Lincoln despertó de golpe y viendo hacía los lados.

-... Lola...- dijo aguantando las lágrimas.

Era tarde por la noche y sabía que salir así era peligroso entonces tomo una silla y sin soltar la mano de Lola se tumbó y durmió lo que quedaba de la noche.

Los días siguientes no fueron nada fáciles, Lincoln, Lana y sus padres eran los que pasaban más tiempo en el hospital, pues no querían que se quedará sóla.

Lana de vez en cuando se las arreglaba para traer un televisor y poner sus programas de certámenes y sus series policíacas con la esperanza de que despertará, el señor Lynn optaba por leerle sus cuentos favoritos de princesas y caballeros, su madre Rita cepillaba su cabello y le pintaba las uñas, pero todo eso fue en vano, hicieran lo que hicieran ella no abría los ojos.

Cada día aquella habitación de hospital se llenaba de gente que hacía diversas actividades para intentar despertarla.

Así fue hasta que se cumplió un año y Lori, Leni y Luna dejaron de ir, Lori y Leni tenían que regresar a la universidad y Luna tenía planeado irse de gira con Sam y sus amigos.

Eventualmente tanto su hermanas como sus padres dejaron de ir, habían perdido la esperanza, sin embargo Lincoln no lo hacía.

Al ver que sus hermanas y padres ya no deseaban ir al hospital solo por ver el delicado estado de Lola, el se propuso ir todos los días.

Con el paso del tiempo Lincoln lograba hacer las cosas que sus hermanas y padres hacian.

Aparte de los programas, lecturas y cepillarla hizo lo que hacían sus hermanas mientras estaban hay.

Tomo un globo y lo llenó con su aliento y empezó a jugar con el haciendo de todo para que no se cayera, ese juego era de Lynn.

Tomo aguja e hilo y empezó a coser un suéter de color rosa que tuvo que repetir varias veces pues no le quedan los bordes y de más está decir que sus dedos sufrieron mucho, esto era de Leni

Tomo un libro de chistes malos y los leyó en voz alta intentando imitar a Luan.

Trato de tocar algún instrumento, sin embargo todo instrumento ruidoso se le fue confiscado, al final termino soplando en una botella igual que Luna en las primeras visitas.

Rascaba su cabeza tratando de imitar a Lori con ambas manos, aunque era algo difícil por los vendajes.

Después de los cuentos siempre le leía algo que había escrito especialmente para ella, eran poemas para que no se olvidara de lucy.

Y haciendo un esfuerzo por imitar a Lisa, de vez en cuando tomaba una bata y uno estetoscopio y la hacia un chequeo.

Por último mostraba fotos de Lily quien estaba comiendo helado.

El por su parte decidió hacerse de varios chismes y secretos tanto de sus hermanas como de sus amigos para contárselos pues sabía que le encantaba éso.

Los días se convirtió en semanas y la semanas se volvieron meses y apunto de cumplir tres años desde su partida, Lincoln ya había jugado todas las cartas que tenía.

-... Lola... Me dijo Lisa... Que a pesar de que estas en coma... Todavía puedes ver y oír a la gente que te rodea... También me dijo que para la persona que lo padece... Es un infierno a la medida...- dijo soltando una lágrimas.- no me importa cuánto tiempo pasé... Yo me quedaré aquí hasta que despiertes... Y ... Cuando estés despierta... Tu y yo vamos a tener una cita... Si... Cómo pareja... También te amo...te amo tanto que si es necesario moriré aquí a tu lado... Así que ... Por favor... Despierta... Hay tanto que quiero hacer contigo... - dijo mientras sonreía con lágrimas en los ojos.

Eran las cuatro de la tarde y Lincoln cabezeaba y antes de que se quedará dormido, acaricio con ternura la cabeza de Lola, mientras lo hacía un sonrojo se hacía presente y al no aguantar sus impulsos le plantó un beso corto en los labios, acto seguido se sentó en una silla al lado de ella y tumbó su cabeza en la cama.

Lincoln volvía a aquél plano oscuro y lúgubre y nuevamente el reflector alumbró a la pequeña rubia en el suelo mientras sangraba, sin embargo esta vez era diferente.

Se acercó rápidamente a ella pues escuchaba que intentaba decir algo, cuando la tuvo en sus brazos escucho claramente.

- ... Quien eres?...- dijo la pequeña rubia que sangraba.

Lincoln abrió los ojos de golpe y sentía que alguien lo movía.

- ... Lo siento... Parece que ya es hora de irse. - dijo mientras buscaba al doctor o guardía que normalmente le pedía que se retirará.

Lincoln vio para todos lados intentando buscar a quien lo había despertado.

-... Tienes que irte?... - se escuchó una tierna voz débil detrás de él con tristeza.

Lincoln reconoció esa voz al instante, volteó rápidamente y vio como la pequeña rubia se tallaba los ojos y su rostro reflejaba tristeza.

Los sentimientos salieron a flote de inmediato y sin dudarlo la abrazó fuertemente mientras ríos de lágrimas corrían por los ojos de Lincoln.

-... LOLA!!!. - dijo con emoción y voz quebrada.- ME ALEGRA TANTO QUE ESTÉS AQUÍ.... TE JURO... NUNCA VOY A DEJARTE SOLA OTRA VEZ!!!.

Antes de que Lola pudiera decir algo más, Lincoln se separó del abrazó la tomo de los hombros y rápidamente la acercó dandole un beso en los labios.

La cara de Lola reflejaba confusión, sin embargo el sentir esa clase de contacto la ponía feliz por alguna extraña razón así que simplemente se dejó llevar por los labios del albino.

Después de diez segundos, Lincoln se separó para tomar aire, Lola por su parte quedó un poco decepcionada pues quería continuar, sin embargo fue sorprendida nuevamente la sentir los labios de Lincoln y está vez intentaba seguir los movimientos que hacía.

Después de ese beso, una delgada línea echa de saliva era lo único que conectaba sus labios, Lola sonreía y tenía las mejillas más que rojas, respiraba pesadamente y entre cerraba sus ojos, por su parte Lincoln estaba las mismas.

-... Ha...ha...ha...- se escuchaba en la habitación por parte de ambos.

-... Jaja... Disculpa... Eres... Mi príncipe azul?...- dijo Lola mientras con sus manos tocaba el rostro de Lincoln.

-... Eso quieres?...- dijo con ternura.

-... Por supuesto...- dijo regresando la sonrisa.- me encanta que estés conmigo... Pero... Quien eres?. - dijo con confusión.

-... Jajaja que graciosa... Basta Lola... Jajaja.- dijo con una risa nerviosa.

-... Lola?... Así me llamo?...

-... Si... Así te has llamado toda tu vida... Y sabes quién soy verdad?. -
Dijo cambiando su rostro por una de terror.

-... No...lo siento mucho... Por eso te pregunto... Quien eres?.- dijo poniéndose más seria.

Lincoln dió unos pasos hacia atrás hasta que se estampó con la pared, se puso pálido y nuevamente las lágrimas brotaron pero estás vez eran de tristeza pura.

Lentamente se sentó en suelo cubriéndose el rostro con sus manos, ante esto Lola se preocupó.

- Haaa... Lo siento, pero creo que olvide algunas cosas jejeje. - decía nerviosa y tratando de calmar el ambiente.- se que nunca me olvidaría de tí... Así que... Que te parece si comenzamos de nuevo?. - dijo dando una sonrisa amigable.

-...

- mm...mmm..mmm...- carraspeó.- me llamo... Lola...- se detuvo y sonrió nuevamente con nervios.- disculpa otra vez... Pero... Me podrías decir mi apellido?. - dijo rascándose la nuca.

Lincoln se levanto con lentitud y a paso lento salió se aquella habitación mientras se limpiaba las lágrimas.

-... He?...he?... Oye... OYE... ESPERA!!...A DÓNDE VAS!!?...- dijo Lola con todas las fuerzas que tenía en su voz que no eran muchas, al ver a Lincoln irse.

Lincoln no hacía caso a los gritos de Lola y se movía y de formar automática, muy parecido a un robot.

Miraba a la nada mientras se dirija a la salida, cuando estaba a punto de salir del hospital logro escuchar la misma voz femenina pero alterada.

-SULTENME!!. - decía Lola mientras forcejeaba con algunos doctores.

Lincoln volteó la mirada y vio a Lola que estaba en silla de ruedas mientras luchaba con varios doctores, cuando Lola vio a Lincoln estiró su mano para intentar alcanzarlo, intentaba decir su nombre pero no lo sabía entonces optó solo con éso, al ver dicho acto Lincoln reacciono y rápidamente fue a sujetar su mano, Lola se calmó, fue atendida por los doctores sin pelear y regresaron a la habitación 935.

Una vez hay dentro el ambiente era tensó, Lincoln no decía ni una palabra y Lola no hallaba tema de conversación.

Eran poco más de las cinco y media, Lincoln estaba sentado frente a Lola con la mirada bajá y Lola por su parte se sentía culpable, creyó que había olvidado a alguien de suma importancia y ahora estaba ofendido.

Cuando por fin Lola se dispuso a hablar fue interrumpida por doce personas que entraban bruscamente a la habitación.

En ese momento Lincoln decido dejar el trabajo más difícil a los doctores, salió de la habitación y fue a la azotea.

Lola vio nuevamente como aquel joven de cabello blanco se retiraba pero antes de que pudiera detenerlo alguien se había abalanzado a su cama y sentía unos brazos llenos de lodo rodeando su cuerpo.

- LOLA!!!. - se escuchó a Lana rompiendo en llanto.

Acto seguido todos se unieron al abrazo en aquella habitación de hospital, todos lloraban de alegría mientras hablaban de tantos temas que era imposible entender que se decía.

Tanta era la emoción de ver a Lola despierta otra vez que ninguno se percató de que Lincoln no estaba.

Antes de subir a la azotea Lincoln aviso a un doctor que ya conocía toda la situación que la familia ya había llegado y que de favor les diera la noticia.

El doctor acepto pues está clase de platicas eran muy comunes para él, pero eso no significaba que fuera fácil hacerlas.

Mientras Lincoln contemplaba el paisaje en la azotea, un doctor algo viejo entro en la habitación.

-... Familia Loud... Lamento ser portador de malas noticias. - dijo con pena.

- que sucede?. - dijo Rita con preocupación.

- bueno... Vera... Al parecer el golpe hizo más daño del que pensamos.- dijo sacando unas radiografías.

- Que...que quiere decir?. - dijo Lana con miedo.

- observen hicimos varios estudios antes de que llegarán y bueno... Lola sufre de conmoción cerebral...

Los que habían entendido esas dos simples palabras estaba tremendamente pálidos.

-... Y... Que significa?. - dijo Lana con miedo y lágrimas.

- significa que perdió la memoria. - dijo fríamente.

Las súplicas, llantos y gritos se hicieron presentes de inmediato en aquella habitación.

Lola estaba confundida pero a la vez entendía todo y lo más importante por qué no recordaba ni su nombre.

-... Basta por favor. - dijo Lisa.- escuchen... Puede ser algo temporal... Solo hay que mostrarle sitios que frecuentaba, cosas de valor para ella como sus tiaras y vestidos o personas que ella frecuentaba.

- la pequeña tiene razón. - dijo le doctor.

Todos aceptaron la recomendación de Lisa y con todos los resultados antes de la llegada de los demás integrantes, les dieron la noticia que Lola podrá ser dada de alta en dos semanas.

La familia se alegro y entristeció a la vez, les quedaban diez minutos antes de que las visitas terminaran, entonces la familia decidió quedarse a platicar con Lola y "ponerse al día"

Entre planes a futuro de adonde deberían ir saliendo del hospital y planes de comprás, Lola no pudo evitar mencionar a cierto peliblanco.

Si voz era débil pero hacía un esfuerzo por hablar y debido a una medicina que le dió el doctor podía vocalizar mejor.

- me encantaría ir con ustedes de comprás...pero antes quisiera arreglar las cosas con mi novio.- dijo Lola agachando la mirada para ocultar su sonrojo.

- cual novio?. - dijo Lynn padre con algo de enojó.

- seguramente por el golpe olvide su nombre pero estoy segura que es mi novio.- dijo llena de alegría.

- ... Lola... - dijo Lana con seriedad.- tu nunca has tenido novio.

El ambiente en la habitación se puso más tensa de lo que ya estaba y al notar eso Lola decidió tratar de calmar el ambiente.

-jajaja... De que hablas.. emm... Lana?... Cierto?... El estuvo conmigo cuando desperté y me recibió con un beso... Haaaa- suspiro enamorada. - me recordó al cuento de la bella durmiente. - dijo mientras tocaba sus mejillas de lo roja que estaba.

Lejos de mejorar el ambiente parecía que era aún peor.

- el único que se encontraban aquí era Linki... Cierto?. - dijo Leni con inocencia. - no creo que el lo haya echo... Seguramente fue un sueño de Lola.- dijo tratando de sonar razonable.

- como era?. - dijo Lynn con enojó.

-... Era jóven como de unos dieciocho o diecisiete años, tenía pecas y tenía un suéter naranja... Ha y su cabello era de color blanco.

En ese momento el tiempo nuevamente se detuvo y ahora todo parecía apunto de estallar.

- pero no sé preocupen... No me hizo nada... Solo fue un beso. - dijo haciendo un último esfuerzo por aliviar las cosas.

-... No... No querida... Lo que hizo está mal de muchas maneras.- dijo Rita con tono autoritario, molesto y lúgubre.

-... Pero... No pasó nada... Incluso... Me gustó... - dijo tratando de calmar a su madre.

- no lo entiendes... Lincoln... El chico que te beso... Es tu hermano.