•31 de diciembre, 11:37 p.m•

La fiesta estaba bastante animada.

Adolescentes por todos lados deambulaban por la guarida con una gran sonrisa plasmada en sus rostros.

Por una vez, no tenían que huir de algo o de alguien, se sentían a salvo y disfrutaban de lo que quedaba de la noche lo más que podían.

Jack y Corbyn eran los únicos que parecían borrachos.

Jonah y Daniel hablaban con varias chicas animadamente, mientras Selena y Charlie (su novio) se encontraban en algún lado besuqueándose.

Por la demás gente, nadie podía permitirse el lujo de embriagarse.

Los Sobrenaturales tenían poderes de regeneración (aún así podían morir), por lo que no podían sentir lo efectos del alcohol.

Lo mismo pasaba con Zach.

Y yo... Zach dijo que combinar fuego con alcohol no era muy buena idea, y, como niña obediente que soy, le hice caso.

Intentaba no soltar una carcajada al ver a Corbyn y Jack bailando, más bien, tambaleándose.

- ¿De qué te ríes? - las manos de Zach en mi cintura me devolvieron a la realidad.

- De esos dos. - señalé y solté una pequeña risita.

Zach rió a la par y ocultó su rostro en mi cuello intentando no llamar mucho la atención.

Mi piel se erizó ante aquella acción y , parecía ser que él lo notó.

- ¿Te pongo nerviosa? - preguntó con una sonrisa burlesca.

- No. - mentí con las mejillas de un color carmesí - Solo... Me entró frío.

- Ajá. - comentó sin creerme - ¿Bailas?

- Claro.

Nos fuimos al gimnasio, ya que, allí se encontraba la pista de baile y la mayoría de la gente.

Bailamos entre risas. A ninguno de los dos se nos daba bien aquello de moverse con elegancia y ritmo..
Bueno... A mí no se me daba bien.

Zach bailaba encantadoramente y yo solo le intentaba seguir el ritmo.

Gritos comenzaron a hacerse presentes, provocando que los dos paráramos nuestros movimientos.

Selena y Charlie se estaban peleando.

No sabíamos lo que pasaba, así que solo miramos la escena atentamente.

En un momento Jack se encontraba ya a su lado, escuchando la conversación atentamente.

El rostro de Jack se tornó serio y lo único que supe después, fue que Charlie se encontraba en el suelo.

Zach y yo nos dirigimos corriendo a ellos.

- ¿Qué ha pasado aquí? - pregunté algo sorprendida al ver a Charlie con un labio partido.

- Le estaba faltando al respeto. - farfulló Jack entre dientes.

Me acerqué a Selena y la abracé fuertemente.

- ¿Estás bien? - pregunté preocupada observando su rostro, intentando descifrar lo que había pasado.

- Sí... - dijo en susurro débil - Me voy a mí cuarto. - se paró y dirigió su mirada a Charlie - No te quiero volver a ver aquí ¿Escuchaste? - escupió en su cara.

- Oh vamos, no seas tonta, nena. - esas palabras me hicieron enfurecer, y antes de que Selena atacase, yo lo hice.

- Oh cállate caracandando - ataqué con desprecio - mis tacones son más largos que tú pene.

Los chicos soltaron una gran carcajada.

Zach miró mis zapatos divertido y sonrió ampliamente al ver que eran una manoletinas.

- Chicos. - llamó Zach a Daniel y a Jonah - Llevaros a este caracandando de aquí.

•11:59 p.m•

- ... 10, 9, 8, 7, - apretaba cada vez más mi copa de zumo de naranja a cada número que iba desapareciendo de la cuenta atrás - 6, 5, 4, 3, 2, 1... ¡Feliz año nuevo!

La gente se abrazaba entre sí y gritaba animada.

Sonreí emocionada y me giré para felicitar a los demás el año.

Zach me detuvo juntando sus labios con los míos apresuradamente.

- Feliz año. - susurró aún muy cerca de mi boca.

- Feliz año. - le devolví con una sonrisa.

Me iba a volver a besar cuando todos los chicos me rodearon y abrazaron.

Claro, todos menos Daniel.

Me sentía mal. Era algo absurdo el no poder tocarle por algo que, "podría pasar".
No podíamos seguir así toda la vida.

Lo iba a cambiar.

(...)

Zach me apretaba contra su pecho, impidiendo mi movilidad.

Me deslicé entre sus brazos después de aflojarlos un poco y salí de la habitación con cuidado.

Sabía que a Zach esto no le gustaría y sabía que se enfadaría mucho, pero necesitaba respuestas a lo que pasaba con Daniel.

Caminé por el pasillo de puntillas hasta la puerta en la que ponía una "D".

Toqué con cuidado y solo esperé a que me dejara pasar.

La puerta se entre abrió, dejando ver solo la cara de un Daniel somnoliento.

- ¿Allison? - preguntó en un susurro cansado - ¿Qué haces aquí? Zach me va a matar.

- Vengo a desvelar lo que ocurre cuando nos tocamos. - contesté entrando a su cuarto - ¿Tú no tienes curiosidad?

- Sí... Pero... - se rascaba la nuca dudando.

- No, nada de peros. - exclamé intentando sonar firme - Me procuraré de que Zach no te haga nada.

Asintió sin estar convendido del todo y se sentó en la cama.

- ¿Qué oíste cuando nos tocamos Daniel?

- Un llanto. - contestó con la mirada perdida - De una niña pequeña - me miró - ¿Y tú?

- Un niño pequeño me hablaba, me dijo: ¿Qué te pasa hermanita?

- Interesante. - comentó después de un largo silencio.

- Bien. ¿Lo hacemos o no?

- Vale, pero esta vez, no sueltes mi mano hasta que la cosa acabe.

- Entendido - contesté con firmeza y extendí la mano.

Al juntarlas todo se volvió negro.