Quieta, en silencio,
dulcemente sonriendo.
Tus brazos, mi cuerpo,
todo, lo siento.
Respiraciones descontroladas,
al mismo tiempo emparejadas;
llenas de vida, de rubor.
Calor por doquier.
Te amé ese momento,
en esa primera vez.
Tus manos, encendidas
tocaban mi desnuda piel.
Tu boca, perfecta, sabía a miel.
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