23. Pelea Conclusa

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Chat Noir levantó el rostro, dándole una dura mirada al villano delante suyo. Escuchó una respiración agitada y se volteó para ver a Ethan, con sangre cayendo de su nariz, pararse a lado de Hawkmoth. El gatuno sonrió típicamente a pesar del dolor en su costilla. No se iba a dejar intimidar.

- lo siento, ¿te di muy duro con la puerta?- preguntó a lo que el castaño apretó los puños. Sin poder contenerse, corrió hasta el rubio para dejarle en claro lo que sentía. Sin embargo, una patada en el estómago lo frenó.

- hasta que llegas, mi lady-

- lo siento, pero parecían que jugaban a las atrapadas- murmuró devuelta.
Hawkmoth soltó una sonrisa.

- Ladybug, que buena sorpresa. Al fin los tengo a ambos a mi alcance- la moteada hizo una mueca. No podía creer que el hombre al que tanto idolatrara fuera el causante de tantas desgracias.

- ahora, si quieren hacer esto más fácil, me entregarán sus miraculous-

- ¡nunca!- gritó la azabache.

- mis intenciones son buenas, querida Ladybug. Solo deseo traer devuelta a mi esposa, y mi hijo lo sabe-

- ¿eres capaz de enfrentarme para obtenerlos? El que acabará mal serás tú. No pienso dejarte seguir usando a las personas para formar caos- dijo firme el gatuno apretando su bastón. Hawkmoth perdió la paciencia.

- como desees- dijo. Ethan corrió hacia ellos seguido de varios akumas. Cuando estos quedaron frente a los héroes, formaron las siluetas de sus amigos. Más bien, sus amigos akumatizados. Lady Wifi y Bubbler.

- ¿qué rayos...?- preguntó la peliazul pero no terminó ya que saltó para evitar quedar pausada. Lady Wifi comenzó a reír.

- ¡qué les hiciste!- le gritó a Hawkmoth. No se podía akumatizar a la gente sin sentimientos negativos, ¿verdad?

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Chat esquivaba las burbujas de Bubbler.

- vamos Nino, no eres así-

- no me conoces Chat Noir- dijo lanzando otra burbuja. Cuando Chat saltó para atrás, chocó con algo. Se sobó la cabeza y al girarse, vió a Ethan que se levantaba.

- este es tu fin- dijo con una sonrisa. El nombrado hizo una mueca.

- ya quisieras- iba a golpearlo pero este agarró el bastón con su puño de hierro.

- no te será fácil esta vez, pulgoso- dijo tirando el bastón con el gato adelante. El rubio rodó a un lado antes de ser aplastado por los puños del castaño. Cerró los ojos al ver que una burbuja se dirigía a él.

Sin embargo, solo se sintió arrastrado y al abrirlos, estaba volando hacia la castaña. Al chocar con ella, se sorprendió al sentir el piso metálico abajo suyo. Ladybug observó con asombro como los akumas se separaban destruyendo la forma de su amiga y al juntarse la imagen volvía. La había atravesado. Hawkmoth apretó los puños.

- ¡no son reales Chat! Los ataques te golpean, pero solo son akumas- le dijo la moteada al gatuno que se paraba.

- entonces hay que detener a quien los provoca- mencionó mirando al villano que corría furioso a ellos.

- te cubro la espalda- le susurró la peliazul amarrando a Ethan con su yoyo y lanzándolo a los akumas.

Hawkmoth golpeó el pecho de Chat Noir con su cetro, haciendo que este retroceda.

- ¿no lo entiendes Adrien? ¡traeré a tu madre devuelta! ¡no más sufrimiento para ti- bramó enojado el villano tratando de quitarle el anillo al joven que se defendía con su bastón.

- ¡causaste mucho daño por un maldito anillo! ni creas que te lo daré- bufó.

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Ladybug sentía sus piernas temblar. El sudor corría por su frente y su respiración era agitada. Trataba de mantenerse firme, pero era una tarea difícil. Se reprimió por no haber podido distraer por tanto tiempo al castaño. Su gatito peleaba contra Ethan y Hawkmoth. La verdad que la peliazul no entendía.

¿Cómo un padre puede pelear de tal manera con su hijo? Tan frío y distanciado, no le sorprendía lo que sufrió su amado, que solo buscaba el cariño y amor de un ser humano.

Estaba distraída por lo que recordó que estaba peleando cuando la agarraron y la lanzaron cerca de los chicos peleando.

Chat Noir estaba en una batalla a muerte con Ethan. El desgraciado castaño sonreía malicioso aún cuando recibía golpes. Se le acababa la paciencia.

- Marinette será mía, ¿¡me oíste!? ¡mía!- Chat se lanzó sobre el chico que colocó ambas manos alrededor del cuello del rubio.

- ella me ama a mi, no a ti, ¡quítatelo de la cabeza!- gritó y sintió como el castaño le quitaba el aire.

Ladybug estaba tumbada en el piso y apenas pudo abrir los ojos. Vió una silueta frente a ella, pero no necesitaba mejorar la vista para saber de quien se trataba.

- mírate, las fuerzas ya te abandonaron, estás débil y vulnerable- rió el villano. Ella solo pudo fruncir el ceño. Hawkmoth se arrodilló y le hizo una seña a los akumas para que se alejaran.

- si solo me hubieran dado sus prodigios de buena forma en un inicio, nada de esto hubiera pasado- ella trató de ponerse de pie, pero el villano la detuvo poniéndole una mano en su hombro y aplicarle fuerza.

- aunque no me da lástima que acabe así, solo los tomaré y seré feliz de nuevo, junto con mi hijo-

- ¿en serio lo crees? ¿después de todo lo que has hecho crees que correrá a ti?- preguntó sin aire.
Entonces aprovechó la reflexión del viejo y con las últimas fuerzas que le quedaban, le arranchó el cetro y golpeó el cristal en la punta.

Los akumas se dispersaron igual que Bubbler y Lady Wifi. Ahora, solo quedaba el broche.

Ethan sintió algo atravesarle el pecho. Se paró dejando a Chat Noir en el suelo y se sujetó la cabeza. Un akuma salió de su pecho. Hawkmoth, furioso, se paró y fulminó con la mirada a Ladybug. Sacó una daga de su bolsillo. Ya tenía el plan hecho.

Chat Noir abrió grande los ojos. No le tocarían ni un pelo.

- ¡Cataclismo!- invocó. Con la destrucción bajo su poder, corrió hacia el villano que estaba a unos metros de la moteada. Tocó el piso.

Todo tembló, parecía haber afectado a la mansión entera. El rubio suspiró de alivio al recordar que Gorilla y Nathalie no se hallaban presentes.

Se abalanzó sobre su padre, decidido de quitarle el broche.
- ¿¡qué diablos haces!? ¡moriremos por tu culpa!- exclamó el viejo.

- todo esto no ha sido más que tu culpa, Agreste- dijo frío y cogió el broche.

Tomó en sus brazos a una exhausta y casi inconciente Ladybug. Rompió la gran ventana de la habitación. Miró atrás. Gabriel parado y sin expresión en su rostro, e Ethan, tirado en el piso, inconciente.

Salió de ahi y corrió. Corrió y no se detuvo, incluso al escuchar los gritos de su padre y la mansión derrumbarse.

Cuatro años depués

El sol traspasó de nuevo las ventanas de la habitación. La mañana era fresca. Tal y como le gustaba a Adrien.

Pero no solo eso. Le gustaban los postres, escuchar las risas de los niños, el calor de un hogar, la bondad de la gente, pasar tiempo con sus amigos, patrullar en la noche, y sobre todo, Marinette.

Ay no, gustar es una palabra muy insignificante. ¿Amar? Mejor. Aunque ninguna palabra representaba lo que aquel rubio sentía por aquella azabache.

Adoraba el cariño con el que ella trataba a la gente, admiraba como nunca guardaba rencor. Sonreía cuando las mejillas de la joven se tornaban rosadas, o cuando sentía el sabor de sus labios, o cuando el olor a vainilla y manzanas de su cabello caía en su olfato, o cuando ella lo abrazaba y le despeinaba su pelo rubio.

- ya princesa, ¿cuál es la trampa?- preguntó el de ojos verde esmeraldaba su amada, que reía ante la expresión del chico.

Ese gato tonto era todo un amor. Y nunca desperdiciaba la oportunidad de coquetearle o hacerla reir. Sin duda lo quería, con toda el alma. Quien la protegió, la defendió y la sigue amando.

Gracias a él, está viva, está feliz. Y él siempre llega a animarle si por casualidad recordara como fue la última vez que usaron sus miraculous en forma seria.

- no hay ninguna trampa gatito, usa la cabeza- rió de nuevo. Adrien se agachó y se colocó en cuatro patas. La peluda alfombra de la sala acariciaba sus manos.

- ¿ahora?- preguntó. Marinette soltó una carcajada. Adrien sonrió y gateó hasta llegar a su habitación. La que ambos compartían y donde pasaban riendo todo el tiempo.

Fue al baño y lo vió normal. Debajo de la cama nada. Por las almohadas peor. En los cajones ninguna cosa en particular. Por las cortinas de las ventanas igual. Abrió el closet y frunció el ceño. Se extraño al principio, ¿que hace ahí?

Minutos después, una sonrisa apareció en sus labios. Lo tomó y se giró para encontrar a su pareja arrimada en el umbral de la puerta.

- Marinette Dupain Cheng- dijo al borde de la emoción.

- ¿que quiere decir esto?- preguntó alzando el monito blanco guindado en el armador.

- ¿tú qué crees gatito?- cuestionó devuelta y con sus zafiros cristalizados. Adrien la besó sin resistirse. Un beso que se tornó apasionado y tuvo que detenerse por la falta de aire.

Bajo sus manos y su rostro hasta quedar frente al vientre de la peliazul. Le alzó la blusa y plantó un sencillo y tierno beso en el centro. Sus manos rodeaban el vientre.

- hola bebé, aún no me ves, pero soy tu papá. De seguro que nacerás igual de guapo que yo, o hermosa como tu madre- dijo derramando una lágrima y parándose. Marinette lloraba formulando una sonrisa.

- ¡seremos padres!- exclamó contento el rubio. Tomó a la azabache de la cintura y le dió una vuelta.

- princesa, te amo, eres la mujer más extraordinaria que pueda existir- susurró y la volvió a besar.

El pasado no debe definir el futuro. El pasado no nos define. Tampoco elige por nosotros. Nada ni nadie puede hacerlo. Solo nosotros. Nosotros elegimos quienes somos, lo que deseamos y porque luchamos. Nunca hay que dejar que nadie se interponga en lo que amamos.

Deja el pasado atrás y dile hola a un nuevo mañana. Di hola a lo nuevo y maravilloso. Porque lo nuevo puede cambiar nuestras vidas. Puede cambiar lo que sentimos respecto a alguien y puede cambiar nuestro corazón.


*****
okkkkk, lectores! hola, d nuevo perdom por la tardanza pero han sido unos dias estrezantes 😖
bue... hasta aqui llego. maso. falta... ahy! q no lo quiero decir! pero ok, este es el final del fanfic, pero si quieren mas informacion quedense, porq falta algo massss, y no me refiero a los agradecimientos.

soy
Miraculousteen😉

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