Capítulo 36, pío! 🐥

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Leer cap anterior...

🐥2/2🐥

Cuando su pareja se quedó en silencio unos largos minutos, Jimin comenzó a preocuparse, preguntándose si realmente había visto a un jaguar o si todo fue producto de su imaginación, después de todo, había recibido un fuerte golpe en su cabeza.

—¿Yoonie? —musitó, saliendo de su escondite levemente para observarlo.

Pero la mano que se había mantenido en su nuca le volvió a empujar a su escondite.

—¿Alfa? —llamó otra vez, frunciendo ligeramente sus cejas confundido ante el extraño nombre por el cual había comenzado a llamar a su pareja desde su celo.

Y aunque era algo extraño, no se sentía... Mal.

Tanto su pollito como él, lo sentían correcto.

—Bueno, supongo que nosotros tenemos una conversación importante pendiente si recordamos lo que te dije al inicio de tu celo, cuando te di el medicamento —expresó Yoongi finalmente.

Pero hubo una palabra ahí, que hizo eco en Jimin, haciéndole reaccionar.

—¿Celo? —repitió bajo, con sorpresa.

Después de todo, ¿cómo sabía su pareja sobre su "celo"? No creía que hubiera estado tan distraído en esos días como para haber soltado aquella palabra descuidadamente.

Ni siquiera él mismo tenía mucha información al respecto, ya que sus recuerdos de su padre explicándole eran un poco vagos, con suerte recordaba que como omega debía de sufrir tres días de un intenso calor que aparecía cada tres meses.

¿Cómo se suponía que Yoongi sabía de ello?

—Sabes que por lo que estabas pasando se llama celo, ¿cierto? —preguntó su pareja, inseguro.

—Sí, lo sé —respondió—. Pero... ¿Cómo es que lo sabes tú? —preguntó—. ¿Te mencioné algo al respecto esos días y no recuerdo? —indagó confuso.

—No, no me dijiste nada, solo sucede que yo ya sabía al respecto —anunció, lo que solo dejó aún más confundido al pollito.

—¿Cómo? —preguntó.

—Supongo que es hora de explicar todo —anunció Min—. ¿Será más cómodo para ti si hablamos sentándonos correctamente o si nos quedamos así? —preguntó.

—Así —respondió el omega inmediatamente, empujando su nariz al cuello de su pareja.

—Correcto —pronunció Yoongi—. Entonces, ¿qué es lo que sabes realmente de los cambiaformas, bebé? —preguntó.

—¿Cambiaformas? —repitió conteniendo el aliento asustado—. Y-yo... Tu... N-n-no —balbuceo.

—Shh, todo está bien, bonito —pronunció acariciando su espalda.

—P-pero tú... —exclamó.

—Necesito que tengas tu mente muy abierta para que puedas entender esto, ¿de acuerdo? —expresó, besando su cabello mientras no hacía más que enviarle sentimientos tranquilos a través de su enlace.

—Está bien —aceptó, aún confundido.

—Entonces, ¿sabes la definición de un cambiaformas? —preguntó y su dulce pollito negó—. Cambiaformas es el término que nosotros usamos para las personas que son humanas, pero que pueden cambiar a un animal interno con el cual conviven en sus mentes —explicó—. Dichos animales, pueden ser de todo, desde osos, lobos, león, ardillas, colibríes, conejos, erizos, zorros, pollitos, etc —anunció, logrando que su pareja jadeara audiblemente.

—¿Realmente una persona puede cambiar a todo eso? —exclamó.

—No, cariño, una persona nace con un animal interno, digamos con un oso, y él solo se puede transformar en eso —explicó.

—¿Y realmente existen? —preguntó ansioso—. Todos ellos, ¿son reales?

—Absolutamente todos —prometió—. Incluso, si te concentraras, podrías percibir los que viven aquí en la ciudad y se mezclan entre los humanos, así como yo soy un jaguar, y tú, un adorable pollito —explicó.

Con grandes ojos, el dulce hombrecito jadeó y rápidamente se enderezó sentándose a horcajadas sobre el regazo de su pareja para observarle.

—¿Cómo sabes que yo soy un pollito? —exclamó con sorpresa.

Observándolo, Yoongi se enderezó hasta quedar en una posición semi sentada con la ayuda de las almohadas y se concentró en su pareja.

—Te lo dije, bebé, los que son cambiaformas se pueden reconocer entre sí debido a que nuestro olfato es superior al de los humanos y los cambiaformas liberan cierto aroma especial que los hace diferentes —explicó.

—¿Suelto un aroma especial? —preguntó con sorpresa, alzando su camiseta para olfatearla solo para encontrar el aroma de su pareja—. Solo huelo como tú —pronunció.

—Es porque al ser un cambiaformas, yo también libero este aroma especial que solo tú puedes percibir al ser uno también —explico—. A decir verdad, esta condición se aplica más entre omegas, que se distinguen por un aroma más dulce, y alfas, que es más almizclado —contó—. Tú hueles a una esencia frutal que solo los alfas pueden distinguir, y yo...

—Como a un bosque —interrumpió Jimin, con un bonito sonrojo.

—Exacto, y ese es un aroma que solo tú puedes distinguir como omega —explicó con una ligera sonrisa—. También existe una tercera clase llamada beta, ellos no tienen un olor en particular, pero aun así podemos distinguirlo porque huelen diferente a un humano normal.

—Eso... Nunca me había fijado en eso —confesó—. Pero también... Nunca pensé que existieran más personas como yo —reconoció arrugando su naricita, lo que soltó un pequeño quejido de dolor.

—Hay de nosotros en todos lados —anunció Min, apartando esas pequeñas manos de su nariz para que ni hiciera que volviera a sangrar—. Cuando estamos entre los humanos, nos escondemos, pero existen pueblos donde solamente viven cambiaformas y no se permiten humanos para así vivir más tranquilamente sin miedo a que los descubra —contó.

—Vaya, nunca pensé en eso, siempre viví aquí en la ciudad con mis padres, él... Mi papá era igual que yo, pero nunca me contó nada de esto —expresó con sus dejas fruncidas.

—Seguramente fue porque en nuestro mundo, también hay injusticias y prejuicios, especialmente con los cambiaformas que son omegas y además, pequeños —expresó—. Como en todos lados, existen personas buenas y malas, y entre los cambiaformas es igual, algunos idiotas que son alfas les gusta abusar de su poder al ser más fuertes y generalmente, este abuso termina recayendo más en un omega al tener más tendencias sumisas —explicó—. Tú, que eres un adorable pollito, habrías sido una presa dulce para esos idiotas —indicó con un chasquido de lenguas molesto al imaginárselo.

—Supongo que no todo puede ser tan bueno —suspiró y le observó curioso—. Pero, ¿cómo sabes que soy un pollito? ¿Es por el tema del olfato? —indagó curioso.

—Nop, el olfato solamente me dice que eres un cambiaformas omega, pero aquella vez que estuviste resfriado y cuidé de ti, cambiaste a un hermoso pollito de plumaje dorado —contó con una sonrisa—. Eras una cosita muy bonita.

—Pero yo... Yo no he podido volver a cambiar desde que en mi última vez un gato casi me atrapa, ¿cómo se supone que cambié? —exclamó con sorpresa, con su mano instintivamente tocando sobre su rodilla.

—Esa no fue la única vez que cambiaste —anunció Yoongi, consiguiendo que su pareja le observara con sus grises ojos más abiertos.

—¿No lo fue? Pío.

—Nop —respondió y alzó una mano para tocar su cuello donde estaba su marca—. Luego de que hiciéramos el amor, cambiaste a tu pollito —reveló.

—Pero... ¿Cómo? ¿Por qué no puedo recordar? —preguntó, confuso.

—Me imagino que debe de ser algo mental, cariño —expresó—. Seguramente, cada vez que piensas en cambiar, recuerdas aquel accidente y te contienes sin saberlo —indicó.

—Puede ser —reconoció no muy feliz—. ¿Por qué te llamo alfa?

—Porque instintivamente sabes que soy uno, aún mejor, que soy tu alfa, tu pareja —respondió con una gran sonrisa.

—¿Y esas pastillas que me diste aquellos días de mi celo? —indagó curioso.

—Se llaman supresores, omegas y alfas que sufren del celo, cuando están si pareja prefieren tomar de aquellas pastillas que le ayuda a calmar el dolor y las ganas de tener sexo —explicó—. Aunque claro, también hay algunos que prefieren simplemente buscar un compañero para pasar dicho momento.

—Si tú eres un alfa, ¿también tienes un celo? —preguntó siendo ahora toda una cosita curiosa, con lo cual Yoongi estaba perfectamente bien.

Era mejor tener un pollito curioso que uno asustado que no creía en sus palabras.

—Exactamente —asintió—. Pero a diferencia de ti, mi celo no dura tres días, sino que solo uno, por eso mi supresor es diferente al tuyo —explicó.

—Esto es... Wow —pronunció, parpadeando y parpadeando—. ¿Aún hay algo más que tienes que contar sobre este nuevo mundo? —preguntó.

—Sí, hay unas cosas más —asintió, observándole con atención—. Pero me gustaría saber cómo estás antes de seguir —expresó.

—¿Estoy cómo, pío? ¿Por lo que me estás contando o lo que pasó en mi departamento? —preguntó y observó a su alrededor con temor.

—Por lo que te estoy contando —respondió—. No debes de preocuparte por esa persona que intentó llevarte, estará muy ocupado revisando sus heridas como para volver a hacer algo estúpido —prometió.

—Bueno... Estoy confundido por todo lo que me has contado, pío, un poco asustado por este nuevo mundo del cual no sabía nada y algo frustrado por mi padre que nunca me contó nada de ello, solo lo básico de cómo sobrevivir siendo un omega pollito —expresó con pucheros inconscientes.

—Ven aquí, cariño —llamó el alfa abriendo sus brazos—. Vamos de a poco, deja que tu cabeza digiera todo y pregúntame todo lo que no entiendas —expresó.

Soltando un suspiro, Jimin se inclinó y cayó felizmente entre los brazos de su pareja, quien inmediatamente le rodeó con ellos su pequeño cuerpo.

—¿Por qué mi padre nunca me dijo que había más personas como nosotros, pío? —preguntó quejoso.

—No podría darte una respuesta correcta, bebé, pero seguramente tu padre pensó que era lo mejor —indicó.

—¿Lo mejor era que pensara que era el único fenómeno en el mundo que existía?

—Lo mejor era que no intentaras buscar por tu cuenta a un cambiaformas sin saber cómo sería este en realidad —corrigió—. Eres una dulce cosita muy bonita y además un omega, serias un manjar entre los cambiaformas con tu dulce personalidad, más de alguno se habría querido aprovechar de ti y hasta obligar a tomar su marca para reclamarte como suyo sin importar tu opinión al respecto —explicó.

—¿Marca? —preguntó—. ¿Cómo me podrían obligar con eso? —expresó confundido.

—No es solo eso, cariño —suspiro—. Todos los omegas tienen una parte en ellos que los vuelve sumisos ante cualquier persona, especialmente hacia los alfas —explicó—. Y nosotros los alfas, tenemos una voz especial, la voz de mando, con la cual podemos obligar a los omegas a obedecernos en todo sin importar como se sientan al respecto.

—Eso es horrible, pío —exclamó Jimin con horror.

—Y no es solo eso, cuando un alfa muerde a un omega, crea un lazo entre ellos uniéndolos para siempre —contó—. Generalmente, esta marca solo se usa cuando uno ha encontrado a su pareja, pero algunos idiotas les gusta utilizarla para reclamar a un omega que simplemente decidieron que era suyo —explicó—. Imagínate el entrar a nuestro mundo, apenas teniendo el conocimiento de esto, habrías sido devorado completamente.

—Lo sé —pronunció bajito, estremeciéndose—. Pero... Al menos no me habría sentido tan solo, ni habría creído tanto tiempo que era un fenómeno, pío —se lamentó.

—Lo siento, bebé, supongo que eso tampoco es bueno —suspiró, besando su cabello.

—¿Puedo preguntar algo? —pronunció de pronto el dulce omega.

—Lo que quieras, bonito.

—Tú me mordiste, ¿cierto? ¿Por qué lo hiciste si no eres malo como esas personas que describiste? —preguntó curioso.

—Bueno, yo también te mencioné respecto a cuando encontramos a nuestras parejas, ¿no? —pronunció algo ansioso por contarle lo más especial a su pareja.

—Sí, pero ¿cómo es eso? —preguntó.

—Cuando me conociste, ¿cómo reacción tu pollito? —indagó.

—Fue extraño —anunció y frunció sus labios pensativo—. Siempre estoy ansioso cuando conozco a personas nuevas por si estos pudieran descubrir mi secreto con mi pollito, pero cuando te conocí no sentí nada de eso —respondió—. Sí, me colocabas nervioso, pero... Instintivamente mi pollito confiaba en ti, por lo que yo también lo hacía —explicó.

—En mi caso, en cuanto puse mis ojos en ti, te reconocí como nuestra pareja y te queríamos para nosotros —contó—. Mi jaguar te reconoció como nuestra pareja.

—¿Qué significa eso, pío? —preguntó conteniendo el aliento.

—En nuestro mundo, cuando nuestros animales reconocen a sus parejas, lo hacen para toda la vida —respondió con una sonrisa—. Eso significa que una vez coloqué mi marca en tu cuello, solo te amaré y querré a ti, nunca habrá otra persona en mi vida ni sentiré atracción por nadie más que tú —anunció—. También, al tener mi marca, significa que un lazo irrompible se crea entre nosotros, donde una conexión surge uniendo nuestros corazones y mente. Si prestas atención y te concentras, lo encontrarás y podrás percibir todos mis sentimientos por ti a través de este, así como yo lo haré contigo —reveló—. Sé que debí de haberte preguntado si estabas seguro o haber esperado hasta contarte todo, pero cuando me lo pediste y me miraste con esos ojitos, no te pude ni quise rechazar —expresó con algo de temor por haberse apresurado.

—¿Cómo lo hago? —preguntó con voz temblorosa.

—¿Hacer qué?

—¿Cómo siento nuestro lazo, pío? —explicó ansioso.

—Solo cierra tus ojos y concéntrate, tu pollito también te guiará —prometió.

Tomando una profunda respiración, el dulce omega se concentró siguiendo la indicación de su pareja y buscó a su pollito en su mente, quien felizmente le llevó muy orgulloso hacia el lazo que los unía con su pareja para siempre.

Cuando Jimin lo tocó, jadeó al sentir todos los sentimientos cálidos y llenos de amor que su alfa le enviaba.

—Me quieres —sollozo.

—Por supuesto, mi bonito pollito, desde el primer día en que te vi —respondió, besando su sien.

—Ya no estoy solo —lloró.

—No, bebé, nunca más —prometió abrazándole con más fuerza.

Aún había otras cosas que contarle a su pareja, especialmente de dos de sus amigos siendo parte de su mundo, pero por ahora, Yoongi podría esperar hasta que su pollito asimilara todo lo que había descubierto.

Tenían mucho tiempo para contarle todo lo demás, y tan bien como parecía aceptarlo, no creía que hubiera problemas al respecto.

No más que ese lobo que intentó llevarse a su pollito, claro.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro