Capítulo 16

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Carter.

El sonido incesante de mi teléfono me despierta. La noche anterior olvidé cerrar las ventanas por lo tanto lo primero que veo al abrir los ojos es el brillo del sol calando fuertemente en mis pupilas.

El precioso cuerpo de Laurel está enredado contra el mío en la posición en la quisiera despertar todos los días, sin embargo, tengo que alejarme cuidadosamente y enfocarme en encontrar el maldito teléfono que solo se detiene por un segundo antes de retomar con aquel sonido desesperante.

Cuando finalmente lo encuentro tirado en el suelo junto a mis pantalones me doy cuenta de que sigo desnudo y que de hecho, debajo de las sábanas mi chica también lo estaba y en serio en este momento parecía realmente buena idea ignorar el teléfono y despertarla a ella para así poder tener una buena mañana juntos.

Pero sabía que si alguien llamaba tan temprano en la mañana y de manera tan insistente aquello debía ser por algo importante.

—¿Sabes qué hora es?—preguntó al responder la llamada y llevarla a mi oído sin siquiera mirar quién demonios está llamando.

— Lamento haber arruinado tu sueño de belleza—responde sarcásticamente mi hermano. —Pero necesito un favor tuyo.

—Luego de todo el tiempo que te he escrito para saber dónde rayos estabas, me llamas solo para pedirme un favor, he estado jodidamente preocupado por ti— digo con seriedad.

Laurel se mueve inquieta sobre el colchón y decido que esta conversación debo tenerla en un lugar donde pueda realmente enojarme con Jason sin tener que despertarla.

Todo lo que hago es escuchar las excusas de mi hermano, el teléfono está contra mi oreja mientras me deslizo en mis bóxers, seguido del pantalón que recojo del suelo y salgo de la habitación.

Lo dejo decir lo mismo que me dijo hace unos días. Me repite que ha tenido que salir de la ciudad porque necesitaba tomarse un tiempo y que lamenta no poder estar en constante contacto conmigo y aunque sé que está mintiendo lo dejo terminar de excusarse antes de suspirar.

Pongo a hacer café en la cafetera con mi mano libre y abro los cajones de la encimera para ver si encuentro algo de comida, pero al igual que la nevera todo está vacío a excepción de cervezas y hago otra lista mental de que debemos comprar comida y mucho más ahora que Laurel está viviendo aquí.

Cuando Jason termina de hablar y es mi turno de decirle lo que pienso no me detengo.

—Tienes que entender que todo se ve como la mierda desde mi punto de vista, no es normal en ti simplemente irte como si nada y menos cuando una bomba como esa foto estalla de esa manera. ¿Qué pasa si eso llega a manos del decano o del entrenador?, vas a joder tu oportunidad de regresar a la universidad.

—Es eso lo que tú no entiendes, Carter—su voz suena distorsionada y soy capaz de escuchar voces en el fondo, pero no le pregunto de qué se trata.

—A ver, ilumíname. ¿Qué es lo que yo no entiendo?—preguntó y estoy agarrando el teléfono tan fuerte que temo romperlo.

—Que ya no hay oportunidad para mí en la universidad, yo no soy como tú, al menos eres bueno en lo que hacer, no dependes de un deporte para permanecer en la universidad, tienes talento,  yo solamente tenía un futuro con el fútbol americano y lo jodí, todo se acabo para mi, no tengo esperanzas de volver.

—Sabes que eso no es jodidamente cierto.

—Todos sabemos que es cierto—Jason rectificó, por unos segundos hubo sólo silencio de parte de ambos y luego con un suspiro lo rompió. —Solo necesito saber si vas a ayudarme.

—¿Qué necesitas?—pregunté, sabía que no había manera en que hiciera que mi hermano cambiara de opinión sobre su futuro, pero él simplemente no es capaz de ver su potencial como los demás lo hacemos.

—Necesito que saques dinero de la cuenta que nos dió papá para ambos en caso de emergencia.

—¿Cuánto necesitas que saque?—indago y presionando dos dedos en el puente de mi nariz tratando de contener la tensión ue empieza a hacerse presente.

—Necesito todo el dinero— responde mi hermano desde el otro lado de la línea.

—¿Qué demonios?, Jason eso es demasiado dinero— espeté molesto y sin realmente creer lo que acabo de escuchar. — Puedes explicarme, ¿para qué necesitas tanto dinero?

—No puedo explicarte nada de eso en este momento, solo necesito que me digas que vas a enviarme el dinero a la cuenta que te mandare por mensaje. Prometo que voy a devolverlo todo.

Camino de un lado a otro con desesperación sin saber qué decir, es demasiado lo que está pidiendo, sin embargo es mi hermano y tengo que ayudarlo sea lo que sea en lo que está metido.

—Está bien, voy a enviarte el dinero. Pero tienes que decirme todo lo que está ocurriendo en cuanto nos veamos —dispuse realmente serio.

—Gracias, hermano—es lo único que me responde antes de cortar la llamada y de inmediato me llega la dirección

Básicamente estrelló mi celular contra la encimera de la cocina cuando de repente sentí dos brazos envolverme desde la espalda y me giro para encontrar a Laurel utilizando nada más que mi camiseta mientras se presiona contra mi en un abrazo.

—Buenos días, amor—le doy un pequeño beso en sus labios.

—¿Está todo bien?, me desperté y no estabas en la cama—ella parece un poco insegura por eso y me maldije internamente por no haber estado ahí cuando despertó.

—Si, solo tuve que responder la llamada de mi hermano y no quise despertarte así que decidí salir de la habitación—explico tomando un mechón suelto de su cabello y haciéndolo girar entre mis dedo, mientras que mi otra mano descansa en su cintura y hago pequeños círculos con mi pulgar. —¿Cómo te sientes?

Ella sabe que me refiero a lo que pasó entre nosotros anoche y de inmediato el rubor se extiende por su rostro y se ve realmente tierna, a pesar de que no parecía nada tímida cuando estábamos en la habitación, sabía que era difícil para Laurel hablar de esas cosas.

—Estoy bien —evita mirarme a la cara mientras habla.

Con delicadeza tomó su barbilla entre mis dedos y la obligó a mirarme. —No tienes que esconder tu rostro de mi, ¿te hice daño?, puedes decírmelo.

—No, en serio estoy bien—suspira y sus ojos conectan con los míos. —Estuvo más que bien.

—Eso es bueno, porque tengo la intención de repetirlo— aviso con una sonrisa pícara y plantó un beso en sus labios.

Somos interrumpidos por la manada que llamo amigos que no saben el significado de privacidad y se adentran a la cocina.

—Buenos días —canturrea Keith alejando a Laurel de mi y revolviendo su cabello con su mano como si ella fuese su hermana pequeña.

—Aleja tus manos asquerosas de ella—finjo estar serio, frunzo el ceño y él simplemente me ignora.

—Lamento decirlo, pero no eres el único que debe tener la atención de Laurel, nosotros también la necesitamos.

—Por dos —gritó Landon mientras hace maniobras intentando meter todas las cosas que utiliza para el entrenamiento en su mochila con una sola mano.

—Por ahora yo solo necesito café —anuncia Drew evitando la charla y sirviéndose la mitad de mi café.

—A mi no me importa si la necesitan o no, ella es mi novia, no de ustedes.

—¿Se dan cuenta de que yo estoy aquí y que esta conversación es ridícula? —interviene Laurel.

—No es ridículo que mis propios amigos quieran traicionarme quitándome la atención de mi chica.

Keith se burla levantando las manos en señal de rendición y ruedo los ojos.

—Voy a detenerme antes que te consigas un nuevo rubio favorito—dice Keith tomando una taza de la encimera y sirviéndose la mitad restante de café.

Y así es como me quedo sin café al igual que todas las mañana.

—¿Por qué están despiertos tan temprano? —interroga Laurel.

—Entrenamiento —dicen los tres al unísono.

—¿Tienes que ir a entrenar? —pregunta ella.

Realmente había olvidado por completo que hoy teníamos entrenamiento extra, por todas las cosas que han estado ocurriendo estos últimos días ha sido realmente difícil para mi seguir el ritmo y mucho más añadiendo mi preocupación por todo el tema de mi hermano.

—Sí, lo siento, realmente había olvidado que teníamos que entrenar hoy—me disculpo poniendo la mejor cara de cachorro que puedo hacer. —Prometo recompensarte más tarde.

—CON SEXOOOOOO—grita Drew detrás de nosotros y le lanzó una mirada furiosa ocasionando que él solo se burle en respuesta y vuelvo mi atención hacia Laurel que parece haberse convertido en un tomate.

—Eso no es cierto—digo y entonces me acerco lo suficiente para susurrar en su oído. —Al menos que así lo quieras.

***

—¿No podemos simplemente comprar pizza todos los días?—pregunta Landon desde el asiento de copiloto.

—No—respondo como por quinta vez a la misma pregunta.

—Pero es lo que siempre hacemos—se queja Keith.

—Si, pero ahora Laurel vive con nosotros y no podemos dejarla morir de hambre simplemente porque no queremos ir al supermercado.

—Recuerden que deben alimentarnos, Laurel y yo lo necesitamos —dice Drew.

—¿Ustedes escucharon algo? Porque yo no —bromeó.

Keith estaciona el auto y todos nos bajamos. Caminamos juntos hacia el supermercado y empezamos a añadir cosas en el carrito mientras caminamos por los pasillos.

—¿Creen que también deberíamos comprarle esto? —pregunta Landon levantando un paquete de tampones.

—¡No!—gritamos todos al unísono ocasionando que dos señoras que se encontraban al lado nos miraran mal.

Landon dejó el paquete en su lugar con una carcajada  y nosotros seguimos nuestro camino por el pasillo. Drew parecía estar en su lugar feliz porque lo único que hacía era meter más y más comida cada vez.

Cuando finalmente el carrito está demasiado lleno como para meter otra cosa nosotros nos dirigimos a pagar.

Solo están atendiendo en un lugar debido a la hora y a las pocas personas, por lo que nos formamos en la fila.

—¿Quién se supone que va a pagar todo eso?—inquiere Landon.

—Definitivamente va a pagar Carter, de él fue la idea—responde Drew.

—Tú eres el que más cosas añadiste al carrito —me quejo señalando el montón de cosas que estaban ahí. —Tenemos que pagar entre todos.

—Les dije que era mejor comprar pizza, salía más barato— dice Landon.

—¿Pueden jodidamente dejar de quejarse?, Algunos no tienen ni siquiera para la pizza— la chica frente a nosotros en la fila se gira y nos lanza una mirada que me hace sentir intimidado a pesar de que es mucho más pequeña en tamaño que todos nosotros.

—La chica bonita tiene razón —comentó Drew.

—No me vuelvas a llamar así—refunfuñó ella y cuando fue su turno en la fila dejó las dos botellas de agua que tenía en sus manos y una bolsa de papitas.

—Diablos, es una chica ruda—ovacionó Landon.

—Me gusta— dijo Drew.

—Todas te gustan— puntualizó, Keith y Landon asienten dándome la razón.

La cajera pasa los alimentos y cuando anuncia el precio la chica busca en su cartera pero parece no tener lo suficiente para completarlo.

—No te preocupes, yo pago —le digo.

—No es necesario, solo llevaré una botella de agua—responde, evitando mirarnos a nosotros y sacando la otra botella de agua y la bolsa de papitas.

—Al menos si no quieres que te ayudemos pagando, sé de una manera en la que puedes conseguir dinero.

—Si dices que la manera de conseguirlo es acostándome contigo juro que te voy a golpear.

—Créeme, no es eso. Él está casado—me apoya Landon.

—Exacto, hay un bar cerca de aquí. Soy amigo del dueño, puedo conseguir que trabajes ahí esta noche y si te agrada simplemente puedes quedarte con el puesto, entonces no tengo que pagarte nada porque dan la suficiente propina para que puedas regresar por algo más que agua y papitas.

Ella paga una botella de agua y cuando creo que se irá sin aceptar la oferta de gira. —Voy a buscar mi auto y los estaré afuera esperando a que terminen de pagar.

—¿Y cómo te llamas? —grita Drew mientras ella se va caminando.

—Soy Paige Webster—grita en respuesta mientras sale por la puerta.

Nosotros terminamos de pagar y llevamos las bolsas al carro, Paige se mantiene estacionada a una distancia considerable de nosotros y cuando le hacemos seña para que nos siga ella lo hace.

Aunque quisiera volver a casa para estar junto a mi chica, se que a ella no le molestaría saber que tardamos porque estamos ayudando a alguien que lo necesita.

Dejamos a Paige en Blue Rolls, el bar de mi amigo Aiden y ella parece realmente agradecida con nosotros, sé disculpa por haber sido una perra en sus palabras no las mías y luego se concentra en hacer lo que Lottie le enseña.

Cuando finalmente volvemos a la casa y ordenamos toda las compras dentro de la nevera subo las escaleras en busca de Laurel.

La habitación está completamente oscura, su pequeño cuerpo está acurrucado contra mi lado de la cama y depositó besos en todo su rostro, ella se despierta antes de que llegue a sus labios y me da una de esas pequeñas sonrisas que realmente me vuelven loco.

—Te extrañe —digo, porque es imposible no hacerlo.

—Yo también a ti.

No dejo que la conversación continúe porque siento que fue hace más de un siglo la última vez que probé sus labios. Mi boca se acerca a la suya, sellando nuestros labios y me tomo mi tiempo en adorarlos, ella responde con el mismo ímpetu y antes de que nos demos cuenta estamos jadeando y deshaciéndonos de nuestras ropas.

***

¡Hola! Finalmente llegue con la entrega del capítulo 16, el cual tuve que escribir dos veces porque la primera versión se me borró por completo lo cual ocasionó la tardanza.

Este capítulo aunque tal vez no parezca muy importante, tiene muchos puntos que aportan a la trama y no se darán de cuenta hasta más adelante de lo importante que es.

Estén pendientes a las siguientes actualizaciones y preparen sus neuronas porque poco a poco estaré lanzando pistas de lo que va a suceder.

El capítulo de hoy es dedicado a una persona especial que siempre está comentando en la historia, @BaBy-San gracias por el gran apoyo que le das a la historia y por estar al pendiente de #Laurter. ❤️

Recuerden que si quieren que les dedique el próximo capítulo deben comentar y votar para que los elija más rápido.

Espero que les haya gustado el capítulo, estaré leyendo sus comentarios sobre qué les pareció.

¡Besos y abrazos!

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