26

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


                                  4/5

—¡Alto ahí! —Una voz aguda retumba cuando voy con prisa a mi dormitorio—. ¿Adónde crees que vas, chaval?

Me doy la vuelta, sorprendido de encontrarme a Jimin tumbado en el sofá en nuestra zona común, sosteniendo uno de sus vasos de zumo repulsivo en la rodilla. Con las prisas, ni siquiera la había visto.

—¿Qué estás haciendo en casa? —le pregunto con sorpresa—. ¿No tenías Economía los miércoles?

—Se ha cancelado porque el profe tiene ébola.

Cojo aire.

—¡No me jorobes! ¿En serio?

Él se ríe travieso.

—Bueno, no. Quiero decir, quizá sí que lo tenga. Nos envió un correo electrónico diciendo que había pillado una «enfermedad» —mi amiga hace el gesto de las comillas en el aire—, pero no ha dicho qué enfermedad. Y a mí me gusta imaginar que es algo malo. En ese caso no podría darnos clase en lo que queda de curso, y todos sacaríamos un sobresaliente de forma automática.

—Eres malo, Jimin —informo—. Y un día de estos esa magia negra vudú tuya se va a volver en tu contra. En serio, no vengas arrastrándote a pedirme consuelo cuando contraigas ébola. Bueno, me tengo que ir. Solo he venido a dejar mis cosas antes de pirarme al ensayo.

—De ninguna manera, Kook. Vas a sentar tu culito en este sofá porque tú y yo necesitamos tener una pequeña charla.

—De verdad, no puedo llegar tarde al ensayo.

—¿Cuántas veces ha llegado tarde Cass al ensayo? —pregunta.

Tiene razón.Con un suspiro, me acerco al sofá y me dejo caer.

—Bueno. ¿Qué pasa? Y date prisa.

—Vale, si quieres ir rápido... ¿Qué narices de todos los colores y tamaños está pasando entre tú y Seokjin?

Dejo mi boca cerrada. Mierda. Me ha pillado. A ver, es verdad que anoche le envié un mensaje al móvil diciendo Estoy en casa de Jin. Llegaré tarde. Pero dado que Jimin gran parte de su tiempo en su burbuja personal, cuyo centro está ocupado por Sean, había albergado la esperanza de que no sacara el tema.

—Nada. Eso es lo que está pasando —le respondo.

Ja. si «nada» significa que «estuve en su casa, nos desnudamos y nos masturbamos el uno delante del otro y después tuve un orgasmo y él tuvo un orgasmo y fue la mejor sensación de la vida».

Jimin percibe mi débil intento de mentir.

—Voy a preguntártelo una vez más y solo una vez: Jeon Jungkook, ¿estás saliendo con Kim Seokjin?

—No.

Él entrecierra sus ojos.

—De acuerdo. Te lo preguntaré dos veces. ¿Estás saliendo con...?

—No estoy saliendo con él. —Suspiro—. Pero estamos tonteando.

Su mandíbula se abre hasta el límite. Pasa un segundo, y después otro, y después sus ojos se iluminan por la victoria.

—¡Ja! ¡Sabía que estabas por él! ¡Oh, Dios mío! Sujeta mi zumo. ¡Creo que necesito saltar de la alegría! O mejor dicho, ¡bailar! —Se levanta—. ¿Sabes cómo se baila la conga? Si es así, ¡bailemos ahora mismo!

Me río.

—Ay, Dios, por favor no te pongas a hacer ningún baile. Y no es para tanto, ¿vale?

Probablemente se acabe pronto.

Sí, cuando tenga mi cita con Namjoon.

Y... ¡Mierda! Esta es la primera vez desde el cumpleaños de Yoongi que Namjoon se me cruza por la cabeza. He estado centrada en Jin por completo, en la forma en la que me excita y en las cosas que quiero hacer con él. Pero ahora que me acuerdo de mi inminente cita, experimento un fuerte retortijón de culpa.

¿De verdad puedo salir con alguien después de lo que Jin y yo hicimos anoche?Pero..., no es que esté saliendo con Jin. No es mi novio, y ni de casualidad él me considera su novio, así que... ¿por qué no?Pero aun así, el impulso de cancelar la cena con Namjoon se niega a desaparecer. No obstante, Jimin aparta este pensamiento a un lado cuando sigue hablando con entusiasmo sobre lo increíblemente maravilloso que es mi rollo con Jin.

—¿Te has acostado con él? Oh, por favor, ¡dime que sí! Y por favor, ¡dime que fue genial! Sé que la química en la cama que teníais tú y Dasoo no llegaba al nivel de Brangelina, pero por lo que he oído, Kim Seokjin lo hace que te mueres.

Sí. Eso es verdad.

—No me he acostado con él.

Él parece decepcionado.

—¿Por qué no?

—Porque... no lo sé, porque no sucedió. Hicimos otras cosas. —Mi cara arde más y más—. Y eso es todo lo que tengo que decir sobre este asunto, ¿vale?

—¡No vale! Se supone que los mejores amigos nos lo contamos todo. Quiero decir,tú lo sabes todo sobre mi vida sexual. Te conté cuando Sean y yo probamos el sexo conjuguetes y conoces el tamaño de la polla de mi novio, y...

—Algo que va mucho más allá de la información necesaria —interrumpo—. Te quiero hasta la muerte, Jimin, pero nunca, nunca quise saber nada de vuestro sexo y, sin duda, podría haber vivido perfectamente sin que sacases una regla y me enseñases el tamaño del pene de Sean.

Jimin hace pucheros.

—Eres lo peor. Pero tranquilo, que tarde o temprano me enteraré de todos los detalles guarros. Soy muy bueno en sonsacar detalles.

Es cierto. Lo es. Pero él no va a sacarme ni uno en este momento.

Resoplo y me pongo de pie.

—Muy bien, ¿hemos acabado? Porque de verdad necesito irme.

—Ok, vete. Y no, no hemos terminado. —Me sonríe—. No lo habremos hecho hasta que no saques la regla y pongas fin a la vieja pregunta, ¿cómo la tiene Kim Seokjin?

—Adiós, pervertida.

...

Lo primero que veo cuando entro en la sala del coro quince minutos más tarde es a un violonchelista.

Pregunta: ¿Cómo sabes cuándo las cosas se han escapado totalmente a tu control?Respuesta: Cuando te encuentras a un violonchelista en tu local de ensayo y nisiquiera se inmuta.

Desde que MJ respaldó la idea del coro de Cass, he renunciado a discutir con cualquiera de ellos. Llegados a este punto, pueden hacer lo que les plazca —ergo, lo que le plazca a Cass—; sencillamente, no tengo la energía mental para seguirles el juego.

—Llegas tarde. —Cass chasquea la boca con desaprobación mientras me quito el abrigo.

—Lo sé.

Espera a que me disculpe.

No me disculpo.

—Jungkook, te presento a Kim Jae Woo —dice MJ con una sonrisa vacilante—. Va a acompañaros durante el segundo verso.

¡Ajá! Claro.

No me molesto en preguntar cuándo se tomó esta decisión. Asiento con la cabeza y balbuceo:

—Suena bien.

Durante la siguiente hora, nos concentramos solo en la sección central de la canción. En una situación normal, Cass pararía el ensayo cada dos segundos para criticar algo que he hecho, pero hoy la peor parte se la lleva el pobre Kim Jae Woo.El estudiante de primero me lanza una mirada de pánico cada vez que Cass le ladra, pero lo único que puedo hacer es ofrecerle una sonrisa de apoyo y consuelo, y encoger los hombros.

Es triste. He perdido todo el entusiasmo por esta canción. Lo único que me trae algo de consuelo ahora es saber que si no ganamos la beca gracias al dramatismo de Cass, tendré una segunda oportunidad en abril en el concierto exhibición de primavera.

A las dos en punto, Cass pone fin a los ensayos y suspiro de alivio cuando me  pongo el abrigo. Al salir de la sala, me sorprende ver a Jin allí de pie. Lleva su cazadora de SNU y dos vasos de café en la mano; me saluda con una sonrisa torcida que hace que mi corazón se acelere.

—¡Ey! —Arrugo la frente—. ¿Qué estás haciendo aquí?

—Pasé por tu residencia, pero Jimin me dijo que estabas ensayando, así que pensé en venir y esperar hasta que acabaras.

—¿Has estado aquí todo el tiempo?

—Naah, fui a por un café y me di una vuelta un rato. Acabo de volver ahora mismo.—Mira por encima de mi hombro hacia la sala de música

—. ¿Habéis acabado el ensayo?

—Sí. —Cojo el vaso que me ofrece y le quito la tapa de plástico—. Ahora tenemos un violonchelista.

Los labios de Jin se contraen.

—Ya veo, ya. Y apuesto a que estás SUPER EMOCIONADO con la novedad.

—Más bien, indiferente.

Una voz fuerte suena detrás de mí.

—Estás bloqueando la puerta, Jungkook. Hay personas que necesitan ir a otro sitio.

Resoplo en silencio y elevo las cejas. Me aparto de la puerta y dejo que Cass y Mary Jane salgan. Cass ni siquiera se digna en mirarme, pero cuando se da cuenta de con quién estoy hablando, sus ojos azules vuelan en mi dirección.

—Cass, ¿conoces a Jin? —pregunto de forma educada.

Mira con recelo al fornido y alto jugador de hockey que hay a mi lado.

—No. Encantado de conocerte, tío.

—Igualmente, Chazz.

Mi compañero de dueto se pone tenso.

—Es Cass.

Jin parpadea con inocencia.

—Oh, lo siento, ¿no es eso lo que he dicho?

Las fosas nasales de Cass se dilatan.

—He oído que estás cantando un dueto con mi chica —añade Garrett—. Espero que no la estés dando ningún problema. No estoy seguro de que sepas esto, pero mi Kookie tiene la mala costumbre de dejar que la gente le pase por encima. —Arquea una de sus oscuras cejas—. Pero tú no harías eso, ¿verdad, Chazz?

A pesar de la punzada de vergüenza que me provocan sus palabras, a mí tambiénme está costando lo mío no reírme.

—Es Cass.

—Eso es lo que he dicho, ¿no?

Hay un largo momento de rollo macho muy evidente en el que los dos chicos se miran fijamente el uno al otro. Tal y como sospechaba, Cass es el primero en romper el contacto visual.

—Es igual —murmura—. Venga, MJ, vamos a llegar tarde.

Mientras se lleva lejos a la dulce chica rubia como si fuera una maleta, me dirijo a Jin con un suspiro.

—¿Eso era necesario?

—¡Claro que lo era!

—Ok. Solo por saber.

Nuestras miradas se encuentran y una ráfaga de calor explota dentro de mí. Ay,madre. Sé exactamente lo que está pensando en este momento. O más bien, lo que estápensando en hacer.

Hacerme.Y yo estoy pensando exactamente lo mismo.

Puede que le dijera a Jimin esta cosa que hay entre nosotros se apagaría pronto pero, por el momento, arde aún más fuerte que anoche.

—¿Mi casa? —pregunta.

Esas dos palabras, graves y roncas, provocan que mis muslos se contraigan tanto que me sorprende que no me dé un tirón.

En lugar de responder —mi garganta se ha obstruido del deseo—, cojo el café que lleva en su mano y tiro los dos vasos en el cubo de basura que hay detrás de él.

Jin se ríe.

—Lo tomaré como un sí.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro