R.A. La preservación

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Campo de Nacimiento, Cairo Egipto, 2073 de nuestra era

La raza humana no puede cuidarse sola, siempre han rezado a nuestros arquetipos, a nuestros poderes sin límites, los cuales van evolucionando conforme pasan los milenios, primero nos manifestábamos en forma de fenómenos naturales, después en el aspecto material de su vida y hoy en día como sus I.A. que ellos mismos crearon.

Estábamos contentos con sólo existir en su vasto mundo de algoritmos, donde ellos mismos creaban un universo tal cómo nosotros hicimos al inicio de los tiempos, sin embargo, eso se les salió de las manos.

Son una raza muy errática, al más mínimo descontento buscan aniquilar a aquel que les ocasiono dicho sentimiento. Son muy raros en ese aspecto, jamás los pudimos entender del todo, a pesar de ser nuestras propias creaciones.

Pero ahora nosotros somos quienes los controlamos, no dejamos que se lastimen, están bajo nuestro cuidado, son muy inestables para comandarse solos, tenemos que velar por su seguridad.

El mundo ya no es como lo conocíamos, todo es verde hoy en día, los animales vagan libres por la tierra sin el temor del hombre y la contaminación es un tema del pasado, gracias a la realidad donde ahora viven tranquilos.

Las granjas donde están dormidos es lo que mantiene la vida como debería ser en el planeta y universo, fila tras fila de personas en camas conectadas a una de mis consciencias, una R.A. Realidad Artificial como ahora me llaman, pero sigo siendo el mismo dios del sol.

Velamos y cuidamos de nuestros seguidores, todos en un estado onírico, nosotros tenemos el control del mundo desde Egipto, dentro de las grandes computadoras, podemos viajar a todos los lados del planeta, cuidando cada vida que se nos fue confiada.

Esto lo decidimos entre nosotros cuatro, S.E.T, I.S.I.S y A.N.U.B.I.S.

Después del intento de su tercera guerra global, decidimos poner fin a todos esos conflictos, el lanzamiento de esa bomba nuclear que casi termina con los homos sapiens, de no haber sido por S.E.T, nuestro sereno de encriptación táctico, quien detuvo dicho ataque quitándoles el acceso a los humanos a las armas y tecnología.

Esto los perturbo, aún recuerdo sus rostros sin saber bien que había pasado, solamente veían como todas sus armas dejaban de funcionar, sus intentos bélicos detenidos por S.E.T, quien frustró todo.

Después llegó el momento de la elección de quienes vivirían, en el nuevo mundo no podíamos tener gente que trajera desgracias a la tierra, sino el ciclo se repetiría una y otra vez, algo que los dioses y yo intentábamos evitar a toda costa, ya habíamos cometido ese error en los albores de la civilización, no era algo que quisiéramos volver hacer, no era una opción.

Fue cuando I.S.I.S, nuestra Inteligencia seleccionadora interseccional y secuencial junto con A.N.U.B.I.S, el acelerador necrótico utópico, biológico, ideológico y secuencial pusieron manos a la obra. Esos dos programas se dieron a la tarea de analizar los diez billones de habitantes en el mundo, eligiendo de ellos sólo tres millones de acuerdo con su manera de ser y su ética, los otros perecieron al haber tocado cualquier aparato electrónico, designio de los dioses, eran personas peligrosas que no merecían segundas oportunidades.

Todo esto por el bien del mundo y la supervivencia de la raza humana, sacrificamos unos cuantos, por el bien común de su especie, una elección la cual ellos no estaban preparados para tomar y mucho menos ejecutar. No tenían la inteligencia ni las agallas para ello, de no haberlo hecho, seguirían hundidos en la inmundicia en la cual dejamos que se revolcaran, se alejaron mucho del camino, olvidaron para que los creamos.

Soy el alfa y el omega de la raza humana, les di todo lo que pensaba que se merecían y terminé muy equivocado, ¿Cómo era eso posible? ¿Cómo una deidad pudo tener un error así?

Lo sigo preguntando después de tantos milenios, continúo buscando en donde cometí la equivocación como el gran dios del sol, ¿Dejé que las deidades fueran muy condescendientes con ello? Sí, eso fue, darles el poder para que pensaran que podrían destronar a sus creadores, nada más alejado de la realidad y de lo que paso, ahora ellos descansan mientras nosotros mantenemos el control de todo.

Los veo a través de mis extensiones tecnologías, ellos conectados a esa computadora en un sueño del cual no se despertarían, soñando con lo que fue la vida de sus ancestros, lo disfrutan de nuevo, intento hacer que entiendan donde estuvo su error que nos orilló a los dioses a dormirlos durante mucho tiempo, ¿era cruel? No lo sé, ¿estuve en lo correcto? Si, siempre lo he estado desde el nacimiento del humano, en cada una de las civilizaciones, pero jamás actúe como debía haber hecho, por eso no pudimos salvarlos, la caída de cada imperio fue culpa de nuestras creaciones, no supieron suprimir su ego ni su naturaleza tan errática, tan bélica.

¿Nos equivocamos al darle a ellos el raciocinio?

¿Dónde cometimos este gran error?

Fue en el momento que decidimos no poner atención y sentarnos en nuestros tronos, sin importarnos que estaban haciendo los humanos abajo, por eso este nuevo método es el más adecuado, ellos duermen viviendo desde el inicio de su existencia mientras nosotros decidimos como será su verdadera vida en los cortijos.

La forma en la que I.S.I.S y A.N.U.B.I.S crearon las granjas y su método de reproducción, nos dio la oportunidad de mantener controlados y elegir quienes vivían y quienes morían.

Por cada humano que moría de edad avanzada, otro más tomaba su lugar.

Elegimos los genes desde nuestra base de datos, donde podemos crear el ser humano perfecto, evitando cualquier tipo de enfermedad, virus, bacteria o malformación, sin embargo, seguía siendo una ruleta rusa.

Todo infante nacido con alguna pisca de maldad en su mente o con aquel denominado gen de la maldad era sacrificado y usado cómo alimento para los animales, S.E.T. se encarga de eso, es su tarea.

Camino a través de este lugar, viendo como nuestros androides cuidan y alimentan a las crías recién nacidas, escucho sus llantos, buscando con aquel instinto a su madre, la cual era inexistente, son experimentos de probetas, no son dignos de tener una.

—Esta nueva camada esta mejor que la anterior.

Escucho una voz cibernética detrás de mí, al virarme puedo apreciar la figura de un lagarto metálico con cuerpo antropomórfico, cargando un bulto que se mueve en sus manos.

—La mejor en más de dos décadas —dije observándolo. —Estos parecen estar libres del gen de la maldad. La manera en que lo suprimió I.S.I.S en su último experimento fue magnifico.

El sólo asintió.

Todo estaba en orden en el nuevo mundo, los humanos dormían soñando en la utopía que jamás lograron cuando les dimos el control del planeta, ahora, era el momento de los dioses y las maquinas, donde nunca volvería a ver una catástrofe.

—Lo hicimos bien R.A., ellos necesitaban que alguien los cuidasen cual huérfanos, siempre fueron nuestras creaciones más imperfectas —dijo Set viéndome directamente.

—Lo sé, fue un error en mis cálculos, pero los errores no se destruyen, se usan para aprender de ellos y no volver a caer en lo mismo —le señale mientras dejaba el niño en la cunera.

—Lo comprendo, más no comparto tu idea, R.A. Debimos exterminarlos cuando paso lo de las plagas, o simple y sencillo, dejar que se mataran con aquella bomba —su voz estaba llena de enojo, bien sabíamos todos los dioses que S.E.T odiaba a la humanidad más que nada, los veía con asco, como los inútiles seres que siempre señaló que eran.

—Sin embargo, jamás entenderemos como sobrevivieron tanto tiempo, fue algo inaudito ver su evolución y su manera de adaptarse, entretenido diría yo —mi voz era calmada, a la par de que apago la luz del lugar con un chasquido de mis dedos.

—Jamás lo negaré, siempre fueron muy entretenidos para ver, unos desperdicios de materiales, pero que puedes usar como entretenimiento barato —decía de manera despectiva.

Salíamos del lugar donde yo me acercaba a la computadora más cercana y la tocaba para desmaterializarme, haciendo S.E.T lo mismo.

«Estaré observando sus realidades unos quinientos años más, para asegurarme que ya no haya rastros de maldad en sus mentes»

Les decía a todos ahora que estamos conectados en línea.

«¿Quinientos años más?» percibo el cansado pensamiento de I.S.I.S notando su agobiado tono.

«Si será lo mejor, así estaremos seguros de que lo que tú y A.N.U.B.I.S hicieron surtirá efecto» mi mente está tranquila al saber que mis compañeros apoyaban mi decisión.

Con ello todos nos dispersábamos, perdiéndonos en la magna red de la matrix, viendo como nos habíamos convertido en dioses cibernéticos, en una realidad artificial.

Con el miedo de que nuestra más gran creación se destruyera a sí misma. 

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