Para Leonardo Hamato:
No te a olvidado, estas siempre en sus sueños, eres su gran héroe.
Todos los días me pregunta por ti, le digo como eres, como actúas, cuanto nos amas aunque estés lejos de nosotros. El sabe que fue para salvarnos, protegernos del mal.
Es grandioso, único, inteligente y lo principal, te robo tu sonrisa, tu inocencia, tu gran sentido del honor.
Es fuerte, gracioso y amable, te ama demasiado, te espera todos los días para poder abrazarte, besarte y decirte lo mucho que a jugado todos los días en los que no te a visto.
Entrena con nuestro padre, quiere ser como tu, tiene tanto amor que dar, por favor regresa pronto.
Se que es egoísta de mi parte, pero te fuiste sin saber que lo esperaba, hasta yo me sorprendí, es un milagro, nuestro milagro de amor.
No he podido localizarte, te extraño tanto, ¿me has olvidado, ya no me amas, estas con alguien más?
Te amo, regresa para que lo veas crecer conmigo, quiere ser como tu, quiere ser un héroe, quiere ser tu hijo.
Al principio pensé que moriría, se enfermo y no podíamos llevarlo al médico, pero se recuperó, Dios lo regreso a mi para que cuando vuelvas lo veas entre mis brazos, lo reconocerás pues tiene tus ojos, copió tu espíritu y heredó tu corazón.
Los chicos y Sensei me ayudan a CUIDARLO, hace bromas con Mikey, experimenta con Donnie y medita con su abuelo pero, le faltas tu, tus abrazos, tus besos, tus palabras de aliento, tu amor.
También me haces falta, tu corazón, tu alma, tu cuerpo junto al mío haciendo el amor como la primera vez, fue antes de irte a tu misión, prometiste volver, pero creó que no has encontrado el camino, talvez estas herido de gravedad por una batalla, o encontraste a una chica que te haga feliz, o simplemente no deseas regresar más a mi lado.
Tranquilo, el siempre te respetara y te amara, nunca diré algo negativo de ti, siempre SERAS su héroe, siempre SERAS su padre.
Descuida, sea cual sea tu desicion, siempre te amáremos.
Se que si encuentras esta carta será porque tuvimos que huir del lugar, buscar donde empezó nuestro amor, no tardes en llegar.
De Raphael Hamato.

Y así Leonardo emprendió el camino para buscar a su pareja, para ver a su hijo que no sabía tenía, cuando se fue de misión, no supo que dejó un gran y hermoso regalo en Raphael, aunque era largo el camino, a pesar de sus heridas, de ya no tener un ojo y el alma casi destrozada, emprendió su camino a encontrar la otra parte del corazón que le faltaba.
Pasaron días y los Hamato vivían felices en una cabaña en el bosque, era invierno y la nieve caía sin cesar, Leonardo estava en un árbol observando para saber si era seguro bajar, estava por hacerlo cuando vio salir a una pequeña tortuga de piel esmeralda con una chamarra, gorro y pantalón cubriéndolo, y a donatello tras el muy alegres.
Después con dificultad, salió Miguel Ángel, caminaba despacio gracias a su gran vientre abultado, esperaba familia, su padre salió con un te en mano para ver a sus hijos. Pero al ser que ansiaba ver, no salió, no estava, no lo encontraba, se preocupó ¿le habría pasado algo, o estaría herido?
Su corazón latió a mil cuando lo vio salir con ropa de invierno azul cubriéndolo, estava triste, pero seguía siendo hermoso.
No soportó más y bajo poniendo en alerta a todos al no reconocerlo por estar cubierto por harapos sucios, el pequeño fue a refugiarse en brazos de su madre quien al notar la postura del intruso, no pudo evitar llorar. Con lentitud se bajo la capucha y dejó ver su rostro marcado por las batallas.
Sus hermanos se acercaron para abrazarlo, camino y su padre lo recibió con un " Bienvenido hijo, te extrañamos mucho" llegó frente a su amor, el pequeño se escondía en su pecho asustado, confundido. Leonardo tocó la mejilla de su amado y en una sonrisa le habló "Ya regrese, perdón por tardar tanto mi amor"
Raphael lloró de felicidad, su amor, regreso vivo, lo beso tiernamente en los labios y le dijo "Leo, te presentó a Draco, nuestro hijo"
Para no asustarlo, Leonardo frotó su cabeza suavemente, su hijo sonrió, volteo para estirar sus brazos y decir "papi, te extrañe mucho"
No dijo nada, sólo lo abrazo y lloró, todos se reunieron en un gran abrazo lleno de amor y esperanza. Entraron a la cabaña pues faltaba poco para que fuera navidad, y ese fue el mejor regalo del mundo. Siempre estarían juntos, Leonardo término con los enemigos, perdió un ojo, pero lo recompensaron con un hijo.