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El fin de semana paso demasiado rápido  para los dos chicos que por una noche se amaron como amantes y al siguiente solo olvidaron lo que sucedió, volviendo a ser ellos mismos. Volviendo a ser, solo amigos.

Los demás integrantes hablaban de sus viajes y donde habían salido a comer o a pasear con sus familias, mientras comían una pizzas y compartían unas cervezas.

–¿Y ustedes dos? ¿Se aburriendo mucho aquí solos?– Preguntó Jimin mirando a Nam y a jin  mientras bebía de un trago el resto de su cerveza y abría otra. Un pequeño rubor surgió en las mejillas de Jin.

–Vimos películas, comimos y ordenamos un poco el departamento, además conversamos bastante, no nos aburrimos del todo– respondió Namjoon calmadamente, como si se hubise preparado para esa pregunta. Jin se relajo y sonrió levemente. Muchas veces le sorprendía como Rm manejaba de una manera tan calmada algunas situaciones.

–Ya veo, por lo menos hicieron algo– comentó Jimin volviendo a dar otro trago a su cerveza. Dejando el tema de lado decidieron todos ver una película.

Jin no se sentía tan cómodo últimamente, por el simple hecho de pensar en esa noche. Nam no solo lo habia besado y visto completamente desnudo, sino, que también habían tenido sexo. Algo que estaba estrictamente prohibido entre los miembros de un grupo.  Si se formaba alguna pareja en  el grupo, serían despedido de inmediato, sin ninguna posibilidad de una explicación, porque era lo que salía en el contrato.

Suspiró, levantandose del sillón donde estaba junto a los demás para dirigirse a su habitación, deseaba que eso no hubiera sucedido, porque de los contrario no estaría con esos pensamientos.
Como el de Namjoon besando su cuello, su boca, su piel. El sólo pensar en sus besos lo hacian arder y desear que se volviera a repetir, pero era algo imposible, además ya no hablaba con Nam como antes, era como si él lo estuviera evitando y su corazón latía adolorido.

De lanzó a la cama aspirando el olor en su almohada, cada rastro de Namjoon ya había desaparecido y lo entristeció.

–Ojalá esto no hubiera pasado, porque así, no te estaría deseando cada noche– susurró con la mirada perdida antes de caer dormido.

Despertó por el frío de su habitación, sintiendo el silencio por toda la residencia. Seguramente los demás ya se habían ido a domir, así que se levantó para prender la calefacción y entrar en calor.

Camino hacia la puerta para ir a la cocina por un poco de leche que hacía bien para conciliar el sueño. Todo estaba oscuro, pero no prendió la luz, sabía dónde estaba cada cosa en su camino, pero no contó con que alguien estaba haciendo lo mismo que él y chocó con un duro cuerpo, pero antes de si quiera tocar el suelo unos fuertes brazos lo sostuvieron.

Pudo sentir la respiración del contrario a solo centímetros de su rostro y el olor de él llegó a sus fosas nasales, reconociendo al instante aquien pertenecía.

–Nam... –Susurró despacio, todos estaban durmiendo y no quería despertar a nadie, por supuesto. –¿Por qué estas levantado tan tarde?– preguntó sin hacer el esfuerzo de separarse. Se sentía tan bien en sus fuertes brazos que una vez lo amaron.

–Creo que también debería preguntar eso–respondió separándose de él para caminar en la oscuridad hacia la nevera y tomar una botella de agua que rápidamente bebió.

–Solo vine por un poco de leche para luego dormir. – comentó jin buscando la leche y servirse en un vaso, bajo la atenta mirada de Nam, que apesar no veía, la podía sentir en su espalda.

Unas repentinas manos en su cintura y un caliente pecho desnudo, lo detuvo de beber del vaso y la suave respiración de Nam en su cuello lo paralizó, pero una corriente cálida recorrió su espada cuando el gran cuerpo de su menor se apego más al de él.

–Nam.. ¿Qué estás...

–Shh, no hables por favor, deja por una última vez sentirte –la voz de Nam lo detuvo de seguir hablando. Sus manos se apoyaron en el mesón, mientras cerraba los ojos y sentía que su respiración se agitaba por los suaves y candentes labios de Namjoon que besaban su cuello lento, excitadolo tan rápido como ver pasar una estrella fugaz.

Las grandes manos de Nam subieron lentamente su remera, comenzando a tocar con delicadeza la piel de su cadera, acariciando con sus llemas la suavidad, siguiendo por su abdomen y a bajo, llegando al inicio de sus pantalones.

–Nam.. –Jadeó, notando sus intenciones, sin embargo, no pudo detenerlo, porque también lo quería.  Incluso podía notar la semi erección del líder a su espalda y refregó su trasero con el bulto en los pantalones de Namjoon, provocando que gimiera en el cuello de jin.

Las manos del líder de bts bajaron sus pantalones solo un poco, lo suficiente para tener acceso a la erección de Jin para tomarlo alrededor de su falo y acariciar de arriba a bajo, duro y lento, tan exquisitamente que Jin no puedo evitar gemido un poco alto.

–Ah... Mm– la boca de Jin fue tapada por la boca de Namjoon, que lo beso desesperado, como si hubiese deseado hacerlo hace bastante tiempo y el choque de lenguas no tardó en llegar, saboreando la boca del otro como si fuera un delicioso manjar.

Se separaron por falta de aire y jadearon. Nam apartó su mano del miembro de Jin para girarlo y quedar frente a él.

–Hyung, no sé qué me está pasando contigo– rozó sus labios. –Te deseo tan desesperadamente.– se apretó contra su cuerpo. Jin no podía hablar, no sabía que decir, también lo había estado deseando, pero su cerebro estaba tan nublado por la excitarión que no podía articula palabra alguna. Por lo que no dijo nada cuando Namjoon lo llevo suavemente a la pared para apoyarlo y seguir besándolo con delicioso frenesí que jin estaba disfrutando en demasía.

La cosina se volvió un mar de jadeos y gemidos silenciosos, además de respiraciones aceleradas que no se podía controlar.  Poco a poco Nam había desabrochado la camisa de Jin y bajado sus pantalones con los boxer dejándolo desnudo de la ingle hacia bajo, algo que a jin no le dio importancia.

–Jin... Quiero... –Jin lo calló con un beso y enredó su pierna derecha a la cadera de Nam, porque sabía lo que quería, lo que ambos querían.

–Sí... Hazlo.

Nam no se hizo de rogar y lo alzó para que lo rodeara con sus piernas mientras que jin se sostenía del cuello de Namjoon y luego juntaban sus labios devorandose mutuamente como los dos lo habían deseado, sin importarles si algunos de los chicos los descubrían, en ese momento solo existían ellos dos y el delicioso placer que provocaba el roce de sus cuerpos.

Namjoon se acomodo en la entrada de jin para comenzar entrar lento, sintiendo lo estrecho que este estaba, lo estaba apretando tan deliciosamente que le quitaba la respiración. Jin por otro lado cerró los ojos con fuerza aportando su frente en el cuello de Namjoon para después subirla besando la piel morena, distrayendose del leve dolor que sirvió de inmediato.

–Ah... –No pudo evitar gemir debía a que Nam ya había entrado tan profundo dentro de él y al estar la duro podía sentir sus venas marcadas tocando sus paredes. Nunca pensó que algo tan grande podría caber en él, pero se sentía bien.

–Ahora... Puedes, seguir... Nam. – murmuró en el oído del contrario que no dudo en empujarse dentro de inmediato, provocando que jin lo mordiera para no gritar. Namjoon entraba tan perfecto dentro, como anillo al dedo. Justo como debería ser, a la medida. 

El sonido de la carne chocar no tardó en hacerse oir, pero no les importó, cegados por el placer que anteriormente habían experimentado y nuevamente volvían a sentir. Nada podría quitarles ese pequeño mundo que los dls habían creado.

Namjoon apoyo su mano en la pared aumentando sus empujes, volviendo embestida duras contra la próstata de Seokjin, quien gemia en su cuello evitando ser lo menos ruidoso posible y Namjoon eso lo encendía aún más, sus suaves gemidos eran música para sus oídos que le encantaría escuchar para el resto de sus días y a todo volumen, pero sabía que en ese instante la situación en que se encontraba no era  la indicada para hacerlo gritar por más.

Jin juraba que podía ver las estrellas detrás de sus ojos y que un fuego abrazado estaba quemando su piel. Estaba en el paraíso sintiendo el cuerpo sudado de Nam contra el suyo.

–Ah... Mmm Nam– jadeo y gimió lo más silencioso que pudo, pero cada vez que Namjoon golpeaba ese punto tan sensible en su interior quería gritar desesperado por más, por que lo hiciera más rápido, más duro. Dios se sentía en la nubes.

Levantó la cabeza del cuello de Namjoon para volver a besarlo y enredar sus lenguas, dejando que la saliva se mezclaran y cayera por sus barbilla. Namjoon de empujó contra él con un gruñido para luego volver sus labios  al cuello de su Hyung y morderlo.

Los dos ya estaban casi en el límite.

–Nam.. Dios.. Ah...–La uñas de jin se enterraron en la espalda de Nam cuando llegó a un voraz orgasmo que lo consumió. Mientras Namjoon seguió bombeado dentro alargando ese placer que lo llevó al cielo y hizo que su cabeza cayera lentamente hacia atrás apoyándola contra la pared, mientras su boca se abría en un grito ahogado.

Nam gimió y gruñó cuando derramó su caliente semen dentro de jin que rápidamente comenzaron a caer por sus muslos. Ahora los dos jadeaban por aire, por calmar sus respiraciones aceleradas tanto como sus corazones.

Sin decirse una palabras se arreglaron la ropa para volver cada uno a sus habitaciones a descansar, esperando que nadie los haya escuchado.

Ahora se habían vuelto oficialmente amantes y los dos lo sabían, pero sería un secreto ante todos. Su pequeño y prohibido secreto.


Heeyyy volví!!!
Sorpresa jajaka recién lo terminé de escribir, comencé solo hoy.

Espero que lo disfrutarán tanto como escribiéndola ash!! Si amo al Namjin 🤤🤤

Este si o si es tel último, por favor no me pidan más :c

Tenfo otras historias que terminar también 🤭🤭

Byes!!




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