Me voy de casa
*Broma*
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Mi nombre es Takahashi Misaki, tengo 22 años y estoy saliendo con el famoso escritor Usami Akihiko, desde hace 4 años aproximadamente. Y hoy he decidido hacerle una broma un poco especial. ¿La razón? Bueno, ¡siempre me esfuerzo mucho limpiando su estudio para que al día siguiente pareciera que nadie lo haya limpiado por años! Así que esta es como una forma de hacerle recapacitar o algo así.

No suelo hacer este tipo de cosas debido a que soy un poco tímido cuando se trata de Usagi-san, así que es muy probable que me crea y me he armado de valor, estoy decidido a hacerlo.

Primero saque mis viejas maletas y metí toda mi ropa en ellas, guarde varias cosas de mis estantes e hice ver mi cuarto vacío. Después puse las maletas en la sala, cerca de la segunda puerta principal, junto a ellas esta mi bufanda y llaves, junto a mi bolso que contiene mi billetera y otras cosas. El no tardará en llegar a casa así que me iré preparando.

¡Estoy muy nervioso!

Prank Time!

Ya eran pasadas las 4 de la tarde cuando Akihiko llego al pent-house.

—¡Estoy en casa!— llamó al quitarse los zapatos para entrar, al no ser recibido por su novio como siempre se adentró más a su hogar un poco dudoso —¿Misaki?— volvió a llamar abriendo la puerta de la sala, pero al hacerlo notó que algunas cosas pesadas le estorbaban. Al entrar por completo se fijó que eran las maletas de su amante junto a su bufanda y llaves —¿Pero que?— preguntó confundido —¡¿Misaki?!— lo llamó alertado.

En el piso de arriba se escuchó el rechinar de una puerta seguido de pasos lentos y pesados, era Misaki que venía bajando la escaleras junto a una maleta de mano y su abrigo en el hombro.

—L-Llegaste temprano, Usagi-san— dijo nervioso.

—¿Que es todo esto?— preguntó —¿Porque están tus maletas en la puerta?

—Y-Yo...<<¡Esto es más difícil de lo que pensé!>>— hizo una pausa para pensar —M-Me voy...

—¡¿QUE?!— preguntó alarmado —¿A-A que te refieres?

—Que me iré, Usagi-san.

—Pero...

Misaki decidió ignorarlo y dirigirse a la cocina que obviamente Akihiko lo iba siguiendo apresuradamente detrás de él.

—Dejare la comida lista Usagi, así que no te preocupes tendrás que comer para unos días más.

—¡Misaki!— lo tomó de los hombros y lo volteo —¡¿Por que te vas?! Dime por favor.

—Es por mi hermano, el pasa extrañándome, además que ya consiguió un apartamento para mi, así que me iré de aquí para ya instalarme en mi nuevo hogar— invento una historia al lazar dejando aturdido a su pareja.

—¿Q-Que? Misaki, mi amor, no tienes porque irte de aquí— le rogaba —Quédate a vivir aquí conmigo siempre, no te preocupes por Takahiro, le explicaremos y...

—No, Usagi-san— lo interrumpió —Mi nee-chan esta pidiéndome mudarme lo antes posible para adaptarme— explicó con nervios ante la fuerte mirada de su pareja.

—No Misaki, podemos hacer que te quedes...— rogaba el pelo plateado.

Este optó por volverlo a ignorar e irse de nuevo a su habitación para simular que estaba sacando sus cosas para irse. Akihiko lo seguía con desesperación tratando de tomar su brazo o mano para detenerlo y hablar pero le fue imposible.

—Misaki, por favor....

—No puedo Usagi-san, además al pasar el tiempo solo sería una molestia para ti.

Akihiko se alertó ante lo último dicho y por instinto tomó al pequeño castaño de la cintura y lo abrazo fuertemente —¿Como puedes creer eso? ¡Jamás serías una molestia para mi, amor! Yo te amo.

Misaki lo miro cariñosamente y con pena, ya que se estaba comenzando a sentir mal por lo que estaba haciendo, pero no había vuelta atrás , debía terminar esa broma hasta el final,.... ademas quiero saber cómo termina..je.

Pasaron unos segundo hasta que Misaki volvió a hablar.

—Pero ya no me siento cómodo aquí...— esta frase rompió el corazón del novelista en mil pedazos, su pequeño le había dicho que ya no se sentía cómodo a su lado —Lo siento, Usagi-san— se separó del abrazo y volvió abajo con sus maletas dejando solo al mayor en su habitación. Al volver en si, este corrió rápidamente hacia su amado y estaba terminando de alistar sus maletas, tomó una de ella y la arrojó en el piso, la abrió y comenzó a sacar todo lo que estaba ahí con desesperación.

—¡Usagi-san!— lo llamó, siendo ignorado por el contrario —¡No saques mis cosas!— trato de pararlo pero era inútil.

—No permitiré que te vayas, Misaki— dijo con voz firme —Por favor... sólo hablemos de esto y verás como lo solucionamos, ¿si?— le rogaba con cara triste.

El corazón de Misaki se encogió hasta doler, ver esa expresión de tristeza en el escritor no era de esperarse, por un momento pensó que ya era demasiado pero decidió seguir con poco más, ya que estaban.

—Lo siento..— se disculpó arrodillándose para volver a meter sus cosas en la maleta —Pero no Usagi-san, entiende— dijo cerrando con fuerza el zipper de la maleta y poniéndola sobre las ruedas de vuelta. Se puso su abrigo y bufanda, tomó sus llaves y se las entregó a su casero —Ten.

—No— negó fríamente —Es tuya, al igual que este lugar. Por favor Misaki, cielo, no te vayas— volvió a rogarle tomándolo de las manos.

—N-No puedo— dijo en voz baja, acomodo sus cosas y se dirigió a la salida de la sala para irse, supuestamente, a la salida principal pero fue retenido del brazo.

—No Misaki, por favor, no me dejes— le insistía a su pareja —¿Que pasara entre nosotros? Por favor...

Misaki guardo silencio por un momento, pensando en su siguiente y último movimiento por hacer ya que quería ponerle fin a esta broma antes que de paso algo malo.

—No...

—¿N-No que?

—¡Ya no quiero vivir aquí! ¡Entendiéndolo por favor!— le gritó cerrando los ojos, separándose bruscamente del mayor, solo escuchó como algo grande caía en el suelo mientras le volvían a tomar la mano.

Era Akihiko que había caído de rodillas frente al castaño con la cabeza baja y tomándolo de las manos con fuerza, se pudo escuchar la respiración agitada del mayor y cómo se quebraba cada vez que lo hacía.

—Por favor... te lo suplico.... no me dejes por favor.... no me dejes solo, mi amor... te amo, te amo tanto..... quédate conmigo— decía con voz ronca y quebrada —Si te vas morire de soledad y tristeza...Misaki, por favor...— decía aún sin alzar su vista. Paro de hablar un momento para poder besarle las manos al menor con ternura y desespero, quería que sintiera el amor eterno que le tenía.

Misaki pensó mucho en ese momento, no sabía si continuar o no, quería llorar por hacerle eso a su novio pero tenía que entender que no debía de ensuciar tanto cuando a él le había costado tanto limpiar sus desastres, así que solo un poco más...

Respiro hondo y alejo sus manos suavemente, sorprendiendo mucho al mayor que levantó la vista al castaño de manera triste y angustiada.

—Perdóname... me voy. Adiós, Usagi-san— finalizo de manera fría saliendo del lugar al pasillo, donde se recostó su cabeza en la puerta y rio un poco de nerviosismo.

Akihiko quedo aún de rodillas frente a la puerta con ojos muy abiertos, comenzaron a picar y ver todo un poco borroso, su barbilla temblaba levemente y sintió como algo mojado se deslizaba por su mejilla. Estaba llorando.

—¡M-MISAKI!— lo llamó levantándose del suelo dispuesto a seguirlo, no iba a permitir que el amor de su vida se fuera de su lado, pero cuando estaba por tocar la perilla la puerta fue abierta lentamente dejando ver a un castaño de baja estatura con sus manos en la boca.

—¡Usagi-san!— dijo Misaki lanzándose a abrazarlo, Akihiko se encontraba muy confundido pero no dudó en corresponder el abrazo fuertemente —¡Lo siento!— se disculpaba entre sollozos.

—Por favor, no te vayas— le pedía el escritor con voz apenas audible, debido a que tenía su rostro pegado al cuello de su pareja —No me dejes.

—N-No me iré Usagi-san— dijo Misaki con voz suave —Era solo una broma, lo siento.

—E-Entonces...¿no te irás?

—J-Jamás...— dijo con un sonrojo, inmediatamente Akihiko lo volvió a abrazar con mas fuerza y darle besos por todo el cuello y mejilla.

—Me asustaste Misaki— decía entre besos.

—Perdón Usagi-san, pero...

—¿Pero?— preguntó inmediatamente.

—Promete que no dejarás tanto desastre en tu estudio— dijo con voz suave.

Akihiko se separo un poco y asintió levemente ante lo recién pedido —Todo lo que tú quieras, amor.

Y así se quedaron abrazados un tiempo, hasta que Misaki recordó que toda su ropa estaba en las maletas y debía ordenar todo otra vez.

—Usagi-san, tengo que volver a acomodar mi ropa.

—Compraremos más ropa mañana, pero ahora...— levantó con delicadeza a su novio y lo recostó entre sus brazos —Vamos a mi habitación— dijo con picardía subiendo las escaleras.

—¿Que? ¡No! ¡Usagi-san!— pataleaba levemente haciendo puchero para que lo bajaran —¡QUE NOOO!— gritó siendo arrastrado a la habitación del mayor.

Esa noche fue de pura acción, llena de fuertes gemidos y muchas confesiones de amor entre besos...

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Me dio tanta pena la reacción de Akihiko, pero tenía que hacerlo. 😂

Espero sigan leyendo y voten pls.

Bye~