ʚ🌼ɞ Capitulo 20.

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No estaba seguro de cómo llegó a su hogar, sabía que se disculpó rápidamente con Zee pidiéndole que hiciera lo mismo con Nunew porque había surgido un imprevisto y no iba a poder quedarse más tiempo.

Después de eso, todo el camino a su hogar fue un borrón, su cabeza no paraba de reproducir la escena que vivió en el hospital, agregando otras imágenes que su cerebro creó para torturarlo.

Apenas llegó se dirigió a su habitación para sacar las maletas de Riku y todas las prendas que guardaba allí. Sus objetos personales y de aseo fueron guardados en un bolso de mano, no quería quedarse con nada de él. No necesitaba darle una excusa para que se acercara, por lo menos en un buen tiempo, sabía que tarde o temprano tendría que volver a verlo, pero prefería que fuera más tarde que temprano.

El estar acomodando cada prenda de la persona que quería para no volver a tenerla cerca le dolía en el pecho, inconscientemente las lágrimas comenzaron a descender por sus mejillas cayendo directamente en la maleta. Tapó su rostro con sus manos y lloró todo lo que se contuvo en el hospital, sentía la necesidad de estar cerca de Riku. Deseaba poder abrazarlo y hundirse en su pecho, que el calor de su cuerpo lo resguardara de cualquier brisa otoñal, realmente deseaba no haber escuchado la conversación de Natasitt y Riku, así por lo menos hubiera sido ignorante de la situación un poco de tiempo más.

Acarició su estómago, en busca de cualquier tipo de consuelo.

No tendría a Riku cerca, pero por lo menos una parte de él siempre estaría con Yusei.

-Papi se siente un poco mal ahora, pero tú tienes que ser fuerte, ¿de acuerdo, hijo?

Le aterraba que sus fuertes emociones
repercutieran de alguna forma en su
embarazo

En cuanto su llanto cesó, se puso de pie nuevamente para seguir con la tarea de empacar las cosas de Riku. Bajó una por una las maletas y antes de que pudiera terminar de dejar la última en el piso, el timbre sonó.

Su corazón se revoloteó dentro de su pecho, sabiendo de antemano quién llamaba a su puerta. Tomó profundas respiraciones para buscar su tranquilidad, con pasos lentos se dirigió a la entrada y abrió la puerta.

Allí se encontraba el autor de sus suspiros y de su llanto.

-Yusei

Sin poder mirarlo a los ojos, bajó su cabeza y le dio paso para que entrara.

-Allí están tus cosas. Los materiales de pintura no los saqué porque son demasiado pesados.

-Está bien... yo, pasaré a buscarlos.

-De acuerdo.

Riku cerró la puerta detrás de sí y se dirigió directamente a la habitación que habían destinado para las pinturas y demás cosas que el castaño usaba. Yusei se refugió en la cocina, no quería ver cómo su casa nuevamente quedaba vacía y sin la presencia de Riku.

No estaba seguro de cuánto tiempo pasó, se mantuvo sumergido en los recuerdos, su mente perversa lo llevaba desde los momentos más felices que compartió con el castaño hasta los más tristes y desolados. Para cuando volvió en sí, Riku lo llamaba desde la sala.

-Ya está todo listo... uhm- El hombre rebuscó entre sus bolsillos- Aquí está la llave de la casa.

-Quédatela -Yusei dijo sin pensarlo. - Por si hay una emergencia.

-De acuerdo --Riku volvió a meter en su bolsillo las llaves. Lo vio dudar, dio unos cuantos pasos en reversa, sin dejar de mirarlo -Me iré ahora.

Yusei notó que él esperaba algo, también lo hacía. Pero las cosas estaban claras y esta vez buscaría su estabilidad mental, por más que le fuera doloroso y llorara todos los días.

Eventualmente ese dolor disminuiría, Riku se convertiría sólo en el padre de su hijo y disfrutaría de los lindos recuerdos que le proporcionó.

Tal vez podría encontrar el amor en otra persona

Tal vez

-Te acompañaré a la puerta.








( 🌼 )






Cada día que pasaba se sentía como un martirio, las noches eran, a su parecer, muy cortas, no podía descansar adecuadamente, siempre se presentaba algún problema, o el acolchado era muy pesado, o muy liviano. Cuando las almohadas comenzaron a estorbarle y sacó la del lado de Riku se encontró con el pijama que él estaba usando la semana en la que estuvieron juntos. El castaño tenía el hábito de ponerlo debajo de su almohada, nunca lo entendió.

Como si las prendas quemaran, las tomó con cuidado, muy a su pesar las llevó a su nariz.

Pequeñas gotas de agua caliente comenzaron a caer de sus ojos, empapando una parte de la camiseta.

-Te extraño -Murmuró con pequeños temblores en su labio.

Aquella noche durmió todas las horas que no había dormido los días anteriores. Se despertó extremadamente tarde, ni siquiera escuchó el despertador, su estómago rugía, exigiendo comida y terminó siendo la causa por la que se levantó.

Su cuerpo estaba extremadamente relajado y se sentía mucho mejor de ánimos.

Bajó a la cocina y se preparó una rápida ensalada de frutas, a pesar de haber descansado apropiadamente no tenía ánimos para cocinarse algo muy elaborado, tal vez para el almuerzo comería algo más contundente.

Pasaron alrededor de dos horas desde que se levantó, estaba viendo una serie policial en la televisión cuando tocaron el timbre. Extrañado, se levantó del sofá, sabía que Ethan vendría en la tarde, por lo que no lo esperaba ahora.

Estaba seguro que su sorpresa se vio reflejada en su rostro cuando se encontró a un Riku algo desaliñado en su puerta. Seguía llevando un traje caro, pero unas pequeñas bolsas debajo de sus ojos le indicaron que no estaba durmiendo con propiedad.

-Hola- Una pequeña pero sincera sonrisa apareció en el rostro contrario.

-Riku... -Dijo, sin aliento

-Disculpa por interrumpir sin avisarte... traje -Él se aclaró la voz -Traje los papeles que pediste.

¿Los papeles que pidió?

Haciendo memoria, recordó las palabras que dijo en el hospital.

Esperaba los papeles del divorcio hasta esa semana. Riku había cumplido, tal como le pidió en medio de su cólera.

-Entra.

Con pasos dubitativos, Riku ingresó a su hogar, pudo observar cómo la tensión en sus hombros disminuía, no mucho, pero lo hacía.

Ambos se dirigieron a la mesa del comedor, los pequeños ojos de Yusei ya habían comenzado a arder. No creía que esto le iba a doler de la manera en la que lo estaba haciendo.

Suspirando tomó asiento al mismo tiempo que Riku dejaba una carpeta blanca con el logo de la empresa impreso en dorado.

-Evite citar a nuestros abogados porque creo que debemos hablarlo nosotros, sin nadie más. -Riku tomó asiento frente a él.

-No hay nada de lo que tengamos que hablar. Todo quedó dicho. -Yusei no podía sacar sus ojos de la carpeta.

-No hablamos con propiedad, Yusei

-Riku, no hagas las cosas más difíciles -Esta vez, se atrevió a mirarlo a los ojos. -Tendrás otro hijo con uno de tus tantos amantes, ¿Piensas que puedo aceptar eso? ¿Qué no tengo orgullo? Te lo advertí cuando te di una oportunidad, no aceptaría nada que me dañara física o mentalmente.

-Yo no sabía que él estaba esperando a mi hijo. No soy tan perverso como para ocultarlo y planear mantener un hijo extramatrimonial a escondidas.

-He permitido que me pisotearan tantas veces, mi padre, tú, los medios, todo el mundo cree que puede pasar por arriba mío. Estoy cansado -Unas pequeñas lágrimas se escaparon. Tragó el nudo que le oprimía el pecho y dijo las palabras que se negó a decir por tantos meses -Te amo, Riku. Pero en esta ocasión, me elijo a mi. Elijo mi salud mental, elijo ser feliz, aunque no sea a tu lado. No quiero que mis demonios me maten internamente, no estoy dispuesto a vivir mi vida pensando en cuántos amantes o hijos más tienes. No me merezco esto, no yo.

-Yusei, te amo. Eres a quien quiero en mi vida, quiero envejecer a tu lado, seguir despertando a tu lado por muchos años más...

-Para por favor -Un sollozo se escapó de su boca -Sólo detente. Si es verdad que me amas, por favor, déjame, dame el divorcio y permíteme ser feliz.

-Puedo hacerte feliz

-No- Yusei negó, dejando que su llanto se desencadenara -No puedes hacerme feliz, no ahora. Créeme, no me arrepiento de llevar a tu hijo en el vientre, es el regalo más hermoso que me has podido dar, pero no soy feliz.

-¿Es tu decisión final? -Riku preguntó, su voz pendiendo de un hilo.

-Lo es.

No hizo falta que dijeran más.














Yusei me llena de orgullo
🤌🏻✨














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