuaste más como hombre –dice buscando provocarme sonriéndome pícaramente- adivino que no me trajiste para estar acá arriba ¿verdad?

_ ¿Qué mejor manera de terminar algo hermoso, que en el lugar donde inicio? –digo ofreciéndole mi mano para que la tomase. Al principio duda, como la última vez. Pero al final acepta-

Ambos nos subimos a la baranda del muelle y comenzamos a bajarnos, con cuidado de no caernos, comenzamos a bajar hasta los pilares que lo sostenían, sentándonos en la biga de hormigón que enderezaba dos de los pilares mientras observábamos el mar a varios metros de altura, si uno miraba hacia abajo podía ver como las olas chocaban y rompían contra los pilares.

_ tengo una duda, ¿por qué dices que acá todo comenzó? Fuimos novios mucho después

_ es que creo que me empezaste a gustar luego de ese día

_ oh interesante forma de verlo entonces. Si te interesa, creo que para mí fue en el salón de clases. Cuando solo éramos amigos y nos besamos hasta que Santiago llegó y nos vio

_ ¿en verdad te empecé a gustar después de eso?

_ sí y no. Comenzaste a gustarme luego de eso, pero no lo sabía, aún tenía la cabeza puesta en Alessandro y eso

_ ¿Cuándo fue la primera vez que pensaste "Mamma mía, estoy loca por el"?

_ por suerte nunca –ambos reímos levemente- ¿Qué hay de vos?

_ ah no, yo pregunté primero –noto como me clava la mirada-

_ en vacaciones, el viaje que hicimos ¿te acordas cuando tuvimos ese accidente e íbamos a pasar la noche en esa cabaña?

_ si, un poco

_ ibas a besarme, pero te contuviste. Por dentro quería que lo hicieras

_ me costó mucho detenerme recuerdo

_ que desperdicio. ¿y cual fue tu caso?

_ tu beso con Alessandro

_ ¿Cómo? –pregunta sorprendida de escuchar eso-

_ lo digo en serio, cuando te vi sentí... me sentí mal, bastante en realidad y en el medio de la angustia lo comprendí, no solo me gustabas, me había enamorado

"¿Qué tanto te tiene que gustar alguien para que se considere amor?" –dijo repitiendo lo mismo que yo- creo que sé la respuesta, a medias, pero la sé

_ no existen intermedios, o lo sabes o no

_ uy que estricto ¿vas escucharme o no?

_ ¿tengo de otra? –ella mira hacia abajo, una caída de ocho metros donde en el fondo me esperaba el mar, luego sube la vista y me mira, sonriendo maliciosamente- si caigo, caes conmigo –respondo a aquella sugerencia tomándola de la mano-

_ astuto. En fin, creo que la respuesta es: cuando esa sensación intensa del principio desaparece

_ ¿sensación intensa?

_ ya sabes, cuando te empieza a gustar alguien y comienzas a pensar todo el tiempo en esa persona, una vez que ese... fuego desaparece y dejas de actuar como una estúpida, comienzas a ver a ese chico y pese a todo te sigue gustando y no solo eso, quieres estar con él. Creo que eso es amor

_ bastante personal si me lo preguntas

_ si, quizás –dice apretando levemente la mano que aún le sostenía- ¿aun pensando que te voy a tirar?

_ conociéndote, sí. En cuanto menos me lo espere vas a empujarme al agua

_ ¿sos buen nadador? –pregunta mientras indirectamente noto como insinúa hacerlo-

_ me tengo fe

_ ¿y según vos, como te tiraría al agua? –pregunta levantando la mano a la que me aferraba, con intención de que la viera, mostrando lo obvio de la situación. Si uno de los dos cae, el otro también-

_ me harías bajar la guardia, sacarías tu mano y me empujarías al vacío –respondo con el mismo tono de insinuación, sonriéndole-

_ suena cruel –responde con la misma sonrisa y mirándome a los ojos- ¿en serio pensas eso de mí? –mantiene su sonrisa a la vez que comenzaba a acercarse a mí, pudiendo ver como poco a poco y de forma sutil su rostro se acercaba al mío, como respuesta comencé a apretar su mano más fuerte-

_ por más que lo intentes –dije mirándola a los ojos a la vez que le di una rápida mirada sus labios, luego volví a verla a los ojos notando como se acercaba unos centímetros y se detenía, para luego volver a acercarse más- no voy a soltar tu mano

_ ¿Quién dijo que quiero que lo hagas?

Decidido a no quedarme únicamente observando hice mi movimiento, esperé a que ella se acercase escasos centímetros y comencé a hacer lo mismo, al igual que ella, me acercaba poco pues no quería asustarla.

Cuando ve que me acerco, esperaba una reacción de su parte como mínimo, pero no, no obtengo nada. Supongo que estaba esperando que lo hiciera

Hasta que finalmente y jugándolo todo en mi última mano comienzo a acercarme, pero no me detengo, contrario a lo que podía pasar, ella no se aparta. Cuando nuestras narices se rozan noto como comienza a cerrar los ojos, imitándola comienzo a cerrar los míos para luego darnos aquel beso que (creo yo) ambos queríamos darnos, pero ninguno sabia como iniciarlo

Sus labios suaves y húmedos se envolvían con los míos, nos movíamos suave y despacio pues pese a todo aun no olvidábamos el lugar donde estábamos sentados, cualquier movimiento brusco significaría una caída. Noto como ella aguanta la respiración hasta que siento aquel aire cálido de su nariz chocar contra mi piel, mientras continuaba besándome, aprisionando mis labios sin intención de soltarlos.

Era difícil saber quién era el dominante, por momentos lo era ella hasta que yo comenzaba a tomar el control, luego lo perdía por unos minutos y lo volvía a recuperar.

No sé cuánto tiempo pasó, minutos, una hora, quien sabe. Al final lo que inicio como un beso tierno acabó en una lucha de lenguas. Creo que eso se volvió costumbre entre nosotros

Al final cuando nos separamos, ella me ve y me vuelve a dar un último beso, uno corto, ni siquiera duró un segundo, pero fue lo suficiente para volver a sentir aquellos suaves y húmedos labios presionarse contra los míos. Quizás por última vez

_ ¿viste? No tenías por qué tener miedo de mí –sonríe refiriéndose a sus insinuaciones de tirarme del muelle- yo no muerdo –la miro con una sonrisa a la vez que fruncía el ceño- pero no te quejas cuando lo hago

_si, es verdad –dije aun apretando su mano con fuerza- te tengo que pedir perdón, creo que no serias capaz de algo así –le sonrío, al principio ella interpreta mi sonrisa como un gesto dulce pero luego y dándose cuenta de mis verdaderas intenciones y aun sonriendo dice "No"- pero yo si

Sin darle tiempo a replica o a liberarse de mi agarre, la tomo de hombro con mi mano libre y nos arrojo a ambos del muelle

Durante la caída miré hacia abajo por una fracción de segundo, notando como el agua se acercaba increíblemente rápido a nosotros, luego la veo a ella que terminaba de dar un pequeño grito mientras sonreía, aunque no me veía yo a ella sí, pues estaba más concentrada viendo hacia abajo

Mientras la caída nos acercaba más y más rápido al agua, la acerco hacia a mí y la abrazo con fuerza descansando mi mentón contra su hombro y cuello a la vez que cerraba los ojos y sonreía.

Diego

_ ey –escucho una voz detrás de mí, me doy la vuelta y la veo a Camila acercándose poco a poco- ¿Cómo estás? Sebastián... él me puso al tanto de todo –al verla mejor noto como aún tenía los ojos rojos, posiblemente de llorar-

_ volviste –dije aun observándola-

_ creo que llego tarde para el entierro –dice apenada- vine ni bien me enteré... la buena noticia es que vamos a sobrevivir. Conseguí las firmas, el dinero va a llegar dentro de poco. Vamos a seguir adelante

_ en otras circunstancias me alegraría mucho. Pero ahora... perdón si no estoy de humor

_ no, está bien, tenes todo el derecho del mundo de sentirte así... ¿Cómo está Fran, vino al entierro? Siendo tan chiquita

_ vino –le respondo cabizbajo- cuando llegó bajamos la tapa del cajón, hubiese sido muy fuerte para ella verlo así. Lloró mucho, cuando la vi me di cuanta que no creyó nada de esto hasta ver el féretro. Me hizo acordar a mí. Me rompió el corazón

_ ¿y que va a pasar con ella?

_ va a volver con su madre –le digo contándole lo que hablamos hace poco ella y yo- igualmente la voy a cuidar, desde la distancia, no me importa, pero me quiero asegurar de que tenga una vida feliz a partir de ahora. A Siro le hubiese encantado, Diego Becker como el flamante y millonario padrino de su hija –le digo a modo de chiste y ambos sonreímos hasta que comenzó un pequeño silencio entre nosotros- no puedo creer todo esto que pasó Con Joaquín, no puedo creer que mi amigo... o alguien que era mi amigo haya terminado así

_ bueno, es que era tu amigo, vos lo dijiste. Ya está, se volvió loco, ósea, no es la misma persona que vos conociste

_ si, puede ser... por ahí el trauma con su padre haya... quizás tenía razón y yo haya tenido la culpa del monstruo en que se convirtió. Por ahí la culpa es mía

_ no, pero para con la culpa, no es tu culpa que él se volvió loco. Está bien lo del padre, pero él no soportó y enloqueció, no todo el mundo hace eso. Él también tuvo sus cosas, el mató a Rocío por si no te acordas. Está bien que estés mal pero no es culpa tuya

_ si, tenés razón, tenes razón. Gracias por estar acá

_ ¿Cómo no iba a estar? –noto como desvía la mirada hacia la entrada del cementerio- veo que no soy la única que llegó tarde –miro a donde ella veía y noto a Borja, arreglado para la ocasión entrando al cementerio-

_ así que si apareció –digo observándolo- y eso que le dije a qué hora iba a ser

_ ¿decís que se olvidó?

_ no sé, no creo que el sea capaz.

_ quizás es de los que no les gusta expresar este tipo de emociones delante de los demás

_ eso tendría mas sentido –digo comenzando a caminar hacia el, no soy ni dos pasos hasta que siento como jala mi ropa impidiéndome seguir-

_no creo que quiera que lo molesten

_ pero quiero estar con el, necesita que esté con el.

_ necesita despedirse de su amigo solo. ¿Por qué mejor no nos ponemos al día vos y yo mejor?

Borja

Si no me equivoca estaba por acá, comencé a caminar por donde Diego me dijo hasta que encontré lo que parecía ser un funeral que se había hecho hace poco encontrándome con una madre y su hija. Eran su ex mujer y su hija, Fran.

Parecían estar despidiéndose por última vez. Ella leda un beso a su pequeña mano y luego con esa misma mano toca la lápida. La madre consuela a su hija, diciéndole algo que no logro escuchar y al final ambas comienzan a irse

Mientras ellas se iban yo me acercaba, inevitablemente nuestros caminos se iban a cruzar, solo era cuestión de segundos. No iba a decir nada cuando pase a su lado, no buscaba incomodar.

Pasé a su lado hasta que ella levanta su cabeza y me ve, sorprendiéndome viéndola

_ ¿tío Borja? –pregunta ni bien me ve haciendo que ella y su madre se detengan-

_ Hola –respondo un tanto nervioso, inseguro si decir algo o no, con miedo a decir algo fuera de lugar o algún chiste de humor negro, propio de mí en estas situaciones-

_ ¿viniste a despedirte? –esta vez era su ex mujer quien me dirigía la palabra- ¿eras amigo de mi ex marido?

_ si –digo asintiendo apenas con un trago amargo en la boca-

_ ¿sabes por qué se murió mi papá? –pregunta con los ojos llorosos recibiendo un inmediato reto de su madre- ¡Nadie me quiso decir!

_ ey –digo arrodillándome para quedar a su altura, la miro a sus ojos y pude notar que tenía los mismos ojos que Siro, era como verlo a él, y era la primera vez que lo notaba- no pasa nada –tomo el pañuelo de seda roja que decoraba el bolsillo superior de mi traje, lo abro y le seco las lágrimas, luego lo acomodo en su nariz para que sople, ella nota mi intención, pero se abstiene- suénate tranquila –como si esperase una confirmación lo hace. Limpio su nariz y le doy el pañuelo- tu padre me salvó la vida –le confieso mirándola a los ojos con una expresión dulce en la cara- y más de una vez –le confieso mientras recordaba el secuestro de Alessandro, mi secuestro y finalmente lo que pasó con Delfi y Diego. Cuando le digo esto mis ojos amagan con lagrimeara la vez que sentía la angustia dentro de la garganta- Tu padre murió porque nos protegió a Diego y a mí. Y eso es algo que nunca voy a olvidar –le confieso llevándome la mano a los ojos limpiando las lágrimas que amenazaban con escapar- lamento mucho, MUCHO lo que pasó. Y me encantaría traértelo de vuelta, pero... -sin decirme nada, ella se acerca a mí y me abraza-

_ no es tu culpa, Tío –die aun abrazándome para luego soltarme y con mi mismo pañuelo comienza a limpiarme la lagrima de uno de mis ojos provocando una risa mía y de su madre quien veía todo muy atenta- no te preocupes, Paula también comenzó a llorar mientras me hablaba

Cierto, Paula... lo debe estar pasando peor que yo.

_ ¿me harías un favor? –le digo finalmente-

_ si –responde ella viéndome un tanto más entusiasmada-

_ "mi papá es un héroe" siempre cuando pienses en el repite esas palabras, porque lo es y lo será siempre. Y así es como todos lo vamos a recordar.

_ mi papá es un héroe... -dice asimilando la frase en su cabeza-

_ gracias –dice su madre mirándome con gratitud. Se despide de mí al igual que Francisca y se van-

Tras unos cuantos pasos noto como gira la cabeza y me ve, se despedía con la mano. Le devuelvo el gesto y sigo mi camino hasta llegar a la tumba de Siro

Al llegar observo a primera vista que tanto la lápida como la tapa que cubría y protegía la sepultura, estaban hechas de algo que parecía ser mármol negro el cual estaba pulido y brillante

En la lápida solo decía su nombre y apellido, en cuanto a la parte que protegía la sepultura, a primera vista parece una pequeña mesa, aunque mucho más baja. Ahí decía nuevamente su nombre, luego su fecha de nacimiento y un emblema de armas. Creo yo que de su antiguo escuadrón

Más abajo ponía las siguientes palabras

"aquí yace Siro Lagos. Amado padre, amigo y compañero. Descansa sabiendo que nos protegiste a todos hasta tu último aliento"

_ Me pregunto si Diego eligió las palabras –digo sentándome en la tapa de mármol negro que cubría la sepultura a la vez que apartaba las flores que habían colocado- demasiadas flores para tu gusto ¿no? –sonrío ante lo que me diría, saco mi arma del bolsillo y jalo la corredera hacia atrás, el arma ya estaba cargada así que al hacer aquello, una bala sale de la recamara y cae al piso. La levanto y la coloco bocarriba sobre la tapa de mármol- mucho mejor. Tengo otra cosa –cuando me guardo el arma, del bolsillo interno de saco revelo que traía una petaca de alcohol- era el que le solíamos robar a Diego cuando no se daba cuenta –le digo sonriendo. Abro la tapa y tomo un trago, luego giro la cabeza mirando su lapida, estiro mi brazo y comienzo a derramar un chorro sobre la lápida-

_ ¿no te parece un desperdicio? –responde Siro, sentado al lado mío viendo como tiraba el chorro de licor- dame eso acá –me arrebata la petaca y toma un trago el también- Pensé que no vendrías

_ quise ahorrarme el drama de todos llorando

_ no aguantarías mucho sin llorar, ¿o no? –me da un leve codazo haciéndome burla mientras sonríe- te vi con Fran. Gracias

_ nunca fui muy amable con ella –digo quitándole la petaca y tomando otro trago- quería reivindicarme de alguna forma.

_ no te hagas el duro. No te sale, no sé si te lo dije, pero siempre le caíste bien

_ tiene tus ojos –digo ofreciéndole la petaca y el la acepta tomándose otro trago- recién lo noto

_ lo sé... -dice feliz para luego entristecerse un poco- solo lamento no poder seguir estando ahí, verla crecer, aconsejarla... aunque ella era la que me daba consejos a mí en realidad –dice tomando un segundo trago ofreciéndome la botella para tomar-

_ una vez te dije que tengas más carácter con ella y vos me dijiste que hacías lo que podías. Lo hiciste bien, la criaste con amor y ella lo va a recordar por siempre. Ella tuvo mucha suerte con vos

_ gracias. Bueno, suficiente lagrimas por hoy –dice cambiando el tono a uno más feliz quitándome la petaca y tomando otro trago- ya suficiente tuve con los llantos de Diego –ambos sonreímos- ¿Qué pensas hacer con tu problema poliamoroso?

_ ojalá fuera poliamoroso –le digo con media sonrisa- un beso a cada una, un trio, dormimos los tres desnudos y abrazados, yo en el medio de las dos por supuesto, y problema resuelto

_ la vida perfecta –dice con media sonrisa. Tomo un trago de licor y asiento moviendo la cabeza un par de veces-

_ Delfi se enteró de todo –digo contándole finalmente-

_ uh... ¿y Se enojó mucho?

_ le salvé la vida, eso suma muchos puntos –digo en forma de broma, el me quita la petaca y bebe también- Helena también fue secuestrada. Casi, casi te acompañamos del otro lado. Faltó poco

_ ¿ella está bien?

_ nada que unos días de licencia no arreglen, solo tuvo que mencionar la palabra "secuestro" y Mariana le dio libre todo lo que quedaba del año.

_ con todo esto que pasó... cuídala hermano, de verdad lo digo –me aconseja tomándose un último trago para darme la petaca- ya la perdiste una vez, tuviste la suerte de volvértela a cruzar y hacer las cosas bien, no lo desperdicies

_ lo sé –le sonrío-

_ ¿decís que en unos años te casas? –rio un poco ante tal ocurrencia- lo digo en serio, no te rías. Es más, si al primer hijo le ponen como a mí, prometo que no vas a escuchar cadenas arrastrándose por el piso en la madrugada

_ no se va a llamar Diego, eso te lo prometo –ambos reímos una vez más un poco más fuerte que la última vez. Me dispongo a tomar el último trago, vaciando la petaca por completo- creo que ya no hay más –digo volteando a verlo encontrándome con un lugar vacío junto a mí-

Cierro la petaca y la vuelvo a guardar dentro de mi saco, me pongo de pie dándole el ultimo vistazo a la tumba sonriéndole una vez más antes de irme

_ gracias.

(...)

_ ¿entonces salimos a algún lado? Escuché que abrieron un cuarto de escape nuevo –le dije acostado en su cama viéndolo directamente-

_ me acabas de matar un poco más rápido... -dijo con una mezcla de nostalgia, tristeza y alegría-

_ em... ¿Qué te parece renovar la juegoteca? Eso casi siempre me hacía sentir mejor. Nos compramos la play 5 hace poco, este mes salieron nuevos títulos y ni hablar de los del mes siguiente. ¿Qué tal si compramos cinco? Mejor diez, así vas a tener para distraerte semanas por no decir meses

_ puedo ordenarlos en la página o bajarlos digitales

_ ¿sos consiente de que la idea es salir, verdad? salir de casa, distraerte y no pensar en el avión que se va a llevar por siempre a la mujer que amas y que no la volverás a ver hasta que la busques en redes y veas una foto de ella y su nuevo novio presumiendo lo felices que son al lado de una frase cursi la cual nunca te dijo

_ deberías trabajar en ayuda al suicida... sos muy bueno

_ solo quiero que entiendas mi punto. Tuviste tres días para aceptarlo, el golpe tiene que doler menos. Deberíamos pasar la tarde pensando en otra cosa, haciendo otra cosa

_ ¿Cómo qué?

_ propuse mil ideas y rechazaste todas, sos muy difícil de consolar... pero si insistes en la melancolía –digo sacando la petaca de mi pantalón Jean-

_ ¿Qué es? –pregunta mientras me ve desenroscarla-

_ no seas nena y abrí la boca –respondo dándole la petaca en la mano. Al principio desconfía, se inclina hacia la petaca y cuando creí que iba a animarse a beber, en lugar de eso la huele- Dante me estás desesperando

Como respuesta a la presión que le acababa de meter, le da un trago rápido. Como era de esperarse no demora nada en arrugar la cara mientras tragaba el licor para luego comenzar a toser

_ ¡HA...! –exclama en un quejido ronco al terminar de tragar el licor- que fuerte está...

_ ¿te quema por dentro? –le pregunto sonriendo, disfrutando de la expresión que ponía-

_ si...

_ eso es bueno –digo quitándole la petaca y bebiendo un trago- entonces.... ¿Cuál es el plan? ¿Qué pensas hacer mañana?

_ ¿mañana? –pregunta aun con la voz ronca por el trago-

_ si, mañana –le repito ofreciéndole un trago más. Al principio mira la petaca con duda hasta que acepta y da otro trago, esta vez con un mejor recibimiento que el anterior- y luego mañana, y después de eso mañana, hasta que haya pasado una semana, luego dos, tres, un mes, dos meses, tres meses. ¿Qué es lo que pensas hacer?

_ prefiero preocuparme por eso mañana

_ no, no hay mejor momento para preocuparse que ahora –digo quitándole la petaca y tomando un sorbo grande- alcohol y tristeza, mala combinación

_ sí, creo que me estoy sintiendo un poco mareado

_ significa que hace bien su trabajo –le respondo sonriendo, ofreciéndole otro trago el cual acepta-

_ supongo que la universidad es una buena opción –responde un poco mejor de ánimo- debería ver en cual me inscribo

_ no hace falta, papá te consiguió la beca para que vengas conmigo –en el momento en el que digo eso, abro los ojos casi de golpe al mismo tiempo que mi cuerpo pega un respingón casi tan fuerte como un escalofrío. Intentando disimular tomo otro trago y aquí no ha pasado nada-

_ ¿tu papá me consiguió la beca? –pregunta. No lo veía a la cara, pero notaba perfectamente su confusión- ¿de qué hablas?

_ ya estoy empezando a sentirme mareado y todo, es un buen licor...

_ Borja –dice obligándome a sentarme y mirarme a los ojos- ¿de qué estás hablando? No gané la apuesta

_ ¿podes ser mi amigo y hacer de cuenta que no lo escuchaste...?

_ ¡Borja!

_ ¡Está bien!... dios... antes necesito fuerzas -digo tomando otro trago antes de continuar- okey, bien, em... sobre la apuesta... nunca existió

¡¿QUÉ...?!

_ay que mal empecé... necesito otro trago

_ ¡Habla de una vez, ebrio asqueroso! –justo antes de que pueda tomar otro trago, Dante me arrebata la petaca de mi mano y la tira al suelo- ¡¿Como que la apuesta nunca existió?!

_ bueno...si y no...

_ no...no...te estaría entendiendo –dice nervioso, llevándose las manos a la cara y poniéndose de pie, camina en círculos un par de veces y luego continua, mirándome a los ojos- hicimos una apuesta. Yo enamoraba a Taña para que me diga "Te amo" antes de que la escuela termine y a cambio ibas a hablar con tu papá para que me consiga una beca para estudiar, esa fue la apuesta

_ buen resumen... -sin saber que más decir resoplo antes de continuar- mis palabras exactas fueron que papá nunca regala nada a no ser que te lo hayas ganado

_ si y también dijiste "excepto que seas yo" porque él nunca te negaba nada

_ okey, em... -esta es la parte complicada- ¿recordas cuando me ayudaste todo el mes a prepararme para mis exámenes de verano? Bueno, papá vio lo que hiciste y te consiguió la beca hace casi un año. Pese a que yo repetí el año él supo que fue culpa mía, no tuya así que quiso recompensarte –traté de decirlo lo más calmado que podía, veía su cara y no había expresión alguna, solo se quedaba ahí, mirándome, haciendo que me ponga más nervioso- No aceptaste que te pagara por las tutorías así que...

_ me consiguió una beca... -dijo completando la frase por mí. Luego me mira confundido- ¿ósea que...todo este tiempo...? –finalmente sucedió, comenzó a enojarse- todo lo que hice... no, todo lo que me hiciste hacer-

_ ¡Okey, okey, okey! Antes de que estalles –dije interrumpiéndolo y milagrosamente me dejó continuar- sí, mentí, estabas en una apuesta por una beca que ya tenías, pero si había una beca en juego, si ibas a ganarte una beca si ganabas la apuesta. Iba a cumplir mi parte del trato y se lo iba a pedir a papá

_ no te entiendo ¿qué...? No entiendo. ¿Cómo es eso de que si YO, ya tenía una beca...? ¿Cómo es eso de que estaba jugando por otra beca? No te entiendo

_ es que... la beca por la que apostamos, esa beca no era para vos...

_ ¿y para quien era entonces? –pregunta confundido. Por un segundo reino el silencio, desearía tomar un trago ahora, ja... tomo aire decidiendo revelar por fin el secreto-

_ para ella –en el momento que digo eso, noto por su expresión que ya lo acababa de comprender- mi idea era simple, yo... si fallabas, lo que era lo más probable en ese entonces, ibas a tener una beca y listo. Todos felices. Pero si ganabas y ella se enamoraba de vos entonces ella también iba a recibir una beca, iban a estudiar juntos en la misma universidad, se iban a casar, tener crías... ya sabes, lo cliché, lo lindo. Era un buen plan en ese entonces... si perdías tenías la universidad para olvidarla y si no, bueno iban a estudiar juntos siendo pareja... claro que nunca imaginé todo lo qué... -sin dejarme terminar lo que calculo que iba a ser una larga explicación y una aún más larga justificación de mis actos, seguido de una ambigua disculpa. Dante me golpea con tanta fuerza y de forma tan sorpresiva que termino en el suelo- ah... -digo quejándome a la vez que me llevaba la mano al labio limpiándome la sangre- bien, lo merecía... tenés razón al enojarte, pero ya sabes lo que dicen "el camino al cielo está pavimentado con buenas intenciones" ... o algo así, no leí la biblia

Lo siguiente que supe es que me había echado de su casa y cerrado la puerta junto con la frase "no quiero volver a verte en mi vida"

_ bueno creo que se enojó... -digo aun en su puerta-

Comencé a caminar decidido a irme a mi departamento y esperar a que se le pasara...algún día.

Desearía que no se hubiese enterado, no hoy, por lo menos, es decir, saber que hoy Taña se va sumando lo que se acaba de enterar... lo cierto es que, al verlo así, deprimido en su cuarto me hizo acordar a mí los primeros días cuando Helena se fue.

Saco mi teléfono del bolsillo, suspiro pesadamente y pese a no tener ganas lo voy a hacer igual. Me meto a ver los vuelos para el día de hoy y había un único vuelo para Italia programado, el avión despegaba en dos horas y media

_ bien... creo que voy a visitar a Taña

(...)

_ ey ¿Qué tal? Bonita casa, me presento soy aquel que arruinó la vida amorosa de su hija. ¿alguna vez se preguntaron quién era el otro con el que Dante apostó? Bueno no busquen más.... No, así tampoco –me digo a mí mismo mientras pensaba que decir teniendo la casa de Taña en frente- creo que no hay forma de hablar sin que quieran matarme... mejor voy por la pistola –digo dándome la vuelta y caminando hacia e lauto-

_ ¿Borja? –justo al darme la vuelta la veo a Taña en frente mío a pocos metros-

_ ay que convenientemente cliché resultó este giro...

_ ¿Qué carajo haces acá?

_ ay que mal empezamos... hola Taña. Pasó tiempo

_ salí de mi casa Borja, antes de que te lastime

_ ¿Cómo es eso de que lo perdonaste a Dante, pero a mí no? ¿no es un poco hipócrita de tu parte?

_ para empezar el sí pidió perdón y a diferencia tuya, el sí me cae bien

_ auch. Es broma, en sentimiento es mutuo. Escucha dulzura, necesito que hablemos un-

_ "dulzura" el culo de tu madre –responde interrumpiéndome a la vez que me clavaba la mirada-

_ no sabría qué responder, nunca lo he probado. tampoco sabía que el despecho por Dante te empujó al lesbianismo, pero necesito hablar con vos ¿okey? Es sobre la única cosa que los dos tenemos en común aparte del odio. Y sabes muy bien a que me refiero, si no fuera importante no estaría acá

_ ¿Qué pasa con Dante?

_ ah deberías verlo, está como un cachorrito triste. Solo que se niega a aceptarlo –noto como por un segundo, la mirada fría con la que me veía se ablanda solo para volverme a mirar como antes- ¿y cómo lo estás llevando vos?

_ ¿Qué, acaso te importa ahora?

_ no. Solo me da curiosidad, escucha no pueden irse, los dos sabemos que no queres esto –digo recordando las palabras que Helena me dijo hace algún tiempo- estás tomando una decisión apresurada, va a pasar el tiempo y lo vas a lamentar. Solo haceme un favor y baja tu guardia. Sin insultos, sin indirectas, sin palabras hirientes. Hablemos por primera vez como dos personas normales

_ ¿Cómo dos personas normales? Bien, yo voy a decidir si vale la pena o no. ¿por qué hiciste la apuesta?

_ creí que Dante te lo había-

_ escuché su versión, no la tuya. ¿por qué lo hiciste?

_ aburrimiento quizás...no, solo me daba lastima verlo solo, eso y aburrimiento, aparte dijo que era mejor que yo con las chicas. Sí que se equivoco

_ dame una excusa para no golpearte y echarte de mi casa, y que sea buena

_ tengo a Dante secuestrado, jaja...okey no.

_ ni siquiera viniste con un plan ¿verdad? solo llegaste esperando a que dijera que sí a todo lo que propongas

_ más o menos. Si tan solo pudiera hablar con tu padre o tu madre, no pueden irse, es injusto. Esto lo está matando por dentro, se supone que si hay un castigo soy yo al que le debe doler y no a él. Yo soy el verdadero villano en todo esto

_ créeme, te matarían en cuanto sepan quien sos... ¿de qué estoy hablando? Pasa, ponte cómodo que ahora los llamo –tras decir aquello y creer que comenzaría una guerra de provocaciones, ella se queda callada unos segundos, me mira y me dice- escúchame, no depende de mí irme o no. Es una decisión tomada hace tiempo. Ya empacamos, compramos los pasajes, papá renuncio a su empleo. Ya está echo

_ les puedo reembolsar lo que pagaron. Aparte soy el ahijado de Diego Becker. Una llamada y listo

_ en serio crees tener la respuesta a todo en la vida ¿verdad? por más que...hipotéticamente puedas hacer eso, ellos no quieren que esté cerca de ustedes dos y tienen muy buenos motivos

_ ¿pero qué es lo que vos queres hacer?

_ ¿eso que tiene que ver? Es una decisión tomada

¿Qué es lo que vos queres hacer? no es tan difícil, ¿queres quedarte o irte? Solo hay dos respuestas y ambas son correctas

_ él también me lo preguntó... y la verdad aun no sé. Por un lado, quiero irme, pero por el otro también siento que sería demasiado. Como que quiero y a la vez no, estoy indecisa

_ y... ¿lo amas? –en el momento que hago aquella pregunta siento como me golpea, derribándome haciéndome caer al suelo sentado- ay... deja vu

_ ¡¿En serio crees que voy a decir esas palabras después de todo lo que pasó?!

_ ay que traumada... ¡Para ganar la apuesta había que decírselo a él, no a mí!

_ ¡¿Y cómo mierda voy a saberlo?! ¡Solo sé lo que les escuché conversar en el salón de clases!

_ ¡Te subes a ese avión y le pongo una bomba!

_ ¡¿Eres estúpido o te haces el estúpido para pasarla bien?!

_ ... ay, ya ni sé... ¡No te vayas!

_ ¡¿Se puede saber qué coño está sucediendo?! - ¿y ese acento...? Al darme la vuelta veo a un hombre salir de la casa y acercarse a nosotros quien me clavó la mirada ni bien me vio- ¿y tú quién eres?

_ Borja Funes –le digo ofreciéndole mi mano la cual acepta aun viéndome raro-

_ ¿no tendrás algo que ver con Claudio Funes?

_ sí, soy su hijo, también soy ahijado de Diego Becker

_ Diego Becker, él siempre fue amable con nosotros. ¿te gustaría para a tomar algo y a limpiarte? - pregunta bajando la guardia y viendo mi labio que nuevamente comenzó a sangrar gracias al golpe de Taña- soy Alejo Snidero, el padre de Taña

_ pero...sos español...

_ si, con la madre de Taña nos conocimos desde muy chicos, nuestras familias eran amigas.

_ gracias dios por ponérmela tan fácil... un segundo, un segundo... -me giro para verla a Taña- ¿ósea que todas las veces que peleamos... y tu papá es español? ¡Jajaja...! ¡No es justo, enterarme de esto es como un K.O directo para vos!

_ papá te presento a Borja Funes –dice ella mirándome con media sonrisa- un compañero de clases, mejor amigo de Dante y quien organizó la apuesta

_ no, a vos te pario el diablo... -digo viéndola por un segundo y notando una sonrisita triunfante y malévola- entonces... ¿vio el partido del Barcelona?

_ soy del real Madrid –responde cortante, notándose enojado-

_ ¿señor usted es puto?

_ ¿Cuántos años tienes? –pregunta con una clara y obvia intención-

_ diecisiete –respondo sin dudarlo-

_ diecinueve –dice Taña delatándome, me giro a verla y nuevamente esa sonrisa burlona en su mirada- solo cierra los ojos

_ ¿eh? –sin darme tiempo a comprender, el padre de Taña me golpea en la cara, derribándome y haciéndome sentar en el piso al mismo tiempo que escucho la molesta risa de Taña- no, confirmado, padre e hija golpean igual

_ ahora fuera de mi casa

_ al menos piensa en lo que te dije

_ si Dante quiere decirme algo, que me lo diga el mismo

_ trato...

_ no fue un ofrecimiento

_ no, que trato de hacerlo, pero no sale del cuarto

_ ¡Fuera de mi casa! –Me grita el padre-

_ ¡Estamos en el jardín!

_ hija, tráeme la pistola –iba a agarrar la que tenía en el auto, pero aun lo necesito con vida para que se queden-

_ con gusto

_ está bien, me voy... pero antes de irme, una última cosa

_ ¿Qué?

_ como se la pusimos el sábado con el dos a uno –corre para atraparme al mismo tiempo que yo corría para entrar al auto-

(...)

_ mamá –dice Dante mientras iba bajando por las escaleras- ¿Qué hay para cenar?

_ un poco de arroz, fideos, verduras y hamburguesas... vas a tener que ir a comprar –le digo cerrando la heladera mientras me servía el jugo que había-

_ creí haberte dicho que no quería volver a verte

_ si bueno, lo dijiste tras cerrarme la puerta en la cara, el ruido se distorsiona un poco y no se escucha bien

_ ¿Cómo hiciste para entrar?

_ le pague a tu mamá

_ ¿Cuánto? Quiero saber hasta que tanto me quiere

_ trecientos dólares

_ ¿regatearon o...?

_ tres verdes, los vio, los agarró y subió arriba dejando la puerta abierta

_ ¿por qué no me sorprende?

_ ey puede ser peor

_ ¿Cómo?

_ no soy un traficante de órganos

_ ¿Qué queres Borja? No voy a perdonarte por haberme mentido todo el año

_ no, no vine a que me perdones. Descubrí cierta información que puede beneficiarte

_ otro día, no estoy de humor

_ no "otro día" cuando estés de humor va a ser demasiado tarde, déjame darte una pista: Taña Vitale

_ ¡¿Y ahora que hiciste?!

_ ¡Nada...! Hace una hora fui a su casa

_ ¿Cómo que fuiste a su casa?

_ ey conozco esa cara, no es lo que estás pensando. Apenas se hacer malabares con dos, no me sumes una tercera. ¿me vas a escuchar o no?

_ ¿estuvieron charlando? –dice tras un largo suspiro de resignación-

_ un poco, como podrás adivinar no somos muy bienvenido

_ sí, noté el labio, golpea fuerte

_ lo sacó del padre

_ ¿Qué tenías para decirme Borja?

_ ah cierto. Cuando por fin creí que tendríamos una charla civilizada sobre que no deben volver a Italia, la salvaje de tu novia me atacó. Le pregunté "¿lo amas?" y pum... ahora que lo pienso la culpa fue de ambos

_ me hubiese gustado verla golpearte

_ mi mejor amigo... el punto es que, si la respuesta fuera "no" me hubiera agredido, amenazado, insultado, no golpeado...bueno quizás sí, pero no con tanta saña. No se lo hubiese tomado tan personal

_ no entiendo ¿Qué estás intentando decir?

_ ¡Que te ama, maldito idiota! Por eso me golpeo, porque al ser consciente de que te ama se lo tomó más personal, y otra cosa más. Ella está indecisa con el tema de irse, no sabe qué hacer y solo se va porque es lo más lógico: empacaron, compraron los boletos, el padre renuncio al trabajo. El único que puede hacer que se quede esos vos, y solo necesitas pedírselo

_... estás loco

_ sí, pero vos también, al no ver la oportunidad que te estás perdiendo –le digo tomándolo de los hombros obligándolo a mirarme- sé por lo que estás pasando porque así estaba cuando se fue Helena. ¿sabes lo que hice una semana entera después de que ella se fuera? Nada, si supieras las veces que lamenté eso. No vine a que me perdones, vine a evitar que no te pase lo mismo

_ yo... ¿me estás proponiendo...? No puedo –mi cara cambia para mal al escucharlo y lo nota- es que no la merezco, no merezco ir tras ella, no después de todo lo que hice. Primero tengo que aprender a perdonarme yo mismo

_ ay Dante ¿de dónde sacaste esa mierda?

_ hablé con papá y-

_ te papá es un imbécil –le digo interrumpiéndolo- ¿perdonarse a uno mismo? ¿Qué estás logrando con eso? Ver como Taña se va y no hacer nada para evitarlo. No tenés que perdonarte, tenés que aceptar lo que sos. Ni el perdón ni el tiempo van a hacer que madures, pero si la experiencia

_ Borja es más complicado que eso

_ mírame a los ojos. No importa tu papá, no importo yo, no importa la maldita apuesta, Taña se va a ir ¿Qué es lo que queres hacer? ¡que es lo que VOS queres?

_ ¿y si dice que no?

_ al menos lo intentaste, diste todo, jugaste la última carta. No vas a pasar meses preguntándote lo que pudo haber sido –noto como se queda callado, pensando que hacer- una cosa más. ¿sabes qué fue lo último que me dijo? "si Dante tiene algo que decirme, que me lo diga el mismo" ¿qué tenes para decir Dante? –nuevamente el silencio, noto como frunce los labios, lo suele hacer cuando está indeciso. Permanece con la cabeza agachada mirando al piso hasta que finalmente me mira-

_ no quiero que se vaya –dice finalmente-

_ ¡Si! ¡Dios por fin algo de sangre en las venas! Valió la pena la persecución con el padre

_ ¿persecución? ¿Qué le hiciste a Alejo?

_ bueno ya me conoces –le digo sonriendo- no le caigo bien a alguien y hago todo lo posible para que me termine de odiar, no fue nada grave solo me persiguió hasta llegar al auto...luego vi que me seguía con su auto –dije comenzado a recordar- tras diez minutos lo perdí hasta que me empezó a perseguir la policía, luego de perderlos a ellos también me persiguieron los familiares de una anciana que quería cruzar una esquina

_ eh... ¿y eso ultimo?

_ Dante necesito un abogado... -miro mi reloj- ¡No, No, No! Es Taña... creí que iba a llegar antes a convencerte, el vuelo sale en media hora

_ hay como una hora de acá al aeropuerto

_ no como yo manejo. Si algo me enseñó la televisión es que no hay nada como una corrida hasta el aeropuerto para declarar que la amas, yo pongo la música romántica

_ creí que odiabas lo cliché –responde con media sonrisa-

_ generalmente sí, pero esto es-

_ ¡No hay tiempo, vamos!

_ cierto, vamos en mi auto, ya le cambié las patentes cuando estacione –digo mientras ambos corremos a la puerta-

_ ¿debería preocuparme si nos atrapan? Ya tengo dieciocho

_ no si decís que te secuestré... o si yo lo digo primero

Taña

Ya estábamos llegando. Había que subir al piso de arriba así que usamos las escaleras automáticas. En los segundos en los que permanecía quieta tuve tiempo para pensar, las imágenes, los recuerdos, las emociones vividas todo volvía a mí. Todo lo que viví este año... ¿en verdad iba a volver? No es que deteste la idea o algo, es solo que me cuesta hacerme a la idea de volver a mi vida de antes, no, no es eso... ¿Cómo era mi vida de antes?

_ ¿sorella? –como un baldazo de agua Helada, la voz de Bianca me despierta de mis pensamientos. Antes de darme cuenta noté como habíamos llegado y seguía quieta, observo a Bianca quien me miraba con un rostro preocupado. Pues creo que es la única en mi familia que entiende como me siento realmente, pobre. Cuando la veo no puedo evitar sentirme culpable, gracias a mí se jodio la primera cosa linda que había construido con un chico-

_ ¿todo en orden Taña? –pregunta papá acercándose a mí con una actitud comprensiva, viéndome preocupado-

_ si... -digo ocultando lo que pasaba- sí, no es nada

_ ¿Quante volte devo dirglielo? Inizia a parlare nella tua lingua. Torniamo a casa (¿Cuántas veces debo decirlo? Comiencen a hablar en su idioma. Volvemos a casa) –dijo mamma volteando a vernos molesta-

_ Sì mamma/ Sì mamma –dijimos tanto Bianca como yo al unísono, como si nos estuviésemos disculpando por hacer algo mal

_ E sbrigati, siamo in ritardo. Saremmo già sull'aereo se non fosse per qualcuno che insegue un imbecille nella sua macchina (y apúrense que estamos llegando tarde. ya estaríamos en el avión de no ser porque alguien estuvo persiguiendo a un imbécil en su auto)

(...)

Dante

_ ¡Te cortan, te cortan! –le digo viendo como un auto se había puesto en frente nuestro y había frenando en el semáforo!

_ ¡No! / ¡Hijo de puta! –gritamos al mismo tiempo. Borja comenzaba a tocarle bocina y el como respuesta baja la ventanilla y le saca el dedo del medio-

_ ya está –digo viendo la hora en mi reloj- catorce minutos nos quedan ¡Ya está!

_ "ya está" las pelotas de tu abuelo

_ ¡No, es que era lógico, no íbamos a llegar! ... El tren pasa solo una vez

_ sí, pero todo recorrido tiene que ir y volver –dice poniendo primera y acelerando, subiéndose a la vereda y comenzando a acelerar mientras las personas que caminaban sobre ella gritaban, nos insultaban y corrían esquivándonos- si, si, con permiso es un asunto sexual

_ ¡No lo es! ... ya veo mi cara en el noticiero

_ tranquilo este polarizado es ilegal, nadie te va a ver –dice llegando a la equina y comenzando a acelerar- haceme un favor, agarra tu teléfono y mándale un mensaje a Taña, que se baje de ese avión como sea

Taña

Una vez que nos subimos solo restaba sentarnos en nuestros asientos. Mamma y papá se sentaron en primera clase, en cuanto a nosotras SUS HIJAS. Nos tocaban asientos en segunda clase

Lo único bueno es que estábamos juntas. Mientras Bianca veía la ventana yo miraba atenta todo lo que pasaba. Las personas sentadas, hablando entre sí, muchas de ellas hablando italiano, reconocí algún que otro acento y supe a donde iban.

Las azafatas yendo y viniendo y como siempre los estúpidos e interminables mensajes y advertencias de seguridad. Era extraño, se sentía extraño.

Era como la primera vez, cuando veníamos para acá, pero se sentía diferente. No sé cómo describirlo. Era como la otra cara de una moneda, o el reflejo en un espejo... era lo mismo, pero no lo era

Cosas como esa eran las que pasaban por mi cabeza hasta que recibo un mensaje. Lo primero en lo que pensé fue en mamma o papá queriéndonos decir algo

Desbloqué el teléfono y lo vi, una notificación de Dante. Entre a ver su mensaje, tenía ganas de ver lo que puso, quizás quiera desearme buen viaje o algo, no sé.

Cuando terminé de leer quedé impactada. Solo que no sabía si en el buen o en el mal sentido

_ ¿y bien sorella? –al escuchar aquella voz a mi izquierda me giro en su dirección y la veo mirando mi teléfono, leyendo el mensaje. Ella sube la cabeza y me mira- ¿Qué vas a hacer?

Narrador común

Tanto Borja como Dante habían llegado al aeropuerto, en estos momentos ambos se hallaban corriendo y esquivando personas luego de haber por fin pasado el enorme control

_ ¿Cuánto tiempo tenemos? –pregunta Borja agitado mientras corrían-

En cuanto a Dante, el no quería ni mirar el reloj por el miedo, pero muy en el fondo sabía que lo necesitaba

_ cinco minutos

_ a sufrir un poco más

_ con vos ya es costumbre –dijo Dante sonriendo-

_ si... -aunque lo haya dicho como una broma, Borja se lo tomó con algo de culpa. Pese a todo él no podía negar que era culpable de gran parte de todo esto. Mínimo era tan culpable como Dante-

Ambos siguieron corriendo, llegaron hasta una escalera mecánico donde para ir más rápido comenzaron a subir los escalones a la vez que esta los llevaba a arriba

Al llegar arriba siguieron caminando, corriendo ey esquivando el gentío, esforzándose por no resbalarse sobre el piso lustrado a la vez que veían de reojo por la ventana los aviones en la pista.

Doblaron una vez más esta vez era la última curva, Borja feliz y Dante emocionado porque después de todo y tanto sacrificio parecería que iban a llegar a tiempo.

Aquel feliz pensamiento murió apenas un segundo después cuando personas que abordaban un avión comenzaron a amontonarse bloqueando el espacio, impidiéndoles el paso

Lógicamente intentaron pasar intentando abrirse, pero pensando que se iban a colar, los sacaron de inmediato

_ ¡MIERDA! –exclamó Dante en lo que se convirtió en un fuerte grito- ¡Tan cerca, Mierda! –aquel grito de lamento fue como un baldazo de agua fría para Borja quien nuevamente se sintió culpable-

_ perdón –dijo finalmente llamando la atención de Dante- por todo

Al verlo a los ojos y notar que el también sufría, Dante comenzó a tranquilizarse de golpe. Seguía molesto, ansioso y desesperado, sí. Pero ver a Borja de esa manera lo hizo calmarse un poco

_ no, no es tu culpa –le respondió sintiendo empatía-

_ ¡Si lo es! –exclamó Borja viéndolo con culpa- perdón por esto, por todo. Me equivoque ¿okey? Te mentí con la apuesta. Fui horrible, fui egoísta y jugué con vos.

_ podemos hablar de eso en otro momento, tranquilo

_ no, no podemos –dice decidido, pues sabía que en otro momento no se animaría a soltarlo todo como ahora- sos mi mejor amigo ¿okey? Cuando estaba solo eras el único que estuvo conmigo. Cuando fui una mierda, eras el único que no se fue, me levantaste y me diste un norte. Y... no sé porque a veces hago las cosas que hago, incluso hay ocasiones donde me sorprendo tanto como el resto. y ¿Cómo te pago?... sos de las mejores cosas que me pasaron en la vida... solo quiero que seas feliz

_ no... no hace falta tanta auto lamentación, ya te dije que también era mi culpa... supongo que la razón por la que te tolero más que el resto es porque soy consciente de que en el fondo (muy en el fondo) tenes un buen corazón. Y que no haces las cosas con mala intención... no te culpo por esto

_ te amo hermano

_ yo también –ambos amigos comienzan a abrazarse en un fuerte abrazo de reconciliación hasta que de pronto y más temprano que tarde notan como todos los presentes comienzan a aplaudir-

Al escuchar los aplausos, ambos. Tanto Dante como Borja llegaron a la misma conclusión

_ ¡Esto no es lo que parece! –explico Dante-

_ ¡Ya bésense!

_ ¡El amor es amor, perdónense!

Ante estos y más comentarios que fueron llegando... primero fueron unos pocos, pero cual bola de nieve desliándose por una pendiente, los gritos comenzaron a crecer y más personas comenzaron a decir lo mismo

"¡Beso, Beso, Beso, Beso, Beso, Beso, Beso, Beso, Beso, Beso, Beso, Beso, Beso, Beso!"

_ no nos van a dejar pasar, tampoco nos van a dejar ir –le dice Dante a Borja viendo casi aterrado a la multitud a la vez que personas ajenas a lo que pasaba comenzaban a acercarse y pedir lo mismo que el resto-

_ maldita aceptación social –dijo Borja igual de horrorizado- en los noventa se hubiesen burlado de nosotros, nos insultarían y problema resuelto

_ nacimos en la época equivocada...

_ al carajo, por como veo las cosas solo hay una forma de que podamos cruzar –al principio Dante comenzó a pensar de cual forma habla, obviamente pensando en aquella cosa innombrable pero siempre dejándola de lado, descartándola y pensando en otra opción... pero al quedarse sin opciones poco a poco comienza a asustarse por los que esas palabras insinuaban-

_ Borja... ¿no estarás pensando en...?

_ al mal paso darle prisa –le responde con una sonrisa, disfrutando de la cara de pánico de su amigo-

_ ¡Ni se te ocurra!

_ ay Dante, Dante... ya podés quitar esto de tu lista de deseos antes de morir -sin nada más que decir Borja en un rápido movimiento toma a Dante de las caderas atrayéndolo hacia él y lo besa en frente de medio mundo los cuales comenzaban a aplaudir y festejar-

El beso fue... largo, y corto (largo para Dante quien solo podía pensar en despegarse, corto para Borja)

Hasta que finalmente ambos se sueltan

_ ¡Jamás vamos a mencionar esto ¿está claro?! –advierte Dante furioso, aunque para Borja era difícil tomarlo en serio viéndolo así de ruborizado- ¡¿Era necesaria la lengua?!

_ ey soy un actor del método –dice con una sonrisa pícara con los aplausos de la gente de fondo- lo que pasa en el aeropuerto se queda en el aeropuerto

_ ¡Ya vámonos! –exclama tomándolo de la mano para correr atravesando el gentío que ahora si les cedía el paso-

_ ¡Ahora me toma de la mano! –exclamaba Borja hablándole a la gente solo para provocar a Dante-

_ ¡Cállate de una vez! –le grita furioso y avergonzado soltándolo de la mano y volviendo a correr-

Comienzan a correr nuevamente, la recta final estaba a menos de cien metros en un camino derecho

Ahora con más fuerzas ambos aceleran el paso saltando y esquivando, la cantidad de gente comenzó a disminuir a medida que avanzaban y cuando por fin veían la zona de abordaje esta ya se había cerrado

_ ¿crees que nos la abran?

_ con esto que tengo acá, te abro lo que quieras –cuando Dante voltea a ver a borja dispuesto a asesinarlo, este le muestra sus credenciales de viajero- ¿ves esto? Dice que soy tan importante que prácticamente soy como un dios para ellos, es como tener inmunidad diplomática

_ ¡Aclara de una vez!

_ ¿por qué? ¿Qué pensaste?

_ ... ¡Nada!

Cuando al fin llegan se dirigen directamente a la azafata que custodiaba la entrada

_ ¡Ábranlo ahora mismo! –exigía Dante deteniéndose de tanto correr y asustando a la azafata que creía que la iban a atropellar-

_ no puedo, ya-

_ temo que debo insistir –dice Borja mostrando su tarjeta, cuando la azafata ve lo que el chico sostenía en su mano izquierda la mujer abre los ojos de golpe reconociendo al instante de que se trataba y con bastante más respeto y algo de pena continúo hablándoles a ambos-

_ no, es que no entienden, ya... despegó –ambos corren unos pasos hasta la ventana de cristal y observan como el avión comenzaba a ir más y más rápido por la pista hasta que lo perdieron de vista, ambos se quedaron escuchando como comenzaba a despegar despegando sus ruedas del piso- lamentamos que hayan perdido su vuelo señor Funes, podemos acomodarlos en el siguiente sin costo alguno, dos asientos en primera clase –pese al ofrecimiento ninguno de los recién nombrados escuchaba lo que la mujer decía-

_ puedo comprar dos boletos –propuso Borja siendo el primero en hablar después de un par de minutos de solo ver la pista- podemos hospedarnos en un hotel esta noche y salir a primera hora, voy comprando los boletos –dice comenzando a caminar, pero no da ni dos pasos cuando fue detenido por Dante quien lo jaló de la ropa-

_ no... -le responde cabizbajo mirándolo a los ojos para después desviar la mirada, triste, pero habiendo aceptado lo que acababa de pasar toma una pausa de unos segundos y le dice- ya está...

___________________________________________

Y este fue el capítulo Final. Aún falta el epílogo pero por fin se terminó... Si, fue el capítulo más largo, el último se tenía que despedir de esa forma... Para que se den una idea fueron más de 52.158 palabras, el triple de lo habitual y 5 veces más de los primero capítulos. Me fuí al carajo ya se pero mientras escribía el guión se me ocurrían más y más cosas y bueno... Mejor que sobre y no que falte :)  

Curiosidad final: inicios de la novela, personalidad de la misma y El porque Borja se queda con Helena y no con Delfina.

Bien para empezar. Casi todo lo que había leído en Wattpad era básicamente lo mismo: chicos latinoamericanos con nombres gringos (o gringos hablando español XD) donde por ejemplo la protagonista siempre era linda, hermosa, única, diferente y buena y siempre se preocupaba por los demás

el interés amoroso era el chico nerd del salón, callado, molestado por todos, pero buena gente y siempre siendo representado con la foto de algún modelo o actor atractivo, pero es el típico chico que no le importa tu apariencia, sino que ve lo especial que eres en el interior (como todos) y los villanos eran siempre los populares, tontos, superficiales y egocéntricos

Recuerdo que por ese entonces (2015) me entretenía leyendo eso (era joven e inocente, no me juzguen) pero cada historia a la que entraba... era todo lo mismo, así que cuando comencé a escribir, cuando la historia iba avanzando me dije "no quiero hacer otra historia más de ese montón" así que bajo esa promesa hice todo lo contrario dándole otra personalidad. Por ejemplo, Borja no es el típico niño rico mimado con una sirvienta o nana que al no tener hijos, quería a Borja como a uno (de hecho, con Virginia y Martina se odian a muerte) tampoco era capitán del equipo de futbol, no se juntaba con los populares etc.

Así como tampoco era un héroe con un sentido de la moral y el deber siempre en alto el cual inspiraba a los demás personajes  a seguir su ejemplo o señor de la verdad absoluta. ¿era un villano? Sí y no

Me gusta pensar que no es un héroe, sino un poco de ambos. Ya que por momentos hace las cosas bien y por otros hace lo que le viene en gana guiándose por la frase "el fin justifica los medios"

Bueno, al momento de crear al personaje de Helena hace 5 años, con un amigo (él fue el que me obligo a que publique esta historia, Santiago te amo xD) le dije "quiero que Helena sea la chica con la que Borja se quede al final de la historia, se van a enamorar y se van a separar. Va a aparecer otra chica llamada Delfina y se van a enamorar, pero Borja no va a poder nunca olvidar a Helena, Helena va a volver y van a enamorarse nuevamente" o algo así

Ahora ¿Por qué esta decisión?

Siempre en las películas o novelas vi comoel primer interés amoroso del protagonista  hace algo cruel o deshonesto y la pareja rompe, pasa un tiempo y aparece otra persona en la vida de él o la protagonista la cual es la indicada, una persona buena, llena de luz, etc. Pero cuando los dos descubren que se aman, aparece el primer amor y hace todo lo que esté a su alcance para recuperar al protagonista volviéndose el villano 

Con eso en mente quise romper ese paradigma tan utilizado, que Helena en lugar de ser la villana no intente recuperar a Borja con trampas y actos crueles (de hecho, Helena consiente de que todavía sentía algo por Borja decide alejarse porque sabe que ahora el está con alguien más pero es el mismo Borja quien se acerca a Helena iniciando su relación como amantes) pero tampoco volver a Delfina la villana, de hecho, ambas pueden catalogarse como "buenas chicas"

Pero me llamaba más la atención que sea el primer amor y no el segundo quien se quede con el protagonista, ya que es una propuesta que nunca se usó (o por lo menos no se usa casi nunca y es muy raro que suceda, de hecho, no conozco ningún caso en donde pase)

Así que lo siento por Delfina, pero Helena me gusta más, de hecho, esa es la razón por la cual el primer amor se vuelve el villano, para que no sientas lastima.

Pero a la mierda, quise hacer esto lo más realista que pudiera, ese fue mi objetivo durante toda la novela "una historia dentro de todo realista", notándose esto en las decisiones de los personajes siendo mayormente atraídos por el deseo personal, lo que en verdad uno quiere y lo que desea aun sabiendo que no es correcto y su lucha por conseguirlo. Por ejemplo, Borja sabía que no tenía que quedarse con Helena, pero no le importaba, el solo quería ser feliz.

Lo mismo con Dante, él es concientice que no tenía que quedarse con Taña, pero aun así hizo el último intento porque él lo que buscaba era ser feliz dejando de lado lo que está bien y lo que está mal, rompiendo en ambos casos el paradigma de lo correcto, lo que es debido y lo que no.

Bueno, esto aún no termina. Nos vemos en el epilogo donde ahora si la historia va a cerrar 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro