Actividad de Calidad

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El cielo despejado le traía gran entusiasmo a Meliodas, quien avanzaba por el bosque con espada en mano. Pero no venía solo, detrás de él había una linda chica con un elegante vestido y una capa que cubría su cabeza. El rubio se detuvo para esperar a la muchacha, quien lo miró algo apenada.

- Lamento ser tan lenta, Meliodas. - Comentó con una voz muy suave.

- No te preocupes, Gelda. Sé que a los vampiros no se les da muy bien salir de día. - Mencionó Meliodas con una sonrisa, pues no molestaba para nada. De hecho, ella había sido muy paciente con él durante el trayecto. - Me molestaría si algo malo te pasara.

- Lo dices por Zeldris. - Dijo Gelda un poco burlesca, su pareja tendía a ser muy sobreprotector con ella, pero no le incomodaba pues entendía que tenía miedo de volverla a perder. - Él no te hará nada malo.

-... No me quiero arriesgar. - Habló Meliodas algo risueño, pues a pesar que le gustaba ver a su hermano enojado, jamás metería a Gelda para llevar a cabo su fin.

- Me pregunto... ¿Cómo le estará yendo a Zeldris? - Dijo algo preocupada, pues no se imaginaba al chico trabajando con alguien que no fuera un demonio.

- Pues le tocó con Ban, no creo que haya mucho problema. Ambos son capaces de trabajar de manera cooperativa. - Comentó Meliodas recordando las personalidades de su amigo y hermano. - Aunque... No dudo que tengan alguna discusión pequeña, pero hasta ahí.

Gelda lo miró unos momentos, antes de decir. - Usted está preocupado por Elizabeth, ¿cierto?

- Por supuesto, pero eso es natural. Es como Zeldris se preocupa por ti, aunque sabe que te puedes cuidar. Lo mismo me pasa con Elizabeth. - Dijo Meliodas, pensando en la hermosa princesa. - A parte, le tocó alguien capaz de protegerla.

- Escanor... - Murmuró divertida la vampiro, aunque luego se quedó pensativa. - A nadie le tocó con la persona que querían...

- Bueno... Creo que solo a Diane y Gowther les gustó que los emparejaran. Pero en general sí, y de eso se trata está dinámica. - Dijo el rubio con gracia al recordar lo que pasó en la mañana.

(*w*)

Como era usual, todos estaban en la taberna, a excepción de Merlín. Era de mañana y no había ningún pendiente o encargo por realizar, por lo que todos desayunaban sin ninguna prisa. Las chicas: Elizabeth, Diane, Elaine y Gelda se encontraban platicando alegremente en una de las mesas del lugar. Meliodas y Ban bebían cerveza sin pena alguna, siendo observados con decepción por Zeldris y King. Escanor platicaba con Gowther en la barra y Hawk comía sus sobras.

- Oye, capitán... - Habló Ban cantarín, haciendo que el demonio dejará de beber y lo observará con curiosidad. - Ya mero es tiempo de nuestra actividad de calidad.

- ¿Actividad de calidad? - Repitió Hawk con duda. - ¿Qué es eso?

- Oh, sí. Se me había olvidado. - Comentó Meliodas algo pensativo.

- Verás, Hawk. Cuando formamos el grupo, el capitán propuso que hiciéramos una actividad en donde fortaleciéramos nuestros lazos como compañeros. ¡Es muy divertido! - Exclamó Diane con ánimo, llamando la atención de los presentes en el bar. - Hacemos misiones o entrenamos con miembros que usualmente no convivimos mucho.

- Pero me imagino que ahora es diferente. - Dijo Elizabeth con una sonrisa, miró a cada miembro del lugar. - Ahora, se ven tan unidos entre sí.

- Es cierto, ustedes se llevan tan bien que no creo que necesiten hacer esa actividad. - Comentó Elaine confiada de sus palabras. Ban sonrió al ver la linda cara de la hada.

- Es cierto... - Murmuró Meliodas con ánimo. Pero luego negó con su cabeza, confundiendo a todos. - Ahora hay miembros nuevos. Con mayor razón, debemos hacerlo.

- ¿Nuevos miembros? - Se preguntó Escanor confundido, mientras una de sus manos viajo a su frente para recordar desde cuándo había más miembros.

- Se refiere a la princesa Elizabeth, la señorita Gelda, la señorita Elaine, Hawk y Zeldris. - Dijo Gowther con simpleza, los mencionados se vieron ligeramente sorprendidos.

- Así es. Aunque no sean un miembro directamente parte del grupo, están considerados como compañeros. - Comentó Meliodas riendo ligeramente.

- Meliodas... - Murmuró Elizabeth con cariño, para ver como él volteó hacía con ella y le sonrió, provocándole un sonrojo.

- ¿Pero qué podemos hacer...? - Murmuró Ban aburrido, él quería algo de acción. Desde que habían traído la paz al reino, no había mucho que hacer

- Yo tengo una idea. - Todos voltearon hacia Merlín, quien apareció de la nada. Para su sorpresa, no se veía muy feliz.

- No deberías estar con el rey de Camelot. - Comentó Zeldris serio, pero curioso ante su presencia. Si mal no recordaba, ella estaría tomando unas "vacaciones" con aquel chico.

- ¿Pasó algo, Merlín? - Preguntó Elizabeth inquieta al ver la inusual cara de molestia de su "hermanita".

- Lo que pasa, es que un trío de demonios tomaron algunas de mis pociones y se las llevaron. - Dijo Merlín irritada, ella estaba tranquilamente acomodando sus cosas hasta que aparecieron. Si no fuera por esas bestias, ella y Arthur estarían descansando de todo el caos que había pasado.

- ¿Y cuál es el problema? - Dijo Meliodas serio, pues posiblemente son demonios que no eliminaron durante la guerra. No quería que personas inocentes se vieran involucradas con esas cosas. - ¿Ha habido algún muerto?

- Por suerte no. Pero no podemos arriesgarnos. - Mencionó Merlín seria. - Eran tres demonios, pero derramaron algunas pociones durante su huida.

- Y ésas cayeron en personas, ¿verdad? - Dijo Gowther preocupado al pensar en las pobres víctimas.

- No, cayeron en tres animales. - Mencionó algo curiosa, pues no le había tomado mucha importancia a esos seres. Pero analizando lo que posiblemente eran el contenido de cada frasco, se preocupó. - Sera mejor acabar con ellos.

- ¿Qué animales eran? - Comentó Elaine triste, pues no quería lastimar a seres inocentes. Pero conociendo a Merlín, sus pociones no eran normales.

- Una rata, un gato y una lagartija. - Dijo Merlín, tronando los dedos invocó un pequeño recipiente en la mesa donde estaban Ban y Meliodas. - Adentro de la vasija hay dos figuras iguales repetidas.

- Ya entiendo. - Dijo King acercándose al capitán y al pecado de la avaricia. - Con estos papelitos haremos equipos, buscaremos a las bestias y nos haremos cargo de ellas, ¿no?

- En efecto. - Dijo Merlín con una sonrisa. - Hacemos la actividad de calidad y me ayudan en esta pequeña situación.

- ¿Y por qué no te encargaste de ellos? - Cuestionó Zeldris un poco molesto, al verse involucrado en esta situación.

Merlín lo vio unos momentos, para luego ignorarlo. - Entonces, ¿qué piensa capitán?

- No me ignores. - Susurró Zeldris molesto, algunos lo vieron con empatía. Pero fue Gelda quien rió ligeramente porque creyó que era lindo verlo en ese estado, provocándole un sonrojo.

- Me parece bien. Será al azar y no creo que sean seres muy poderosos. - Dijo Meliodas, volteó a su alrededor y sonrió. - Primero las damas.

Las chicas se acercaron a la mesa y del recipiente sacaron un papelito, para que luego lo hicieran los demás, a Hawk le entregaron el suyo.

- Me toco un oso. - Dijo Diane, enseñando el papel, donde había el dibujo de la cabeza de un oso. - ¿A quién más le tocó un oso?

- ¡A mí! - Exclamó Gowther alegre, ambos corrieron hacia ellos mismos para tomarse las manos y bailar animadamente.

- A mí me tocó un conejo. - Comentó King, mientras veía con tristeza al par. Le hubiera encantado estar con Diane.

- Vaya, seremos pareja. - Comentó Merlín con una sonrisa maliciosa, inquietando al hada.

- Yo tengo un perro, ¿y tú, Gelda? - Comentó Zeldris, quien estaba cerca de la vampiro. Ella lo miró y le enseñó su papel. - Un pájaro... O eso creo.

- Oh, vaya. Y yo que pensé que era una flecha. - Murmuró Meliodas con duda. - Vaya, seremos compañeros. - Le dijo a Gelda con una sonrisa amistosa y ella se la regresó.

- Y tú serás el mío. - Le dijo Ban a Zeldris, mientras le mostraba su papel con el dibujo de un perro. - Será divertido conocer más al hermano del capitán.

- ¡Yo tengo un cerdo! - Exclamó Hawk con cierta alegría, pues él era un cerdo y eso le daba gracia.

Elaine se acercó al cerdo y le sonrió. - Espero que nos llevemos bien.

- Supongo que somos nosotros dos, princesa Elizabeth. - Murmuró Escanor nervioso, él realmente no quería ir a atrapar bestias, pero si era por Merlín con gusto lo hacía... Más bien, simplemente lo haría, aunque no se le quitaba las ganas de no ir.

- Sí, espero que nos conozcamos más. - Sonrió Elizabeth dejando el papel en la mesa, donde se apreciaba la figura de una carita sonriente. Meliodas suspiró aliviado de que a la princesa le tocará Escanor y no Hawk.

(*w*)

- Según Merlín, el gato debería estar por aquí. - Comentó Meliodas, observando a su alrededor, solo para encontrar árboles y arbustos. - ¿Se habrá equivocado?

- Puedo sentir a unos niños cerca de aquí y... ¿un gato? - Dijo Gelda seria, para luego respirar profundamente. - Ahí vienen.

En ese momento, llegan corriendo un par de niños asustados. Meliodas rápidamente se pone en frente de ellos, haciendo que se cayeran y como si fuera su salvador, los niños lo abrazan de las piernas. - ¡Hay un monstruo por allá!

- No se preocupen, nos encargaremos. - Dijo Meliodas de forma positiva, aliviando el temor de los niños. Pudo sentir algo cerca de ellos caminando sigilosamente, tanto que no podía ubicar bien su posición. Gelda corrió hacia los chicos y los empujó, siendo herida justo en el hombro por una gran garra. - ¡Gelda!

- Estoy bien. Parece que ya lo hemos encontrado. - Habló Gelda entrecortado, dirigiendo su vista al monstruo frente a ellos. Era una especie de gato gigante con colmillos sobresalientes, de color negro y de un horrible aspecto. Notaron cómo salivaba demasiado.

La bestia se abalanzó sobre ellos para atacarlos, Meliodas se puso enfrente con toda la intención de recibir la mordida en su brazo derecho y con la otra, lo tomó de la cabeza. Gelda aprovechó esa distracción para levantar a los niños, que estaban atemorizados, y los jaló lejos de la bestia.

- Deben ir a casa ahora. - Dijo la vampiro a los niños, que no dudaron en salir corriendo,mientras chillaban del miedo. Esperó unos minutos hasta que ya no sintió su olor cerca de aquí para voltear a ver a Meliodas, quien seguía sujetando al gran gato. - Ya no hay nadie.

Con esas palabras, Meliodas golpeó con todas sus fuerzas al pobre animal, destruyéndolo en miles de pedazos. Merlín les comentó que no podía hacer nada para regresarlos a la anormalidad ya que carecían de poder, por lo que tuvo que eliminarlo. Suspirando satisfecho, se giró hacia Gelda, que para su sorpresa, se encontraba tumbada en el suelo completamente dormida. - Oye, ¿por qué...?

Meliodas empezó a sentirse pesado hasta caer de rodillas al suelo, observó su brazo sangrando por unos instantes antes de que fuera vencido por un profundo sueño. No había usado ni siquiera su poder real para vencerlo, no comprendía por qué estaba tan cansado.

(*w*)

- Ya han tardado algo, ¿no lo creen? - Murmuró Elizabeth preocupada mientras tomaba asiento junto a Diane y Elaine. Todos, a excepción de Meliodas y Gelda, estaban en el bar descansando de la caza de los demonios. Las chicas intentaron animar a Elizabeth trayéndole pastel.

Zeldris no dijo nada, pero también estaba preocupado por la vampiro pues ella se debilitaba ante la luz que emitía el sol. Ban bufaba molesto por la tardanza del capitán y los demás se encontraban ligeramente preocupados.

- Ellos estarán bien. Posiblemente decidieron ir a pasear un rato, después de todo Gelda no sale mucho. - Dijo Merlín con una pequeña sonrisa llena de confianza, calmando un poco a Zeldris y Elizabeth. Observó por la ventana para ver cómo iba con el tiempo, ocupaba estar ya con Arthur. - Me tengo que ir. ¿King podrías encargarte de la bolsa? - El rey de las Hadas la miró con cansancio, pero asintió resignado. Tomó la bolsa con algunos frascos para luego despedirse de todos y salir volando del bar hacia a las afueras del reino. La mirada de la hechicera se dirigió a los miembros más delgados de los siete pecados capitales. - Gowther, Escanor. Vayan por sus cosas.

- ¡Claro, señorita Merlín! / ¡Sí~! - Exclamaron animados los mencionados. El pecado de la Lujuria y del Orgullo subieron por sus cosas a la planta de arriba del bar.

Aprovechando de que esos dos se habían retirado, al igual que King, las chicas y Hawk estaban en su mundo y Ban se había ido a la cocina para hacer algo para las chicas, Merlín se acercó a Zeldris. El demonio no dijo nada, esperó a que ella le pidiera el favor pues conocía esa sonrisa animada.

- Ocupo que estés vigilando el reino de Camelot. - Declaró Merlín al demonio más como una orden que una petición. Él entrecerró sus ojos, mirándola con molestia. - Sé lo que vas a decir, pero no confió mucho en el liderazgo de Gowther y mucho menos de Escanor. Contigo ahí, los guiarías por un buen camino.

- ¿Crees qué lo haré por gusto? - Dijo Zeldris con sarcasmo, molestando un poco a la hechicera. Si Gelda estuviera aquí, él habría accedido más fácilmente.

- ¡Eso es! - Pensó Merlín con una sonrisa llena de confianza. Si quería que Zeldris hiciera lo que ella quería, solo debía darle en su debilidad. - Si lo haces... Le daré a Gelda una crema para que ella pueda estar en el sol, al menos el tiempo suficiente para que ella se divierta.

Al ver que Zeldris no negó nada y de hecho se quedó pensativo, era una señal de que le había ganado al demonio. - Solo por un tiempo, luego me iré y ellos dos se las arreglarán.

- Eso es algo. - Pensó Merlín algo resignada. - Está bien. Fue un placer hacer negocios contigo.

Ambos estrecharon las manos antes de que Gowther y Escanor bajaran con una bolsa en mano, posiblemente con sus pertenecías.

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N/A: Hola a todos... Sé que no debería subir dos historias al mismo tiempo, pero no lo puedo evitar. Tengo este capítulo desde hace mucho y me gustaría compartirlo, incluso hice un feo dibujo. Lamento los errores ortográficos y gramaticales.

¡Muchas gracias por leer y que tengan un buen día!

Aun no sé si poner esta historia con contenido adulto, pues será más comedia y romance que tendrán cierto nivel de lime y muy poco lemon.

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