Ver a Seungmin esta mañana ignorándome, fue muy agotador, y sabía que las cosas se iban a poner peor. Yo no amaba a Jawoon, ella era muy bonita, pero no me atraía nada, ninguna mujer por muy bella que fuera lo hacía. Pero ella era la indicada para mí.

En cambio, sólo ver a Seungmin, con los pantalones ajustados, enmarcando su trasero, lograba que mi pantalón se abultara enseguida, hoy en especial se veía muy guapo y encantador. Tal vez por culpa de mi ego increíblemente alto, pensé que él iba a estar devastado por la ruptura, pero me equivoque, estaba lo suficientemente bien para ponerse sus mejores atuendos e ir a ver al juez Lee.

Pasándome las manos por el cabello, toque y abrí la puerta de la oficina que compartían mi prometida, Seungmin, la señorita Hayun y un pasante, cuando entre, todas las miradas se dirigieron a mí, Hayun y Jay me ignoraron por supuesto, siguiendo en sus trabajos.

— ¿Qué tal te estas adaptando? —pregunte a Jay, tratando de romper la tensión en el ambiente, ver a la persona que amo y a mi prometida en el mismo lugar, me asfixiaba—. Espero que estas bellas mujeres y el caballero no te estén tratando como un esclavo.

El joven de cabello rubio y anteojos negó una y otra vez.

—El joven Kim es muy amable conmigo, él y las abogadas me enseñan mucho —sonrió tímidamente, por lo que le regrese la sonrisa, en ese momento Jawoon ya estaba cerca de mí y me dio un abrazo sorprendiéndome.

— ¿Te gusta este vestido? —preguntó ella colgada a mi cuello, trate de verla y asentí, era bonito y le quedaba muy bien—. Lo llevare a la cena de hoy.

—Estoy seguro que todas las miradas estarán puestas en ti.

Jawoon sonrió tímidamente, era muy joven para darse cuenta que estaba harto de que se colgara de mi cuello, demasiado inocente para darse cuenta que no la amaba. La aleje despacio y delicadamente, la mire a los ojos y finalmente opte por darle un beso en la frente.

—Ve a trabajar —le pedí amablemente, ella sonrió y asintió, rápidamente regreso a su asiento.

—Tal parece que esta oficina se va a volver muy melosa de ahora en adelante —se burló Hayun—, apenas me entere de su compromiso y ustedes ya están ahí siendo cariñosos. Es un golpe fuerte asimilar que el hombre más atractivo de la firma, ya no esté disponible. ¿Cómo vivo con eso?

Dijo, sus palabras no eran más que una burla sarcástica hacia nosotros, Jay también reía a su lado, el único que no reía era Seungmin, era obvio que la situación le afectaba. Lo miré, él estaba enfocado en su computadora.

—Seungmin, necesito que me envíes el oficio a mi correo, para que lo revise, en cuanto lo apruebe lo imprimes, y lo pasas a firmar.

—En un momento lo envió.

— ¿Ya practicaste lo que le vas a decir?, puedes escribirlo en un papel y ensayarlo, sé que es sólo una cena, pero así se resuelven muchos asuntos. ¿Lo entiendes verdad?

—Lo sé, se lo importante que es esta cena, tanto que no me deja dormir, no te preocupes Lee, no lo arruinare, si no confiabas en mí debiste enviar a alguien más.

Rodé los ojos, a Seungmin le encantaba provocarme en todos los sentidos.

—Es precisamente porque confió en ti, que te estoy mandando, en fin, envíame el oficio para que lo revise, después te lo enviare corregido.

Asintió, en ningún momento me miró, esto fue lo que temí desde un principio, que nuestra relación laboral fuera incomoda y se volviera insoportable, no quería ver a Seungmin renunciando. No podía concebirlo lejos de mí, necesitaba tenerlo cerca aunque no lo pudiera tocar.

Aún no estaba preparado para decirle adiós.

Más tarde me encontraba con Jawoon cenando un delicioso lomo, el puré de papa estaba un poco salado para mi gusto, pero el sabor agridulce del jugo del lomo lo compensaba. Jawoon hablada de todo y nada, evidentemente tratando de buscar temas de conversación entre los dos, pero yo no podía concentrarme en ninguna de sus palabras, en mi cabeza sólo estaba pensando en Seungmin y su cena con el juez Lee.

No era algo del otro mundo, el juez sólo tenía que firmar el oficio, todo perfectamente legal, el único propósito de la cena era que, un asunto que tardara en resolverse dos o tres meses, lo podríamos resolver en tres semanas.

Lo que le había dicho a Kim esta tarde era verdad, confiaba en él para hacer el trabajo, Lee era un hombre quince años mayor que Seungmin, pero era bastante animado, ambos tenían personalidades similares, si Seungmin conseguía agradarle, tendríamos un buen aliado para situaciones futuras.

Suspire profundamente, tenía que concentrarme en Jawoon. No en el trabajo. Ella seguía hablando pero esta vez menos animada.

—De verdad te ves muy hermosa hoy —ella me miro y sonrió, sentí una pena muy grande al verla. Tenía que enamorarme de esta mujer frente a mí. Ella tomo mi mano de forma suave.

—Sé que no me amas, esto ha sido demasiado rápido para ambos, pero haremos que funcione, estoy segura de ello.

Acaricie su mano y la alce para llevarla a mis labios, deje un pequeño beso y volví a sonreírle para reconfortarla.

—Lo haremos.

Asegure, tenía que ser así. Iba a enamorarme de Im Jawoon aunque fuera lo último que hiciera. Ella miro la pista de baile, algunas parejas danzaban de un lado a otro, con mi mano aun tomando la suya, la jale y llame su atención.

— ¿Qué pasa? —preguntó tímidamente.

—Bailamos.

Ella se puso de pie emocionada y camino a mi lado, no había sentido en que ella se pusiera un bonito vestido para ocultarlo entre una mesa y la silla donde se sentaba. Mi prometida era digna de presumir.