Capítulo 54, pío! 🐥

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Ahora que ya no había más peligro del cual preocuparse, Yoongi caminaba por el parque con su pollito luego de haber ido a una cita al hospital en el pequeño pueblo por su cachorro. Cuando su pareja soltó un profundo suspiro, el alfa le observó inmediatamente.

—¿Estás bien, pollito? ¿Necesitas tomar un descanso? ¿Te has mareado? ¿Quieres vomitar? —cuestionó deteniéndose.

—No, Yoonie, estoy bien —aseguró Jimin, regalándole una pequeña sonrisa.

—No lo parece así —indicó y observó a su alrededor—. Ven aquí —anunció y los dirigió a una banca donde tomó asiento y tiró suavemente de su pareja para sentarle en su regazo—. ¿Qué sucede? ¿Es por el bebé? ¿Se está moviendo como nos dijo el doctor? —cuestionó y su mirada viajó hacia su tierno vientre.

—No, no es nuestro bebé. Y el doctor dijo que tal vez podría sentirlo la próxima semana, no ahora —le recordó con una pequeña risita.

—Uno nunca sabe con estos embarazos —se excusó el alfa.

—Todo está bien, pío. Nuestro pequeño está creciendo bien y el doctor dijo que ya he recuperado el peso que debería de tener —sonrió colocando una mano en su vientre, el cual había crecido considerablemente más en el transcurso de un par de semanas.

Hasta el punto en que el rubio omega había tenido que comprarse un par de prendas más al quedar justo con las otras. En ese momento incluso, cuando el pollito estaba en casa, prefería usar una de las camisetas de su alfa y andar simplemente en bóxer que usar ropa ajustada.

Si se había colocado algo de ropa ese día, fue simplemente por el hecho en que habían decidido ir al hospital al ya no sufrir tanto de los malestares del embarazo, los cuales seguían yendo y viniendo, pero sin tanto vómito, afortunadamente.

—Entonces, ¿por qué fue ese suspiro triste? —cuestionó su pareja, rodeándole con sus brazos.

—Es solo... Desde que tuve esa llamada con Jinnie donde le dije sobre lo que pasó mamá, no he tenido noticias de él, pío —explicó—. Me hace preguntarme si se ha enojado o... Algo así... —murmuró decaído.

—Estaba contigo cuando lo llamaste, bebé —indicó Yoongi, tomando del mentón a su omega para alzar su cabeza—. Tu hermano entendió a la perfección que lo que le ocurrió a su madre fue debido a sus propias decisiones y en ningún momento te culpó de ello —le recordó.

—Pero pudo haber cambiado de opinión estos días, ¿no? Es por eso que no quiere hablar conmigo, pío —insistió el dulce pollito.

—O tal vez, está ocupado como te dijo —le recordó Min—. También trabajaste en el hospital, bebé, y recuerdo perfectamente el horario de mierda que tenías, consumía tu vida entera, lo odiaba —argumentó con su rostro arrugándose al recordar aquellos días.

—¿Tú crees que es eso? —preguntó, observandole esperanzado con aquellos ojitos grises tan bonitos.

—Por supuesto que sí —le sonrió su alfa, besando esos abultados labios de piquito.

Y porque un beso no era suficiente para Yoongi, por supuesto que lo hizo un par de veces más, hasta que finalmente se quedó y empujó su lengua para saborear el dulce sabor de su omega.

La única razón porque la que su beso se detuvo, fue debido a una pareja de ancianos que rió pasando a su lado, llamándolos tortolos calenturientos.

Eso avergonzó lo suficiente a su hombrecito como para que este soltara un suave pio y escondiera su rostro en su cuello.

—Ancianos entrometidos —gruñó el alfa, observando con el ceño fruncido a la pareja mayor que se alejaba como si nada.

—Yoonie —rió su omega dulcemente desde su escondite.

—¿Qué? Es la verdad —argumentó y observó el dulce rostro de su pareja.

—¿Volvemos a casa? —pidió Jimin—. Quiero mimos en mi nido.

—¿Qué clase de mimos? —preguntó Yoongi con una gran sonrisa traviesa.

—Esa clase de mimos no —se carcajeó el dulce pollito con un adorable sonrojo en sus mofletes—. Ya tuvimos de esos esta mañana, gatito.

—Nunca es suficiente para mí —anunció el alfa, arrastrando su nariz por su cuello—. Amo ver como te retuerces bajo mi cuerpo y sueltas esos dulces píos entre tus gemidos desesperados —expresó.

—Yoonie —se quejó—. No digas esas cosas cuando estamos en medio de un parque —refunfuñó y Min rió.

—Bien, me detengo —expresó dejando un suave beso en su marca antes de enderezarse—. ¿Quieres comprar algo antes de volver a casa? —preguntó.

—Estoy bien, pío —respondió su pareja.

—¿Estás seguro? ¿No necesita salgo más de ropa? Solo compraste un par de pantalones —indicó.

—No tiene sentido comprar más cuando probablemente la próxima semana me estén quedando ajustados —bufó el pollito—. Prefiero usar tu ropa.

—Y yo prefiero verte en ella, o sin, no tengo problemas con eso —comentó y Jimin rió—. Entonces, no más ropa. ¿Qué hay de la comida? ¿Algún antojo que no tengamos en casa? —indagó.

Y cuando su pollito desvió la mirada sin decir nada, Min entrecerró sus ojos y le tomó del mentón para obligarle a soltar todo.

—Será mejor que pies ahora, pollito —ordenó y el omega soltó una pequeña risita avergonzada.

—Bueno... Uhm, me dio un poco de hambre cuando entramos al parque y vimos al hombre con el carrito de hot dog —respondió.

—Vamos a comprar —decidió Yoongi.

—Es que, pío... —pronunció su pareja, logrando que se detuviera—. Me dieron ganas de comer uno mientras como también algo de helado —confesó arrugando su nariz.

—¿De qué sabor quieres el helado? —preguntó Min, para nada extrañado.

—Menta y fresa —respondió rápidamente el dulce pollito y el alfa jaguar sonrió.

—Perfecto, vamos por tus cosas, bebé —anunció y le ayudó a colocarse en pie antes de levantarse de la banca.

Dirigiéndose a la entrada del parque, cerca de donde habían dejado estacionado el auto, Yoongi observó una tienda de helado cruzando la calle y luego en puesto de hot dog, ambos con una pequeña fila.

—¿Compras un hot dog mientras voy por tu helado? —preguntó a lo que su pollito asintió animadamente.

Sonriendo, Yoongi besó su dulce moflete y le dejó.

Cruzando la calle, se puso a la pequeña fila del puestecito de helado y saludó a su omega cuando este agitó su mano desde el otro lado.

Sacando su teléfono, marcó el número del hermano de su pollito.

—Será mejor que ya estén aquí o golpearé a tu pareja cuando lo vea —amenazó tan pronto como contestó su llamada

—... No sé cómo es que mi dulce Minnie pudo caer con alguien como tú —suspiró SeokJin.

—Lo digo en serio —gruñó—. Tengo a un pollito todo preocupado de que estés enojado con él debido a sus cortas conversaciones escasas estos días —se quejó.

—Bueno, perdón, pero no sabes lo difícil que es conseguir vacaciones para dos médicos —refunfuñó—. Además, si hablo mucho con Jiminnie, se me podía escapar la sorpresa.

—¿Están aquí o no? Ya volveremos a casa y no tengo más excusa para mantenerlo afuera, tampoco quiero hacerlo cuando me pidió mimos —expresó avanzando en la fila.

—Sí, ya llegamos, solo estábamos arreglando un poco la cabaña para gritar sorpresa —explicó SeokJin.

—Perfecto, iremos entonces —anunció—. Última vez que me pides participar en algo como esto —amenazó.

—Volverá a ocurrir, a Minnie le gustan las sorpresas y a ti te gusta hacerlo feliz —rió Jin.

—No me agradas en este momento, nos vemos —se despidió cortando la llamada.

Guardando su teléfono, el alfa pidió el helado según lo que le había dicho su adorable pollito y pagó.

Cruzando la calle, sonrió al contemplar a su pareja comiendo felizmente su hot dog.

—¿Pudiste conseguirlo? ¿Si tenía los dos sabores? —preguntó Jimin, lamiendo sus labios.

—Sí —rió Yoongi—. ¿Quieres ir comiendo en el auto o nos sentamos en el parque? —ofreció, sin importarle hacer esperar a las personas que estaban invadiendo su casa en ese momento.

Se lo merecían por preocupar a su omega por su sorpresa.

—Auto —respondió con un dulce sonrojo—. No quiero que me miren extraño por estar comiendo helado y hot dog, pío—expresó.

—Dudo que nunca hayan presenciado el antojo de un omega embarazado —resopló su alfa—. Pero bien, vamos —aceptó y colocó su mano en su espalda baja para guiarlo.

Dirigiéndose donde habían estacionado el auto, el cambiaformas jaguar le quitó el seguro y le abrió la puerta a su dulce pollito para que entrara primero y luego lo rodeó para sentarse detrás del volante.

Cuando cerró la puerta, no comentó nada cuando su cosita dulce estiró sus manos, pidiendo su helado tras haber terminado su hot dog.

—Primero el cinturón —indicó y Jimin rápidamente obedeció, volviendo a estirar sus manos hacia él—. ¿No te molesta? —preguntó, observando la cinta que cruzaban sobre el vientre de su pareja.

—Está bien, no es tan grande aún —expresó comiendo felizmente su helado.

—Comenzaré a conducir ahora, avísame si necesitas que me detenga en algún momento —ordenó y su pollito asintió distraídamente.

—Yoonie —pronunció su pareja.

—¿Necesitas que me detenga? —preguntó observándole rápidamente.

—Nop, solo quería saber cuando vendrá el camión con las cosas de nuestra mudanza —explicó—. Sé que no son muchas, pero me gustaría tener los recuerdos de mi padre conmigo, pío —expresó.

—Estoy seguro de que hoy tendremos noticias —respondió regalándole una pequeña sonrisa.

Si tan solo los amigos de su pollito no se hubieran ofrecido para llevar las cosas al visitarlos, estas habrían llegado mucho antes.

—Mira, están construyendo más casas al borde del bosque —expresó Jimin al observar por la ventana.

—Supongo que la población por aquí ha crecido —comentó Yoongi, internándose al bosque—. Mientras sigan respetando el límite no tendré problemas con ello —expresó.

—¿Y si el líder de la manada te pidiera terreno para construir más casas? —preguntó su pollito.

—Le diría que no —respondió sin dudar—. No quiero a otras personas cerca de mi casa.

—Yoonie —rió su omega.

—¿Qué? Es la verdad, mi jaguar es un animal solitario que solo le gusta estar con su pollito —expresó sin culpa alguna.

Cuando finalmente llegaron a su casa, Yoongi contempló a su pareja observar los autos estacionados frente a su casa, los cuales los tontos de sus amigos no pensaron en ocultar o estacionar más lejos, en cualquier otro lugar que no hubiera estado tan fácilmente a la vista.

—Uhm... Parece que tenemos visita —pronunció, quitándose el cinturón con algo de inseguridad.

—Tal vez sean los de la mudanza —respondió Yoongi, lo que animó un poco a su pollito.

—¿Tú crees, pío? —exclamó feliz.

—Si fuera alguien malo, los de la manada ni siquiera le habrían dejado entrar —le recordó.

—Cierto —sonrió su omega y se bajó animadamente.

Bajándose también, el alfa tomó las bolsas de sus compras de los asientos traseros y acompañó a su pollito.

—No se ve nadie en los autos —pronunció Jimin al pasar por al lado de estos.

—Tal vez fueron a darse una vuelta al pueblo al ver que aquí no había nadie —comentó Yoongi—. Subamos a casa, recuerdo que cierto pollito dijo algo de mimos en su nido —expresó.

—Fui yo —sonrió el dulce omega, dirigiéndose a las escaleras.

Siguiendo a su pareja, Yoongi alzó una ceja cuando se percató como algunas cajas con el nombre de su omega fueron dejadas al costado de la puerta.

—Supongo que las dejaron aquí al ver que no estábamos —pronunció Jimin al verlas también.

—Ni se te ocurra tomarlas —advirtió Min al contemplar a su omega agacharse.

—Pero... Puedo ayudar —pronunció, observándole con un dulce mohín en sus labios.

—Solo entra en la casa, pollito —resopló Yoongi y abrió la puerta para él.

Tan pronto como ambos entraron, sus amigos saltaron gritando sorpresa, sorprendiendo a Jimin.

—¿Cuándo llegaron? ¿Cómo lo hicieron? ¿Por qué no me dijeron que vendrían, pío? —exclamó el dulce omega, observando a cada uno de sus amigos y su hermano.

—Lo planeamos tan pronto como me dijiste sobre tu embarazo, y como temía soltar la sorpresa es que no mantenía nuestras llamadas cortas —explicó SeokJin, siendo el primero en acercarse—. Dios Minnie, no sabes cuánto te extrañé, y te ves adorable con pancita —expresó abrazándole con cuidado.

—Gracias —rió Jimin.

—Tardamos más en venir porque no querían dejar ir a Kookie y Jin —explicó Taehyung, acercándose para abrazarle también—. Es bueno verte.

—Yo también me alegro de verte —sonrió el omega.

—Tardamos un poco más en el camino porque alguien se perdió —comentó Jungkook, lanzándole una mirada a Namjoon.

—No me perdí, Hoseok necesitaba ir al baño —se excusó este.

—Hemos traído todas tus cosas también, solo dejamos unas pocas afuera para disimular —comentó Jin, señalando las cajas en el interior.

—¿Papi Jin, ya podemos comer? —pidió Hoseok, tirando del pantalón de SeokJin.

—¿Hay comida? —preguntó Jimin, observando curioso a su alrededor.

—No alcanzamos a prepararla, la compramos toda en el camino —explicó Nam.

—Yo también tengo hambre, nos apresuramos sin hacer paradas cuando Yoongi nos dio un límite de tiempo para llegar si no queríamos que los del pueblo no nos dejaran entrar —expresó Jungkook, lanzándole una fea mirada al jaguar, quien por supuesto que le ignoró.

—Oh, entonces hay que comer —sonrió el dulce pollito y sus amigos inmediatamente fueron a la mesa—. Así que... Sabías que venían, pío —expresó observando a su pareja.

—Ellos me convencieron —se excusó su alfa y Jimin sonrió acercándose a su pareja para besar su mejilla.

—Gracias por haber dejado que vinieran hasta aquí —expresó abrazándole.

—Querías verlos, pollito —pronunció besando su rubio cabello—. No me agradan, pero si te hacen feliz, los tolero —expresó para la gracia del omega.

—Eres el mejor alfa del mundo —sonrió observándole.

—Lo sé, y tú eres el mejor pollito del mundo.

—Te amo —pronunció, besando su mentón.

—Yo también te amo, mi dulce pollito bonito —respondió besándole castamente—. Ahora vamos antes de que tus amigos se coman todo —indicó y Jimin rió siguiendo a su pareja.

Feliz del día en que su alfa aceptó el trabajo para buscarle y le encontró.

Ahora la vida de ambos había cambiado tanto, que ninguno podía dejar de esperar felizmente lo que estaba por venir con la nueva integración a su familia.


FIN.


Bueno mis copitos, otra historia a llegado a su fin. Lamento tanto la demora, he tenido algunos problemas al guardar los últimos caps y tuve que reescribirlos, por eso la tardanza.

Como siempre, el habrá epílogo y no hay segunda temporada.

Se me cuidan un montón y espero que pasen una bonita fiesta de año nuevo, mis mejores deseos para todos ustedes y que el próximo año sea mejor que este <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro