Narra Lisa

Había un montón de gente caminando de un lado a otro. Papá me llevaba del brazo y Matilda iba a mi lado para que no me perdiera. Ya lo había hecho una vez cuando tenía seis años, me quedé en el pasillo del cereal, creo que a papá casi le dio alta presión esa vez.

El lugar era grande y tenía muchas sillas y comida, o eso supuse por el olor, una mezcla entre lo dulce y lo agrio. En pocas palabras, era el paraíso para mí.

Busqué a Angélica con la mirada, pero no logré verla entre tantas personas corriendo. Llevaba el suéter que me había regalado, de colores como me gustaba y estaba ansiosa por preguntarle si le había gustado la muñeca que le envolví unos días antes. Papá dijo que sí, pero él no era bueno explicando detalles y yo quería saberlo todo.

Cuando le platiqué que deseaba regalarle algo para navidad a él pareció  gustarle mucho la idea e incluso me ayudó a escoger que sería. Al principio hicimos una lista de opciones, pero tras su brillante idea de la muñeca quedamos convencidos que eso sería lo ideal.

Miré a papá y lo encontré más nervioso que siempre. Parecía como si tratara de detener el tiempo, como si sus pasos pesaran y esperara lo peor ¿Qué podría andar mal en este lugar? Todo el mundo reía y andaba de lo más tranquilo.

Seguí caminando entre la gente un rato, y cuando papá estaba a punto de comprarme una manzana con caramelo reconocí a Angélica.

Estaba con una mujer que parecía mayor porque usaba lentes y un bastón. Su cabello era blanco por completo y se apoyaba en el brazo de Angélica.

Lo más correcto hubiera sido avisarle a papá o a Matilda para que pudiéramos acercarnos a ellas como personas civilizadas, pero yo nunca hago lo más correcto así que me solté del brazo de papá para correr hacia ella que estaba muy cerca de nosotros.

—¡Angélica! —grité mientras la abrazaba.

—¡Lisa! —trató de levantarme en brazos, pero creo que se arrepintió después—. Creo que no soy tan fuerte como parezco —bromeó—. Pensé que no vendrías.

—¿Por qué no lo haría? Nunca falto a una invitación —reí.

—Lisa, corres rápido. —Papá me había alcanzado—. Hola Angélica, ¿cómo estás?

—¿Y éste quién es? —preguntó la mujer que estaba a su lado. Nos miraba a los tres como si pudiera analizar nuestro tipo de sangre con la mirada.

—Mamá...Él es Roberto, un compañero de la oficina. Ella es Lisa y Matilda.

Angélica le regaló un abrazo a Matilda cuando la tuvo enfrente.

—Ya te había hablado de ellos. A esta pequeñita le mando las cartas.

—Sí, sí, ya lo recuerdo —aceptó la mujer aunque a mí no me pareció muy convencida—. Su hija es muy linda, ¿a quién se parece?

—Es idéntica a su madre —contestó papá con cierto tono de orgullo.

—Debió ser una mujer muy guapa.

—Lo era, era la mujer más guapa de todo el mundo —dijo papá y sonreí ante sus palabras. Sin embargo no quería que al ambiente se transformara a algo melancólico.

—¿Qué se hace en esta fecha? —intervine para captar la atención de todos.

—Muchas cosas —Angélica se puso a mi altura. Me recordó al día en que nos conocimos—. Se supone que es una fecha para convivir, las personas charlan y se conoce. También venden comida, esa es la mejor parte para ser sincera, lo digo en serio Georgina es la mejor cocinera del mundo...

—¡Oye! —Su madre se ofendió.

—Después de mamá, claro —se apresuró a decir.

—Es una lástima que no pueda decir lo mismo de papá, él no sabe cocinar —conté, pero aquel pequeño comentario captó la atención de su madre por completo.

—¿Roberto, no sabes cocinar? —La mujer tenía los ojos abiertos abiertos y un semblante de sorpresa—. Dios santo, ¿cómo sobrevives así?

—Matilda es una mujer con una pasión por la cocina inigualable, gracias a ella lo hacemos —bromeó papá, pero la mujer no mostró pizca de gracia.

—Injustificable que no sepas hacerlo —regañó la mujer—. ¿Al menos sabes hacer un huevo frito? Ni me contestes, tu expresión lo dice todo. A estos jóvenes del mundo cada vez los hacen más irresponsables.

—Mamá... —Angélica se estaba poniendo nerviosa lo supe por el mechón que ocultó tras su oreja.

—Pero no te sientas mal, nunca te sientas mal por no saber algo. Siente pena por el que no quiere aprender —aconsejó—.Te voy a recomendar unos vídeos dónde aprendí muchas cosas,  hay instrucciones para principiantes...

—Mamá...

—Lo digo en serio, también hay cosas que nunca en la vida prepararé porque tendría que hipotecar mi casa para poder pagar los materiales...

—Mamá, dudo que Roberto quiera saber sobre cocina en este momento —intervino paciente Angélica que compartía el gesto que tenía cuando se tropezó en casa.

—No, no. Es muy interesante lo que dice tu madre —dijo papá para tranquilizarla—. Prometo ver los vídeos, señora.

Ella pareció quedarse satisfecha con esa respuesta, pero a mí esa idea me aterraba, papá en la cocina, nunca.

Por fortuna no volvimos a tocar ese tema porque Angélica me propuso ir a jugar y yo acepté encantada. Su madre y Matilda se quedaron conversando, supongo que tenían muchas cosas en común porque se quedaron charlando durante un largo rato.

Esto era una junta familiar. Yo tenía una familia, en aquel ambiente mi corazón lo confirmé. Hay familias diferentes, pero son familias al final de todo... ¿Por qué? Todas compartíamos algo, el amor.

Sé que suena raro, pero en ese lugar confirmé que mi familia podía crecer, me gustan las familias grandes. Todos sus integrantes tan diferentes entre sí formando algo.

Después de un rato de recorrer las atracciones me senté a comer, Angélica tenía razón la comida del lugar era muy buena.

—Fue una buena idea la de traer a Lisa —escuché a papá decirle a Angélica—. Quizás no debería tener tanto miedo al quizás. Ya sabes hay cosas que parecen...

—Roberto... —lo cortó Angélica.

—¿Qué? —Tenía la expresión de haber hecho mal.

—Vas por buen camino.

Y por la manera en que papá le sonrió supe que había posibilidades entre ellos. Y no hablaba de mínimas posibilidades, me refería de una inmensa cantidad.

¡Hola! Lamento la tardanza en la actualización, esta semana estuve de un lado para el otro. Pero tengo buenas noticias, el próximo capítulo será muy largo :)
Segundo, el más importante, espero que les hayan gustado los capítulos introductorios :) quería que se encariñaran con los personajes, pero a a partir de aquí se vienen grandes cambios. Mucho más romance, drama, lágrimas y peleas xD
Espero esta nueva etapa les guste ❤❤

Muchísimas gracias a las personas que leen la novela, no se olviden de votar y comentar :D Los quiero mucho.