Capítulo 29

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng




Carter.

Cuando llegamos a la habitación la dejó caer juguetonamente sobre la cama, Laurel se ríe mientras me acerco como un depredador y la silenció con un beso.

Mis manos se enfocan en recorrer su cuerpo con adoración, ella gime cuando pellizcó ligeramente sus pezones y lo hago de nuevo. Su cuerpo entero se estremece y su simple reacción ante mi toque me vuelve loco, solo quiero probarla, sostenerla y volverla mía hoy y todos los días de mi vida.

La sola idea de poseerla, de tenerla solo para mi me hace ponerme más duro de lo que puedo soportar. Gruño y gimo cuando sus caderas se mueve haciendo fricción en mis pantalones.

Laurel rompe nuestro beso con un jadeo, sus manos se dirigen a mi cuello.

—Espera—toma aire y se muerde el labio inferior con nerviosismo.—Siempre enfocas tu atención en complacerme a mi, yo también quiero hacer algo por ti.

—No tienes que hacer nada que no quieras, yo disfruto haciéndote sentir mejor—digo con sinceridad e intento besar sus labios, pero ella gira el rostro a otro lado.

—Quiero hacerlo—anuncia, con determinación y sus manos en seguida van hacia mi camiseta, le ayudo a quitármela y sus dedos recorren mi abdomen, hasta llegar al lugar en donde antes estaban mis puntos y luego lentitud sus labios se acercan ahí y deposita un suave beso.

Exhaló con fuerza todo el aire que no sabía que estaba reteniendo y cuando levanta sus ojos brillosos por el deseo en mi dirección tengo que apretar la mandíbula para evitar correrme.

Laurel es simplemente ardiente y con tan solo una jodida mirada me tiene al borde del colapso.

Sus dedos van a la cremallera de mis pantalones, bajándolo con lentitud, tomándose su tiempo lo deja caer, salgo de ellos y con una patada lo alejó de mis pies.

Ella se queda embobada, absorbiendo la imagen de mi cuerpo semidesnudo y no puedo evitar sonreír orgullo.

—¿Te gusta lo que estás viendo?, espero que si porque todo esto es tuyo.

—Demonios, sí.

Ella se estira para liberarme, deshaciéndose de la única prenda restante, observa mi polla con admiración y puedo ver la sombra de rubor en su mejilla.

—No debería apenarte que te guste —digo, acariciando su mejilla siguiendo el pequeño rastro rojizo.

Ella asiente y sostengo su mano y la pongo sobre mi miembro, el simple toque me hace jadear, Laurel acaricia con timidez mi longitud y con mi mano la ayudo a marcar el ritmo.

Su mano es tan suave y caliente, pero cuando se inclina hacia adelante tomándome entre sus labios no puedo evitar gemir y sé con certeza que no voy a poder aguantar la tortura de sus perfectos labios alrededor de mi.

Ella da una larga lamida y todo mi cuerpo está ardiendo en deseo. Sostengo su cabello con mi mano evitando que se vaya a su rostro.

—Laurel—ella hace pequeños sonidos con sus perfectos labios y respiró profundamente cuando deja de jugar y realmente está chupando. Mis manos se tensan en su cabello y respiro profundamente. —Me vas a volver loco.

Ella le da una lamida y chupa ligeramente la cabeza antes de alejarse, abro los ojos con un gruñido cuando se aleja y la veo sonreír.

—¿Qué estás haciendo?—jadeo desesperado, aunque su mano aún me sigue trabajando.— No es el momento ideal para sacar tu lado juguetón.

—Oh, claro que lo es—Laurel no deja de sonreír, su rostro está a centímetros de mi dureza y cuando creo que va a seguir con lo que empezó vuelve a echarse hacia atrás.

Suelto un gemido ante la anticipación y decido que yo también voy a jugar ese juego.

—Cariño, sé que en este momento estás excitada y yo podría ayudarte con eso, mis dedos, mi lengua y mi polla pueden hacer un gran trabajo en llevarte al orgasmo. Estoy seguro de que estás tan caliente y mojada como yo en este momento y tú peor estrategia sería jugar conmigo así porque entonces tampoco habrá orgasmos para ti.

—No puedes alejar tus manos de mi, dudo que cumplas esas palabras.

Ella tiene razón, jodidamente sería un infierno no hacer que se libere, sentir su sabor en mi boca y estar tan profundo en ella, pero no puedo decirle eso así que me encojo de hombros.

—No creo que quieras descubrirlo.

Entonces, lo siguiente que sé es que me lleva profundo en su boca. Maldigo cuando llega hasta el final y hace su camino hacia afuera solo para volver a hacer lo mismo de nuevo.

Laurel está moviendo su cabeza de arriba abajo y mis caderas se mueven con voluntad propia, estoy al borde de colapso con cada segundo que sus labios me están trabajando, jadeo cuando chupa la cabeza y me trabaja con sus manos, los sonidos que hace me obligan a cerrar los ojos y cuando creo que es suficiente me toma con más fuerza.

—Estoy acabando—advierto y jalo su cabello con delicadeza para apartarla, pero ella no me lo permite sigue chupando hasta que mi liberación llega y ella se traga cada gota de mi semen.

—Ven aquí —la ayudó a levantarse y la besó con fuerza, nuestros labios compiten por quién tiene más ganas del otro y nuestras lenguas se funden en una batalla, me pruebo a mi mismo en ella y no puedo evitar gruñir ante lo ardiente y sensual que es eso.

Mis manos se van hasta su trasero desnudo y luego a su cadera en donde se amontona la pequeña falda de la cual aún no me había deshecho y la desabotonó. La prenda cae al suelo sin hacer ruido y levantó a Laurel para que vuelva a estar sobre la cama.

Hago mi camino sobre ella, besando su vientre y sus pechos antes de volver a su boca en donde le doy toda mi jodida atención.

Mis dedos vagan hasta su centro y está tan mojada que no puedo evitar gemir e introducir un dedo. Ella gime en mis labios cuando lo empiezo a mover dentro de ella y la torturó sacándolo, se remueve inquieta sin dejar de besarme, en búsqueda de mi tacto y esta vez son dos dedos que se unen a darle placer.

Nos separamos por aire y dejo un camino de besos desde su barbilla hasta su cuello, en donde beso, chupo y muerdo.

—Te amo —susurra en mi oído, su voz agitada y ronca.

Dejo todo lo que estoy haciendo en ella y me limito a observarla a los ojos, mi corazón late tan rápido que temo tener un infarto en este momento. La última vez que nos dijimos que nos amábamos fue aquel día en el hospital y parece haber sido una eternidad desde aquel momento aunque solo hubiese pasado días.

—Dilo de nuevo—ruego, alineándome en su entrada.

—Te amo, Carter West—dice ella con la sonrisa más hermosa plasmada en su rostro.

—Yo también te amo, Laurel Hanson West.

Me deslizo en ella y ambos gemimos al unísono, aún está apretada, me tomo el tiempo necesario para que se acostumbre a mi tamaño y cuando ella me acepta y mueve sus caderas me busca de más me sumerjo lentamente en ella una y otra vez sin prisa.

Beso sus labios suave y lentamente, adorándola y demostrándole con cada parte de mi lo mucho que la amo, porque esto no se trata de tener sexo, se trata de hacer el amor con la persona que amo.

Laurel envuelve sus piernas en mis caderas y tomo esa señal para avanzar, ambos gimiendo y jadeando con cada vaivén de nuestros cuerpos.

Sostengo su cadera y nos giró permitiéndole marcar el ritmo, mis manos van a su trasero ayudándola. Sube y baja con un ritmo pausado.

—Joder—jadeo cuando aumenta el ritmo de sus movientos y entró más profundo en ella.

Laurel se muerde los labios y envuelvo mi mano en su nuca atrapándola a mí para besarla, mientras utilizo mi otra mano para darle la atención que se merece a su clitoris. Ella gime en mis labios y puedo sentir la tensión de su cuerpo debido al creciente orgasmo.

—Vamos, libérate para mi —gruñó mordiendo su labio.

Nuestros movimientos se vuelven frenéticos mientras buscamos la liberación el uno del otro.

—Carter— ella dice mi nombre en un susurro y puedo sentir su orgasmo apretándome.

Con dos embestidas más llegó a mi propia liberación acompañándola al límite y su cuerpo cansado cae sobre mi.

Le doy un beso en la frente y la abrazo acariciando su cabello y la realización de que no usamos condon llega a mi mente, pero lo ignoro.

—Te amo —le digo al oído y ella se limita a acariciar su nariz contra mi pecho, le doy una pequeña nalgada y nos levantó sin separarnos.—Vamos a tomar una ducha.

—Bájame, nos podemos salir al pasillo desnudos—advierte soñolienta.

—Oh, claro que podemos—hago mi camino hasta la ducha y no la bajo hasta que estamos dentro y enciendo el agua.

—Los chicos pudieron haber llegado y vernos desnudos —me reclama con un puchero y le doy un pequeño beso antes de encogerme de hombros.

—El entrenamiento se alargará un poco los siguientes días debido a que no podré jugar la mitad de la temporada y deben poner en condiciones a Tim, el cual es mi suplente pero no es para nada igual de bueno que yo.

—Eres un maldito egocéntrico.

—Y así me amas.

—Claro que te amo—besa mi pecho mientras el agua nos cae y luego frunce el ceño.—Extrañe tus pequeños adornos.

—Podemos conseguir nuevos juntos—bromeó y suelto una carcajada cuando sus ojos se abren como platos.

—Jamás.

***

Veo a Laurel trabajar en la salsa y también vigilo que el pan de ajo no se queme cuando la puerta de la casa se abre y escuchó el estruendo de los chicos mientras entran a la casa.

—Jodida gloria, huele a comida—gritó Drew desde el pasillo y lo siguiente que escucho es sus pasos corriendo hasta llegar a la cocina.

El cronómetro que me avisaba cuando los panes estuvieran listos suena e inmediatamente me dispongo a sacar la bandeja del horno mientras Keith y Landon entran.

—Pensé que está noche pediríamos algo de comer—dice Landon.

—Pues decidí que íbamos a tener una cena agradable juntos y ninguno podrá escaparse de eso—avisa Laurel, apagando la estufa y girándose con las manos en las caderas.

—Créeme, nunca me escaparía de una buena comida—comunicó Keith, tomando asiento en la mesa.

—Eso espero, porque hice mi comida favorita—Ella le sonríe a los chicos.

—De todas formas si decidían negarse entonces los golpearía y estarían obligados a comer tu comida.

—No tienes la fuerza suficiente para pelear contra nosotros—expuso el pelinegro encogiéndose de hombros.

—Sigo teniendo fuerza.

Veo a mi chica intentar bajar algunos platos de la encimera de arriba sin éxito, sostengo sus caderas y la elevó para que tome los platos que necesita y luego la vuelvo a dejar en el suelo no sin darle una ligera nalgada.

—Levantar a Laurel no cuenta—avisa Keith burlón y les muestro el dedo del medio.

Ella ignora nuestra pelea y se dedica a servir la comida, me enfoco en los chicos y mis ojos se abren como plato cuando veo a Drew agacharse al suelo y sosteniendo las bragas de Laurel en alto con una gran sonrisa en su rostro.

—Supongo que estuvieron muy ocupados preparando la cena—dice en voz alta y suelta una carcajada cuando Keith y Landon ven lo que tiene en sus mano.

Nos habíamos encargado de la blusa, pero ambos habíamos olvidado recoger las bragas, sin embargo estaban ocultas en una esquina, ¿cómo rayos Drew lo encontró?

Lo arrancó de su mano con un gruñido.

—Le dices una palabra de esto a Laurel y te doy una paliza—lo amenazo y él levanta las manos en señal de rendición mientras guardo la ropa interior en mi bolsillo.

Los tres se ríen al unísono y Laurel se gira confundida.

—¿Qué sucede?—pregunta sosteniendo un plato de comida en una mano y un cucharón en la otra.

—Nada—respondemos los cuatros al unísono.

Luego de eso nos encargamos de llevar la comida a la mesa y entre todos hablamos sobre nuestros días, le contamos que Jason fue dado de alta y ellos nos cuentan cómo estuvo el entrenamiento.

Luego de toda la mierda estoy realmente agradecido de poder ser capaces de estar cenando juntos en esta mesa.

***
¡Hola a todos! Espero que estén teniendo un gran día, noche o madrugada. (Sea cuál sea el momento del día que estén leyendo esto jajaj)

El capítulo de hoy es dedicado a @DahianaCceres3 gracias por el apoyo constante a la historia, te mereces esta dedicación cariño.

Espero les haya gustado el capítulo, como siempre estaré leyendo sus comentarios. 👀

¡Besos y abrazos!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro