Capítulo 20: la mariposa que salio de una torpe oruga parte 2

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Hola a todo aquel que lea esto, pequeña nota antes de comenzar.

Si notan una gran diferencia entre mi manera de escribir en los capítulos anteriores y este.

Es por que tuve ayuda para redactar de manera más limpia este capítulo, espero que les guste.

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Un suave sonido, apenas perceptible en la mayoría de las situaciones, se convirtió en el catalizador que despertó a una rubia. A medida que entreabría sus ojos, una cascada de recuerdos inundaba su mente, todos ellos tejidos con los momentos compartidos junto a su hermana Lori. Sin embargo, cada uno de esos recuerdos parecía teñido por una sombra, una sensación incómoda de que algo no estaba bien, pero optó por ignorar.

Al incorporarse, tratando de orientarse en la nebulosa de sus pensamientos, notó que no llevaba el pijama, sino su característico vestido de una sola pieza verde menta. La confusión nublaba su mente, dificultando su capacidad para despertar por completo, mientras el persistente sonido seguía llamando su atención, como si intentara penetrar en su conciencia.

Leni: Agua... (murmuró) 

Pero una nueva sensación, esta vez física, la distrajo.

 "Sed", acompañada de una sequedad en la garganta que la impulsó a abandonar su cómoda cama en busca de un vaso de agua.

Mientras se encaminaba hacia la cocina, la rubia noto la oscuridad que envolvía su hogar, similar a una noche sin luna ni estrellas, como una noche de tormenta. Sin embargo, optó por pasar por alto estas señales, concentrada únicamente en satisfacer su sed.

Una vez en la cocina, con un vaso en la mano, Leni notó otra anomalía: el silencio. Era un silencio que parecía antinatural en una casa que normalmente rebosaba de actividad y bullicio. Sin embargo, atribuyó esta inusual situacion al hecho de que realmente era muy tarde en la noche, dande se cuenta de que el único sonido presente era aquel misterioso golpeteo que ahora se había vuelto imposible de ignorar.

...

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Después de unos minutos explorando su casa en busca del origen de aquel sonido persistente, y sin éxito alguno, Leni finalmente se decidió a buscar en el único lugar al que no quería enfrentarse "el sótano". Aunque no tanto por su oscuridad, sino por el temor a encontrarse con una araña en algún rincón.

Pero, a pesar de sus nervios, se encontraba frente a la puerta, tratando de tranquilizarse con la idea de que su padre había solucionado ese problema en su hogar. 

Leni: Tranquila, papá mandó a fumigar toda la casa.

Se dijo en un intento por calmar sus propios nervios antes de girar el picaporte.

Reuniendo toda la valentía que pudo, y asegurando la puerta para tener una vía de escape, si fuera necesario, Leni descendió lentamente las escaleras hacia la penumbra del sótano. A cada paso que daba, la oscuridad se volvía más densa, envolviéndola como un manto ominoso. Sin embargo, esta sensación no la atemorizaba lo suficiente como para hacerla retroceder.

Pronto llegó al pie de las escaleras, encontrándose en el interior del sótano, pero el misterioso sonido aún persistía. Con determinación, buscó el interruptor de luz, aunque al encenderlo, la oscuridad no desapareció por completo.

Sin embargo, Leni ignoró la penumbra y se concentró en descubrir la fuente del sonido. Se vio atraída hacia una rejilla de ventilación, desde donde parecía emanar el misterioso golpeto. Esta descubrimiento la intimidó un poco, temiendo encontrar algún roedor o incluso una araña de gran tamaño.

Pensamientos de miedo la asaltaron, pero un sentimiento de curiosidad la detuvo. ¿Qué había dentro de esa pequeño lugar? Leni decidió enfrentar sus temores y abrió la rendija, revelando una caja escondida en aquel lugar olvidado y frío.

Al intentar tocarla, la caja se movió repentinamente, haciendo que Leni la retrosediera y cayera sobre sus pies. El ruido continuó, como si algo dentro estuviera intentando liberarse. Con un sobresalto, Leni consideró la posibilidad de que una de las mascotas de Lana estuviera atrapada dentro.

Y sin pensarlo dos veces, abrió la caja y un conejo blanco saltó fuera de ella, sorprendiéndola. Leni, aún aturdida, se recompuso y trató de calmar al pequeño animal que la había asustado.

Leni se inclinó hacia adelante, con curiosidad y ternura, mientras dirigía su pregunta al pequeño ser peludo que había emergido de la caja. Estaba a punto de acercarse para tomarlo en sus brazos cuando el conejo, en un movimiento rápido, esquivó su intento y se precipitó hacia la salida del sótano. Sin detenerse a reflexionar sobre sus acciones, Leni se lanzó en su persecución, movida por una fuerza inexplicable que la impulsaba a seguir al intrépido conejito lo más rápido que sus piernas le permitían.

...

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Después de una frenética carrera a través de su casa, dejando un rastro de caos y destrucción a su paso, era sorprendía de que ninguno de los integrantes de su familia se hubiera despertado. Sin embargo, para Leni su única preocupación era atrapar al escurridizo conejo que parecía elusivo a todos sus intentos.

A pesar de todos sus esfuerzos, siempre se quedaba a un paso de atraparlo, y en un intento desesperado, se lanzó en un salto hacia él. En ese momento, el conejo se detuvo, permitiendo que Leni lo sobrevolara y se estrellara contra las sillas del comedor.

Aturdida por el impacto, Leni se levantó con dificultad, sintiendo el dolor que el choque había infligido a su cuerpo, debilitandolo. Aun así, no estaba dispuesta a renunciar, y siguió al conejo, quien parecía esperarla pacientemente.

 A pesar de sus tropiezos y la debilidad que sentía, Leni continuó su seguimiento al conejo, quien deliberadamente parecía ralentizar su paso, como si quisiera que ella lo siguiera.

Finalmente, llegaron al segundo piso de la casa, donde las puertas de las habitaciones de sus hermanas estaban cerradas. Sin embargo, eso no detuvo a Leni, quien escudriñó cada rincón del pasillo en busca del conejo.

Lo vio al final del pasillo, entrando por una puerta entreabierta que se cerró tras él. Con esfuerzo, Leni se acercó a la puerta, pero una voz desconocida la detuvo en seco.

 ¿?: Hola chicos, disculpen, no los había visto.

se escuchó desde el otro lado de la puerta, la voz parecía apagada y cargada de tristeza, lo cual afectó a Leni de manera inexplicable.

¿?: Se preguntarán qué ha pasado en los últimos meses. Pues les contaré cómo ha cambiado mi vida.

Se nota un ligero tono de resentimiento en la voz.

¿?: Verán, después del asunto del protocolo, pensé que las cosas se estaban arreglando con mis hermanas, pero en algún momento creo que volví a hacerlas enojar.

Hablaba, pero con cada palabra se notaba su esfuerzo por contener las lágrimas.

¿?: Y se preguntarán, ¿#$%@#$% que hiciste para molestarlas?

Pero el intento fue en vano, ya que pronto su voz se quebró bajo el peso del llanto.

¿?: No lo sé, simplemente dejé de existir para ellas.

La voz continuaba revelando su historia de soledad y dolor. Leni se sintió cada vez más angustiada mientras escuchaba, y sin darse cuenta, intentaba abrir la puerta con las últimas reservas de energía que le quedaban.

¿?: P-por favor, no me olviden... Yo sigo aquí. 

Fue lo último que escuchó antes de que todo se volviera negro a su alrededor, y la voz se desvaneciera en el abismo de su conciencia.

...

...

...

Despertó por segunda vez, con la cabeza adolorida y el cuerpo entumecido. Pero a pesar de las molestias físicas, se levantó de la cama y notó que no llevaba su pijama habitual, sino su característico vestido verde menta, señal de que se avia quedado dormida.

Sin embargo, su estado emocional estaba por los suelos. Sentía un vacío, una sensación de pérdida que la acompañaba desde que abrió los ojos. Y los siguientes días solo servirían para reafirmar esa sensación, pero a pesar de todo, se obligó a levantarse.

Con un bostezo, Leni se puso en pie y se encaminó hacia su tocador en busca de su teléfono, con la esperanza de recordar sus sueños. Sin embargo, sus esfuerzos fueron en vano. Solo lograba recordar imágenes incompletas e inconexas, como piezas de un rompecabezas que se resistían a encajar.

Finalmente, encontró su teléfono y estaba a punto de revisar sus notificaciones cuando su reflejo en el espejo captó su atención. Su maquillaje estaba corrido, testigo silencioso de las lágrimas derramadas la noche anterior. Con un suspiro, tomó una toallita húmeda y limpió su rostro.

Sin embargo, la falta de ánimo la llevó a renunciar a su rutina habitual de maquillaje. Se conformó con arreglar su cabello con el mínimo esfuerzo posible, dejando su apariencia habitual entregada al azar. Con la mente llena de confusión, salió de su habitación, consciente de que pronto sería hora de ir a trabajar.

...

...

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Fiona, una chica castaña con genuina preocupación, se dirigió a Leni, notando su actitud diferente en los últimos días. La rubia parecía apagada, su sonrisa característica había desaparecido, y este cambio no había pasado desapercibido para varios de sus amigos. Sin embargo, Fiona fue la única que decidió abordar el tema.

Ambas se estaban preparando para regresar a casa después de un día de trabajo en reininger's. Fiona no pudo seguir ignorando la situación de su amiga.

 Fiona: ¿Estás bien, Leni?.

 Preguntó con delicadeza.

Leni, rápidamente, respondió con una excusa sobre su falta de sueño, aunque sabía que no era completamente cierto. No quería preocupar a su amiga con la verdad completa.

Pero Fiona no se dejó engañar tan fácilmente. Insistió en que Leni le dijera la verdad.

Leni, un poco molesta por ser presionada, repitió su excusa, pero esta vez con un tono más firme.

Sin decir una palabra más, Fiona tomó a Leni del brazo y la arrastró hacia algún lugar sin darle oportunidad de protestar.

 Leni: Espera, Fiona, ¿adónde me llevas?

Preguntó la rubia, sintiéndose un poco insegura por las acciones de su amiga.

Fiona: A mi casa.

Respondió la castaña decidida, y agrago.

Fiona: Avísale a tus padres que dormirás conmigo esta noche.

Con esta declaración, Fiona dejó en claro que no estaba dispuesta a aceptar un "no" por respuesta y se aseguró de que Leni no pudiera negarse a recibir su apoyo esa noche.

...

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La tarde caía suavemente sobre la habitación de Fiona, donde dos amigas, Fiona y Leni, se encontraban sentadas en el suelo junto a la cama, con la luz suave filtrándose por la ventana. Fiona notó la expresión cansada en el rostro de Leni, que parecía perdida en sus pensamientos.

Fiona: (con preocupación) Leni, ¿estás bien? Te ves un poco cansada.

Leni: (tratando de disimular) Sí, estoy bien, solo un poco agotada. No dormí muy bien anoche, eso es todo.

La castaña frunció el ceño, sabiendo que había algo más detrás de la respuesta de su amiga. Leni siempre había sido franca con ella, y la falta de transparencia la preocupaba.

Fiona: (insistiendo) ¿Estás segura de que no hay nada más? Te conozco lo suficiente como para saber cuando algo te está molestando.

La rubia vaciló por un momento, sintiéndose incómoda al revelar la verdad sobre sus sueños.

La mayor observó a Leni con atención, percibiendo la vacilación en su voz.

Fiona: (con tono comprensivo) Leni, sabes que puedes confiar en mí. Si algo te está molestando, puedes contármelo. Estoy aquí para ti.

Leni se mordió el labio inferior, indecisa sobre si debería abrirse completamente con su amiga.

Fiona: (con ternura) Leni, sabes que puedes confiar en mí, ¿verdad? No tienes que enfrentar esto sola. Cuéntame más sobre tus sueños, tal vez pueda ayudarte a entenderlos mejor.

La chica Loud vaciló por un momento, pero ante la mirada comprensiva de Fiona, decidió abrirse completamente.

Leni: (con cierta angustia) Es solo que... estos sueños son extraños. Veo un pequeño animal y escucho una voz, pero... no puedo recordar los detalles con claridad cuando despierto.

Fiona escuchó en silencio, asimilando lo dicho por  su amiga mas cercana. Sabía que era importante para Leni compartir sus preocupaciones, y se comprometió a estar a su lado en este difícil momento.

Fiona: (con determinación) Estoy aquí para ti, Leni. Juntas encontraremos una forma de enfrentar estos sueños y superarlos. No tienes que luchar sola contra ellos.

Leni asintió con gratitud, sintiendo un peso levantarse de sus hombros al compartir su carga con su amiga. Con Fiona a su lado, sabía que podría enfrentar cualquier desafío.

Pronto la tarde se volvio noche en la habitación de Fiona, donde Leni se encontraba sentada en el borde de la cama, con una expresión preocupada en su rostro. Fiona se acercó con una taza de té caliente en la mano, ofreciéndosela a Leni con una sonrisa reconfortante.

Fiona: (suavemente) Aquí tienes, Leni. Tal vez te ayude a relajarte un poco.

La rubia aceptó la taza de té con gratitud, sosteniéndola entre sus manos temblorosas. La calidez del líquido reconfortante le ayudó a relajarse un poco, y se volteó para mirar a Fiona con una mirada agradecida.

Leni: Gracias, Fiona. Realmente lo necesitaba.

Fiona se sentó a su lado, colocando una mano reconfortante sobre el hombro de Leni.

Fiona: No hay de qué preocuparse, Leni. Estoy aquí para ayudarte en lo que necesites. Ahora, ¿te gustaría intentar recordar más detalles de tu sueño?

Leni asintió con cautela, sintiendo un nudo en la garganta al enfrentarse a la idea de revivir sus sueños perturbadores.

Leni: Está bien, supongo que puedo intentarlo.

Fiona le sonrió con aliento, alentándola a tomar su tiempo y avanzar a su propio ritmo.

Fiona: No te preocupes, Leni. Solo tómate tu tiempo. ¿Qué es lo último que recuerdas de tu sueño?

Leni frunció el ceño, tratando de concentrarse en los fragmentos de recuerdos borrosos que flotaban en su mente.

Leni: Recuerdo... un pequeño animal. Parecía... asustado. Y luego, una voz. Una voz que era... desconocida pero al mismo tiempo... muy familiar.

Fiona asintió, alentándola a seguir adelante.

Fiona: ¿Qué tipo de animal era? ¿Y qué decía esa voz?

Leni cerró los ojos, tratando de visualizar más claramente los detalles de su sueño.

Leni: Era un conejo, creo. Un conejo blanco. Y la voz... decía algo, pero no puedo recordar exactamente qué era. Era como si estuviera tratando de decirme algo importante, pero se desvanecía antes de que pudiera entenderlo.

Fiona apretó suavemente la mano de Leni, brindándole apoyo mientras luchaba por recordar.

Fiona: Está bien, Leni. Has progresado mucho. Tómate tu tiempo y trata de recordar más detalles. Estoy aquí para ayudarte en cada paso del camino.

Leni asintió con determinación, decidida a desentrañar los misterios de sus sueños perturbadores con la ayuda de su amiga Fiona. Juntas, estaban determinadas a enfrentar los desafíos que les deparaba el camino.

...

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Leni se encontraba sentada en el suelo de la habitación de Fiona, con los ojos cerrados y las manos apoyadas en su regazo, mientras Fiona estaba a su lado, ofreciendo su apoyo. Decidieron trabajar juntas para ayudar a Leni a recordar más claramente los detalles de sus sueños.

Fiona colocó una mano reconfortante sobre el hombro de Leni, transmitiéndole su apoyo silencioso. La rubia respiró profundamente, intentando bloquear cualquier distracción externa y enfocarse en los fragmentos de recuerdos que flotaban en su mente.

Fiona: (con suavidad) Estoy aquí para ti, Leni. Tómate tu tiempo y concéntrate en lo que recuerdas. Estoy aquí para ayudarte a reconstruir cada detalle.

La mas pequeña de las asintió con determinación, sintiéndose reconfortada por la presencia tranquilizadora de su amiga. Cerró los ojos nuevamente y se sumergió en sus recuerdos. Pronto, las imágenes comenzaron a emerger más claramente en su mente. 

Vio la caja de cartón oculta dentro de la ventilación, entre las sombras, y recordó el sonido tenue que emitía.

Leni: (en voz baja) Una caja... estaba escondida dentro de la ventilación...

La astaña la alentó con una sonrisa, instándola a seguir adelante.

Fiona: Sí, Leni, estás haciendo un gran trabajo. Sigue adelante, trata de visualizar cada detalle.

Leni continuó concentrándose, recordando las escaleras de madera de su casa y cómo ascendía lentamente hacia el segundo piso. Podía sentir la textura áspera de la madera bajo sus pies y escuchar el crujido suave de los escalones.

Leni: (con más seguridad) Recuerdo las escaleras de madera... subiendo hacia arriba... el crujido suave de los escalones...

Finalmente, llegó el recuerdo de la puerta al final del pasillo, entreabierta y llena de promesas y misterio.

Leni: (con determinación) Y al final del pasillo... una puerta entreabierta... que se cierra de golpe inpidiendome ver que hay dentro.

Leni frunció el ceño mientras recordaba.

Leni: Además, del otro lado de la puerta... se escuchaba una voz. Una voz desconocida pero... al mismo tiempo... familiar.

Fiona asintió, emocionada por el progreso de su amiga.

Fiona: Estás haciendo un gran trabajo, Leni. Estamos más cerca de descubrir la verdad.

Fiona observaba a Leni con atención mientras la animaba a concentrarse en el recuerdo de la voz que escuchó al otro lado de la puerta en su sueño. Leni cerró los ojos nuevamente, tratando de recuperar esa sensación, mientras Fiona le proporcionaba un ambiente tranquilo y de apoyo.

Fiona: Bien, Leni. Intenta traer de vuelta el sonido de esa voz. Escúchala en tu mente, intenta recordar cada inflexión, cada palabra.

Leni inhaló profundamente, dejando que los recuerdos fluyeran libremente. Pronto, la voz comenzó a tomar forma en su mente, resonando suavemente en su interior. Una extraña combinación de desconocido y familiar llenó su cabeza, haciendo que sus ojos se humedecieran con lágrimas sin razón aparente.

Leni: (con voz temblorosa) Es... es como si la hubiera escuchado antes... pero... pero no puedo recordar de dónde... ¿por qué me hace sentir así?

Las lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas mientras luchaba por comprender la conexión con esa voz. 

Fiona se acercó rápidamente, envolviendo a Leni en un abrazo reconfortante.

Fiona: Shhh, está bien, Leni. A veces, las emociones son difíciles de entender, pero estamos aquí juntas. Puede que no comprendamos todo ahora, pero lo descubriremos juntas.

Leni se aferró a Fiona, dejando que las lágrimas fluyeran libremente mientras intentaba procesar las complejas emociones que surgían de su recuerdo.

A pesar de la confusión, sintió un profundo agradecimiento por tener a Fiona a su lado, apoyándola en cada paso del camino.

...

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...

Leni y Fiona estaban sentadas en la habitación de Fiona, repasando los recuerdos de Leni sobre la misteriosa voz que había escuchado en su sueño. 

Mientras intentaban entender el significado detrás de esa voz, de repente, una sensación de urgencia abrumó a Leni.

De repente, en su mente, resonó la voz una vez más, más clara y definida que antes.

¿?: Por favor, no me olviden... todavía estoy aquí...

La rubia se sobresaltó ante la claridad de la voz en su mente. Sus ojos se abrieron de par en par mientras miraba a Fiona con una expresión de preocupación.

Leni: Fiona, debo ir a casa. ¡Ahora mismo!

La castaña frunció el ceño, sorprendida por la urgencia en la voz de Leni. Se levantó rápidamente, preocupada por su amiga.

Fiona: ¿Qué pasa, Leni? ¿Qué está pasando?

Leni se levantó de un salto, su corazón latía con fuerza en su pecho mientras luchaba por encontrar las palabras adecuadas.

Leni: No lo sé, pero algo no está bien. Tengo que ir a casa. ¡Ahora mismo!

Fiona asintió, reconociendo la seriedad en los ojos de Leni. Sin dudarlo, se puso de pie y agarró su bolso.

Fiona: Está bien, Iré contigo. No te dejaré sola.

Las dos chicas salieron apresuradamente de la habitación, la preocupación pesando en el aire mientras se dirigían hacia la casa de Leni. A medida que avanzaban, la sensación de urgencia de Leni aumentaba, llenándola de una determinación feroz por descubrir la verdad detrás de...

...

...

...

El auto de Fiona se detuvo frente a la casa de Leni con un chirrido de frenos. Leni apenas esperó a que el vehículo se detuviera por completo antes de salir corriendo hacia la puerta principal, con Fiona siguiéndola de cerca.

Fiona: ¡Espera, Leni! ¿Qué está pasando?

Leni apenas se detuvo lo suficiente como para abrir la puerta principal y entrar, con Fiona justo detrás de ella. Sin decir una palabra, Leni se dirigió directamente hacia las escaleras que conducían al sótano.

Fiona: Leni, ¿qué estás haciendo? ¿Por qué estamos yendo al sótano?

Leni no respondió, su mente estaba completamente concentrada en la caja que recordaba haber visto escondida dentro de la ventilación. Con determinación en su mirada, descendió las escaleras con Fiona siguiéndola.

Al llegar al sótano, Leni buscó frenéticamente la rejilla de ventilación que recordaba. La encontró en una esquina, apenas visible en la oscuridad. Con un movimiento rápido, retiró la rejilla y extendió la mano hacia adentro.

Fiona: Leni, espera un momento. ¿Qué estás buscando exactamente?Leni no respondió de inmediato, sus ojos se abrieron de par en par cuando sus dedos finalmente encontraron la caja de cartón escondida en la ventilación. La sacó con cuidado y la colocó en el suelo frente a ella.

Leni: ¡Aquí está! ¡La caja que vi en mi sueño!Fiona se acercó, su curiosidad evidentemente creciendo mientras observaba la caja con Leni.

Fiona: ¿Qué crees que hay dentro?

Leni: No lo sé, pero algo me dice que es importante.

Con manos temblorosas, Leni levantó la tapa de la caja, revelando su contenido. En su interior, yacía un conejo de peluche blanco, pero su apariencia causó un escalofrío en Leni. El conejo estaba roto por la mitad, con relleno de algodón esparcido por todas partes, pero a pesar de su estado deteriorado, estaba guardado con delicadeza en la caja, como si la persona que lo escondió lo tratara como un tesoro.

Leni acarició con suavidad el peluche partido, sintiendo un nudo en la garganta mientras las lágrimas llenaban sus ojos. La visión del conejo roto evocó una mezcla de tristeza y  arrepentimiento en su interior.

Fiona: Leni, ¿qué pasa?

La preocupación resonaba en la voz de Fiona mientras se acercaba a Leni, quien observaba el conejo con una expresión de desolación.

Leni: (con voz temblorosa) Es... es el conejo... en mi sueño... estaba...

Antes de que pudiera decir más, Leni se sintió abrumada por las emociónes que sentia y en un susurro apenas audible, pronunció un nombre.

Leni: Lincoln

Fiona la sostuvo con firmeza, sorprendida por este inesperado murmullo, mientras las lágrimas de Leni se desbordaban y el mundo a su alrededor se volvía borroso antes de perder el conocimiento.

...

...

...

La chica parpadeó lentamente, tratando de aclimatarse a la oscuridad que la rodeaba. Se encontraba de pie en un vasto espacio oscuro y vacío, con el suelo cubierto de agua hasta el nivel de sus tobillos. Cada paso que daba enviaba pequeñas ondas a través de la superficie tranquila, rompiendo el silencio opresivo que llenaba el lugar.

Una sensación de inquietud se apoderó de ella cuando notó que no estaba sola. Aunque no podía ver a nadie, podía sentir la presencia de alguien más, como una sombra acechando en las profundidades de la oscuridad. Un escalofrío recorrió su espalda mientras se preguntaba quién o qué podría estar observándola en la penumbra.

Decidió avanzar con cautela, su corazón latía con fuerza en su pecho mientras sus ojos buscaban en vano cualquier indicio de vida en aquel desolado paisaje. Cada movimiento estaba impregnado de una sensación de anticipación, como si en cualquier momento algo pudiera saltar de las sombras y atraparla.

A medida que avanzaba, el susurro del agua bajo sus pies se convirtió en su única compañía, el eco de sus propios pasos resonando en la vastedad del espacio vacío. Pero la sensación persistente de ser observada nunca la abandonó, sus sentidos alerta ante cualquier indicio de peligro que pudiera acechar en la oscuridad que la rodeaba.

Voz: jajajajaja

La chica, aún sumida en la oscuridad que la rodeaba, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo cuando de entre las sombras surgió una figura monstruosa. Un ser alto y esqueletico se erguía frente a ella, con ojos brillantes que destellaban con malicia en la penumbra. Su risa resonó en el vacío, un sonido cargado de burla y crueldad que envolvía a la chica en un aura de temor.

El monstruo se acercó lentamente, cada paso resonando en el suelo inundado mientras sus labios se curvaban en una sonrisa siniestra. Sus dedos largos y afilados, se alzaron en un gesto amenazador, como si estuviera disfrutando del miedo palpable que emanaba de la chica.

Ella retrocedió instintivamente, su corazón martilleando con fuerza en su pecho mientras luchaba por mantener la compostura frente a aquella criatura terrorífica. Sus ojos se encontraron con los del monstruo, y en ellos vio la pura maldad reflejada, un reflejo de la oscuridad que lo envolvía.

A pesar del miedo que la paralizaba, la chica sabía que debía encontrar una salida de aquel lugar antes de que fuera demasiado tarde. Con determinación, se obligó a sí misma a mantener la calma, buscando en su entorno cualquier indicio de una ruta de escape mientras el monstruo continuaba acechándola con su presencia intimidante.

Sin saver que este ser le daria las respuestas que tanto buscaba.




CONTINUARA...

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Notas y comentarios del autor:

Bien seré sincero, realmente este capítulo ya estaba desde hace varios días, pero un amigo descubrió mi pequeña obra.

Para después recibir un clase intenciba sobre redacción gramática y varias cosas más, también me dio varias herramientas para mejorar y darme ejemplos.

Así que si el capítulo se retraso vastante y además era el doble de largo que este, pero bueno tube que acortarlo y quitar cosas innecesarias.

Asi que ahora solo queda una cosa, su opinión, que les pareció.

Les gusto como se escribió este capítulo o prefieren que regrese al anterior.

Sualquier duda o pregunta pueden dejar su comentario.

Posdata:

Posiblemente reescriba totalmente los 3 prólogos, esto a idea del señor que se auto nombro mi editor jajaja

Pero no es seguro así que no prometo nada.

Gracias por leer y asta el siguiente capitulo.

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