Se removió incómodo. El techo del lugar parecía bastante lejano desde donde él se encontraba, hacía calor y la remera que llevaba puesta estaba pegándose a su cuerpo. El lugar se encontraba abarrotado de personas y aún seguía sin entender cómo es que había llegado ahí cuando en un momento había estado en una linda playa, recostado bajo el sol con un delicioso y refrescante trago descansando en su mano derecha. Alguien lo empujó, sacándolo de sus pensamientos y miró con descaro a la muchacha que casi lo había mandado al suelo.

¿Debía de asustarse por el hecho de que ella no tenía rostro? O tal vez lo tenía, pero él no podía verlo bien, sus facciones se le hacían borrosas como si tuviera algún tipo de filtro y la incomodidad se estaba haciendo cada vez más fuerte incluido el miedo que se abría paso en su pecho a una velocidad aterradora.

Quería salir de ahí, no sabía en dónde estaba ni tampoco cómo había entrado. Se escuchaba música y gritos, pero no podía distinguir bien de qué se trataba todo eso. Su mirada asustada se movió por todas las personas que estaban a su alrededor, pero nadie conocido aparecía a la vista. Intentó moverse para intentar salir de ahí, pero lo único que consiguió fue que su cabeza se agachara y mirara hacia el suelo, hacia el hilo rojo brillante que parecía estar atado a su dedo meñique y que por alguna razón alguien estaba estirando, podía sentir la presión molesta en ese lugar. Sacudió su mano un momento para ver si podía lograr que el hilo se soltara, pero eso no funcionó porque parecía muy bien agarrado a ese lugar.

– ¿Qué mierda?–Dijo en voz alta, pero parecía haber salido como un murmullo.

Las luces blancas parpadearon y de repente todo se quedó en silencio, sus ojos volvieron a moverse entre la multitud buscando un indicio de qué lugar era o si estaba en algún lugar con alguien conocido. Se sintió como en un principio, solo y sin saber por qué estaba ahí. El bajo rompió el silencio y los gritos volvieron a hacerse insoportables. Lo empujaron de aquí y allá, llevándolo a unos centímetros más allá de donde había estado anteriormente, una especie de tarima estaba a unos metros y habían varias personas subidas a esta. Sus miradas chocaron y sintió como miles de sentimientos se agolpaban en su pecho haciendo que sus ojos se llenaran de lágrimas que estaba a punto de soltar, estaba asfixiándose en sentimientos que nunca había tenido por culpa de la persona que seguía mirándolo y sonriéndole como si lo conociera. La mano del desconocido se levantó y entonces... Taehyung reconoció  a alguien conocido y que a la vez no lo era.

–Otra vez, ¿qué mierda?–Preguntó a nadie en específico, pero no podía quitar sus ojitos del tipo que había corrido su mirada, pero de vez en cuando la volvía a él para volver a sonreír como si ellos se conocieran de toda la vida. Como si el tipo estuviera consciente de su estúpida existencia.

Jesús santo, el maldito Jeon Jeongguk estaba a unos metros de él, siendo feliz en el concierto de alguna banda que no tenía ni puta idea, mirándolo de vez en cuando fijamente como si se conocieran y fueran grandes amigos, cosa que no era así. Porque Jeongguk es el idol idiota de Corea del Sur del cual su hermana es fanática hace varios años. Taehyung le tiene algo de repulsión al tipo por la personalidad arrogante con la cual cargaba, por su mal genio con algunos de sus fans y por el simple hecho de que parecía ser la persona más idiota de todo el maldito universo.

Intentó salir del lugar, pero siempre parecía regresar al mismo sitio en que estaba parado desde un principio, quería sacar sus ojos de la persona que ahora parecía estar más cerca de él, a unos pocos centímetros con solamente una muchacha parada a su lado que cantaba una canción que no podía entender, separándolos. Jeongguk era la única persona a la que Taehyung podía verle bien los rasgos faciales, la sonrisa de felicidad que él tenía y la cual no se la había visto muchas veces; ni en los fansings que su hermana veía, cuando él estaba en el aeropuerto de Incheon, ni mucho en algunos vídeos que subían sus fans cuando se lo encontraban en la calle. Jeon.... parecía feliz de verdad.

Taehyung debió suponer que algo raro estaba sucediendo desde el principio, porque a pesar de que estaba consciente de que todo era un sueño las cosas se sentían más reales de lo que podía creer. Por eso en el momento que Jeongguk volvió a levantar su mano y lo saludó específicamente a él, pudo ver que el final o comienzo de su hilo estaba atado al dedo meñique del artista, el cual extrañamente parecía consciente de eso.

Sus ojitos color miel se fijaron en la mano levantada del otro y luego en la propia, en su dedo meñique e intentó tocar el hilo, pero aunque la desesperación estaba ganándole y el miedo estaba apresando su pecho en grandes olas, no pudo hacerlo porque parecía que este traspasaba sus dedos. Quiso gritar ahí mismo o salir a correr, no sabía qué hacer, pero todo parecía ser más de lo que podía manejar ahí mismo.

Lo último que vio de Jeongguk, fue su sonrisa caer y todo volverse negro después de eso.

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Taehyung despertó asustado, sus ojos abiertos en demasía mientras miraba su habitación para que luego de reconocer el lugar su respiración se volviera más lenta. En la cama al otro lado de la habitación su hermana se encontraba sentada, mirándolo como si de golpe se hubiera vuelto loco, interrogando con una ceja levantada y los labios fruncidos, aguantando una sonrisa burlona.

– ¿Qué mierda te pasa, Taehyung? Te dije que no miraras esa película de terror ayer en la noche–Pero su hermano negó, dejándola ahora más confundida que divertida.

–No, no es eso. Sook ¿Qué diablos significa soñar con alguien y un hilo rojo?–La menor abrió sus ojos y luego saltó de su cama para acercarse a Taehyung–. ¿Qué te sucede, maldita demente?

– ¿Soñaste con un hilo rojo conectado a tu dedo meñique?–El mayor asintió, mordiendo su labio inferior con fuerza antes de soltar una risita. Se sentó frente a Taehyung y jugó con sus manos–. ¿Esa persona también tenía el hilo atado a su dedo meñique y estaba conectado contigo?

¿Cómo es que ella parecía saber tanto sobre ese asunto?

Asintió con la cabeza antes de que su hermana saliera casi volando de su cama y se aproximara a su escritorio, tomando una libreta negra y un bolígrafo azul. Taehyung frunció el ceño mientras la observaba buscar algo con su dedo índice golpeando su barbilla, se levantó de su cama y salió de su habitación en dirección al baño.

–Tae, ¿Mamá estuvo en nuestra habitación?–El mayor encogió sus hombros mientras colocaba un poco de pasta dental en su cepillo.

–Creo que sí ¿Por qué?

–Probablemente me escondió algo que estaba encima del escritorio. ¿Puedo usar tu laptop unos segundos?

–Sé cuidadosa–Asintió efusivamente y cerró la puerta del baño con un sonido estruendoso que hizo al mayor saltar en su lugar.

Luego de hacer sus necesidades y lavar su rostro, volvió a su habitación para ver a su hermanita teclear como loca en su computadora y mirar algo en la libreta que había tomado hacía unos minutos.

– ¿Conoces a la persona con quien estabas conectada?–Dudó un poco en responder, no sabía si simplemente mentirle o decirle la verdad. ¿Cómo le decías a una fanática que habías visto a su artista favorito en un sueño en el cual estaba conectado a ti por medio de un hilo rojo? Ni siquiera sabía qué diablos significaba eso.

–Hum, digamos que sí, pero que lo conozco de lejos. Muy, muy lejos–Taesook la miró unos segundos antes de volver su atención a la laptop.

–Pero, ¿sabes quién es, siquiera has tenido contacto con él?

–Es él.

–Oh ¿un chico? Pero tú...

–Yo soy bisexual, lo sabes. Hay veces que me van más los chicos, pero no tengo problema con eso en realidad–Pero quien me tocó es un completo idiota.

– ¿Sabes el significado del hilo rojo?–El mayor negó confundida, «Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper». Es una leyenda japonesa y básicamente estás destinado a encontrarte con este chico, no sabes cuándo o dónde, pero lo vas a conocer.

–Preferiría que no.

– ¿Por qué? No cuestiones lo que el universo tiene para ti porque puede empezar a irte mal.

La miró incrédula, no dando crédito a lo que ella decía, sin embargo no dijo nada y se quedó en silencio durante un largo tiempo. Sí, él era una persona que se cuestionaba muchas cosas y estaba seguro que más que obviamente iba a cuestionarse todas y cada una de las cosas que a partir de ese día comenzarían a pasarle. Y no estaba asustado, estaba más que eso porque sabía que no podía controlar nada, que las cosas iban a fluir de una u otra forma y eso le impedía respirar con normalidad. Estaba asfixiándose en incertidumbre y quería dejarlo pasar, pero sabía que sería algo difícil de realizar.

Red Thread está inspirada en una experiencia que tuve, pero acá la estoy exagerando muchísimo. Quise ponerle más fantasía de la que tiene en sí.

Primer capítulo editado el día 29 de marzo del 2021.

Espero que la historia y la trama en sí sean de su agrado y les guste tanto como me gustó a mí escribirla en su momento♡.