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No tuvo necesidad de usar supresores. Su aroma ya no era tan fuerte, después de dos días de su celo.

La verdad es que todas las fantasías que tenía para su primer celo junto a Yoongi, tuvieron que quedar para después. Ninguno de los dos contaban con que Yoongi se contagiaria de gripe.

Jimin se había preocupado mucho, la noche que llegó y lo encontró en el mueble sudado y con escalofríos. Su corazón había palpitado rápidamente de la desesperación, quería llevarlo a un hospital, pero Yoongi no quiso.

Tomando medicamentos y ayudándolo a darse un baño con agua tibia para bajar la fiebre, Jimin estuvo de aquí para allá toda la noche. No pudo ni dormir, por estar pendiente de su omega. Cambiarle los pañitos húmedos y tomándole la temperatura, además de darle cierto tiempo suero oral.

Así se pasó aquella noche.

Tuvo que tomar al menos dos supresores cada 3 horas, para menguar su aroma y sus feromonas. Lo último que quería era incomodar a Yoongi, él tenía que estar tranquilo y recuperarse. Los días libres que le habían dado para ocuparse de su celo, lo ocupó en cuidar a su omega.

Agradecía que ya estaba recuperándose, pues hoy le tocó volver al trabajo. Al menos podía estar tranquilo de que Yoongi se sentía mejor y además, Taehyung había aceptado quedarse con él.

- ¿Cómo estuvo tu celo?

Una voz interrumpió en su oficina. Jimin apartó la mirada de la computadora, sonriendo en saludo.

- Lo siento, pero, sabes que no hablo acerca de...

- Lo sé, lo sé, no hablas de tus intimidades, está bien de tu parte, respetas a tu omega, pero todos conversamos sobre nuestros celos - Min Jeong se acercó sentándose frente al escritorio de Jimin - ya, no seas tan tímido, que no te de vergüenza - rió.

Kim Min Jeong o como le decían todos, "Winter", era una beta de lobo, compañera de trabajo de Jimin y conocida de la secundaria.

- No es eso, se que todos siempre comentan entre sí ese tipo de cosas, pero, prefiero que mi intimidad sea eso, algo íntimo - dijo con amabilidad.

- Bien, bien, ya entendí. Al menos espero que tu omega te haya hecho sentir bien.

- Si, lo hizo.

- ¿Y cuándo nos lo presentaras?

- Cuando haya tiempo

- Ay, ¿por qué tanta intriga? me muero de la curiosidad de conocer quien fue el afortunado que te tuvo como compañero de vida.

Jimin rió por lo bajo. - Ve a lo tuyo Winter.

- Ash, eres un agua fiestas, no esta el jefe pero estás tu. - Winter negó con la cabeza y se retiró. - por cierto, te ves muy bien hoy. - dijo rápidamente para después salir de la oficina.

Jimin iba a decir algo pero no alcanzó, solo frunció el ceño y sonrió negando con la cabeza.

Winter siempre le decía ese tipo de cosas de manera inesperada. Solo no le hacía caso y se reía.

Después de acabar lo que estaba haciendo, tomó su celular y llamó a Yoongi. Necesitaba saber como seguía.

Segundos después el celular fue contestado por Taehyung.

- Hola Jimin

- Hola Tae, ¿y Yoongi?

- Acaba de quedarse dormido, ya tomó su medicamento. Esta mucho mejor Jimin, puedes estar tranquilo.

Jimin suspiró llevando su cabello pelinegro hacia atrás - Que alivio escuchar eso. Es la primera vez que lidiamos con un problema de salud, espero estar haciéndolo bien.

Aunque no lo estaba viendo, sabía que Taehyung había sonreído - Claro que lo estás haciendo bien, y lo seguirán haciendo Jim, eres un gran alfa. Los omegas híbridos son más delicados que otros omegas a la hora de enfermarse, pero con los cuidados que le das es más que suficiente para que eso no sea un gran problema.

Escuchar ese tipo de palabras lo animaba. Siempre quería dar lo mejor de sí a su Yoongi.

- Tae, ¿puedes tomarle una foto y madarmela? Por favor, quiero ver a mi gatito.

- Oh Dios, que cursi eres, pero está bien, ya te la mando - escuchó como Tae se levantaba y caminaba hasta el cuarto. - Yoongi es tan tierno durmiendo - susurró Tae.

Jimin asintió - Demasiado.

Después de unos segundos, le llegaron dos fotos.

- Gracias Tae - dijo Jimin mientras las miraba.

Su gatito estaba acostado de lado, sus mejillas estaban sonrojadas levemente, su boca tenía un pucherito. Jimin se moría de la ternura y no se cansaba de sonreír. Más aún al ver la colita de Yoongi enganchada en uno de sus muslos.

- Es tan hermoso...

Tae rió por lo bajo - Tienes mucha suerte Jimin. Yoongi es un lindo omega en todo sentido.

- Lo es. Gracias por quedarte con el Tae.

- No, no es nada Jim, con ustedes para lo que sea.

Minutos después colgaron.

Jimin se quedó apreciando las fotos de su gatito un rato más.

No le podía pedir mas a la vida. Ya lo tenía todo. Desde la primera vez que lo vio, aún sin haber percibido su aroma del todo, lo supo. Yoongi era su razón de felicidad. Su angelito. Su vida entera.

Quería que el tiempo pasara rápido para llegar, tenerlo en sus brazos y mimarlo todo lo que quisiera.


Después de que Tae se despidió con un fuerte abrazo, Yoongi se sentó en el sofá.

Aún estaba un poco adormilado, y eso que había tenido una muy buena siesta. Tomó su celular y vio unos mensajes de Jimin, pero no tenía ganas de lidiar con él.

Su cola se movió animosa cuando una llamada de SeokJin entró.

Deslizó el dedo índice contestando.

- Hey amigo felino, ¿cómo sigues?

- Ya mucho mejor Jin

- Me alegro, aún si es una leve gripe es muy tedioso.

- Si - hizo un mohín - lo es.

- No dudo que los cuidados de tu alfa te hayan ayudado a recuperarte. - Yoongi se quedó en silencio. SeokJin suspiró. - ¿Cómo va todo?.

- Bien, supongo.

- Ese supongo no me convence.

- ¿Y qué quieres que te diga? Ya lo sabes todo.

- Yoongi, llevan tres meses y más conviviendo, y estoy seguro que Jimin destila amor puro en todo su trato hacia ti, aquello ¿no te produce nada? Por qué se me hace difícil creer que no, después de todo es tu destinado.

- ¿Y eso que? - Yoongi se levantó, poniendo una mano en su frente. - Nada de eso importa. Pero si quieres saber, no. No me produce nada. Es más, odio que me toque y me bese, no me gusta.

Seokjin se quedó en silencio ante las palabras tan explícitas de su amigo. Las otras veces que habían hablado acerca de su relación con Jimin, no se había expresado así. Y es verdad que él sabía lo de Jihyo, pero creyó que cedería ante los naturales sentimientos que se debería tener ante una pareja destinada.

Solo que, lo que SeokJin no sabía, era que a Yoongi no les gustaban los hombres. Él no se lo había dicho.

- Yoongi...

- No me juzgues Jin, eres la única persona con la que puedo desahogar mis verdaderos sentimientos, y lo que te acabo de decir es lo que siento.

- No te juzgo, nunca lo haría - SeokJin ahora sentía lástima por Jimin.

- Mi vida ha sido todo un martirio, y lo peor es que no puedo ni llorar en esta casa por las malditas feromonas. - la voz de Yoongi se escuchaba a punto de quebrarse.

- Tranquilo, por favor Yoongi, no te alteres...

- Sabes, hace unos días, Jimin descubrió una carta que había escrito para Jihyo y jamás se la di. Un error mío dejarla a la vista. No la leyó, por eso se creyó la tonta explicación que le dije. - rió amargamente - él cree sin dudar todo lo que le digo, así que ¿crees que no se que Jimin es un amor de persona? Tenía ganas de decirle todo en ese momento, de leer la carta en su cara para de una vez salir de esta farsa, pero no pude, soy un cobarde.

- No, no lo eres, en el fondo sabes que si no lo hiciste, no fue por cobardía, sino porque consideras los sentimientos de Jimin, no quieres que sufra.

- No, no quiero que él sufra, aunque lo odie no se lo merece, nadie debería sufrir. Yo debería ser feliz con Jihyo y Jimin... Jimin nunca debió aparecer.

El dolor y el enojo hablaban por Yoongi. Eso quería pensar SeokJin. Por qué si a él, que no era el protagonista de todo le dolía, no se quería imaginar si Jimin lo escuchara.

- Yoongi escucha, mándame bien la dirección de tu casa y todo lo referente para llegar a esa área del bosque, iré a visitarte pasado mañana, necesitamos hablar en persona.

- Pero Jin...

- Nada de peros, esto es un tema demasiado delicado como para tratarlo por aquí, además no quisiera que Jimin por error escuchara algo de esto.

- Tienes razón, por cierto acaba de llegar Jimin - dijo cuando escuchó el auto parquearse.

- Oh, entonces te dejo, espero que estos días antes de vernos, estés más calmado. Te quiero mucho.

- Yo igual Jinnie, adiós.

Yoongi colgó.

A los segundos, la puerta se abrió, dejando ver a un sonriente Jimin, junto con una chica y un chico. La cola de Yoongi se movió curiosa.

- Buenas noches mi amor - Jimin se aproximó a darle un fuerte abrazo, mientras suspiraba llenándose de su aroma. Dejó un beso en su comisura. - ¿Cómo está mi gatito hermoso? ¿te sientes mejor?

- Buenas noches, amor. Si, ya estoy mejor. - Yoongi estaba sonrojado por las extrañas personas que los observaban.

Jimin lo tomó cariñosamente de la cintura, caminando hasta aquellas personas.

- Amor, te presento, ellos son Min Jeong y YeonJun, amigos del trabajo, los cuales me insistieron tanto para venir a visitarte hoy - ellos rieron. - chicos él es Yoongi, mi esposo.

- Hola, mucho gusto - dijo Yoongi con una leve sonrisa y una venia.

- El gusto es nuestro Yoongi - respondió Yeonjun.

- Igualmente, puedes llamarme Winter, espero que podamos entablar una linda relación, Yoongi - dijo Min Jeong, mientras miraba sonriente a Jimin.

Yoongi sintió las leves feromonas de la chica. Era una beta. Una beta la cual le sonreía sin mucho disimulo a Jimin.

Alzó una ceja pensativo, mientras analizaba las expresiones de la beta cuando Jimin hablaba.

Su cabeza haciéndose inevitablemente ideas.






















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