Prologo: Consecuencias de actos no contados.

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Cuando Rita Loud despertó, sentía como si Lola y Lana le hubieran pasado por encima, con son su mini jeep varias veces. Pero eso no le preocupaba en este momento.

Después de todo tenía que confirmar lo que había vivido en aquel terrible sueño, tenía que confirmar que ella no era una madre que había olvidado a uno de sus hijos.

—Tengo que...

Así que poco a poco se levantó de su lugar en la cama e intentó caminar, pero la fuerza de sus piernas la abandono, cayendo torpemente al suelo.

—¡Mama!

Para suerte o mala fortuna de ella, su primogénita la encontró un momento después de haber caído al suelo.

—¿Qué pasó?, ¿estás bien, mamá?

Pregunto preocupada de que su madre se hubiese lastimado de alguna manera, mientras intentaba ayudarla a levantarse del suelo.

Lo que no esperaba fueron las siguientes palabras de su madre, después de todo no había manera de que el plan tan precipitado de sus hermanas hubiese funcionado.

—Lori, dime que no es verdad, dime que... que...

Pidió la mujer, desesperada por negar la realidad.

Por un momento Lori no supo que pensar, estaba confundida y algo preocupada por el estado de su madre, pero al ver esa mirada en los ojos llenos de lágrimas de su madre supo de qué estaba hablando.

—Madre yo...

—Dime... que Lincoln está en su habitación durmiendo tranquilamente.

—Yo...

Cada palabra que intento decir Lori, murió patéticamente en su garganta, su mente no podía formular una respuesta que no lastimara a su madre, así que solo pudo desviar la mirada.

Solo en ese momento lo supo, Rita había abandonado a su único hijo, su alma y su corazón lo sabían, pero su mente y su yo racional lo negaron con tanta fuerza como pudieron.

—No, eso es mentira.

Con fuerza sacada desde el fondo de su ser, Rita se levantó y casi corriendo, salió de su habitación seguida por su una Lori de aspecto preocupada.

Ninguna de las dos noto que el otro ocupante de la cama también había despertado de su terrible sueño.

...

Chocando con varios de los muebles que se atravesaron en su camino y casi cayendo en más de una ocasión, Rita continuó su carrera hacia el segundo piso. No tardo mucho en llegar y subir las escaleras, fue incluso más fácil llegar a la puerta del fondo del pasillo al no tener ningún obstáculo.

Tan concentrada estaba, que no noto que había llamado la atención de casi todas las habitantes de su casa, las cuales salieron a ver lo que estaba pasando.

Agitada, estiro la mano para tomar la perilla de la puerta, pero a unos centímetros de ella se detuvo y no pudo moverse más.

Ella dudó.

No sabía cómo afrontar esta verdad y tampoco estaba segura de querer afrontarla. Por qué su mente sabía qué había del otro lado de la puerta.

Y cobardemente dio varios pasos hacia atrás, no sintiéndose lista y dando media vuelta camino de regreso a su habitación en silencio y de la misma manera que antes, tampoco noto a ninguna de sus hijas y mucho menos como su hija mayor le daba una mirada sucia a la pequeña científica.

...

Habían pasado varias horas desde que los señores Loud habían despertado, pero durante todo el día ninguno había pronunciado una sola palabra. Tal vez por miedo o tal vez por culpa, pero de alguna manera ambos lograron hacer su vida normalmente sin el más mínimo intento de comunicarse con nadie.

Pero por más que huyeran, la verdad los alcanzaría tarde o temprano y esa verdad vino en la forma de su hija más pequeña.

...

Era una noche normal, si contamos el hecho de que nadie había dicho una sola palabra durante toda la cena. Tanto Rita como Lynn padre había hecho asta lo imposible por no iniciar una conversación con nadie y al parecer todas sus hijas habían notado sus intenciones.

O mejor dicho, casi todas sus hijas.

—Leni, mira, mira, Lincoln me regalo esta pulsera tan bonita.

Dijo la más pequeña, con una emoción y felicidad que apenas y cabía en su pequeño cuerpo, mientras le mostraba a la modista residente una pulsera blanca con a varios dijes colgando de ella.

—Enserió, qué linda es.

Contesto Leni, feliz por su hermanita.

—Deberías tirarla antes de que la mala suerte de esa plaga se te pegue Lily.

—Lynn, cállate.

—¿Qué?, solo estoy diciendo una verdad que todas ustedes se niegan a aceptar.

—La única plaga que veo es tu cara.

—Sabes que tú solo piensas en ti misma, deportista de cuarta.

—Sí, solo sirves para fastidiar lo poco bueno que tenemos.

Ambos padres pudieron ver como una pelea empezaba frente a ellos, lo cual sería normal, ya que ellos habían tomado un enfoque de crianza poco intervencionista. Después de todo, ellos creían que si dejaban que sus hijos solucionarán sus problemas por sí solos, aprenderían de una mejor manera como afrontar los problemas de la vida.

Pero esta vez fue diferente, no intervinieron porque el nombre de alguien había sido pronunciado y no supieron como reaccionar.

—Dámela, es mejor tirar esa basura.

—Ni creas que permitiré que le quites sus cosas a Lily.

—Quítate Lori, sabes que tengo razón.

Y por lo regular, solo cuando las cosas se ponían físicas, ambos padres realmente intervenían. Pero en este momento, mientras veían como su hija más grande y la deportista forcejear, mientras la más pequeña de las 10 retrocedía asustada, ellos solo se quedaron viendo.

—Leni, toma a Lily y llévala a tu habitación, por favor.

Pidió, notando que en este momento Lynn estaba más impulsiva que otros días.

—¡¡No permitiré que conserve esa porquería!!

En su ira descontrolada, Lynn soltó un puñetazo al estómago de Lori, la cual estaba distraída dando indicaciones a la modista, provocando que la rubia callara de rodillas por el dolor. Pero esto no le importaba a la deportista, la cual se lanzó contra la más pequeña.

—¡¡No, no lo aras!!

Leni estando más cerca de Lily y por consecuencia en la ruta de Lynn, en una demostración de reflejos sorprendente, tomó a la castaña en medio de su salto, por el cabello, desviándola contra una de las paredes más cercanas, provocando un ruido sordo al impactar.

La deportista, tomada por sorpresa, solo pudo cubrirse un poco con sus brazos, antes de chocar estrepitosamente.

—¡¡agg, maldita perra estúpida!!

Demostrando por qué ella era un deportista y participante de múltiples actividades de contacto, Lynn rápidamente se recuperó y se lanzó nuevamente al ataque, esta vez propinándole una patada a la modista y saltando sobre Luna y Luan, las cuales se habían movido para intentar detenerla.

Todo paso tan rápido y en tan poco tiempo que los patriarcas de la casa Loud no supieron como reaccionar realmente.

Por otro lado, Lily había aprovechado para escapar por uno de los ductos de ventilación.

—¡¡Mocosa vuelve aquí!!

Gritó, mientras era sometida por sus hermanas más grandes.

—Sabes Lynn, realmente al principio no me gustó que me obligarán a llevar un taser todo el tiempo...

La princesa dijo, mientras dirigía una mirada tortuosa a la deportista.

—Pero en estos momentos, lo agradezco mucho.

Levantando su mano derecha enguantada, a la cual le empezaron a salir chispas de electricidad de manera espeluznante. En este momento Lola agradecía que Lisa hubiese modificado ese aparato tan poco lindo, para que pareciera un simple y mundano guante largo y rosa.

La deportista, sabiendo de primera mano el dolor que podría provocar en este momento la mano de su hermana, forcejeo con todas sus fuerzas. Pero el tener a las cuatro más grandes que ella, reteniéndola, sabía que sería inútil resistirse.

Tal vez notando que las cosas se había salido de control, Rita estaba por alzar su voz, para detener esta pelea.

Pero alguien más se le adelantó.

—¡¡Niñas, alto!!

Lynn padre, usando una voz que muy raras veces usaba, detuvo la pelea.

—¿Qué creen que le están haciendo a su hermana?

Dijo, su tono duro, mostrando su molestia por la situación actual, empujando al resto de sus hijas, para poder levantar a la deportista del suelo.

—¿Estás bien?

Pregunto, su tono ahora diferente para la castaña, pero cuando regreso su mirada hacia el resto, su enojo regreso como si nunca se hubiera ido.

—¿Qué tienen en la cabeza?, no ven que pudieron haber lastimado a su hermana.

—¿Lastimado?

—Claro, no ven que los juegos tan pesados pueden provocar alguna herida a su hermana.

—¿Nos estás regañando, cuando ella fue la que empezó?

—Eso no es justo, ella fue la que empezó.

—No me importa quién empezó, solo vi como varias de ustedes iban a lastimar a Lynn.

—¿Entonces no viste como me dio un puñetazo en el estómago?

—¿O como a mí, me pateo?

Para todas era obvio el favoritismo de su padre con la deportista, siempre había sido así desde mucho antes que todo el asunto de la maldición de su hermano pasará.

Pero en este momento, que sentían que habían hecho lo correcto, les molesto que todo fuera ignorado por su padre tan descaradamente. Sobre todo porque la causante de todo esto estaba riéndose de ellas, mientras se escondía en la espalda de su padre.

—Tal vez si no la hubieran provocado, Lynn no se habría defendido.

—¿Defendido?

—Dime que esto es una broma.

—No estás viendo lo que paso.

—Estábamos defendiendo a Lily de las tonterías de Lynn.

Varias, si no es que todas las hermanas empezaron a expresar su indignación ante la flagrante muestra de parcialidad de su padre.

—No me importan quién empezó, están castigadas.

—no puedes castigarme, ya soy mayor de edad.

Hablo Luan, intentando defenderse, pero las siguientes palabras solo la molestarían más.

—Estás en mi casa y mientras eso se mantenga así, ustedes aran lo que yo diga, ¿entienden?

Al terminar de decir esas palabras, el señor Lynn pensó que había logrado controlar la situación, pero lo que no esperaba fue que una de las hijas en las que más confiaba hablará en su contra.

—La estas defendiendo por qué el torneo anual de fútbol femenil es la siguiente semana, ¿verdad?

—Yo... yo...

—ahora entiendo por qué me pediste que hiciera la tarea de Lynn casi todo el mes.

—Lisa, eso es entre nosotros.

—¿Entre nosotros?, Yo nunca acepte tal condición, pero ya que estamos castigadas, entonces lo siento unidad paternal, no creo seguir ayudando a Lynn con sus tareas, a cambio de dinero y ciertas... libertades.

La voz de la científica era tan monótona, como siempre que explicaba algo que para ella era obvio, pero para el resto era algo sorprendente, confuso o repugnante.

—Tampoco podré ayudarla a hacer trampa en sus exámenes, después de todo mientras esté castigada no podré usar los favores que me debes.

—Espera Lisa, tú no estabas haciendo nada, el castigo no era para ti.

—¿Enserió? Pero Lola estaba usando uno de mis inventos para lastimar a tu superestrella, así que yo insisto en que también estoy castigada, como el resto.

—...

—...

—...

Sin más, la pequeña castaña se levantó de su lugar en la mesa y tranquilamente caminando hacia las escaleras, dejando a una familia boquiabierta.

—Chicas, creo que sería mejor ir a nuestras habitaciones a reflexionar sobre nuestra mala actitud hacia la niña favorita de nuestros padres.

Todas, notando que Lisa estaba realmente molesta con su padre y que en este momento lo mejor que podían hacer era retirarse, solo pudieron obedecer.

—¡¡Niñas, aún no he terminado vuelvan aquí!!

—Lynn

El padre de diez, estaba por seguir a sus hijas, para continuar con su regaño, pero una voz con el tono más frío que nunca había escuchado lo detuvo a él y a su hija con la que compartía nombre.

—Querida, no te preocupes, yo me encargo de que todas reflexionen sobre sus acciones.

Intento, mientras comenzaba a retroceder cobardemente junto con Lynn Jr.

—No se muevan.

Obedeciendo sin poder escapar, ambos quedaron inmóviles en su lugar.

—Explícate y espero que tus palabras me logren convencer.

—Yo...

Intento Lynn padre.

—Guarda silencio querido, no te estaba hablando a ti.

Rita, muy pocas veces se enojaba a este punto, tampoco le gustaba ser la que imponía autoridad sobre su familia. Ella siempre quería ser la voz de la razón y la persona en la que sus hijas podían confiar. Pero en este momento necesitaba ser aquello que no le gustaba ser, por el bien de su único hijo.

—Lynn Jr. explícame todo, o juro que tu castigo será nunca más practicar otro deporte, mientras vivas bajo mi techo.

—¿Qué? Tú no puedes hacer eso, verdad papá.

—Sí, querida, creo que...

—¡¡¡Cállense los dos!!!

El grito de la matriarca los asusto a ambos, pero no era para menos, porque en este momento frente a ellos no era la siempre compresiva Rita. Frente a ellos, están una madre furiosa y lista para arrancarle la cabeza al primero que la contradiga.

—Ahora explícate.

—Mamá, yo solo necesitaba un poco de ayuda para poder mantener mi promedio en la universidad, para poder continuar en los programas deportivos.

—No, Lynn, eso no es lo que quiero saber, aunque es algo por lo que hablaremos después.

Ambos castaños notaron que la rubia mayor no había movido ni un músculo durante toda la conversación, había estado mortalmente quieta.

—Explícame por qué mi único hijo prácticamente dejo de existir los últimos 6 años.

—Rita, querida, no creo que debamos confiar en la palabra de esa cosa.

—Entonces me vas a decir que los recuerdos que tengo de un bebé peliblanco son mentira.

—No, no quise decir eso, eso solo que tal vez Lynn también es una víctima de todo esto.

A veces Rita quisiera ser una persona más física a la hora de enojarse para hacer que un poco de sentido común entrase en la cabeza dura de su esposo, pero también entendía las consecuencias negativas que tendría en su relación con su familia si ella llegara a ser algo como eso.

—Lynn Loud padre, ve al sofá de la sala y quiero que te quedes sentado asta que termine de hablar con nuestra hija.

Por un momento el patriarca estaba por alzar su voz en protesta, pero la mirada que tenía su esposa le dio el suficiente miedo como para no querer quedarse y sufrir las consecuencias de su desobediencia.

Con el padre fuera de escena, madre e hija se miraron por un largo momento, midiendo la voluntad una de la otra. Pero al no poder imponerse a su madre, la castaña solo pudo suspirar resignada por su situación actual.

—¿Qué quieres saber?

—¿Lo hiciste?, y ¿Por qué tanto odio hacia tu hermano?

—Vaya preguntas tan estúpidas.

—¡Lynn!

—¿Qué? Es la verdad, esa maldita plaga solo iba a traer desgracias a la familia, sobre todo a mí y a mi gran futuro.

—Es tu hermano.

—Esa cosa no es mi hermano, para mí solo tengo nueve hermanas mal agradecidas.

Por cada palabra que la deportista decía, el estado de ánimo de Rita bajaba a profundidades nunca antes vistas.

—¡¡Lynn Marie Loud!!, frente a mí mostrarás el respeto que todos y cuando digo todos, me refiero a absolutamente a todos, se merecen, ¿me entendiste?

Lynn solo pudo asentir débilmente ante la orden de su madre.

Por un pequeño momento la castaña pudo jurar que los ojos de su madre brillaron de un color amarillo, pero rápidamente descarto la idea por el miedo que en este momento sentía.

—Ahora me explicarás por qué pensaste que era buena idea borrar de la existencia a tu hermano.

—¡¡¡Esa cosa no es mi...!!!

—¡¡Contesta!!

Todas las hijas Loud se preguntaron alguna vez en su vida de donde habían heredado su tan característico temperamento y en este momento Lynn estaba descubriendo esa respuesta.

—Yo vi que, por su culpa, constantemente había peleas entre nosotras.

Respondió débilmente.

—Papá constantemente se preguntaba si él siquiera tenía un futuro que no avergonzara al apellido Loud.

Estas palabras solo hicieron que la rubia mayor apretarse los dientes en frustración, por lo que las actitudes de su marido habían alimentado en la mente de su hija más impulsiva.

—Y tú realmente apenas y lo tomabas en cuenta.

Todo enojo y molestia escapo del cuerpo de la matriarca, pensando en las palabras de su hija. Y solo gracias a que todos sus recuerdos habían regresado hace unas cuantas horas pudo ver la verdad en esas palabras.

Solo para lentamente enojarse de nuevo, pero esta vez con ella misma, después de todo, ella misma había, descartado a su hijo en múltiples ocasiones en el pasado, sin siquiera considerar sus necesidades realmente.

—Así que dije, si solo es una molestia que ni nuestros padres realmente quieren, ¿por qué no borrarlo?

—Lynn.

A pesar de que las palabras de la castaña eran tranquilas, Rita pudo ver que en el fondo de la mirada de su hija, había tantos sentimientos confusos y contradictorios que ni la misma Lynn entendía.

—Pero bueno, parece que no funcionó y lo que temía pasó jajaja

La deportista solo una pequeña risa cansada, después de todo su plan ya era un fracaso.

—¿A qué temías?

Pregunto, curiosa por saber los pensamientos de su hija.

—Yo temía que nuestra familia se desmoronara por culpa de esa basura.

—Lynn que te dije.

—Me importa muy poco, eso es lo que es y nadie me convencerá de lo contrario.

—No entiendo por qué lo tratas así.

—Es simple, como papá me ha dicho varias veces "Solo las personas con talento son importantes", y si no recuerdo mal, él solo era un inútil sin talento.

En este momento, Lynn se había condenado a ella y a su padre a sufrir las consecuencias de sus actos de la manera difícil.

En ese momento, la rubia se tuvo que resignar, entendió que tanto su hija como su esposo realmente creían que este tipo de situaciones no tendrían consecuencias, así como con la mayoría de sus actos en el pasado.

Lamentablemente, esta vez sería diferente.

Rita se levantó de su lugar en el comedor, después de todo en ningún momento se había movido y lentamente camino asta estar frente a la castaña.

—Hay Lynn, lo siento mucho, realmente he sido una muy mala madre para ti y para el resto.

Dijo, mientras envolvía a la deportista en un suave y tierno abrazo. Por un momento, Lynn pensó que su madre, a diferencia de sus hermanas, la entendería.

—Gracias mamá, sabía que tú de todas las personas me entendería.

—Sí, te entiendo hija, entiendo que soy una madre terrible que permitió que esto pasara desde un principio, pero no te preocupes, a partir de este momento se solucionará.

—¿Enserió?, ¿entonces me vas a permitir deshacerme de esa plaga?

Con confianza ganada por la sensación de apoyo que le daba su madre, Lynn pensó que podría por fin empezar a resolver lo que en su mente eran un problema.

Pero lamentablemente no se dio cuenta de que realmente su madre había tenido que regresar a lo que alguna vez fue por el bien de su familia y especialmente por su único hijo.

—No, tú a partir de este momento estarás castigada y todas tus actitudes violentas estarán prohibidas permanentemente, junto con todos tus eventos y actividades deportivas.

—¿Qué...?

Solo en ese momento se dio cuenta de que este abrazo no era el de una madre comprensiva, este era el mortal abrazo de un depredador, que amenazaba con aplastarla sin compasión.

—¡tú no puedes hacer esto!

Mientras respondía, intento alejarse de su madre con todas sus fuerzas, pero para su gran sorpresa, Rita fácilmente la domino, mostrando tener una fuerza superior a la de ella.

—¡¡Déjame ir!!

—Lo siento hija, fui una muy mala madre, pero te prometo que repararé todo el daño causado.

—¡¡¡Déjame, déjame, déjame!!!

Sin saberlo, en el interior de madre Loud habían nacido múltiples cosas que harían que asta, la misma Rita tuviera miedo de sí misma.

...

Habían pasado un par de horas y en la sala familiar estaban todos reunidos para escuchar a la matriarca de la familia, a excepción Lynn Jr. que había sido encerrada en su habitación asta nuevo aviso.

O ese era el plan de Rita.

Ya que en este momento estaba teniendo un concurso de miradas con la dos más grandes de sus hijas, las cuales por alguna razón habían decidido no ser tan cooperativas con ella por alguna razón.

Pero ella misma tampoco se dejaría intimidar, no cuando el destino de su único hijo estaba en el medio de todo esto.

—¿Y bien?

Pregunto, lista para una discusión de tres rubias con un carácter parecido a la nitroglicerina, herencia suya para mala suerte de todos los presentes.

—¿Qué quieres?

—¿Y qué planeas hacer?

A pesar de que tanto Lori como Leni había ganó mucha madurez y experiencia en estos últimos 6 años, más una que la otra, Rita estaba segura de que fácilmente podría imponerse.

—Reparar todo el daño hecho.

—¿Cómo?

—Regresando a Lincoln al lugar donde siempre perteneció y del que nunca debió de ser movido.

—¿Cómo?

—Empezando con devolverle su lugar en el interior de esta casa.

Tanto las hermanas como el padre de la familia, estaban tranquilamente repartidos por toda la habitación, intentando volverse uno con el entorno, para evitar llamar la atención de esas tres.

—Ni siquiera lo estás intentando, madre.

—Mamá, creo que no estás tomando en cuenta que Lincoln literalmente no tiene motivos para obedecer.

—Soy su madre.

—La madre que lo olvidó y que apenas lo recordó.

Ante esas palabras, Rita solo se pudo quedar callada.

Leni conocida por ser la más amable y comprensiva de todas las hermanas, en este momento estaba demostrado muchas expresiones faciales que serían más relacionadas con Lori o la misma Lola. Pero igual de intimidantes, que las otras dos rubias conocidas por ser sumamente temperamentales.

—Mamá, sé que estás preocupada, pero el Lincoln que recuerdas no es ni la mitad de amable de lo que alguna vez fue.

—Y si piensas que irrumpir en su casa y ordenarle que vuelva a casa como si no hubiera pasado nada, entonces esto va a resultar muy mal.

Esta vez fue el turno de Lana y Lucy para intervenir, antes de que esto se volviera una pelea de madre e hijas.

—Niñas entiendo, pero él pertenece aquí junto a nosotros su familia.

—Puedes intentar convencerlo, pero no creo que te vaya mejor que a nosotras.

Por un par de minutos, nadie supo que decir, para las hijas todo esto era una repetición de lo que ya habían vivido, pero para la madre de 11 todo esto era muy confuso.

Pero las siguientes palabras que pronuncio el único hombre en la habitación, solo hizo que todas las chicas no solo se molestarán, sino que casi las llevo a un ataque de furia.

—¿Y por qué no simplemente le borran la memoria como a nosotros?

—¿Qué?

Fue la inteligente respuesta de Luna, ya que el resto había quedado en shock al escuchar esa sugerencia.

—Sí, fácil, le borramos la memoria y todo lo que paso y le inventamos una historia como que se pegó en la cabeza y quedo en coma o algo así, ya funciono con nosotros, por qué no funcionaria con él.

—¿Qué...?

Estaba vez fue Lola, la que se preguntaba si su padre realmente estaba pensando en lo que estaba saliendo de su boca.

—Bueno, sé que es una idea apresurada, pero los detalles los puede pensar Lisa, ella es la lista.

—¿... Mierda?

La que completo la frase de la princesa fue la misma Luna, que salía del shock poco a poco, para enojarse ante lo dicho por su padre.

—Luna, vocabulario.

Replicó Rita, más por reflejo que por otra cosa.

—Miren niñas, sé que puede parecer extremo, pero si de esa manera podemos solucionar este problema, porque no usarlo.

Por un momento todo se quedó en silencio, ninguna de las mujeres quería ser la primera en decir algo. Pero alguien tenía que romper el momento y la que tomó la palabra fue Leni, que estaba furiosa al escuchar a su padre.

—¿Para eso nos hablaste?

Dijo, pero no a su padre, el cual se había acomodado en su lugar, mientras tenía que expresión satisfecha en su rostro, tal vez pensando que su idea era la solución a muchos de los problemas actuales de la familia Loud.

—Solo para escuchar las palabras de señor que nunca le dio la mínima oportunidad a su hijo.

La voz de Leni era fría y carente de emoción alguna. Sin más, la modista se empezó a alejarse de todos.

—Adonde vas, estamos hablando.

Intento el padre, pero la rubia simplemente lo ignoro saliendo de la sala con rumbo al patio trasero de su hogar.

—Sabes madre, si realmente quieres saber qué paso realmente con Lincoln en estos 6 años, Lisa te puede explicar.

La mayor de las hijas, de la misma manera que Leni, comenzó a irse para subir por las escaleras con rumbo a su habitación.

—Yo también.

—igual yo.

Siguiendo el ejemplo de las más grandes, el resto empezó a dispersarse por toda la casa, sin realmente querer escuchar más al señor Lynn. Y Rita solo pudo ver como sus intentos por obtener la ayuda de sus hijas se iba por el desagüe, por culpa de su esposo.

La única que se quedó fue la científica, más que nada por qué quería hacer que sus padres estuvieran bien informados de toda la situación actual y sus detalles más finos.

—Bien, realmente esperaba más de ustedes, pero tengo que recordar que con esta familia las cosas nunca salen como lo esperaba.

Lisa realmente sabía que esto podría llegar a pasar, pero esperaba que al menos al tener a sus hermanas y a su madre en modo dominante, sería suficiente como para que su padre no hablaría durante toda la reunión.

—Aunque realmente pensé que no dirías algo tan tonto.

—Lisa, respétame, soy tu padre.

—Dire que respeto los buenos argumentos y el tuyo solo provocó más problemas que beneficios.

—A qué te refieres.

Rita estaba interesada en el conocimiento que tenía la castaña, así que mientras le lanzaba una mira dura a su esposo para qué guardará silencio, instó a su hija a que explicara todo lo que sabía.

—Simple, todas tenemos sentimientos de culpa, pero las mayores son especialmente sobre protectoras con todo lo que tenga que ver con Lincoln.

Dijo, mientras ponía un pequeño maletín sobre la mesa en la sala, lista para su informe.

—¿Sobre protectoras?

—Sí, todo lo que Lincoln dice, hace, o está mínimamente relacionado con él, es especialmente importante para las más grandes.

—¿Pero, por qué?

—Se sienten culpables, piensan que ellas debieron haber impedido que algo como esto pasara.

—No había manera de saber que esto pasaría.

—Lo había.

Las palabras de la castaña eran duras, pero no para sus padres, ni para sus hermanas, eran para ella misma, después de todo, si no hubiera aceptado crear ese artículo o si al menos hubiera sido más cuidadosa al guardar sus inventos, esto se pudo haber evitado.

Pero su narcisismo y su creencia en su superioridad hacia su familia le impidió ver que algo como esto podía llegar a pasar.

—Sí, hubiera sido más cuidadosa o tan siquiera les hubiera dicho sobre los cambios de Lynn o no lo sé, puede haber hecho mil cosas para prevenir esto.

Lágrimas de frustración se formaron en las comisuras de sus ojos, reflejando su estado emocionalmente inestable.

—Lisa, yo...

Pero cuando Rita intento hacerse a darle consuelo a la pequeña, Lisa levantó su mano en señal de que se detuviera.

—No lo necesito, estaré bien.

—Lisa, no tienes que guardártelo para ti sola, puedes confiar en mí.

—Lo sé, pero en este momento es más importante que sepan todo lo necesario para ayudar en nuestros esfuerzos.

Dijo la pequeña científica para poco después quitarse los lentes para limpiar la superficie de cristal con un pequeño pañuelo.

—(suspiro)Bien, tenemos varios problemas en este momento.

Empezó a explicar, mientras tomaba un par de carpetas que había preparado para este momento. Intentando olvidar el pequeño desliz emocional que había tenido unos segundos antes.

—Aunque en este momento, ya logramos resolver uno, aunque para mi gusto hubiera preferido saber que se podía hacer esto desde el principio.

El rostro de Lisa se contorsionó en una expresión de frustración, mientras pensaba en todos los problemas que se pudo haber ahorrado si ella hubiese sabido que el método que usaron en sus padres para devolverles sus recuerdos realmente sí funcionaba.

—A qué te refieres.

Rita preguntó, preocupada por la expresión de Lisa, pero se contuvo, intentando respetar la voluntad de la más pequeña de no recibir consuelo en este momento,

—Bueno, la verdad ha habido muchos nuevos descubrimientos que mi mente nunca pensó que realmente serían reales, más allá de los libros de ciencia ficción y fantasía.

—¿?

—¿?

Los rostros de ambos padres solo pidieron poner una expresión tonta ante las palabras de la más pequeña. No porque no entendieran, sino por el simple hecho que la castaña estaba confundida y frustrada al mismo tiempo.

Notando que sus padres realmente no la habían entendido, Lisa prefirió ignorarlos y seguir con los temas en cuestión.

—Bien, el primer y más importante tema en este momento es Lincoln.

Empezó, levantando su mano para que su padre permanecieran en silencio, el cual había abierto su boca para decir algo posiblemente tonto.

—El segundo tema, la posible intervención de alguien más, intentando mantenernos alejados de Lincoln.

Con cada palabra que decía, las preguntas crecían en la mente de ambos señores Loud, pero permitieron que Lisa continuará.

—El tercer tema, es Lynn con su actitud tan violenta hacia Lincoln y un problema de personalidad dividida.

Todos los temas eran importantes para ambos padres, después de todo eran cosas que afectaban a sus hijos

—Realmente hay varios temas más, pero estos son los más relevantes. Si tienen alguna duda, en las carpetas está toda la información que hemos logrado reunir.

Terminando de decir eso, la científica se levantó de su lugar tranquilamente, lista para irse del lugar.

Rita casualmente tomó las carpetas y empezó a revisar metódicamente una a una de las carpetas.

—Espera Lisa, aún no terminamos, tienes que explicarnos todo esto.

Dijo el castaño, mientras señalaba las hojas que Rita había repartido por toda la mesita de café, que estaba en medio de su sala.

Para el padre, a diferencia de su esposa, él prefería que le dieran una explicación detallada en vez de leer todo el contenido de las carpetas.

—Podría hacerlo, pero realmente me molesto la idea de borrarle la memoria a Lincoln, como si fuera el método más rápido de todos.

Ambos padres notaron el pequeño rastro de enojo y tristeza en la voz de la castaña, la cual sin esperar respuesta alguna continuó su caminata hacia su habitación.

...

...

...

Rita sabía que no debía hacer esto, según las indicaciones escritas por Lisa, pero como madre no podía permitirse estar lejos de su único hijo ahora que lo había recordado.

Toc, toc, toc.

Pero por más que había intentado convencerse a sí misma de esperar un poco más, no pudo.

La puerta frente a ella se abrió, pero la que recibió a la rubia fue una oscuridad absoluta o eso creyó por un segundo. Después de todo, en esos ojos no pudo ver ningún tipo brillo o luz reflejada.

—Señora Rita, un gusto conocerla.

Saliendo de su aturdimiento, la madre de 11 pudo concentrarse en la persona que tenía frente a ella. Era una chica alta con un largo cabello negro como la noche, era un poco más alta que ella. Tenía una perfecta piel pálida, como si la luz del sol nunca la hubiese tocado en su vida.

Y aunque desde donde podía ver, la chica que tenía enfrente, era más joven que ella, el cuerpo que la pelinegra tenía era uno que rivalizaba con el suyo en varios aspectos a excepción de uno.

El pecho de la chica frente a ella, era posiblemente más grande que el suyo.

—¿Tú quien eres?

Uno sonrisa apareció en el hermoso rostro de la desconocida.

—Oh, discúlpame, déjeme presentarme suegra.

Esa afirmación la hubiera tomado por sorpresa si no fuera por el hecho de que en las notas de Lisa, había menciones de esta chica, aunque no su identidad.

—Mi nombre es...

...

...

...

El señor Loud estaba molesto más allá de lo que le gustaría aceptar, después de todo, tanto su esposa como sus hijas habían descartado su opinión y sus ideas para hacer que su único hijo regresara a su hogar.

—¡Listo el pedido para la mesa 5!

Gritó, para que su única mesera viniera para llevar los platillos a la mesa correspondiente.

A pesar de que su día había sido relativamente tranquilo, justamente cuando no faltaba mucho para que fuera la hora de cerrar, varias personas a destiempo habían decidido cenar en su restaurante, cuando ya solo le quedaba una mesera ansiosa por irse a casa.

Justo en ese momento la campana de la entrada sonó nuevamente, para gran frustración de la chica encargada de atender a los clientes. Pero él no se dio cuenta de la molestia de su única compañera que le quedaba, estando demasiado sumido en sus pensamientos como para notar la llegada de más gente.

—(Al menos debieron tomar en cuenta mi opinión)

Se frustró, sabía que realmente no era el mejor padre a la hora de expresar su opinión sobre su hijo, pero como el padre del chico, él tenía voz y voto en todo lo que tuviera que ver con él.

O eso pensaba.

Justo en ese momento, Ana, la mesera que siempre se quedaba asta el último momento que el restaurante estaba en función y su única compañía regular a esta hora del día, entró a la cocina.

—Sr. Lynn, 11 personas acaban de entrar.

Dijo la chica, algo molesta de que las personas decidieran que era buena idea venir a cenar ya pasada su hora de salida. Por fin, notando la frustración de su empleada, el señor Lynn decidió dejarla ir y tomar el mismo la petición de los últimos clientes del día.

—Tranquila Ana, te puedes retirar.

La expresión de la chica cambió rápidamente a una de felicidad, agradeciendo rápidamente, se quitó el mandil de encima y tomó sus cosas antes de salir corriendo, temerosa de que su jefe se arrepintiera.

—La juventud de hoy en día(suspiro)

Con mejor humor, gracias a las payasadas de la chica, el castaño tomo un pequeño cuaderno y un lápiz, listo para hacer algo que tenía mucho tiempo que no hacía.

Tomar en persona el pedido de un cliente.

Pero lo que encontró cuando salió lo sorprendió un poco más de lo esperado.

—Kick, espero que esta vez no causes problemas como en aquel bar en los ángeles.

—Lo siento Dex, pero no fue mi culpa, esos tipos estuvieran molestando a Jackie y a Kendall.

—Sí, pero ellos no soltaron el primer golpe.

Varias conversaciones estaban ocurriendo en simultáneo, por parte de un grupo de jóvenes en una de las mesas más grandes de todo el restaurante.

—Mira Sam, tienen un menú vegetariano como te gusta.

—Gracias, pero desde que me uní a ustedes, vivir solo de una dieta a base de vegetales no me sacia la suficiente.

—Oh, lo siento.

—No te preocupes, de todos modos ya estaba cansada de los sustitutos.

Lo cual no sería extraño en una situación normal, ya que por lo regular esta mesa era usada por familias que querían festejar algún cumpleaños o una simple reunión familiar. Su misma familia usaba esa misma mesa cada que venía a comer.

—Ron, quítate la máscara, no creo que pase nada con todos aquí presentes.

—vamos, entiendo que Delion no se la quite, pero tú no tienes el mismo problema.

—No me la voy a quitar, así que dejen de molestarme.

—Vamos, peque, acaso eres tímida jajaja

—O es por qué quieres parecer misteriosa en este lugar.

—Gunther, Rex, sus novias me están molestando.

—Lo siento, pero en este momento son tu problema jajaja.

—Lo siento Ron, pero será mejor que aguantes un poco más.

—¡Noooo!

Pero era extraño que todos los presentes estuvieran vestidos casi exactamente igual. Aunque dos de los integrantes tenía sus rostros cubiertos por un par de máscaras blancas, aunque ambas máscaras eran totalmente diferentes una de la otra.

—¿Entonces es toda la información que tememos sobre esta gente?

—Sí, no creo que podamos seguir buscando por nuestra cuenta.

—¿Entonces, seguiremos a siegas?

—No, pero creo que tendré que pedir ayuda a las "banderas negras", al menos para tener un punto de referencia.

Para el señor Lynn, ver esta escena era algo extraño, todos ellos eran de diferentes edades y a pesar de todo se llevaban mejor que sus hijas, sobre todo en estos tiempos de tantas verdades reveladas.

El pensar en sus hijas lo deprimió, así que para distraerse se acercó rápidamente al grupo, con la intención de recibir sus pedidos.

—Buenas noches y sean bienvenidos a la mesa de Lynn, puedo tomar su orden.

Con una sonrisa de negocios y la típica frase que había hecho que todos sus empleados memorizarán, se presentó ante estas personas, algo nervioso por su falta de práctica.

Pero por un momento demasiado largo para el gusto del señor Lynn, nadie dijo nada, todos en la mesa habían fijado su mirada en él. Pensando que tal vez su presentación había quedado ahogada entre todas las conversaciones que ocurrían en esta mesa, estuvo por presentarse nuevamente.

—...

Pero no fue necesario, cuando una linda rubia con una diadema rosa en su cabeza rompió el silencio.

—Perdone nuestra grosería, no quisimos ignorarlo.

—No se preocupe, tal vez no hable lo suficientemente fuerte para que me escucharan.

—Sí, disculpe por no escucharlo.

Notando la incomodidad de momento, todos los demás rápidamente se apresuraron para hacer sus pedidos y dejar al chef ir a cocinar. Pero mientras el pelicastaño camino rumbo a su puesto de trabajo, todos le dieron una mirada incómoda al enmascarado en el asiento principal.

—Está bien chicos, solo cenemos y vallamos a descansar después de una misión tan complicada.

Todos solo asintieron, sabiendo los posibles pensamientos que recorrían la mente del enmascarado.

...

Después de varios minutos, Lynn padre había demostrado ser un chef profesional y eficiente a la hora de preparar todo lo que sus clientes habían pedido, a pesar de que casi todos ellos habían pedido cosas diferentes.

—Bien, eso sería todos sus platillos y bebidas, si necesitan algo más no duden en pedirlo.

En este momento de cierta manera se sentía muy satisfecho consigo mismo.

—Gracias

Fue la respuesta de la mayoría de ellos, mientras que otros solo se dedicaron a comer en silencio. Sobre todo los dos enmascarados del grupo, los cuales habían hecho que su curiosidad lo hiciera quedarse cerca para poder ver los rostros de ambos.

Y cuando por fin todos empezaron a comer, ambos pusieron sus manos en las máscaras. Pero grande fue su decepción cuando solo retiraron la parte inferior de la máscara, dejando expuestas solo sus bocas para comer.

—...

Tal vez notando lo que había intentado el castaño, algunos se rieron de él, en burla por su descarado intento. De esa manera la cena continuó, asta que algo se le hizo curioso, uno de los chicos tenía el pelo blanco como el de su hijo.

—Y buen, ¿están disfrutando su comida?

Pregunto, intentando iniciar una conversación.

—Sí, está muy buena.

—Rico, muy rico.

—He probado mejores.

—Si.

Al igual que antes, solo algunos le respondieron, otros simplemente lo ignoraron en favor de sus comidas, pero eso no lo desanimó. Cuando realmente solo buscaba una excusa para alargar el tiempo que tardaría en regresar a casa.

—Disculpen si soy entrometido, ¿pero acaso pertenecen a una banda o grupo musical?

—Algo así.

Fue la respuesta de la rubia que parecía ser la líder del grupo.

—Eso es genial, saben la verdad, yo en mi juventud también pertenecía a una banda, aunque no supieron apreciar mi talento.

Expresó, intentando que los chicos se sintieran identificados con él, pero la expresión en los rostros que pudo ver le dio la respuesta de lo que pensaban de él.

—¿Y bien, qué clase de música tocan?, tal vez les podría dar un consejo o dos.

—No gracias, creo que lo estamos haciendo bastante bien por nosotros mismos.

Intento Kendall, siendo lo más amable que pudo con el hombre frente a ella.

Pero al parecer el castaño no había captado lo incómodo que se había puesto el ambiente a su alrededor, así que intento seguir la conversación.

—Oh, no seas tímida, querida, además creo que los puedo entender bastante bien.

Mientras hablaba, tomó una de las sillas que todavía estaban desocupadas y se sentó como uno más del grupo, empezando a molestar a más de uno de ellos.

—Saben, soy padre de 10 hermosas niñas muy talentosas... y un hijo.

Lo último lo agregó más como un pensamiento tardío que otra cosa, pero noto que algunos de los presentes le fruncieron levemente el ceño.

—Y no es por ser presuntuoso, pero soy un gran padre, conozco todos sobre mis hijas.

Él continuó divagando sin notar o tal vez ignorando que todos habían dejado de comer, pensando que tal vez todos estaban interesados en su historia.

—Tal vez mi querida Luna podría unirse a ustedes, ella también es una música muy talentosa, con ella en su grupo el éxito está prácticamente asegurado.

Continuó.

—Ya sé, también mi linda Leni puede ayudarles con su imagen, ya que esos trajes no son tan llamativos como debería ser para una banda que quiere hacerse notar de entre todas las demás.

Y Continuó.

—O si quieren, tal vez mi traviesa Luan puede ayudar a hacer sus shows más entretenidos y llamativos.

Y Continuó, con cada una de sus hijas, como si estuviera, mostrándoles el camino hacia la fama.

Asta que llego a lo que él creía que era la joya de la corona y su más grande orgullo.

—También está mi superestrella, ella podría poner su música cada vez que sale en algún evento deportivo como en esos eventos de lucha libre.

Para ese momento ninguno del grupo quería realmente seguir sentados en ese restaurante, sus alimentos olvidados y fríos en la mesa.

Asta que el chico sentado a la derecha del que estaba en el asiento principal, un latino con unas gafas sobre su cabeza, hizo una pregunta que incomodaría incluso al mismo señor Lynn.

—¿Y su hijo?

Por un momento el sonido de las respiraciones de todos se detuvo, dejado un silencio ensordecedor alrededor todos los presentes. Y el patriarca Loud no supo que responder, así que dijo lo primero que se le vino a la mente.

—(Suspiro exasperado) Realmente no sé qué decir de él, hemos tenido unos pequeños problemas de los cuales apenas me hice consiente, pero para ser sincero él es normal.

Esa respuesta hizo que todos voltearan a ver una solo persona, pero el Lynn tan concentrado estaba en sus pensamientos que no noto el gesto y continuó expresando sus pensamientos.

—No destaca en nada, más allá de que su cabello es de color blanco y nada más.

—¿Está seguro?

Pregunto una de las chicas que extrañamente le recordó a Lisa.

Pero a la castaña de lentes en este momento no le importaba este hombre, ya que su mirada estaba en el chico al final de la mesa, el cual parecía estar totalmente quieto, pero en su mano donde sostenía un tenedor temblaba visiblemente.

—Sí, a veces pienso que él simplemente no es realmente uno de mis hijos.

Por un segundo, todos estuvieron a punto de hacer un movimiento en contra del dueño de restaurante, pero se detuvieron cuando el enmascarado simplemente se levantó de su lugar.

—Lo siento chicos, olvide que tenía algo que hacer.

Y simplemente salió del lugar, mientras todos lo veían básicamente huir del sitio.

Para ese momento el ambiente tan tranquilo que habían tenido entre ellos estaba arruinado y realmente ninguno quería seguir comiendo.

—La cuenta, por favor.

Pidió Kendall, mientras el resto se levantaba poco a poco e iba saliendo del restaurante. El señor Lynn notando que tal vez uno de sus comentarios había molestado a estos jóvenes, simplemente se limitó a cumplir la petición de la rubia y no dijo nada más.

—Aquí tiene, vuelva pronto.

Sin más, todos se fueron, dejando solo al Lynn, incómodo por lo que había pasado y sin poder descubrir nada de esos chicos. Aunque para él su único error había sido que él simplemente había hablado sin para en todo momento.

Pero según sus creencias, solo estaba dado los mejores consejos que él podía darle a jóvenes que apenas estaban empezando experimentando lo que es la vida.

—Bueno, ellos se lo pierden.

Y sin saberlo, había reafirmado la creencia de que él solo apreciaba a sus hijas por sobre cualquier otra cosa, siempre y cuando tuvieran un talento que demostrar.

Lo que tardaría mucho tiempo en darse cuenta, tal vez cuando ya sea demasiado tarde. Pero si se arrepentiría sería una cuestión muy diferente.

...

...

...

Rita no sabía qué pensar, había tenido una conversación que le habían dado algunas respuestas. Pero asta cierto punto no sabía si realmente podía confiar en las palabras de la mujer que decía ser la novia de su hijo.

—...

En este momento no sabía cómo realmente afrontar la situación y ciertamente no podría tomar todas las decisiones ella sola.

—11:30

Reviso su reloj, algo preocupada de que su esposo hoy llegaba más tarde de lo habitual.

Por un momento estuvo tentada a llamarlo por preocupación, pero el sonido reconocible del motor de Vanzilla, la cual al poco tiempo de llegar se apagó, le dijo que el Sr. Lynn había regresado a casa.

Pero por más que espero, su marido nunca entró a su hogar, hecho que la hizo salir a revisar que era lo que detenía a Lynn. Sin embargo, no estaba lista para ver lo que estaba pasando.

—Te dije que no.

—Soy tu padre, yo sé lo que es mejor para ti.

—Y dejar que me borren los recuerdos es lo mejor para mí o una excusa patética para no afrontar que eres una mala figura paterna.

—Mira, niño, aún no entiendes nada de la vida...

—Ohh, claro que entiendo, entiendo que aras lo que sea para cubrir los errores de esa deportista de la que tan orgulloso estás.

—Ella no cometido un error, solo hizo lo que creyó que era mejor para todos.

—¿Abandonándome?, eso era lo mejor.

—Yo... yo...

—Valla que basura de excusa, al menos Lynn es sincera al decirme a la cara lo que realmente piensa de mí.

Frente a ella estaba su esposo, hablando o mejor dicho, discutiendo con un joven alto, de complexión delgada, vestido con ropa casual y un casco en una de sus manos.

—¡Tal vez ella tiene razón, y yo no pertenezco a esta familia de mierda!

—¡Estás en mi casa y como tal tendrás que respetar a esta familia, mocoso, irrespetuoso!

—¡¿Tu casa?! ¡Lo dice el hombre que a la mínima que sus hijas lo presionan se somete a sus caprichos!

Los gritos a cada momento subían de tono, lo suficientemente alto como para que sus hijas que debían estar durmiendo salieran de sus habitaciones para revisar de donde venían los gritos.

Incluso algunos vecinos habían salido de sus casas a revisar lo que causaba tal conmoción.

—¡¡Al menos ellas han demostrado talento para justificar todo lo que les doy, mientras que tú te quedas como un fracaso a la sombra de sus hermanas!!

—Entiendo.

Respondió el chico de pelo blanco, con un tono gélido en sus palabras.

Un momento después de decir eso, Lynn padre se arrepintió de haber dicho esas palabras y estuvo a punto de disculparse. Pero la intervención de alguien más se lo impidió.

—¡¡¡Te dije que no te quería cerca de mi hogar, maldita plaga!!!

Gritó una Lynn Jr. mientras blandía un bate de béisbol en sus manos, el cual uso para atacar.

El peliblanco lo evadió con un simple movimiento hacia atrás, pero Lynn no estaba dispuesta a dejar esto con un solo intento. Lanzando varios golpes más, mientras el chico simplemente se alejaba de ella, evadiendo todos sus golpes con poco esfuerzo.

Mientras tanto, el castaño simplemente se quedó ahí parado sin realmente saber como reaccionar ante la escena frente a él.

—¡¡Por qué no te mueres y nos dejas vivir en paz, maldita plaga!!

—Ya te lo dije varias veces, no estoy aquí por gusto.

—¡¡¿Que acaso no puedes simplemente desaparecer como al principio?!!

—Que más quisiera, pero al menos tengo que esperar un año más para poder hacerlo.

Para ese momento, la mayoría de las hermanas estaban listas para intervenir.

Pero una Lily asustada por la seguridad de su hermano se les adelantó yendo a intentar detener a la deportista enloquecida.

—¡¡Deja a mi hermano en paz!!

Gritó la más pequeña, mientras sin querer se acercó demasiado a la zona de bateo de la castaña. Lamentablemente, para ella, uno de los golpes fallidos de la deportista se dirigió directamente hacia ella con toda la fuerza de la castaña.

Solo en ese momento, los dos padres reaccionaron, pero ya era demasiado tarde y ellos eran muy lentos como para impedir el posible peor resultado.

Pero para sorpresa de todos, alguien más recibió el golpe protegiendo a Lily. Lincoln solo pudo gruñir de dolor al sentir el golpe de su hermana en los brazos.

—¡¡Qué mierda te pasa!!

La furia en su voz hizo que Lynn retrocediera un par de pasos hacia atrás, intimidada por la expresión que el chico tenía en su rostro. Solo en momento los padres habían logrado llegar asta la castaña, sujetándola para que no hiciera nada más. Pero ninguno dijo nada, preocupados por el chico frente a ellos.

—Hijo, ¿estás bien?

Fue la pregunta de la madre, algo nerviosa, porque esta era su primera interacción con su único hijo desde de un largo tiempo. Pero el peliblanco la ignoro, ya que este estaba ocupado revisando que la más pequeña no estuviera lastimada.

—¿Estás bien pequeña?

—Sí.

—No vuelvas a hacer eso, casi te lastimas innecesariamente.

—Pero ella te quería lastimar.

Dijo Lily, mientras lágrimas se formaban en los bordes de sus ojos, dando una mirada muy linda.

—Sí, y te agradezco que te preocupes por mí, pero tienes que recordar, tú eres más pequeña y por lo único que te debes preocupar es por ser linda y portarte bien.

—Pero...

—Tranquila, sabes que yo puedo cuidarme muy bien.

—Está bien.

La escena frente a los padres era tan conmovedora asta el punto en el que deseaban poder tomar una foto del momento.

—Bien, ahora deberías ir con Leni, para que te lleven a tu cama.

—¿Puedo dormir contigo?

Pregunto mientras le daba una mirada con ojos de cachorro, los cuales siempre usaba con él cada vez que quería algo.

—ugg, lamentablemente hoy no se va a poder, ya que necesito salir a encargarme de algo muy importante.

—Pero yo quería quedarme contigo.

Por un momento la determinación del chico casi cae ante esa mirada, pero Lincoln tuvo que apretar los dientes para no ser convencido frente a la familia Loud.

—Lo siento pequeña, pero en este momento no se puede.

—Entonces quiero un trato.

—¿Un trato?

—Sí, quiero un helado doble de chocolate como compensación.

Por un momento Lincoln se preguntó quién le había enseñado esas palabras a su hermanita, pero el rostro de cierto acróbata tramposo se le binó a la mente.

—Bien, tendrás tu helado, pero me tienes que prometer que iras con Leni sin poner ningún tipo de resistencia y no le darás ningún problema.

La niña más pequeña simplemente levantó su dedo meñique en señal de aceptación. A lo cual el peliblanco simplemente entrelazo su propio meñique sintiéndose estafado.

—Lo prometo.

—Lo prometo.

Dijeron ambos, para que Lily simplemente sonriera y se alejara de su hermano para ir con Leni, con una gran sonrisa de satisfacción en su rostro.

—Yo también quiero mi helado.

Comento la rubia, aprovechando la oportunidad.

—Sí, lo que sea.

Contesto sin emoción, mientras buscaba su casco, el cual había tirado a un lado cuando tuvo que moverse para proteger a su hermanita. Cuando lo encontró, el simplemente camino hacia su motocicleta que no estaba muy lejos mientras se lo ponía.

—¡Espera!

Exclamó Rita, intentando llamar la atención del peliblanco, pero este no se detuvo y continuó con lo que estaba haciendo.

—¡¡Por favor espera!!

—No

Fue la respuesta antes de subir a su moto, encenderla y rápidamente irse del lugar, con el sonido del motor de fondo.

—¡¡¡Por favor!!!

Gritó una vez más, pero el peliblanco ya está demasiado lejos como para escucharla.

Solo en ese momento se dio cuenta, lo grande que era su hijo, lo mucho que había crecido y el remordimiento por no haber estado ahí para él durante el proceso la comía por dentro.

La tristeza la invadió, sintiéndose vacía al sentir que uno de sus hijos se alejaba de ella de esa manera. Y solo en ese momento recordó lo que había pasado y las palabras de su esposo y su quinta hija.

—Lynn.

Ambos, tanto padre como hija, se quedaron inmóviles ante la voz de la mujer, intimidados por el claro enojo de la rubia.

En ese momento, tanto las hijas que había salido a ver lo que estaba pasando como los vecinos entrometidos que buscaban saber el chisme del día, huyeron cobardemente no queriendo estar en el punto de mira de Rita.

—¿Qué creen que hacen par de idiotas?

Solo en ese momento, ambos supieron que estaban en muy serios problemas, ya que una de las cosas que la rubia nunca hacía era decir groserías, al menos que estuviera muy enojada.

Y en este momento ellos sabían que tal vez no vivirían para contar otro día.

...

...

...

Lincoln estaba muy molesto, asta el punto que todo el cansancio que había obtenido a lo largo del día no lo podía sentir, el calor que recorría todo su cuerpo lo incomodaba y no le permitía estar quieto en un solo lugar.

—(¿Quién se cree?)

Aceleró su vehículo mientras atravesaba las calles de Royal woods, con imprudente abandono, no importándole si se encontraba con algún otro vehículo por las calles. Su único objetivo en este momento era llegar a un algún lugar donde pudiera soltar toda su ira.

Y sabía cuál era ese espacio, con su objetivo fuera del pueblo y una ira apenas contenida, aceleró aún más.

...

Después de un tiempo llego a una extraña serie de pequeños edificios ocultos en alguna parte de los bosques que rodeaban el pueblo, los cuales parecían abandonados y en un estado de deterioro bastante avanzando.

Oculto su moto en uno de ellos, dejando su chaqueta y casco en alguna de las construcciones de manera descuidada, solo para dirigirse a paso rápido a la más pequeña de las edificaciones, la cual por dentro no se parecía en nada a su exterior.

Lo que por fuera parecía una construcción de madera a punto de derrumbarse, por dentro parecía una construcción de concreto reforzado con una pequeña plataforma de metal lo suficientemente amplia como para que 4 o 5 personas cupieran sin ningún problema, estando rodeada por una serie de barandillas.

—『Lincoln tienes que calmarte』

Escucho en el interior de su mente, era la voz de una chica con un tono suave, pero si ponías atención notarias la preocupación en ella.

Pero él la ignoró, como todo lo demás, mientras se paraba tranquilamente en el centro de la plataforma, la cual empezó a descender lentamente como si de un elevador se tratase.

—『Sé que lo que dijo ese hombre te dolió, pero tienes que entender que habla desde la ignorancia, él no sabe por lo que as pasado』

La plataforma no tardó mucho en llegar a su objetivo, dejándolo frente a una puerta que se abrió automáticamente al detectar su presencia.

—『Lincoln, escucha, todavía estás herido, deberías estar descansando en este momento』

Intento, pero el peliblanco la ignoro.

Recorriendo largos pasillos e ignorando múltiples puertas, su mente invadida por múltiples pensamientos más que negativos.

—(Al menos disimula el poco cariño que me tienes)

Al cabo de un tiempo por fin llegó a una gran puerta doble, la cual se abrió automáticamente al igual que todas las puertas en todo el lugar. Con paso firme entró a una gran sala.

—『Lincoln, no puedes hacer esto, entiende que esto es peligroso』

Al estar parado en la sala, un pequeño tablero se elevó del suelo, donde múltiples palabras, imágenes y otros datos se mostraron, en los que él comenzó a modificar y escribir varias cosas. Cuando termino el tablero nuevamente regreso a su lugar.

Y ni un segundo después, 15 grandes cajas del tamaño de una persona se levantaron del suelo. La cuales se abrieron, mostrando su contenido.

—[Protocolo de entrenamiento contra múltiples oponentes activo]

De las cajas salieron 15 maniquíes tan altos como el mismo Lincoln, hechos de un material entre metálico y plástico desconocido, lo extraño de ellos era que se movían como si de una persona se tratara.

—(Yo que siempre intente estar para todos ustedes)

En ese momento los extraños maniquíes se movieron contra él. Y el más cercano lanzó un rápido puñetazo hacia su rostro, el cual evito, pero no vio una patada que venía desde el otro lado hacia su pecho, por parte de otro de sus oponentes, la cual lo hizo tambalearse hacia atrás uno cuantos metros.

—(Pensé que el día que papá recuperará sus recuerdos las cosas cambiarían)

Esta vez barios de estos maniquíes se lanzaron juntos a intentar sujetarlo, pero él fue lo suficientemente rápido como para escapar antes de ser capturado, saltando sobre ello y cayendo sobre el que estaba más atrás, dejándolo tirado en el piso.

Pero no se detuvo solo con eso, rápidamente lanzó varios puñetazos a la cabeza de otro, no muy lejos de él, con la suficiente fuerza como para arrancársela sin mucho esfuerzo.

—Uno fuera (Pero no, su primera opción es borrarme la memoria, para proteger a la pequeña superestrella de cualquier consecuencia por sus actos)

Tomando el cuerpo sin cabeza, lo uso como escudo contra los puños que venía desde su punto ciego, lo cual le dio el suficiente tiempo para tomar del brazo a uno de los maniquíes y empezó a girar, logrando derivar a 3 más y arrancando el brazo desde el codo al que tenía sujetado.

Lanzando el brazo arrancado, corrió contra varios oponentes con la intención de teclearlos contra una de las paredes cercanas, pero uno de los caídos logró sujetarlo del tobillo haciéndolo caer.

—(Pero esto no me debería sorprender, siempre ha sido así, no me sorprendería que pronto me pidan que me vaya por ser una molestia)

Pero poco antes de su cuerpo tocará el frío suelo de la sala, uno de los maniquíes lo detuvo con una patada contra su rostro, haciéndolo regresar por la fuerza del golpe y sacándole algo de sangre de la boca.

—aggh

Recuperando rápidamente el equilibrio se preparó para el par de patadas altas que dos de sus metálicos enemigos habían lanzado contra su cabeza y abdomen. Pero con rápidos reflejos logró desviar la que tenía como adjetivo su sien, pero descarto la idea de defenderse la que se dirigía a su pecho para poder sujetar el pie del agresor.

—Mi turno.

Con el pie de su oponente en su mano, lanzó un poderoso golpe con su codo a la rodilla del maniquí, doblándola en el ángulo incorrecto, pero no se detuvo ahí, ya que girando con el mismo movimiento del golpe que había dado, esquivo un par golpes que venían hacia él.

Tomando uno de los puños para jalar al dueño con un rápido tirón para partirlo a la mitad con una fuerte patada horizontal, que lo divido en dos desde la cintura.

—Van 2(Nunca debí de confiar en la palabra de Leni)

Con más velocidad tomo las cabezas de dos más y las estrelló contra el suelo, destrozándolas al impactar.

—Van 4(Sabía que ella nunca podría ayudarme)

Y de esa manera dedico los siguientes 20 minutos a desahogar su ira en los pobres muñecos que su amigo científico y residente de su grupo había creado para ayudarlos a entrenar. Sabiendo muy bien que su amigo posiblemente lo regañaría como a un niño cuando viera todo el desastre que había creado.

Al final a su alrededor estaban los nombrados Dummy's de entrenamiento, hechos pedazos, ninguno de ellos conservo todas sus extremidades intactas, y lo que sí las conservaron fue por qué estaban partidos a la mirada tanto diagonalmente como horizontalmente, dejándolos inservibles.


(Nota:algo asi)

—ahh, ahh, ahh, ahh.

Jadeando por oxígeno, Lincoln solo pudo dejarse caer de rodillas mientras recordaba todo, incluso mucho antes que su maldición entrará en escena.

Como siempre, era dejado de lado en favor de sus hermanas, siendo descartado desde el principio incluso cuando él dio todo de sí mismo para poder ser el mejor hermano posible, incluso si eso significaba perder la oportunidad de buscar su talento.

Por qué las amaba, incluso asta el punto de su amor por ellas llegaba al punto de que su amor dejaba de ser el de un hermano por sus hermanas para ser algo más haya.

—Aaaahhhhhh

Soltó un grito de ira, pensando en porque siempre tenía que ser él, solo quería un abrazo de su madre, un lo hiciste bien de su padre, o un simple gracias de sus hermanas, pero al final su única recompensas fueron miradas gélidas e indiferencia.

Y luego dejo de existir para ellos.







CONTINUARA...

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NOTAS:

Bien, realmente este no era mi plan al escribir esto, pero quería que de cierta manera se entendiera más o menos como iría la historia con los padres.

Por un lado tenemos a Lynn padre, el cual es un idiota a la hora de entender a sus hijos, incluso a Lynn Jr a la cual le das más atención que al resto.

Por otro lado tenemos a Rita, la cual descuido la mayoría de sus obligaciones como madre para seguir su sueño de escritora y esa decisión regreso a morderle el trasero en el presente.

Y aunque tengo planes para ellos dos no los veremos en un largo tiempo así que esto sería más como una prueba para los futuros capítulos.

También mostré un poco de la relación de Lincoln con el resto de su grupo y solo puedo decir que en esta es la familia que Lincoln escogió a lo largo de su tiempo en el olvido.

Ahora para lo que tengo planeado para este arco lo pondré en unas notas de autor que será lo siguiente que are antes de empezar a publicar capítulos, o tal vez las ponga antes de este capítulo y esta parte de las notas será inútil jajaja.

Bueno yo y mi poca capacidad para organizarme.

Creo que eso sería todo por el momento.

Gracias por leer, y nos vemos en el siguiente capitulo.

Posdata: estoy planeando poner una pequeña sinopsis sobre el según arco en al descripción de la historia, por si alguno le interesa.

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