Lloraba cada noche cuando me sentía sola en la habitación que compartíamos, desde que te marchaste esa ocasión existió un completo silencio que ansiaba convertirse en tus bullicios matutinos.

Qué irónico que todos esos meses quería volver a esa tranquilidad en la que vivía envuelta antes de ti, ahora sin embargo lo único que quiero son tus escándalos llenando mis días grices.

También lloré cuando supe que volvimos como en el principio: mamá mandándome tus imágenes y yo deseando que vengas junto a mí.