I. "Maldito insaciable."

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La luna llena brillaba en el cielo nocturno, iluminando el rostro de Scott McCall, quién la miraba embelesado mientras escuchaba hablar a su mejor amigo. Ambos se encontraban en el bosque, apoyados en el Jeep que tantos años los había acompañado.

— Encontré uno de dos habitaciones en el distrito Mission, pero es muy costoso— informaba Stiles sobre su búsqueda de departamentos para cuando fueran a la universidad, la cual se acercaba cada vez más—. Un par de Haight-Ashbury, también costosos.

— ¿Y Berkeley? ¿Los estudiantes no viven ahí?— le preguntó el Alfa.

— Sí, podemos probar Nob Hill, pero es probable que el Jeep se destruya en las subidas.

— ¿Llevarás el Jeep?

— Conoces el plan, nadie se queda atrás— le explicó—. Lydia no tendrá problemas en entrar a Stanford, Kira quiere UFS, Malia ya sabrá qué hacer y Maya...— se detuvo, mientras Scott lo miraba con las cejas alzadas—. Maya se enfurece cuando le pregunto sobre la universidad, realmente furiosa, pero vamos a solucionarlo de alguna forma. Y Aspen, bueno, él seguirá a Maya a dónde sea que elija. El plan es perfecto.

El morocho rió por lo bajo, recordando la última vez que le habían preguntado a Maya sobre su futuro. La Alfa había destrozado el vaso en sus manos aquella noche de películas.

— Esperar a estar en la escuela y luego buscar dónde vivir, ¿no te parece más razonable?

— Tengo una visión, y es muy hermosa— se quejó Stiles—. No arruines la visión.

El humano continuó hablando hasta notar que su mejor amigo no estaba prestándole atención, sino que su enfoque había vuelto a la gran luna llena.

»¿Estás bien? ¿Lo sientes?«

— No, solo pensaba.

— ¿Sobre qué?

— El último año.

— ¿Último año? ¡Vamos!— exclamó el castaño—. No es nada, va a ser muy fácil.

— Tiene que ver con algo que me dijo Deaton una vez— comenzó a explicar— ¿Oíste hablar de la regresión a la media?

— No, no lo creo.

— Es su forma de decir que la vida no siempre es buena o mala, en algún momento las cosas deben volver al punto medio— continuó—. Pensaba en los últimos meses, las cosas han ido bien, ¿no? Pero no increíble.

— Sí, pero nada nos ha tratado de matar en seis meses— contestó Stiles, antes de pensarlo mejor—. Nadie a excepción de Maya, al menos.

— Cierto, hemos estado mucho tiempo a la mitad. Lo cual significa que la balanza se moverá a algún lado, las cosas volverán a estar muy bien.

— O muy mal.

Un estruendoso trueno los interrumpió.

»¿Crees que ya fue suficiente?«

— ¡Sí!— el grito de Liam se escuchó a sus espaldas.

— Oye, tratamos de conversar como adultos— lo reprendió Stiles, viendo al pequeño encadenado al árbol.

— Tienes dos años más que yo y estoy bien— respondió—. Déjenme ir o Maya se enterará de esto.

Scott se bajó del capo del Jeep rápidamente, para acercarse al rubio con las llaves en las manos.

— No es que desconfiemos de ti o le tengamos miedo a Maya— le habló el Alfa.

— Yo no confío en ti y sí le tengo miedo a Maya— siguió Stiles.

— Pero tras la última luna...

— Fue solo un desliz— contestó Liam avergonzado.

— ¿Desliz?— se río el humano con sus manos en las caderas—. Una docena de llamadas a la policía sobre un monstruoso niño-perro desnudo en Beacon Hills, ¿eso es un desliz para ti?

— ¿Porque estabas desnudo?— le preguntó Scott.

— Era una noche muy calurosa, sólo déjenme ir.

— ¿Seguro que estás bien?

— No volverá a pasar.

— ¿Tienes control completo y total?

— Sí, completo y total— mintió.

Los mejores amigos compartieron una mirada, antes de soltarlo. Sabiendo que no debían permitir que Maya supiera absolutamente nada.






[...]

Maya admiraba la luna llena aún desnuda desde el gran ventanal de su habitación. Aún faltaba una hora para que debiera juntarse con el resto de la manada en la escuela, sin embargo, los miles de pensamientos sobre el futuro carcomían su cabeza.

Su desnudez ya no era un problema para ella como lo fue en algún momento, el hecho de que pudiera convertirse en loba, y que haya ido a investigar el bosque junto a Malia más de una vez, la habían dejado conforme con él, y ya no sentía ningún tipo de pudor.

Un par de brazos se enredaron en su cintura, apretándola con fuerza contra su cuerpo, como si quisiera exprimir cada poro de su piel. Pudo sentir su gran aspiración en la curva de su cuello, antes de escuchar un leve ronroneo de lo más profundo de su garganta, provocando que los cabellos de cu cuerpo se erizaran expectantes.

— Deberíamos repetir esto alguna vez— lo escuchó decir en su oído, antes de comenzar a dejar besos desde su oreja, hasta su hombro.

— Voy a tener que apegarme a un sólido no— contestó, tratando de evitar que una sonrisa se escapara de sus labios, al escuchar su risa.

— ¿Vas a hacerte la difícil? Adoro los retos— terminó, antes de estamparla contra el vidrio frente a ellos.

Maya río internamente, antes de empujarlo contra el colchón de la cama y ubicarse sobre él, haciendo presión en su cuello, el cual se encontraba aprisionado por su mano derecha.

— No olvides quién está a cargo aquí— gruñó levemente en su rostro, provocando que se le escapara un leve gemido al muchacho debajo ella.

Nunca— respondió admirandola desde su posición, volviendo a estar excitado hasta el límite con un mínima mirada de la Alfa.

Maya sonrió complacida por su devoción, antes de volver a pararse, en dirección al baño. Él la miraba desde su lugar, desilusionado de que no haya ocurrido nada más.

»No puedes dejarme así, Maya« se quejó, mirando su cuerpo alejarse. »Eso ya es cruel«

La Alfa se detuvo en la puerta, girándose para apoyarse en ella y mirarlo de frente.

— Pero amas que sea cruel contigo— se hizo la desentendida, haciéndolo gruñir.

— Me encanta que seas cruel conmigo, pero en otros aspectos— contestó mirándola de arriba a abajo.

Si seguía mirándola de esa forma, la castaña no iba a poder resistirse. Y el tiempo corría para prepararse para aquella noche.

— Sábes que esta noche es ese estúpido ritual de los de último año, deja de tentarme— rodó los ojos.

— Podría decir lo mismo de ti, sólo mírate.

— Detente— le ordenó entrando al baño.

— Está funcionando, ¿verdad?

Pudo escuchar como la lluvia de la ducha caía, antes de escuchar el suspiro de la Alfa.

— Ven— le ordenó, provocando que sonriera enormemente— Ahora.

El muchacho corrió con velocidad hacia el baño, acatando su orden, antes de de cerrar la puerta tras él.

Luego de su segunda ronda dentro de la ducha, la bocina del Jeep se escuchaba desde la calle, una clara indicación de que habían llegado por ella.

Mierda, pensó antes de secarse con velocidad y vestirse como pudo. Agarró todo lo necesario, rezando para que el aroma del muchacho se haya limpiado lo suficiente de su cuerpo, antes de detenerse en la puerta de salida.

— Ya sabes cómo salir, tengo que irme— le dijo, mirándolo mientras se cubría con una toalla en la cintura y secaba su cabello con otra.

— Tal vez me quede a esperarte, repetir todo nuevamente cuando vuelvas.

Maldito insaciable.

— Tu hermana debe preguntarse dónde estás.

— Oh, ella lo sabe— contestó con una sonrisa—. En realidad, aprueba esto.

Maya rodó los ojos, antes de acomodar su pequeña mochila en su hombro y comenzar a salir por la puerta.

— Adiós, Brett.






[...]

Maya admiraba el corto cabello de Malia, el cual fue propuesto por ella en una de sus noches de "Hablemos mal de Stiles", mientras se acercaba al auto. Apenas Malia entró al Jeep, cuatro pares de ojos la miraban expectantes, especialmente los de la Alfa junto a ella. 

— ¿Qué?— le preguntó.

— ¿Ya lo averiguaste?

— Van a enviarme un correo— contestó Malia.

— ¿Averiguar qué?— preguntó Liam aún escuchando música con sus auriculares— ¿Es por la escuela de verano?

— ¿Le dijeron?— preguntó molesta.

— Solo dijeron que debías ir a la escuela de verano porque tus resultados no bastaban, tal vez debas repetir segundo año— explicó el rubio, provocando que miradas asesinas de ambas mujeres fueran dirigidas a los chicos.

— Creo que debimos dejarlo encadenado al árbol— le dijo Stiles a Scott, antes de abrir los ojos enormemente y que a Liam se le escapara una sonrisa.

— ¿Qué acabas de decir?— preguntó Maya lentamente, antes de que el castaño arrancara el Jeep con velocidad. La Alfa gruñó por lo bajo, antes de dedicarle una mirada al rubio a su lado—. Y tu no sonrías tanto que puedo oler la sangre de tus manos desde aquí.

Liam se volvió serio en un segundo, haciendola asentir. Pudo escuchar el olfateo de Malia a su alrededor, antes de conectar miradas con ella, quién solo le sonrió con burla antes de volver su atención a la ventana.

Mierda.









PRIMER CAPÍTULO DE QUIMERAS AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

Ni yo puedo creer que esté publicado ajsjajs

¿Alguien ya había descubierto que se trataba de Brett antes de que Maya lo nombrara?

Todes sabíamos que iba a pasar en algún momento, ¿qué esperan de esta relación sexual?

¿Por qué creen que Maya está tan enfurecida cuando nombran la universidad?

Les leo♥



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