☀️Capítulo V☀️

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MAURICIO

La presentación fue un éxito, los inversionistas quedaron encantados con los diseños y con las modelos.

Hoy firmamos el contrato con ellos y la próxima semana tendré que viajar a su empresa para comenzar con los preparativos del lanzamiento de los diseños allá, y por supuesto las modelos deben acompañarme.

Serán dos largas semanas, pero muy importantes para nosotros.

Estoy feliz por eso y nervioso a la vez por la cena del sábado para anunciar mi compromiso con Sol, le pedí ayer hacerlo oficial ante nuestras familias. 

La verdad, es que me sentí muy mal por lo sucedido en aquella ocasión. De eso hacen cinco días, pero está presente en mi mente. Tal vez porque no hemos podido vernos, al menos no en la intimidad para poder reivindicarme.

Mao, ¿Te sientes bien? —Me senté en la orilla y bajé mi cabeza.

—Si Sol, perdóname por... Solo estoy muy cansado.

«Arderás en el infierno Mauricio por mentir»

No te preocupes por eso mi amor, entiendo que has estado bajo mucha presión, estás agotado y es completamente normal. —Se sentó a mi lado, tomó mi rostro e hizo que la mirara—. Ven, acuéstate, te haré un masaje para que te relajes y por favor, olvida por un instante el trabajo y piensa en cosas agradables. O sea, en mí —sonreí.

—Gracias, de verdad que es un gran peso, si cometo un error la compañía podría arruinarse y...

—¡Mao ya! ¿Qué te acabo de decir?. Estate tranquilo, eso no va a pasar, eres muy listo para los negocios. Relájate. —pidió e intenobedecer.

Está bien Sol.

Con las palmas de sus manos empezó a deslizarse desde abajo hasta arriba aplicando un poco de presión aunque suave. Mi conciencia me reprochó, entonces traté de no pensar más y colocar mi mente en blanco. Cerré los ojos y solo me enfoqué en sus suaves manos sobre mi espalda haciendo su masaje.

Mauricio mi amor, ¿Puedo saber que te dijo Valeria aquel día? —preguntó, no le había hablado de eso y sabía que preguntaría en algún momento.

—Quería un adelanto, debe el alquiler y lo necesitaba urgentemente.

—Ah, Tania me dijo algo de eso, pero no creí que se atrevería.

—El lunes daré la orden para que se lo den. —Apretó con fuerza mi hombro haciéndome saber que no le agradaba la idea, aún así no dijo nada. Tomó aire y se recostó sobre mi espalda.

—Eres muy lindo mi amor, comprensivo y muy noble, por eso te amo tanto.

Abrí mis ojos cortando el recuerdo, la verdad es que me sentí terrible ese día en el hotel porque desde que Sol y yo estamos juntos, esa fue la primera vez que no pude cumplirle, luego esa charla en mi departamento después del desfile, fue peor.

Al día siguiente la invité a desayunar y fue entonces que le propuse la cena para anunciar nuestro compromiso, se puso muy felíz, gritó y saltó como loca y yo me sentí feliz de verla tan contenta.

Me encanta verla sonreír.

Así es mi sol, no teme mostrar sus sentimientos, es tan dulce, cariñosa y entregada. La amo, lo sé.

No entiendo entonces qué me sucede con Valeria.

El toque de la puerta me conectó de nuevo con la realidad.

—Adelante. 

—Buenos días Mauricio —dijo Valeria al abrir la puerta de mi oficina—. Disculpa si te molesto, solo pasaba por aquí para darte las gracias e invitarte a cenar el sábado, por agradecimiento.

—Lo siento, el sábado no puedo, además no es necesario que lo hagas Valeria.

—No acepto un no por respuesta, te llamo y acordamos —Dio la vuelta y de nuevo se giró—. Pero que tonta soy, no tengo tu número. ¿Podrías...

—Mi número, claro —Saqué una tarjeta y se la di, se despidió con un beso en la mejilla después de tomarla y salió de mi oficina dejándome mucho más confundido.

Valeria, Valeria.

¿A qué estás jugando?

KIRA

Estoy emocionada y a la vez nerviosa porque por fin llegó el día, hoy es la cena de compromiso en casa de los padres de mi Mao, no sé por qué estoy tan nerviosa si ellos me conocen y podría decir que les agrado, y ellos a mí.

Mi padre ha trabajado para ellos en la empresa desde hace mucho tiempo, son amigos y desde que papá compró el 10% de las acciones cuando las colocaron en venta hace unos años por una crisis, son socios también. Entonces no sé por qué no puedo dejar de pensar que tal vez no quieran tenerme como nuera, una cosa es que salga con su hijo y otra que me case con él y sea parte de su familia.

—Hija, ya estamos listos. ¿Por qué tardas tanto? Llegaremos tarde —gritó papá desde abajo.

—Ya bajo Papi.

Me observé en el espejo una vez más antes de hacerlo. Quería verme hermosa para Mauricio y que se sintiera muy orgulloso de mí, me había probado casi todo mi closet y terminé escogiendo el vestido rojo que mi prometido me regaló para mí cumpleaños hace dos meses. Exactamente el 16 de marzo.

Bajé rápido, papá y Tania me esperaban ansiosos, tenían más prisa por llegar que yo, eso parecía. Subimos al auto y nos fuimos a la casa de los señores Macías.

En 30 minutos ya estábamos ahí,  la señora Macías nos hizo pasar a la sala de estar mientras esperábamos por Mao. Él llegó unos minutos después, dijo que había tenido un asunto que atender y por eso el retraso. Saludó a sus padres, a papá, a Tanía y luego a mí con un beso en los labios.

—Me encanta como se te ve ese vestido. —Susurro y yo me sonrojé, pero igual reí.

Aurora, la madre de Mauricio nos pidió que pasáramos al comedor, pero Mao pidió que esperáramos unos minutos más porque había invitado a Sebastián, y él vendría con su novia Wendy.

—Ya llegó por quién lloraban —Escuchamos la voz del mencionado.

Nos saludaron y luego pasamos a la mesa para cenar, mi Mao pidió que sirvieran una botella de vino para dar la noticia.

—Mamá, papá, Juan. El motivo de esta cena es porque Sol y yo tenemos algo importante que decirles —dijo mi Mao tomando mi mano.

—¿No me digas que por fin seré tía? —Intervino Zulia emocionada, las miradas se posesionaron en mí haciéndome sentir avergonzada.

—Eh, no. No es eso, tal vez más adelante Zulia —respondí sonrojada.

—¡Que pena! y yo que quería ser tía pronto, espero que apenas se casen, se pongan en la tarea. Quiero un sobrino al que mal criar y enseñarle groserías.

—Ten los tuyos propios, ya estás bastante grandecita para eso hermana.

—Nooo querido hermano, jamás te haré tío —Señaló a sus padres—, ni a ustedes abuelos, y para que no se vayan a hacer ilusiones, sepan que me operé para que eso no ocurra jamás. —Hizo enfados en el ja.

—Se desviaron del tema. No han dejado que Mauricio y mi hija digan lo que tienen que decir —Alegó papá.

—Si, hablen ya, dan muchas vueltas — Ese fue Sebas.

—Familia, Sol y yo nos casaremos —Los gritos de mi hermana y mi cuñada casi rompen los vidrios de las ventanas—. Juan, es un honor para mí pedirte la mano de Sol, prometo hacerla muy feliz.

—¡ay!, qué ridículo es eso de ¿"Pedir su mano"?  Cuando ya has tomado su cuerpo entero, especialmente estas semanas que estuvieron sin vigilancia.

—¡Zulia! —recriminó su madre, confieso que me sentí avergonzada con papá.

—Espero que sea cierto lo que dices Mauricio, mi nena merece todo. Supongo que ella ya te dijo que sí, así que solo me queda felicitarlos a los dos —dijo papá,
s

e levantó de su asiento para abrazar fuerte a Mauricio y después a mí. Tania hizo lo mismo.


—Felicidades —dijeron Wendy y Sebas.

Esperaba la misma emoción de mis suegros, pero no fue así.

—¿Y ustedes, no nos felicitan? — preguntó Mao a sus padres.

—Claro que si hijo, discúlpanos, es solo que la noticia nos tomó por sorpresa, aún son jóvenes. Dices que no la embarazaste ¿Verdad? Soy muy joven para ser abuela, hijo.

—Madre ya te dijimos que no.

Aurora se levantó y le dio un abrazo a su hijo, luego posó su mirada en mí y me sonrió.

—Bienvenida a la familia Kira —recibí un cálido abrazo de su parte.

—Gracias —respondí aliviada.

—Solo puedo decir, felicidades a los dos.  —dijo Roberto Macías después de un largo silencio.

—Y... ¿Cuándo se casan? —curioseó Tania.

—Aún no tenemos fecha, pero le dije a Sol que la escogiera —Todos me miraron.

—Lo he pensado mucho —miré a Mao—, y ya tengo una fecha, pensé que sería romántico si lo hacemos el 12 de noviembre —Mao me miró algo confundido, lo miré mal y lo señalé—.¿No me digas que no lo recuerdas?  porque te termino ahora mismo.

—Eh, bueno pues... Creo que es ... El día que...  —Sonrió picaron y levantó una ceja—. Jugamos voleibol en la playa por primera vez.

—¿Y un juego es algo romántico para ti hermanita? —preguntó mi hermana con ironía y yo reí.

—Lo fue. —Mao y yo nos miramos cómplices, Tania abrió la boca al comprender.

El 12 de noviembre fue el día que Mao y yo hicimos el amor por primera vez.  No fue fácil escabullirme de papá, habíamos ido a la playa de paseo en familia y no fue casualidad que Los Macías fueran al mismo lugar y hotel que nosotros. Mao arregló una habitación especialmente para eso, fue tan especial que aún lo tengo grabado en mi mente.

—Bien, entonces ya tenemos fecha

Mao levantó su copa y los demás lo imitamos para hacer un brindis.


La noche se pasó muy rápido, la velada fue estupenda para mi, hasta que el celular de Mao sonó y como estaba en la mesa en medio de ambos, puede ver el nombre de Valeria en la pantalla. Él lo miró y rechazó la llamada.

Eso no me gustó para nada, además; ¿Por qué ella tiene su número?

¿Por qué lo llama fuera de horario laboral?

Las dudas y los celos empezaron a invadirme, tuve que contenerme para no hacer preguntas, tampoco quería arruinar mi noche.

Al llegar a casa después de la cena familiar, subí a mi habitación un poco preocupada porque algo dentro de mí me alertaba, sabía que algo andaba mal, pero no sabía qué.  Tal vez eran los nervios del compromiso y me estaba imaginando tonterías.

—Kira, ¿Puedo pasar? —escuché la voz de mi hermana detras de la puerta.

—Si Tania, pasa. —Entró y se sentó a mi lado en la cama.

—¿Me vas a decir que sucede? Y no me mientas, te conozco y sé que pasa algo. —Me senté y decidí sacar todo lo que traía dentro.

—Es que, creo que estoy haciéndome ideas respecto a Valeria.

—¿Valeria? ¿Por qué?

—Es que ella coquetea con Mao, le pide favores, no me gusta como lo mira y... Lo llamó hoy en medio de la cena. ¿Por qué tiene su número Tania? ¿Por qué lo llama? ¿Por qué?

—¡Hey! cálmate, y sí, tienes razón, te estás haciendo ideas tontas. Valeria tiene novio y hasta donde sé, está muy enamorada de él, lo ama, me lo ha dicho.

—¿Entonces por qué coquetea con mi novio?

—Lo de coquetear tal vez lo malinterpretas, lo del favor pues, iban a correrla de su depa, es normal que pidiera un adelanto, además yo le aconsejé que lo hiciera, y la llamada, bueno ella trabaja para él, no es extraño que tenga su número —Pasó su mano por mi cabello—. Kira, no debes preocuparte. Estoy segura que las otras modelos también lo tienen, o ¿no? —Dudé en responder porque no estaba segura.

—¿Crees que estoy siendo paranoica?

—Creo que estas nerviosa —Sonrió—. Mauricio te ama, se van a casar en seis meses, te llenará de hijos, serán felices y comerán perdices bla bla bla. —Reí de solo imaginarlo—. Te aseguro hermana que Valeria está muy enamoradísima de Damián.

—¿Damián? —pregunté llena de curiosidad—. ¿Quién es él?

—Su novio, no lo conozco bien, pero lo vi una vez en su departamento, el tipo es alto, cabello negro, ojos mieles, hermosa sonrisa, divertido, en fin. Es muy, muy guapo, así que ya sácate esos  pensamientos absurdos y mejor descansa para que vayamos el fin de semana a visitar tiendas para escoger tú vestido de novia. —Sonreí emocionada al imaginar mi vestido.

—De acuerdo.

☀️☀️☀️☀️☀️

Tania y yo salimos todo el día buscando mi vestido ideal, recorrimos casi toda la ciudad y no encontré ninguno que me gustara. Me sentí un poco mal al abandonar a Mao todo un fin de semana y por eso hoy había decidido dedicarle toda la tarde, lo convencí de que saliéramos al parque de diversiones y se divirtiera un poco, trabaja mucho y a veces me preocupa que enferme por el exceso. Escogí el parque porque hay un trampolín en el que me gusta mucho saltar, desde que era niña. También porque a Mao le encantaba observarme reír y gritar como loca cada vez que me subo ahí.

Por más que le insistí a que saltara conmigo no lo logré, bueno es de entenderse, es algo infantil, pero a mi me encanta porque siento como si volara, fue divertido.

Mientras caminábamos a casa tomados de las manos le conté todo lo que hicimos mi hermana y yo buscando el vestido.

—Aún hay tiempo Sol, deberíamos pedirle a Mery que lo diseñe para ti.

—¿En serio mi amor?. —Me ilusioné.

—Por supuesto Sol. ¿Para que caminar tiendas si tienes a tu disposición a una gran diseñadora?

—Sí, pero no quería abusar y ya sabes cómo es Tania, se va a enojar en cuanto se lo diga.

—Lo sé, ella querrá recorrer contigo la ciudad entera hasta que encuentres tu vestido.

—Si, le diré que Mery lo hará.

—Pobre de Mery —Reí.

—Si, la pobre tendrá que aguantársela hasta que mi vestido esté listo.

—¡Qué calvario!

—¡Oye! —recriminé soltando una risa después. Risa que desapareció al recordar que Mao se iría en unos días —. ¿Cuántos días estarás en Medellín?

—Dos semanas —Detuve mis pasos. 

—Serán las dos semanas más largas de mi vida sin ti. Te voy a extrañar mucho mi amor —Sujetó mi rostro con ambas manos y me miró a mis ojos con ternura.

—Igual yo —Besó mis labios con suavidad—. Prometo llamarte todos los días.

—¿Línea caliente? —Carcajeó.

—Las veces que quieras. —Reí y lo abracé con fuerza.

Hola.

Muchas gracias por leer la historia.

🥰🥰🥰🥰

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