Capitulo 7

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Si, hay algo que me importa en este mundo estúpido cruel e injusto y hay una razón por la cual aun mantengo mi fe en los dioses.

Y eres tu.

*:..。o○ ○o。..:*

Percy no tardó mucho en tarde cuenta que estaba teniendo una pesadilla.

No había fuerza alguna que logrará que detenga su desesperada marcha, ni siquiera su propio cuerpo, el cual estaba gritando desesperadamente por que se detuviera para darle la oportunidad a sus cansados pulmones de dejar entrar aire a su sistema respiratorio. Cada paso era una tortura, y la aterradora idea de caer y que le atraparan estaba cada vez más cerca de el. Su camino lleno de obstáculos que atravesar no iba a detenerle bajo ningún medio posible, y hasta aquel momento nada parecía ser tan aterrador, como el simple hecho de que fuera alcanzado

La sangre goteaba poco a poco de su frente a su costado, dejando un hilo del carmesí liquido tan vital para el cuerpo, deslizándose poco a poco por su preciosa cara hasta caer de gota a gota por el piso, dejando un rastro de sangre casi imperceptible, sin embargo su olor aun estaba presente, y para cualquier tipo de bestia, no resultaría mas que destacable a millas y millas de distancia de su ubicación. 

Pero jamás le detuvo eso. De hecho le hizo apresurar aun mas, sacando desde lo mas profundo de sus entrañas la fuerza le carecía pero ante el miedo le sobraba. La oscuridad pronto le iba a engullir, y no, no lo quería, no podía volver a la oscuridad bajo ningún concepto posible. 

Percy Jackson, no se detuvo jamás en un su carrera por mantener su vida, ni por los rasguños en su cara hechos por las ramas de los arboles, que afilados y rústicos se mantenían, tal como el filo de un cuchillo o una mortal espada. Tampoco lo hizo con las voces que gritaban su nombre en un tono de susurro, similar a el de una serpiente y el seseante sonido de las personas que lo llamaban, incitándole a que se detuviera  y dejara que el tártaro le devorara, eran personas conocidas, cujas figuras veía por borrones al pasar.

"Es tu culpa" Había dicho Luke. El primero de todos ellos, reconocía su voz a la perfección, aquella que le causaba tantas amargas sensaciones, Percy no le vio a los ojos, en su lugar tan solo era una figura que se coloca en frente suyo, entrometiéndose entre su camino e impidiéndole continuar. Percy se estremeció hasta la medula al ver su impotente figura parada frente a el, y dando un paso a la vez con intenciones de acercarse a el.

Y Percy tan solo pudo dar tímidos pasos hacia atrás. Estirando ambas manos hacia el, estas con la motivo de alejarlo de el y protegerse a si mismo, estaban temblando, al igual que todo su cuerpo.

"Nos dejaste morir." A sus costados, Michael Yew hijo de Apolo , Silena hija de Afrodita, Charles Beckendorf hijo de Hefesto y muchos otros que reconocía sin embargo no podía recordar sus nombres, todos ellos con los ojos ensombrecidos, a su izquierda y su derecha, no podía correr a ninguna parte. Y su respiración indicaba lo asustado que estaba, perdió completamente el control de esta, o de su cuerpo, el cual tropezó justo en el centro, y frente a todas esas personas a las que había perdido, viéndose tan enormes.

Parecían listos a cobrar venganza por sus muertes.

Y Percy cerro los ojos con fuerza, sintiendo todas aquellas lagrimas caer, la culpa le carcomía como siempre. Ellos tenían razón.

Era su culpa.

–Lo siento...Por favor solo déjenme en paz, lo siento mucho!—Percy sintió sus cuerdas vocales quejarse ante semejante grito, la fuerza de este no pareció incomodar a ninguno de estos. El hijo de Poseidón abrazo sus piernas con fuerza, meciéndose, en una incomoda posición fetal, sollozaba, no había nada alrededor que lo pudiera calmar.–Yo no queria...no quería que ninguno muriera...

Las voces tomaron fuerza en su cabeza, estremecían y golpeaban las paredes de su cerebro en un eco que el bosque que los rodeaba imitaba a la perfección.

Una voz sobresalió entre todas y hizo que el propio Percy levantara la cabeza para mirar con claro temor hacia atrás. Sus ojos se abrieron casi como dos platos y el sudor frio y sangre de su propia frente lograron que todo se detuviera y tan solo la voz de ella fuera la escuchada. Las figuras aun estaban allí, mirándole tan furiosos e inexpresivos al mismo tiempo. 

"Por que sigues vivo?" Era Bianca la hermana mayor de Nico, Bianca Di Angelo era la única persona a la que le podía mirar directamente a los ojos, estos no estaban ensombrecidos. Le miraban con tal tranquilidad que lograban que Percy se llorara aun mas. Repitió su pregunta otra vez, esta vez dando un paso hacia el frente. La voz le falló a el hijo de los mares, no pudo disculparse nuevamente.

"Deberías pagar con tu muerte"

"Por que vives?"

–No sé...—Percy murmura en voz baja, el tono parecía de algo que estaba a punto de quebrarse, reconoció aquel sentimiento de pánico que le había acompañado desde el inicio. Por qué estaba vivo? No tenía razones para estar vivo...

Fue cuando Percy recordó lo que siempre había sabido. Que el realmente no era más que una molestia. Una mera basura con algo más de suerte.

Bianca tenía razón, el no tenía que estar vivo. No lo merecía.

– .....cy-     Per... cy...!

Una voz a la distancia le llamó, venía desde todas partes del cielo. Era una voz conocida, no supo decir a quien le pertenecía, sin embargo una repentina calma le llenó rápidamente, casi al instante. Percy miró con sus llorosos ojos hacia arriba, directamente a la dirección de donde nacía una luz brillante, semejante a el sol, que iluminaba y alejaba las nubes de aquella tormenta que sus pensamientos traían consigo.

Despierta Percy!

Entonces la ilusión llenó sus ojos, el oscuro pozo del Tártaro se ilumina casi en su totalidad y la desesperación se convirtió en esperanza ante la idea de que alguien le sacará de Su mayor rival. Sus propios demonios. Aquellos que resultaban ser el arma de doble filo entre tantas hazañas maravillosas que había realizado y que le impedían ver y apreciar todo lo que había hecho a su propia mano.

–Vamos Perce, se que puedes, abre los ojos.

Y finalmente,  Percy aún temeroso estiró la mano hacia la luz naciente del Sol tan extraño, y le hizo caso.

Abrió los ojos.

**•̩̩͙✩•̩̩͙*˚ ˚*•̩̩͙✩•̩̩͙*˚*

–Percy!—Will dijo, desesperadamente mientras se aferraba con mucha fuerza a el cuerpo del hijo de Poseidón, sintiendo la mini tempestad que había sido invitada por los poderes del semidiós, estallar por todos lados del campamento, y el torbellino naciente desde cada extremo de la cabaña 3 había desordenado todo en menos de un minuto.—Despierta!

De repente todo se calmó, y se hizo un gran silencio. Will tardó un segundo en recuperar el aire perdido, se aferró con más fuerza a el cuerpo de Percy, mientras colocaba su frente en el pecho de este, calmándose a si mismo al sentir los acelerados latidos del asustado corazón de Percy. El cual se removió con suavidad, como si estuviera casi pareció un pequeño gusano escurriéndose entre las profundidades de la tierra hasta esconderse de todo.

–... Will...—la voz del hijo de Poseidón hizo que el sanador principal de la cabaña 7 levantará la cabeza rápidamente para verle directamente a los ojos. Percy tenía empapada la cara, de lagrimas, y agua, su labio estaba sangrando, esto en señal de que lo había apretado tal vez como demasiada fuerza como lo hacía a veces, lastimándose a si mismo.–Qu-

–No te muevas Perce.—le dijo suavemente Will, mientras se incorporaba con dificultades, para revisarlo más de cerca. Estudió su rostro con preocupación, estaba pálido las ojeras en su rostro lograban darle el aspecto de una persona enferma o convaleciente. Will no prestó atención a los labios entreabiertos de Percy, el cual realmente no se molestó en preguntar que hacia Will allí.

Lucía tan aliviado de verle como Will lo estaba de que estuviera despierto y se hubiera calmado.

–Mantente despierto por mi precioso, necesito que me digas si te sientes mal, o te duele en algún lado. Acabas de usar tus poderes para causar una gran tormenta, así que mantente en la cama si no quieres desmayarte.—Will se sentó al borde de la cama, y comenzaba a trabajar, una luz dorada salió de sus manos y las pasó por encima del cuerpo de Percy, sin llegar a tocar su tembloroso cuerpo en ningún segundo.–Se oía como una pesadilla realmente mala.

Percy frunció los labios, mientras cerraba los ojos con fuerza, Will le vio preocupado, las lágrimas de Percy comenzaron a salir de nuevo, y al hijo de Apolo se le rompió el corazón en pedacitos al ver el pequeño puchero acompañado de esas dolorosas y gruesas lagrimas. Escuchó como el héroe ahogaba un sollozo el cual se escondía desde lo más profundo de su garganta.

Antes de que Will pudiera hacer algo más, ya se había encontrado abrazando a el hijo de Poseidón, este escondiendo su cara en el pecho de Will. El mismo hijo del Sol, sostuvo la cabeza de Percy con su mano, mientras que con la otra acariciaba los desordenados cabellos del hijo de Poseidón. Solace, miró a la lejanía que las estrellas aún brillaban, el sol no parecía tener intenciones de brillar pronto, así como Percy tampoco tenía muchas intenciones de dejar que Will se fuera.

No es que el quisiera hacerlo sinceramente.

Su mente divagaba. Percy no parecía tener nada físico que no hubiera visto antes ya, sabía que era un ataque, producido por una pesadilla probablemente un recuerdo horroroso,  el cuerpo tembloroso y las lágrimas. Pocas veces se veía a el líder del campamento mestizo tan vulnerable como en aquel momento. Y Will deseaba tanto no haber sido el quien conociera aquella faceta pero al mismo tiempo tan aliviado de haberlo sacado de aquel sueño que tanto terror le estaba causando.

Que podía asustar tanto a alguien que había luchado contra todo lo que se te pudiera llegar a ocurrir en la mitología griega? 

Aparentemente no tuvo que esperar demasiado para averiguarlo.

–Estaba allí de nuevo... Yo caí y...—Percy se intentó explicar temblorosamente.–Me decían que fue mi culpa.

–No.—Cortó Will al momento, abrazó a Percy con más fuerza, y no se había dado cuenta en el momento en que el hijo de Apolo comenzó a temblar, como si el miedo del hijo de los mares fuera algo contagioso.–Mírame bien Perce, mírame a los ojos.

Will acercó su cara a la de Percy, frente con frente esta vez, ninguno apartó la vista del otro. Will aún abrazaba a Percy y Percy mantenía sujeta su mano a la camisa del Will, aferrándose a ella como un salvavidas. El hijo de Poseidón presenció con gran placer el cabello brillante de Will, parecía al de su padre, pero fue incluso más hermoso y bonito que el del Dios de la profecía. Pudo sentir su respiración tan cerca de la de él. Se encontró atrapado entre ese par de inmensos ojos azules como el cielo en verano, y contando todas y cada una de sus bellas pecas.

Deseó tanto inmortalizar ese momento.

–Estoy contigo, dulce, príncipe del mar, te tengo aquí mismo lo ves?—le dijo con suavidad, Will le dio una sonrisa, brindándole esperanza a el hijo de Poseidón. Luego se separó un poco para verle mejor.–Dime tres cosas que puedas ver.

Percy tardó en captar lo que le pedía, la lentitud de su mente no parecía entender en su totalidad el mensaje simple. Pero Will esperó con paciencia y dejó que Percy se calmara para dejarle responder con la mayor tranquilidad que pudo reunir en tal momento.

–Pecas. Muchas de ellas, son hermosas.

Will ni siquiera logró llegar a ocultar lo mucho que se había sonrojado ante el bonito halago. Por fortuna Percy no lo notó. El hijo de Poseidón frunció el entrecejo entre de continuar esta vez más tranquilo. Este levantó su mano, la cual estaba de repente entrelazada contra los dedos de Will, el último intentó soltarlos, pero Percy no se lo permitió y la mantuvo cerca de él.

Acercó las manos a su propio pecho y aspiró para controlar su respiración.

–Veo nuestras manos, son cálidas.

Will asiente automáticamente.

–Y... Ojos, azules, muy brillantes parecen ser a los del Sol al amanecer.—dijo lentamente el hijo del rey del mar. Will suspiró aliviado, sin embargo aún mantenía su vista fija en  él y inmenso e incontrolable sonrojo estaba más que presente.

Escuchó un estruendo cerca de ellos. Percy se sobresaltó y por puro instinto acercó a Will más a él. Aquel ruido que interrumpió la escena era un bullicio silencioso que venía desde afuera. Eran los campistas, luciendo probablemente preocupados al verse despertados por la tormenta de Percy. Escucharon la puerta abrirse y dos personas entraron sin siquiera molestarse en pedir permiso.

Uno era Nico.

Estaba completamente desaliñado, se veía cansado y con los ojos muy abiertos, tenía una pijama negra de ositos de peluche blancos y una camisa que decía en letras rojas "Vivan los unicornios." Este se lanzó hacía Percy y le dio un abrazo, casi obligándole a volver a la cama de un solo movimiento.

El otro era Jasón.

El cual le dio una mirada rápida a Will antes de acercarse a revisar a Percy con sus propios ojos, en los cuales no traía sus lentes.

Will se alejó, luciendo aún sonrojado.

Recordaba las palabras de Percy, su corazón no se calmada, lo tenía en la boca, sentía claramente como este gritaba de emoción. El estaba bien había logrado traerlo de nuevo en si. Pero Will ciertamente no estaba tan bien como deseaba.

Fue en ese momento en que se dio cuenta, y se maldijo mentalmente.

"Dioses santos... No me digan que..."

–Estás bien?—le pregunta Jasón a Percy en un susurró, luego de haberle dado un abrazo.—Casi destruyes algo allí afuera, el cielo gritaba, pensé que te había pasado algo.

–Estoy, bien.—dijo Percy más seguro, y le dio una mirada a Will por el rabillo del ojo, acompañándole una pequeña sonrisa agradecida para terminar con el gesto y enloqueciendo aún más el acelerado corazón de Will.–Will me salvó.

Will estaba tan jodido.

"–Oh por Afrodita... no me digas...estoy...enamorado de Percy Jackson?"

Y por los dioses, Will realmente no quería una respuesta a esa pregunta.

Por qué sus mismos pensamientos le respondieron a aquello casi tan alegremente como Will no esperaba que estuviese.

Si, tu, mi querido Will estás totalmente flechado por el hijo de Poseidón. No es increíble?

Si, definitivamente, Will estaba completamente jodido.

Solamente no supo decir cuánto en aquel momento.

Y sin notar que, mientras Will lidiaba con su batalla mental por el hijo del viejo barba percebe, desde la cama de Percy, abrazando a este mismo, Jasón y Nico le miraban con una expresión idéntica.

Pero aparentemente, una que ni Percy ni Will notaron.

____-____-____-____-____-____-____-____-____-____-____-____-____-____-____-____-

Al día posterior, nadie llego a mencionar el tema. Ignoraron completamente el asunto, cosa que Percy secretamente agradeció en silencio, ahora parecía ser un detalle menor, sabia que no era cierto, y que desde ese momento, Quirón tomaría las medidas adecuadas y no dejaría descansar a nadie adecuadamente ya que tenían que estar siempre alerta a la cabaña 3, por si el buen Percy tenia algún ataque nocturno que A acabara con su vida, o B con una gran tormenta que destruya algo importante. Percy detestaba hacer preocupar a los demás.

—Es algo que debe ser controlado, Percy, no estoy pidiendo tu opinión. —Quirón pocas veces sonaba tan autoritario como lo había sonado, sin embargo aquello no podía evitarse y el ceño fruncido lo gritaba, estaba preocupado por el hijo de Poseidón. El centauro suspiro al ver destello de molestia de Percy, este abrió la boca para decir algo mas.—Esto es una orden de tu padre y de tu madre, no pienso esperar a que ocurra algo como lo de anoche.

—Pero...se arregló...—dijo Percy bajito, Quirón negó.

—Porque Will estaba allí, si no, te hubieras lastimado a ti a alguien mas.

En la reunión, estaban naturalmente los lideres todos decidiendo que hacer con respecto a tratar a el hijo de Poseidón. Necesitaba control, supervisión, y a este no le hacia mucho gracia el tener niñeras en su vida para que lo cuiden y vigilen todo el tiempo. Will se rio entre dientes al ver su puchero de molestia, incluso su cara de foca bebé había fallado en el intento de convencer a Quirón de que no pusiera en practica la idea. El centauro miro a los presentes, ignorando olímpicamente a Annabeth la cual por lógica era una opción descartada, su relación con Percy no había acabado exactamente bien.

Y entonces el entrenador de héroes sonrió misteriosamente como si ya hubiera pensado en alguien.

—Nico Di Angelo, Jason Grace y Will Solace serán los encargados de turnarse para quedarse en la cabaña de Poseidón y controlar a Percy.—Ni siquiera se molesto en preguntar si estaban o no de acuerdo, les conocía tal vez demasiado bien y pensar que esos tres realmente darían todo por mantener a el príncipe del mar a salvo.—Alguna objeción? 

Percy se levanto y agito la mano impetuosamente, pidiendo la palabra.

—Que no sea para cuestionar mi decisión irrevocable?—Percy suspiró y bajó la mano y se encogió nuevamente en su asiento, Quirón dio una pequeña sonrisa victoriosa. Le dio unas palmadas en la cabeza a el muchacho, antes de musitar con una voz cantarina y sospechosamente feliz.—Eso fue lo que pensé.

Nico y le dio un pequeño golpe en las costillas a Will , colocando una mano en su boca y susurró para que únicamente Will pidiera escuchar:

—Es mi imaginación, o parece que lo tenia todo ya planeado?—Dijo Nico con una mirada divertida, el realmente encontraba bastante alegre ante la generosa oferta de trabajo a tiempo casi completo.

—Alguna vez dudaste de eso sombritas? Míralo a los ojos esta claro que lo esta pensando desde hace días.—Le dijo Will.

—Ustedes se ven felices.—Les dijo Jason con una sonrisa, mientras veía como el resto de personas comenzaban a marcharse al haber acabado la reunión.

Y Will a pesar de la mueca que hizo al recordar el descubrimiento de la noche anterior, le dio una pequeña y brillante sonrisa de la que los otros dos se contagiaron.

—No está tan mal.



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro