☀️Capítulo XVIII☀️

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Capítulo dedicado a: @alteza225 por seguir mi historia.  @TrishianaCroft    por todos tus comentarios en cada capítulo. Gracias.

****************************

KIRA

El molesto sonido de la alarma de mi celular iba a hacer que mi cabeza explotara, tomé el aparato para detener el escándaloso e insoportable ruido y aproveché para mirar la hora: 9:00 a.m.

Respiré con alivio al saber que no era tan tarde y llegaría a tiempo para tomar mi vuelo. Me di la vuelta y fue entonces que me espanté, pegué un brinco al ver al hombre dormido boca abajo, su espalda estaba descubierta y tenía la almohada sobre su cabeza. Tragué en seco cuando imágenes de nosotros pasaron por mi mente; yo quitando mi blusa, él besándome y lanzándome sobre la cama, luego el momento en que quitó mi pantalón. Mi corazón se aceleró de la angustia y mis lágrimas salieron por el remordimiento y arrepentimiento, no podía creer ni aceptar que me hubiera acostado con él.  Me levanté de la cama despacio para irme y no tener que mirarlo a los ojos cuando despertara, me moriría de vergüenza. Noté que traía mi blusa puesta, pero no mi brasier ni mi pantalón. Solo recogí mi pantalón y me lo coloqué lo más rápido que pude y giré despacio el pomo de la puerta para no hacer ruido y él no...

—¿Huyendo de nuevo? —Me quedé como estatua al escuchar su voz, no pude mover ni un solo músculo para salir corriendo de aquí.

—Eh, no, claro que no. Yo iba a... —Mi voz se quebró.

—No mientas, ibas a huir de mí, como huyes de todo.

—Eso, no es cierto, no huyo.

—¿Ah no? Pues yo recuerdo bien que huías cuando nos vimos por primera vez en el hotel, huías de tu dolor cuando quisiste lanzarte a ese camión, huías anoche, huías hace un momento y huirás a otro país en unas horas para no ver a tu ex feliz de la vida con otra mujer mientras tú te consumes por dentro  —Dejé salir unas lágrimas al escucharlo, tenía razón, iba a huir porque no quería ver a Mauricio con Valeria— ¿No vas a decir nada?.

—No quiero hablar de eso y menos contigo.

—Bien, entonces hablemos de lo que pasó anoche y te agradecería mucho que lo hicieras mirándome.

Solté el pomo de la puerta, saqué valor y me di la vuelta para quedar frente a frente y hacer lo que pidió. Mirarlo.

—¿Arrepentida? ¿Por eso lloras? —No respondí y agaché mi mirada, intenté ser fuerte, pero las estúpidas lágrimas no dejaban de salir—. No tienes por qué llorar, tampoco tienes nada de que preocuparte, o más bien, nada de que arrepentirte, Kira. —Levanté mi mirada confundida.

—No te entiendo. —dije confundida.

—No pasó nada.

—¿Cómo? ¿No nos... —Rio.

—Mirate, ni siquiera puedes decirlo —Se cruzó de brazos. —Siento mucho desilusionarte Kira, pero no hicimos nada ¿En serio no lo recuerdas? ¿Qué tanto bebiste?. —El tono de su voz cambió.

—Recuerdo que me desnúdaste, pero no como me coloqué mi blusa —respondí avergonzada, el idiota se burló y lo miré enojada, entonces noté el rasguño a un lado de su cuello.

—¿Yo, te... hice eso? —Se tocó el cuello y volvió a reír.

—Si, estabas salvaje y deseosa  —Levantó una ceja y sonrío de lado. Cubrí mi rostro con mis manos y le di la espalda de nuevo. Escuché su risa y sus pasos acercándose—. Muy salvaje  —susurró cerca de mi oído—. Hasta, que se te ocurrió la brillante idea de llamarme "Mao" —Abrí mis ojos y me voltee—. No es nada grato que estés en el mejor momento de un encuentro íntimo y escuchar que la otra persona te llame por el nombre de su ex, no una; sino dos veces, eso definitivamente —Levantó su dedo y lo fue bajando despacio—. Mata las ganas.

Si antes estaba avergonzada, ahora quería que la tierra me tragara y me escupiera en estados unidos de una vez.  Hice memoria y... Si, lo hice. Lo llamé Mao dos veces.

Bajé mi mirada de nuevo por la vergüenza que sentía y entonces vagos recuerdos vinieron a mí.

No, no me llames así, Gansita.

—Tú... ¿Me llamaste Gansita? —pregunté viéndolo a los ojos.

—¡No! —respondió borrando su sonrisa de burla.

—Si lo hiciste, lo acabo de recordar, es más. Eso... —señalé el rasguño—, te lo hice por eso —Coloqué mis manos como jarra y lo miré muy sería.

—Esto me lo hiciste porque no quise seguir con nuestra, demostración —respondió.

—¡Mentira!.

Nos miramos fijamente el uno al otro por unos segundos hasta que ya no pudimos aguantar la risa. No podíamos parar de reír. Teníamos una discusión ridícula.

«Lo siento, perdón por... eso —dije mientras sobaba mi abdomen porque ya me dolía por reír tanto.

—¿Por cuál de las dos? —preguntó riendo.

—Por ambos.

—Disculpada, aunque soy yo el que te debe una disculpa por como me he comportado estos días contigo. Lo siento, también por ambos —Reí.

—Disculpado, no hay rencores. Entiendo que necesitabas sacar todo tu enojo y yo era el mejor saco de boxeo siendo la intrusa. —Sonrío.

—Perdóname, a veces no mido mis actos, ni las palabras. Empecemos de nuevo, si quieres claro —Extendió su mano—. Soy Damián Díaz —Hice que lo pensaba y luego sonreí tomando su mano.

—Kira Duarte, un gusto en conocerte Damián.

—Ah, y la blusa te la coloqué cuando te quedaste dormida después de enterrarme tus largas y afiladas uñas, deberías cortarlas.

—Pues, gracias, pero lo de las uñas, ni en tus sueños.

El toque de la puerta me hizo soltar su mano.

—Hola muchacho, soy Rebeca —Exhalé aliviada y abrí la puerta—. Buenos días, vine avisarles que el desayuno está listo.

—Gracias —dijimos.

—Tranquilos muchachos, no se preocupen que sus amigas están dormidas y no saben que están aquí —Nos guiñó un ojo—, y el otro muchacho se fue anoche.

—¿Cómo que se fue? —preguntó Damián.

—Subió a las muchachas a la habitación porque ya no podían estar de pie y luego se fue —Damián y yo nos miramos.

—Bueno, los espero abajo, iré a despertar a las muchachas, ah, en el baño hay cepillos y crema dental.—dijo y se marchó.

Damián tomó su teléfono que estaba debajo de la almohada y marcó.

—Gonzalo ¿Dónde estás? ¿Cómo te largas así? —Hubo silencio unos segundos— ¿Qué? ¿Daniel? Ok, nos vemos allá —colgó.

—¿Qué dijo? —pregunté, quería saber si algo había ocurrido con Gonzalo.

—Que está bien, que se fue con un tal Daniel y que nos ve en el depa.

—Anoche lo vi hablar con un hombre, tal vez era Daniel. —comenté.

—Bueno, bajemos antes que Cindy sepa que dormimos juntos y empiece con la interrogación. —Asentí avergonzada por como sonó eso. 

Diez minutos después aparecieron Cindy y Tania con unas caras de culo, se veían fatal.

"Si que tomaron esas dos"

La señora Rebeca nos sirvió caldo de pollo, dijo que era bueno para el guayabo y luego nos dio unas pastillas para el dolor de cabeza.

—Muchachos, aquí tienen la paga de esta semana. Quiero agradecerles por tan excelente trabajo —Damián recibió el dinero.

—Señor, esto es más de lo que acordamos. —dijo él.

—Bueno, hice un trato con su manager y eso incluía el 10 por ciento más de la paga.

—¿Nuestro Manager? —preguntó Cindy.

—Si, es muy buena para negociar —dijo mirando a Tania y nosotros la miramos también—. Les consiguió también un trato con el dueño de un club muy importante en Bogotá, y no solo eso, consiguió que les pagara el 10 por ciento más de lo que yo les di. Felicidades por eso, Tendrán dos semanas muy ocupadas.

—Gracias señor Maldonado, me evitó tener que contarles —agradeció Tania.

☀️☀️☀️☀️☀️☀️

En el camino hacia el hotel Tania les explicó sobre el nuevo trabajo en Bogotá, después, nos habló sobre los chicos con los que estaban anoche y la golpiza que Cindy le dio a uno de ellos porque se quiso propasar con ella. Hablaba y hablaba hasta que...

—¿Qué es eso que tienes en el cuello? —Cindy abrió los ojos mientras señalaba el rasguño, luego los apretó casi cerrandolos. Mi pobre corazón latió rápido del susto—. ¿Estabas cogiéndo anoche?, y yo toda preocupada por ti buscándote y tú, te revolcabas al parecer con una gata de garras bien largas. —Él solo rió y yo miré a otro lado avergonzada.

—¿En que momento conseguiste con quién fornicar si no te moviste de la mesa para nada? —preguntó Tania.

—Dejen ser chismosas. Ni me revolqué con una gata, ni conseguí a nadie. Solo me rasguñé con un clavo que estaba en la puerta del baño.

—Ajá. Y yo me chupo el dedo. Todo bien Pinki, no me cuentes de la Gata esa, pero yo si voy contar algo. Imagínense niñas que aquí el Damiancito, cuando tenía diez años tenía unos di...

—¡Cindy! si abres la boca le diré a Gonzalo que fuiste tú quien le dijo a Rodrigo, que él se había acostado con una mujer la noche anterior a su cita y por eso no volvió a buscarlo.

—Ok, ok me callo, pero tú sabes que Rodrigo no le convenía, era un imbécil, puto y patán de mierda. —Se defendió.

—Eso no lo discuto, pero sabes que se enojará si se entera lo que hiciste para alejarlo de él —Cruzó sus brazos resignada. 

Eso me hizo sentir curiosidad, Cindy y Damián se conocen desde niños. No sé mucho de ellos, solo lo poco que me ha contado ella y lo que he visto por mí misma.

—Llegamos —dijo mi hermana.

Al bajar de la carcacha, vimos a Gonzalo esperarnos afuera muy sonriente.

«Se nota que tuvo una gran noche»

—Ni creas que te vas a salvar del interrogatorio, así que eche pa dentro, que tienes muchas cosas que explicar. —Lo regañó Cindy.

—Chicos, nosotras nos vamos al hotel, tengo que recoger mis cosas para irme en... —Miré mi reloj—, 20 minutos al aeropuerto. Muchas gracias por todo y... Los voy a extrañar.

—Yo también te extrañaré Kiracita bonita, no te olvides de nosotros ahora que estés en Gringolandia.

—De mí tampoco eh, escríbeme cuando quieras —dijo Gonzalo dándome un abrazo—. Buen viaje Kira. Cuando tengas tiempo me enseñas un poco de inglés.

—Claro, con gusto lo haré. Adiós y de nuevo gracias. Me encantó haberlos conocido.

Al separarme de Gonzalo, Cindy me abrazó fuerte de nuevo.

—Qué tengas un buen viaje Kiracita, ligate un gringo y me traes uno cuando vengas de vacaciones —Reí. Cindy siempre sale con sus cosas.

—Buen viaje. —dijo Damián y entró al  conjunto residencial.

Nosotras nos fuimos al hotel, recogí lo poco que me faltaba muy rápido y una vez estuvo todo listo le hice una video llamada a papá para despedirme. Mi vuelo salía directo desde Medellín y aunque ya me había despedido de papá en Bogotá, quería hacerlo una vez más.

—Papi, ya es hora.

Lo sé nena y esperaba tu llamada. Voy a extrañarte muchísimo.

—Y yo a ti papi. Te amo.

Yo te amo más. Cuídate mucho, recuerda que si cambias de opinión y quieres regresar no te preocupes por la beca, solo hazlo. Acá veremos qué hacer. ¿Bueno?

Ok, papi. Ya me tengo que ir. Adiós y besitos —Colgué la video llamada.

Bajamos las maletas y las subimos al taxi que nos esperaba, escuché los gritos de Cindy que venía corriendo y detrás de ella venían Gonzalo y Damián. Le pedí al conductor que esperara un momento, abrí la puerta y bajé.

—Casi que no las alcanzo —dijo ella agitada—. Quería darte esto Kira, es un amuleto protector, la abuela me lo dio para que cuando viajara, estuviera protegida y quiero que te proteja en tu viaje —Su noble gesto me hizo sentir empatía.

—Cindy gracias, pero no lo puedo aceptar, tu abuela te lo dio y...

—Y nada, lo aceptas o si no me ofendo.

—Ok, ok. Muchas Gracias. —Lo tomé y me lo coloqué.

—Adiós Kira, yo no traje amuleto, pero te daré otro abrazo —dijo Gonzalo. Reí y lo recibí gustosa.

Cindy golpeó a Damián en el hombro y lo empujó un poco hacia mí.

—Adiós Damián, gracias por venir a despedirte —dije con un poco de vergüenza.

—No hay de que, ten buen viaje Kira .

—Hombe, dale un abrazo por lo menos. —ordenó Cindy, él se acercó despacio, parecía dudar si hacerlo o no, pero me sorprendí cuando lo hizo.

Mi corazón se empezó a acelerar y una extraña sensación recorrió todo mi cuerpo.  Recordé que fue exactamente lo mismo que sentí aquella vez cuando vi por primera vez a Mao.

—Tomate tu tiempo para sanar, pero no tardes " Gata" —susurró en mi oído haciéndome sentir confundida.

☀️☀️☀️☀️☀️☀️☀️

Aquí estaba yo, ya en el avión.

«Llevo cuatro horas de viaje y ya los extraño a todos»

No dejaba de pensar en papá, el pobre debía estar muy triste por mi partida, esta era la primera vez que nos esperábamos por tanto tiempo desde que mamá murió. Gracias a Dios Tania ya está con él y eso me reconfortaba un poco.

Observé el amuleto que Cindy me dio y la nostalgia vino a mí, la iba a extrañar. Sonreí al recordar todas las barbaridades que dijo de papá y pensé en si era de verdad o de broma, con ella nunca se sabe.

Metí mis manos en los bolsillos de mi chaqueta al sentir un poco de frío para calentarlas, fruncí mi ceño al sentir algo, lo saqué y vi que era una hoja doblada en cuatro partes.

«¿Cómo llego esto ahí?»

La abrí con curiosidad, no reconocía la letra, pero en cuanto leí el encabezado supe de quién era.

Tenemos una demostración pendiente "Gata"

Lo siento, lo siento por desilusionarlos.

Pero ambos necesitan recuperarse para poder dar todo lo que tienen.

Gracias por leer.

Besitos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro