Desgaste

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Despertó en una habitación vacía, sintiendo cómo un olor rancio se colaba por su nariz. Abrir sus párpados no fue un problema pero sus ojos tardaron un poco en acostumbrarse a la falta de luz. Luego de un rato, pudo ver el contorno de algunos muebles apilados, una bujía desgastada oscilando a algunos metros de distancia y una puerta de madera podrida, ubicada en el centro de una de las paredes. Sintió que algo mantenía su cuerpo adherido a la silla y el miedo no tardó en presentarse. Las preguntas típicas empezaron a desfilar por su mente: ¿por qué?, ¿quién?, ¿cuándo? y ¿dónde? No pudo responder ninguna, entonces empezó a escudriñar en sus recuerdos, tratando de averiguar qué estaba haciendo antes de despertar ahí.

Su sorpresa y pánico se acrecentó, pues no existía dicho recuerdo. Todos los momentos almacenados en su memoria eran de esa habitación, no había un antes. La confusión dio paso al cansancio, pues se dio cuenta que se había hecho cientos de veces las mismas preguntas; "cómo" y "por qué". No había respuestas por más que tratara. Por más que escarbara en su memoria, su cerebro no parecía cooperar. Sin embargo, la incomodidad le hacía sentir que sí había un antes, tan solo era necesario acomodar el rompecabezas y volver nítidas esas imágenes que no eran de la habitación.

Tardó algunos minutos en procesar lo que estaba pasando y recuperar la indiferencia que parecía habitual. Aunque no hubiera un antes, el presente no parecía esperanzador. Recordó que cada cierto tiempo, alguien llegaba a darle comida, le inyectaba algo en el brazo que le impedía moverse, desataba sus ataduras y le cambiaba la ropa. Comprendió que el olor a orina estaba impregnado en su cuerpo y en sus ropas. Sintió enojo pero lo reprimió luego de un suspiro. Las emociones negativas no le llevarían a nada, tan solo bloqueaban su mente y le hacían pensar cosas innecesarias.

Inclinó su cabeza hacia atrás, movió sus manos y piernas levemente, solo para confirmar la existencia de las cuerdas que las ataban. ¿Cuánto tiempo había estado ahí? ¿Por qué no recordaba nada más allá de sus efímeras interacciones con la otra persona que le llevaba el alimento? ¿Qué había después de la puerta?

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