Capitulo 18.

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VALERIA


Cindy

Como dije, el sermón no faltó por mi irresponsabilidad, creí que las cosas serían peor, pero gracias a Dios, no fue así. Damián se mostró amable con Camilo e incluso, lo invitó a su fin de semana en la cabaña que la Kiracita y él compararon en Villavicencio para alejarse cuando fuese necesario.

La cabaña no es tan grande, pero es muy cómoda y lo mejor es que toda la manada cabe a la perfección. Me gusta mucho el patio, el jardín, (por eso la compró), también hay una piscina para relajarnos y lo mejor es que hay sol para broncearse un poco. Está increíble. Hay un cuarto de música con todos los juguetes dónde las voces del grupo componen las mejores canciones.

La verdad es que quiero una así, por eso he ahorrado suficiente dinero y ya me decidí, primero compraré una casa, luego una cabaña en Melgar para pasar tiempo con Camilo a solas, lejos de todo cuando queramos. Es hora que deje el departamento, igual, ya se me hace pequeño ahora que Camilo y Melissa mantienen aquí. Le adecuaré una habitación a la pequeña intrusa para que ya no duerma con nosotros cuando se quede.

Volviendo al tema que me tiene feliz; "la charla de paz que tuvieron los dos hombres que amo".

No sé bien de que hablaron porque ninguno de los dos me quiso decir nada, solo sé que Damián va a darle la oportunidad a mi novio que tanto le pedí para conocerse mejor e intentará llevarse bien con él. Lo que sea que hayan hablado, me hace sentir satisfecha. La verdad no me gusta tener que pelear con Damián y estar alejada de él, al principio estaba enojada y muy dolida por lo de Juan, pero odiarlo Jamás, es mi hermano y lo amo muchísimo. Además entendí que no fue su culpa, él no sabía que esa barbirucha se volvería loca por perder todo lo que el Mau le había dado y haría lo que hizo.

«Me alegra que te estés pudriendo en esa  cárcel» pienso, aunque sé que eso no me va a devolver a mi Juan.

Hablando de ella, de Valeria Garcés; la mujer que odio con todo mi corazón, al igual que Kira y Tania. Esa que había huido después de... La muy perra logró escapar de la policía por un tiempo, luego se entregó a las autoridades para ser castigada por su crimen. Supuestamente la mujer estaba arrepentida y la culpa la estaba matando en vida, más que la miseria en la que vivía.

En su confesión dijo que se asustó y huyó de la escena, se mantuvo oculta en la casa de un amigo, hasta que un par de meses después, se entregó. Ahora paga una condena de 20 años en la cárcel "El buen pastor" de Bogotá. No la he vuelto a ver desde el juicio y la verdad, espero no verla nunca más.

Ese día fue gratificante verla llorar y gritar como loca de la desesperación cuando el juez dictó la sentencia, no fue la que esperaba pero me conformé. Por supuesto Tania hizo su rabieta, hasta peleó con el juez por no haberle dado cadena perpetua, pobre juez, se llevó su madrazo, casi la arrestan. Sebas tuvo que intervenir para que no lo hicieran. Kira por su parte, pidió hablar con Valeria antes que se la llevaran a esa cárcel, no sé que le dijo porque hasta el sol de hoy, no ha querido contarnos.

Valeria Garcés fue una desgracia para nosotras y un sufrimiento para Mauricio y Damián, esos dos mensos cayeron en sus encantos y lo pagaron muy caro. Damián por pendejo, por entregarse ciegamente, por no escuchar, por dejarse manipular, como dirían por ahí; por enamoradizo, confianzudo y huevón, y Mauricio, ese no se diga, le pasó lo que le pasó por calenturiento, por inmaduro e inocente, cosa que es muy raro siendo quién es, el idiota no supo contener su deseo carnal, se dejó engatusar por la belleza de la mujer y sus encantos, casi se volvió una marioneta a la cuál, ella manipulaba a su antojo.

Hay que reconocer que Valeria es muy hermosa, tiene un cuerpazo y una carita de ángel que encanta a cualquiera, ella lo sabe, por eso se aprovechó de eso, solo le faltó el cerebro para llegar más lejos. Digo esto porque creo que fue muy tonta, ella pudo obtener lo que quería sin tener que hacer lo que hizo, se conformó solo con las migajas, con las cosas materiales, perfumes finos, ropa de marca y las comidas en los restaurantes más lujosos que le regalaban los hombres con quiénes salía, en vez de invertir en ella misma, hacer una carrera o conseguir una manera de superarse. Con Mauricio tuvo esa oportunidad, pero no supo aprovecharla, ella creyó que ya lo tenía en sus garras y descuidó su trabajo como modelo para dedicarse a disfrutar de los lujos, viajes, salidas a restaurantes finos dónde este la llevaba, se confió tanto que no aseguró nada para su futuro pensando en que sería  la señora Macías, y entonces ya no tendría que trabajar, solo disfrutar de su nueva vida de rica, pero para su desdicha y por su brutalidad, sus planes no salieron como esperaba.

Valeria casi logra su propósito, Zulia me contó que cuando Mauricio anunció su compromiso con Valeria, sus padres no estuvieron de acuerdo, no confiaban mucho en ella por la manera en que las cosas sucedieron; a pesar de todo, ellos querían a la Kiracita, ya la habían aceptado como un miembro de la familia. Zulia; hermana de Mauricio, les pidió esperar un año para casarse y demostrar que en realidad, Valeria si estaba enamorada de su hermano y no de su dinero; como la mujer es muy prevenida y muy astuta, hizo el acuerdo por escrito dejando una pequeña cláusula que decía que si no cumplía el tiempo especificado, tendría que pagar una sanción monetaria; entonces, cuando todo se descubrió, Zulia, que también es una mujer muy vengativa, desató su furia contra ella, usó sus contactos y poder para dejarla en la calle. Bloqueó las tarjetas de crédito, las joyas y el departamento que el tonto de Mauricio, le había comprado.

El perder lo que había conseguido y el saber que su sueño de vivir como reina ya no sería, la enloqueció. Nadie quería contratarla, nadie le daba trabajo, al menos uno decente dónde le pagarán lo justo, y como Valeria no sabía hacer nada más que usar sus encantos para embobar a los hombres, intentó por ahí, pero los hombres a los que se acercaba con el fin de conseguir "ayuda", misteriosamente se alejaban como si de una peste se tratase. Eso fue obra de Zulia, quién seguía sus pasos y al  darse cuenta de sus intenciones, amenazaba a los tipos con acabarlos tanto económicamente; como en lo personal, pues algunos de ellos eran casados y tenían familia, así los obligaba a alejarse.

Valeria no pudo soportar volver a la pobreza, fue entonces que recurrió a la única persona que sabía bien, no se negaría a ayudarla, porque ese alguien tiene un gran corazón; por supuesto, hablo de Damián. Sí, lo llamó él.

Esa llamada de auxilio que le hizo, fue la causante de mi desgracia. 

Esa llamada causó un caos entre Kira y él, también abrió las puertas de la desconfianza, después de esa maldita llamada, mi corazón se rompió y todas mis ilusiones murieron.

Un par de días después de esa llamada, mi mundo se desplomó. Mi corazón ennegreció y mi alma se quebró convirtiéndome en un ser inerte. Ese día mi Juan, perdió la vida a causa de esa maldita mujer.

«Maldita, mil veces maldita seas Valeria Garcés». Pienso mientras mis ojos se humedecen.

¿Siento pena por ella?

No, ni la más mínima.

«¡Qué se joda la perra, psicópata, asesina de mierda!».

Limpio las lágrimas que no pude contener, mis recuerdos reviven y mi dolor renace quebrándome en un segundo. Mis manos cubren mi rostro porque mi llanto se hace más fuerte. Pronuncio su nombre un par de veces, antes de sentir una mano posicionarse en mi hombro, no tengo que verlo para saber de quién se trata, giro un poco y levanto mis ojos rojos para encontrarme con sus ojos negros que me miran con tristeza. Me levanto para lanzarme a sus brazos y refugiarme en su pecho cálido, sus brazos me rodean y me aprietan con fuerza logrando que sienta esa paz, que ahora necesito.

—Tranquila, estoy aquí.

—Gracias. —digo después de desahogar mi llanto.

—Lloras por él ¿Verdad? —cuestiona, yo asiento con mi cabeza.

—Lo siento. Yo, recordé cosas dolorosas y... —intento excusarme para evitar que se enoje.

—Está bien. Entiendo que es difícil superar una muerte. —me separo y lo miro con curiosidad.

—¿Perdiste a alguien?.

—Si. Aún no lo supero tampoco, por eso te entiendo. —confiesa, sus ojos empiezan a tornarse rojos y ahora mi parte chismosa se enciende, pero no me atrevo a preguntar.

—Juan, llegó en un momento de mi vida en el que estaba rota, dolida y pérdida, él... Me ayudó a superarlo. —hablo, creo que si quiero respuestas, él también debe tenerlas.

»Juan se convirtió en alguien muy importante para mí, por eso perderlo fue muy duro, aún lo recuerdo. Él siempre va a estar en mi corazón, como un hermoso recuerdo.

Poco a poco fui contando mi historia con Juan, me sinceré y la verdad, ahora me siento más alivianada, siento que me quité un gran peso y una gran culpa.

—El tiempo hará que sanes tú corazón, pero nunca lo olvidarás. —afirma.

—No, tampoco quiero olvidarlo. Espero que no te molestes por eso.

—Claro que no, ya te dije que lo entiendo porque lo sé, tampoco la olvidaré.

—¿La amabas? —indago. Su mirada se aparta de la mía tratando de ocultar su tristeza—. ¿Puedo saber qué pasó? —insisto, él suspira, cierra sus ojos y luego toma aire.

—Ella...—carraspea—. Unos hombres entraron a la casa a robar. Ese dia yo no estaba... cuando volví, escuché sus gritos, intenté abrir la puerta con desesperación, pero la maldita, no se abría. En cuanto pude hacerlo, corrí de inmediato a su habitación y entonces la vi, estaba ahí, tirada en piso, uno de los tipos encima de ella apretando su cuello, el otro solo observaba.

»Me llené de ira y con toda la furia en mí arremetí contra él, lo golpee para apartarlo, pero ya era tarde, ella ya estaba muerta.

»En ese momento solo sentía rabia, la ira fue más fuerte que mi dolor y quise matarlo también, me fui contra él, lo golpee con tanta fuerza que mis puños sangraron, el otro tipo me apuntó con su arma al ver a su amigo casi muerto, luego uno más apareció, me golpearon dejándome inconsciente, luego huyeron.

—Su nombre, ¿Cuál era?

—Al... —suspira, cubre su boca y cierra sus ojos, al hacerlo una lágrima corre despacio—. Alma. Su nombre era Alma, era mi hija. —confiesa, hace una pausa y luego prosigue—. En realidad no lo era biológicamente, pero yo la amaba como si lo fuera. —revela con voz quebradiza y lágrimas en sus ojos.

«¿La niña estaba sola en casa?» me pregunto porque me causa curiosidad que en su relato no menciona a la madre.

—¿Y la madre?

—Ebria. Esos tipos sabían que yo no estaba en casa y que ella había tomado mucho, seguramente ya habían hecho seguimiento y aprovecharon su estado. La policía dijo que ella les abrió la puerta porque las cerraduras no fueron forzadas.

—¿Crees que fueron conocidos?

—No lo sé, no los vi porque usaban pasamontañas, pero es lo más probable. —dice, empuña sus manos con fuerza y aprieta su mandíbula dejándome ver la furia que siente.

La verdad siento un poco de temor al ver sus ojos endemoniados, nunca lo había visto así.

—¿Y ella? ¿Qué dijo? ¿Qué pasó después? —Sigo indagando. El cierra los ojos, respira hondo tratando de controlar sus emociones antes de responder.

—Las cosas no fueron iguales, aunque ella aceptó recibir ayuda e internarse en un centro de rehabilitación, nada volvió a ser lo mismo. Un tiempo después, Liliana se fue a vivir con sus padres y yo me vine para Bogotá.

—Lo siento.

Nos quedamos en silencio un rato hasta que recurdo el tatuaje.

»Camilo, ¿El tatuaje en tu espalda es...

—Es el último regalo que Alma me dio para mi cumpleaños. Lo hizo para mí.
A y C. Alma y Camilo, así lo firmó. —explicó y yo por fin comprendí.

—Gracias, por confiar en mí.

✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨

El recorrido en moto cada vez me gusta más. Villavicencio tiene un clima cálido, hace calor, por eso traje ropa... como diría mi abuela, " mostrona". Obviamente traje los shorts favoritos de Camilo, mi traje de baño y todo lo necesario para el clima.

Dos horas de recorrido y ya estamos aquí afuera de la cabaña, para mí sorpresa ya los chicos de la banda están aquí, están sentados en una piedra grande. Mario se levanta en cuanto me ve bajar de la moto, lo siguen el Mr. y Daniel.

—Hola. ¡Madrugaron! ¿Llevan rato esperando? —pregunto antes de saludarlos con un abrazo amistoso.

—No, tu siempre llegas tarde.  —dice Mario y los otros ríen.

—¡Qué mentiroso! Solo quieren hacerme quedar mal con mi novio.

Los tres miran a Camilo, especialmente Mario, prácticamente lo estudia con la mirada. Confieso que eso me hace sentir muy incómoda, y no sé por qué.

—Eh, ya conocen a Camilo. Mi novio. —mascullo intentando cambiar el momento.

—Si, lo vimos en aquella fiesta. ¿Como estás hermano? —menciona el Mr. Levanta su mano para saludarlo con un apretón, luego Daniel y por último, Mario.

Busco las llaves que refundí en mi pequeña maleta para poder abrir la puerta. Kira y Damián me las dieron porque ellos tienen un compromiso y llegarán más tarde con las niñas, así que soy la encargada de adecuar los espacios y recibir a la señora que se va a encargar de la cocina mientras nosotros disfrutamos.

Una vez Camilo guarda su moto e intento cerrar el portón, el pito de un auto me lo impide. Veo a Susi asomarse por la ventana, muy sonriente, me hace seña para que no cierre. Me hago a un lado para que sigan y acomoden el auto, luego bajan uno a uno. Tania y Sebastián bajan de la parte de atrás, Susi del copiloto y por último, Mauricio.

—Vinieron juntitos, qué sorpresa. —digo porque sé que Tania y el Mau, no se llevan nada bien.

—Ya vez, lo que una tiene que hacer por las amigas y la pareja. —replica Tania. Me saluda con un pico en la mejilla y a Camilo con una sonrisa forzada, luego sigue hacia los muchachos.

—Hola Cindy, lo siento. Mi intención no es incomodar. —dice un avergonzado Mau.

—No le hagas caso, Mau, eres bienvenido aquí. Y si lo dices por el Damián y la Kiracita, no te preocupes, ellos estuvieron de acuerdo con que vinieras, porque ahora haces parte de esta manada —Vocifero, luego volteo a ver a los chicos—. ¡Oigan, vengan acá!. —llamo a gritos y ellos se acercan—. Les presento a Mauricio, alias el Mau, según yo. Él, está saliendo con Susita, así que... denle la bienvenida.

Cada uno de los chicos se presenta con él y por supuesto, le hacen su debida advertencia sobre lastimar a Susi.

Entre charlas y bromas decidimos como acomodarnos, pues somos muchos, pero como soy lista y sé que algunas parejas querrán dormir solitos, (me incluyo). Hace dos días ordené unas tiendas de campaña, que por supuesto, ya tienen dueño: Tania y Sebastián, Daniel y Gonzalo, Camilo y yo, y la última... no estoy segura de si Susi y el Mau, la tomen, con eso de que está aprueba y nada de nada para él... igual la dejamos armadas en la parte de atrás de la cabaña, una separada de la otra, ya saben, por sí a caso hay una gritona.

Una hora después con la ayuda de todos, las habitaciones estaban listas, hay cuatro en total dentro de la casa, obviamente la habitación principal es para la pareja de esposos y la Juli. La segunda; que está al lado, es para la Meli y su amiga, Alison. La tercera; para las chicas, que estoy segura, quedará vacía, y la cuarta; para los chicos.

El asado también está en proce...

—Hola, hola. ¡Llegamos! —saluda Kira interrumpiendo mi pensar.

—Juliii, venga pa' ca, dónde su tía. —chillo emocionada, me levanto para arrebatársela a Kira de los brazos y poder comérmela a besos.

—¡Camilo!. —grita la Meli mientras corre para colgarse en el cuello de mi novio.

—Hermosa, hola. —responde él.

Las otras chicas se levantan también para consentir a la princesa bebé.

—Hola Camilo, yo también vine. —escucho decir a Alison, eso llama mi atención y la observo. La otra intrusa también corre hacia él, lo abraza y le da un beso en la mejilla.

Me quedo observando la escena y las otras aprovechan para quitarme a Juliana, la verdad es que estoy algo pasmada.

«¿Por qué Alison lo conoce?». Me cuestiono.


Buenas noches.
Capitulo de hoy. 12-05-24)
Muchas gracias por la espera, perdón por tardar.

Feliz día del las madres.

Bendiciones.

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