•VEINTIDÓS•

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DEREK CONNOLLY.

Tengo que repetirlo una y otra y otra vez para poder creerlo, se me dificulta creerlo, suena tan increíble, sin embargo todos le creen, me ven con furia y decepción mientras ella se víctimisa señalandome con la mano temblorosa.

Apretó con fuerza mis puños para poder contener toda la rabia que en mi se acumula, apresuró el paso para llegar hasta la salida, ojeo sobre mi hombro y sin esperar ni un segundo más camino hacia el estacionamiento y busco mi auto, abro la puerta y tiró mi mochila al fondo y entró.

Esto no me está pasando.

Cerré mis ojos y respiré hondo, incliné mi cabeza hacía atrás mientras me repetía mentalmente que todo iba a estar bien, tiene que estar bien, soy inocente. Trato de introducir las llaves para encender el auto pero mis manos tiemblan, intentó de nuevo hacerlo pero mis manos se mueven mucho y no logró controlarme, siento algo caliente resbalar por mi mejilla y pasando por mi barbilla, me sobresalte al escuchar un golpe en la ventana del copiloto.

—¡Abre!—Extendí la mano para quitarle el seguro a la puerta— Wow, te ves mal.—Menciono Jyle acomodándose en el asiento.

Me quedó en completo silencio, observándola sin entender nada ¿Qué hace aquí?

—¿Jyle?

—Si soy yo ¿No me ves?

Coloque mis manos sobre el volante y apoyé mi frente en este.

—Maldita perra. Nunca me cayó bien, siempre supe que había algo mal en ella—Sacó un cigarrillo y un encendedor del bolsillo de su pantalón—, esas ganas de siempre ser el centro de atención, contando historias falsas sobre su niñez para ganarse la lástima de la gente, su sonrisita estúpida, su cabello pintado con colores alegres.— Encendió el cigarrillo y guardó el encendedor dentro de su mochila— Tú no te preocupes, déjala que haga su show, mañana se le caerá ese drama de niña mimada.

—¿Qué?—Cuestioné con el entrecejo arrugado tratando de entender sus palabras.

—Sé que soy una mierda pero esa niña lleva el mal en sus jodidos ovarios.

Me incorporé y la miré directamente a los ojos, se veía segura de sus palabras, su rostro reflejaba serenidad.

—¿Mañana? ¿Qué?

Ella me miró y sonrió con orgullo, llevó el cigarrillo a su boca y se inclinó hacia atrás.

—Toma esto como una disculpa.—Tomó su mochila y abrió la puerta del auto— Prepárate porque se viene fuerte.— Se despidió con una sonrisa y salió del auto, cerró la puerta y se alejo sin mirar atrás.

Sacudí mi cabeza, introduci las llaves y encendí el auto, apreté mis labios y resople mientras miraba por el espejo retrovisor, me vi a los ojos, a esos ojos húmedos llenos de nervios y tristeza.

—Soy inocente—Murmure poniendo en auto en marcha—, así que no tengo porque dejarme vencer.

《■》

Saqué mi teléfono para observar la hora, mi rostro se reflejo en la pantalla de éste, me veía del asco, pasé mi mano por mi cabello acomodandolo un poco, levánte la mirada y empecé a caminar hacia el Mcdonald. Al final Tyson decidió que sería mejor vernos, y para ser sincero me gusta más la idea.

Alondra fue la primera en percatarse de mi presencia, con una sonrisa se acercó, se detuvo frente a mí, me miró por unos segundos hasta que abrió sus brazos y me invitó a abrazarle, ese tacto fue como una dosis de fuerza, el sentir su calor, sus manos acariciando mi espalda y el olor de su cabello, todo eso me hizo sentir mejor.

—Todo mejorará.—Ánimo con un tono de voz suave.

Tyson se acercó, miró a Alondra con el entrecejo fruncido luego me miró con una expresión de asombro, se posicionó frente a mí y colocó su mano en mi hombro.

—Vamos por esas papas fritas mientras pensamos en qué podrías hacer para solucionar esto.— Puso su brazo alrededor de mi cuello para luego entrar al Mcdonald— Tú y ella ¿Hicieron algo?—Cuestionó en un murmuro mirando fijamente hacia al frente.

Lo miré y arrugue el ceño, Tyson me miró a los ojos y levantó una ceja, ojeo sobre su hombro a Alondra, quien se encontraba distraída en su teléfono.

—No Tyson, cómo crees.

Soltó una leve carcajada y miró hacía el frente.

—Jyle me dijo algo.

Quitó su brazo de mis hombros y agrandó sus ojos en sorpresa.

—¿Qué te dijo?—Susurró intrigado.

—Qué mañana se sabrá algo de Lucia.

Tyson me miró horrorizado, su rostro palideció.

—¿Qué más te dijo?

—Solo eso... ¿Tú sabes algo?

Rápidamente negó con el entrecejo fruncido.

—¿Vamos a quedarnos parados aquí o vamos a comer algo?—Habló Stella colocándose en medio de Tyson y yo.

Alondra se acercó a Tyson e intentó colocar su mano encima de su hombro pero por su estatura no alcanzó así que solo se cruzó de brazos y miró con desprecio a Stella. Con expresión neutral, Stella se acercó a Tyson y entrelazo su brazo con el de él, abrí mis ojos en sorpresa al ver que Tyson no se había negado, no hizo nada al respecto, ni siquiera la miró.

Me quedé observando esa escena, Stella era mucho más alta que Alondra, ella le llega por la nariz a Tyson, Alondra, bueno, ella solo le llega por los hombros.

Alondra dio un paso hacia al frente y se cruzó de brazos mientras simulaba ver sus zapatos.

¿Le molesta que Stella esté conviviendo con nosotros o lo que siente son celos por Tyson?

Me sentí mal al verla así, así que me acerqué y puse mi brazo alrededor de su cuello.

—Siempre hueles bien, ¿qué tipo de perfume usas?

—El perfume favorito de mi tía, mon París. Tú también hueles bien, es... Ck one de Balvin Klein.

—Es Calvin.—Corregí entre risas.

—Es que no sé mucho de marcas y eso.

—Torpe.—Susurre con un tono de voz burlón.

—Oh Derek Connolly Pancracio, te voy a sacar el hígado si me vuelves a llamar así.—Me miró seria por unos segundos hasta que no pudo contenerse y soltó la carcajada.

—Lo siento.—Me disculpe pellizcando de manera leve su mejilla.

Sonrió nerviosa, aparto la mirada hacia otro lado y mordió su labio inferior, lo único que pasó por mi mente en ese momento fue el beso de aquella vez, sonreí como un tonto al recordarlo una y otra vez.

Y aquí confirme que Alondra no solo me gustaba, ella me había enamorado.


NDA:

¿Será que Tyson sabe algo?
¿Acaso Alondra está muy celosa de la jirafa de Stella?
¿Cuál será el secreto Que Jyle sabe?
Leo sus teorías. :3

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