confrontación (segunda parte)

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Unas semanas antes de el aniversario de la perdida de un Loud, Lincoln lidiaba con las continuas peleas entre su hermana y su hija. Ahora que ninguna tenía nada que ocultar, se atacaban directamente. Una de esas peleas terminó por hacer un desastre dentro de casa, y el albino, cansado de esa tediosa situación, busco refugio con una vieja y cercana amiga, la cual Lola conocía de antaño.

- llámame loca, pero la chica que peleaba con tu hija se parecía a Lola Loud.

Lincoln escupió su te y tosió antes de responder.

- que te hace pensar éso!?, Lola Loud!?, Con plebeyos como nosotros!?, Jajajaja, eres graciosa.- nervioso.

- bueno, tienes razón, ella jamas pasaría por este vecindario, pero era tan parecida.

- estás alucinando... Jajaja.- bebió de su taza muy nervioso.

- podría jurar que era ella, aún cubierta de barró y peleando con una niña, esas medidas y esa expresión en su cara...

- una seguidora?.- aún nervioso.

- más bien, una rival.

- lo que tú digas.- sarcasmo.

- oye, aunque no lo creas, hubo un tiempo en el que yo la hice sudar.

- si, claro.- sarcástico. Bien sabía que ella no era rival para Lola, ni mucho menos cuando niña.

- es verdad, yo era su mejor rival.

- lo que tú digas Lindsay. - burlándose.

- qué?, Acaso no soy tan atractiva como Lola Loud?.- pose seductora.

- bu-bueno... Yo no dije éso.- nervioso.- como un extra, sintió dos miradas asesinas fijas en él, pero lo ignoro al notar a Lindsay tan cerca.

- solo fue cuando éramos niñas, lo intente una última vez en secundaria, pero...- se apartó y sonrió con melancolía.- me di cuenta que nunca la venceria, yo siempre sería la segunda.- bajo la cabeza.

- oye.- tocó su hombro.- se que era algo que encerio amabas, pero eres extraordinaria en muchas otra cosa, el mundo está a tus pies, eres hermosa, tienes un grandioso empleo y puedes ir a dónde tú quieras, además no tines ningún compromiso entonces puedes hacer lo que quieras, cuando quieras y dónde quieras, eres Lindsay Sweetwater. No tienes que demostrarle nada a nadie, eres perfecta.- emocionado.

- jajajaja... Adoró tu entusiasmo, aunque exageras un poco.

- lo siento.- apenado.

- no, no me malinterpretes, me gusta que pienses eso de mí, es lindo. - sonrojada.- y como supiste que era algo que me encantaba.

- yo. Bueno... Lo ví en tu ojos, si eso, tu ojos.- pensó rápido.

- puedes ver el alma de las personas o algo así?.- bromeaba.

- por supuesto, tu alma parece tener un color turquesa radiante.- jugando.

- mi color favorito!.- aplaudió y le siguió el juego.

- jajajajaja...- Lincoln dejo escapar un suspiro y su sonrisa se desvaneció y fue reemplazada por la ansiedad y la tristeza.

- pasa algo?.- preocupada.

- dime... Puedes recordar algo de su supuesto hermano?

- hermanó?... Cómo lo sabes?

- ya sabes, las páginas conspiranoicas y etcétera. Solo por curiosidad; vamos desmientelo.

- jaja, bueno, se que sonara loco, pero él si existió, aunque esas páginas exageran mucho de lo que le pasó, aunque yo tampoco se la historia completa. Lo que te puedo asegurar es que era muy unido a Lola, incluso recuerdo que ella nos amenazaba para alejarnos de él, era bastante celosa. Pero que esperaba?, Era lindo y con ese cabello, era imposible no prestarle atención, incluso yo le eche el ojo.

- vamos, no puede ser tan guapo.- avergonzado.

- es cierto!, Incluso interactúe con él, fué para derrocar a Lola, aunque no funcionó, estábamos en un cuarto oscuro y le conté un gran chisme para que la chantajeara. Enserio, debí aprovechar para robarle un beso, pero mi enojo y orgullo pudo más que yo.

- de acuerdo, suficiente, mejor hablamos de tu viaje.

- acaso está celoso querido?.- coqueta.

- creeme que no...- totalmente avergonzado. En ese momento, el celular de Lindsay sonó.

- permíteme un momento...- reviso su móvil.- y hablando del diablo, dime, te gustaría conocer a una celebridad?

- de que hablas?

- mañana me visitará una gran amiga, deberías venir a conocerla.

- seguro, de quién se trata?

- prefiero sorprenderte, además, es soltera y creo que es de tu tipo.- bromeaba.

- jajaja, enserio crees que pueda con mi bella hija?

- hmmm... Yo creo que si, está acostumbrada a los retos.

- me halagas, pero no busco pareja.

- o cierto, ya tienes a una interesada ahí y ya tienes un gran desastre que limpiar, me equivoco?.

- Jo...- suspiro con pereza.- ya tengo que regresar, ese desastre me tomara hasta mañana...- cansado.

- te ayudaría, pero acabó de regresar y estoy igual de cansada.

- te agradezco el té y la plática, siempre es un placer visitarte.

- el placer es todo mío. Pero hablo enserio, date una vuelta mañana, quiero presentarte a mi amiga.

- bien, tu ganas, solo nada romántico.

- de acuerdo, tu ganas.

Después de recojer su ropa y cambiarse, el desafortunado hombre del plan, regreso a casa para encontrarse no solo con una masacre a la limpieza, sino también con dos chicas Loud bastante molestas.

- esto se va a poner feo...

- y dime Lincoln... Cómo te fue con tu amiguita?.- hablo Lola con sarcasmo y furia.

- conociéndote, asumo que estabas espiando al igual que Leia, entonces no tengo que decirles quien era.

- por qué no me dijiste que era rival de Lola!?.- hablo Leia molesta.

- porque no hacía falta, fue hace mucho y ella dejo todo eso atrás. Simplemente no le ví importancia, además viaja mucho.

- y que quería!?.- Lola.

- nada, solo hablamos, hace mucho que no nos veíamos.- hizo un par de estiramientos y suspiro con frustración.- si me disculpan, tengo que limpiar el desastre que ustedes causaron.

- oye, esto no se ha terminado!.- Lola.

- por supuesto que no, ustedes me van a ayudar a que la casa quedé reluciente.- tomo una escoba y se la dió a Lola. - iré por unos baldes. Leia, trae unos trapos.- dejo a ambas con su enojo.- considérense afortunadas, solo voy a ayudarlas porque ya es tarde, este lugar es un desastre y mañana tienes escuela!.- señaló a Leia antes de dejar la habitación.

- maldito!.- Lola arrojó la escoba al suelo.

- justo en pleno problema con está y ahora también con la otra.- dijo Leia fastidiada.

- está!?.- indignada.

- si, si, da igual.- se retiró en busca de su encargo.

Aún con el tremendo insomnio, Lincoln decidió cumplir con su promesa. Nada complicado, solo presentarse y regresar a casa, a la comodidad de su cama... Y aunque no lo admitía, a los brazos de Lola.

- wow... Te ves terrible.- en cuanto abrió la puerta, Lindsay se topo con las grandes ojeras de Lincoln.

- gracias...- bostezo con pereza.- si no te molesta, me gustaría regresar a mi cama lo más pronto posible.

- si, creo que es lo mejor, no te puedo presentar a tu novia en ese estado.

- espera... qué?

- oye!, Dijiste que solo querías tomar un café!.- hablo una voz por detrás.

- bueno ya vete!.- intento echar a Lincoln.

- que te pasa Lindsay?.- volvió a hablar la voz con más intensidad y enojó.

- bueno, bueno, relájate...

- yo me largo de...- aquella que hablaba hizo a un lado a Lindsay y se cruzó cara a cara con Lincoln.

- Lana!?.- dijo el albino sorprendido.

- Jhon?, Que hacés aquí?.- igual de sorprendida.

- ella es tu amiga?.- a Lindsay.

- el es con quién me querías relacionar?.- a Lindsay.

- se conocen?.- respondió muy apenada. Lincoln tomo un respiro y suspiro.

- me dijo que quería presentarme a una amiga y yo le dije que no estoy interesado en ninguna relación.- a Lana.

- A mí me dijo que quería que tomaramos un café y ponernos al día.- a Lincoln.

- jaja...

- jaja...

- jajaja...

El trío comenzó a reír sin ninguna razón para hacerlo, quizás ironía por las crueles coincidencias en la vida o el destino escrito pero cruel. O talvez alguien se acordó de un muy mal chiste y se rió por lo estúpido que sonaba.

- lo lamento, estoy demaciado cansado como para quedarme a charlar, nos vemos después chicas.- se despidió y regreso a casa.

- vaya, no creí que conocieras a tu cita a ciegas.- se burló Lindsay.

- ya basta...- no se podía sacar de la cabeza lo que vio en el parque.- disculpa, tengo que hacer una llamada.

- si, tomate tu tiempo.

Los tonos sonaron hasta que alguien tomo la llamada.

- funeraria López, dónde nosotros se la enterramos a usted.

- Luan...

- que pasa Lana?, Que cuentas?.

- solo quiero preguntarte, esta todo listo?.

- por supuesto, solo es la entrada, asegúrate de ir arreglada.- sería.

Mientras tanto, en la casa del albino, una joven despeinada y sobretodo cansada, se dignaba a levantarse de la cama y desayunar, aunque fueran casi las dos de la tarde. El dueño de dicha casa iba entrando con la misma pereza y cansancio que su compañera.

- buenos días...- dijo Lola entre bostezos.

- tardes... Cómo sea... Me voy a la cama.- contestó Lincoln igual de cansado.

- no tenías que ir por Leia?

- y de dónde crees que vengó?.- hizo una seña para que Lola mirara por la entrada. Ahí postrada boca abajo se encontraba Leia, quién fue noqueada por el cansancio en cuanto cruzo la puerta.- creo que es un milagro que sigamos con vida...- la tomo entre sus brazos y fue subió las escaleras.- si alguien tiene hambre, hay pizza congelada en el refrigerador.

El celular de Lola comenzó a sonar, era una llamada de su hermana mayor, la comediante por excelencia en el mundo.

- hola Lola. - es por ese mismo argumento, que es bastante extraño que hable con seriedad.

- todo bien Luan?.- preocupada.

- por supuesto, ya sabes, las fechas...- el sueño y el cansancio se esfumaron en un abrir y cerrar de ojos. Lola había olvidado por completo las fechas y como se supone que debía actuar. Ahora más complicado, puesto que el anhelo de encontrar a su hermano ya no existía y este debía ser reemplazado.- te entiendo, tienes algo en mente?

- si, un teatro.

- teatro?

- si, será en Londres, regresar a el origen de la comedia, la tragedia y el drama.

- de acuerdo, y las entradas?

- ya se que tú estás en todas partes, te las mande por email.

- bien, entonces nos vemos ahí.

- adiós hermanita.- colgó.

Lola termino su plato de cereal y se recostó en la mesa. Reflexionaba en lo mucho que sus hermanas y padres habían sufrido cuando el único primogénito varón desapareció, sin ninguna nota.

- he sido bastante egoísta... Pero que esperaba? Es mi naturaleza...- aún con sus inseguridades, Lola fue a la habitación de su hermano, quién recién pudo conseguir el sueño anhelado.- que lindo cuando duerme...- tapo su nariz y boca provocando que se despertara de golpe y agotado.

- ya les dije que hay pizza congelada en el refrigerador!.- se oculto con las sábanas.

- Lincoln, necesito pedirte algo.

- toma agua de la llave!.- aún molesto.

- no, nada de eso... Quiero pedirte que vayas al teatro conmigo.

- tiene que ser ahora!?.- reforzó su defensa con una almohada.

- no, será en unos días y...- no sabía cómo terminar la frase. Lincoln al intuir quien estaría, salió de su escondite y se sentó al lado de Lola

- adivinare, todos estarán ahí...

- si.

- y quieres que vaya contigo para darle una sorpresa a todos?

- a papá le encantaría...

- olvídalo.- no la dejo terminar.- yo me quedo con mi hija, mis problemas y responsabilidades y el con las suyas.

- Lincoln, esto a ido demasiado lejos, mamá y papá están sufriendo, nuestras hermanas, tus amigos!

- cada uno tiene su vida, el mundo no se detiene, no lo hizo para ninguna de ustedes.

- como puedes decir éso!?, Mi mundo se fue contigo!!

- no digas mentiras. Reina de belleza, la mas joven en la historia.

- tu debías estar ahí!, Tu me juraste que estarías ahí, conmigo!!!.- una a una las lágrimas cayeron sobre el colchón.

- tienes una vida, todos ustedes tienen una vida, al igual que yo.- dejo la habitación.

- idiota!.- salió corriendo de la casa y arranco su auto.

El ruido del motor y los neumáticos rechinando sobre el pavimento, eran cosas que Lana podría reconocer de cualquier vehículo con el que haya trabajado, en especial, los de sus hermanas.

- ese auto...- se dirigió al patio trasero de su amiga.

- Lana, estás bien?.- pregunto preocupada.

Aunque solo fuera el retrovisor o si quiera una minúscula tuerca la que viera, Lana reconocería de inmediato el auto de cualquiera de sus hermanas, ya que después de todo, ella era la mecánica de la familia.

- esa matrícula...- de más está decirlo.

- oye, que pasá?

- Lindsay... Quien vive ahí?.- señaló la casa de la cual había salido el auto.

Aún con el sueño, Lincoln fue a el cuarto de su hija, quien dormía plácidamente. El albino se recostó a su lado, mirando el techo con culpa.

- estás bien Papi?.- hablo su hija con sueño.

- creí que dormías.

- bueno soy fácil de despertar.

- lo siento, no quería despertarte.

- está bien, siempre es divertido estar contigo.- bostezo.

- tu cama es enserio cómoda, no sé cómo te levantas en las mañanas, yo me quedaría aquí todo el día.

- bueno, tengo un tutor maravilloso que siempre me levanta temprano.- rio con suavidad.

- ese sujeto suena molesto, jaja...- sonrió.

- para nada, es agradable, amable, cariñoso, atentó y algo testarudo. Además, es muy fácil para mí saber cuándo algo le molesta.

- talvez, solo talvez, ese sujeto siente que te a negado la familia que mereces.

- tonterías...

- no. - interrumpió.- es verdad, eres mi hija y tú te mereces el cielo y más allá.

- papá...- extendió los brazos sobre su cama como si hiciera un ángel de nieve.- estoy en el cielo, puedes sentir lo fabuloso que es este colchón?

- pero...

- mira mi armario, jamás había tenido tanta ropa en mi vida, mis zapatos, la comida, mis artilugios, todo eso, gracias a mi familia, tú.- se enrolló en la cintura de Lincoln.- no necesito nada más... excepto que se vaya esa mujer.- pensó lo último.- eres la única familia que necesito.- se aferró más.- además, luego de aquel relato, creo que no quisiera conocerlos.

- mi niña...- la abrazo con ternura.- Lola me invitó a una reunión familiar en un teatro, pero francamente creo que no lo vale.

- si te hace sentir mejor, vayamos a nuestro modo y salgamos a nuestro modo.

- considero que no es necesario.

- vamos, ni siquiera estamos obligados a saludarlos. Solo vamos, vemos la ridícula obra y nos vamos. Es como si hubiera una reunión familiar en la estancia de la casa y nosotros fuéramos los marginados que solo juegan videojuegos en su habitación, técnicamente estuvimos en la reunión.

- no creo que sea así como funcione, pero tú ganas, vayamos.

- será divertido...- bostezo.

Ambos se quedaron dormidos y ninguno se levantó hasta la mañana siguiente.

Lola no había echo acto de presencia en mucho tiempo, un gran alivio para Leia. Pero aún con la ausencia, Lincoln sentía que alguien lo acechaba cuando salía de casa, sin embargo, no le dió importancia.

Asumiendo que día era el que se iban a reunir, Lincoln se dedicó a averiguar dónde se iba a reunir su familia y gracias a qué Leni era la directora del orfanato de Lizy, no tuvo que esforzarse mucho.

Pasaron los días hasta que llegó el aclamado día, Lincoln se presentó en un perfíl bajó que no duró mucho gracias a las continuas bromas que hacia con su hija y al final los explulsaron. Saludo a su familia y abrazo a su padre antes de que todos huyeran gracias a la prensa.

Lola presenció todo éso y creyó que sería el primer paso, pero para Lincoln, era el último, la despedida y final. Pero para Lana, era la última prueba que necesitaba.

El resto es historia.

Lola se levantaba con un fuerte dolor de cabeza y un chipote.

- que pasó?, Dónde estoy... ?, Estoy segura que esa niña tuvo que ver...- dejo de murmurar al ver a su gemela sentada y cruzada de brazos frente a ella, fusilandola con la mirada una y otra vez de mil formas diferentes.- ya recuerdo...

- algo que decir hermanita?.- sarcástica.

- como que?.- defensiva.

Justo en ese momento, Lincoln entró junto a su hija cargando dos tasas de té cada uno.

- despertaste, genial.- Lincoln a Lola.

Leia le dió una taza a Lana y Lincoln a Lola, posteriormente se sentaron juntos y en medio de ambas para evitar que una asesinará a la otra, aunque aplicaba más para Lana.

- bien... Ya que estamos todos reunidos...- dijo Lincoln luego de dar un sorbo a su té.- creo que lo primero que debemos hacer es calmarnos y...- Lana se Abalanzó contra Lola, sin embargo, Lincoln intervino de inmediato, ganándose varios golpes.

- TU ERES UNA CUCARACHA!.- grito entre forcejeos.

Lincoln se las arregló para regresar a Lana a su asiento.

- o... Podemos matarnos entre sí.- sarcástico.

- por qué la defiendes!?, Ella es la razón por la que te fuiste.

- no, es complicado...

- pues tengo toda la noche.






Recordando un poco el pasado...

Lincoln trabajaba en la cafetería de la mamá de la novia de su hermana, con un cobre bocas y una gorra, pues su noticia seguía fresca. Aún cuando la escuela ya había concluido.

La familia Loud lo buscaba en discreción, pues no querían armar más escándalo del que Luan ya había echo. De igual manera, era imposible que se fuera sin sus cosas.

- buen día familia!.- entro Sam a la cafetería que todavía no tenía ni un comensal.

- hola Sam, tu mamá no está, fue a hacer un encargo, tu papá ya se fue y tú hermano tenía una cita.- respondió Lincoln.

- vaya, supongo que seremos tu y yo por ahora.- se sentó en la barra.- dime Lincoln, cuando regresarás a casa?

- dentro de poco, ahora que terminó la escuela solo queda recoger mis cosas e irme.

- espera, que no hoy era la graduación?

- si, pero logré convencerlos de darme mis documentos antes de tiempo para no asistir, ya sabes, el hombre del plan.

- el mismo que encontré durmiendo debajo de un puente?.- bromeando.

- si, jajajaja... En verdad, te lo agradezco, no sé como pagarte.

- basta, basta, eres prácticamente mi familia, no te iba a dejar sólo.

- enserio, eres mi mejor amiga, de echo, talvez la única ahora...- deprimido.

- vamos camarada, dime qué fue lo que pasó para que terminaras debajo de un puente.

- yo...

- Lincoln, no te juzgare, no puede ser tan malo!.- optimista.

Lincoln dudó un momento, pero le confesó toda la verdad a Sam.

- wow... Esto es horrible.- confesó.

- ... Gracias.- sarcástico.

- no, no, no, no me mal entiendas, tu situación es...

- horrible, si.

- de tu hermana?

- si

- pero... Cómo carajos...?

- no se, si?, No lo sé... Solo pasó!.- alterado.- no debí, lo sé, pero...

- oye, oye... Tranquilízate.- suspiro.- mirá, no sé cómo se pueda solucionar esto, ni siquiera se por donde empezar... Oh vaya, entiendo por qué Luna está tan estresada últimamente.

- bien... Iré por mis cosas.- resignado.

- no, espera, a dónde vas?

- no vas a echarme.

- mira... no puedo decir que lo que hicieron estuvo bien pero tampoco mal, estaban en una relación, una muy bizarra y no lo digo por el incesto; enserio salias con otras chicas?

- bueno... Era una coartada

- amigo, debes enseñarme esas técnicas de ligue.

- no estabas con mi hermana?.- molestó.

- no eres quien para hablar.

- cierto.

- por último... Olvídala, no va a funcionar.- se sentó a su lado y lo abrazo por encima del hombro.- aparté de que ya te juzgan y tú familia te rechaza, ella no lo vale.

- pero la amó.

- hace tanto que no escuchaba esas palabras.- nostálgica.- recuerdo que mis amigas me pedían consejo y siempre decían lo mismo, que recuerdos. Volviendo a el tema... Ella no dudará en arrojarte por la borda para salvarse, lo experimentaste en carne propia y para colmo, pusiste una manzana en tu boca para los tiburones.

- no tenía opción.

- claro que si, pudiste decir la verdad, exponerla y crear duda razonable, pero decidiste protegerla, es estúpido!

- por qué!?, Porque protegi a la persona que amó por sobre mi!?, Solo hice lo que Luna haría por tí!.- golpeó la mesa.

Sam se quedó en silencio.

- tienes razón, tu hermana es intensa, pero siempre me cuida...

- lo siento, no quise...

- está bien, está bien... Tienes algo de razón, hacemos locuras por amor.

El silencio reino por un minuto.

- solo una semana, una semana y me iré, te agradezco mucho todo lo que hiciste por mí Sam...- Sam no contestó y Lincoln fue a la parte trasera.

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