Capítulo 24, pío! 🐥

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—Pareces un zombie en este momento —expresó SeokJin, deteniéndolo en el pasillo.

—Eso no es muy amable de tu parte —refunfuñó Jimin con cansancio, apenas logrando seguir en pie en ese momento.

—No, en serio te ves mal —insistió su hermano, observándole preocupado—. Tu piel luce tan horrible como tus ojeras —expresó, alzando su celular para mostrarle su reflejo.

Observando su imagen en la pantalla, los gruesos labios del dulce pollito se torcieron en una mueca tras comprobar las palabras de su hermano, luciendo incluso peor de lo que este había expresado.

—Uhg, ahora entiendo la preocupación de Yoongi esta mañana por venir a dejarme al hospital —suspiro pasando sus manos por su rostro—. Con razón me mantuvo en el auto sus buenos minutos con el seguro puesto para que no pudiera bajarme.

—Yo ni siquiera te habría dejado salir del departamento así como estás —indicó SeokJin—. Luces como si en cualquier momento te fueras a desmayar —observó un tanto alarmado.

—Lo intento también así —suspiró y colocó sus manos sobre su vientre cuando este rugió—. Me tomaré un pequeño descanso e iré por algo de comer a la cafetería antes de que Ye-rim me atrape en otro trabajo —expresó—. ¿Quieres venir conmigo? Así aprovechas de hablar más con Yoongi —invitó.

—Gracias, pero no —respondió evitando su mirada—. Tengo otro par de pacientes esperando por mí y no te quiero retrasar cuando parece que en cualquier momento te desmayaras si no comes o te sientas —expresó.

Jimin entrecerró levemente sus ojos en su dirección.

—¿Sigues evitando la cafetería por Namjoon? —preguntó.

—Por supuesto que no hago eso —descartó con un bufido—. Ayer fui a la cafetería contigo y Yoongi —le recordó.

—Y convenientemente, no estaba Namjoon de turno —argumentó.

—Eso ya no es mi culpa —se encogió de hombros—. Ve a comer, Minnie y deja de tomar los turnos extras —indicó antes de alejarse.

—Turnos extras —murmuró el dulce pollito, volviendo a caminar.

Si tan solo supiera su hermano que aquellos turnos extras y todo lo demás realmente no había sido algo que él eligió, sino que, más bien era algo que le obligaron a tomar sin dejarle la opción de elegir al respecto.

Soltando un profundo suspiro, el dulce omega agitó su cabeza sin desear pensar más al respecto, después de todo, nada lograría cambiar con ello.

Siempre supo que su jefa y la doctora Seul-gi eran amigas, pero nunca imaginó que ambas conspirarían juntas para hacerle la vida imposible.

Estaba tan cansado y agotado, que su pollito se encontraba algo irritable y con más deseos que nunca de cambiar a su forma, lo cual solo terminaba frustrando a ambos al intentarlo en la soledad de su departamento y no lograrlo.

En sí, lo único que había salvado al hombrecito de ser un desastre total, han sido sus encuentros con Yoongi.

El verlo en la mañana, que lo acompañara en su hora de almuerzo y lo fuera a buscar por las tardes, había calmado un poco sus ansias por cambiar.

Jimin no entendía exactamente por qué, pero tampoco era como si pensara cuestionarse al respecto cuando le estaba ayudando tanto.

Entrando en la cafetería, el hombrecito buscó con la mirada a Yoongi, y al no verlo esperándole ya en una mesa con la comida de ambos, tomó una bandeja y se dirigió hacia la fila que esperaba su turno para elegir su comida.

—Mierda, te ves realmente mal, Jiminnie —exclamó Namjoon al verlo frente a él.

—Todos me han dicho lo mismo hoy —expresó en un suspiro triste.

—Lo siento amigo, pero solo decimos la verdad —argumentó y le observó preocupado—. ¿Estás bien? Parece que en cualquier momento te vas a desmayar —indicó.

—Estoy bien, solo necesito sentarme un momento y poner algo de comida en mi cuerpo —aseguró, tambaleándose un poco de la nada.

—Eso es una mierda, parece que en cualquier minuto te vas a desmayar —resopló y observó a su alrededor antes de quitarle la bandeja para llenarla con comida—. Parece que Yoongi aún no llega.

—Pronto estará aquí, dijo que vendría —aseguró estirando sus manos para coger su bandeja.

Cuando fue obvio que la nula fuerza que lo acompañaba advertía que haría un desastre si dejaba al pollito solo, Namjoon soltó un suspiro y llamó la atención de un compañero.

—Cúbreme unos minutos —pidió, quitándole la bandeja con comida a Jimin.

Viendo a su amigo salir detrás del mesón, el omega lo siguió saliendo de la fila.

—No es necesario que me acompañes —expresó cuando lo tuvo frente a él.

—Creo que sí lo es —respondió firme, acompañándolo a una mesa libre—. Este par de semanas te he visto mucho más que de costumbre —comentó—. ¿Por qué estás tomando tantos turnos? ¿Necesitas dinero o por tu amigo Taehyung y sus sesiones?

—No es por ninguna de las dos, pío —respondió soltando un feliz suspiro de alivio cuando tomó asiento.

Observando como el sol pegaba hacia su costado derecho, inmediatamente movió su silla para obtener los cálidos rayos de luz sobre su cuerpo.

—No veo otra razón por la cual pasarías tanto tiempo aquí entonces —comentó tomando asiento frente a él—. Y si no fuera porque he presenciado cuando tu pareja te viene a dejar, buscar y hasta para almorzar contigo, habría pensado que trabajas mucho para alejarte de él —expresó empujando la bandeja hacia el omega.

—Yoongi no es mi pareja —pronunció con un bonito sonrojo.

—¿Realmente quieres que me crea eso? —alzó una ceja.

—No es mi pareja, pero tampoco es solo mi amigo, estamos... En proceso de algo —explicó con una pequeña sonrisita dulce—. Yoongi quiere avanzar a mi ritmo.

—Bueno, algo no sabe hacer bien si no te ha convencido aún para que dejes estos turnos infernales —expresó con un resoplido.

—No digas cosas malas de él, Yoongi ha intentado convencerme de todas las maneras posibles hasta de renunciar —defendió—. Pero como ve que no lo voy a hacer, se preocupa hasta de ir a dejarme a mi departamento en la noche y solo se va luego de que cenamos y me acuesto a descansar.

—Y aun así, sigues con los turnos —observó confundido.

—No es algo que yo pueda controlar, es mi jefa quien me da los turnos sin consultarme nada —explicó con una mueca, con su mirada vagando hacia la entrada a la espera de Yoongi.

—No creo que ella pueda hacer esa clase de cosas —indicó con el ceño fruncido en molestia.

—No debería, pero tiene el poder para hacerlo —torció sus labios—. Solo se están vengando —reveló.

—¿Vengando? ¿De una cosita como tú? —exclamó, obviamente sin creerle.

—Sí —asintió—. Ya sabes que la doctora Seul-gi es amiga de mi jefa, Ye-rim, ¿cierto?

—Sí, siempre se les ve juntas almorzando —asintió.

—Bueno, la doctora Kang había intentado sacar del hospital a Taehyung dándole el alta aun cuando su pierna no se encontraba bien, así que busqué a Jungkook y le dije, y entonces él la puso en su lugar y bueno... Ella se enojó y prometió que se vengaría —explicó.

—Esas perras —exclamó Namjoon con enojo—. ¿Por qué no le has dicho nada de esto a nadie? —cuestionó.

—Porque no tengo pruebas para respaldar mis palabras, y ambas son personas que llevan mucho más tiempo que yo trabajando aquí, si digo que yo no me inscribí en esos turno Ye-rim diría que si lo hice y se volvería mi palabra contra la suya —explicó—. Hay una gran diferencia entre nosotros que no puedo ignorar.

—Pero no puedes simplemente permanecer así —se quejó el alfa—. Siento que en el momento en que te quite el ojo, te desmoronarás, y si así me siento yo, no me quiero ni imaginar tu casi pareja —expresó—. Debemos de decirle a Jungkook, él siempre las pone en su lugar.

—Por favor, no —pidió, tomando su mano—. Él se ve muy feliz con TaeTae, no quiero interrumpir su momento ahora que finalmente han logrado acercarse —expresó.

—Esa no es exactamente una buena razón para quedarte en silencio y solo sufrir —reprochó.

—Solo hasta el final de la semana, si no me dan el descanso correspondiente hablaré con alguien al respecto —prometió y luego bajo la mirada—. Yoongi ya me lo ha advertido también, si no me tomo mi descanso él mismo en persona vendría a hablar al respecto, pío —contó con sus gruesos labios formando una pequeña mueca.

—No esperaba menos —suspiró el alfa contrario y golpeó la mano del dulce enfermero suavemente, llamando su atención—. Parece que tu casi pareja finalmente ha llegado —informó.

—Y no... Solo... —observó Jimin, sintiendo como una molesta cosa se posaba en su pecho mientras su cansado pollito piaba furiosamente.

Pero en cuanto aquellos extraños y hermosos ojos se posaron sobre él, Yoongi automáticamente sonrió y dejó hablando sola a la mujer que lo había estado acompañando por su propia cuenta.

—Aquí estás, bonito, ya temía haber llegado demasiado atrasado a nuestra cita —expresó tomando asiendo directamente al lado de su pollito, atrayendo el pequeño cuerpo más cerca para rodearle entre sus brazos.

Pero ante la incómoda posición, el alfa jaguar fácilmente se rindió y por el contrario, tomó a su omega para sentarlo en su regazo y así abrazarlo más cómodamente.

—¿Cómo ha estado tu mañana, bebé? ¿Tu jefa malvada sigue molestándote? —indagó, moviendo su cuello para que su dulce pollito pudiera acurrucarse más a gusto en él.

Escuchando un suave resoplido divertido frente a él, observó al otro amigo de su pareja alzando una ceja, preguntándole silenciosamente qué era lo gracioso.

Pero este simplemente negó y luego señaló disimuladamente a la irritante mujer que le había seguido hasta la mesa y ahora les observaba con una expresión que no le gustaba en su rostro.

—¿Estás saliendo con él? —cuestionó, y su tono instintivamente hizo que todo el pequeño cuerpo del hombrecito se tensara de forma inevitable.

Pero Jimin en vez de intentar salir de su escondite, solo se presionó más en él no queriendo enfrentar a la dueña de sus pesadillas, lo que estaba perfectamente bien para Yoongi, quien solo lo abrazó con más fuerza.

—No, solo lo sostengo en los brazos porque tengo la costumbre de agarrar las dulces cositas bonitas como él cada vez que las veo —respondió y rodó sus ojos—. Por supuesto que estoy saliendo con él.

—No tenía ni idea de esto —anunció, viéndose algo molesta.

—Perdón, no sabía que mi chico tenía que darte un informe de hasta las personas con las que mantiene una relación —pronunció Yoongi.

—No me refería a él, sino que de ti —exclamó.

—Tal vez si te hubieras concentrado un poco más y hubieses dejado de hablar de ti misma, te habrías dado cuenta de que las veces en las que estoy por aquí, siempre estoy con mi dulce Jimin, y habrías escuchado cuando te dije que lo estaba buscando en cuanto me abordaste en la entrada —resopló—. Tú sola te hiciste idea alguna de una tonta posibilidad —resopló como si encontrarse graciosa la idea.

—Ustedes...

—Ustedes no —interrumpió Namjoon—. Fue Yoongi, la pareja de Minnie quien te ha puesto en tu lugar, no Jimin en sí, por lo que espero que no la tomes con él otra vez simplemente porque está saliendo con el hombre que te interesó y te rechazó como si nada —indicó.

—Oho, ¿así que esta es una de las desagradables perras que le hace la vida imposible a mi dulce chico simplemente por la envidia de la belleza que no posee? —expresó Yoongi, observándola con más desagrado posible.

Soltando un ruido molesto, la molesta humana se dio medio vuelta y se retiró tan rápido como si tuviera cohetes en los pies.

—Desagradable ser humano —comentó el alfa jaguar una vez quedaron los tres.

—Y su amiga es peor —resopló el contrario y luego señaló su Jimin—. Asegúrate de que coma antes de que termine su hora.

—Lo haré, solo lo dejaré dormir un poco más antes alimentarlo —expresó, intentando observar el bonito rostro de su pareja acurrucada en su cuello.

—No estoy durmiendo, solo tengo mis ojos cerrados un momento, pío —murmuró el omega.

—Está bien, puedes dormir si realmente quieres, bebé, yo te protegeré —prometió Yoongi besando su cabello.

—Está bien, si realmente quisiera dormir subiría a la azotea donde Jin ahora almuerza —expresó en un suspiro.

—Eso significa que debes de comer para que podamos subir y así duermes más cómodo —instó el alfa, golpeando suavemente su espalda para que se enderezara.

—¿Jin ahora almuerza en la azotea? —cuestionó Namjoon, con sorpresa.

—Sí, como te está evitando a pesar de no admitirlo, ahora sube —explicó, y como si se diera cuenta de sus palabras, inmediatamente abrió sus ojos y tapó su boca con sus dos manos.

—¿Me está evitando? ¿Por qué? ¿Hice algo mal? —cuestionó Namjoon preocupado.

—Ugh, no se supone que debía de decirte eso —murmuró culpable.

—Por favor, Jimin, necesito saber qué hice mal para arreglarlo —expresó suplicante.

—Pero no hiciste nada malo realmente —pronunció con sus labios torcidos.

—Solo dile, dulce, tienes que comer y luego hay que buscar un lugar donde puedas dormir un poco —le recordó Yoongi, acariciando su nuca.

—Solo... No le digas a Jin que te dije —pidió el hombrecito.

—No lo haré —prometió el otro alfa.

—Bueno, mi hermano está enamorado de ti y descubrió que estás casado y con un hijo, por lo que decidió alejarse y superar sus sentimientos por ti —contó.

—Pero yo no estoy casado con nadie —exclamó Namjoon con sorpresa—. ¿Esto es por lo de la otra vez que me vieron con Hobi? Soy padre soltero hace años —reveló.

—Deberías de quitarte eso entonces —pronunció el dulce pollito, señalando el anillo en el dedo anular de Namjoon—. Quise defenderte y decirle a Jin lo mismo, pero es difícil con un anillo en tu mano.

—Mierda, solo lo uso para que las mamás de las clases de Hoseok me dejen en paz, no creí que podría causar esto —se lamentó sacándoselo sin problemas—. Yo necesito hablar con SeokJin —anunció, levantándose de la mesa y corriendo sin decir palabra alguna más.

—Creo... Que a él también le gusta mi hermano —murmuró Jimin con sorpresa.

—No creo que se hubiera tomado la molestia de correr si no fuera así, bebé —respondió Yoongi—. Ahora, a comer —instó el alfa, pensando en cómo podría ocuparse de la desagradable mujer que le había perseguido.


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